1 de Samuel 3




1 Samuel 3 – Dios habla a Samuel

A. Samuel no reconoce la voz de Dios.

1. (1) La escasez de revelación en Israel

El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

a. El joven Samuel ministraba a Jehová: Se hace énfasis por tercera vez en que Samuel ministraba a Jehová (también en 1 de Samuel 2:11 y 2:18), tal como lo hicieron Aarón y sus hijos en su consagración como sacerdotes (Éxodo 29:1) y tal como lo hicieron Pablo y Bernabé antes de ser enviados como misioneros (Hechos 13:1-2).

b. La palabra de Jehová escaseaba en aquellos días: La única palabra de Jehová que leemos en los dos primeros capítulos de 1 Samuel es la palabra de juicio traída por el varón de Dios contra Elí. Dios no hablaba con frecuencia, y cuando lo hizo, fue una palabra de juicio.

i. La palabra de Jehová escaseaba en aquellos días debido a la dureza de corazón que había entre los hijos de Israel y por la corrupción del sacerdocio. Dios hablará y guiará, cuando su pueblo lo busque y cuando sus ministros busquen servirle diligentemente.

2. (2-4) Las primeras palabras de Dios a Samuel.

Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver, Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada, Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí.

a. Sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver: Esto era cierto tanto espiritual como físicamente de Elí. Su edad lo convirtió en un líder ineficaz para Israel.

b. Antes que la lámpara de Dios fuese apagada: Como figura retórica, esto simplemente significa “antes del amanecer.” Pero también sugiere los oscuros tiempos espirituales de Israel -son tiempos oscuros y probablemente oscurecerán más.

i. Éxodo 27:21 habla de la responsabilidad de los sacerdotes de cuidar las lámparas hasta el amanecer, o justo antes del amanecer.

c. Samuel estaba durmiendo… Jehová llamó a Samuel: No sabemos con certeza cuántos años tenía Samuel. El antiguo historiador judío Josefo dijo que Samuel tenía 12 años.Cualquiera que haya sido su edad, Dios habló a Samuel.

d. Y él respondió: Heme aquí: Esto nos lleva a creer que Dios le habló a Samuel con una voz audible, en lugar de con una “voz interior”, aunque esto no es seguro. Pero Samuel quedó tan impresionado por lo que escuchó que respondió diciendo, Heme aquí.

i. Esta es una hermosa manera de responder a la Palabra de Dios. No es que Dios no sepa dónde estamos, pero le dice a Dios y nos recuerda a nosotros que simplemente estamos delante de él cómo siervos, preguntándole qué quiere que hagamos. Samuel se encuentra entre varios otros que también dijeron: “Heme aquí” cuando el Señor les habló: Abraham (Génesis 22:1), Jacob (Génesis 46:2), Moisés (Éxodo 3:4), Isaías (Isaías 6:8) y Ananías (Hechos 9:10).

3. (5-9) Samuel no reconoce la voz de Dios.

Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí, ¿Para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó. Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel, vino a Elí y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.

a. Y corriendo luego a Elí: Samuel era un niño obediente. Se equivocó al pensar que Elí le estaba hablando, pero hizo lo correcto. Samuel se acercó a Elí rápidamente porque sabía que Elí estaba ciego y podía necesitar ayuda.

b. Y Jehová volvió a llamar otra vez: Cuando nos habla, Dios casi siempre confirma Su palabra una y otra vez.. Por lo general, es incorrecto hacer algo dramático en respuesta a esa “voz interna” del Señor. Si Dios está hablando, Él lo confirmará, y a menudo de diferentes maneras.

c. Y Samuel no había conocido aún a Jehová: Samuel era un niño consagrado y obediente, que servía a Dios maravillosamente. Sin embargo, todavía no le había entregado su corazón al Señor. Incluso los niños criados en un hogar consagrado deben ser convertidos por el Espíritu de Dios.

d. Habla, Jehová, porque tu siervo oye: Elí le dio a Samuel un sabio consejo. Elí le dijo a Samuel que:

· Que se haga disponible para que Dios hable (ve y acuéstate).

· Que no sea presuntuoso acerca de que Dios le hable (y si te llamaré).

· Que responda a la Palabra de Dios (habla, Jehová).

· Que se humille delante de Dios y su palabra (porque tu siervo oye).

e. Habla, Jehová: Debemos escuchar a Dios. El predicador puede hablar, nuestros padres pueden hablar, nuestros amigos pueden hablar, nuestros maestros pueden hablar, los de la radio o la televisión pueden hablar. Todo eso está bien, pero sus voces no significan nada para la eternidad a menos que Dios hable a través de ellos.

B. El mensaje de Dios para Samuel.

1. (10) Samuel responde tal como le dijo Elí.

Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

a. Y vino Jehová y se paró, y llamó: Esto parece haber sido audible y como dice que Jehová se paró, puede ser que esta fuera una aparición única de Jehová, tal vez en la persona de Jesús antes de Belén. Esto no fue un sueño ni un estado de conciencia alterada.

2. (11-14) El mensaje de Dios para Samuel: el juicio venidero para Elí y su casa.

Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

a. A quien la oyere, le retiñirán ambos oídos: Dios le dará al joven Samuel noticias espectaculares. En otros lugares del Antiguo Testamento, oídos que retiñen son señal de un juicio especialmente severo (2 de Reyes 21:12, Jeremías 19:3).

b. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre: A través de la palabra del varón de Dios en 1 de Samuel 2:27-36, Elí ya había escuchado el juicio venidero. Esta palabra, dada al joven Samuel, fue una palabra para confirmar el mensaje anterior de Dios.

i. “El Señor le envía un mensaje de advertencia por parte de un niño; porque Dios tiene muchos mensajeros”. (Spurgeon)

c. Por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios: Elí sabe de esta iniquidad por su propia observación y por los informes del pueblo, pero especialmente porque Dios la dio a conocer por el mensaje del varón de Dios.

d. Y él no los ha estorbado: La responsabilidad de Elí de refrenar a sus hijos no era solo, ni siquiera principalmente, porque él fuera su padre. Eran hijos adultos, que ya no estaban bajo la autoridad de Elí como lo estaban cuando eran más jóvenes. La principal responsabilidad de Elí de refrenar a sus hijos era como su “jefe”, porque él era el sumo sacerdote y sus hijos eran sacerdotes bajo su supervisión. Sin embargo, la indulgencia de Elí hacia sus hijos como jefe estaba sin duda relacionada con su anterior indulgencia hacia ellos como padre.

e. La iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás: ¡Qué condena tan terrible! Dios está diciendo “es demasiado tarde. Ahora la oportunidad de arrepentirse ha pasado. El juicio está sellado”.

i. Probablemente, el juicio declarado por el varón de Dios en 1 de Samuel 2:27-36 era una advertencia, que invitaba al arrepentimiento. Pero como no hubo arrepentimiento, Dios confirmó su mensaje de juicio a través de Samuel. O tal vez Elí había estado rogando a Dios para que detuviera su juicio, y esta era la respuesta de Dios a esos ruegos.

ii. ¿Podemos llegar alguna vez a un sitio donde nuestro pecado no pueda ser expiado jamás? Solo si rechazamos el sacrificio de Jesús por nuestros pecados. Como dice Hebreos 10:26, si rechazamos la obra de Jesús por nosotros, ya no queda más sacrificio por los pecados.

3. (15-18) Samuel le dice a Elí el mensaje de Dios.

Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí. Llamando, pues, Elí a Samuel, le dijo: Hijo mío, Samuel. Y él respondió: Heme aquí. Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo. Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.

a. Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana: Por supuesto, no durmió para nada. Vemos al joven Samuel acostado en su cama, con los oídos retiñéndole por el mensaje de Dios, preguntándose cómo podría decirle a Elí un mensaje de juicio tan fuerte (Samuel temía descubrir la visión a Elí).

b. Y abrió las puertas de la casa de Jehová: Probablemente, éste era uno de los deberes de Samuel como siervo del tabernáculo.

c. Hijo mío, Samuel: Elí no había sido un buen jefe, ni un buen padre, para Ofni y Finees. Pero Samuel vino a él como una “segunda oportunidad”, y Elí hizo un mejor trabajo al criar a Samuel que el que había hecho con sus hijos de nacimiento.

d. ¿Qué es la palabra que te habló? Elí tenía una idea de cuál era el mensaje que Dios le había dado a Samuel. Gentilmente, él toma la iniciativa y le pregunta a Samuel, sabiendo que sería difícil para el joven decirle.

i. Elí le dejó claro a Samuel que él tenía la responsabilidad de llevar el mensaje, incluso si eran malas noticias. Con una amenaza como así te haga Dios y aun te añada, Samuel fue apropiadamente motivado a decirle todo a Elí.

ii. Elí era admirable, porque estuvo dispuesto a ser enseñado por una fuente inesperada, quiso escuchar las malas noticias de su condición, y quiso escuchar todo el mensaje de Dios.

e. Y Samuel se lo manifestó todo: ¡Qué difícil es llevar un mensaje de juicio! Tal vez haya unos cuantos con corazones duros (como Jonás) que se alegren de anunciar el juicio de Dios, pero la mayoría lo encuentran difícil. Sin embargo, siempre es la responsabilidad del mensajero de Dios decir todo lo que Dios dice, no solo las palabras “fáciles”.

f. Jehová es; haga lo que bien le pareciere: Es difícil saber si la respuesta de Elí fue piadosa o fatalista. Siempre debemos someternos a la vara de corrección de Dios. Sin embargo, esta sumisión no es totalmente pasiva. También es activa en el arrepentimiento y en hacer lo que uno puede para cultivar un arrepentimiento piadoso.

C. Samuel madura y es establecido como profeta.

1. (19-20) Samuel crece y madura física y espiritualmente.

Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová.

a. Jehová estaba con él: Nada se compara a esto, tener y saber que tienes a Jehová contigo. El cristiano puede saber que Dios está con ellos: Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31).

b. No dejó caer a tierra ninguna de sus palabras: Esto significa que todas las profecías de Samuel se cumplieron, y fue conocido que eran verdaderas palabras de Dios. Por lo tanto, todo Israel. . . conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová.

i. Desde los días de Moisés (unos 400 años antes de la época de Samuel) no hubo muchos profetas en Israel, y ciertamente no hubo grandes profetas. En este momento importante de la historia de Israel, Dios levantó a Samuel como profeta.

ii. Al llegar a este lugar en la historia de Israel, Samuel es con justa razón considerado el último juez y el primer profeta de Israel. Samuel es el puente entre el tiempo de los jueces, y el tiempo de la monarquía donde los profetas (como Natán, Elías e Isaías) influyeron espiritualmente en la nación.

c. Desde Dan hasta Beerseba es una forma de decir “desde la parte más al norte de Israel hasta la parte más al sur.” Lleva una idea similar a decir en los Estados Unidos, “desde Nueva York hasta California”.

2. (21) La palabra de Jehová llega a Samuel.

Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.

a. Jehová volvió a aparecer en Silo: ¿Cuándo apareció Jehová por primera vez en Silo? Sabemos que se le apareció a Samuel en 1 de Samuel 3:10. Ahora, de una manera no descrita, Jehová se vuelve a aparecer.

b. Jehová se manifestó. . . por la palabra de Jehová. Dios se manifiesta a través de su palabra. Donde quiera que Dios se esté moviendo, el se manifestará por la palabra de Jehová.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

© Copyright 2018 - Enduring Word       |      Site Hosted & Maintained by Local View Marketing    |    Privacy Policy