2 Corintios 8




2 Corintios 8 – Ánimo y ejemplo en la acción de ofrendar

A. Ejemplo y ánimo

1. (1-5) El ejemplo de los cristianos de Macedonia

Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos. Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

a. La gracia de Dios: Pablo no escribirá sobre otras iglesias en su ejemplo de ofrendar. En sus primeras palabras sobre este tema, Pablo muestra que considera tanto la «oportunidad» como la «voluntad» de dar, una ofrenda de la gracia de Dios.

b. Las iglesias de Macedonia: El norte de Grecia era llamado Macedonia. La parte sur era llamada Acaya, y la ciudad de Corinto estaba en la región de Acaya. Pablo escribe sobre el ejemplo que vio en las iglesias de Macedonia. Las iglesias de Macedonia estaban en ciudades tales como Filipos, Tesalónica, y Berea.

c. Que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad: Pablo reporta a los corintios cristianos el ejemplo de los cristianos de Macedonia. Los macedonios, aunque estaban en grande prueba de tribulación, y aunque estaban en profunda pobreza, dieron generosamente (abundaron en riquezas de su generosidad).

i. En primer lugar, ¿por qué está hablando Pablo sobre el ofrendar? ¿Para qué estaba juntando dinero? Pablo estaba juntando dinero para ayudar a los cristianos en Jerusalén, quienes eran muy pobres. Él ya había mencionado este esfuerzo en 1 Corintios 16:1-4.

ii. La pobreza de los macedonios es confirmada por la historia secular. Los romanos tomaron la mayor parte de su riqueza cuando conquistaron la tierra que era la patria de Alejandro Magno.

d. Pues doy testimonio: Pablo sabía que los macedonios daban de dos maneras. Primero, ellos daban conforme a sus fuerzas, lo que da a entender que en total, su ofrenda no era muy grande. No era una «gran» ofrenda en el sentido de la cantidad de dinero. Segundo, ya que su corazón daba con agrado, y dieron en proporción a lo poco que tenían, ellos dieron más allá de sus fuerzas.

i. El reporte de la ofrenda de la viuda en Lucas 21:1-4, ilustra el mismo punto. Ella solo dio dos blancas, lo cual era una pequeña cantidad de dinero. En ese sentido, ella dio conforme a [su] fuerza. Sin embargo, ya que dio todo lo que tenía —después de todo, quizás ella se quedó con una blanca— ella dio más allá [de su] fuerza. El mismo principio de ofrendar era evidente en los cristianos macedonios.

ii. «Esa blanca de la pobre viuda estaba más allá de la magnificencia del hombre rico, ya que salió de una mente más rica». (Trapp)

e. Con agrado [] pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos: Pablo no tuvo que rogar por dinero a los cristianos macedonios (él no lo hubiera hecho de todos modos). ¡Ellos le estaban rogando a él (pidiéndonos) que recibiera la ofrenda!

i. Pidiéndonos: Significa que eran los macedonios los que le rogaron a Pablo el privilegio de dar, no que Pablo rogó para que le dieran dinero.

ii. Así, aunque los cristianos macedonios no tenían mucho que dar, ellos en verdad querían dar, vieron como un privilegio el dar. La generosidad de un verdadero cristiano no puede ser medida por la cantidad que tiene para dar. Generalmente, aquellos que tienen menos son más generosos para compartir lo poco que tienen.

iii. «El ejemplo de los macedonios es una prueba práctica de que la verdadera generosidad no es una prerrogativa de aquellos que disfrutan de una suficiencia de medios. La liberalidad más genuina es mostrada frecuentemente por aquellos que tienen menos para dar. La ofrenda cristiana es estimada en términos de sacrificio, no de cantidad». (Hughes)

f. No como lo esperábamos: Los cristianos macedonios dieron más allá de lo que Pablo esperaba. ¿Qué hizo que su ofrenda fuera tan espectacular? No era la cantidad del dinero. Es que ellos mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios. ¿Por qué fueron los macedonios un buen ejemplo en la cuestión de dar? Porque ellos mismos se dieron primeramente al Señor; luego les dieron su confianza a Pablo y a los otros apóstoles.

i. Al dar, el verdadero asunto no está en dar dinero, sino en darnos al Señor. Si en verdad nos damos al Señor, entonces la entrega material fluirá naturalmente.

 

2. (6-8) El tierno y sabio estímulo de Pablo en la cuestión de dar

[…] de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia. Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia. No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro.

a. De manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra de gracia: El asociado de Pablo, Tito, al ser la persona que llevó la carta, supuestamente debía de animar a los corintios cristianos a que le dieran la colecta, entonces él se la daría a Pablo. Se supone que debía asegurarse de que ellos realmente entendieran la intención de lo que habían hecho antes.

i. Podemos imaginarnos que los corintios cristianos estaban dispuestos a juntar una colecta para los santos en Jerusalén, y darle ese dinero a Pablo para que lo llevara consigo a Jerusalén. Pero las cosas se pusieron difíciles entre Pablo y los corintios cristianos, por lo que quizás estaban menos dispuestos para juntar la colecta y ponerla en las manos de Pablo. Una razón por la que Tito fue enviado con esta carta, era para completar esta obra de Gracia en los corintios cristianos, y para asegurarse que ellos siguieran con su intención original.

ii. Acabe [] esta obra de gracia: Los corintios cristianos quizás tuvieron la intención de dar. Ellos quizás pensaron dar. Quizás tenían una idea favorable en cuanto a dar. Pero todo esto era inútil a menos que de hecho acabaran esta obra de gracia. Nuestras intenciones, votos, y resoluciones son inútiles sin acción. Era el tiempo de que los corintios cristianos actuaran, y Tito fue enviado para ayudarlos a realizar esto.

b. Como en todo abundáis: ¿Está siendo Pablo sarcástico? Probablemente. Si los corintios cristianos en verdad abundaban en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en [] amor por Pablo, justamente ellos acababan de empezar a hacer estas cosas. Pero los corintios cristianos quizás pensaban que ya ellos abundaban en todas estas cosas. Así que, es como si Pablo estuviera diciendo: «Muy bien, tomaré su palabra. Si ustedes abundan en todas estas cosas, ahora, abundad también en esta gracia».

i. También en esta gracia: Ahora, por cuarta vez desde el inicio de este capítulo, Pablo se refiere al dar dinero como una gracia («gracia de Dios [] con muchos ruegos que les concediésemos [] completad esta gracia»). El hecho de que Pablo utilice la antigua palabra griega charis para describir la ofrenda financiera significa varias cosas.

ii. La habilidad de dar y tener el corazón para dar libremente es un don de Dios. El dar es una obra de gracia de Dios en nosotros. Cuando ves a un creyente que es verdaderamente generoso, una gran obra de Dios ha sido hecha en su corazón. Nunca debemos de decir: «Bueno, ellos solamente quieren firmar los cheques para no involucrarse». No, el dar significa involucrarse, y demuestra una verdadera obra de la gracia de Dios en el corazón.

iii. Nuestro dar debe ser como el don de gracia que es dado a nosotros por parte de Dios; debemos dar con libertad, generosamente, debido a que queremos dar. Cuando Dios nos da de gracia, el motivo para dar está en Él, no está basado en aquel que recibe. Así es como debemos de dar, debido a que el motivo de amor y generosidad de Dios es tan grande en nuestro corazón que simplemente tenemos la necesidad de dar.

iv. Nuestro dar, así como la gracia de Dios hacia nosotros, debiera de ser ofrecido sin esperar un pago o algo a cambio. Dios no nos da esperando un «pago». Nunca le podremos pagar a Dios. Solamente podemos servirle y amarle.

v. «Una vez que has visto este asunto de dar centrado en la palabra amorosa de la gracia, se releva todo el acto de la presión y de la obligación del legalismo. Nos levanta a la atmósfera amorosa de una actividad que busca en el dar trasmitir hacia otros todo lo que es precioso, todo lo que es bello, todo lo que es bueno, y todo lo que es glorioso. ¡Qué palabra tan tierna es esta!, pues no hay un área en la vida cristiana en la cual la gracia brille tanto, tan hermosa, tan encantadora, y tan feliz como cuando el dar proviene de un trasfondo de pobreza». (Redpath)

c. No hablo como quien manda: Pablo no está mandando a los corintios cristianos a que den. Pablo sabía que dar por medio de órdenes no es para nada dar; llamamos, a ese tipo de dar, impuestos.

d. Sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro: Pablo señala aquí dos puntos importantes. Primero, el dar puede medir la sinceridad del amor vuestro. Segundo, Pablo comparó abiertamente el dar de los corintios cristianos con el dar de los cristianos macedonios (poner a prueba, por medio de la diligencia de otros [] la sinceridad del amor vuestro).

i. A muchos de nosotros nos gusta pensar que podemos amar sin dar, ¿pero qué dice 1 Juan 3:17-18?: «Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad». Jesús dijo mucho de lo mismo en Mateo 6:21: «Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón». Lo que damos, la manera en que lo hacemos, y nuestro compromiso para dar, son pruebas válidas de nuestro amor.

ii. No es injusto comparar nuestro dar con el dar de otros, al menos en algún sentido. Jesús comparó la ofrenda de la viuda pobre con la ofrenda de otros (Lucas 21:1-4). Pero no debemos pensar que Pablo está animando a una competencia de recursos entre las iglesias de Macedonia y Corinto. Él simplemente usa a los macedonios (quienes dieron tanto aun en su pobreza) como un ejemplo por su entrega y compromiso al ofrendar.

iii. Ya que los corintios tenían más que los macedonios, ellos debieron dar más. Calvino lo expone claramente: «Los hombres ricos le deben a Dios un gran tributo, y los hombres pobres no deben de avergonzarse si lo que dan es pequeño».

3. (9) El segundo ejemplo con respecto al ofrendar: nuestro Señor Jesucristo

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

a. ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo: Del contexto, y de cómo Pablo usó la palabra gracia en este pasaje, sabemos que Pablo se refiere a: «Ya conocéis la ofrenda de nuestro Señor Jesucristo».

b. Siendo rico: ¿Cuándo fue Jesús rico? Antes de añadir la humanidad a su deidad y caminar sobre esta tierra. Aquí, Pablo, sutil pero categóricamente, señala la deidad de Jesús. No hay ninguna manera en la que Pablo hubiera podido escribir «siendo rico» si Jesús hubiera comenzado su existencia en el vientre de María.

i. ¡Y qué riquezas! Jesús, como el segundo miembro eterno de la Trinidad, como el Hijo de Dios, vivió en las riquezas y el esplendor de los lugares de marfil en el cielo (Salmos 45:8), rodeado constantemente por la gloria, el poder, y la majestad de Dios. Las riquezas que Jesús disfrutaba antes de añadir la humanidad a su deidad hacen que cualquier cantidad de riqueza en la tierra parezca insignificante.

ii. Note que dice que Jesús se hizo pobre,siendo rico. De la manera en la que Jesús añadió la humanidad, pero nunca perdió su deidad; también «añadió» la pobreza, pero jamás «perdió» sus riquezas. «Él asumió la pobreza, pero nunca perdió sus riquezas. Por dentro Él era rico, por fuera era pobre. Su deidad estaba escondida en sus riquezas; su humanidad, visible en su pobreza». (Hughes)

c. Que por amor a vosotros se hizo pobre: Jesús vivió su vida terrenal como un hombre pobre. No debemos de exagerar la pobreza de Jesús; después de todo, Él no era un mendigo indigente. Pero podía decir de sí mismo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza» (Mateo 8:20).

i. Cuando contrastamos la vida humilde de Jesús (se hizo pobre) con su existencia, antes de añadir la humanidad a su deidad (siendo rico), aún nos sorprendemos más. La pobreza siempre se siente peor cuando uno ya ha sido rico.

ii. Lo más sorprendente de todo es el motivo por el que Jesús aceptó esta vida sencilla de pobreza: por amor a vosotros. Esta era la «ofrenda» de Jesús. Él dio financieramente en el sentido que aceptó una vida de pobreza (cuando Él tenía todo el poder para vivir como el hombre más rico de toda la historia), y lo hizo poramor a nosotros.

iii. ¿Por qué Jesús necesitó hacerse pobre por amor a vosotros? ¿Cómo nos beneficia su pobreza?

· Porque nos muestra el corazón dadivoso de Dios.

· Porque nos muestra la importancia relativa de las cosas materiales.

· Porque hace a Jesús abierto y accesible para todos.

· Porque reprende al orgullo, el cual se puede rehusar a venir a un Salvado pobre.

· Porque le da a otros el privilegio de dar.

· Porque cumplió el corazón, la voluntad y plan de Dios, al hacer nuestra salvación posible.

d. Para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos: Debido a la pobreza de Jesús y todo lo que estaba relacionado con dicha pobreza, nosotros podemos ser enriquecidos. Tenemos una parte en la riqueza eterna y celestial de Jesús, debido a que Él vino y tomó una parte de nuestra pobreza.

 

B. Palabras prácticas de consejo en cuanto al dar

1. (10-12) Continúa con la disposición que tenías

Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis. Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.

a. Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo: Respecto a dar, los corintios cristianos previamente manifestaron no solo la voluntad (no sólo a hacerlo), sino también el deseo (sino también a quererlo). Ahora, ¡ellos en realidad tenían que hacerlo!

i. El Diablo dejará que hagas tantas resoluciones como quieras mientras más hagas mejor— siempre y cuando no las lleves a cabo. «La tragedia de la vida a menudo es, no que no tengamos impulsos, sino que fracasamos en llevarlos a cabo». (Barclay)

ii. John Trapp escribió hace más de 300 años: «En este siglo abunda la misericordia de labios, la cual es barata y, por lo tanto, como fruto desechado, se encuentra en cualquier lugar». ¡Qué cierto es esto hoy día!

b. En cumplir conforme a lo que tengáis: No podemos dar lo que no tenemos. Dios juzga nuestro dar de acuerdo con los recursos que tenemos. Sin embargo, el asunto de «qué» y «cómo» lo gastamos es relevante en cuanto a lo que tengáis. Si tú gastas de más y, por lo tanto, no tienes nada para dar, no puedes excusarte delante de Dios diciendo: «Bueno, no tengo nada que dar».

c. Si primero hay la voluntad dispuesta: Cuando damos, Dios busca que estemos prontos y tengamos una voluntad dispuesta. Estas son las verdaderas marcas de un corazón generoso delante de Dios, y no tanto la riqueza o la pobreza.

d. Será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene: Otra vez, Dios no espera que demos lo que no tenemos. La ofrenda de un verdadero cristiano no puede ser medida por la cantidad. Uno puede dar un millón de dólares y aun así no dar lo suficiente; otro puede dar un dólar y dar con un tremendo sacrificio y generosidad. La verdadera ofrenda es medida por la obediencia, proporción, y necesidad; no por la cantidad.

i. Cuando el asunto de ofrendar es traído a colación muchos preguntan: «¿Cuánto se supone que debo dar?». Los principios de Pablo a través de esta carta nos recuerdan que no hay una respuesta única para esa pregunta para cada creyente.

ii. Muchos regresan a la ley del diezmo del Antiguo Testamento: dar el diez por ciento para el Señor. Este es un buen principio para dar, y quizás es un amplio punto de referencia, pero en ningún lugar del Nuevo Testamento específicamente se ordena diezmar. El Nuevo Testamento ciertamente habla de diezmar dentro de un marco positivo si es hecho con el corazón correcto (Lucas 11:42).

iii. Pero el Nuevo Testamento habla con gran claridad de los principios con respecto a «dar». Nos enseña que la acción de dar debe de ser continua, planeada, proporcional y privada (1 Corintios 16:1-4), y que se debe dar con generosidad, con libertad, y con gozo (2 Corintios 9).

iv. Ya que el Nuevo Testamento no enfatiza acerca del diezmo, uno pudiera no ser estricto en cuanto a ello con los cristianos (aunque algunos cristianos argumentan en contra de diezmar en base al interés propio). Sin embargo, si debemos de dar algún porcentaje, el diez por ciento es un buen punto de referencia o meta. Sin embargo, para algunos, el dar el diez por ciento no es suficiente; mientras que para otros, el cinco por ciento puede ser un gran paso de fe.

v. Si nuestra pregunta es: «¿Qué es lo menos que puedo dar y que de esta manera pueda agradar a Dios?», nuestro corazón no está en el lugar correcto. Debemos de tener la actitud de algunos de los cristianos primitivos, quienes decían en esencia: «No estamos bajo el diezmo, ¡podemos dar más!». El dar y el manejo financiero son asuntos espirituales, no solamente asuntos materiales (Lucas 16:11).

2. (13-15) Entiende la causa a la que das

Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.

a. Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez: Los corintios cristianos no daban para que los cristianos en Jerusalén pudieran enriquecerse a costa de ellos. Pablo estaba llevando la colecta para que los cristianos de Jerusalén pudieran sobrevivir. La meta no era imponerles una carga a los corintios cristianos, tampoco era hacerles la vida fácil a los cristianos de Jerusalén.

i. A algunos les gusta decir: «Da hasta que duela. Entonces sigue dando hasta que te sientas bien otra vez». Pero la meta de Dios para nosotros no es que «demos hasta que duela». La meta no es el afligir a aquellos que dan, es demostrar el corazón bondadoso y de amor de Cristo Jesús.

ii. «Esta enseñanza es necesaria para refutar a los fanáticos que piensan que no has hecho nada hasta que te despojes completamente y pongas todo en un fondo común». (Calvino)

b. Pero [] con igualdad: Pablo ve que la abundancia espiritual de los cristianos de Jerusalén ha bendecido a los corintios cristianos. Por lo tanto, debiera de ser algo pequeño para los corintios cristianos que compartan con ellos su abundancia material.

i. La igualdad que Pablo menciona aquí no está intencionada para dar un significado de socialismo o comunismo, donde se dice que todos viven en el mismo nivel económico, y donde se supone que ninguno es más rico que otro. Por supuesto, el comunismo y el socialismo en sí mismos son inicuos, al tener ideas nobles en teoría pero establecer tiranías absolutas cuando implementan sus órdenes a punta de pistola. Este no es el tipo de igualdad a la cual Pablo se refiere. «Admito que, ciertamente, no estamos atados a tal igualdad; pero debe de haber una igualdad en la cual nadie sufra hambre y nadie obtenga su abundancia a expensas de los demás». (Calvino)

ii. «Así las Escrituras evitan, por una parte, la injusticia y los males destructivos del comunismo agrario, al reconocer el derecho a la propiedad y hacer que la limosna sea opcional; y por la otra, la cruel indiferencia hacia los pobres al inculcar la hermandad universal de los creyentes, y el deber consecuente de cada quien para contribuir de su abundancia para aliviar la necesidad del pobre. Al mismo tiempo, estos principios inculcan en el pobre el deber de apoyarse en sí mismo en la medida de sus posibilidades». (Hodge)

c. Para que en este tiempo: Aquí Pablo les recuerda a los corintios cristianos que el tiempo es ahora. Habrá quizás después un tiempo cuando la abundancia espiritual de los corintios cristianos pueda ministrar a los santos en Jerusalén, y la abundancia material de los santos en Jerusalén ministre a los corintios cristianos.

i. Pero no se nos da una idea de que Jerusalén dé riquezas «espirituales» para obtener ayuda material. Los santos en Jerusalén no estaban «vendiendo» cosas espirituales. «Tal idea, como la transferencia de méritos de los santos es, por supuesto, ajena al contexto». (Bernard)

d. El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos: La cita de Pablo es de Éxodo 16:18, en donde se ilustra este principio. Todos juntaron lo que pudieron, algunos más, otros menos; pero todos compartieron lo que juntaron.

i. Hodge hace una buena observación: «La propiedad es como el maná, no se puede acumular».

ii. «Todo lo que tenemos es maná. De la misma manera que el maná, si era acumulado en exceso por codicia o falta de fe, se pudría inmediatamente; no debemos de tener duda de que las riquezas que son amontonadas a costa de nuestros hermanos están malditas, y pronto perecerán, y su dueño quedará arruinado junto con ellas». (Calvino)

3. (16-24) ¿Cómo recibir a Tito cuando él y sus compañeros vayan por la colecta?

Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros. Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros. Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias; y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad; evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos, procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres. Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros. En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de Cristo. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.

a. Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros: La intención de Pablo es recomendar a Tito hacia ellos, como un portador digno de confianza de su dinero.

b. Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias: Los comentaristas han intentado identificar al hermano que aquí se menciona. ¿Quién es él?

i. Este hermano acompañó a Tito cuando fue a Corinto de parte de Pablo.

ii. Este hermano era bien conocido y alabado en el evangelio por todas las iglesias.

iii. Este hermano fue designado por las iglesias como compañero delaperegrinación con Pablo, para llevar este donativo. Más allá de estas cosas, no sabemos nada acerca de este hombre.

iv. Como se puede esperar, los comentaristas bíblicos han estado listos para decir quién creen que podría ser este hermano. Algunos de los candidatos han sido Lucas, Bernabé, Timoteo, Silas, y otros; pero nadie en realidad sabe. Podemos decir con confianza que en realidad no importa, de otra manera, Dios lo hubiera puesto en claro.

c. Evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante: Pablo sabiamente evitó cualquier chisme sobre su rol en la colecta al enviar a Tito y a su compañero para recogerla, y acompañarlo a llevarla a Jerusalén.

i. sino también delante de los hombres:Es un recordatorio de que todas las cosas financieras en la iglesia deben de ser llevadas a cabo diligente y apropiadamente. Pablo siguió los pasos necesarios para que nadie lo pudiera acusar de llevar las finanzas indebidamente. Pablo podía escribir como un poeta y pensar como un teólogo; pero también podía actuar como un contador, con una precisión meticulosa y con integridad.

d. Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros: Este es un ánimo muy fuerte que Pablo les dio. Él dice que cuando Tito y el hermano que no es nombrado lleguen, los corintios deben mostrad una buena ofrenda.

· Mostrad una buena ofrenda porque las iglesias también sabrán de ello y le darán gracias a Dios por su obra entre los corintios

· Mostrad una buena ofrenda porque la ofrenda dada será prueba de vuestro amor

· Mostrad una buena ofrenda porque Pablo se ha gloriado de la generosidad de los corintios cristianos

i. La idea de la conclusión es clara: Pablo les pide que ahora se acerquen y que den como las personas generosas que dicen que son.

©2020 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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