1 de Reyes 1




1 Reyes 1 — Salomón es hecho rey

Los libros de 1 y 2 de Reyes estaban originalmente unidos en un solo libro. No sabemos quién fue el autor humano de este libro; las tradiciones judías dicen que fue Jeremías, y bien podría serlo. Wiseman nos da un buen resumen de los libros de 1 y 2 de Reyes: «La narrativa cubre casi quinientos años, desde el inicio hasta el eclipse de la monarquía. Es la historia del ascenso y la caída de reinos, de una gran promesa y un miserable fracaso, de tragedia e, incluso, de esperanza».

A. La lucha de Adonías por el trono.

1. (1-4) La débil condición del rey David.

Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba. Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey. Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey. Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció.

a. Cuando el rey David era viejo y avanzado en días: Este era el ocaso de un glorioso reinado. David ahora era tan viejo que ni siquiera podía mantenerse con calor, mucho menos gobernar la nación.

i. David tenía alrededor de 70 años en ese momento. Sin embargo, parece como si hubiera tenido más edad; pues, para David, no solamente eran los años, sino el largo camino recorrido. Era como si hubiera vivido las vidas de cuatro o cinco hombres.

b. Duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey: Puede parecer extraño —incluso inmoral— para nosotros, pero era apropiado que David lo permitiera. Esto no trajo una nube de inmoralidad sobre los últimos días de la vida de David.

i. Era apropiado porque era un reconocido tratamiento médico en el mundo antiguo, mencionado por el doctor griego Galeno. Cuando Josefo describe esto en las Antigüedades de los judíos, dice que era un tratamiento médico, y llama a los «siervos» de 1 Reyes 1:2 «médicos».

ii. Era apropiado porque David casi hizo a esta joven su concubina. Aunque no era sabio que David tuviera más de una esposa, no era en esos momentos ilegal, ni estaba específicamente prohibido por Dios. Después, Adonías se condenaría a sí mismo a la muerte al pedir a Abisag como esposa. Su petición solo pudo haber sido tan indigna porque Abisag le pertenecía a David como concubina.

iii. Ellos escogieron a alguien elegible para el matrimonio o para ser concubina (virgen y una hermosa joven). «Alguien cuya belleza pudiera atraer sus afectos, y refrescar su espíritu, e invitarlo a aquellos abrazos que pudieran comunicar algo del calor de ella hacia él, como estaba diseñado». (Poole)

c. A Abisag sunamita: Desde los tiempos antiguos, muchos han querido asociar a esta joven mujer hermosa con la sulamita de la cual se habla en el Cantar de los Cantares (6:13). «De acuerdo con la teoría, mientras ella ministraba a David, se envolvió románticamente con su hijo Salomón, y después fue el sujeto de su poema de amor». (Dilday)

i. Pero podemos decir que esto es, en el mejor de los casos, una conjetura —Sunem no es lo mismo que Sulem. «Sunem, la moderna Solem, estaba a once kilómetros al sureste de Nazaret, y a cinco kilómetros al norte de Jezreel, en el territorio de Isacar, y fue visitada por Elías (2 Reyes 4:8). No hay necesidad de identificar a Abisag con la sulamita de Cantar de los Cantares 6:13». (Wiseman)

d. Ella abrigaba al rey: Esta escena que evidencia la incapacidad de David, muestra que la cuestión de su sucesor debía abordarse. El rey David no podía durar mucho tiempo más, y la historia de su familia había estado marcada por la traición y el asesinato. En este punto, vale la pena preguntarse si podía haber una transición sin derramamiento de sangre de David al siguiente rey.

2. (5) La presunción de Adonías.

Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él.

a. Se rebeló: Segunda de Samuel 3:2-5 describe a los hijos de David, y enumera a Adonías como el cuarto hijo. Sabemos que dos de los tres hermanos mayores de Adonías estaban muertos (Amnón y Absalón), y sospechamos que el otro hijo mayor (Quileab) ya se había muerto o no era apto para gobernar porque nunca es mencionado después de 2 Samuel 3:3. Como el hijo mayor y vivo de David, la tradición establecía que Adonías debía ser considerado como el heredero del trono. Pero el trono de Israel no solamente era dejado a las reglas de la sucesión hereditaria; Dios determinaba quién sería el siguiente rey.

i. Adonías violó un principio básico de las Escrituras: debemos dejar que Dios nos exalte, y no exaltarnos a nosotros mismos:

«Porque ni de oriente ni de occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento. Mas Dios es el juez; a éste humilla, y a aquél enaltece». (Salmos 75:6-7)

«Humillaos delante del Señor, y él os exaltará». (Santiago 4:10)

b. Se hizo de carros y de gente de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él: Adonías tenía una buena campaña de marketing, y sabía la manera de presentarse como rey. Él esperaba que, si se presentaba con la imagen de un rey, en realidad se convertiría en un rey.

i. «De hecho, esta era una fuerza militar personal para anticipar el reclamo de Salomón de un golpe de estado. Los que corrían formaban parte de la guardia real personal». (Wiseman)

ii. Adonías era el hermano de Absalón, y un vistazo a 2 Samuel 15:1 muestra que «copió la conducta de su hermano Absalón en cada aspecto». (Clarke)

3. (6) El carácter de Adonías.

[] su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón.

a. Su padre nunca le había entristecido en todos sus días: Tristemente, David no hizo un buen trabajo en la crianza de sus hijos. David fracasó al no refrenar sus pasiones en algunas áreas de su vida; pero sus hijos mostraron una incapacidad mayor para refrenar sus pasiones. En parte, esto era porque David no disciplinaba bien a sus hijos.

i. Al parecer, David no tuvo una muy buena relación con su padre (1 Samuel 16:11). La influencia piadosa en su vida parece ser más por parte de su madre que de su padre. En dos ocasiones en los Salmos él se refiere a su madre como la «sierva del Señor» (Salmos 86:16 y 116:16). Es probable que David no haya tenido un buen ejemplo de crianza de hijos por parte de su padre.

ii. Lo expresado anteriormente no excusa las deficiencias de David como padre. Él sabía como su Padre Celestial lo trataba, pues era confrontado y ayudado por la vara y el cayado correctivos de su Pastor (Salmos 23:4). Él pudo haber aprendido como ser un buen padre. Aun antes de que fuera escrito, David pudo haber conocido el consejo de Proverbios 29:17: «Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma».

iii. «David siempre fue un padre muy indulgente, y le dolía eso». (Trapp)

b. Este era de muy hermoso parecer: David era un joven guapo, y atraía a mujeres hermosas. No es de sorprenderse que los hijos de David fueran de hermoso parecer. Esto les daba una desventaja injusta y desafortunada.

4. (7-10) El banquete de Adonías.

Y se había puesto de acuerdo con Joab hijo de Sarvia y con el sacerdote Abiatar, los cuales ayudaban a Adonías. Pero el sacerdote Sadoc, y Benaía hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y todos los grandes de David, no seguían a Adonías. Y matando Adonías ovejas y vacas y animales gordos junto a la peña de Zohelet, la cual está cerca de la fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey; pero no convidó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano.

a. Los cuales ayudaban a Adonías: Tristemente, Joab (el general en jefe de David) y Abiatar (el sumo sacerdote de Israel) apoyaban a Adonías. Ellos no consultaron ni a Jehová ni a David al darle el apoyo a este indigno hijo de David.

i. Es triste ver que estos hombres, que una vez fueron la confianza de David, le dieron la espalda durante el ocaso de su vida. Joab pudo haber buscado vengarse de que David puso a Amasa sobre él (2 Samuel 19:13), y debido a que Benaía ahora tenía más autoridad sobre los asuntos militares. Abiatar pudo haber estado celoso de Sadoc, el sumo sacerdote (2 Samuel 8:17). «La rivalidad profesional se había transformado en un odio amargo». (Maclaren)

ii. «Joab, el más poderoso de los partidarios de Adonías, siempre había sido celosamente fiel hacia los deseos de David. Al apoyar las pretensiones de Adonías hacia el trono, Joab estaba actuando atípicamente». (Patterson y Austel)

iii. «Joab y Abiatar empañaron una vida de devoción y quebrantaron los lazos sagrados, porque pensaron en ellos mismos en lugar de en la voluntad de Dios». (Maclaren)

b. Sadoc [] Natán [] y todos los grandes de David, no seguían a Adonías: Afortunadamente, había personas prominentes en Israel que no apoyaban a Adonías.

c. Matando Adonías ovejas y vacas y animales gordos: La idea es que Adonías quemaría el grosor de estos animales como un sacrificio a Jehová, y utilizaría la carne para celebrar un banquete en honor y bendición de sus partidarios.

i. Sí, era importante que esto fuera un sacrificio y un banquete. «Él no tuvo únicamente un espléndido banquete, sino un gran sacrificio; y por esto dio un tinte popular a sus pretensiones, lo que afectó que recibiera su autoridad de parte de Dios». (Clarke)

B. Natán y Betsabé interceden por Salomón

1. (11-14) Natán le cuenta su plan a Betsabé

Entonces habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor? Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón. Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías? Y estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti y reafirmaré tus razones.

a. Sin saberlo David nuestro señor: Esto muestra el error del intento de Adonías de tomar el trono y lo lejos que estaba David del poder. Él no sabía lo que sucedía alrededor de él, en su reino.

b. Para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón: Natán sabía que, si Adonías se hacía rey, inmediatamente mataría a cada rival potencial hacia su trono, incluyendo a Betsabé y a Salomón.

c. Salomón tu hijo reinará después de mí: David le hizo esta promesa a Betsabé. La promesa específica no fue registrada antes, pero sabemos por 1 Crónicas 22:5-9 que David tenía la intención de que Salomón lo sucediera en el trono.

i. Es una notable demostración de gracia que un hijo de la esposa que David tomó a través del adulterio y el asesinato, lo que ocasionó el escándalo más infame de su vida, debiera ser su heredero.

d. Estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti y reafirmaré tus razones: Natán sabía que David era generalmente indulgente con sus hijos y que le iba a ser difícil creer que Adonías haría tal cosa. Él arregló las cosas de tal manera que el mensaje fuera presentado en una forma convincente.

2. (15-27) Betsabé y Natán le dicen a David que Adonías se postuló para el trono.

Entonces Betsabé entró a la cámara del rey; y el rey era muy viejo, y Abisag sunamita le servía. Y Betsabé se inclinó, e hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes? Y ella le respondió: Señor mío, tú juraste a tu sierva por Jehová tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono. Y he aquí ahora Adonías reina, y tú, mi señor rey, hasta ahora no lo sabes. Ha matado bueyes, y animales gordos, y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar, y a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha convidado. Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él. De otra manera sucederá que cuando mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables. Mientras aún hablaba ella con el rey, he aquí vino el profeta Natán. Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra. Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿has dicho tú: Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? Porque hoy ha descendido, y ha matado bueyes y animales gordos y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también al sacerdote Abiatar; y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho: ¡Viva el rey Adonías! Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha convidado. ¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado a tus siervos quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey después de él?

a. El rey era muy viejo, y Abisag sunamita le servía: Esto se incluye para recordarnos las capacidades limitadas de David como rey. Él necesitaba la ayuda que Betsabé y Natán le traerían en los siguientes versículos.

b. Yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables: Betsabé comienza a relatarle a David las acciones de Adonías. Luego, utiliza una tierna apelación, recordándole a David que su vida y la vida de Salomón estaban en un gran peligro si Adonías se convertía en rey.

c. He aquí vino el profeta Natán: La última ocasión en la que escuchamos de Natán fue en 2 Samuel 12, donde reprendió a su amigo David por el escándalo y la muerte de Urías. Pero ahora, al final de sus días, David recibe a Natán, y el sentido es que él aún es un amigo confiable. David no trató a Natán como un enemigo cuando lo confrontó con la dolorosa verdad.

i. «Tan lejos estaba David del odio por la verdad, que amó aun más a Natán por su sinceridad, por lo cual le dio un libre acceso a su recámara, y ahora lo nombraba comisionado para declarar a su sucesor». (Trapp)

d. ¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado a tus siervos quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey después de él?: Natán también declaró los hechos realizados por Adonías, y después hizo un llamado personal. Él le preguntó a David, quien era su amigo querido y de confianza, si era posible que hubiera elegido a Adonías para ser rey y no se lo había dicho.

C. Salomón es hecho rey.

1. (28-30) David se compromete a arreglar correctamente las cosas con respecto a su sucesión.

Entonces el rey David respondió y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del rey. Y el rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia, que como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy.

a. Vive Jehová: Esto introduce un juramento solemne. David confirmará la promesa hecha anteriormente a Betsabé de que su hijo Salomón sería el siguiente rey.

b. Tu hijo Salomón reinará después de mí: David prometió arreglar el asunto ese mismo día. Él abdicaría el trono y se lo daría a Salomón.

2. (31-37) Se hacen los arreglos para la unción de Salomón como rey.

Entonces Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre. Y el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey. Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y montad a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo a Gihón; y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey sobre Israel, y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón! Después iréis vosotros detrás de él, y vendrá y se sentará en mi trono, y él reinará por mí; porque a él he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá. Entonces Benaía hijo de Joiada respondió al rey y dijo: Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey. De la manera que Jehová ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga mayor su trono que el trono de mi señor el rey David.

a. Viva mi señor el rey David para siempre: Esta era una expresión acostumbrada de agradecimiento y honor. Ya que David sabía que su muerte se acercaba, debió sonar extraño a sus oídos.

b. Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía: Estos eran tres líderes prominentes en Israel, quienes no apoyaban a Adonías como rey. David sabía quienes le eran leales.

c. Allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey: Tenemos un raro destello de tres oficios en cooperación: el profeta, el sacerdote, y el rey. Cada uno de estos oficios fueron gloriosamente cumplidos en Jesús.

i. David quería que la proclamación de Salomón como su sucesor fuera convincente. Él tenía cinco puntos para el plan:

·Montad a Salomón mi hijo en mi mula.

·Lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán.

·Tocaréis trompeta.

·Dirán: «¡Viva el rey Salomón!».

·Vendrá y se sentará en mi trono.

ii. Podríamos decir que Dios está igual de preocupado porque sepamos que estamos destinados para un trono, que somos sus hijos, sus herederos, y que reinaremos con el rey Jesús.

d. Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey: Benaía entendió un principio importante: si Jehová Dios no decía «Amén» a la elección de Salomón, él no permanecería como rey. Benaía sintió que esta era la voluntad de Jehová, y ofreció la oración de que Dios, de hecho, así lo diría también.

e. Así esté con Salomón, y haga mayor su trono que el trono de mi señor el rey David: Este deseo piadoso de Benaía tuvo un interesante cumplimiento. Desde una perspectiva humana, el reinado de Salomón sí fue mayor que el de David; pero desde una perspectiva espiritual, y eterna, no lo fue.

3. (38-40) Salomón es ungido y proclamado como rey.

Y descendieron el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, y montaron a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón. Y tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón! Después subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba la gente con flautas, y hacían grandes alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos.

a. Y montaron a Salomón en la mula del rey David: Esta práctica del Antiguo Testamento es el equivalente a un desfile presidencial en la actualidad.

i. La mula era algo especial en la antigua Israel. «Ya que la ley hebraica prohibía el cruzamiento de razas (Levíticos 19:19), las mulas debían de ser importadas y eran, por lo tanto, muy caras. Así que, mientras el pueblo común montaba en asnos, la mula estaba reservada para la realeza». (Dilday)

ii. «Ningún sujeto podía utilizar cualquier cosa que le perteneciera al príncipe sin que perdiera su vida. Ya que David le ofreció a Salomón montar su propia mula, esta era una evidencia plena de que él lo había señalado como su sucesor». (Clarke)

b. Y lo llevaron a Gihón: «Gihón, el lugar de la unción, estaba justamente fuera de la ciudad, en el valle de Cedrón, a la orilla este de Ofel. En ese momento era la principal fuente de agua de Jerusalén, y era, por lo tanto, un lugar de reunión natural del pueblo». (Patterson y Austel)

c. El cuerno del aceite del tabernáculo: Literalmente, es el cuerno del aceite. Este era un contenedor específico de aceite que estaba en el tabernáculo para unciones especiales.

d. Subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba la gente con flautas, y hacían grandes alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos: Aunque Adonías puso frente a él su mejor campaña de marketing, no podía ganarse los corazones del pueblo. Ellos sintieron que Salomón era el hombre, no Adonías.

D. La misericordia de Salomón hacia Adonías.

1. (41-49) Adonías escucha que Salomón es hecho rey.

Y lo oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con estruendo? Mientras él aún hablaba, he aquí vino Jonatán hijo del sacerdote Abiatar, al cual dijo Adonías: Entra, porque tú eres hombre valiente, y traerás buenas nuevas. Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón; y el rey ha enviado con él al sacerdote Sadoc y al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los cereteos y a los peleteos, los cuales le montaron en la mula del rey; y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón, y de allí han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Éste es el alboroto que habéis oído. También Salomón se ha sentado en el trono del reino, y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama. Además el rey ha dicho así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, viéndolo mis ojos. Ellos entonces se estremecieron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino.

a. Cuando ya habían acabado de comer: El banquete aún no había terminado cuando Salomón fue proclamado rey. Betsabé y Natán actuaron rápidamente, y eso fue recompensado.

i. «El banquete de Adonías, como el de todos los hombres impíos, termina en horror; pues el último plato, es servido con el asombro y la expectativa de una venganza justa». (Trapp)

b. La ciudad está llena de estruendo: Esto fue muy triste para Adonías. Él tenía el apoyo de algunos hombres importantes y poderosos (los que atendían su banquete), pero ahora sabía que el corazón del pueblo le pertenecía a Salomón.

c. Además el rey ha dicho así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, viéndolo mis ojos: Esto le dijo a Adonías que aún el rey David estaba completamente detrás de Salomón. Nunca hubo esperanza para su futuro como rey.

d. Se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino: Ellos llegaron por un buen banquete, y para apoyar a Adonías; pero se fueron rápido, tan pronto como supieron que era claro que él no sería y no podría ser rey. Ahora era peligroso decir que apoyabas a Adonías como rey.

2. (50-53) La misericordia de Salomón hacia Adonías.

Mas Adonías, temiendo de la presencia de Salomón, se levantó y se fue, y se asió de los cuernos del altar. Y se lo hicieron saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón, pues se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo. Y Salomón dijo: Si él fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se hallare mal en él, morirá. Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.

a. Se asió de los cuernos del altar: De acuerdo con casi toda la costumbre universal en el mundo antiguo, un altar religioso era un lugar de santuario en contra de la justicia o la venganza. Un hombre acusado podría encontrar seguridad si huía a un altar antes de ser aprehendido. Este es el porqué Adonías se asió de los cuernos del altar.

i. Es importante entender que esta antigua costumbre no era utilizada en Israel para proteger a hombres culpables. «Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera» (Éxodo 21:14).

b. Si él fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra: Salomón le da a Adonías un indulto limitado. Esto iba en contra de todas las costumbres del antiguo mundo. Era común que cuando un nuevo rey asumiera el trono ejecutara a cada rival potencial. Salomón no solamente dejó vivir a un rival en potencia, sino a uno que abiertamente trató de subvertir su reinado. Esta fue una gran medida de gracia por parte de Salomón, y un buen comienzo para su reinado.

i. Al mismo tiempo, Salomón quería que Adonías supiera que, si mostraba la menor inclinación hacia la rebelión, sería ejecutado instantáneamente. La misericordia sería retirada, y la justicia sería entregada rápidamente.

c. él vino, y se inclinó ante el rey Salomón: Adonías sabía que había recibido una gran misericordia de Salomón, y quería mostrar su gratitud y su dependencia de la misericordia de Salomón.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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