1 de Samuel 21




1 Samuel 21 – David en Nob y en Gat

A. David se encuentra con el sacerdote Ahimelec en Nob.

1. (1-2) David, huyendo de Saúl, llega a la ciudad de Nob.

Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo? Y respondió David al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado; y yo les señalé a los criados un cierto lugar.

a. Al sacerdote Ahimelec: En las inciertas circunstancias en las que se encontraba, David fue al lugar correcto – la casa de Jehová.

b. Y se sorprendió Ahimelec de su encuentro: A Ahimelec le pareció inusual que un hombre prominente como David deambulara solo por las aldeas de Judá. A Ahimelec le hizo pensar que algo andaba mal, así que le preguntó a David: “¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo?“.

i. Parece que Ahimelec no sabía nada del conflicto entre David y Saúl. Le pareció extraño y peligroso que David viajara solo. Además, podemos imaginarnos que David se veía cansado, desgastado, desaliñado, y probablemente se veía como si hubiera estado llorado mucho.

c. El rey me encomendó un asunto: Esto era una completa mentira. David fue a la casa de Jehová, pero mintió para protegerse. David elaboró su mentira cuando puso falsas palabras en la boca de Saúl para establecer un ambiente de discreción (nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío) y cuando hizo referencia a “los criados” (David estaba totalmente solo).

i. De muchas maneras, podemos entender por qué David mintió e incluso podemos simpatizar con él. Muchos de nosotros hubiéramos hecho lo mismo o algo peor en la misma situación. Al mismo tiempo, David llegaría a lamentar horriblemente esta mentira (como se cuenta en 1 Samuel 22:22).

ii. “Algunos intentan justificar la mentira de David aquí: pero eso no puede ser. Las consecuencias de ella fueron muy tristes. . . y después hicieron que su alma se derritiera de mucha pesadumbre”. (Trapp)

2. (3-6) David pide y recibe pan sagrado.

Ahora, pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas. El sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado; pero lo daré si los criados se han guardado a lo menos de mujeres. Y David respondió al sacerdote, y le dijo: En verdad las mujeres han estado lejos de nosotros ayer y anteayer; cuando yo salí, ya los vasos de los jóvenes eran santos, aunque el viaje es profano; ¿cuánto más no serán santos hoy sus vasos? Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová, para poner panes calientes el día que aquéllos fueron quitados.

a. Dame cinco panes: Cuando David llegó al tabernáculo en Nob estaba hambriento y sabía que necesitaría comida para el momento y para después.

b. No tengo pan común a la mano, solamente tengo pan sagrado: El tabernáculo de Jehová tenía una mesa que contenía doce hogazas de pan, que simbolizaban la comunión continua de Dios con Israel.

i. La importancia y el significado del pan se encuentra en su nombre. Literalmente, pan de la proposición significa “pan de los rostros”. Es un pan asociado con, y para ser comido ante, el rostro de Dios. F.B. Meyer llama al pan de la proposición “pan de la presencia”. Comer el pan de la proposición era comer el pan de Dios, en la casa de Dios, como amigo e invitado de Jehová, disfrutando de Su hospitalidad. En esa cultura, comer juntos formaba un vínculo de amistad que era permanente y sagrado.

ii. El pan de la proposición debía ser siempre fresco. Ahimelec le daría a David los panes viejos, los cuales habían sido quitados de la presencia de Jehová, para poner panes calientes el día que aquéllos fueron quitados. Dios quiere que nuestra comunión con él, nuestro tiempo ante su rostro, sea fresco.

c. Si los criados se han guardado a lo menos de mujeres: El pan de la proposición no debía ser tratado a la ligera. De hecho, debía ser comido por los sacerdotes: Y será de Aarón y de sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo (Levítico 24:9). Si bien este pasaje de Levítico no dice específicamente que solo los sacerdotes pueden comer el pan de la proposición, establece el principio de que debe considerarse santo y no puede distribuirse de manera casual. Así que Ahimelec le pidió a David un nivel básico de limpieza ceremonial antes de darle el pan de la proposición.

d. En verdad las mujeres han estado lejos de nosotros: David actuaba como si viajara con un grupo. Lo que dijo era cierto de sí mismo, pero no había nadie más viajando con él.

e. Así el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los panes de la proposición: Al darle el pan a David, Ahimelec rompió con una tradición sacerdotal pero no con la palabra de Dios. Él entendía que la necesidad humana era más importante que una observancia levítica.

i. Cuando los discípulos de Jesús fueron criticados por romper con la costumbre religiosa al arrancar espigas en el día de reposo para comer, Jesús usó lo que hizo Ahimelec para explicar el asunto (Mateo 12:1-8). Jesús aprobó lo que hizo Ahimelec y le dio honor al defender su forma de actuar.

ii. El punto con Ahimelec y Jesús es poderoso: las tradiciones humanas nunca son más importantes que la Palabra de Dios misma. Si Dios hubiera dicho, “Sólo los sacerdotes pueden comer este pan”, hubiera sido diferente. Pero Dios nunca dijo eso. Agregar el sólo ahí parecía lógico, pero era agregarle algo a la Palabra de Dios. Nunca debemos elevar nuestra extensión o aplicación de la palabra de Dios al mismo nivel que la Palabra de Dios misma.

3. (7-9) David recibe una espada, y es visto por uno de los oficiales reales de Saúl.

Y estaba allí aquel día detenido delante de Jehová uno de los siervos de Saúl, cuyo nombre era Doeg, edomita, el principal de los pastores de Saúl. Y David dijo a Ahimelec: ¿No tienes aquí a mano lanza o espada? Porque no tomé en mi mano mi espada ni mis armas, por cuanto la orden del rey era apremiante. Y el sacerdote respondió: La espada de Goliat el filisteo, al que tú venciste en el valle de Ela, está aquí envuelta en un velo detrás del efod; si quieres tomarla, tómala; porque aquí no hay otra sino esa. Y dijo David: Ninguna como ella; dámela.

a. Doeg, edomita: Nos encontramos con un personaje al que veremos otra vez más adelante. Doeg era el principal de los pastores de Saúl y no era israelita sino edomita.

i. Principal de los pastores: la palabra traducida como principal significa poderoso, pero también puede ser usada como violento u obstinado. Doeg mostraría ser un hombre violento y obstinado.

ii. Detenido delante de Jehová: Por lo que vemos de Doeg y su carácter, es difícil pensar que realmente estaba realizando asuntos espirituales ante Jehová en el tabernáculo. Probablemente estaba cumpliendo algún requisito ceremonial relacionado con su trabajo para el rey de Israel.

b. ¿No tienes aquí a mano lanza o espada? Podemos entender por qué David quería un arma y por qué la pidió. Pero también es triste que David continuara con su mentira sobre estar bajo la orden del rey. David está tratando desesperadamente de evitar la orden del rey porque en ese momento, la orden del rey era matar a David.

i. Considerando cual era la orden del rey, David dijo la verdad cuando dijo que “la orden del rey era apremiante“. Eso era verdad, pero no en el sentido en que David lo dijo.

ii. “Es doloroso hasta el último grado ver a alguien cuya fe se elevó a una altura tan elevada en el encuentro con Goliat, bajar de esa noble elevación, para encontrarlo recurriendo, para protegerse, a las mentiras y artificios de un impostor”. (Balikie)

c. La espada de Goliat: David se alegró de tener una buena arma (Ninguna como ella). Mientras David sostenía la espada, debió haber recordado cómo llegó a ganarla. No lo había hecho con mentiras y medias verdades. Lo había hecho con una osada confianza en Dios, una confianza que le creía a Dios y que confiaba en Él para resolver las consecuencias.

i. David puede tener la espada de Goliat en su arsenal, pero estaría mejor equipado si tuviera la fe que mató a Goliat. ¿Está ahora David confiando más en una espada filistea que en las herramientas de un pastor? No había nada de malo con la espada de Goliat – Jehová la usó antes (1 Samuel 17:51), pero sólo en el contexto de una fe radical.

ii. “David perdió la confianza en Dios y en el cumplimiento del propósito de Dios para su vida que le había sido revelado. Fue a la casa de Dios en busca de consuelo, ayuda y guía, pero se detectó que estaba equivocado en su alma. En lugar de reconocer la verdad al único que podía ayudarlo y confesar que había estado mintiendo, volvió a huir por su vida”. (Redpath)

d. Ninguna como ella; dámela: Saber que algo es preciado y maravilloso nos hace desearlo. Estar un tiempo de prueba o estrés nos hace desear lo maravilloso aún más. Si esto era cierto de la espada de Goliat, es aún más cierto de la espada del Espíritu, la Palabra de Dios. Siempre deberíamos decir de la Palabra de Dios, “dámela“.

i. “Hay algunos que se han inclinado a deshacerse de la Palabra de Dios. Bueno, si ellos la desechan, ‘Dénmela a ‘. Hay algunos que quieren ponerla sobre un estante, como algo que ya ha visto sus mejores días. Ellos asumen que la vieja espada está oxidada y desgastada, pero nosotros podemos decir, ‘Ninguna como ella; ¡dámela!'”. (Spurgeon)

B. David en Gat.

1. (10) David huye a Gat.

Y levantándose David aquel día, huyó de la presencia de Saúl, y se fue a Aquis rey de Gat.

a. Y levantándose David aquel día, huyó: El intento de David de protegerse con mentiras inteligentes en lugar de confiar en que Dios lo protegería no produjo resultados duraderos. Tuvo que huir.

b. Se fue a Aquis rey de Gat: David ahora estaba entre los filisteos. Debe haber estado desanimado o engañado para pensar que podía encontrar un refugio tranquilo entre los enemigos de Israel – especialmente si iba cargando la espada de Goliat con él en el pueblo natal de éste.

i. No tenía sentido que el hombre que llevaba la espada de Goliat fuera al pueblo natal de Goliat (1 Samuel 17:4). No tenía sentido que el hombre que había sido sostenido por el pan sagrado de Dios encontrara refugio entre los paganos. No tenía sentido que el hombre conforme al corazón de Dios cambiará su dirección a Gat.

2. (11-12) El aprieto de David en Gat.

Y los siervos de Aquis le dijeron: ¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿no es éste de quien cantaban en las danzas, diciendo: Hirió Saúl a sus miles, Y David a sus diez miles? Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor de Aquis rey de Gat.

a. ¿No es éste David, el rey de la tierra? Los filisteos de Gat reconocían a David como el rey de la tierra de Israel. Estos hombres impíos entendían mejor el destino de David que el rey Saúl.

b. ¿No es éste de quien cantaban en las danzas: La canción y la danza sobre David que recorrían la nación de Israel (1 Samuel 18:6-7) también eran populares entre los filisteos. Si antes no lo sabía, David ahora se da cuenta de que la fama realmente tiene un costo.

c. Y David puso en su corazón estas palabras, y tuvo gran temor: David sabía que había sido descubierto y entendía que el rey Aquis no dejaría ir al hombre que mató a Goliat.

i. Las palabras de David en el Salmo 56 nos ayudan a entender lo que sucedió aquí. El título del Salmo lo identifica como la canción que escribió cuando los filisteos lo capturaron en Gat. Aparentemente, aunque 1 Samuel 21 no lo detalla, los filisteos capturaron a David cuando llegó a Gat. David pensó que podría encontrar anonimato o simpatía entre los filisteos impíos en Gat, pero estaba equivocado. El Salmo 56 describe el viaje de David del miedo a la alabanza como prisionero en Gat.

ii. El Salmo 56 muestra que el desliz que empezó en el camino desde Jonatán y continuó hasta Gat ahora se detiene. David está en terreno elevado una vez más. Esta fue la diferencia entre David y Saúl. Ambos se tropezaron, pero Saúl continuó haciéndolo, mientras que David se volvió a Jehová

3. (13-15) Para escapar, David finge locura.

Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba. Y dijo Aquis a sus siervos: He aquí, veis que este hombre es demente; ¿por qué lo habéis traído a mí? ¿Acaso me faltan locos, para que hayáis traído a éste que hiciese de loco delante de mí? ¿Había de entrar éste en mi casa?

a. Se fingió loco entre ellos: David actuó de una manera extraña, rasguñando las puertas de la entrada y dejando correr la saliva por su barba. Fue como si David tirara espuma por la boca.

i. Básicamente, David se humilló delante de los filisteos y actuó como un demente. La saliva en su barba fue especialmente convincente, porque los hombres en esa cultura consideraban esto como algo que sólo un hombre fuera de sus cabales permitiría. “Una indignidad a la barba se consideraba un insulto intolerable y una persona normal no lo habría permitido”. (Jamieson, Fausset, y Brown)

b. Este hombre es demente; ¿por qué lo habéis traído a mí? El plan de David funcionó, Aquis decidió que después de todo, este no era David, o si lo era, era un espécimen tan patético que bien podía dejarlo ir.

i. ¿Andaba David en el Espíritu o en la carne cuando fingió locura? Algunos comentaristas creen que David estaba en la carne y confiando en sí mismo. Pero el cambio del Salmo 56 sucedió antes de que David escapara, y tiene sentido que Jehová guiara a David a tomar una ruta de escape que lo humillaría. Cuando David intentó protegerse con mentiras e intentó encontrar refugio entre los impíos, realmente estaba actuando como un loco. Cuando David se arrepintió, pidió misericordia y confió en Jehová una vez más, fue como si Jehová hubiera dicho, “Has estado actuando como un demente. Sigue actuando así y te sacaré de esta”.

c. El Salmo 34 es la declaración de gozo de David cuando escapó de Gat con vida. El Título del Salmo 34 dice, Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.

i. El Salmo 34 empieza maravillosamente: Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca. En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán. Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre. Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. (Salmos 34:1-4). David estaba lleno de gratitud hacia Dios.

ii. David está especialmente gozoso porque Jehová lo libró de un desastre que el mismo David provocó. La maravillosa bondad de Jehová se muestra cuando nos libera cuando realmente no lo merecemos.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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