2 Corintios 7




2 Corintios 7 – Confortado por el arrepentimiento de los corintios cristianos

A. Limpieza y perfeccionamiento

1. (1a) A la luz de las promesas de Dios

Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas […]

a. Así que [] puesto que tenemos tales promesas: Esta es la conclusión de Pablo de lo que expuso en 2 Corintios 6:14-18. En ese pasaje Pablo escribió sobre la necesidad de separarse de la influencia del mundo para que podamos vivir en cercanía con Dios.

b. El mandamiento de «salid de en medio de ellos, y apartaos» (2 Corintios 6:17) está relacionado con una promesa: «Yo os recibiré. Y seré para vosotros Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas» (2 Corintios 6:18). Si nos separamos de la forma de pensar y de actuar del mundo, se nos promete una relación más cercana con Dios.

2. (1b) Dos cosas que debemos de hacer a la luz de las promesas de Dios

[…] limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

a. Limpiémonos de toda contaminación: Esto es de lo que nos «despojamos». Hay una limpieza que únicamente Dios puede hacer en nuestras vidas, pero también hay una limpieza que Dios quiere hacer en colaboración con nosotros. Aquí, Pablo habla sobre la limpieza que no tan solo es algo que Dios hace por nosotros mientras nos sentamos pasivamente; esta es una autolimpieza que conlleva intimidad con Dios, lo cual va más allá de una limpieza general del pecado.

i. Hay un aspecto principal de la limpieza que viene a nosotros cuando confiamos en Jesús y en su obra en nuestras vidas. Esta obra de limpieza es en realidad la obra de Dios en nosotros y no es nuestra obra. Este es el sentido de 1 Juan 1:9: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad».

ii. Pero hay otro aspecto de la limpieza que Dios busca que nosotros hagamos con la participación de nuestra voluntad y esfuerzo; no es que sea una obra que hagamos aparte de Dios, pero es una obra que requiere nuestra voluntad y nuestro esfuerzo: «Limpiémonos». Este aspecto de la limpieza está mayormente conectado con la intimidad con Dios y nuestra utilidad para el servicio.

iii. «¿Cómo pueden esperar que Dios purifique sus corazones, quienes están continuamente complaciendo sus ojos, orejas y manos con aquello que está prohibido, que es lo que tienen la intención de incrementar y traer en acción todas las inclinaciones inicuas del alma?». (Clarke)

b. De toda contaminación de carne y de espíritu: Muy a menudo pensamos sobre la pureza delante del Señor solamente en los términos de limpiarnos de toda contaminación de carne, pero también hay una contaminación [] de espíritu, la cual debemos de limpiar nosotros mismos.

i. En algunas ocasiones es más fácil tratar con la contaminación de carne que con la contaminación [] de espíritu. Durante el ministerio terrenal de Jesús, aquellos que estaban manchados por la contaminación de carne (como las rameras y los recaudadores de impuestos) venían a Jesús con mayor facilidad. Pero a aquellos manchados por la contaminación [] de espíritu (como los escribas y fariseos) les era difícil venir a Jesús.

ii. Puede ser mucho peor tratar con nuestro orgullo, nuestro legalismo, nuestro propio enfoque, nuestra justicia propia, nuestra amargura, y nuestro odio, que con los pecados obvios de la carne. «Hay una deshonra del espíritu, la cual es independiente de la deshonra de la carne. El espíritu puede ser deshonrado de muchas maneras. A menudo pienso que los pecados del espíritu son más mortales que los pecados de la carne». (Morgan)

iii. «Me gustaría que estuviéramos más preocupados por limpiarnos de la contaminación del espíritu. Estoy inclinado a pensar que algunos hombres descuidadamente contaminan sus espíritus; quiero decir, que lo hacen voluntariamente». (Spurgeon)

c. Perfeccionando la santidad en el temor de Dios: Esto es algo para añadir. Pablo no está hablando de un estado de perfección sin pecado. Perfeccionando tiene la idea de «completo» y de «entero». En lugar de un estado de perfección sin pecado, Pablo habla sobre una santidad «completa», «entera».

i. No es suficiente con que solo nos limpiemos de toda contaminación. La vida cristiana no solamente implica deshacerse del mal, sino el hacer continuamente el bien.

d. Limpiémonos: Note que Pablo se incluye entre los corintios cristianos en la categoría de aquellos que necesitan ser limpiados. Si Pablo se incluyó entre aquellos que necesitan ser limpios, ¿qué hay sobre nosotros?

i. «Supongo que, mientras más nos acerquemos al cielo, más concientes seremos de nuestras imperfecciones. Mientras obtengamos más luz, iremos descubriendo más nuestras tinieblas. Lo que es tenido apenas como pecado por algunos hombres, será una grave deshonra para una conciencia sensible. No es que seamos más pecadores mientras maduramos, sino que tenemos una sensibilidad más fina del pecado, y vemos que eso a lo que le guiñábamos el ojo en nuestros días de nuestra ignorancia, es pecado». (Spurgeon)

ii. «Recuerdo que escuché a un hombre que dijo que había vivido seis años sin haber pecado, ni en pensamiento, ni en palabra u obra. Percibí que —si en verdad nunca hubiera hecho lo que dijo que no hizo— de todas formas había cometido un pecado: el de hablar con orgullo y jactancia». (Spurgeon)

iii. Pero debemos preocuparnos por limpiarnos nosotros y no estar preocupados por limpiar a otros. ¡La mayor parte del tiempo estamos más preocupados por la santidad de otros que por nuestra propia santidad! «Estaba más acorde con nuestro gusto limpiar a otras personas, e intentar una reformación moral entre nuestros prójimos. ¡Oh! Es fácil encontrar las faltas de otros hombres, y juntar todas las fuerzas en nuestra mente para atacarlos verbalmente». (Spurgeon)

B. Palabras personales sobre la relación de Pablo con los corintios

1. (2-3) La apelación de Pablo: «Admitidnos»

Admitidnos: a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado. No lo digo para condenaros; pues ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón, para morir y para vivir juntamente.

a. Admitidnos: En 2 Corintios 6:11-13, Pablo escribió: «Nuestra boca se ha abierto a vosotros [] nuestro corazón se ha ensanchado [] ensanchaos también vosotros». Luego, en 2 Corintios 6:14-7:1, lidió con la mundanalidad que impedía a los corintios tener el tipo de relación abierta que debieron de tener con Pablo. Ahora, al escribir «admitidnos», Pablo regresa a la idea que dejó en 2 Corintios 6:11-13.

i. Pablo era completamente honesto con los corintios cristianos. Ahora les dice que ellos deben ser honestos también, y que sean abiertos en ver la verdad de Pablo y su ministerio.

ii. Los corintios cristianos tenían ideas equivocadas acerca de Pablo (que Dios no lo estaba usando, que él no tenía la imagen, la autoridad o el poder que un apóstol debía de tener); pero su problema no era un problema de información. Su problema estaba en sus «corazones». Sus corazones habían estado abiertos hacia el mundo, pero no hacia Pablo. En el pasaje del «yugo desigual», Pablo les dijo que cerraran su corazón hacia el mundo. Ahora es tiempo de que le abran su corazón a Pablo.

b. A nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado: Pablo les recuerda a los corintios lo que ellos ya saben: a pesar de lo que algunos problemáticos dijeron sobre Pablo, ellos no tenían una buena razón para criticarlo.

i. Cuando Pablo proclama que a nadie ha engañado, estaba organizando una colecta para los cristianos pobres en Judea, y tenía la responsabilidad sobre una cantidad significativa de dinero (1 Corintios 16:1-4).

c. No lo digo para condenaros: El deseo de Pablo no es condenar a los corintios cristianos, sino restaurar los lazos de compañerismo que tuvo una vez con ellos. Pablo en verdad amaba a los corintios cristianos: «ya he dicho antes que estáis en nuestro corazón, para morir y para vivir juntamente».

i. Pablo confrontó a los corintios cristianos, pero no quería condenarlos. Es posible el confrontar sin condenar, aunque es raro que lo piensen así los que son confrontados.

2. (4-7) Pablo está animado porque recibe buenas noticias de los corintios cristianos

Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones. Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito; y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él había sido consolado en cuanto a vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí, de manera que me regocijé aun más.

a. Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros: Sí, Pablo ha sido franco en su crítica hacia los corintios, pero también es franco en cuanto a que se gloría por ellos.

b. Lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones [] lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones: A pesar de las muchas tribulaciones que Pablo enfrentó (interior y exteriormente), halló gozo, y parte de ese gozo eran las buenas noticias que recibió sobre los corintios cristianos.

i. Sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones: Esta frase: «sobreabundo de gozo», también puede ser expresada como «estoy sobremanera gozoso» o «tengo un gozo que no se puede explicar». Algunos piensan que Dios quiere que soportemos la tribulación con un rostro sin expresión, estoico —con «el labio superior inmutable»—, pero Dios quiere más de nosotros. Él quiere que sobreabundemos en gozo, aun en todas nuestras tribulaciones.

ii. Dios trajo consuelo a Pablo cuando escuchó la obra que Él hizo entre los corintios cristianos. «Ninguna circunstancia o aflicción personal puede disminuir el gusto de ver a las almas crecer en la gracia del Señor Jesús». (Morgan)

iii. Cuando Pablo habla de la venida de Tito, él en realidad retoma donde se quedó en 2 Corintios 2:13. En el sentido que, 2 Corintios 2:14 a 7:4 es una gran digresión —por supuesto, conducida por Dios, pues contiene uno de los tesoros más ricos del Nuevo Testamento.

c. Ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados: Pablo tuvo un tiempo difícil en Macedonia, pero Tito vino a Pablo cuando estaba en Macedonia y le trajo un buen reporte de como los corintios cristianos estaban volviendo a Jesús y a Pablo.

i. A pesar de todas sus frustraciones con los corintios, y en medio de todas sus aflicciones en el ministerio, Pablo tenía una confianza y esperanza real, porque Tito le trajo un buen reporte de cómo iban las cosas en Corinto.

ii. En 2 Corintios 1:3, Pablo declaró que Dios es el Dios de toda consolación. Aquí, Pablo experimentó ese consuelo por medio de la venida de Tito y de las noticias de Corinto. Pablo experimentó el consuelo de Dios por medio de instrumentos humanos. Muy a menudo, cuando nos apartamos de las personas, nos apartamos del consuelo que Dios nos quiere dar.

d. De fuera, conflictos; de dentro, temores: Esta era la vida de Pablo en el ministerio. Era una vida de gran bendición, pero también de muchos conflictos y temores. De fuera, Pablo estaba constantemente en conflicto con enemigos del evangelio y con la forma de pensar mundana de los cristianos. De dentro, Pablo batallaba diariamente con el estrés y la ansiedad del ministerio.

e. Vuestro gran afecto, vuestro llanto, vuestra solicitud por mí: Tito le dijo a Pablo que los corintios cristianos no se habían olvidado completamente de él. De hecho, estas cosas (afecto [] llanto [] solicitud) probaban que Dios en verdad estaba haciendo una obra en los corintios cristianos, y el saber eso era un consuelo para Pablo.

3. (8-12) La «carta severa» y su efecto

Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto. Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que cometió el agravio, ni por causa del que lo padeció, sino para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.

a. Porque aunque os contristé con la carta: ¿Qué carta? Esta quizás no sea la carta de 1 Corintios, sino una carta que Pablo escribió entre 1 y 2 Corintios.

i. Ayuda si recordamos la secuencia de los eventos. Las cosas estaban yendo mal entre los cristianos en Corinto, y en un intento de ponerlos de nuevo en el camino, Pablo hizo una visita rápida y sin planear, la cual aparentemente empeoró las cosas (la «visita triste» mencionada en 2 Corintios 2:1). Después del fracaso de esta visita, Pablo decidió ya no visitar a Corinto de nuevo en persona por el momento, pero envió a Tito con una carta de exhortación fuerte. Pablo estaba muy preocupado por cómo recibirían los corintios la carta, ya que podía hacerlos volver a Jesús o, simplemente, los haría enojarse. Cuando Tito regresó con buenas noticias de los corintios cristianos, Pablo fue aliviado en gran manera.

b. No me pesa, aunque entonces lo lamenté: Cuando Pablo escribió la «carta severa», la cual fue llevada por Tito, él no disfrutó la idea de confrontar tan severamente a los corintios cristianos, aun cuando ellos se lo merecieran. Es por eso que escribió: «aunque entonces lo lamenté». Al mismo tiempo, cuando Tito regresó y reportó la respuesta de los corintios cristianos («vuestro gran afecto [] llanto y solicitud», mencionado en 2 Corintios 7:7), Pablo se sintió feliz por el efecto que tuvo la carta. Es por eso que escribió: «No me pesa».

c. Que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó: «Cuando se está en pecado, el placer pasa y queda la tristeza; pero en el arrepentimiento, la tristeza pasa, y el placer permanece para siempre. Dios pronto derramó el aceite de regocijo en los corazones quebrantados». (Trapp)

d. No porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento: Pablo hace una clara separación entre contristados y arrepentimiento. Uno puede «lamentar» su pecado, pero sin «arrepentirse». Contristados describe un sentimiento, pero el arrepentimiento describe un cambio, tanto en la mente como en la vida.

i. «El arrepentimiento no solamente es tristeza. Puede no estar acompañado de tristeza en el momento, pero la tristeza siempre le seguirá, la tristeza por el pasado; pero lo importante es el cambio de mentalidad». (Morgan)

ii. «La tristeza por sí sola no cumple ningún objetivo. Pedro lamentaba haber negado a Cristo, y se arrepintió. Judas lamentaba haber traicionado a Cristo, pero, en lugar de arrepentirse, se suicidó». (Smith)

iii. «Arrepentimiento» suena como una palabra áspera, pero es un aspecto esencial del evangelio, ha sido llamada «la primera palabra del evangelio». Cuando Juan el Bautista predicaba, decía: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado» (Mateo 3:2). Cuando Jesús empezó a predicar, dijo: «Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado» (Mateo 4:17). Cuando Pedro predicó en el día del Pentecostés, les dijo a sus oyentes: «Arrepentíos» (Hechos 2:38).

iv. ¿De qué es de lo que se debían de arrepentir los corintios cristianos? Pudo haber sido de varias cosas, pero sin duda también incluye lo siguiente: quizás había algunas personas «anti Pablo» que criticaban al apóstol ausente con severidad e injustamente, y los corintios no defendían a su padre espiritual y piadoso delante de esos detractores.

e. Porque habéis sido contristados según Dios: Pablo hizo que los corintios cristianos se sintieran mal por su pecado, pero lo hizo de una manera piadosa. Él usó la verdad, no utilizó mentiras ni exageración. Fue honesto, no se valió de intenciones escondidas ni de manipulaciones. Él simplemente dijo la verdad en amor. No todos los predicadores ni todas las personas pueden decir que hacen lo mismo que Pablo hizo, y no está bien que intenten que alguien sea contristado de una manera que no sea de Dios.

i. Para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte:Esta frase nos muestra «por qué» es tan importante el hacer que otros sean contristados según Dios. Si no lo haces según Dios puedes tener éxito en cuanto a que se sientan mal (contristados), pero la relación que tienes con esa persona sufrirá una pérdida. Puedes ganar la «batalla», pero perder la «guerra». Pablo quería proteger su relación con los corintios cristianos, para eso debían ser contristados según Dios.

f. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación: ¿Esto significa que somos hechos salvos por nuestro arrepentimiento? No exactamente. El arrepentimiento «no es la base de nuestra salvación; pero es una parte y una condición necesaria para ello. Aquellos que se arrepienten son salvos; los impenitentes perecen. El arrepentimiento es, por lo tanto, para salvación». (Hodge)

i. El arrepentimiento jamás debe de tenerse en mente como algo que se debe de hacer antes de que podamos regresar a Dios. El arrepentimiento describe el acto de venir a Dios. No puedes voltear hacia Dios sin volverte de las cosas que Él desaprueba. «Las personas de los días de hoy parecen que brincan rápidamente hacia la fe. Yo no desapruebo ese gozoso salto; pero aún, yo espero que el arrepentimiento de mi viejo amigo no sea en vano. Yo estoy desesperadamente enamorado del arrepentimiento; parece que es el hermano gemelo de la fe». (Spurgeon)

ii. La tristeza en sí misma no produce nada más que malos sentimientos; pero la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento. Ya que el arrepentimiento es un cambio (en manera de pensar y actuar), podemos decir si una tristeza es según Dios al ver que produce arrepentimiento. Así que la tristeza que es según Dios no puede ser medida por los sentimientos o las lágrimas, solamente por lo que produce.

iii. «¿Qué tanta tristeza crees que debes tener? ¿Cuál es el propósito de la tristeza por el pecado? Es para que te atraiga hacia la confianza de la obra expiatoria de nuestro Señor Jesucristo. No es que tu tristeza te limpie de tu pecado, sino su sangre. Es la bondad de Dios la que conduce al hombre al arrepentimiento. ¿Tu tristeza por el pecado te condujo, en un tiempo u otro, a arrojar toda la carga a los pies del Salvador crucificado y resucitado? Si no lo has hecho, cualquiera de las cosas que Pablo menciona aquí son las que producen un pesar que conduce a la muerte». (Redpath)

iv. El verdadero arrepentimiento actúa. «Si te arrepientes con una contradicción —dijo Tertulian— Dios te perdonará con una contradicción. Si te arrepientes y continúas aún en tu pecado; Dios te perdonará, y aún te enviará al infierno. Hay perdón con contradicción» (John Trapp escribió estas palabras duras e impactantes).

g. De que no hay que arrepentirse: Esto es debido a que la tristeza que es según Dios hace una obra muy grande. No se siente bien, pero hace un buen trabajo. La tristeza del mundo es diferente, porque produce muerte.

i. Cuando la tristeza se recibe o se lleva a la manera del mundo, tiene el efecto mortal de producir resentimiento y amargura. Podemos arrepentirnos de ese tipo de tristeza. La tristeza piadosa produce arrepentimiento para salvación, de la que no hay que arrepentirse. «Job maldijo el día de su nacimiento; pero no se ha escuchado que ningún hombre maldiga el día de su nuevo nacimiento». (Trapp)

ii. «En el arrepentimiento hay una dulce amargura, o una amargura dulce —¿cómo debiera de llamarlo?— de la cual, mientras más tengas, mejor es para ti. Puedo verdaderamente decir que no conozco una alegría más divina que la de poner mi cabeza en el regazo de mi Padre Celestial, y decir: Padre, he pecado, pero tú me has perdonado. ¡Oh, cuánto te amo!”». (Spurgeon)

h. ¡Qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación!: Todas estas cosas mostraban que la tristeza de los corintios cristianos produjo un arrepentimiento verdadero.

i. Qué solicitud: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento demanda solicitud. El arrepentimiento significa cambiar, y se requiere de solicitud para mantenerse en ese cambio. Si uno se da por vencido fácilmente, entonces jamás puede andar en arrepentimiento, aunque puede llevar a cabo actos de arrepentimiento.

ii. Qué defensa: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento constituye una defensa. Es una defensa de la culpa y la vergüenza al saber que trajimos nuestro pecado a Dios, y que ahora andamos en el camino correcto.

iii. Qué indignación: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento muestra indignación. Estamos indignados con nosotros mismos y con la necedad de pecar. Este es el tipo de actitud que hace que el arrepentimiento dure. «Me alegro que la Biblia me permita enojarme, ¡enojarme con el Diablo! ¡Pensar que él tiene la audacia de halarme y que me hizo que hiciera aquello! ¡Qué indignación, qué furia hacia el pecado y todas las mediaciones de Satanás!». (Redpath)

iv. Qué temor: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento se muestra en el temor de caer de nuevo en el mismo pecado. Aquí Pablo no está escribiendo sobre un temor a Dios, sino sobre el temor a pecar, y el temor a nuestra propia debilidad hacia el pecado.

v. Qué ardiente afecto: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento muestra un ardiente afecto. Este es un corazón que en realidad desea la pureza y lo piadoso, y que ya no quiere pecar más. Este ardiente afecto es expresado por la oración de corazón y una total dependencia de Dios.

vi. Qué celo: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento muestra celo. La antigua palabra griega habla del «calor»; estamos ardiendo hacia Dios y su justicia, y ardemos en contra del pecado y la impureza. En lugar de pereza, tenemos celo en nuestro andar con el Señor.

vii. Qué vindicación: La tristeza piadosa produce arrepentimiento, y el arrepentimiento nos conduce a la vindicación. Como cristiano, eres vindicado, aun cuando hayas pecado. Nadie puede dudarlo, porque la medida de un cristiano no está en cuanto a haber pecado o no; sino en si se arrepintió o no.

viii. Os habéis mostrado limpios: Cuando el arrepentimiento está marcado por las características anteriores, somos limpios de culpa y pecado. ¡La mancha del pecado ya no está! Podemos sentirlo, y otros pueden verlo. «Feliz es aquel hombre que ha tenido demasiado del dolor del pecado para que este sea amargo y agrio para él por el resto de sus días; para que ahora, con un corazón cambiado, y un espíritu renovado, persevere en los caminos de Dios, sin pensar jamás en regresar, sino resuelto a cruzar inundaciones o llamas para abrirse paso hacia el cielo, para ser, por gracia divina, el amo sobre cualquier pecado que le asalte». (Spurgeon)

i. En todo os habéis mostrado limpios en el asunto: Sus acciones de arrepentimiento han mostrado que están limpios. No fueron las palabras o los sentimientos las que mostraron que estaban limpios, sino las acciones.

i. «La tristeza que es según Dios conduce al arrepentimiento; por lo tanto, es una tristeza que conlleva a un cambio de propósito, de intención, y de acción. No es la tristeza de lágrimas ociosas; no es el llorar al lado de tu cama debido a que fallaste de nuevo; ni es un lamento en vano, deseando que nunca hubiera pasado, deseando que pudieras vivir de nuevo esos momentos. No, no es eso. Es un cambio de propósito y de intenciones, un cambio de dirección y de acción». (Redpath)

j. En el asunto: Pablo está utilizando discernimiento piadoso al no traernos todo el asunto de nuevo desde el principio. Había alguien que había hecho un mal (por causa del que cometió el agravio) y había alguien que recibió el mal (por causa del que lo padeció). Pero no había necesidad de hacer mención de lo mismo otra vez.

k. No fue por causa del: El propósito de Pablo al escribir la «carta severa» no era parcializarse con un grupo en la disputa entre los corintios cristianos. Su propósito era demostrar su preocupación (para que se os hiciese manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios).

i. La preocupación de Pablo por los corintios cristianos era evidente, pero sorprendente. «De todas las iglesias surgidas nunca hubo una iglesia menos digna del afecto de un apóstol de lo que lo era esta iglesia en aquel tiempo; y ninguna fue más amada». (Clarke)

4. (13-16) ¿Cómo estimó Tito a los corintios cristianos después de su visita?

Por esto hemos sido consolados en vuestra consolación; pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido confortado su espíritu por todos vosotros. Pues si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros, no he sido avergonzado, sino que así como en todo os hemos hablado con verdad, también nuestro gloriarnos con Tito resultó verdad. Y su cariño para con vosotros es aun más abundante, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y temblor. Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.

a. Haya sido confortado su espíritu por todos vosotros: La experiencia de Tito en Corinto y su reporte de aquel lugar fue una evidencia segura de que los corintios cristianos tenían un cambio de mentalidad.

b. Pues si de algo me he gloriado con él respecto de vosotros: Pablo «esperanzadoramente» le había planteado a Tito que los corintios cristianos responderían bien a la «carta triste». ¡Quizás Tito no estaba tan seguro! Pero el gloriarnos con Tito resultó verdad para Pablo.

c. Su cariño para con vosotros es aun más abundante: Pablo les asegura a los corintios cristianos que Tito ahora los ama más que antes. Quizás Tito vio mucha fealdad entre los corintios cristianos, y por esto pudo tener rencor hacia ellos. Así que Pablo quiere que sepan que después de que vio y reportó su arrepentimiento, Tito los amó más que nunca.

d. Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros: ¿Está siendo Pablo sarcástico aquí? Probablemente no. Él, sencillamente, quizás está tratando de animar a los corintios, mostrándoles que está convencido de que su arrepentimiento es genuino.

i. «Así, al elogiar a quienes antes trató más bruscamente, se los ganó más. Lo dulce y lo agrio hacen la mejor salsa». (Trapp)

ii. Al final de este capítulo, Pablo elogia a los corintios cristianos, y al parecer ellos están en un lugar de victoria. Pero en la «carta severa» (mencionada en 2 Corintios 2:1) no había elogios. ¿Cuál era la diferencia? Su arrepentimiento real, reportado por Tito y comentado por Pablo en este capítulo.

iii. A través de todo este capítulo vemos lo preocupado que estaba Pablo por su relación con los corintios cristianos. Esto muestra que las «personas» eran tan importantes para Pablo como el «ministerio». Él no quería llevar a cabo el ministerio a expensas de su relación con las personas.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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