1 de Samuel 28




1 Samuel 28 – Saúl y la Adivina de Endor

Los primeros dos versículos de 1 de Samuel 27 se conectan con el capítulo anterior, por lo que son examinados en el comentario sobre 1 de Samuel 27.

A. La angustiante situación de Saúl.

1. (3-5) El temor de Saúl ante el ataque de los filisteos.

Ya Samuel había muerto, y todo Israel lo había lamentado, y le habían sepultado en Ramá, su ciudad. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos. Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem; y Saúl juntó a todo Israel, y acamparon en Gilboa. Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera.

a. Ya Samuel había muerto: La muerte de Samuel se informó originalmente en 1 Samuel 25:1. Aquí, el hecho se menciona nuevamente para enfatizar el vacío espiritual dejado por la partida de Samuel.

b. Y Saúl había arrojado de la tierra a los encantadores y adivinos: Para su crédito, Saúl obedeció los mandamientos de la Ley mosaica de expulsar a los que practicaban las artes ocultistas. Dios ordenó que los encantadores y adivinos (los que pueden o afirman estar en contacto con los seres muertos y espirituales) no deben tener lugar entre Su pueblo en pasajes como Levítico 19:31, 20:6, 27 y en Deuteronomio 18:9-14. Saúl hizo esto en sus primeros días cuando todavía estaba influenciado por el liderazgo de Samuel.

i. Cosas como las cartas del tarot, los que leen las palmas de las manos, los horóscopos y las tablas Ouija son intentos modernos de practicar ciertas formas de espiritismo. Son vínculos peligrosos con lo demoníaco, incluso si se llevan a cabo con un espíritu de diversión. Los cristianos no deben tener nada que ver con las artes o prácticas ocultistas.

c. Se juntaron, pues, los filisteos, y vinieron y acamparon en Sunem: La geografía de Sunem significa que los filisteos realizaron un ataque agresivo contra Saúl e Israel.

i. “Sunem, en el valle de Jezreel, estaba a unas veinte millas al norte de Afec, la ciudad filistea más al norte. El hecho de que los filisteos hubieran penetrado tan lejos, da una indicación de su dominio sobre el reino de Saúl y de su intención de avanzar más hacia el este hasta el Jordán”. (Baldwin)

d. Y cuando vio Saúl el campamento de los filisteos, tuvo miedo, y se turbó su corazón en gran manera: Mucho antes de su espiral descendente, cuando Saúl aún caminaba en el Espíritu, era un hombre de gran valor (como en 1 de Samuel 11:6-11). Saúl comenzó a perder su valor cuando el Espíritu se apartó de él (1 de Samuel 16:14) y ahora, después de la muerte de Samuel, su valor parece haber desaparecido casi por completo.

2. (6) Dios no quiere hablar con Saúl.

Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

a. Y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió: Saúl estaba en una terrible posición. Los filisteos amenazaban, el valor de Saúl fallaba y ahora Dios permanecía en silencio cuando Saúl lo buscaba. Saúl esperaba que Dios le hablara a través de sueños, pero Dios permanecía en silencio. Esperaba que Dios le hablara a través del Urim, pero Dios permanecía en silencio. Quería escuchar a Dios a través de profetas, pero Dios no quería hablar con Saúl.

b. Jehová no le respondió: Este silencio demuestra que Dios no siempre responderá a cualquiera que lo busque; no cuando la persona esté en una posición de juicio como lo estaba Saúl. El rey Saúl había rechazado y seguía rechazando la voluntad de Dios revelada con anterioridad. Dado que a Saúl no le importaba obedecer a Dios en lo que ya sabía, Dios no le daría a conocer nada más.

i. Por lo menos, Saúl sabía que Dios no lo quería cazado a David con la esperanza de matarlo. Saúl lo menciona en pasajes como 1 de Samuel 24:16-20 y 26:21. Sin embargo Saúl desechó lo que sabía que era la voluntad de Dios respecto a este asunto. Si queremos que Dios nos guíe, debemos seguir la guía que ya hemos recibido de él.

ii. Cuando rechazamos la palabra de Jehová aún podemos sentirnos consolados por el hecho de que Él nos habla. A medida que continuamos rechazando Su palabra, puede que deje de hablarnos – y perderemos incluso ese consuelo.

B. Saúl consulta a una adivina.

1. (7-8) Saúl busca a una adivina.

Entonces Saúl dijo a sus criados: Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte. Y sus criados le respondieron: He aquí hay una mujer en Endor que tiene espíritu de adivinación. Y se disfrazó Saúl, y se puso otros vestidos, y se fue con dos hombres, y vinieron a aquella mujer de noche; y él dijo: Yo te ruego que me adivines por el espíritu de adivinación, y me hagas subir a quien yo te dijere.

a. Buscadme una mujer que tenga espíritu de adivinación, para que yo vaya a ella y por medio de ella pregunte: No era sencillo encontrar a una adivino en medio de la tierra de Israel porque Saúl los había expulsado anteriormente de la tierra. Así que Saúl le pidió a su personal que le encontrara uno y ellos le sugirieron a una mujer en la ciudad de Endor.

i. Tradicionalmente esta mujer es conocida como la hechicera de Endor. Tal vez sea apropiado llamarla hechicera, pero es más apropiado llamarla adivina o nigromante – alguien que hace contacto con los muertos. La palabra hebrea para espíritu de adivinación es owb, y lleva la idea de “farfullar” o hablar con un sonido extraño y hueco – como si uno se “sintonizara”, con una persona muerta hablando a través de ellos. La palabra hebrea lleva en mente el sonido que realiza el canal mientras hablan. La palabra utilizada en inglés medium tiene en mente el concepto de un canal – se encuentran entre el mundo de los vivos y los muertos y se comunican entre los dos mundos.

ii. “Endor estaba a sólo una corta distancia, al norte de la colina de Moré, y era accesible a pesar de las fuerzas filisteas cercanas” (Baldwin). Endor estaba “localizado cuatro millas al noroeste de Sunem y por lo tanto peligrosamente cerca de donde acampaban los filisteos”. (Youngblood)

b. Y se disfrazó Saúl. . . y se fue: Cuando Saúl buscó a la adivina trajo sobre sí una maldición. Dios dijo en Levítico 20:6: La persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.

c. Y me hagas subir a quien yo te dijere: Saúl le pediría a la adivina que lo comunicara con el fallecido profeta Samuel. Él hizo esto porque quería saber lo que Dios podía decirle. Saúl es como un hombre que va a que le lean las manos para escuchar la voluntad de Dios.

i. Esto muestra la profundidad de lo alejado que estaba Saúl de Dios y como afectó a su mente. Obviamente aquí no está pensando con claridad. Una vez que Saúl rechazó la verdad, era probable que cayera en el engaño más tonto.

2. (9-10) Saúl responde a las sospechas de la adivina.

La mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? Entonces Saúl le juró por Jehová, diciendo: Vive Jehová, que ningún mal te vendrá por esto.

a. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? La adivina se preguntaba si esta era una operación “encubierta” del gobierno; pero Saúl le aseguró – jurando por el nombre de Jehová, no menos – que no sería castigada.

b. Saúl le juró por Jehová: El juramento de Saúl por el nombre de Jehová nos recuerda que la jerga espiritual no significa nada. Tan cierto como que vive Jehová, Saúl estaba en total desobediencia y oscuridad. Esta es la última vez que Saúl usa el nombre de Jehová en el libro de 1 de Samuel y lo usó para jurarle a una adivina que no sería castigada.

3. (11-14) Para sorpresa de la adivina, Samuel aparece.

La mujer entonces dijo: ¿A quién te haré venir? Y él respondió: Hazme venir a Samuel. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz, y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra. El le dijo: ¿Cuál es su forma? Y ella respondió: Un hombre anciano viene, cubierto de un manto. Saúl entonces entendió que era Samuel, y humillando el rostro a tierra, hizo gran reverencia.

a. Hazme venir a Samuel: ¿Por qué quería Saúl ver a Samuel? Considerando las veces que Samuel reprendió fuertemente a Saúl (como en 1 Samuel 15:22-29), podríamos pensar que Samuel era la última persona que Saúl querría ver. Probablemente, Saúl quería recordar sus “buenos tiempos” con Samuel, cuando el profeta era su guía y mentor (1 Samuel 9:25-26).

i. En medio de su pecado, depresión e influencia demoníaca, Saúl olvidó que Samuel fue de hecho su adversario cuando cayó en pecado (1 Samuel 13:13-14 y 15:22-29).

b. Y viendo la mujer a Samuel, clamó en alta voz: La adivina probablemente se impactó tanto porque en realidad ella era un fraude y la mayoría de sus tratos con el mundo espiritual eran simples trucos. Ahora Samuel realmente apareció del mundo del más allá y ella se sorprendió por completo de tener un verdadero encuentro con el reino espiritual.

i. Además, podemos decir que esta adivina estaba familiarizada con la presencia de espíritus demoniacos, pero la presencia del Espíritu Santo probablemente le era desconocida. La santa presencia del Espíritu Santo puede haberle parecido aterradora. “Los indicios son que este fue un evento extraordinario para ella y aterrador porque ella no tenía el control”. (Baldwin)

c. Y habló aquella mujer a Saúl, diciendo: ¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl: La adivina también se sorprende porque ahora sabía que practicaba su oficio ante el mismo rey que expulsó a todos los adivinos y espiritistas de Israel. Tenía motivos para tener miedo tanto de la presencia espiritual real que vio, como del rey que estaba a su lado.

i. No se nos dice cómo es que la adivina supo que era Samuel. Tal vez haya sido algo que dijo Samuel cuando recién apareció. Podría haber sido una palabra de conocimiento sobrenatural, comunicada a ella ya sea por Dios o por el mundo de los demonios.

d. Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra: La palabra hebrea para “dioses” es en realidad la palabra elohim – que literalmente significa “dioses”, pero con frecuencia se aplicaba para el Dios Único en forma plural. Esto indica la verdad de la Trinidad y la grandeza de Dios, que se indica en hebreo mediante la forma plural. Cuando la adivina dijo que vio un elohim, ella no se refería a que había visto al Único Dios verdadero ni tampoco estaba deificando a Samuel. Más bien, hablando desde su propio contexto pagano, ella llamó a esta aparición de Samuel un elohim porque eso era lo que parecía ser en su vocabulario pagano. Fue solo ella quien llamó a Samuel un elohim.

i. “Ella usa el número plural, dioses, ya sea a la manera del idioma hebreo, que comúnmente usa esa palabra de una persona; o según el idioma y la costumbre de los paganos”. (Poole)

e. Saúl entonces entendió que era Samuel: De cualquier forma, Samuel apareció, era visible tanto para la adivina como para Saúl. Esta no fue una aparición a través de una “bola de cristal” que sólo la adivina podía fingir ver. Ni tampoco fue una “voz en la oscuridad” como en una sesión espiritista. Esta fue una aparición real de Samuel.

f. Era Samuel: Este extraño incidente es controvertido y se han utilizado varios enfoques diferentes para entender este pasaje. A continuación, se muestran cuatro de las posibilidades sugeridas con más frecuencia.

i. Algunos creen que esta fue una alucinación de la adivina. Pero no tiene sentido porque no explica por qué la adivina estaba tan aterrorizada. Tampoco explica cómo es que Saúl vio a Samuel ni como es qué Samuel le habló a Saúl, no a la adivina.

ii. Algunos creen que este fue un engaño de la adivina. Pero ésta tampoco es una explicación adecuada, por las mismas razones dadas en la sugerencia anterior.

iii. Algunos creen que esta fue una imitación demoniaca de Samuel. Es posible que la adivina, con sus poderes ocultistas, convocara a un espíritu demoníaco que la engañó tanto a ella como a Saúl. Pero esta sugerencia también es inadecuada, porque no habla del tema del motivo. Después de todo, ¿qué ventaja obtiene Satanás con las palabras de “Samuel” a Saúl?

iv. Algunos creen que ésta fue una aparición genuina (aunque extraña) de Samuel. Esta es la mejor explicación porque está respaldada por la reacción de la adivina, que obtuvo más de lo que esperaba. También es respaldada por la verdad de lo que dijo Samuel (y el texto dice que Samuel lo dijo). Algunos pueden decir que es imposible que Samuel reaparezca de alguna manera, viniendo del mundo más allá de regreso a este mundo. Pero Moisés y Elías también vinieron del mundo más allá de regreso a este mundo cuando aparecieron con Jesús en la Transfiguración (Mateo 17:3).

v. Clarke comparte un valioso punto adicional: “Yo creo que la mujer de Endor no tenía poder alguno sobre Samuel; y que ningún encantamiento puede ser utilizado sobre un santo de Dios que ya ha partido, ni tampoco sobre ningún espíritu humano incorpóreo”. Samuel realmente vino, pero no porque la adivina lo llamó. Samuel apareció porque Dios tenía un propósito especial para ello.

g. Era Samuel: Dios permitió esta extraña aparición de Samuel porque logró dos cosas. Confirmó de nuevo el juicio venidero sobre el rey Saúl de una manera dramática y le enseñó a la adivina una poderosa lección sobre el peligro de las prácticas ocultistas.

i. “Yo creo que ciertamente Samuel se le apareció a Saúl; y que fue enviado por una misericordia especial de Dios para advertir a este obsesionado rey de su muerte inminente, para que tuviera una oportunidad de hacer las paces con su Creador”. (Clarke)

ii. Cuando cerramos nuestros oídos a Dios, ´Él encontrará maneras inusuales – y tal vez incómodas – de hablarnos. “No hay duda de que se apareció a Saúl, pero no vino en respuesta a su llamado. Fue enviado por Dios, con el expreso propósito de reprender a Saúl por su profana relación con estas cosas malignas y para pronunciar su perdición”. (Morgan)

C. Samuel habla a Saúl.

1. (15-18) Samuel le dice al rey Saúl por qué Jehová no le habla.

Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer. Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? Jehová te ha hecho como dijo por medio de mí; pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. Como tú no obedeciste a la voz de Jehová, ni cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy.

a. ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Las palabras de Samuel estarían en la boca de cualquiera que dejara el lugar de consuelo y bendición en el mundo del más allá para regresar a la tierra. Samuel preferiría estar de regreso donde estaba.

i. Esta es una indicación para nosotros de la realidad del mundo del más allá. Aunque había pasado de este mundo, Samuel estaba en un lugar real, viviendo una existencia real.

ii. Propiamente hablando, Samuel no estaba en el cielo. Jesús explicó en la historia del hombre rico y Lázaro (Lucas 16:19-31) que antes de la obra consumada de Jesús en la cruz, los muertos creyentes iban a un lugar de consuelo y bendición conocido como el Seno de Abraham. Cuando Jesús terminó su obra en la cruz, se pagó la pena del pecado por estos creyentes que habían fallecido y entonces fueron llevados al cielo.

b. Estoy muy angustiado: Saúl le explicó su problema a Samuel. Primero, los filisteos pelean contra mí. Pero mucho peor que eso es el hecho de que Saúl sabe que Dios se ha apartado de mí, y no me responde más. Saúl entonces revela por qué hizo llamar a Samuel: para que me declares lo que tengo que hacer.

i. Dios se ha apartado de mí: “Dios nunca se aparta de un hombre hasta que el hombre se ha apartado de Él. Entonces, en aras de la justicia, Dios está en contra de ese hombre”. (Morgan)

ii. Que tengo que hacer: “Saúl está pidiendo guía cuando su curso de acción es obvio: tiene que luchar contra los filisteos. Lo que realmente quiere es tener la seguridad de que todo estará bien y de que ganará la batalla”. (Baldwin)

c. ¿Y para qué me preguntas a mí, si Jehová se ha apartado de ti y es tu enemigo? Samuel estaba del lado de Jehová, así que si Jehová no le decía a Saúl lo que quería, no tenía ninguna razón para creer que Samuel se lo diría. Tal vez Saúl seguía buscando, con la esperanza de que las noticias mejoraran, pero nunca sucedió.

d. Como dijo por medio de mí. . . la voz de Jehová: Básicamente, Samuel confirmó lo que Dios ya le había dicho a Saúl. El mensaje de Jehová para Saúl es inquietantemente consistente, sin importar la extraña manera que Dios elija para llevar el mensaje.

i. La prueba para cualquier “encuentro espiritual” o “revelación angelical” es su fidelidad al mensaje bíblico. No importa qué tipo de encuentro impresionante tenga uno con un ser espiritual; incluso si un ángel del cielo (¡o el mismo Samuel!) os anunciare otro evangelio diferente. . . sea anatema (Gálatas 1:8).

e. Como tú no… cumpliste el ardor de su ira contra Amalec, por eso Jehová te ha hecho esto hoy: Samuel hizo que la mente de Saúl volviera a lo que sucedió en 1 de Samuel 15. En ese capítulo, Samuel le dijo a Saúl “Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú… porque no es hombre para que se arrepienta” (1 de Samuel 15:28-29). Aparentemente, en los quince años que habían pasado aproximadamente desde los eventos de 1 de Samuel 15, Saúl pensó que tal vez Jehová había cambiado de opinión. Samuel le dijo a Saúl que Jehová no había cambiado de parecer en absoluto.

i. Samuel deja claro su punto cuando cita el pasaje de 1 de Samuel 15:28-29 con estas palabras: pues Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David. El mensaje de Dios para Saúl no cambió desde el tiempo en que lo dio hasta el tiempo en que sería cumplido. Tal vez Saúl pensó que el tiempo cambiaría a Dios de opinión; pero el tiempo nunca cambia la manera de pensar de Dios. Nuestro arrepentimiento y quebrantamiento genuino tal vez cambien la opinión de Dios, pero el tiempo nunca.

ii. Cuando la adivina vio a Samuel, dijo que estaba cubierto de un manto. Ese manto era probablemente el manto de Samuel, que lo identificaba como profeta y sacerdote. En 1 de Samuel 15:27, cuando Samuel anunció que Dios le arrebataría el trono a Saúl, éste se asió del manto de Samuel en desesperación. La palabra hebrea usada para manto en 1 de Samuel 15:27 (meheel) es la misma usada para manto en 1 de Samuel 28:14. Es probable que cuando Samuel se le apareció a la adivina, usaba el mismo manto rasgado para recordarle a Saúl que Jehová ha quitado el reino de tu mano, y lo ha dado a tu compañero, David.

2. (19) Samuel le habla a Saúl sobre su muerte.

Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.

a. Mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos: Saúl supo por Samuel que moriría al día siguiente. En 1 Samuel 28:15, Saúl pidió saber qué debía hacer. Samuel nunca le dijo que hacer porque era demasiado tarde para hacer algo. Todo lo que Samuel le había dicho estaba por suceder y el juicio de Dios ya estaba en marcha.

i. Antes de este momento, Saúl tuvo mucho tiempo para arrepentirse, pero ahora el tiempo se le ha acabado. Nunca podemos asumir que tendremos todo el tiempo que queramos para arrepentirnos. El deseo y la oportunidad de arrepentirse son regalos de Dios. Si tenemos el deseo y la oportunidad de arrepentirnos hoy, debemos aprovecharlos, porque tal vez no los tengamos mañana.

ii. Mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos no significa que Saúl iría al cielo ni que estaría con los creyentes fallecidos. En la historia que contó Jesús en Lucas es 16:19-31, los muertos benditos y los muertos malditos estaban en la misma área general. Los creyentes fallecidos estaban en el lugar de consuelo conocido como el Seno de Abraham, pero los malditos estaban en un lugar de tormento. Saúl estaría en la misma área general que Samuel, pero no en el mismo lugar específico.

b. Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos. . . tú y tus hijos: Cuando el juicio cayera sobre Saúl también afectaría a las personas alrededor de él. Sus hijos y todo Israel sufrirían.

i. “¿Puede alguien leer esto, considerando debidamente la situación de este desafortunado monarca, el triunfo de los enemigos de Dios y la rápida ruina en la que está a punto de verse envuelto el consagrado Jonatán, sin sentir la más aguda angustia del corazón?”. (Clarke)

D. La reacción de Saúl y su partida.

1. (20) Saúl reacciona con temor y pierde todas sus fuerzas.

Entonces Saúl cayó en tierra cuan grande era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel; y estaba sin fuerzas, porque en todo aquel día y aquella noche no había comido pan.

a. Por las palabras de Samuel: No fue solo que Samuel le dijo a Saúl que moriría o caería en batalla ante los filisteos. Lo peor para Saúl era saber que Jehová era su adversario. No sólo los filisteos estaban contra él, también lo estaba Jehová Dios. Saber esto era más de lo que Saúl podía soportar

2. (21-25) La adivina consuela a Saúl.

Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndolo turbado en gran manera, le dijo: He aquí que tu sierva ha obedecido a tu voz, y he arriesgado mi vida, y he oído las palabras que tú me has dicho. Te ruego, pues, que tú también oigas la voz de tu sierva; pondré yo delante de ti un bocado de pan para que comas, a fin de que cobres fuerzas, y sigas tu camino. Y él rehusó diciendo: No comeré. Pero porfiaron con él sus siervos juntamente con la mujer, y él les obedeció. Se levantó, pues, del suelo, y se sentó sobre una cama. Y aquella mujer tenía en su casa un ternero engordado, el cual mató luego; y tomó harina y la amasó, y coció de ella panes sin levadura. Y lo trajo delante de Saúl y de sus siervos; y después de haber comido, se levantaron, y se fueron aquella noche.

a. Entonces la mujer vino a Saúl, y viéndolo turbado en gran manera: Es una nota triste cuando una practicante del ocultismo consuela al rey de Israel. Pero los dos eran del mismo tipo; cada uno vivía en rebelión a Dios y ambos estaban bajo el juicio de Jehová.

b. Después de haber comido: La cena que comió Saúl esa noche fue como la última comida de un hombre en el corredor de la muerte, que espera su ejecución a la mañana siguiente.

c. Se levantaron, y se fueron aquella noche: Saúl dejó este extraño encuentro resignado con su destino.

i. “La información adicional, de que en veinticuatro horas él y sus hijos estarían muertos, no ayudó en absoluto a su moral. De hecho, habría estado mejor sin ella. No se hizo bien a sí mismo haciendo lo que él había decretado ilegal. La palabra de Dios se mantuvo y no se pudo alterar. Debería haberla creído en lugar de pensar que con más consultas podría revertir su juicio. El Señor no le contestó, porque no había nada más que decir.” (Baldwin)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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