1 Crónicas 29




1 Crónicas 29 – El fin del reinado de David

A. La ofrenda de David para el templo.

1. (1-5) Los regalos de David para la construcción del templo.

Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios. Yo con todas mis fuerzas he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia. Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios: tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas; oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová?

a. La obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios: Una de las razones por las que David hizo tanto para los preparativos de la construcción del templo era que él sabía que la obra era grande y requería de grandes recursos – más de lo que un rey joven y tierno de edad como Salomón podía esperar reunir por su cuenta.

i. La obra era grande porque era para Dios. Ante un gran Dios no hay obras pequeñas; todo debe hacerse para la gloria de Dios (Colosenses 3:22).

b. Yo con todas mis fuerzas he preparado para la casa de mi Dios: Esto ciertamente era verdad. Cuando consideramos todo lo que David hizo para proporcionar seguridad, una ubicación, la tierra, el dinero, los materiales, el personal de supervisión, los trabajadores, los planos y un equipo organizado para administrar el templo, es evidente que David le dio a esta obra de preparación todas sus fuerzas.

c. Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios… he dado para la casa de mi Dios: David dio todo lo que dio porque amaba la casa de Dios. Naturalmente, damos y apoyamos a lo que amamos. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón (Mateo 6:21).

i. David usó específicamente la frase la casa de mi Dios para enfatizar la conexión personal; esto era más personal que decir simplemente la casa de Dios. Debido a que Dios era el Dios de David en un sentido personal, David amaba la casa de Dios.

ii. Además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario: David amaba tanto la casa de su Dios que dio aún más de lo que había dado antes. David hizo una gran cantidad de preparación y recolección de recursos para construir el templo; pero ahora daba aún más, incluso dando además de todas las cosas.

d. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? David llevó su ofrenda – especialmente la ofrenda adicional – y la usó como una ocasión para desafiar a sus compañeros israelitas a que también se consagraran al Señor.

i. Dada la enorme cantidad que David reunió para la construcción del templo, se podría argumentar que las ofrendas del pueblo eran innecesarias. Sin embargo, David sabía que era importante darle a la gente la oportunidad de dar, más por su bien que por el proyecto de construcción en sí. Su ofrenda era una manera legítima e importante de consagrarse a Dios.

ii. “El llamado del rey para que cada dador se ‘consagrara’ se lee literalmente ‘llenar su mano’. Esta era una frase técnica utilizada para describir la ordenación al sacerdocio; y la Escritura, significativamente, coloca el acto de dar en este mismo nivel de devoción”. (Payne)

2. (6-9) La ofrenda de otros Israelitas.

Entonces los jefes de familia, y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas, con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente. Y dieron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos y diez mil dracmas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce, y cinco mil talentos de hierro. Y todo el que tenía piedras preciosas las dio para el tesoro de la casa de Jehová, en mano de Jehiel gersonita. Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente.

a. Entonces los jefes…ofrecieron voluntariamente: Al pueblo le resultó fácil dar cuando vieron la grandeza y el valor del proyecto y cuando tuvieron buenos ejemplos de dar aún más como el del rey David.

b. Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente: El pueblo encontró que era una cosa gozosa dar tan generosamente a Dios. Cumplieron la idea posterior del Nuevo Testamento del dador alegre (2 de Corintios 9:7).

B. El salmo de David bendice a Dios ante el pueblo.

1. (10-12) David exalta al Señor.

Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo. Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

a. Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación: La generosa ofrenda hizo que David se regocijara y alabase a Dios. No era por la riqueza en sí, sino porque demostraba que los corazones del pueblo estaban realmente interesados ​​en Dios y en su casa.

b. Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo: Esta es la primera vez en la biblia que se habla directamente a Dios como un padre sobre su pueblo.

i. Jesús enseñó a sus discípulos a orar comenzando con esta frase: nuestro Padre (Mateo 6:9-13). Jesús pudo haber tenido este pasaje en mente cuando enseñó a sus discípulos acerca de la oración porque hay otras similitudes entre los dos pasajes.

ii. “Este versículo proporciona la conclusión de la oración del Señor: ‘Porque tuyo es el reino’ (Mateo 6:13, KJV)”. (Payne)

c. Las riquezas y la gloria proceden de ti: David podía decir esto como un hombre que había tenido una vida llena de riquezas y gloria. David sabía que esas cosas provenían de Dios y no de él mismo.

2. (13-15) David expresa agradecimiento por el privilegio de dar.

Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre. Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos. Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.

a. ¿Quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? David sabía que tanto la capacidad como el corazón para dar eran también regalos de Dios. En realidad se sentía agradecido de tener semejante corazón para dar, tanto en él mismo como en el pueblo de Israel como grupo.

i. David sabía que esto era verdad porque sabía que todas las cosas venían de Dios, y todo lo que le dieran a Dios era suyo para empezar.

ii. “Que nos des tanto riquezas, de las que podamos hacer tal ofrenda, como un corazón tan dispuesto y libre para ofrecerlas; los cuales son tus dones, y los frutos de tu buena gracia y misericordia para con nosotros”. (Poole)

b. Nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura: Al enfatizar la debilidad del hombre, David reconoce la grandeza de Dios. Puede tomar sombras y peregrinos extranjeros sin esperanza y usarlos para construir una gran casa para un gran Dios.

i. “Una sombra parece ser algo, cuando en verdad no es nada; así es la vida del hombre: y cuanto más larga parece ser esta sombra, más cerca está el sol de ponerse”. (Trapp)

3. (16-19) David consagra la ofrenda ofrecida por el pueblo de Dios.

Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo. Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente. Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti. Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos.

a. Con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto: David sabía que era importante hacer hincapié en que su ofrenda había sido hecha voluntariamente. Dio porque quería, no simplemente como una demostración para inducir a la gente a dar. Por tanto, David también sabía que el pueblo había hecho su ofrenda voluntariamente a Dios.

b. Conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti: David sabía que el pueblo de Israel estaba un lugar consagrado y maravilloso en este día de ofrenda al templo.

i. “Entonces la alabanza se convirtió en una oración para que el estado de la mente con el que habían dado se mantuviera; y por Salomón, para que tuviera un corazón perfecto para completar la obra de construcción del templo. Fue un final apropiado y glorioso para un gran reinado”. (Morgan)

c. Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos: David sabía que esta era la clave para la salud duradera del reino de Israel y la seguridad de su dinastía.

4. (20) David dirige a la congregación en alabanza a Dios.

Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron delante de Jehová y del rey.

a. Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios: Cuando llegó el tiempo de bendecir a Jehová, no era suficiente con que el pueblo tuviera un sentimiento en su corazón – Tenían que hacer algo para demostrar su corazón hacia Dios, así que inclinándose adoraron delante de Jehová.

C. El final del reinado de David.

1. (21-25) La nación se goza cuando Salomón es coronado.

Y sacrificaron víctimas a Jehová, y ofrecieron a Jehová holocaustos al día siguiente; mil becerros, mil carneros, mil corderos con sus libaciones, y muchos sacrificios de parte de todo Israel. Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con gran gozo; y dieron por segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y ante Jehová le ungieron por príncipe, y a Sadoc por sacerdote. Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo Israel. Y todos los príncipes y poderosos, y todos los hijos del rey David, prestaron homenaje al rey Salomón. Y Jehová engrandeció en extremo a Salomón a ojos de todo Israel, y le dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel.

a. Mil becerros, mil carneros, mil corderos con sus libaciones, y muchos sacrificios de parte de todo Israel: Este fue un día especial, probablemente celebrado después de la muerte de David, cuando Salomón tomó formalmente el trono. Estos sacrificios se usaron para alimentar al pueblo de Israel, y comieron y bebieron delante de Jehová en un gran banquete de comunión con Dios y comunión unos con otros.

b. Dieron por segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David: Esta sin duda fue la coronación que se llevó a cabo después de que la rebelión de Adonías fue derrotada (1 de Reyes 1-2).

i. “La primera vez (1 de Reyes 1:38-39) se hizo de forma apresurada, repentina y [de manera irregular], a causa de la sedición de Adonías; pero esto aquí se hizo con buen respiro y gran solemnidad, pero es cuestionable si antes o después de la muerte de David”. (Trapp)

ii. Prestaron homenaje al rey Salomón: “Después de la muerte de Adonías, todos se sometieron al rey Salomón. En hebreo, dieron la mano bajo el mandato del rey Salomón; tal vez le pusieron la mano debajo del muslo esa antigua ceremonia (Génesis 24:2 y 47:29), y juraron serle fieles”. (Trapp)

c. Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová: “En el trono de Jehová, es decir, en el trono de Israel, el cual es llamado el trono de Jehová, probablemente de manera más general, pues todos los tronos son de Jehová, por quien los reyes reinan, Proverbios 8:15, y se ordenan magistrados, Romanos 13:1-2significa que el Señor le dio”. (Poole)

d. Le dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel: Esto era cierto, pero el lector sabio entiende que esto era solo porque David lo había hecho posible. La majestad de Salomón fue realmente heredada del trabajo, la sabiduría, la piedad y las oraciones de su padre.

2. (26-30) El final del reinado de David.

Así reinó David hijo de Isaí sobre todo Israel. El tiempo que reinó sobre Israel fue cuarenta años. Siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres reinó en Jerusalén. Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria; y reinó en su lugar Salomón su hijo. Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel vidente, en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad vidente, con todo lo relativo a su reinado, y su poder, y los tiempos que pasaron sobre él, y sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas tierras.

a. El tiempo que reinó sobre Israel fue cuarenta años: Otros reyes sobre Israel o Judá tuvieron reinados más largos, más seguros o prósperos que el reinado de David pero ninguno fue más glorioso o consagrado. David sigue siendo el rey modelo de Israel, y nos señala a Jesús el Mesías, el rey más grande de Israel.

b. Murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria: David fue un gran rey y su grandeza se ve especialmente en su conexión con el Mesías. Uno de los grandes títulos de Jesús es: Hijo de David.

i. “Aunque nadó hasta el trono a través de un mar de dolores; y así todos los santos deben ir al reino de los cielos”. (Trapp)

ii. “Por nacimiento, un campesino; por mérito, un príncipe; en juventud, un héroe; en su edad adulta, un monarca; y en la vejez, un santo. ¡El asunto de Urías y Betsabé es su gran pero única mancha! Allí pecó profundamente; y ningún hombre sufrió nunca más en su cuerpo, alma y asuntos domésticos de lo que sufrió como consecuencia. Su penitencia fue tan profunda y extraordinaria como su crimen; y nada podría superar a ambos, excepto esa misericordia eterna que quitó la culpa, mitigó el dolor y restauró a este transgresor sumamente humilde al carácter, la santidad y la felicidad. ¡Que el Dios de David sea exaltado para siempre!”. (Clarke)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

© Copyright 2018 - Enduring Word       |      Site Hosted & Maintained by Local View Marketing    |    Privacy Policy