2 Corintios 12




2 Corintios 12 – La fuerza de la gracia en la debilidad

A. La visión de Pablo y el legado de su vida

1. (1-6) Pablo describe su visión a regañadientes

Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí.

a. Vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor: Los «superapóstoles» que estaban entre los corintios cristianos, sin duda, reclamaban muchas experiencias espirituales espectaculares, tales como visiones y revelaciones del Señor. Pablo se había «gloriado de mala gana» desde el último capítulo, así que ahora se gloriará de sus propias visiones y revelaciones del Señor.

i. La renuencia de Pablo está expresada en las primeras palabras de este capítulo: «Ciertamente no me conviene gloriarme». ¡Pablo está cansado de escribir acerca de sí mismo! Él preferiría escribir sobre Jesús, pero la manera de pensar mundana que hacía que los corintios cristianos tuvieran en poco a Pablo, también les hacía que tuvieran en poco a Jesús, aun si no lo percibían así.

b. Visiones y revelaciones: Ya sea que se trate de ángeles, de Jesús, del cielo, o de otras cosas, estas cosas son más comunes en el Nuevo Testamento de lo que pensamos.

· Zacarías, el padre de Juan el Bautista, tuvo la visión de un ángel (Lucas 1:8-23).

· La transfiguración de Jesús es descrita a los discípulos como una visión (Mateo 17:9).

· Las dos mujeres que fueron a visitar la tumba de Jesús tuvieron una visión de ángeles (Lucas 24:22-24).

· Esteban tuvo una visión de Jesús en su muerte (Hechos 7:55-56).

· Ananías tuvo una visión que le decía que fuera a Saulo (Hechos 9:10).

· Pedro tuvo una visión de los animales puros e impuros (Hechos 10:17-19 Y 11:5).

· Pedro tuvo una visión de un ángel durante su liberación de la prisión (Hechos 12:9).

· Juan tuvo muchas visiones en Patmos (Apocalipsis 1:1).

· Pablo tuvo una revelación de Jesús en el camino a Damasco (Hechos 22:6-11 y 26:12-20).

· Pablo tuvo una visión de un hombre de Macedonia, pidiéndole que fuera a la región para que ayudara (Hechos 16:9-10).

· Pablo tuvo una visión de ánimo mientras estaba en Corintio (Hechos 18:9-11).

· Pablo tuvo una visión de un ángel en el barco que estaba a punto de naufragar (Hechos 27:23-25).

i. Así que no deberíamos de sorprendernos si Dios nos habla a través de algún tipo de visión y revelación del Señor. Pero debemos de entender que tales experiencias son subjetivas y propensas a malas interpretaciones y aplicaciones erradas. Además, ya sea que haya beneficios reales en las visiones y revelaciones del Señor, casi siempre están limitadas a la persona que recibe visiones y revelaciones. Debemos de tener cuidado cuando alguien reporta una visión o revelación que tienen en cuanto a nosotros.

ii. «¡Qué tan seguido las personas han querido decirme sobre sus visiones! Y siempre tengo mis sospechas». (Morgan)

c. Conozco a un hombre en Cristo: Pablo describe esta experiencia como si se refiriera a otra persona y no a él mismo (él no dijo: «yo mismo tengo esta experiencia»). Esto hace que algunos crean que se trata de alguien más. Pero, ya que él cambia a la primera persona en el versículo siete, podemos estar seguros de que en realidad escribe sobre sí mismo.

i. ¿Entonces por qué escribe como si estuviera haciendo referencia a otra persona? Porque Pablo, al describir esta notable experiencia espiritual, está describiendo el mismo tipo de cosas de las que los «superapóstoles» se gloriaban entre los corintios cristianos. Cuando describe su humilde experiencia en 2 Corintios 11:23-30, no dudó en escribir en primera persona. Nadie pensaría que se estaba gloriando, como los «superapóstoles» lo harían. Pero aquí, él anda con más cuidado. Pablo hace todo lo que puede para relatar esta experiencia sin traer gloria a sí mismo.

d. Hace catorce años: Esta fecha dada por Pablo no ayuda a esclarecer cuando esto ocurrió, debido a que los eruditos no están de acuerdo en cuanto a cuándo fue escrito 2 Corintios.

i. Sugerencias han sido hechas en cuanto a la experiencia que describe, la cual sucedió durante los diez años que Pablo estuvo en Siria y Cilicia (Gálatas 1:21-2:1), durante su apedreamiento en Listra (Hechos 14:19), o durante su tiempo en Antioquía (Hechos 13:1-3).

ii. Lo importante que se debe notar aquí es que Pablo se mantuvo en silencio durante catorce años, y ahora lo menciona a regañadientes.

e. Si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe: Pablo en realidad no sabe si él estaba en el cuerpo o fuera del cuerpo durante esta visión. Al parecer, en su mente, cualquiera de las dos opciones era posible.

i. Muchos podrían preguntarse, ¿qué fue lo que sucedió en realidad con Pablo? ¿Fue llevado en el cuerpo al cielo, o su espíritu se separó de su cuerpo para ir allí? Todo el punto del mensaje es que si Pablo no lo sabía, nosotros no podemos saberlo. De hecho, Pablo enfatiza este punto al repetir la idea dos veces (en el versículo dos y en el versículo tres). Por lo tanto, las especulaciones en este punto son inútiles. «Si el mismo Pablo no podía decidir, sería ridículo que nosotros lo intentáramos». (Clarke)

f. Fue arrebatado hasta el tercer cielo: El tercer cielo no sugiere distintos «niveles» del cielo (aunque esto era algo que algunos antiguos rabinos creían). Pablo está utilizando una terminología común en aquel tiempo, en el cual se hacía referencia al «cielo azul» como el «primer cielo», el «cielo estrellado» como el «segundo cielo», y «el lugar donde Dios mora y reina», como el «tercer cielo».

i. «En los escritos sagrados solamente tres cielos son mencionados. El primero es la atmósfera []. El segundo es el cielo estrellado [] y, el tercero, el lugar de los benditos, o el trono de la gloria divina». (Clarke)

ii. Así que aquel —al cual entendemos que Pablo fue arrebatado— fueal cielo donde Dios mora. Pablo tuvo una visión o experiencia del trono de Dios, de la misma manera que Isaías (Isaías 6:1) y Juan (Apocalipsis 4:1-2).

g. Fue arrebatado al paraíso: Pablo identifica a este tercer cielo como el paraíso. La palabra «paraíso» es tomada de la palabra persa usada para designar «un jardín cerrado y lujoso», el cual se encuentra solamente entre la realeza del mundo antiguo.

i. Algunos cristianos primitivos erróneamente pensaban que el paraíso era el lugar donde las almas de los creyentes iban después de la muerte para esperar la resurrección. Algunos de ellos (como el antiguo teólogo Orígenes), incluso creían que el paraíso estaba localizado en algún lugar de la superficie de la tierra.

h. Donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar: Al describir esta visión celestial, Pablo no relata nada de lo que él vio, únicamente hace una descripción borrosa de lo que oyó.

i. Cuando pensamos en esto, nos damos cuenta de lo diferente que es Pablo de la mayoría de aquellos que describen sus «visiones» del cielo hoy día. No hay nada de lo que se pueda gloriar, de lo que se pueda exaltar a sí mismo, ni nada loco en la descripción de esta experiencia.

· Pablo esperó 14 años para contar sobre dicha experiencia, y cuando finalmente lo hizo, lo dijo a regañadientes.

· Él hizo todo lo que pudo para relatar la historia sin enfocarse en sí mismo (tal como el escribir en tercera persona).

· Él no se toma la molestia de hacer una descripción despampanante de lo que en realidad experimentó. En lugar de eso, no dice nada de lo que vio; dice que solamente oyó cosas inefables que no le es dado al hombre expresar.

ii. ¿Entonces qué escuchó Pablo? ¡No lo sabemos! Estas eran palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. Dios no quería que nosotros lo supiéramos, así que Él no le dio permiso a Pablo para que hablara.

iii. Sin embargo, algunos comentaristas no se pueden resistir a especular: «Es probable que el apóstol se refiera a alguna comunicación concerniente a la naturaleza divina y a la economía divina, de la cual él solamente debía de hacer un uso general en su predicación y escritura. Sin duda, lo que él aprendió en este tiempo, formó el cimiento de todas sus doctrinas». (Clarke)

i. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades: Pablo dice esencialmente que este hombre «sin nombre», que tuvo esta visión, tenía algo de que gloriarse. Pero el «mismo Pablo» en verdad solamente se podía gloriar en sus debilidades, que es exactamente lo que él hizo en 2 Corintios 11:23-30.

i. Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato: Otra vez, Pablo, marcadamente —y con humor— establece un contraste con los «superapóstoles» que había en medio de los corintios cristianos. Ellos no solamente no dudarían en gloriarse sobre este tipo de visión que Pablo tuvo; ellos escribirían libros, harían cintas y vídeos, ¡y se irían de gira para hablar sobre tal visión! Y si lo hicieran, cada uno sería insensato. Pablo no sería insensato, así que no se gloriaría en esta visión.

ii. Al mismo tiempo, casi podemos tener la sensación de que era importante para Pablo comunicar a los corintios cristianos que en realidad tenía tales experiencias. Muy seguido, es fácil pensar que los únicos que tienen experiencias profundas con Dios son aquellos que se glorían de ellas constantemente. Pablo jamás se glorió como lo hacían los «superapóstoles», pero ciertamente tuvo profundas experiencias con Dios. La prueba de esas profundas experiencias se hallaban en su vida transformada, y en su ministerio poderoso y veraz.

iii. Por lo tanto, Pablo sintió que era importante mencionar esta experiencia, pero no hacer demasiado hincapié en ella. Él no estaba intentando «venderse» a los corintios cristianos. De hecho, él se detiene en cuanto a la descripción (pero lo dejo), porque no quería persuadir a los corintios cristianos para que pensaran que él era otro «superapóstol» (para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí). Si los corintios cristianos pensaban que Pablo era débil y diferente de los «superapóstoles», eso estaba bien para él. Él quería que los corintios cristianos vieran la gloria de Dios expresada en la debilidad, no que lo vieran como alguien «grande», de la manera que los «superapóstoles» decían ser.

j. ¿Por qué le fue dada a Pablo esta visión? Primero, le fue dada para ti y para mí, para que nos pudiéramos beneficiar de lo que el Señor le mostró a Pablo. Segundo, le fue dada debido a lo que Dios le dijo por medio de esta visión, lo cual lo sostuvo a través de todas las pruebas del ministerio, y lo habilitó para dar todo lo que Dios quería de él para todas las generaciones. Esta visión ayudó a que Pablo terminara su curso.

2. (7) La presencia del aguijón de Pablo en la carne

Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;

a. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente: La visión de Pablo era tan impresionante que le hubiera sido fácil el ser exaltado desmedidamente por la grandeza de las revelaciones. Él se pudo haber gloriado en sí mismo, o haber causado que otros se gloriaran en él debido a esta experiencia.

i. Pablo no estaba inmune al peligro del orgullo. Nadie lo está. «Lo mejor de las personas del pueblo de Dios tiene una raíz de orgullo dentro, o una disposición a ser exaltado sin medida, debido a los favores recibidos por parte de Dios, los cuales no son comunes a otros». (Poole)

b. Me fue dado un aguijón en mi carne: Para prevenir que se exaltase desmedidamente, a Pablo se le dio un aguijón. En esto, Pablo revela la razón para contar su visión celestial: no para gloriarse en sí mismo, sino para explicar este aguijón en mi carne.

i. Al parecer todos podían ver el aguijón en la carne del cual Pablo padecía, no era un secreto. Su visión celestial era un secreto hasta el día que la declaró, pero todos podían ver el aguijón. Algunos de entre los corintios cristianos tenían un concepto menor de Pablo debido a su aguijón en la carne, pero no sabían nada sobre la sorprendente experiencia espiritual detrás de ello.

ii. «Él dice: Me fue dada. Él contaba que su gran tribulación era un don. Él no dice: Se puso sobre mí un aguijón en la carne, sino me fue dada». (Spurgeon)

c. ¿Qué es un aguijón en mi carne? Cuando pensamos en un aguijón, pensamos en algún tipo de irritación menor. Pero la raíz de la palabra que Pablo utilizó para «aguijón» aquí describe una «estaca de una tienda», no un «clavo».

i. En la antigua traducción griega del Antiguo Testamento, conocida como la Septuaginta, la palabra skolops (aguijón) indiaca «algo que frustra y causa problemas en la vida de aquellos que son afligidos». (Kruse)

d. Me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee: De una extraña manera, el aguijón le fue dadofinalmente, dado por Dios— pero también era un mensajero de Satanás.

i. Satanás, probablemente, tuvo el permiso de Dios para afligir a Pablo, y lo hizo con malicia hacia el apóstol. Pero Dios tuvo un propósito en todo ello, y permitió que el mensajero de Satanás, de una manera exitosa, impidiera a Pablo que se enaltezca en sobremanera.

ii. «Me abofetee» significa que este aguijón —el mensajero de Satanás—golpeó a Pablo. Él sintió que fue golpeado por este mensajero de Satanás, y que se le hicieron grandes moretones,

iii. Pablo, ¿golpeado por el Diablo? ¿Quién lo hubiera pensado? «Quizás has visto el rostro de un cristiano que siempre está sonriendo, que al parecer nunca tiene ninguna preocupación, que siempre está feliz y radiante y, al haber pensado en tus propias circunstancias, has dicho en tu corazón: ¡Desearía ser él! Al parecer no tiene problemas. Él no debe de soportar lo que yo soporto. Pero quizás tú has vivido mucho más, como yo lo he hecho, para saber que en ciertas ocasiones, el rostro más radiante esconde grandes presiones, y muy a menudo, el hombre que está siendo más bendecido por parte de Dios, está siendo más abofeteado por el Diablo». (Redpath)

e. Es interesante considerar lo que un consejero sin una perspectiva bíblica le pudo hacer dicho a Pablo. Imagine que Pablo le dice al consejero sobre su gran debilidad, su problemático «aguijón en la carne», y que se siente débil e indefenso para continuar luchando contra él. Podríamos imaginarnos lo que el consejero pudo decirle: «Bueno, Pablo, lo que necesitas es un marco mental positivo para enfrentar el problema». O también pudo decir: «Pablo, el poder para conquistar esta debilidad está dentro de ti; deberías de buscar en lo profundo de tu interior para encontrar los recursos para el éxito». Quizás, luego el consejero le diría a Pablo: «Lo que en verdad necesitas es un grupo de apoyo, de individuos amables». El consejero podría sugerirle a Pablo que tomara medicamentos para la depresión. O quizás el busque retar a Pablo al decirle: «Pablo, si en verdad tuvieras fe, serías librado de este aguijón en la carne». Algunos de estos consejos podrían ser buenos en circunstancias diferentes, pero Pablo llevó su problema al Admirable Consejero, y Él tiene algo diferente que decir.

3. (8) La oración de Pablo en cuanto al aguijón en la carne

[…] respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.

a. Respecto a lo cual [] he rogado al Señor: Pablo hizo exactamente lo que él le decía a otros en los tiempos de dificultad. Pablo creía lo que escribió en Filipenses 4:6: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias».

b. Tres veces he rogado al Señor: De hecho, Pablo oró repetidamente sobre este aguijón en la carne. Podríamos imaginarnos que cuando el agujón en la carne apareció por primera vez, Pablo pensó: «Esto no es problema. Simplemente lo entregaré al Señor en oración». Pero nada sucedió cuando él oró. Así que pensó: «Esto es algo difícil», y oró de nuevo. Cuando nada sucedió después de orar la tercera vez, él supo que Dios estaba intentando decirle algo.

i. Algunos piensan que Pablo está utilizando una expresión hebrea que en realidad significa más de tres veces. «Eso no significa tres veces. Es una expresión hebrea para dar la idea de hacer algo «sin cesar, continuamente, una y otra vez». (Morgan)

ii. Algunos dicen que no es espiritual y que es evidencia de poca fe el orar por algo más de una vez. Eso sería una sorpresa para Pablo, quien tres veces ha rogado al Señor; y para Jesús, que oró con las mismas palabras tres veces durante su agonía en el Jardín de Getsemaní (Marcos 14:39-41).

iii. Pero no había nada de malo en la oración de Pablo. «Dios no respeta la aritmética de nuestras oraciones (la cantidad que hacemos); ni la retórica de nuestras oraciones (la forma en que están pronunciadas); ni la geometría de nuestras oraciones (lo largas que son); ni la música de nuestras oraciones (lo melodiosas que son); ni la lógica de nuestras oraciones (lo metódicas que son); sino la divinidad de nuestras oraciones: ¿cuánto es que derramamos el corazón? No son los dones, sino la gracia, la que prevalece en la oración». (Trapp)

c. Rogado al Señor: La oración de Pablo en este asunto era con «pasión». Nos preguntamos si él no estaba sorprendido de que su oración no fuera contestada desde la primera o la segunda vez.

d. Que lo quite de mí: Las oraciones iniciales de Pablo eran para escapar del sufrimiento que le traía este aguijón en la carne. Pablo no era un masoquista. Cuando él sufría, su primer instinto era pedirle a Dios que se llevara el sufrimiento.

i. Cuando su ruego apasionado y repetido no fue contestado, esto debió de preocupar a Pablo. Se le añadió otra dimensión a esta prueba:

· Tenía una dimensión «física», en cuanto a que era un aguijón en la carne.

· Tenía una dimensión «mental», en cuanto a que era un mensajero de Satanás.

· Tenía una dimensión «espiritual», en cuanto a que era una oración sin ser contestada.

e. ¿Qué era exactamente este aguijón de Pablo? Simplemente, no tenemos la información suficiente para decirlo con precisión, pero esto no ha impedido que muchos comentaristas y maestros den su opinión.

i. Algunos lo ven principalmente como una fatiga espiritual. Otros piensan que era persecución. Muchos sugieren que era una enfermedad física o mental. Algunos dicen que esta era la lucha de Pablo con pensamientos pecaminosos.

ii. Entre los cristianos, Tertuliano nos da los registros más antiguos. Él pensaba que el aguijón en la carne era un dolor de cabeza o un dolor de oído.

iii. En los tiempos más modernos, el historiador Sir William Ramsay ofreció la sugerencia de que la enfermedad de Pablo era un tipo de malaria, común en el área en la cual él servía como misionero. Los que padecían este tipo de malaria experimentaban ataque cuando estaban bajo estrés, y «sentían un desprecio y aborrecimiento de sí mismos, y creían que los demás sentían el mismo desprecio y aborrecimiento». Esta fiebre de malaria produce severos dolores de cabeza es descrita por los que la han sufrido como «una barra al rojo vivo empujada a través de la frente».

iv. Cada una de estas sugerencias es posible, pero Dios tenía un propósito definitivo en no revelar la naturaleza exacta del aguijón de Pablo. Si supiéramos exactamente cuál era el aguijón de Pablo, entonces todos aquellos que fueran afligidos por lo mismo —pero no en la misma manera—podrían dudar de que la experiencia de Pablo fuera relevante para ellos. Dios quería que todos con cualquier tipo de aguijón en la carne fueran capaces de ponerse en los zapatos de Pablo. «Generalmente hallo que cada expositor ha seleccionado un aguijón en particular, el cual ha traspasado su propio pecho». (Spurgeon)

4. (9-10) La provisión de Dios para Pablo por medio del aguijón en la carne

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

a. Y me ha dicho: Dios tuvo una respuesta para Pablo. La respuesta no era lo que Pablo esperaba inicialmente, pero Dios tenía una respuesta para Pablo. Muy a menudo cerramos a Dios nuestros oídos si Él responde en una manera que nosotros no esperábamos o pensábamos.

b. Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad: En lugar de quitar el aguijón de la vida de Pablo, Dios le dio de su gracia a Pablo. La gracia que Dios le dio a Pablo era «suficiente» para satisfacer sus necesidades.

i. Pablo estaba desesperado en su deseo de encontrar alivio de esta carga; pero hay dos formas de encontrar alivio: puede venir cuando es quitada la carga o cuando recibimos fuerza para soportarla. En lugar de quitarle el aguijón, Dios le dio fuerzas a Pablo para llevar la carga, y Dios mostraría su fuerza por medio de la aparente debilidad de Pablo.

ii. Para obtener la victoria, Pablo tenía que creer que la gracia de Dios era «suficiente». En realidad, no creemos que la gracia de Dios es suficiente hasta que nos convencemos de que nosotros somos «insuficientes». Para muchos de nosotros, especialmente en la cultura americana, este es un gran obstáculo. Somos personas que idolatramos al «hombre hecho a nuestra imagen» y queremos confiar en nosotros mismos. Pero no podemos recibir la fuerza de Dios mientras no conozcamos nuestras debilidades. No podemos recibir la suficiencia de la gracia de Dios mientras no conocemos nuestra propia insuficiencia.

iii. «Una gran tribulación muestra la gran fortaleza de Dios. Si nunca sientes conflictos internos y un alma que se ahoga, entonces no conoces mucho del poder de Dios que te levanta; pero si te hundes hacia lo profundo de la angustia del alma, y luego el Señor monta un querubín y vuela, sí, monta sobre las alas del viento y libra tu alma, y te lleva hasta el deleite del tercer cielo, percibes la majestad de la divina gracia. Oh, el hombre debe sentir la debilidad, reconocerla y llorar; sino la fuerza del Hijo de Dios jamás será perfeccionada en él». (Spurgeon)

c. Bástate mi gracia: ¿Cómo es que la gracia de Dios hizo la diferencia? ¿Cómo satisfizo la necesidad de Pablo en este punto?

i. La gracia podía satisfacer la necesidad de Pablo porque expresa la aceptación y el deleite de Dios en nosotros. Cuando recibimos su gracia, entonces disfrutamos nuestro estatus de favor y aprobación delante de los ojos de Dios. La gracia significa que Dios se agrada de nosotros, que Él tiene su favor dispuesto hacia nosotros, y que tenemos su aprobación y su promesa de cuidarnos.

ii. La gracia podía satisfacer la necesidad de Pablo porque estaba disponible en todo tiempo. Cuando pecamos o fallamos, esto no nos coloca fuera del alcance de la gracia de Dios. Ya que la gracia nos es dada libremente en Jesús, no puede ser quitada después debido a que caemos o tropezamos. Cuando venimos a Dios por fe, por medio de la sangre de Jesús, su gracia siempre está lista para satisfacernos y ministrarnos en nuestras insuficiencias.

iii. La gracia podía satisfacer la necesidad de Pablo porque es la propia fuerza de Dios. Mientras que el poder de este mundo está expresado en las cosas que pueden traer daño y destrucción, el amor de Dios se muestra por medio de su bondad y su gracia. Algunas veces asociamos la bondad con la cobardía o la timidez. Cuando hacemos esto, tenemos una perspectiva mundana sobre el poder y la fuerza, y negamos la verdad de Dios en cuanto a la fuerza de la gracia y el amor. La gracia no es débil o frágil; es el poder de Dios para satisfacer lo que nos hace falta.

d. Bástate mi gracia: Puedes enfatizar cualquier aspecto que te plazca de esto.

i. «Migracia es suficiente para ti». La gracia es el favor y el amor de Dios en acción. Significa que Él nos ama y se complace en nosotros. ¿Puedes escucharlo de parte de Dios? «Bástate mi gracia». ¿No es verdad?

ii. «Migracia es suficiente para ti». ¿De quién es esta gracia? Es la gracia de Jesús. ¿No es suficiente su amor, su favor? ¿En qué fallará Jesús? Recuerda que Jesús también padeció y fue aguijoneado, así que a Él le importa y conoce el sufrimiento.

iii. «Mi gracia es suficiente para ti». Es justo ahora. No será algún día, sino justo ahora, en este momento, su gracia es suficiente. Pensabas que algo debía de cambiar antes de que su gracia fuera suficiente. Pensaste: «Su gracia fue suficiente alguna vez, su gracia podría ser suficiente de nuevo, pero ahora no, no por medio de lo que estoy pasando». A pesar de ese sentimiento, la palabra de Dios permanece: «Bástate mi gracia». Spurgeon escribió: «Es fácil creer en la gracia para el pasado y el futuro, pero descansar en ella para la necesidad inmediata es por medio de la fe. Creyente, es ahora que esa gracia es suficiente, es en este momento que es suficiente para ti».

iv. «Bástate mi gracia». Redpath explica este aspecto de una mejor manera: «¿Ves el humor de esta situación? La gracia de Dios y yo. ¡Su gracia es suficiente para algo tan pequeño como yo! ¡Qué absurdo pensar que podría ser diferente! ¡Como si un pequeño pez pudiera nadar en el océano y temer que de un sorbo pudiera secarse! La gracia de nuestro Salvador crucificado y resucitado, el Señor de toda la gloria, ¡seguramente es suficiente para mí! ¿No crees que es modesto de parte del Señor el decir bástate?».

v. «Bástate mi gracia». Me alegro de que Dios no dijo: «Mi gracia es suficiente para el apóstol Pablo». Pudiera haberme sentido fuera del círculo. Pero Dios lo hizo lo suficientemente amplio. Tú puedes estar dentro de «bástate». ¡Bástate la gracia de Dios! ¿Estás más allá de ella? ¿Eres tan diferente? ¿Tu aguijón es peor que el aguijón de Pablo o peor que el de muchos otros que han conocido el triunfo de Jesús? Por supuesto que no. Esta suficiente gracia es para ti.

vi. «Esta suficiencia está declarada sin límite de palabras y, por lo tanto, entiendo que el pasaje quiere decir que la gracia de nuestro Señor Jesús es suficiente para sostenerte, suficiente para darte fuerza, suficiente para consolarte, suficiente para hacer que la dificultad sea provechosa, suficiente para habilitarte para triunfar sobre ella, suficiente para sacarte de ella, suficiente para sacarte de la misma manera que lo ha hecho con diez mil personas antes que tú, suficiente para traerte de vuelta al cielo []. Oh, hijo de Dios, quisiera que fuera posible el poder describir con palabras toda esta suficiencia, pero no es posible. Déjame retractar mi discurso: Me alegro que no puede describirse con palabras, ya que si así fuera, sería finito; pero como nunca podremos expresarlo, la gloria sea a Dios de que es inagotable, y nuestras demandas sobre ella jamás pueden ser lo suficientemente grandes. Déjame poner sobre ti el deber gratificante de llevar en este momento personalmente a casa la promesa, pues ningún creyente que está aquí debe estar bajo ningún temor, ya que para él también, en este mismo instante, la gracia del Señor Jesús es suficiente». (Spurgeon)

vii. «John Bunyan tiene el siguiente relato, el cual expresa exactamente lo que yo mismo he experimentado. Él dice que estaba lleno de tristeza y terror, pero que repentinamente estas palabras irrumpieron en él con gran poder, y tres veces estas palabras sonaron en sus oídos: “Bástate mi gracia, bástate mi gracia, bástate mi gracia. “¡Oh!, me acuerdo —dice él—que cada palabra era una palabra poderosa hacia mí. Recuerdo como ‘bástate’, y ‘mí’, y ‘gracia’, fueron entonces, y algunas veces siguen siendo, mucho más grande que lo que otras palabras pueden ser. Aquel que sabe, como la abeja, cómo sacar miel de las flores, puede muy bien permanecer en cada una de estas palabras y beber su contenido indecible». (Spurgeon)

e. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo: Por medio de sus debilidades, Dios hizo que Pablo fuera completamente dependiente de su gracia y de su poder; pero todo fue para bien. La continua dependencia de Pablo de Dios lo hizo más fuerte de lo que lo pudieron haber hecho la gloria y la confianza propia que le pudieron traer sus revelaciones.

i. Muchos de nosotros pensamos que la verdadera madurez cristiana se logra cuando llegamos a un lugar en donde de alguna manera somos «independientes» de Dios. La idea es que tenemos todo nuestros planes bien trazados y no necesitamos confiar tanto en Dios al transcurrir el tiempo. Esto no es para nada madurez espiritual. Dios deliberadamente trazó las circunstancias en la vida de Pablo para que él pudiera depender constante y totalmente de la gracia y el poder de Dios.

ii. Muchas personas ven a Dios como a un padre del cual nos vamos distanciando con la madurez; y una vez que somos adultos, y hemos sobrepasado ciertos obstáculos en la vida, podemos sacarnos de encima a Dios de la misma manera que nos desprendemos de la autoridad de nuestros padres. En este patrón, algunos de nosotros nos deslindamos de Dios de la misma manera en la que nos deslindamos de la autoridad de nuestros padres. Le damos una medida de respeto, le damos lo que se le debe; pero ya no sentimos que debemos de «obedecerle» más. En nuestros corazones, nos hemos mudado fuera de la casa. Pensamos que podemos armar nuestras propias reglas en la vida, mientras cenemos en la casa de Dios una vez a la semana, y mientras le demos algún reconocimiento.

iii. Muchos albergan un deseo para el día en que la vida cristiana se haga «sencilla». Esperamos un tiempo en el que las mayores luchas con el pecado queden detrás de nosotros, y deseamos marchar hacia cosas más grandes y mejores sin batallar mucho. Ese día es una ilusión. Si el mismo apóstol Pablo constantemente experimentaba debilidad, ¿quiénes somos nosotros para pensar que podremos sobrepasarlo?

iv. De hecho, la ilusión de fuerza e independencia en realidad dejan a cualquiera en un lugar de debilidad. «No hay nada más dañino para la obra de Dios que un cristiano altivo y orgulloso». (Morgan)

v. «En especial, los ministros del evangelio deberían de desterrar todos los pensamientos de astucia, la habilidad intelectual, la cultura y la suficiencia en su obra; y aprender que es únicamente cuando están vacíos que pueden ser llenos, y que solamente cuando saben que no son nada es cuando están listos para la obra de Dios por medio de ellos». (Maclaren)

vi. «Dios obra por medio del hombre que ha sido limpiado y su vida ha sido vaciada delante del Señor hasta convertirse en un débil sin esperanza, para que ninguna carne se pueda gloriar en su presencia». (Redpath)

f. Por lo cual [] me gozo en las debilidades: Al final, Pablo no se resigna a su destino; él le da la bienvenida. Él se gozaba en que Dios lo hubiera forzado a confiar en su gracia y su poder mucho más, para que pudiera decir: «porque cuando soy débil, entonces soy fuerte».

i. Pablo estaba en un nivel tan alto de poder espiritual y madurez que Dios debía de introducir deliberadamente el «aguijón en la carne». La mayoría de nosotros provee su propio aguijón, y una mirada honesta nos muestra lo débiles que somos y la necesidad que tenemos de confiar constante y totalmente en la gracia y el poder de Jesús. Y aun si creciéramos hacia el poder y la madurez espiritual de Pablo, Dios también nos diría: «Necesito que sigas dependiendo de mí en todo. Aquí está algo para que dependas de mí». Este es un lugar de «victoria», no de «desánimo».

ii. «En la perspectiva cristiana no hay lugar para la no resistencia, sin sentido, de una resignación abatida». (Hughes)

g. El gozo en las debilidades de Pablo no es la meditación enfermiza de un ascético que piensa que somos justificados delante de Dios por medio de nuestros padecimientos. Pablo no buscó su aguijón en la carne, este vino a él.

i. «El concepto funesto en la iglesia, un poco de tiempo después, de cortejar el martirio, de practicar el ascetismo, y de abrazar, aun la suciedad, la enfermedad, y la destitución como medios para adquirir el favor delante de Dios, es diametralmente opuesto a lo que el apóstol tenía en mente, y a todo rumbo del evangelio del Nuevo Testamento; pues es un concepto de regir la forma de vida de uno para el beneficio de uno mismo, con el objetivo de hacerse uno mismo justo y aceptable delante de Dios. Es un concepto basado en las obras, no en la fe». (Hughes)

h. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte: ¡Qué triunfo! ¿Qué puede hacerle el mundo a un hombre que está firmemente asido de Jesús? Dios no permitió este aguijón en la carne para castigar a Pablo, o para mantenerlo débil por el bien de la debilidad. Dios lo permitió para mostrar el poder divino en Pablo.

i. Piensa en este hombre, en Pablo. ¿Era él un hombre débil o fuerte? El hombre que viajaba por el mundo antiguo llevando el evangelio de Jesús a pesar de la ardiente persecución, quien soportó naufragios y cárceles, quien predicó a reyes y esclavos, quien estableció iglesias fuertes y entrenó a sus líderes, no era un hombre débil. A la luz de su vida y logros, podríamos decir que Pablo era un hombre muy fuerte. Pero él únicamente era fuerte porque sabía sus debilidades y buscaba fuera de sí mismo el poder de la gracia de Dios. Si queremos vidas que tengan tal fuerza, también debemos de entender y admitir nuestra debilidad y buscar solamente a Dios para recibir la gracia que nos fortalecerá para cualquier tarea. Era el Pablo lleno de gracia quien pudo decir: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13).

ii. «Los valles son rociados con la lluvia para hacerlos fructíferos, mientras que las cimas de las altas montañas permanecen secas. Un hombre se debe de convertir en un valle si quiere recibir la lluvia celestial de la gracia espiritual de Dios». (Calvino)

iii. «De todo esto puedo deducir, que la peor prueba que un hombre pueda tener quizás sea la mejor posesión que él tenga en este mundo; que el mensajero de Satanás puede ser tan bueno para él como su ángel guardián; que incluso podría ser mejor para él ser abofeteado por Satanás que el haber sido acariciado por el mismo Señor; que puede ser esencial para la salvación de nuestra alma, que no solamente hagamos negocio en aguas profundas, sino en aguas que echan lodo e inmundicia. La peor forma de una prueba puede ser nuestra mejor porción en el presente». (Spurgeon)

i. Resumiendo, en lugar de utilizar su experiencia para glorificarse a sí mismo (como lo hacían los «superapóstoles» entre los corintios cristianos), Pablo relata el cómo toda su gloriosa experiencia lo hizo más humilde que nunca.

i. Todos los enemigos de Pablo podían ver el aguijón; no podían ver el cómo o porqué estaba allí. Pero Pablo sabía, así que se regocijaba aún en el aguijón en la carne.

ii. Por supuesto, el ejemplo más grande del principio de Pablo que es comunicado aquí fue vivido por Jesús mismo. «¿Podía alguien en la tierra ser más manso que el Hijo de Dios, que fue capaz de morir en una cruz, morir en nuestro lugar, para redimir nuestros pecados? Como ese punto de debilidad absoluta se encontró con el gran poder de Dios, mientras lo levantó de entre los muertos, me pregunto si la presión del aguijón en la vida de Pablo era un recordatorio del poder de la cruz». (Redpath)

iii. Aun así, nunca debemos de pensar que en nuestras vidas, la mera presencia de un aguijón, significa que la gloria y el poder de Jesús brillará en nosotros y a través de nosotros. Tú te puedes resistir a la gracia de Dios y te puedes rehusar a poner tu mente en Jesús, y luego darte cuenta de que tu aguijón te está maldiciendo en lugar de bendecirte. «Sin el poder santificador del Espíritu Santo, los aguijones producen maldad en lugar de bondad. En muchas personas, sus aguijones en la carne no parecen cumplir para nada un buen propósito; al contrario, crean otro vicio, en lugar de quitar una tentación». (Spurgeon)

5. (11-13) Conclusión de la «gloria loca» de Pablo

Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy. Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales, prodigios y milagros. Porque ¿en qué habéis sido menos que las otras iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? ¡Perdonadme este agravio!

a. Me he hecho un necio al gloriarme: Desde que inició esta sección en 2 Corintios 10:1, Pablo fue forzado a gloriarse más de lo que quiso delante de los corintios cristianos. Ahora Pablo casi se está disculpando, porque él prefería haber escrito acerca de Jesús.

b. Pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy: Si Pablo pensaba que su «gloria» era necia, entonces, ¿por qué lo hizo? No por su bien, sino por el bien de los corintios cristianos. Ellos no defendieron el carácter de Pablo ni su posición como apóstol delante de los grandes apóstoles, quienes criticaban y socavaban a Pablo.

i. No era tanto que la presencia de los más grandes apóstoles le importunara a Pablo. Era su «influencia» en los corintios cristianos lo que le molestaba al verdadero apóstol.

c. Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros [] por señales, prodigios y milagros: Pablo también podía hacer mención de las señales, prodigios y milagros que fueron hechas en medio de los corintios cristianos. Cada una era la evidencia de la posición apostólica de Pablo.

d. Porque ¿en qué habéis sido menos que las otras iglesias?: Si Pablo es inferior en cualquier manera, es únicamente en cuanto a que se rehúsa a tomar el dinero de los corintios cristianos. Así, él sarcásticamente les pide su perdón: «¡Perdonadme este agravio!».

i. «Una agradable ironía, de la cual esta epístola está llena». (Trapp)

ii. «Es el privilegio de las iglesias de Cristo apoyar el ministerio del evangelio entre ellas. Aquellas que no contribuyen con su parte en el apoyo del ministerio del evangelio, puede ser porque no les importe, o porque creen que no obtiene nada bueno por eso». (Clarke)

B. Pablo anuncia su tercer viaje a Corinto

1. (14-18) Pablo no está intentando engañar a los corintios

He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos. Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos. Pero admitiendo esto, que yo no os he sido carga, sino que como soy astuto, os prendí por engaño, ¿acaso os he engañado por alguno de los que he enviado a vosotros? Rogué a Tito, y envié con él al hermano. ¿Os engañó acaso Tito? ¿No hemos procedido con el mismo espíritu y en las mismas pisadas?

a. He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros: En su primera visita a Corinto, Pablo fundó la iglesia y se quedó por «un año y seis meses» entre los corintios (Hechos 18:11). Su segunda visita fue corta, una visita dolorosa entre la escritura de las cartas de 1 Corintios y 2 Corintios. Ahora está preparado para ir por tercera vez.

b. Y no os seré gravoso: Pablo les hace saber a los corintios cristianos que va a visitarlos, y que aunque reciba la colecta para los santos en Judea (2 Corintios 8), no recibirá dinero por parte de ellos para su apoyo personal. Él continuará su práctica previa entre los corintios cristianos de sostenerse a sí mismo y no ser gravoso para ellos.

i. Un ministro puede ser gravoso a la congregación al recibir apoyo cuando no es apropiado, o al recibir demasiado apoyo. «Aquel que trabaja para la causa de Dios debe de ser apoyado por la causa de Dios; pero aquel que se engrandece a sí mismo, y que aumenta sus riquezas por medio del despojo de los fieles, debe de ser afligido. En el corazón de tal hombre, el amor al dinero debe tener su trono. En cuanto a su profesión espiritual, no es nada; él es un sepulcro emblanquecido, y una abominación delante de los ojos del Señor». (Clarke)

c. Porque no busco lo vuestro, sino a vosotros: Este es el testimonio de los ministros piadosos. Ellos no sirven por lo que pueden obtener del pueblo de Dios, sino por lo que pueden darle al pueblo de Dios. Ellos son pastores, no mercenarios.

i. Este es el corazón de Jesús hacia nosotros. Muchas veces pensamos que lo que Dios en realidad quiere es lo que «tenemos»; pero Él en realidad nos quiere a «nosotros». Jesús, desinteresadamente, busca nuestro bien, y su corazón es para nosotros, no por lo que Él puede «obtener» de nosotros.

ii. «Pablo únicamente es una sombra débil del Señor Jesús; y si estas cualidades se encuentran en su vida, es solamente porque se hallan completamente en la vida de Cristo Jesús, nuestro Señor». (Redpath)

d. Pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos: Esto explica parte de la razón de por qué Pablo no quería recibir el apoyo de los corintios cristianos. Ya que él era su «padre» espiritual, y ellos eran sus «hijos» espirituales, tenía sentido que no debían de sentirse «agraviados» por apoyarlo.

i. Al mismo tiempo, esto no es un elogio para los corintios cristianos, pues ya que Pablo recibía agradecidamente el apoyo de otras iglesias (Filipenses 4:10-19), sabemos que esta no era su política hacia todas las iglesias. Es como si Pablo estuviera diciendo: «Ustedes, corintios cristianos, no son lo suficientemente maduros para apoyarme aún. Todavía son niños espirituales. Cuando crezcan más, pueden ser mis asociados en la obra y podrán apoyarme. Pero hasta entonces, tengo el agrado de apoyarme a mí mismo».

e. Yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por [] vuestras almas: Pablo no estaba resentido por la falta de apoyo de los corintios cristianos. Ciertamente, él lo podría haber apreciado, pero más por lo que se decía de ellos, que por lo que significaba para él. Para Pablo era un placer dar, por eso dijo: «conel mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por [] vuestras almas».

i. Pablo tenía este corazón, aun cuando los corintios cristianos no lo apreciaran. De hecho, Pablo lo dice penosamente: «aunque amándoos más, sea amado menos». ¡Hay dolor en estas palabras! Pero Pablo no permitió que el dolor lo invalidara, o que le robara el gozo de servir y vivir. Él dice: «conel mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo» por los corintios cristianos.

ii. Podemos dar, y podemos hacerlo de un sinnúmero de maneras; ¿pero nos resentimos cuando damos o servimos? Una buena manera de medir esto es ver nuestra reacción cuando nuestro servicio es menospreciado. ¿Sentimos resentimiento? El servicio de Pablo era menospreciado por los corintios cristianos, pero él aun así no lo tomó a mal. En lugar de eso dice: «conel mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por [] vuestras almas».

f. Pero admitiendo esto, sino que como soy astuto, os prendí por engaño: Aquí Pablo está siendo sarcástico otra vez. Algunos entre los corintios cristianos acusaban a Pablo de ser astuto. Probablemente, pensaban de esta manera: «Seguro que Pablo no tomará ningún apoyo de dinero, pero nos engañará al llevarse la colecta que supuestamente debe ser para los cristianos en Jerusalén, y luego la pondrá en su propio bolsillo». En respuesta a eso, Pablo, sarcásticamente, dijo: «¡Apuestas a que soy astuto! ¡Yo los prendí por engaño y los he burlado de una manera magnífica!».

i. Los oponentes de Pablo, los más «grandes apóstoles» mencionados en 2 Corintios 11:5 y 12:11, estaban en el ministerio, al menos parcialmente, por el dinero. Ellos no podían soportar el hecho de que a Pablo no le importara el dinero en el ministerio, así que le asignaron sus motivaciones a él.

ii. Algunos han pensado que Pablo habló aquí en serio, y admitió que era astuto y que utilizaba el engaño en su ministerio hacia los corintios cristianos. «Muchas personas suponen que las palabras: soy astuto, os prendí por engaño, son las palabras del apóstol, y no las de sus calumniadores y, por lo tanto, han concluido que es legal utilizar el engaño y la decepción [y mucho más], a fin de servir a un propósito bueno y religioso. Esta doctrina es abominable, y la mayoría de estas palabras son, evidentemente, de los detractores del apóstol, en contra de los cuales él defiende su conducta en los siguientes versículos». (Clarke)

g. ¿Acaso os he engañado? Pablo prueba que el cargo de que está siendo astuto es falso. Él les recuerda a los corintios cristianos que ni él, ni ninguno de sus asociados, se ha comportado jamás de una manera inapropiada delante de los corintios.

2. (19-21) Pablo anima a los corintios a que se arrepientan antes de que él vaya

¿Pensáis aún que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; y todo, muy amados, para vuestra edificación. Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes; que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido.

a. ¿Pensáis aún que nos disculpamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos: Pablo está preocupado de que su defensa delante de los corintios cristianos pueda ser tomada como una excusa. Pero Pablo no se está excusando; él no tiene nada de que excusarse, por eso dice audazmente: «Delante de Dios en Cristo hablamos». Pablo proclamó la verdad delante de Dios, no se excusó delante de los corintios cristianos.

b. Y todo, muy amados, para vuestra edificación: Todo lo que Pablo hacía con respecto a los corintios cristianos, lo hacía para su edificación en el Señor. Cada carta que escribió, cada visita que realizó, cada oración que hizo, tenía una meta: edificar a los corintios cristianos en Cristo Jesús. Su corazón era para con ellos, no para sí mismo.

i. Si los oponentes de Pablo —los más grandes apóstoles mencionados en 2 Corintios 11:5 y 12:11— hubieran hablado honestamente, habrían dicho: «Hacemos todas las cosas, amados, para nuestra propia edificación». Pero Pablo era un tipo de hombre diferente.

ii. «No era su propósito que los corintios se desviaran, sino hacerlos recapacitar, ayudarlos a deshacerse del efecto narcótico producido en ellos por los apóstoles falsos, quienes habían invadido su comunidad». (Hughes)

c. Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero: Pablo está preocupado porque encontrará el mismo problema antiguo en medio de los corintios cristianos cuando los visite por tercera vez, y teme que aún siguieran sin arrepentirse.

i. Solamente para que ellos sepan acerca de lo que está escribiendo, Pablo lo pone en claro: «que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias». Todo esto era el fruto de la manera mundana de pensar que los corintios cristianos habían adoptado, y debían de cambiar antes de que Pablo los visitara por tercera vez.

d. Y yo sea hallado de vosotros cual no queréis: Planificando su próxima visita, Pablo advierte a los corintios cristianos. Si ellos no estaban en un estado agradable para Pablo (delante del Señor), encontrarían que él no estaría en un estado agradable para con ellos.

e. Que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros: Si los corintios cristianos estaban aún atorados en la manera de pensar del mundo, Pablo sería humillado en medio de ellos. Él tendría razones para pensar: «No debo de ser un buen apóstol, o un buen líder, porque estos corintios cristianos no me responden adecuadamente». Esa no era toda la verdad, pero haría que Pablo se sintiera humillado.

i. Tenga que llorar por muchos: Si los corintios cristianos estuvieran atascados en el mundo cuando Pablo llegara por tercera vez, él estaría enojado y a la vez firme; pero también sería humillado, y también lloraría. Más que cualquier otra cosa, la mundanalidad de los corintios cristianos entristecería a Pablo, y haría que llorara por muchos.

ii. «Pablo nos revela la mente de un pastor verdadero y sincero, cuando dice que él verá los pecados de los demás con dolor». (Calvino)

f. Los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido: La ira de Pablo, y el llanto, no sería dirigido a aquellos que habían pecado. Más específicamente, sería dirigido a aquellos que antes han pecado, y no se han arrepentido. Pablo no pedía perfección; él, únicamente, pedía arrepentimiento.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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