2 Crónicas 28 – El perverso reinado de Acaz
A. El pecado de Acaz y su castigo.
1. (1-4) Acaz rechaza a Dios y se entrega a los ídolos.
De veinte años era Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén: mas no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. Antes anduvo en los caminos de los reyes de Israel, y además hizo imágenes fundidas a los baales. Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel. Asimismo sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los collados, y debajo de todo árbol frondoso.
a. No hizo lo recto ante los ojos de Jehová: Esto describe brevemente el reinado de quizás el peor rey de Judá. Mientras que muchos reyes anteriores se quedaron cortos en un área u otra, de Acaz simplemente se dice que no hizo lo recto ante los ojos de Jehová.
b. Como David su padre: Acaz tuvo muchos buenos ejemplos, tanto inmediato en su padre Jotam como históricamente en su antepasado David. Acaz rechazó estos ejemplos piadosos y anduvo en su propio camino.
c. Anduvo en los caminos de los reyes de Israel: Acaz no solo rechazó la herencia piadosa de David, sino que adoptó los caminos impíos de los reyes del reino del norte de Israel. El reino del sur de Judá tuvo una mezcla de reyes piadosos e impíos; el reino del norte de Judá solo tuvo reyes impíos, y Acaz siguió su modelo.
i. “Este es el primer caso en el que Judá imita la apostasía de Israel”. (Wiseman)
ii. Miqueas 7:2-7 es una buena descripción de la depravación de los tiempos de Acaz y la reacción del remanente piadoso ante ella.
d. Hizo pasar a sus hijos por fuego: Esto describe la participación de Acaz en la adoración de Moloc. El dios pagano (o, el demonio, con mayor exactitud) Moloc era adorado calentando una estatua de metal que representaba al dios hasta que estaba al rojo vivo, luego se colocaba a un niño vivo en las manos extendidas de la estatua, mientras los tambores ahogaban los gritos del niño hasta que se quemaba hasta la muerte.
i. En Levítico 20:1-5, Dios pronunció la sentencia de muerte contra todos los que adoraban a Moloc, diciendo: Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre (Levítico 20:3).
ii. Lamentablemente, incluso un hombre tan grande como Salomón al menos aprobó la adoración a Moloc y construyó un templo a este ídolo (1 Reyes 11:7). Uno de los grandes crímenes de las tribus del norte de Israel fue su adoración a Moloc, lo que llevó al cautiverio asirio (2 Reyes 17:17). El rey Manasés de Judá entregó su hijo a Moloc (2 Reyes 21:6). Hasta los días del rey Josías de Judá, la adoración de Moloc continuó, hasta que él destruyó un lugar de adoración a ese ídolo (2 Reyes 23:10).
iii. “El valle de (el hijo de) Hinom descendía hacia el este por debajo del límite sur de la ciudad de Jerusalén; y llegó a ser conocido como el escenario de las prácticas paganas más repugnantes de Judá (2 Crónicas 33:6). Más tarde fue profanado por el rey Josías y convertido en un lugar de desecho para la ciudad (2 Reyes 23:10); así, los fuegos perpetuos de ‘Gehena’ se convirtieron en descriptivos del infierno mismo (Marcos 9:43)”. (Payne)
e. Conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel: Las naciones cananeas que ocuparon Canaán antes del tiempo de Josué también practicaron esta terrible forma de sacrificio humano y de niños. Dios traería juicio sobre Judá por su continua práctica de estos pecados.
i. Esto nos recuerda que la guerra contra los cananeos en el Libro de Josué – tan terrible y completa como fue – no fue una guerra racial. El juicio de Dios no llegó sobre los cananeos a través de los ejércitos de Israel debido a su raza, sino debido a su pecado. Si Israel insistía en andar en los mismos pecados, Dios traería un juicio similar sobre ellos.
2. (5-8) Una gran matanza y cautiverio de muchos de Judá.
Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales lo derrotaron, y le tomaron una gran número de prisioneros que llevaron a Damasco. Fue también entregado en manos del rey de Israel, el cual lo batió con gran mortandad. Porque Peka, hijo de Remalías mató en Judá en un día ciento veinte mil hombres valientes; por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Asimismo Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a Maasías hijo del rey, y a Azricam su mayordomo, y a Elcana, segundo después del rey. También los hijos de Israel tomaron cautivos de sus hermanos doscientos mil, mujeres, muchachos, y muchachas, además de haber tomado de ellos mucho botín, que llevaron a Samaria.
a. Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios: 2 Reyes 16:5-6 nos dice más sobre la confederación de Israel y Siria en este ataque contra Judá. Esto fue parte de la política anti-Asiria del rey Peka de Israel. Él pensaba que con Judá derrotado, Siria e Israel juntos podrían resistir de manera más efectiva el poder resurgente del Imperio Asirio.
i. Isaías 7 deja en claro que el objetivo de este ataque era destronar a Acaz y establecer un rey sirio sobre Judá, un tal hijo de Tabeel (Isaías 7:6).
ii. Jehová su Dios: “Dios era su Dios, aunque no por pacto ni gracia, ni relación especial, a la que Acaz había renunciado, sino por su dominio soberano sobre él; porque Dios no perdió su derecho cuando Acaz lo negó”. (Poole)
b. Los cuales lo derrotaron: La pérdida de 120.000 soldados judíos y 200.000 rehenes civiles en estas batallas con Israel y Siria reflejan una época oscura para Judá, y parecía que la dinastía de David se extinguiría pronto, como habían terminado tantas dinastías en el reino del norte de Israel.
3. (9-15) La reprensión del profeta a Israel es escuchada.
Había entonces allí un profeta de Jehová que se llamaba Obed, el cual salió delante del ejército cuando entraba en Samaria, y les dijo: He aquí Jehová el Dios de vuestros padres, por el enojo contra Judá, los ha entregado en vuestras manos; y vosotros los habéis matado con ira que ha llegado hasta el cielo. Y ahora habéis determinado sujetar a vosotros a Judá y a Jerusalén como siervos y siervas; mas ¿no habéis pecado vosotros contra Jehová vuestro Dios? Oidme, pues, ahora, y devolved a los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos; porque Jehová está airado contra vosotros. Entonces se levantaron algunos varones de los principales de los hijos de Efraín, Azarías hijo de Johanán, Berequías hijo de Mesilemot, Ezequías hijo de Salum, y Amasa hijo de Hadlai, contra los que venían de la guerra. Y les dijeron: No traigáis acá a los cautivos, porque el pecado contra Jehová estará sobre nosotros. Vosotros tratáis de añadir sobre nuestros pecados y sobre nuestras culpas, siendo muy grande nuestro delito, y el ardor de la ira contra Israel. Entonces el ejército dejó los cautivos y el botín delante de los príncipes y de toda la multitud. Y se levantaron los varones nombrados, y tomaron a los cautivos, y del despojo vistieron a los que de ellos estaban desnudos; los vistieron, los calzaron, y les dieron de comer y de beber, y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles, y los llevaron hasta Jericó, ciudad de las palmeras, cerca de sus hermanos; y ellos volvieron a Samaria.
a. Había entonces allí un profeta de Jehová que se llamaba Obed: Este valiente profeta fue con los 200.000 cautivos tomados del conquistado reino del sur al reino del norte de Israel, para hacer que los líderes de Israel se dieran cuenta de este crimen contra sus tribus hermanas.
b. No traigáis acá a los cautivos, porque el pecado contra Jehová estará sobre nosotros: Sorprendentemente, los líderes de Israel respondieron al mensaje de Obed y reconocieron su propio pecado y culpa. Cuidaron de los cautivos del botín de batalla y los enviaron de regreso a Judá.
i. “Aquí tenemos la imagen de un buen predicador. Obed enseña, reprende, exhorta, se transforma en todas las formas, de espíritu y de palabra, para obrar en sus oyentes; y se cumplió su cometido”. (Trapp)
ii. “A este hermoso discurso no se le puede agregar nada con el mejor comentario; es simple, humano, piadoso y abrumadoramente convincente: no es de extrañar que produjera el efecto mencionado aquí. Que había mucha humanidad en la cabeza de los hijos de Efraín que se unieron al profeta en esta ocasión, 2 Crónicas 28:15 lo prueba suficientemente”. (Clarke)
B. La decadencia y caída del rey Acaz.
1. (16-21) Acaz pone su confianza en los reyes de Asiria en vez de en el Señor.
En aquel tiempo envió a pedir el rey Acaz a los reyes de Asiria que le ayudasen: Porque también los edomitas habían venido y atacado a los de Judá, y habían llevado cautivos. Asimismo los filisteos se habían extendido por las ciudades de la Sefela, y del Neguev de Judá, y habían tomado Bet-semes, Ajalón, Gederot, y Soco con sus aldeas, Timna también con sus aldeas, y Gimzo con sus aldeas; y habitaban en ellas. Porque Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel: por cuanto él había actuado desenfrenadamente en Judá, y había prevaricado gravemente contra Jehová. También vino contra él Tiglat-pileser, rey de los asirios, quien lo redujo a estrechez, y no lo fortaleció. No obstante que despojó Acaz la casa de Jehová, y la casa real, y las de los príncipes, para dar al rey de los asirios, éste no le ayudó.
a. En aquel tiempo envió a pedir el rey Acaz a los reyes de Asiria que le ayudasen: Esto se debió a que, como explica 2 Reyes 16, los ejércitos combinados de Israel y Siria no solo habían vencido muchas ciudades de Judá, sino que en ese momento estaban sitiando Jerusalén. 2 Reyes 16:5 dice: Subieron a Jerusalén para hacer guerra y sitiar a Acaz; mas no pudieron tomarla. Para su vergüenza en este tiempo de crisis, Acaz buscó a los reyes de Asiria en vez de al Señor.
i. Antes de que Acaz hiciera esto, Isaías le ofreció una señal de garantía de la ayuda de Dios en la lucha contra los ejércitos combinados de Israel y Siria (Isaías 7:1-12). “Esta fue una oferta justa para un pecador inmundo” (Trapp), pero Acaz se negó con la excusa de no querer poner a prueba a Dios, cuando en cambio lo que realmente quería era confiar en el rey de Asiria.
ii. La profecía de Isaías 7 – incluyendo el anuncio de la señal de Emanuel – vino de Isaías al rey Acaz durante esta invasión conjunta de Israel y Siria (también aparentemente con la ayuda de los edomitas y los filisteos). Sin embargo, por amor a David, Dios no permitió que prevaleciera este desastroso ataque contra Judá. No permitiría que este complot satánico contra la dinastía mesiánica de David tuviera éxito.
iii. Los reyes de Israel y Siria se consideraban a sí mismos como antorchas encendidas, que habían venido a destruir a Judá y a la dinastía de David. Dios dijo que eran como cabos de tizón que humean, que al final no causarían mucho daño (Isaías 7:4).
iv. A través del mensaje de Isaías a Acaz, le aseguró al rey malvado – que no escuchó realmente – “Permanecerá un remanente que regresará a la tierra; y la virgen concebirá y dará a luz un hijo, para que no falte rey sobre el trono de David. La dinastía nunca podrá ser destruida, pues el reinado de Emanuel no tendrá fin”. (Knapp)
v. “Los reyes de Asiria, es decir, el rey; el número plural para el singular”. (Poole)
b. Porque Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel: Esto se debía tanto a la impiedad personal de Acaz como al mal ejemplo que dio a los demás (por cuanto él había actuado desenfrenadamente en Judá).
i. Un ejemplo de su declive personal fue su apelación al rey asirio, a quien le dijo: Yo soy tu siervo y tu hijo; sube, y defiéndeme (2 Reyes 16:7). Acaz se rindió a un enemigo para derrotar a otro. Se negó a confiar en el Dios de Israel y, en cambio, se sometió a sí mismo y a su reino a un enemigo de Israel.
ii. “Al decirle ‘Yo soy tu siervo y tu hijo’ Acaz claramente se coloca como un vasallo peticionario y muestra que confiaba en Asiria en lugar de en el Señor, en contra del consejo de Isaías (Isaías 7:10-16; cf. Éxodo 23:22)”. (Wiseman)
c. No obstante que despojó Acaz la casa de Jehová… este no lo ayudó: Esencialmente, Acaz hizo de Judá un reino sujeto a Asiria. Acaz recibía ahora las órdenes del rey asirio y sacrificó la independencia del reino de Judá. Peor aún, este no lo ayudó. Fue en vano.
i. Solo podemos preguntarnos qué bendición podría haber recibido si Acaz se hubiera rendido y sacrificado al Señor con la misma energía y corazón con el que se rindió al rey asirio.
ii. ¡Cuán diferente fue su gran antepasado David! ‘En mi angustia’ dice, ‘Invoqué al Señor y clamé a mi Dios’ (Salmos 18:6). Incluso su malvado nieto Manasés buscó al Señor su Dios ‘cuando estuvo en aflicción’. Pero Acaz parecía determinado a llenar la medida de sus pecados”. (Knapp)
2. (22-27) La apostasía y el fin del rey Acaz.
Además el rey Acaz en el tiempo que aquél le apuraba, añadió mayor pecado contra Jehová; Porque ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que le habían derrotado, y dijo: Pues que los dioses de los reyes de Siria les ayudan, yo también ofreceré sacrificios a ellos para que me ayuden; bien que fueron éstos su ruina, y la de todo Israel. Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de Jehová, y se hizo altares en Jerusalén en todos los rincones. Hizo también lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a los dioses ajenos, provocando así a ira a Jehová el Dios de sus padres. Los demás de sus hechos, y todos sus caminos, primeros y postreros, he aquí están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel. Y durmió Acaz con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de Jerusalén: pero no lo metieron en los sepulcros de los reyes de Israel; y reinó en su lugar Ezequías su hijo.
a. Además el rey Acaz en el tiempo que aquél le apuraba, añadió mayor pecado contra Jehová: Los tiempos de prueba y angustia no necesariamente acercan a las personas a Dios. A veces, las personas permiten que tales angustias las alejen de Dios. Acaz fue notable entre ese tipo.
i. “Estos martillos del Altísimo golpearon sobre hierro frío”. (Trapp)
ii. “Acaz también ‘se comportó sin restricciones’ y fue sumamente infiel. La primera expresión realmente significa favorecer el libertinaje en lugar de la verdadera libertad, mientras que la última es un término típico en Crónicas para no dar a Dios lo que le corresponde”. (Selman)
iii. “La maldad de su carácter se demuestra de manera suprema en que las calamidades parecieron no tener el efecto, como tan a menudo tuvieron entre sus predecesores, de despertarlo a la conciencia de su pecado”. (Morgan)
iv. Además el rey Acaz: “Se pone una marca negra en su nombre, para mostrar cuán culpable era. Aquellos que se rebelan contra los controles divinos, y no se dejan retener por la providencia de Dios, deben ser escritos en letras mayúsculas como grandes pecadores. Pecan con énfasis los que pecan contra la vara de castigo”. (Spurgeon)
b. Porque ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que le habían derrotado: 2 Reyes 16 nos dice que esto sucedió después de una visita que hizo Acaz a Damasco. Regresó de la visita e hizo un nuevo altar siguiendo el patrón de lo que vio en Damasco y tomó sus formas, su estilo y sus dioses. Lamentablemente, incluso recibió la ayuda del sacerdote Urías.
i. 2 Reyes 16 también nos dice que Acaz sirvió como sacerdote en el altar de su propio diseño. Dado que creó su propio lugar de adoración, también tenía sentido que ignorara el mandato de Dios de que un rey no debe servir como sacerdote (Números 18:7).
ii. El abuelo de Acaz, Azarías (Uzías), se atrevió a entrar al templo y servir a Dios como sacerdote (2 Crónicas 26). Sin embargo, al menos Azarías adoró falsamente al Dios verdadero. Acaz adoró falsamente a un dios falso de su propia creación. “Uzías por hacer esto fue herido de lepra; pero Acaz fue herido de una enfermedad mucho peor, una dureza de corazón incurable”. (Trapp)
c. Además de eso recogió Acaz los utensilios de la casa de Dios, y los quebró, y cerró las puertas de la casa de Jehová: Acaz no podía traer sus innovaciones paganas y corruptas sin quitar también lo que había estado antes en el templo. Este fue un intercambio impío, quitando lo bueno y colocando lo malo. En conjunto, todas estas cosas sirvieron para desalentar la adoración del Dios verdadero en el templo de Dios.
i. “Hizo que se suspendiera totalmente el culto divino; y continuaron cerrados hasta el comienzo del reinado de Ezequías, uno de cuyos primeros actos fue reabrirlos y así restaurar el culto divino”. (Clarke)
ii. “La apropiación de Acaz de los paneles y bases de los muebles sagrados no parece tener el propósito de enviar un regalo adicional a Tiglath-pileser, sino más bien para restar relevancia a su importancia en los servicios de adoración. Quizás planeaba reutilizarlos de alguna otra forma decorativa. En cualquier caso, la muerte se apoderó de él antes de que pudiera centrar su atención en ellos. Se mencionan entre los varios artículos que se llevaron en el posterior despojo babilónico de Jerusalén (2 Reyes 25:13-14; Jeremías 27:19-20; 52:17-23)”. (Patterson y Austel)
iii. Recordamos que todo esto sucedió en el templo que Salomón construyó al Señor. La mera ubicación no lo convertía en una verdadera adoración. A veces se adora a los ídolos en una casa que alguna vez estuvo dedicada al Dios verdadero.
d. Hizo también lugares altos en todas las ciudades de Judá, para quemar incienso a los dioses ajenos: Durante estos cambios, Acaz cerró el funcionamiento del templo y estableció pequeños altares paganos alrededor de Judá.
i. “Parecía como si la luz de la verdad se hubiera extinguido por completo. Sin embargo, no fue así, porque es probable que durante todos los reinados de Jotam y Acaz, Isaías estuviera pronunciando su mensaje. Y que durante el reinado de Acaz, Miqueas también estuviera entregando el mensaje de Dios”. (Morgan)
e. Los demás de sus hechos, y todos sus caminos: Así terminó el reinado de quizás el peor rey de Judá. Miqueas – quien profetizó durante el reinado de Acaz – describe al hombre que completa la maldad con sus manos (Miqueas 7:3). La idea es que el hombre persigue el mal con todo su esfuerzo, con ambas manos. Es muy posible que tuviera en mente al rey Acaz.
i. “Murió de muerte natural, aunque era un malhechor tan detestable. Dios pospone el castigo de muchos desdichados hasta el otro mundo”. (Trapp)
ii. “Acaz fue malvado por elección, persistente en el mal a pesar de la calamidad, blasfemamente rebelde a pesar de las advertencias directas del profeta de Dios. Esta actitud del rey hizo que las tinieblas fueran aún más densas”. (Morgan)
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com