1 Reyes 4 — La administración de Salomón
A. El gabinete y los gobernadores de Salomón.
1. (1-6) Los jefes de Salomón.
Reinó, pues, el rey Salomón sobre todo Israel. Y éstos fueron los jefes que tuvo: Azarías hijo del sacerdote Sadoc; Eli-horef y Ahías, hijos de Sisa, secretarios; Josafat hijo de Ahilud, canciller; Benaía hijo de Joiada sobre el ejército; Sadoc y Abiatar, los sacerdotes; Azarías hijo de Natán, sobre los gobernadores; Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey; Ahisar, mayordomo; y Adoniram hijo de Abda, sobre el tributo.
a. Y éstos fueron los jefes que tuvo: De la misma manera que la historia de las mujeres que disputaban sobre un bebé fue un ejemplo de la gran sabiduría de Salomón, así lo es el resto de este capítulo. La manera sabia en la que él seleccionaba, entrenaba, daba poder, y supervisaba a sus líderes es un ejemplo de su sabiduría.
i. Salomón fue un líder de líderes. Ningún líder sabio hace todo solo. Ellos saben como delegar responsabilidad y autoridad y hacer que se haga el trabajo. La gran sabiduría de Salomón lo capacitó para ver las necesidades y entrenar y emplear a las personas correctas para satisfacer esas necesidades.
b. Sacerdote […] secretarios […] canciller: El gobierno de Salomón estaba estructurado de una manera muy parecida a como están estructuradas las naciones modernas. Él tenía jefes que servían como «ministros» o «secretarios» sobre áreas específicas de responsabilidad.
i. El liderazgo de Salomón estaba organizado. Él sabía que Dios es un Dios de diseño y organización, y que las cosas simplemente operan mejor y más eficientemente cuando se organizan.
ii. «Josafat, quien sirvió bajo David (2 Samuel 8:16; 20:24), continuó como canciller. Como tal él era como un jefe de protocolo. Su estatus era casi como el de un secretario del Estado». (Wiseman)
iii. «Ya que Abiatar había sido exiliado por Salomón (1 Reyes 2:26), su inclusión aquí como sacerdote parece ser un problema. Sin embargo, se debe de recordar que, aunque solo Salomón podía designar en otro las responsabilidades de Abiatar, no le podía quitar su título o dignidad de sacerdote». (Dilday)
2. (7-19) Los gobernadores de Salomón.
Tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerlo por un mes en el año. Y éstos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín; el hijo de Decar en Macaz, en Saalbim, en Bet-semes, en Elón y en Bet-hanán; el hijo de Hesed en Arubot; éste tenía también a Soco y toda la tierra de Hefer; el hijo de Abinadab en todos los territorios de Dor; éste tenía por mujer a Tafat hija de Salomón; Baana hijo de Ahilud en Taanac y Meguido, en toda Bet-seán, que está cerca de Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, y hasta el otro lado de Jocmeam; el hijo de Geber en Ramot de Galaad; éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad; tenía también la provincia de Argob que estaba en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce; Ahinadab hijo de Iddo en Mahanaim; Ahimaas en Neftalí; éste tomó también por mujer a Basemat hija de Salomón. Baana hijo de Husai, en Aser y en Alot; Josafat hijo de Parúa, en Isacar; Simei hijo de Ela, en Benjamín; Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los amorreos y de Og rey de Basán; éste era el único gobernador en aquella tierra.
a. Doce gobernadores sobre todo Israel: Estos hombres eran responsables de los tributos de sus distritos individuales. Los distritos no estaban estrictamente separados por las fronteras de las tribus, sino de acuerdo al monte, la tierra, y la provincia.
i. El liderazgo de Salomón era creativo. Podemos imaginar que, en el pasado, doce gobernadores serían repartidos estrictamente dentro de las fronteras de las tribus. Salomón sabía que la manera en que se hacía anteriormente no era necesariamente la mejor forma de hacerlo. Él estaba dispuesto a intentar nuevos métodos.
ii. «La ausencia de la referencia a Judá en esta lista podría ser explicada porque solo había un funcionario en la patria (por ejemplo, Judá) —esto es, que estos doce distritos eran adicionales a Judá, la cual permaneció sin carga, algunos dicen sin tributo». (Wiseman)
b. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerlo por un mes en el año: Los tributos eran pagados en grano y ganado, los cuales eran usados para sustentar a la corte real y al gobierno centralista. Cada gobernador era responsable por un mes en el año.
i. El liderazgo de Salomón no era opresivo. No parece mucho hacer solamente una duodécima parte del trabajo, así que ninguno de estos gobernadores se sintió abrumado por la carga de incrementar tanto el tributo.
B. La prosperidad de Salomón e Israel.
1. (20-21) Paz y prosperidad.
Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose. Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.
a. Eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose: El reinado de Salomón fue la «edad de oro» de Israel como nación. La población creció robustamente, y fue una temporada de gran prosperidad, lo que permitió que tuvieran mucho tiempo libre y persiguieran los buenos placeres.
b. Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto: Salomón no era un guerrero ni un general. Esta paz fue obtenida por el rey David y disfrutada por el rey Salomón. También fue asistida — bajo la providencia de Dios — por una temporada de debilidad y decadencia de los estados vecinos de Israel.
2. (22-23) La provisión diaria de Salomón.
Y la provisión de Salomón para cada día era de treinta coros de flor de harina, sesenta coros de harina, diez bueyes gordos, veinte bueyes de pasto y cien ovejas; sin los ciervos, gacelas, corzos y aves gordas.
a. Diez bueyes gordos: Esto era una comida diaria excepcionalmente abundante para un solo hombre, y muestra que Salomón claramente tenía un problema con la glotonería (una pequeña broma de un comentarista bíblico — normalmente evitamos estos comentarios). Esta provisión era para toda la casa de Salomón y para su corte real.
i. Algunos opinan que esta cantidad de comida al día podría alimentar entre 15 000 y 36 000 personas. Se proveía considerablemente más que lo que la casa de Salomón necesitaba, a pesar de lo grande que esta era.
ii. Los bueyes gordos son ganado alimentado en corrales, en contraste con las variedades de pasto abierto.
b. Treinta coros de flor de harina: El coro tiene una equivalencia a 220 litros, o cerca de 55 galones. Nos podríamos imaginar 30 barriles de 55 galones llenos de flor de harina siendo entregados cada día.
c. Cien ovejas; sin los ciervos, gacelas, corzos y aves gordas: Esta lista no tiene el significado de recalcar la opulencia y el lujo; el acento está en que esta provisión diaria es un indicador de la gran prosperidad de la nación.
i. «Sea que el cristianismo ayude a un hombre a obtener todo el éxito del mundo o no, le ayuda a obtener todo lo bueno que el mundo puede dar. Puede, o no, dar riqueza, pero hará que lo poco que un hombre justo pueda tener sea mejor que las riquezas de muchos inicuos». (Maclaren)
3. (24-28) La estabilidad política del reino de Salomón.
Porque él señoreaba en toda la región al oeste del Éufrates, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes al oeste del Éufrates; y tuvo paz por todos lados alrededor. Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón. Además de esto, Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes. Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes, y hacían que nada faltase. Hacían también traer cebada y paja para los caballos y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba, cada uno conforme al turno que tenía.
a. Cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera: Esta es una expresión proverbial para un tiempo de paz y prosperidad en Israel (Isaías 36:16; Miqueas 4:4; Zacarías 3:10), lo que indica seguridad con respecto tanto a los enemigos externos como a los internos.
b. Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros: Los famosos establos de Salomón muestran la vasta caballería que reunió para Israel. Segunda de Crónicas 9:25 es un pasaje paralelo y habla de 4000 carros, en lugar de 40 000 —el número más pequeño parece ser el correcto; pues, probablemente, el número mayor es un error del copista.
i. Desafortunadamente, esto también muestra que Salomón no tomó la palabra de Dios con la seriedad que debió tomarla. En Deuteronomio 17:16, Dios habló, específicamente, a los futuros reyes de Israel: «Pero él no aumentará para sí caballos». Uno pudiera argumentar sobre si 20 o 100 caballos viola el mandamiento; pero, ciertamente, cuarenta mil caballos es una cantidad exagerada.
c. Cada uno conforme al turno que tenía: Spurgeon predicó un sermón sobre este versículo, enfocándose en la idea de que cada uno de nosotros tenemos un turno que cumplir en el reino de Dios, y que debemos de ser diligentes, y estar expectantes en ser provistos para cumplir este deber.
i. «En la corte de Salomón todos sus jefes tenían un trabajo que debían de realizar: “cada hombre de acuerdo con su turno”. Así es, exactamente, en el reino de nuestro Señor Jesucristo. Si verdaderamente somos de Él, Él nos ha llamado a algún trabajo y cargo, y es su voluntad que realicemos ese trabajo con diligencia. No debemos de ser caballeros acomodados, sino hombres laboriosos; no vagos, sino trabajadores; no brillar por la ausencia, sino ser antorchas encendidas». (Spurgeon)
ii. «Muchas siervas dan sus cuatro peniques en la ofrenda, y si la misma proporción se diera entre aquellos que son ricos, el oro no sería un metal raro en la tesorería del Señor. Un diezmo puede ser demasiado para algunos, pero la mitad pudiera no ser suficiente para otros. Que sea así: “Cada hombre de acuerdo con su cargo”, como para medir también en cuanto al asunto». (Spurgeon)
iii. Spurgeon concluyó el mensaje con una nota significativa: «¡Todo para Jesús, el glorioso Salomón de nuestros corazones, el Amado de nuestras almas! ¡Vive para Jesús! ¡Muere por Jesús! ¡Tiempo para Jesús! ¡Eternidad para Jesús! ¡Manos y corazón para Jesús! ¡Cerebro y lengua para Jesús! ¡Noche y día para Jesús! ¡Enfermedad y salud para Jesús! ¡Honor y deshonor para Jesús! ¡Vergüenza y gloria para Jesús! Todo para Jesús: “cada hombre de acuerdo a su turno”. ¡Que así sea! Amén».
C. la sabiduría de Salomón.
1. (29-31) Salomón es famoso por la sabiduría que Dios le dio.
Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar. Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios. Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor.
a. Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes: En los años gloriosos del reino de Salomón, él utilizó la gran sabiduría que Dios le dio. Pero, tristemente, no siempre utilizó esta sabiduría, y después se deslizó de su devoción y adoración a Dios (1 Reyes 11:1-11).
b. Fue conocido entre todas las naciones de alrededor: Salomón se volvió un hombre prominente y famoso, aun entre reyes. En un sentido recto, este es el cumplimiento de la gran promesa hacia un Israel obediente descrita en Deuteronomio 28.
i. «Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra». (Deuteronomio 28:1)
ii. «Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán». (Deuteronomio 28:10)
iii. En cierto sentido, estas bendiciones llegaron sobre Salomón más por la obediencia de David que por la suya. David fue mucho más leal y cercano a Dios que lo que lo fue Salomón; sin embargo, Dios por amor a David, bendijo exteriormente a Salomón más que lo que bendijo al propio David.
c. Fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán: Etán es el autor de Salmos 89 y Hemán el autor de Salmos 88. Los otros nombres son solamente mencionados en este pasaje.
2. (32-34) El amplio conocimiento de Salomón de la ciencia y naturaleza.
Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco. También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces. Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría.
a. Compuso tres mil proverbios: La gran sabiduría de Salomón —una sabiduría de inspiración divina— lo lleva a escribir una considerable porción del libro de los Proverbios.
b. Sus cantares fueron mil cinco: Salomón compuso muchos cantares, pero pocos salmos, en el sentido de que David era el dulce cantor de Israel (2 Samuel 23:1). Esto nos hace ver la inferior relación de Salomón con Dios, comparada con la de su padre, David.
c. Disertó sobre los árboles […] sobre los animales […] sobre los reptiles y sobre los peces: La sabiduría de Salomón no solamente fue aplicada a entender la vida y los problemas humanos, sino también a entender el mundo que le rodeaba. Él tenía un intelecto y una habilidad para entender que le fueron dados de manera divina.
i. «Las categorías antiguas colocan al cedro en la cima de la lista de las plantas y al hisopo en el nivel inferior; así, los intereses botánicos de Salomón tenían todo incluido». (Dilday)
ii. «Aunque este hecho refleja la educación de Salomón como un hombre sabio en letras y ciencia, en comparación con los hombres de otros estados contemporáneos a este, su sabiduría no era una simple retórica. La creación de jardines botánicos y zoológicos en la ciudad capital era un logro alardeado por muchos reyes». (Wiseman)
iii. Los antiguos rabinos decían que aun los animales traían sus disputas ante Salomón. Un hombre caminó por el campo en un día soleado con un cántaro de leche fresca, hasta que se topó con una serpiente que moría de sed. La serpiente le pidió al hombre algo de la leche, pero él se rehusó. Finalmente, la serpiente prometió mostrarle al hombre un tesoro escondido si él le daba algo de leche, y él hombre estuvo de acuerdo. Cuando fueron al lugar del tesoro escondido, el hombre removió una roca y estaba a punto de tomar el tesoro cuando la serpiente se abalanzó sobre él y se enrolló sobre su cuello. El hombre dijo que esto era injusto, pero la serpiente insistió en que el hombre jamás tomaría su tesoro. El hombre dijo: «Llevemos nuestro caso ante Salomón», y la serpiente estuvo de acuerdo. Cuando llegaron ante Salomón, la serpiente aún estaba enrollada alrededor del cuello del hombre. Salomón le preguntó a la serpiente lo que quería, y la serpiente dijo: «Quiero matar a este hombre porque las Escrituras lo ordenan cuando dicen que yo he de “herir el calcañar del hombre”». Salomón le pidió que dejara ir al hombre, porque las dos partes en un juicio deben de tener una misma posición. Cuando la serpiente estuvo en el piso Salomón le pregunto de nuevo qué quería, y la serpiente dijo de nuevo que quería matar al hombre basado en el versículo «herirás al hombre en el calcañar». Luego, Salomón se volvió al hombre y le dijo: «A ti Dios te ordena que hieras la cabeza de la serpiente, ¡hazlo!». Y el hombre aplastó la cabeza de la serpiente. (Citado en Ginzberg)
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