1 Reyes 12 — Roboam y Jeroboam
A. Roboam y la división de Israel.
1. (1-5) Los ancianos de Israel le ofrecen a Roboam el trono de Israel.
Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey. Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto, enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos. Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.
a. Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey: Esta era una continuación lógica de la dinastía de David. David fue sucedido por su hijo Salomón, y ahora Roboam, el hijo de Salomón, asumía que sería el siguiente rey.
i. Roboam es el único hijo de Salomón que conocemos por nombre. Salomón tuvo 1000 mujeres y concubinas, pero solamente leemos de un hijo, y este era un necio. Esto demuestra que el pecado no es la manera correcta de formar una familia.
ii. «Es difícil creer que no tuvo otros hijos; pero es un hecho que Roboam es el único mencionado (1 Crónicas 3:10)». (Knapp)
iii. Siquem era una ciudad con una rica historia. Abraham adoraba allí (Génesis 12:6). Jacob edificó un altar y compró tierra allí (Génesis 33:18-20). José fue enterrado allí (Josué 24:32). También era el centro geográfico de las tribus del norte. Todo mostraba que Roboam estaba en una posición de debilidad, al tener que irse a encontrar con las diez tribus del norte en su territorio, en lugar de demandar que representantes vinieran a Jerusalén.
b. Cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat: Jeroboam fue mencionado anteriormente en 1 Reyes 11:26-40. Dios le dijo a través de un profeta que gobernaría sobre una porción de un Israel dividido. Naturalmente, Jeroboam estaba interesado en el sucesor de Salomón. Él era, específicamente, parte del grupo de los ancianos que se dirigieron a Roboam.
c. Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre: Salomón fue un gran rey, pero tomó mucho del pueblo. El pueblo de Israel quería alivio de los altos tributos y del servicio forzado del reinado de Salomón, y ofreció lealtad a Roboam si estaba de acuerdo con esto.
i. Dios le advirtió a Israel acerca de esto en 1 Samuel 8:10-19, cuando, a través de Samuel, habla sobre lo que un rey tomaría de Israel. Después de la advertencia el pueblo aún quería un rey, y ahora ya sabían lo que era ser gobernado por un rey que tomaba de ellos.
ii. Tristemente, los ancianos de Israel no hicieron demandas o peticiones espirituales a Roboam. Al parecer, la asquerosa idolatría y apostasía de Salomón no les molestaba en lo absoluto.
2. (6-7) El consejo de los ancianos a Roboam.
Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.
a. Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía: Sabiamente, Roboam pidió el consejo de estos hombres ancianos y experimentados. Al parecer, ellos aconsejaban bien a Salomón, así que era adecuado que Roboam les pidiera su consejo.
b. Si tú fueres hoy siervo de este pueblo […] ellos te servirán para siempre: Los ancianos sabían que Roboam no era Salomón, y no podían esperar que el pueblo se comportara de la misma manera que con Salomón. Roboam se tenía que relacionar con el pueblo en base a lo que él era, no en quien fue su padre. Si él mostraba amabilidad y un corazón de siervo hacia su pueblo, ellos lo amarían y le servirían para siempre. Este era un buen consejo.
3. (8-11) El consejo de los jóvenes a Roboam.
Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él. Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
a. Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes: Antes de que Roboam fuera a pedir consejo a los jóvenes, dejó el consejo de los ancianos.
i. Este es un fenómeno común hoy día. La idea es que les preguntas a diferentes personas por un consejo hasta que encuentras a alguien que te dirá lo que quieres oír. Esta es una manera imprudente e impía de obtener consejo. Es mejor tener unos pocos consejeros confiables a los cuales escucharás aun cuando te digan lo que no quieres oír.
b. Pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él: Estos hombres más bien le dirán a Roboam lo que él ya había pensado. Al ir con aquellas personas que pensaban casi igual que él, Roboam mostraba que solamente pidió consejo por el bien de las apariencias.
i. El consejo imprudente de estos jóvenes muestra que no es sabio buscar consejo de aquellos que comparten nuestra inmediata situación y contexto. Algunas veces una persona de fuera puede ver las cosas más claramente que aquellos que comparten nuestras mismas experiencias.
c. Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo: Los jóvenes ofrecieron un consejo opuesto al de los ancianos. Ellos sugirieron un enfoque basado en la hostilidad, uno que haría que Roboam fuera más temido que Salomón.
i. Salomón pidió demasiado de Israel, tanto en tributos como en servicio. Pero no se nos da la impresión de que Israel siguiera a Salomón por temor, sino por una visión y un propósito compartidos. Ellos creían en lo que Salomón quería hacer, y estaban dispuestos a sacrificarse para llevarlo a cabo. Roboam no apeló a ninguna visión o propósito compartidos, simplemente quería que el pueblo siguiera sus órdenes debido al temor que infunde una tiranía.
ii. «Con una docena de palabras ásperas, Roboam, el torpe dictador, abrió la puerta para cuatrocientos años de lucha, debilidad y, eventualmente, la destrucción de toda la nación». (Dilday)
4. (12-15) Roboam le contesta a Jeroboam y a los ancianos ásperamente.
Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día. Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado; y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.
a. Y no oyó el rey al pueblo: En este caso, Roboam claramente debió de haber escuchado al pueblo. Esto no quiere decir que un líder siempre debe dirigir por medio del voto popular, pero un líder necesita la sabiduría para saber cuando lo que las personas quieren es mejor para ellos.
i. Roboam fue un necio. Irónicamente, a su padre Salomón le preocupó perder todo su trabajo a causa de un sucesor necio: «Asimismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. Y ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad» (Eclesiastés 2:18-19).
b. Porque era designio de Jehová: Dios manejó toda esta serie de eventos, pero no hizo que Roboam actuara imprudente y pecaminosamente. Dios, simplemente, dejó solo a Roboam y le permitió cometer los errores críticos a los que su corazón pecaminoso lo condujo.
i. «Noten también, queridos amigos, que Dios está en los eventos producidos por el pecado y la estupidez del hombre. Esta división del reino de Salomón en dos partes fue el resultado del pecado de Salomón y de la necedad de Roboam; pero Dios estaba en ello: “Esto viene de parte mía, dijo el Señor”. Dios no tiene nada que ver con el pecado o la necedad, pero de alguna manera que nunca podremos explicar, de una manera misteriosa en la cual debemos de creer sin vacilación, Dios estaba en todo ello». (Spurgeon)
5. (16-19) Roboam es rechazado como rey sobre las 10 tribus del norte.
Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá. Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén. Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy.
a. ¿Qué parte tenemos nosotros con David?: La necedad de Roboam hizo que Israel no solamente rechazara a Roboam, sino a toda la dinastía de David. Ellos rechazaron a los descendientes del rey más grande de Israel.
b. El rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel: Aparentemente, Roboam no tomó con seriedad la rebelión hasta que esto sucedió. Cuando su jefe de impuestos fue asesinado, él supo que las diez tribus estaban seriamente en rebelión contra él.
i. Adoram fue el hombre equivocado para ser enviado por Roboam. Él era famoso por su política áspera de trabajo forzado (1 Reyes 4:6 y 5:14). Roboam, probablemente, envió a Adoram porque quería hacer cumplir su promesa de castigar a aquellos que se le opusieran. Su política de dureza no funcionó.
c. Así se apartó Israel de la casa de David hasta hoy: Desde este punto en la historia de Israel, el nombre de «Israel» hace referencia a las 10 tribus del norte, y el nombre de «Judá» se refiere a las tribus del sur (Benjamín y Judá).
i. Hubo una gran tensión prolongada entre las diez tribus y el grupo combinado de Judá y Benjamín. Hubo dos rebeliones anteriores a lo largo de esta línea de división potencial en los días posteriores a la rebelión de Absalón (2 Samuel 19:40-43), lo que se conoce como la rebelión de Seba (2 Samuel 20:1-2).
ii. «Roboam debería haber estado agradecido de que el amor de Dios por David hubiera de jado, al menos, dos tribus». (Knapp)
6. (20-24) Roboam intenta reunificar la nación a la fuerza.
Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino sólo la tribu de Judá. Y cuando Roboam vino a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam hijo de Salomón. Pero vino palabra de Jehová a Semaías varón de Dios, diciendo: Habla a Roboam hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: No vayáis, ni peleéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; volveos cada uno a su casa, porque esto lo he hecho yo. Y ellos oyeron la palabra de Dios, y volvieron y se fueron, conforme a la palabra de Jehová.
a. Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la congregación, y le hicieron rey: Así la profecía de Ahías en 1 Reyes 11:29-39 fue cumplida. En el momento que la profecía fue dicha, parecía poco probable; pero la palabra de Dios por medio de su profeta fue cumplida.
i. Este rey Jeroboam en algunas ocasiones es llamado Jeroboam I para distinguirlo de un postrero rey de Israel también llamado Jeroboam, usualmente conocido como Jeroboam II (2 Reyes 14:23-29).
b. Con el fin de hacer guerra a la casa de Israel, y hacer volver el reino a Roboam: Roboam tenía la intención de hacer guerra en contra de las tribus de Israel que se separaron, pero Dios habló por medio de un profeta para detenerlo. Para su crédito —o quizás por la falta de valentía— Roboam escuchó la palabra de Dios por medio de Semaías varón de Dios.
i. «Aquí está un Semaías, que algunos de ustedes jamás habían escuchado de él antes, quizás nunca vuelvan a oír de él otra vez; aparece una sola vez en esta historia, y luego se desvanece, viene y se va. El único logro de este hombre fue constreñir a la paz a ciento ochenta mil hombres escogidos, guerreros listos para pelear en contra de la casa de Israel, dándoles en muy simples y sencillas palabras, el mandamiento de Dios […]. ¿Por qué no tenemos tal poder? Quizás, hermanos, no siempre hablamos en el nombre del Señor, o no hablamos la Palabra de Dios como es. Si nosotros únicamente hablamos las cosas que hay en nuestros pensamientos, ¿por qué los hombres nos harían caso?». (Spurgeon)
B. La idolatría de Jeroboam.
1. (25) La nueva capital de Jeroboam: Siquem.
Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a Penuel.
a. Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de Efraín: Jeroboam necesitaba una ciudad capital, porque Jerusalén estaba en el territorio de Judá y Benjamín. La ciudad de Siquem se convirtió en la ciudad capital del reino norte de Israel.
b. Saliendo de allí, reedificó a Penuel: Al parecer, el reinado de Jeroboam comenzó con energía y oportunismo. Él tenía una promesa significativa de parte de Dios por medio del profeta Ahías: «Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel» (1 Reyes 11:38).
2. (26-29) Jeroboam pone la religión al servicio del estado.
Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David, si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá. Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan.
a. Si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam: El hecho del reino dividido no significaba que las tribus del norte estaban exentas de sus obligaciones del pacto. Ellos estaban bajo la Ley de Moisés al igual que las tribus del sur, pero Jeroboam temía las implicaciones políticas de viajes anuales hacia la ciudad capital del reino sur de Judá.
b. Me matarán a mí, y se volverán a Roboam rey de Judá: Jeroboam parece olvidar o ignorar la promesa que Dios le hizo por medio del profeta Ahías, como está registrado en 1 Reyes 11. Jeroboam pudo haber asegurado su trono por medio de una obediencia radical hacia Dios, no al dirigir a las diez tribus a la idolatría.
c. Y habiendo tenido consejo: No tenía sentido pedir consejo para su propósito inicuo. Jeroboam quería consejo sobre la manera de hacer algo incorrecto de la mejor forma posible.
i. Jeroboam era aún más necio de lo que aparentaba. «Literalmente dice: “Por lo tanto, el rey tomó consejo de sí mismo”» (Dilday). «La frase descubre la fuente de su error: que no consultó a Dios, quien le había dado el reino, con toda razón, y justicia y gratitud, como lo debió de hacer». (Poole)
d. Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto: Jeroboam apeló a su deseo natural de la conveniencia. Los hombres, por lo general, tomarán el camino fácil cuando puedan; por lo tanto, si un ídolo en Bet-el o Dan puede reemplazar un viaje largo hacia Jerusalén, es bueno.
i. Jeroboam se convierte en un ejemplo de un líder político que moldea la religión para su propio propósito. El asunto de la verdadera religión no era importante para Jeroboam; él estaba interesado en una religión útil.
ii. He aquí tus dioses, oh Israel: Jeroboam repite las mismas palabras que dijo Aarón cerca de 500 años antes de su tiempo (Éxodo 32:4).
iii. Es posible, que la intención de Jeroboam con los becerros de oro era que representaran al Dios de Israel. Esta no era la introducción de un nuevo dios, sino una perversión de la adoración apropiada al verdadero Dios. «Los hombres están dispuestos a adorar a Dios si se les permite tener ritos y símbolos que ellos mismos han inventado». (Spurgeon)
3. (30-33) El establecimiento de la religión de Jeroboam.
Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar delante de uno hasta Dan. Hizo también casas sobre los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví. Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había hecho. Ordenó también en Bet-el sacerdotes para los lugares altos que él había fabricado. Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
a. Y esto fue causa de pecado: Fue un pecado cuando Jeroboam lo sugirió, pero fue más pecado cuando el pueblo lo siguió. El pueblo estaba tan atraído por la religión de Jeroboam que fueron hasta Dan (al extremo norte de Israel) para adorar en el altar del becerro de oro.
b. Hizo también casas sobre los lugares altos: Jeroboam hizo otros lugares de adoración además de los principales centros en Bet-el y Dan. Estos lugares altos eran aún más convenientes para el pueblo.
c. Hizo sacerdotes de entre el pueblo, que no eran de los hijos de Leví: Jeroboam rechazó los mandamientos de Dios en cuanto al sacerdocio de Israel, y estableció un sacerdocio de su propio gusto.
i. A los sacerdotes legítimos y levitas que vivían en las diez tribus del norte no les agradó esto. Ellos, junto con otros que «fijaron sus corazones en buscar a Jehová Dios de Israel», se movieron del reino del norte de Israel hacia el reino del sur de Judá durante este periodo (2 Crónicas 11:13-16). Espiritualmente hablando, Israel fue golpeado dos veces: por la religión impía de Jeroboam y por la partida de los piadosos y fieles. Quedaban pocas personas piadosas en el reino del norte.
ii. Sintió que podía permitirse el lujo de que los sacerdotes y adoradores, cuyos estándares eran más altos, abandonaran sus posesiones y se fueran al sur, a Judá (cf. 2 Crónicas 11:13)». (Payne)
iii. «Visto, incluso, como un golpe político, esta expulsión de los sacerdotes y levitas del Señor fue un error. Se volcaron en un cuerpo, casi, al rival de Jeroboam, y de ese modo fortalecieron al reino de Judá». (Knapp)
d. El mes que él había inventado de su propio corazón: Este es un buen resumen de la religión de Jeroboam (inventado de su propio corazón). Jeroboam es un ejemplo de aquellos que crean su religión de acuerdo a su propio gusto.
i. La mayor parte del mundo abraza la religión de Jeroboam. No necesariamente abrazan su expresión particular de los becerros de oro en los lugares altos, sino la creación de una religión a su propio gusto como hizo Jeroboam. En el libro Hábitos del corazón, Robert Bellah y sus colegas entrevistaron a una enfermera joven llamada Sheila Larson, a quien llamaron alguien que representa la experiencia y puntos de vista de la religión de muchos americanos. Al hablar sobre su propia fe y cómo operaba en su vida, ella dijo: «Yo creo en Dios. No soy una fanática religiosa. No puedo recordar la última vez que fui a la iglesia. Mi fe me ha llevado por un largo camino: el «sheilismo». Solo escucho mi voz». Este enfoque de: «escoge y elige mientras esté de acuerdo con tu voz interna», es la versión moderna de la religión de Jeroboam —y es opuesta a la religión revelada de la Biblia.
ii. Por lo tanto, era natural que Jeroboam sirviera como su propio sacerdote (y subió al altar para quemar incienso). «Jeroboam, probablemente, llevaba a cabo las funciones de sumo sacerdote, en su propia persona condensaba el poder civil y el eclesiástico». (Clarke)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com