2 Reyes 9 – Jehú toma el trono de Israel
«En efecto, es un capítulo terrible, en el cual la verdad del gobierno divino ya no está escrita con las gentiles palabras de la misericordia paciente; sino en llamas de fuego». (Morgan)
A. Jehú es ungido y declarado rey.
1. (1-3) Las instrucciones de Eliseo para el joven profeta.
Entonces el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Ciñe tus lomos, y toma esta redoma de aceite en tu mano, y ve a Ramot de Galaad. Cuando llegues allá, verás allí a Jehú hijo de Josafat hijo de Nimsi; y entrando, haz que se levante de entre sus hermanos, y llévalo a la cámara. Toma luego la redoma de aceite, y derrámala sobre su cabeza y di: Así dijo Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a huir, y no esperes.
a. Llamó a uno de los hijos de los profetas: Este era un joven de la asociación para entrenar profetas en Israel. Podemos imaginar que Eliseo le dio esta encomienda como una tarea escolar.
i. «Este joven profeta anónimo es identificado en la tradición judía (Seder Olam) como Jonás (2 Reyes 14:25)». (Wiseman)
b. Yo te he ungido por rey sobre Israel: En este tiempo, Joram el hijo de Acab, era el rey de Israel. Esta era la dinastía de Omri, pero esta dinastía estaba por llegar a su final. El próximo rey sería Jehú, quien iniciaría una nueva —aunque breve— dinastía.
i. Aunque Israel había abandonado a Dios, Dios no había abandonado a Israel. Él aún tenía el derecho de interferir entre ellos. Designaría y permitiría a los reyes que Él escogiera, ya fuera para bendecir a un obediente Israel o para maldecir a una nación desobediente, según los términos de su pacto con ellos en el monte Sinaí.
ii. «Jehú es mencionado dos veces en las inscripciones cuneiformes en el Obelisco Negro de Salmanasar III […]. Las inscripciones de Salmanasar también nos dan una fecha objetiva para este periodo en la cronología hebrea (841 a.C.)». (Dilday)
2. (4-10) Jehú es ungido y se le encarga una misión.
Fue, pues, el joven, el profeta, a Ramot de Galaad. Cuando él entró, he aquí los príncipes del ejército que estaban sentados. Y él dijo: Príncipe, una palabra tengo que decirte. Jehú dijo: ¿A cuál de todos nosotros? Y él dijo: A ti, príncipe. Y él se levantó, y entró en casa; y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y le dijo: Así dijo Jehová Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre Israel, pueblo de Jehová. Herirás la casa de Acab tu señor, para que yo vengue la sangre de mis siervos los profetas, y la sangre de todos los siervos de Jehová, de la mano de Jezabel. Y perecerá toda la casa de Acab, y destruiré de Acab todo varón, así al siervo como al libre en Israel. Y yo pondré la casa de Acab como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías. Y a Jezabel la comerán los perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. En seguida abrió la puerta, y echó a huir.
a. He aquí los príncipes del ejército que estaban sentados: Jehú era un comandante en el ejército de Israel, bajo el rey Acab y su hijo, el rey Joram. Jehú anteriormente fue ungido como futuro rey de Israel, él derrocaría a la dinastía de Omri y Acab (1 Reyes 19:16-18). Sin embargo, eso fue bastante tiempo antes de esto, y ahora es ungido otra vez para mostrar que el tiempo de cumplimiento de la anterior profecía ahora se encontraba cerca.
b. Y el otro derramó el aceite sobre su cabeza: Él fue ungido, pero no debía tomar el trono inmediatamente. Tanto Saúl como David fueron ungidos reyes sobre Israel antes de que realmente poseyeran el trono.
i. «La insistencia de Eliseo de que la ceremonia de ungimiento fuera secreta permitiría al nuevo rey elegir el tiempo indicado para levantar el estandarte de su rebelión sin alertar a Joram. La sorpresa evitaría que Joram se preparara para oponerse». (Dilday)
ii. «Jehú es el único rey del reino del norte (Israel) que fue ungido, tal vez para indicar que debía seguir la tradición davídica, como Saúl y David fueron ungidos por Samuel, para marcar al Espíritu de Dios dotándolos para la tarea». (Wiseman)
iii. «El ungimiento del rey de Israel no era una costumbre establecida, ni una regla. Era hecho cuando las circunstancias estaban fuera de lo ordinario, o cuando podía haber alguna pregunta sobre su título a la corona». (Knapp)
c. Herirás la casa de Acab tu señor: Esto fue más de lo que se nos dijo que Eliseo le comunicó a este hombre de la escuela de profetas que dijera (2 Reyes 9:1-3). O Eliseo le dijo que dijera esto y no fue registrado anteriormente, o fue bajo la inspiración divina del Espíritu cuando hizo lo que Eliseo le dijo que hiciera, y dijo esto en una profecía espontánea a Jehú.
d. Y perecerá toda la casa de Acab, y destruiré de Acab todo varón, así al siervo como al libre en Israel. […] Y a Jezabel la comerán los perros: Evidentemente, Dios tenía la intención de usar a Jehú como una herramienta de juicio contra la casa de Acab.
3. (11-13) Jehú es declarado rey sobre Israel.
Después salió Jehú a los siervos de su señor, y le dijeron: ¿Hay paz? ¿Para qué vino a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre y sus palabras. Ellos dijeron: Mentira; decláranoslo ahora. Y él dijo: Así y así me habló, diciendo: Así ha dicho Jehová: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Entonces cada uno tomó apresuradamente su manto, y lo puso debajo de Jehú en un trono alto, y tocaron corneta, y dijeron: Jehú es rey.
a. ¿Para qué vino a ti aquel loco? […] Vosotros conocéis al hombre y sus palabras: Fue fácil desestimar a este profeta y tomarlo por un loco y hablador demente. Era fácil tanto para Jehú como para sus asociados considerar a cualquier hombre que honrara a Dios como un demente. Aunque, Jehú sabía —y otros pronto lo supieron también— que el hombre era un verdadero profeta de Dios.
i. Sin embargo, cuando Jehú emergió de la tienda con su cabeza empapada por el aceite, fue más sencillo pensar que el hombre que lo hizo estaba loco. «Así los profetas de Dios siempre eran contados y llamados por el mundo demente». (Trapp)
b. Jehú es rey: Un momento antes estos hombres consideraron al profeta como un loco; ahora ven su mensaje con seriedad y proclamaron al reacio Jehú como rey de Israel. Esto muestra la sensación de insatisfacción que tenían con Joram.
i. «El acto de arrojar el manto era de reconocimiento, lealtad y promesa de apoyo». (Wiseman)
B. Jehú trae el juicio de Dios sobre la casa de Omri.
1. (14-20) La venida de Jehú a Jezreel, la ciudad donde Joram se estaba recuperando.
Así conspiró Jehú hijo de Josafat, hijo de Nimsi, contra Joram. (Estaba entonces Joram guardando a Ramot de Galaad con todo Israel, por causa de Hazael rey de Siria; pero se había vuelto el rey Joram a Jezreel, para curarse de las heridas que los sirios le habían hecho, peleando contra Hazael rey de Siria.) Y Jehú dijo: Si es vuestra voluntad, ninguno escape de la ciudad, para ir a dar las nuevas en Jezreel. Entonces Jehú cabalgó y fue a Jezreel, porque Joram estaba allí enfermo. También estaba Ocozías rey de Judá, que había descendido a visitar a Joram. Y el atalaya que estaba en la torre de Jezreel vio la tropa de Jehú que venía, y dijo: Veo una tropa. Y Joram dijo: Ordena a un jinete que vaya a reconocerlos, y les diga: ¿Hay paz? Fue, pues, el jinete a reconocerlos, y dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú le dijo: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete conmigo. El atalaya dio luego aviso, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, y no vuelve. Entonces envió otro jinete, el cual llegando a ellos, dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú respondió: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete conmigo. El atalaya volvió a decir: También éste llegó a ellos y no vuelve; y el marchar del que viene es como el marchar de Jehú hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente.
a. ¿Hay paz?: Al ver a la tropa de Jehú que se acercaba, el rey Joram quería saber si el misterioso grupo venía en paz. Mientras esperaba para recuperar toda su fuerza en Jezreel, Joram básicamente se sentía inseguro en su posición en el trono y fácilmente intuía amenazas.
b. ¿Qué tienes tú que ver con la paz?: Jehú se refería a que el soldado no debería considerar este como un tiempo de paz; sino un tiempo de conflicto, un tiempo para derrocar violentamente el trono de Joram y la dinastía de la cual provenía.
i. Cuando dos mensajeros no regresaron, sino que se unieron a la tropa de Jehú, esto mostró que gozaba de apoyo popular entre las tropas de Israel, mientras que el rey Joram no.
c. El marchar del que viene es como el marchar de Jehú hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente: Jehú era un hombre tan intenso que su personalidad podía ser vista con facilidad en la manera en la que conducía un carro.
2. (21-24) Jehú mata al rey Joram.
Entonces Joram dijo: Unce el carro. Y cuando estaba uncido su carro, salieron Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron a encontrar a Jehú, al cual hallaron en la heredad de Nabot de Jezreel. Cuando vio Joram a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías? Entonces Joram volvió las riendas y huyó, y dijo a Ocozías: ¡Traición, Ocozías! Pero Jehú entesó su arco, e hirió a Joram entre las espaldas; y la saeta salió por su corazón, y él cayó en su carro.
a. Al cual hallaron en la heredad de Nabot de Jezreel: Esta era la tierra que Acab y Jezabel habían obtenido tan perversamente asesinando al dueño, Nabot. En esta misma tierra, la cual en lo que respecta a Dios aún pertenecía a Nabot, la dinastía de Omri encontraría su juicio.
b. ¿Hay paz, Jehú?: El perverso y corrupto Joram quería paz con Jehú. Ninguno de los de la dinastía de Omri quiso paz con Dios, ni Acab ni Jezabel quisieron paz con Nabot.
i. El comportamiento de Joram hacia Jehú muestra que no sospechaba de su traición. «Estos nunca soñaron con un enemigo, a pesar de que los mensajeros fueron detenidos; sino que pensaron, probablemente, que Jehú venía con buenas noticias del ejército, del cual él mismo sería el primer mensajero». (Trapp)
c. ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?: Esto muestra que Jehú tomó su previa unción por Elías (1 Reyes 19:16-17), y su unción más reciente por uno de los de la escuela de profetas, con seriedad. En este punto, la mente de Jehú no estaba llena de ganancia política ni gloria real. Él hizo esto por el honor de Dios, como un conciente ejecutor del juicio divino contra la casa de Acab.
d. Hirió a Joram entre las espaldas: Es claro que Jehú mató al rey de Israel con un poderoso tiro sobre su espalda mientras huía en su carro.
i. Wiseman dice sobre la expresión «entesó su arco»: «Un término técnico del tiro con arco es utilizado: “entesó su arco”, esto es, “estiró el arco con toda su fuerza”».
ii. «Jehú era un tirador excelente; pero fue Dios quien guio su mano, y fortaleció su brazo (Ezequiel 30:24), y ordenó su arco (Jeremías 1:9)». (Trapp)
3. (25-26) El cuerpo de Joram es arrojado en la viña de Nabot.
Dijo luego Jehú a Bidcar su capitán: Tómalo, y échalo a un extremo de la heredad de Nabot de Jezreel. Acuérdate que cuando tú y yo íbamos juntos con la gente de Acab su padre, Jehová pronunció esta sentencia sobre él, diciendo: Que yo he visto ayer la sangre de Nabot, y la sangre de sus hijos, dijo Jehová; y te daré la paga en esta heredad, dijo Jehová. Tómalo pues, ahora, y échalo en la heredad de Nabot, conforme a la palabra de Jehová.
a. Échalo en la heredad de Nabot, conforme a la palabra de Jehová: Esto confirma que Jehú se veía como un cumplidor de la voluntad de Dios al traer juicio sobre la casa de Acab.
4. (27-29) Jehú también mata a Ocozías, rey de Judá.
Viendo esto Ocozías rey de Judá, huyó por el camino de la casa del huerto. Y lo siguió Jehú, diciendo: Herid también a éste en el carro. Y le hirieron a la subida de Gur, junto a Ibleam. Y Ocozías huyó a Meguido, pero murió allí. Y sus siervos le llevaron en un carro a Jerusalén, y allá le sepultaron con sus padres, en su sepulcro en la ciudad de David. En el undécimo año de Joram hijo de Acab, comenzó a reinar Ocozías sobre Judá.
a. Y lo siguió Jehú: Jehú no tenía órdenes directas ni había sido comisionado para llevar juicio sobre el rey de Judá, pero lo hizo de todas formas. Conciente o inconcientemente, fue guiado por Dios y mató a Ocozías.
b. Y Ocozías huyó a Meguido, pero murió allí: Ocozías estaba contento con asociarse con el reino del norte y sus perversos reyes. Por lo tanto, murió con el mismo juicio que vino sobre el rey de Israel.
i. Ocozías también era pariente de sangre de Acab (Acab era su abuelo); por lo tanto, cayó bajo el mismo juicio que vino sobre Acab y sus descendientes.
ii. Segunda de Crónicas 22:1-9 también registra el reino de Ocozías y su vergonzoso final a manos de Jehú. La reconciliación de los detalles de la muerte de Ocozías entre 2 de Crónicas 22 y 2 Reyes 9 es complicada; pero definitivamente posible. Adam Clarke —entre otros comentaristas— cuidadosamente cuadra los detalles.
iii. Cuando Ocozías fue asesinado en batalla, le dieron un entierro digno; no porque lo mereciera, sino solo porque su ancestro Josafat fue un hombre temeroso de Dios (2 de Crónicas 22:9).
5. (30-37) El asesinato de Jezabel es un cumplimiento exacto de la promesa de Dios.
Vino después Jehú a Jezreel; y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos con antimonio, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana. Y cuando entraba Jehú por la puerta, ella dijo: ¿Sucedió bien a Zimri, que mató a su señor? Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién está conmigo? ¿quién? Y se inclinaron hacia él dos o tres eunucos. Y él les dijo: Echadla abajo. Y ellos la echaron; y parte de su sangre salpicó en la pared, y en los caballos; y él la atropelló. Entró luego, y después que comió y bebió, dijo: Id ahora a ver a aquella maldita, y sepultadla, pues es hija de rey. Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la calavera, y los pies, y las palmas de las manos. Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Ésta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Ésta es Jezabel.
a. ¿Sucedió bien a Zimri […]?: Jezabel llamó a Jehú Zimri, el nombre del hombre que asesinó al rey Baasa de Israel (1 Reyes 16:9-12). Zimri era siervo de Baasa, un comandante de su ejército. Era su manera de llamar a Jehú un rebelde despreciable.
i. Fue también una amenaza implícita, porque el breve reinado de Zimri fue terminado por Omri, que era el padre de Acab y el suegro de esta misma Jezabel. Por inferencia, Jezabel dijo: «La dinastía de Omri te derrotará tal como derrotó a Zimri».
ii. «Sin duda, el ornamento de Jezabel tenía la intención de crear una apariencia de reina ante la muerte latente y sirvió como preparación para un entierro real». (Patterson and Austel)
iii. «Su vanidad innata se manifestó hasta el último momento». (Knapp)
b. Y ellos la echaron: Los eunucos en la ventana, probablemente, trabajaban para Jezabel; pero respondieron rápidamente a la petición de apoyo de Jehú. Posiblemente, habían despreciado a esta reina perversa y pagana por mucho tiempo.
i. Jehú, enfáticamente, respondió su pregunta sobre el bien. «No puede haber verdadero bien mientras permitamos que las infidelidades y hechizos de alguna Jezabel nos atraigan y nos afecten […]. Cualesquiera que sean sus encantos, debe ser arrojada por la ventana antes de que pueda estar en paz». (Meyer)
c. Y él la atropelló: En las culturas antiguas del Oriente Próximo, esta profanación de un cadáver era peor que la muerte. Sin embargo, no se turbó en absoluto ante el horrible final de Jezabel; comió y bebió después de pisotear su cadáver y pasar sobre el pavimento salpicado con su sangre.
i. «Su cerebro, que concibió maldad contra los siervos de Dios, es esparcido sobre las paredes». (Trapp)
d. Ésta es la palabra de Dios: La promesa de Dios contra Jezabel y la casa de Acab fue cumplida exactamente y como debía ser (1 Reyes 21:19, 21:23-25).
i. «La sangre de Joram sirvió como abono para la parcela que le fue arrebatada a Nabot, y Jezabel se añadiría a este abono. ¡Oh, jardín de hierbas compradas a alto precio, abonadas con realeza!». (Trapp)
ii. Sin embargo, conforme la casa de Jehú se corrompió, también enfrentaría juicio. Oseas 1:4 habla del juicio que vendría contra la casa de Jehú: «yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel».
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com