1 de Samuel 2




1 Samuel 2 – La oración de Ana, los hijos malvados de Eli

A. La oración de Ana.

1. (1-2) Acción de gracias y adoración

Y Ana oró y dijo:
Mi corazón se regocija en Jehová,
Mi poder se exalta en Jehová;
Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos,
Por cuanto me alegré en tu salvación.
No hay santo como Jehová;
Porque no hay ninguno fuera de ti,
Y no hay refugio como el Dios nuestro.

a. Ana oró y dijo:1 Samuel 1:28 termina, y adoró allí a Jehová. Esta canción registra la adoración que Ana ofreció el mismo día que dejó a su pequeño – su único hijo – en el tabernáculo, quien nunca más volviera a vivir en su casa.

b. Mi corazón se regocija en Jehová: Ana mostró un profundo compromiso y amor por Dios que son aleccionadores. El día en que hizo el mayor sacrificio de su vida, ¡se regocija en Jehová!

i. Sin embargo, observen que ella se regocija en Jehová. Ella no se regocija ni puede regocijarse de dejar a su hijo. Pero puede, y lo hace, regocijarse en Jehová. En las situaciones más desesperadas, cuando no tenemos nada más de que regocijarnos, podemos regocijarnos en Jehová.

c. Mi poder se exalta en Jehová: El poder es a menudo utilizado como una imagen de fortaleza en la biblia (Salmos 75:4-5y 92:10). En la versión en inglés se utiliza la palabra horn, traducida como cuerno (N. del T.). Esto es debido a que la fuerza de un buey o de un cabestro puede ser expresada en su cuerno. Ana está hablando de su fortaleza y poder siendo exaltados en Jehová.

i. “A menudo hemos visto que cuerno significa poder, fuerza y dominio. Por lo tanto, se usa constantemente en la biblia, y así se usaba entre los paganos. (Clarke)

d. Mi boca se ensanchó sobre mis enemigos: Ana tenía un fuerte sentido de reivindicación sobre su rival, la otra esposa de Elcana llamada Penina. Penina humillaba cruelmente a Ana (1 de Samuel 1:6-7), pero ahora Ana podía regocijarse porqué Jehová la había levantado.

e. No hay santo como Jehová: Esto muestra una forma clásica de poesía hebreael paralelismo repetitivo. Decir que Jehová es santo es decir que Él es totalmente apartado; que Él es único, y como ningún otro. Así que, cuando ella continua en el mismo verso diciendo, “Porque no hay ninguno fuera de ti,” ella está diciendo lo mismo que “No hay santo como Jehová,” sólo que con diferentes palabras. Cuando dice, “Y no hay refugio como el Dios nuestro,” vuelve a decir lo mismo con diferentes palabras.

i. En esto, la poesía hebrea más bien rima ideas que palabras por sonido. Las ideas de las tres líneas de 1 Samuel 2:2 riman juntas, tienen diferentes palabras pero “suenan” igual.

2. (3) Una advertencia a los orgullosos y arrogantes.

No multipliquéis palabras de grandeza y altanería;
Cesen las palabras arrogantes de vuestra boca;
Porque el Dios de todo saber es Jehová,
Y a él toca el pesar las acciones.

a. No multipliquéis palabras de grandeza y altanería: Ana ciertamente tenía en mente a su rival, pero también veía a Penina como una representante de todas las personas orgullosas y arrogantes del mundo. Ana sabiamente le dice a los orgullosos que no multipliquéis palabras de grandeza y que cesen las palabras arrogantes de vuestra boca. El orgullo se puede expresar de muchas maneras, pero generalmente se expresa con nuestras palabras. Sería mejor si la gente orgullosa no hablara tanto.

b. Porque el Dios de todo saber es Jehová: Esta, por supuesto, es la mejor razón para abandonar nuestro orgullo. Junto a Dios, no sabemos nada. Él nos conocea él toca el pesar las acciones.

3. (4-8a) Ana le da la gloria al Dios que humilla al fuerte y exalta al débil.

Los arcos de los fuertes fueron quebrados,
Y los débiles se ciñeron de poder.
Los saciados se alquilaron por pan,
Y los hambrientos dejaron de tener hambre;
Hasta la estéril ha dado a luz siete,
Y la que tenía muchos hijos languidece.
Jehová mata, y él da vida;
El hace descender al Seol, y hace subir.
Jehová empobrece, y él enriquece;
Abate, y enaltece.
El levanta del polvo al pobre,
Y del muladar exalta al menesteroso

a. Los arcos de los fuertes fueron quebrados: Debemos ser humildes ante Dios porque Él sabe cómo humillar a los fuertes. Los saciados ahora mendigan y la que tenía muchos hijos languidece. Si somos fuertes o exaltados ahora, debemos mantenernos humildes porque Jehová puede cambiar nuestro lugar rápidamente.

b. Los débiles se ciñeron de poder. . . los hambrientos dejaron de tener hambre. . . Hasta la estéril ha dado a luz siete: Debemos ser humildes ante Dios porque Él sabe exaltar al débil. Si ahora somos débiles o estamos en un lugar bajo, debemos esperar humildemente ante Dios y dejar que Él nos enaltezca (Lucas 14:7-11).

c. Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enalteceAna sabía que era estéril porque Jehová no le había permitido tener hijos (1 Samuel 1:6). Sabía que Dios primero la abatió y luego la enalteció. Podía ver la mano del Señor en todo.

4. (8b-10) La confianza de Ana en el futuro es confianza en Jehová.

Para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor.
Porque de Jehová son las columnas de la tierra,
Y él afirmó sobre ellas el mundo.
El guarda los pies de sus santos,
Mas los impíos perecen en tinieblas;
Porque nadie será fuerte por su propia fuerza.
Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios,
Y sobre ellos tronará desde los cielos;
Jehová juzgará los confines de la tierra,
Dará poder a su Rey,
Y exaltará el poderío de su Ungido.

a. Porque de Jehová son las columnas de la tierra: Ana estaba confiada en la capacidad de Dios para humillar al fuerte y exaltar al débil porque Dios está en control. Si Dios no tuviera el control, entonces quizás los fuertes podrían hacer lo que quisieran y Dios no podría detenerlos. Ana sabía que los cimientos de la tierra misma (las columnas de la tierra) pertenecían a Jehová.

b. Porque nadie será fuerte por su propia fuerza. Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios: Dios usa su poder para arreglar las cosas. No es suficiente con que creamos que Dios tiene este poder. Debemos saber que Él lo usará para su gloria y justicia.

c. Dará poder a su Rey, y exaltará el poderío de su Ungido: En este tiempo Israel no tenía rey y no parecía querer uno. Entonces, cuando Ana habló de su rey, ella está viendo al futuro Mesías, quien finalmente vendrá a arreglar las cosas. Él es su ungido.

i. Este es el primer lugar de la biblia donde se hace referencia a Jesús como el Mesías. “Ella primero le aplicó el notable epíteto MESÍAS en hebreo, CRISTO en griego y UNGIDO en inglés, lo cual fue adoptado por David, Natán, Etán, Isaías, Daniel y los siguientes profetas del Antiguo Testamento; y por los apóstoles y escritores inspirados del Nuevo ”. (Hales, citado por Clarke)

ii. Zacarías, el padre de Juan el Bautista, cita a Ana en Lucas 1:69, cuando proféticamente llama a Jesús el cuerno de la salvación, citando 1 de Samuel 2:10. María, la madre de Jesús citó en varias ocasiones la canción de Ana (Lucas 1:46-55).

5. (11) Samuel ministra a Jehová.

Y Elcana se volvió a su casa en Ramá; y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí.

a. Y Elcana se volvió: Lo hicieron. Fue difícil hacerlo, dejar a su pequeño hijo, pero lo hicieron porque le habían prometido a Dios que lo harían.

b. Y el niño ministraba a Jehová delante del sacerdote Elí: Aunque era joven, Samuel tenía un ministerio para el Señor. Nuestros jóvenes pueden alabar y agradar a Dios y, a menudo, es un gran avance en su caminar con el Señor cuando experimentan a Dios en la adoración.

i. La Nueva Traducción viviente lo traduce bien: y el niño servía al Señor. Hay maneras en las que incluso los niños pueden servir a Dios y ministrarle.

B. Los malvados hijos de Elí, el sumo sacerdote.

1. (12) El carácter corrupto de los hijos de Elí.

Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.

a. Los hijos de Elí eran hombres impíos: Literalmente, el hebreo los llama hijos de Belial. Belial era un dios pagano, y la frase hijos de Belial hacía referencia a hombres malvados y despreciables. Este era un problema significativo, porque los hijos de Elí iban a sucederlo como sumo sacerdote, y ya estaban ejerciendo el sacerdocio.

b. No tenían conocimiento de Jehová: A pesar de que su padre Elí conocía a Jehová, ese conocimiento no pasaba genéticamente a los hijos de Elí. Ellos tenían que conocer a Jehová personalmente.

2. (13-17) Su primera ofensa: robar lo que era ofrecido a Dios.

Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo. Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

a. Era costumbre de los sacerdotes con el pueblo: Con muchos de los sacrificios que se llevaban al tabernáculo, se daba una porción a Dios, una porción al sacerdote y una porción se la quedaba el que traía la ofrenda. Según otros pasajes del Antiguo Testamento, el sacerdote recibía una porción del pecho y el hombro. Pero ahora, unos 400 años después de la llegada de la Ley de Moisés, la costumbre sacerdotal había cambiado – ellos no tomaban la porción señalada del pecho y el hombro, sino que tomaban lo que fuera que el garfio (gancho para la carne) sacara de la olla.

b. Antes de quemar la grosura: la porción de Dios siempre se daba primero, por lo que estaba mal tomar la porción del sacerdote antes de quemar la grosura.

i. La grosura era considerada la mejor y más lujosa parte del animal, así que eso le era entregado a Dios. La idea era que Dios siempre debía recibir lo mejor, y que Dios debía recibir su porción primero. Pero en su orgullo, los hijos de Elí tomaban su porción antes de quemar la grosura.

c. Porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda: ¿Por qué querían los hijos de Elí carne cruda? Quizás era para que pudieran prepararla de la forma que quisieran; o más probablemente, era porque la carne cruda era más fácil de vender y ellos vendían la carne y se embolsaban el dinero.

d. No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza: La codicia de los hijos de Eli era tan mala que no dudaban en usar la violencia y la amenaza de violencia para conseguir lo que querían.

e. Porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová: La grandeza del pecado de los hijos de Elí era clara porque a través de su codicia, violencia e intimidación hacían que otros no quisieran venir y traer ofrendas a Jehová. Ya era bastante malo lo que hacían ellos mismos; pero el mayor pecado de los hijos de Elí estaba en cómo cómo lastimaban a otras personas.

3. (18-21) La pureza y el servicio de Samuel contrastan con el carácter malvado de los hijos de Elí.

Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino. Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado. Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa. Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.

a. Y el joven Samuel: A pesar de lo malvados que eran los hijos de Elí, Samuel era diferente. Podemos decir que por eso Dios levantó a Samuel, debido a la corrupción de los hijos de Elí. Dios sabía lo malos que eran los hijos de Elí, así que guió toda la serie de eventos que resultaron en el servicio de Samuel en el tabernáculo. Si los hijos de Elí no eran dignos sucesores, Dios levantaría a otra persona.

i. En última instancia, los ministros corruptos no detienen – ni siquiera obstaculizan – la obra de Dios. Pudiera parecer que sí; pero cada vez que hay hombres como los hijos de Elí, Dios levanta a alguien como Samuel. La obra de Dios no se detiene cuando los ministros de Dios se corrompen.

b. Vestido de un efod de lino: Incluso cuando era niño, Samuel se distinguió en su servicio al Señor. Su servicio era tan excepcional que recibió un efod de lino, una prenda sacerdotal (Éxodo 39:27-29).

i. ¿Qué hacía Samuel? “Hacía pequeños encargos, tal como preparar las luces, guardar las vestiduras, aprender música, y cosas similares”. (Trapp)

c. Joven: Aunque era niño, Samuel servía a Jehová mejor y de una manera más grande que los hijos de Elí. Lo que el hombre mira en el servicio a Dios a menudo no es lo que Jehová mira.

d. Y le hacía su madre una túnica pequeña: Solo alguien que haya estado allí describiría un detalle tan pequeño. Aunque Ana le entregó a su hijo pequeño a Jehová, nunca dejó de amarlo.

e. Y visitó Jehová a Ana: Ciertamente lo hizo: tres hijos más y dos hijas. Dios nunca será deudor de nadie. Ana nunca podría decirle al Señor: “Te di a mi hijo, pero ¿qué me diste a mí?” porque Dios le dio mucho más a cambio.

4. (22) La segunda ofensa de los hijos de Elí: Inmoralidad sexual.

Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

a. Pero Elí era muy viejo: Este pasaje está más centrado en el mismo Elí que en sus hijos. Ya era viejo, y no estaba en condiciones de tomar el tipo de liderazgo que Israel necesitaba de él como sumo sacerdote. Elí oía de todo lo que sus hijos hacían, pero solo los reprendía.

b. Dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión: Esto significa que los hijos de Elí estaban cometiendo inmoralidad sexual con las mujeres que venían a adorar al tabernáculo. Esta era una versión antigua de los escándalos sexuales modernos entre pastores o predicadores.

i. Es posible que las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo fueran de alguna forma trabajadoras de la casa de Dios. Éxodo 38:8 hace referencia a las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.

5. (23-26) La vana e ineficaz reprimenda de Elí para sus hijos.

Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes? Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos, porque no es buena fama la que yo oigo; pues hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir. Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.

a. ¿Por qué hacéis cosas semejantes?Es una pregunta comprensible, pero innecesaria. No importa por qué, porque no puede haber una buena razón. No pueden excusar su pecado; más bien, tenían que tomar su responsabilidad por él.

i. Elí prácticamente hizo la peor cosa que un padre puede hacer al tratar de corregir a sus hijos: sólo hablar. Lo único que hizo fue quejarse de que lo que estaban haciendo estaba mal, pero nunca tomó las acciones necesarias para corregir el problema. Los padres estarían mejor si gritaran menos, sermonearan menos y tomaran acciones sensatas con más frecuencia, dejando que los niños vean las consecuencias de su desobediencia.

ii. Escribiendo desde el Siglo 17, John Trapp aconseja a Eli sobre lo que debería haber dicho: “Acérquense aquí, hijos de la hechicera, simiente del adúltero y de la ramera … descendientes degenerados e hijos de Belial, y no de Eli; mocosos de perdición insondable . . . es algo extremadamente asqueroso lo que escucho, y me acongoja que todavía vivo para oírlo; hubiera sido mejor que hubiera muerto hace tiempo, o que ustedes hubieran sido enterrados vivos, que esto de vivir y heder sobre la tierra”.

b. Hacéis pecar al pueblo de Jehová: Una vez más, éste fue el gran pecado de los hijos de Elí. Era suficientemente malo que robaran y se dejaran llevar por sus propias lujurias; pero también, con su conducta corrupta, hicieron que la gente odiara adorar a Dios con sus ofrendas en el tabernáculo (1 Samuel 2:17), y llevaron a las mujeres adoradoras a la inmoralidad sexual.

c. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él?: Afortunadamente, 1 de Juan 2:1 contesta la pregunta de Elí: y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.Damos gracias a Dios porque hay alguien que intercede por nosotros cuando pecamos contra Jehová.

d. Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir: Esta sorprendente declaración puede parecer injusta para algunos. Se imaginan a los hijos de Elí queriendo arrepentirse y escuchar a su padre, pero que Dios se los impedía. Este no es para nada el caso. Dios juzgó a los hijos de Elí de esta manera: les dio exactamente lo que querían. No querían arrepentirse y Dios no obró arrepentimiento en sus corazones.

i. Dios vio que eran hombres corruptos y quiso juzgarlos. Cuando dice que Jehová había resuelto hacerlos morir, simplemente significaba que Dios deseaba justicia para los hijos de Elí.

e. Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres: ¡Qué contraste con la maldad de los hijos de Elí! Esto muestra que aunque Elí estaba lejos de ser un padre perfecto, no era un mal padre crónico, porque básicamente  fue el padre de Samuel y  este creció hasta convertirse en un hombre piadoso

C. El anuncio del juicio de Dios contra la casa de Elí.

1. (27-33) Un varón de Dios desconocido pronuncia juicio contra Elí: su familia será cortada del oficio del sumo sacerdote.

Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y llevase efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa. Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel; y en ningún tiempo habrá anciano en tu casa. El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril.

a. Y vino un varón de Dios: No sabemos quién era este hombre; este varón de Dios es uno de los maravillosos personajes anónimos de la biblia. Pero en realidad no importa quién es; él era un varón de Dios, y Dios lo levantó para hablarles a Elí y a toda su familia en este tiempo importante.

b. No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre: El padre al que se refiere es Aarón, quién fue el primer sumo sacerdote. Dado que el sumo sacerdocio era un oficio hereditario, Elí era descendiente de Aarón, a quien Dios se había revelado.

c. 1 de Samuel 2:28 es un resumen maravilloso de algunas de las tareas del sacerdocio en Israel.

· Por mi sacerdote: Antes que nada, el trabajo del sumo sacerdote era ministrar delante de Jehová. Antes de servir al pueblo, él era un siervo de Dios. No era primero el sacerdote del pueblo, era primero el sacerdote de Dios.

· Que ofreciese sobre mi altar: El sacerdote traía sacrificios para expiación y adoración.

· Quemase incienso: Quemar incienso era una imagen de oración, porque el humo y el olor del incienso asciende hasta los cielos. El sacerdote debía guiar a la nación en oración y orar por la nación.

· Y llevase efod delante de mí: El sacerdote era vestido con prendas específicas, para honra y hermosura (Éxodo 28:2). Él debía representar la majestuosidad, dignidad, gloria y belleza de Dios al pueblo.

· Todas las ofrendas: El sacerdote también era encargado con la responsabilidad de recibir las ofrendas del pueblo de Dios y hacer buen uso de ellas.

d. Por qué habéis hollado mis sacrificios: Hubiera sido fácil para Elí decir, “¡yo no lo estoy haciendo! ¡fueron mis hijos!” Pero Elí tenía doble responsabilidad por sus hijos, como padre (aunque esto disminuía porque los hijos eran adultos), y como sumo sacerdote. Sus hijos “trabajaban” para él como sacerdotes, y Eli era un mal jefe.

e. Has honrado a tus hijos más que a mí: Ya que Elí no corregía a sus hijos como debía, básicamente estaba prefiriéndolos a ellos antes que a Dios. Si Elí tuviera más miedo de ofender a Dios y menos miedo de ofender a sus hijos, los habría corregido como debería.

i. Eric Liddell fue uno de los grandes atletas de Gran Bretaña y más tarde dio su vida por Jesús en el campo misionero. En 1924 iba a correr para Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos cuando se descubrió que las eliminatorias preliminares de su mejor evento, los 100 metros, se disputarían un domingo. Calladamente, pero con firmeza, Liddell se negó a correr. Llegó el día de la carrera de 400 metros, y mientras Liddell se dirigía a los bloques de salida, un hombre desconocido deslizó un papel en su mano con una cita de 1 Samuel: yo honraré a los que me honran. Ese día Eric Liddel estableció un record mundial en los 400 metros.

f. Cortaré tu brazo: No literalmente, pero como el brazo era una imagen de fuerza y poder en el pensamiento hebreo (Salmos 10:15, 77:15, y 89:10), esto estaba diciendo que la casa de Elí perdería su fuerza y poder.

g. Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Dios prometió que la línea sacerdotal no se quedaría con Elí y sus descendientes, sino que pasaría a otra línea de descendientes de Aarón. Esto se cumplió muchos años después, en la época de Salomón. Abiatar (de la familia de Elí) fue depuesto como sumo sacerdote y fue reemplazado por Sadoc (que venía de otra familia).

i. 1 de Reyes 2:27 dice, Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.

ii. “Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho JehováEsta fue una promesa hecha a Aarón en pasajes como Éxodo 29:9. Dios no quitó el sacerdocio del linaje de Aarón, pero sí lo quitó del linaje de Elí.

h. En ningún tiempo habrá anciano en tu casa. . . y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril: Esta idea se repite dos veces en estos pocos versículos. Dios quería enfatizar que no bendeciría a los descendientes de Elí con una vida larga.

i. Será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor: Los descendientes de Elí que vivieron un poco más no vivirían vidas bendecidas. Su final sería doloroso de observar.

2. (34-36) La señal y la promesa: ambos hijos morirán en el mismo día.

Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día. Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días. Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata y un bocado de pan, diciéndole: Te ruego que me agregues a alguno de los ministerios, para que pueda comer un bocado de pan.

a. Y te será por señal esto: Como el cumplimiento de la promesa sería muchos años después (en los días de Salomón), Dios le dio a Elí una señal inmediata para probar su veracidad. Ambos hijos de Elí morirían en un día, Elí verá esto y sabrá que el juicio de Dios ha venido contra su casa.

b. Y yo me suscitaré un sacerdote fiel: ¿Quién es el sacerdote fiel que aquí se predice? Él fue un gran sacerdote, porque actuó conforme a lo que había en el corazón y alma [de Dios]. Él fue un sacerdote bendecido, porque Dios dijo yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todos los días.

i. Esta promesa se cumplió parcialmente en Samuel, porque sirvió como un sacerdote consagrado, reemplazando eficazmente a los malvados hijos de Elí.

ii. Esta promesa se cumplió parcialmente en Sadoc, en los días de Salomón, porque reemplazó a la línea de la familia de Elí en el sacerdocio.

iii. La promesa fue finalmente cumplida en Jesucristo, porque Él es un sacerdote para siempre según la orden de Melquisedec (Hebreos 7:12-17).

c. Y el que hubiere quedado en tu casa vendrá a postrarse delante de él por una moneda de plata: Este es un juicio apropiado, ya que gran parte del pecado de los hijos de Elí fue la codicia y robar al pueblo de Dios. En lugar de recibir las porciones sacerdotales que les pertenecían por derecho, la familia de Elí un día sería reducida a mendigar.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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