1 Reyes 2 – El aseguramiento del trono de Salomón
A. Los hechos finales del rey David.
1. (1-4) La exhortación de David a Salomón.
Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo: Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.
a. Yo sigo el camino de todos en la tierra: David, el hijo de Isaí —el rey más grande de Israel, aparte del Mesías— reconoció que él solo era un hombre y que compartía el mismo destino de todos en la tierra. Sabiendo que pronto dejaría esta vida, David le da una última palabra a Salomón.
i. Un registro expandido del encargo de David a Salomón está en 1 Crónicas 28-29. Especialmente, enfatiza en el deber de Salomón de construir el templo.
b. Esfuérzate, y sé hombre: Quizás, David detectaba alguna debilidad en Salomón. Probablemente, sabía que Salomón sería probado de muchas formas distintas que antes. Cualquiera que fuera la razón exacta, David sabía que Salomón necesitaba fuerza y valentía (sé hombre). Grandes responsabilidades requieren una gran fuerza y un gran coraje.
i. Estas palabras de David nos hacen sentir que Salomón enfrentó grandes retos, fuera que él lo supiera o no. «La misma expresión fue utilizada por los filisteos en 1 Samuel 4:9 mientras se animaban unos a otros en su batalla en contra de lo que asumían eran insuperables adversidades». (Patterson y Austel)
c. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios: David también sabía que Salomón no podía ser fuerte ni valiente sin un compañerismo obediente con Dios. En dicho lugar, de compañerismo obediente, Salomón prosperaría en todo lo que hiciera.
d. Para que confirme Jehová la palabra que me habló: David tiene una razón general para exhortar a Salomón a la obediencia, pero también tiene una razón específica, una promesa específica de Dios. Dios le prometió a David que siempre y cuando sus hijos caminaran en obediencia, mantendrían el trono de Israel.
i. Esta es una promesa sorprendente. No importaba lo que los asirios, o los egipcios, o los babilonios hicieran; siempre y cuando los hijos de David fueran obedientes y siguieran a Dios con todo su corazón y toda su alma, Dios establecería su reino.
ii. Podríamos envidiar a los hijos de David porque tenían tal promesa, pero nosotros tenemos una promesa similar de parte de Dios. Jesús dijo en Mateo 6:33: «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas». Dios promete que, si lo ponemos en primer lugar, Él se encargará de lo demás.
2. (5-9) Consejo sobre la manera de tratar con amigos y enemigos.
Ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los cuales él mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo sangre de guerra en el talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos que tenía en sus pies. Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol en paz. Mas a los hijos de Barzilai galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron de esta manera a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano. También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por Jehová diciendo: Yo no te mataré a espada. Pero ahora no lo absolverás; pues hombre sabio eres, y sabes cómo debes hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.
a. No dejarás descender sus canas al Seol en paz: David quiere que Salomón comience su reinado con justicia, y que empiece con Joab, quien fue culpable del asesinato tanto de Abner, el general del ejército de Israel bajo Saúl (2 Samuel 3:27), como de Amasa, uno de los comandantes del ejército de David (2 Samuel 20:9-10).
i. Joab es uno de los personajes más complejos del Antiguo Testamento. Él era ferozmente leal a David, pero no muy obediente. Desobedecía a David cuando pensaba que su desobediencia resultaría en beneficio de los mejores intereses de David, y era astuto y despiadado para fomentar su propia posición.
ii. David ni siquiera menciona el asesinato de Absalón por parte de Joab, el cual David le ordenó que no hiciera (2 Samuel 18). Quizás, para este tiempo, David ya había reconocido que Absalón tenía que morir por su traición, y por el intento de asesinato en su contra.
iii. Muchas personas piensan que David no ordenó la ejecución de Joab durante todo el tiempo de su vida, porque Joab sabía sobre la muerte de Urías, el marido de Betsabé (2 Samuel 11:14-25). La idea es que Joab utilizó este conocimiento como un chantaje en contra de David. Esto pudiera ser cierto, pero al parecer otros conocían el pecado de David con Betsabé, y contra Urías (como Natán, el profeta, y los siervos de la corte de David). El conocimiento de Joab hubiera sido efectivo como chantaje si nadie más lo hubiera sabido.
iv. Al final, David conocía la complejidad del carácter de Joab. Sabía de la lealtad y del sacrificio que Joab hizo por él a través de los años; pero también conocía su violencia y crueldad. «David sentía una obligación hacia Joab, y aunque a David, ciertamente, no le faltaba el coraje, no fue capaz de hacer frente a la mezcla de la lealtad con las fechorías de Joab». (Patterson y Austel)
b. Mas a los hijos de Barzilai galaadita harás misericordia: David también quería que Salomón hiciera justicia a aquellos que lo ayudaron en los momentos de gran necesidad.
i. «Comer en la mesa del rey era el equivalente de tener una pensión. El beneficiario recibía una cuota real regular de comida y ropa, además de una casa y una tierra para el sustento de su familia y de él». (Wiseman)
c. Tienes contigo a Simei […] harás descender sus canas con sangre al Seol: David juró que no mataría al detestable y rebelde Simei (2 Samuel 16:5-13). Era bueno para David mantener su voto, pero también era bueno para él asegurarse de que Simei recibiera justicia sin él tener que quebrantar su voto.
3. (10-12) La muerte de David.
Y durmió David con sus padres, y fue sepultado en su ciudad. Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años; siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén. Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera.
a. Durmió David con sus padres: Esta frase se hará común a través de 1 y 2 Reyes para describir la partida de un rey de este mundo. Verdaderamente, David pasó de esta vida a su descanso y recompensa eterna.
i. Así terminó la vida terrenal de uno de los hombres más grandes que jamás caminó sobre la tierra. «Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria» (1 Crónicas 29:28). «De su adulterio y asesinato no escuchamos ninguna palabra, porque había hecho una paz total con Dios por esos pecados en su vida». (Trapp)
ii. «Él fue un pastor, un soldado, un rey, un fugitivo, un pecador, un santo, un poeta […]. Sus experiencias fueron el escrito de Dios en su vida, haciéndolo un hombre conforme a su corazón». (Redpath)
iii. «En general, vivió bien, y es más que evidente que murió bien; y como rey, general, poeta, padre, amigo, ha tenido algunos iguales, pero ninguno superior, desde su propia época hasta el día presente». (Clarke)
b. Y fue sepultado en su ciudad: La tumba de David era conocida en los tiempos de Jesús y de los apóstoles, de acuerdo con Hechos 2:29. Después de eso, el escritor cristiano Jerónimo habla de que era conocida en su tiempo. Lo que actualmente es conocido en Jerusalén como la tumba de David, casi ciertamente, no es la genuina tumba que era conocida en los tiempos antiguos.
i. «De acuerdo con 2 Reyes 11:10, las armas de David fueron preservadas como reliquias en el santuario; mientras, de acuerdo con Josefo, otros tesoros representativos de su reinado fueron enterrados con él en su tumba». (Dilday)
c. Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera: Esta es una frase que muestra el cumplimiento de la promesa hecha a David en 2 Samuel 7:12-16. Esa promesa fue finalmente cumplida en Jesús, el Hijo de David; pero también tuvo un cumplimiento determinado y parcial en Salomón.
i. «Con Salomón comenzó, en algunos sentidos, el periodo más espléndido de la historia de Israel. El esplendor, sin embargo, fue en gran manera material y mental. Lo espiritual está notablemente ausente». (Morgan)
B. Salomón asegura su trono.
1. (13-18) Adonías le pide a Betsabé que haga una apelación en su nombre.
Entonces Adonías hijo de Haguit vino a Betsabé madre de Salomón; y ella le dijo: ¿Es tu venida de paz? Él respondió: Sí, de paz. En seguida dijo: Una palabra tengo que decirte. Y ella dijo: Di. Él dijo: Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro para que yo reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a ser de mi hermano, porque por Jehová era suyo. Ahora yo te hago una petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla. Él entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón (porque él no te lo negará), para que me dé Abisag sunamita por mujer. Y Betsabé dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey.
a. ¿Es tu venida de paz?: Esta es una pregunta válida. Adonías intentó suceder a David como rey sobre Israel, pero fue alejado de establecer su reino cuando Natán y Betsabé le advirtieron a David del intento de Adonías. Adonías tenía razones para desear vengarse de Betsabé.
b. Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro para que yo reinara: Parece que Adonías sufría de ilusiones de grandeza. Él se imaginaba que tenía un amplio apoyo popular para ser rey; pero, en realidad, solamente tenía un puñado de descontentos con influencia para apoyarlo, y estos rápidamente desertaron cuando fue evidente que David favoreció a Salomón (1 Reyes 1:49).
c. Que me dé Abisag sunamita por mujer: Era muy posible que Abisag fuera una concubina de David y, por lo tanto, estaba legalmente ligada a él. Ese lazo es roto por la muerte, y ahora Adonías quiere tomar a la «viuda-concubina» Abisag como esposa.
i. Podemos suponer que Adonías quería más que la belleza de Abisag (1 Reyes 1:3-4). En 2 Samuel 16:20-23 Absalón —el hermano de Adonías— afirmó su reclamo rebelde contra el trono de David al tomar a las concubinas de David para sí mismo. Adonías quiere declarar o elaborar un reclamo al trono de Salomón al tomar la viuda-concubina de David como su esposa.
ii. Esta idea tiene ejemplos históricos. Entre los antiguos persas y árabes, el nuevo rey tomaba el harén del rey anterior.
2. (19-21) Betsabé trae la petición a Salomón.
Vino Betsabé al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó ante ella, y volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sentó a su diestra. Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te la negaré. Y ella dijo: Dése Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.
a. Vino Betsabé al rey Salomón: Ella sabía que esta era una petición indignante, pero estuvo de acuerdo en llevarla a Salomón. Betsabé, probablemente, había calculado que era mejor que Salomón supiera lo que Adonías quería hacer.
b. Una pequeña petición: Betsabé sabía que esto no era para nada una pequeña petición. Ella es un poco sarcástica para hacer que la petición de Adonías suene aún más ofensiva a los oídos de Salomón.
3. (22-25) Salomón hace ejecutar a Adonías por su desafío al trono.
El rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Demanda también para él el reino; porque él es mi hermano mayor, y ya tiene también al sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia. Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras. Ahora, pues, vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy. Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió.
a. Demanda también para él el reino: Salomón entendió la situación perfectamente. Él sabía que este era el intento de Adonías de declarar o elaborar un reclamo sobre el trono de Israel.
b. Vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre: Salomón celosamente hizo justicia contra Adonías debido a que sabía que Dios le había dado el trono de Israel.
c. Adonías morirá hoy: Salomón, simplemente, actuó de acuerdo con los «términos de la libertad condicional» que le fue concedida a Adonías en 1 Reyes 1:52: «Si él fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se hallare mal en él, morirá». Adonías hizo una petición impía y traicionera, y fue ejecutado a causa de ello.
i. Nos preguntamos por qué Adonías —después de haber escuchado la advertencia que Salomón hizo en 1 Reyes 1:52— haría una petición tan atroz. Quizás, sintió que Salomón era muy joven, sin mucha experiencia, o muy tímido para hacer lo correcto. Pronto se daría cuenta de que Salomón era un líder sabio y decisivo.
4. (26-27) El exilio de Abiatar.
Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tus heredades, pues eres digno de muerte; pero no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca de Jehová el Señor delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre. Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.
a. Eres digno de muerte: Abiatar merecía la muerte porque apoyó a Adonías como el siguiente rey, desafiando así la voluntad de Dios y la voluntad del rey David (1 Reyes 1:7). Esto era traición en contra de Dios y del rey de Israel.
b. Pero no te mataré hoy: Salomón mostró misericordia y sabiduría con Abiatar. La misericordia fue mostrada al librar la vida de Abiatar a la luz de su pasado, cuando tenía la posición de sumo sacerdote y partidario de David. La sabiduría fue mostrada al exiliarlo y decirle: «pero no te mataré hoy». Salomón dejó que Abiatar supiera que aún podría ser ejecutado.
c. Para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo: Aquí se hace referencia a las profecías encontradas en 1 Samuel 2:27-36 y 1 Samuel 3:11-14. Al remover a Abiatar del sacerdocio, Salomón —sin una intención directa— cumplió la promesa de juicio en contra de la casa de Elí, hecha algunos 100 años antes de que Salomón tomara el trono.
5. (28-35) La ejecución de Joab.
Y vino la noticia a Joab; porque también Joab se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo de Jehová, y se asió de los cuernos del altar. Y se le hizo saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, y arremete contra él. Y entró Benaía al tabernáculo de Jehová, y le dijo: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino que aquí moriré. Y Benaía volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así dijo Joab, y así me respondió. Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérrale, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente. Y Jehová hará volver su sangre sobre su cabeza; porque él ha dado muerte a dos varones más justos y mejores que él, a los cuales mató a espada sin que mi padre David supiese nada: a Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del ejército de Judá. La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; mas sobre David y sobre su descendencia, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová. Entonces Benaía hijo de Joiada subió y arremetió contra él, y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto. Y el rey puso en su lugar a Benaía hijo de Joiada sobre el ejército, y a Sadoc puso el rey por sacerdote en lugar de Abiatar.
a. Y se asió de los cuernos del altar: Joab apoyó a Adonías en su traicionero intento de obtener el trono de David. Ahora, imita el intento de Adonías de hallar refugio al asirse de los cuernos del altar (como Adonías lo hizo en 1 Reyes 1:50-53).
i. «Él no sabía adónde huir, excepto a los cuernos de un altar a los cuales se había acercado de vez en cuanto anteriormente. En cuanto a lo que podemos juzgar, mostró poco respeto hacia la religión durante toda su vida. Él era un hombre duro de guerra, y tenía en poco a Dios, al tabernáculo, a los sacerdotes, al altar; pero cuando estuvo en peligro, huyó a aquello que había estado evitando, y buscó refugio en aquello que había descuidado». (Spurgeon)
ii. «El asirse a los cuernos de un altar, los cuales pueden ser manejados, no aprovechó a Joab. Hay muchos —¡cuántos más!— que esperan ser salvos porque se asen de los cuernos del altar por medio de los sacramentos». (Spurgeon)
b. Ve, y arremete contra él: Aunque casi era una costumbre universal en el antiguo mundo el hallar asilo en un altar santo, Salomón sabía que esta antigua costumbre no era utilizada en Israel para proteger a un hombre culpable. «Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera» (Éxodo 21:14). Ya que Joab se rehusó a irse, Salomón mandó que lo ejecutaran allí en el altar.
i. «Hubiera sido un insulto a la justicia el no haber tomado la vida de Joab. David fue culpable en retardarlo por tanto tiempo; pero, probablemente, las circunstancias de su gobierno no permitieron que lo hiciera antes». (Clarke)
c. Mas sobre David y sobre su descendencia, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová: Esto era solamente cierto si los hijos de David seguían a Jehová. Nuestro destino no es determinado por nuestros antepasados, sino por nuestra relación actual con Dios.
i. David reforzó este principio con Salomón anteriormente en este capítulo al recordarle lo que Jehová prometió: «Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, […] faltará a ti varón en el trono de Israel». (1 Reyes 2:4)
6. (36-46) Salomón finiquita el pasado con Simei.
Después envió el rey e hizo venir a Simei, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y mora ahí, y no salgas de allí a una parte ni a otra; porque sabe de cierto que el día que salieres y pasares el torrente de Cedrón, sin duda morirás, y tu sangre será sobre tu cabeza. Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días. Pero pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simei huyeron a Aquis hijo de Maaca, rey de Gat. Y dieron aviso a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat. Entonces Simei se levantó y ensilló su asno y fue a Aquis en Gat, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei, y trajo sus siervos de Gat. Luego fue dicho a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto. Entonces el rey envió e hizo venir a Simei, y le dijo: ¿No te hice jurar yo por Jehová, y te protesté diciendo: El día que salieres y fueres acá o allá, sabe de cierto que morirás? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco. ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te impuse? Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; Jehová, pues, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza. Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová. Entonces el rey mandó a Benaía hijo de Joiada, el cual salió y lo hirió, y murió. Y el reino fue confirmado en la mano de Salomón.
a. No salgas de allí a una parte ni a otra: Simei estaba asociado con la casa del anterior rey Saúl, y se mostró como una amenaza para la casa de David (2 Samuel 16:5-8). David instruyó a Salomón para que no le permitiera a Simei morir en paz (1 Reyes 2:8). Salomón comenzó a tratar con Simei al colocarlo bajo arresto domiciliario.
b. La palabra es buena: Simei sabía que Salomón había sido misericordioso y generoso con él. Él no solamente estuvo de acuerdo con la palabra, sino que también estaba agradecido por ella.
c. ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te impuse?: Salomón fue misericordioso con Simei, pero Simei abusó y tomó ventaja de ello. Al parecer, todo fue un asunto de negligencia o que lo olvidó, pero es criminal descuidar u olvidar un pacto real.
d. Y el reino fue confirmado en la mano de Salomón: Este capítulo demuestra que el trono de Salomón estaba seguro al término de una fecha temprana, no como el reino de David o Saúl.
i. Esta demostración inicial de justicia fue importante que Salomón la llevara a cabo. «Al parecer, él pensaba que, mientras hombres tan malos quedaran sin castigar, la nación no prosperaría; ese fue un acto de justicia que Dios requirió que él llevara a cabo, para que así estableciera y perpetuara su trono». (Clarke)
ii. «Es interesante comparar su posición ahora con las de sus dos predecesores, Saúl y David, al inicio de sus reinados. Ambos enfrentaron, en alguna medida, el recelo y la oposición de sus propios compatriotas; ambos enfrentaron el problema con acción resuelta, pero con comprensión e indulgencia. Salomón, sin embargo, eliminó a sus enemigos potenciales rápida y despiadadamente». (Payne)
iii. «¡Oh, que nosotros seamos tan rápidos en matar a nuestros principales rebeldes, a esos pecados predominantes que amenazan a nuestras preciosas almas!». (Trapp)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com