2 de Reyes 12




2 Reyes 12: El reinado del rey Joás sobre Judá

A. Joás repara el templo.

1. (1-3) Un resumen del reinado de Joás.

En el séptimo año de Jehú comenzó a reinar Joás, y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba. Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada. Con todo eso, los lugares altos no se quitaron, porque el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.

a. Reinó cuarenta años en Jerusalén: Este fue un largo reinado y bendecido en su mayoría. Joás se quedó corto en su compromiso total y en su consagración completa, pero sí avanzó en la causa de Dios en el reino de Judá.

b. Y Joás hizo lo recto ante los ojos de Jehová todo el tiempo que le dirigió el sacerdote Joiada: Esto implica que cuando el sacerdote Joiada murió, Joás ya no hizo lo recto ante los ojos de Jehová. Segunda de Crónicas 24:15-23 nos dice que se volvió a la idolatría cuando murió Joiada, y le siguió el juicio.

i. «Después de la muerte del consagrado sacerdote, Joás cayó en manos de consejeros impíos que voltearon su corazón a las prácticas canaanitas». (Patterson y Austel)

c. Los lugares altos no se quitaron: Esto indica que Joás puso en marcha una reforma a medias y no una reforma total de la adoración de Israel. No llevó a cabo la tarea más difícil de quitar los lugares altos.

i. «El pueblo era tan extrañamente adicto a los lugares altos, que los reyes anteriores, aunque fueron hombres de edad más madura, de gran poder y valor, y finalmente asentados en sus tronos, no pudieron quitarlos; por lo tanto, no es extraño que Joiada no pudiera quitarlos en ese tiempo». (Poole)

2. (4-5) Joás emite un decreto acerca de la reparación del templo.

Y Joás dijo a los sacerdotes: Todo el dinero consagrado que se suele traer a la casa de Jehová, el dinero del rescate de cada persona según está estipulado, y todo el dinero que cada uno de su propia voluntad trae a la casa de Jehová, recíbanlo los sacerdotes, cada uno de mano de sus familiares, y reparen los portillos del templo dondequiera que se hallen grietas

a. Todo el dinero consagrado: Había un ingreso regular que llegaba al templo de diversas fuentes. El rey Joás quería usar ese dinero en un objetivo particular.

i. Este dinero era recibido de tres maneras:

·El dinero del rescate de cada persona: Este era el medio ciclo que cada israelita mayor de veinte años tenía que pagar anualmente (Éxodo 30:13-14).

·Según está estipulado: «Esto es, literalmente, cada hombre según la estimación de su alma. Este era el tipo de impuesto de propiedad basado en la evaluación personal de cada individuo (Levítico 27:2)». (Dilday)

·Todo el dinero que cada uno de su propia voluntad trae a la casa de Jehová: Estas eran ofrendas dadas libremente además de las donaciones requeridas.

ii. «Todas estas fuentes habían estado hasta cierto punto abiertas alguna vez; pero en vez de reparar el deterioro en la casa de Señor, los sacerdotes y los levitas habían convertido esos ingresos en algo para su uso personal» (Clarke). El rey Joás, trabajando a través de los sacerdotes, corrigió este problema.

b. Reparen los portillos del templo dondequiera que se hallen grietas: Era natural para Joás tener una gran consideración por la condición del templo, porque fue su hogar cuando era un niño pequeño.

i. El templo necesitaba restauración porque había sido vandalizado por Atalía y sus hijos (2 de Crónicas 24:7).

3. (6-13) Se junta dinero para el trabajo de reconstrucción.

Pero en el año veintitrés del rey Joás aún no habían reparado los sacerdotes las grietas del templo. Llamó entonces el rey Joás al sumo sacerdote Joiada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no reparáis las grietas del templo? Ahora, pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las grietas del templo. Y los sacerdotes consintieron en no tomar más dinero del pueblo, ni tener el cargo de reparar las grietas del templo. Mas el sumo sacerdote Joiada tomó un arca e hizo en la tapa un agujero, y la puso junto al altar, a la mano derecha así que se entra en el templo de Jehová; y los sacerdotes que guardaban la puerta ponían allí todo el dinero que se traía a la casa de Jehová. Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el secretario del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo de Jehová, y lo guardaban. Y daban el dinero suficiente a los que hacían la obra, y a los que tenían a su cargo la casa de Jehová; y ellos lo gastaban en pagar a los carpinteros y maestros que reparaban la casa de Jehová, y a los albañiles y canteros; y en comprar la madera y piedra de cantería para reparar las grietas de la casa de Jehová, y en todo lo que se gastaba en la casa para repararla. Mas de aquel dinero que se traía a la casa de Jehová, no se hacían tazas de plata, ni despabiladeras, ni jofainas, ni trompetas; ni ningún otro utensilio de oro ni de plata se hacía para el templo de Jehová;

a. Pero en el año veintitrés del rey Joás aún no habían reparado los sacerdotes las grietas del templo: Los proyectos de construcción toman mucho tiempo, y renovar un edificio viejo es casi tan difícil y caro como construir uno nuevo. Parece que el rey Joás tuvo que esperar mucho tiempo hasta que los daños del templo fueran reparados. La obra iba demasiado lenta.

i. «En qué año Joás dio las órdenes para estas reparaciones, no sabemos con exactitud; pero el relato aquí da a entender que se habían dado hace mucho tiempo, y que nada se había hecho, simplemente por la inactividad y negligencia de los sacerdotes». (Clarke)

b. Mas el sumo sacerdote Joiada tomó un arca e hizo en la tapa un agujero, y la puso junto al altar: Bajo la dirección del rey Joás, los sacerdotes le dieron al pueblo la oportunidad de dar. Incluso, los dadores dispuestos debían recibir una oportunidad.

i. «Entonces él colocó un cofre de recaudación en el lado derecho del altar, dándole al proyecto de reparación una alta prioridad y una correspondiente alta visibilidad». (Dilday)

c. Ahora, pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las grietas del templo: El rey Joás llegó al corazón del problema, el proyecto de reconstrucción estaba siendo estorbado por una pobre administración y un mal manejo financiero. A través de Joiada, el sacerdote, implementó un sistema mediante el cual el dinero sería apartado, guardado y sabiamente gastado en la reparación y en la compra de nuevo mobiliario para el templo.

i. «Cuando al pueblo se le aseguró que el dinero realmente sería usado para el propósito para el que era dado, respondió generosamente, y así arreglos similares fueron continuados por Josías (2 de Reyes 22:3-7)». (Wiseman)

ii. «Tan exitoso había sido el programa del rey, y tan bien llevaron a cabo los interesados sus tareas que, incluso, hubo dinero de sobra para la provisión de utensilios sagrados para el servicio del santuario (2 de Crónicas 24:14)». (Patterson y Austel)

4. (14-16) El templo es reparado.

Porque lo daban a los que hacían la obra, y con él reparaban la casa de Jehová. Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado, para que ellos lo diesen a los que hacían la obra; porque lo hacían ellos fielmente. El dinero por el pecado, y el dinero por la culpa, no se llevaba a la casa de Jehová; porque era de los sacerdotes.

a. Y no se tomaba cuenta a los hombres en cuyas manos el dinero era entregado: A través de la buena administración del proyecto, fueron capaces de encontrar hombres en los que se podía confiar para usar el dinero sabia y honestamente. El proyecto anteriormente había sido detenido, no por falta de dinero; sino por un pobre manejo del mismo.

b. Era de los sacerdotes: Se establece el punto en el que el proyecto tuvo éxito sin necesidad de quitarle nada a los sacerdotes. El templo no fue reparado ni amueblado a costa de ellos; ellos aún recibían dinero del dinero por el pecado y del dinero por la culpa.

B. La decadencia del rey Joás.

1. (17-18) El rey Joás le paga al rey Hazael de Siria tributo para evitar un ataque contra Jerusalén.

Entonces subió Hazael rey de Siria, y peleó contra Gat, y la tomó. Y se propuso Hazael subir contra Jerusalén; por lo cual tomó Joás rey de Judá todas las ofrendas que habían dedicado Josafat y Joram y Ocozías sus padres, reyes de Judá, y las que él había dedicado, y todo el oro que se halló en los tesoros de la casa de Jehová y en la casa del rey, y lo envió a Hazael rey de Siria; y él se retiró de Jerusalén.

a. Y se propuso Hazael subir contra Jerusalén: En ese tiempo, el reino de Siria atacó a Judá con un ejército inferior; pero Dios los usó como un instrumento de juicio contra el desobediente Joás. El rey Joás fue herido en batalla fuera de Jerusalén.

i. Segunda de Crónicas 24:23-24 cuenta la historia: «A la vuelta del año subió contra él el ejército de Siria; y vinieron a Judá y a Jerusalén, y destruyeron en el pueblo a todos los principales de él, y enviaron todo el botín al rey a Damasco. Porque, aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, Jehová entregó en sus manos un ejército muy numeroso, por cuanto habían dejado a Jehová el Dios de sus padres. Así ejecutaron juicios contra Joás».

b. Tomó Joás rey de Judá todas las ofrendas que habían dedicado […] y lo envió a Hazael rey de Siria: En vez de confiar en Dios, Joás intercambió la bendición anterior —los tesoros sagrados del templo— para proteger su capital y su reino del ataque sirio.

i. Él estaba en una posición difícil: herido, con un ejército agresivo y exitoso dirigiéndose rápidamente a Jerusalén. Le resultó difícil confiar en Dios en esta posición difícil porque dejó de confiar en Dios en circunstancias más sencillas tiempo atrás.

2. (19-21) El asesinato de Joás.

Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y se levantaron sus siervos, y conspiraron en conjuración, y mataron a Joás en la casa de Milo, cuando descendía él a Sila; pues Josacar hijo de Simeat y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, le hirieron, y murió. Y lo sepultaron con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.

a. Los demás hechos de Joás, y todo lo que hizo: No hay ningún registro de arrepentimiento de parte de Joás. Nunca regresó ni cumplió su brillante promesa temprana.

i. «¡Qué pocos de los pocos que comenzaron a vivir para Dios continuaron hasta el final!». (Clarke)

b. Y se levantaron sus siervos, y conspiraron en conjuración, y mataron a Joás: Esto es alarmante, y muestra que la bendición de Dios se alejó de este rey tiempo atrás, quien inició tan bien, pero fracasó en terminar bien.

i. «El asesinato de Joás a manos de sus oficiales o siervos implica que pudo haber sido el resultado de desafección después de la derrota contra Hazael». (Wiseman)

ii. «Así, la desobediencia trae su propia amarga recompensa; y lo que el pueblo de Dios siembra siempre, de una forma u otra, cosecha. Joás merecía abundantemente su poco glorioso y terrible final». (Knapp)

iii. «De esta manera termina un reino lleno de promesas y esperanza al inicio; pero vicioso, cruel y ruinoso al final. Nunca estuvo la mano de justicia de Dios más notablemente estirada en contra de un rey apóstata y un pueblo infiel que en este tiempo». (Clarke)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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