2 de Reyes 21




2 Reyes 21: Los perversos reinados de Manasés y Amón

A. El reinado de Manasés, hijo de Ezequías.

1. (1-2) Un resumen del reinado de Manasés, un gobierno de maldad durante 55 años.

De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años; el nombre de su madre fue Hepsiba. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel.

a. De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar: Esto significa que nació durante los últimos quince años de la vida de Ezequías, los quince años adicionales por los que oró Ezequías. Esos quince años adicionales le trajeron a Judá a uno de sus peores reyes.

i. «Si este buen rey hubiera podido ver la perversidad de su indigno hijo, sin duda no hubiera tenido ningún deseo de recuperarse de su enfermedad. Mucho mejor morir sin hijos que suplicar por un hijo como Manasés». (Knapp)

b. Y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años: Este fue un reinado notablemente largo y notablemente perverso. Una carrera larga o la longevidad no son necesariamente evidencias de bendición y aprobación de Dios.

i. «Una planta degenerada de una viña tan noble». (Trapp)

ii. «Manasés es nombrado en los Anales asirios (Menasi o Minse, rey de Yaudi) entre los doce gobernantes de Palestina que llevaron tributo en especie a su gobernante supremo». (Wiseman)

c. Según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel: Manasés imitó los pecados tanto de los cananeos como de los israelitas del reino del norte (2 Reyes 16:3). Del mismo modo en que Dios trajo juicio sobre estos grupos por su pecado, expulsándolos de su tierra, sucedería con la impenitente Judá.

2. (3-9) Los pecados específicos de Manasés.

Porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas. Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén. Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira. Y puso una imagen de Asera que él había hecho, en la casa de la cual Jehová había dicho a David y a Salomón su hijo: Yo pondré mi nombre para siempre en esta casa, y en Jerusalén, a la cual escogí de todas las tribus de Israel; y no volveré a hacer que el pie de Israel sea movido de la tierra que di a sus padres, con tal que guarden y hagan conforme a todas las cosas que yo les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó. Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.

a. Volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado: Manasés se opuso a las reformas de su padre Ezequías y trajo a Judá de regreso a una terrible idolatría.

i. Esto nos muestra que el arrepentimiento, la reforma y el avivamiento no son condiciones permanentes. Lo que se logra en un tiempo puede ser revertido a su estado anterior en otro tiempo.

b. Levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera: Manasés no quiso imitar a su consagrado padre. En vez de eso, imitó a uno de los peores reyes de Israel: Acab. El adoptó la misma adoración a Baal y Asera patrocinada por el estado que marcaron el reinado de Acab.

c. Adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas: Manasés no solo trajo de vuelta las antiguas formas de idolatría; también trajo nuevas formas de idolatría a Judá. En este tiempo el Imperio de babilonia estaba creciendo en influencia, y tenía una atracción especial hacia la adoración astrológica. Manasés, probablemente, imitó esto.

d. Asimismo edificó altares en la casa de Jehová: Era suficientemente malo que Manasés permitiera esta adoración a ídolos en Judá. Pero peor aún fue quecorrompió la adoración al Dios verdadero en el templo, e hizo del templo un lugar de altares a ídolos, incluyendo los que había dedicado a su culto de adoración astrológica (edificó altares para todo el ejército de los cielos).

e. Y pasó a su hijo por fuego: Manasés sacrificó a su propio hijo al dios cananeo Moloc, quien era adorado con la quema de niños.

f. Se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos: Manasés invitó a la influencia satánica directa con su aprobación e introducción de estas artes ocultas.

g. Y puso una imagen de Asera que él había hecho, en la casa de […] Jehová: Asera era la diosa cananea de la fertilidad, y era adorada a través de la prostitución ritual. Esto significa que Manasés convirtió el templo en un burdel idólatra dedicado a Asera.

i. «Del todo es evidente que Asera no era otra que Venus; la naturaleza de cuya adoración es suficientemente clara desde la mención de idólatras y prostitutas». (Clarke)

h. Mas ellos no escucharon; y Manasés los indujo a que hiciesen más mal: Esto describe la actitud básica del pueblo de Judá durante el reinado de 55 años de Manasés. Ellos no escucharon las generosas promesas de Dios de protección a su pueblo obediente. Además, fueron voluntariamente inducidos por la perversidad de Manasés y atraídos a hacer más mal.

i. Ciertamente, fue un rey perverso; pero, tal vez, el peor pecado fue por parte del pueblo que aceptó su seducción voluntariamente. Segunda de Crónicas 33:10 dice: «Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon». Dios les habló tanto al pueblo como al líder, pero ellos rechazaron su palabra.

ii. «Él hizo todo lo que pudo para pervertir el carácter de la nación, y destruir por completo la adoración al Dios verdadero; y tuvo éxito». (Clarke)

iii. «¡Qué superficial había sido la obediencia de la nación a las reformas de Ezequías! Sin un líder espiritual fuerte, el pueblo pecador rápidamente se volvió a sus propias perversas maquinaciones. El juicio de Dios no podía estar muy lejos». (Patterson y Austel)

iv. Esta fue una transformación de una cultura que generalmente honraba a Dios en una cultura que glorificaba la idolatría y la inmoralidad. En general podemos decir que esto sucedió porque el pueblo quería que sucediera. No se interesaron por el rumbo que tomaría su cultura.

3. (10-15) Dios promete juicio contra Judá.

Habló, pues, Jehová por medio de sus siervos los profetas, diciendo: Por cuanto Manasés rey de Judá ha hecho estas abominaciones, y ha hecho más mal que todo lo que hicieron los amorreos que fueron antes de él, y también ha hecho pecar a Judá con sus ídolos; por tanto, así ha dicho Jehová el Dios de Israel: He aquí yo traigo tal mal sobre Jerusalén y sobre Judá, que al que lo oyere le retiñirán ambos oídos. Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomada de la casa de Acab; y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, que se friega y se vuelve boca abajo. Y desampararé el resto de mi heredad, y lo entregaré en manos de sus enemigos; y serán para presa y despojo de todos sus adversarios; por cuanto han hecho lo malo ante mis ojos, y me han provocado a ira, desde el día que sus padres salieron de Egipto hasta hoy.

a. Habló, pues, Jehová por medio de sus siervos los profetas: Cuando los líderes y la cultura popular habían abandonado a Dios, Jehová aún tenía voz en Judá. Habló por los profetas a su pueblo desobediente.

i. «Los profetas fueron Oseas, Joel, Nahúm, Habacuc, e Isaías. Estos cinco versículos siguientes contienen la suma de lo que estos profetas hablaron». (Clarke)

b. Ha hecho más mal que todo lo que hicieron los amorreos que fueron antes de él: Los amorreos estuvieron entre las tribus cananeas que poblaron la Tierra Prometida antes de que Israel la capturara, y eran infames por su cultura violenta, inmoral y depravada.

c. Le retiñirán ambos oídos: En otras partes del Antiguo Testamento, «oídos que retiñen» eran una señal de que un juicio especialmente severo se acercaba (1 de Samuel 3:11, Jeremías 19:3).

d. Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria: La lógica de Dios es simple. Si Judá insistía en imitar los pecados del reino de norte, entonces Dios respondería también con un juicio similar. Dios purificará a Jerusalén como se limpia un plato, que se friega y se vuelve boca abajo, sometiéndolos a sus enemigos.

i. «Limpiar un plato y voltearlo boca abajo para drenarlo significaba la despoblación de la tierra (cf. Jeremías 51:34)». (Wiseman)

ii. Y desampararé: «Desamparar es una palabra fuerte y enérgica usada para describir cuando se despelleja a un animal. Algunas veces es traducida como “deshacerse de”». (Dilday)

4. (16) Manasés persigue al pueblo de Dios.

Fuera de esto, derramó Manasés mucha sangre inocente en gran manera, hasta llenar a Jerusalén de extremo a extremo; además de su pecado con que hizo pecar a Judá, para que hiciese lo malo ante los ojos de Jehová.

a. Manasés derramó mucha sangre inocente: Esto pone a Manasés, rey de Judá, en la misma familia espiritual de Acab, rey de Israel. Bajo el reinado de ambos reyes —entre otros— el pueblo de Dios fue perseguido por la religión idólatra del estado. El alcance de esto fue tan grande que metafóricamente se podía decir: hasta llenar a Jerusalén de extremo a extremo con la sangre de sus víctimas.

i. Vemos la trágica progresión del reinado de Manasés:

·Primero, la idolatría es tolerada entre el pueblo de Dios.

·Luego, la idolatría es promovida.

·A continuación, la idolatría es apoyada y financiada.

·Posteriormente, la adoración al Dios verdadero se debilita.

·Luego, los adoradores del Dios verdadero son perseguidos y asesinados.

·Finalmente, el juicio de Dios viene.

b. Para que hiciese lo malo ante los ojos de Jehová: Se dice, que uno de los males hechos por Manasés fue el asesinato de Isaías el profeta. Muchos piensan que Hebreos 11:37 («fueron aserrados») es una referencia al martirio de Isaías.

i. «El derramar sangre inocente implica opresión contra los jóvenes, inocentes y temerosos de Dios (cf. 2 de Reyes 24:3-4). La tradición judía no corroborada (La ascensión de Isaías) dice que Isaías fue aserrado en dos durante el reinado de Manasés (cf. Hebreos 11:37)». (Wiseman)

5. (17-18) Conclusión del reinado de Manasés.

Los demás hechos de Manasés, y todo lo que hizo, y el pecado que cometió, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el huerto de su casa, en el huerto de Uza, y reinó en su lugar Amón su hijo.

a. Todo lo que hizo, y el pecado que cometió: Este fue un terrible legado de Manasés, el cual nació de uno de los mejores reyes de Judá (Ezequías).

b. ¿No está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?: Segunda de Crónicas 33:11-19 describe un notable arrepentimiento de parte de Manasés. Como él y su pueblo no quisieron escuchar las advertencias de Dios, Jehová les permitió a los babilonios atar al rey Manasés y llevarlo cautivo a Babilonia. Ahí, «luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres» (2 de Crónicas 33:12) y Dios respondió su oración y lo restauró en el trono. Manasés entonces probó que su arrepentimiento fue genuino al quitar los ídolos y dioses extranjeros de Jerusalén, y «mandó a Judá que sirviesen a Jehová Dios de Israel» (2 de Crónicas 33:16).

i. Este es un maravilloso ejemplo del principio: «Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él» (Proverbios 22:6). Manasés fue criado por un padre temeroso de Dios; sin embargo, vivió rebelándose contra la fe de su padre la mayor parte de su vida. Pero, al final de sus días, se arrepintió realmente y sirvió a Dios. En este caso, podemos decir que fue verdad que durmió Manasés con sus padres.

ii. No obstante, su arrepentimiento vino demasiado tarde como para cambiar a la nación. «Las extendidas rebeliones durante el reinado de Asurbanipal, las cuales ocurrieron del 652-648 a.C., pudieron proveer de la ocasión para el traslado de Manasés a Babilonia y su encarcelamiento. Si así fue, su subsecuente liberación y reformas al parecer llegaron demasiado tarde como para tener mucho efecto sobre un pueblo obstinado y reincidente». (Patterson y Austel)

iii. Tampoco fue lo suficientemente pronto como para cambiar el destino del reino. «Años después, cuando Jerusalén cayó ante Babilonia, el escritor culparía a los pecados de Manasés por el castigo de Judá (2 de Reyes 24:3-4)». (Dilday)

B. El reinado de Amón, hijo de Manasés.

1. (19-22) Un perverso reinado de dos años.

De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Mesulemet hija de Haruz, de Jotba. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre. Y anduvo en todos los caminos en que su padre anduvo, y sirvió a los ídolos a los cuales había servido su padre, y los adoró; y dejó a Jehová el Dios de sus padres, y no anduvo en el camino de Jehová.

a. Reinó dos años en Jerusalén: Este inusualmente corto reinado es una indicación de que la bendición de Dios no estaba sobre el reinado de Amón.

b. E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre: Amón pecó como Manasés había pecado, sin tener el arrepentimiento que tuvo Manasés. Es probable que una de las más grandes penas de Manasés fuera que sus hijos y otros que habían sido influenciados por él no se arrepintieron también.

i. «No hay ningún punto brillante en este carácter del rey para aliviar la oscuridad del registro de su corta vida». (Knapp)

ii. Segunda de Crónicas 33:23 dice: «Pero nunca se humilló delante de Jehová, como se humilló Manasés su padre; antes bien aumentó el pecado».

iii. «Glicas dijo que Amón se endureció en pecado por el pecado de su padre, quien navegó en dos aguas, pero con el tiempo se arrepintió. Así que, pensó él, así haré yo; por lo que pronto fue expulsado de este mundo por su presunción, muriendo en sus pecados, como se describe en 2 de Crónicas 33:23». (Trapp)

2. (23-26) El asesinato de Amón.

Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su casa. Entonces el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón; y puso el pueblo de la tierra por rey en su lugar a Josías su hijo. Los demás hechos de Amón, ¿no están todos escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y fue sepultado en su sepulcro en el huerto de Uza, y reinó en su lugar Josías su hijo.

a. Y los siervos de Amón conspiraron contra él, y mataron al rey en su casa: Esta historia de conspiración y asesinato, parece ser algo que sucedería entre los reyes de Israel, no de Judá. Sin embargo, cuando los reyes y el pueblo de Judá comenzaron a imitar los pecados de sus vecinos del norte, se toparon con el mismo caos y anarquía que marcaron el último periodo de la historia de Israel.

i. «Aunque las escrituras no dan ninguna razón para esta conspiración, su causa puede yacer dentro de la enredada red de rebeliones que Asurbanipal suprimió del 642-639, lo que provocó que volteara su atención al oeste […]. La muerte de Amón puede reflejar así una lucha entre los que deseaban mantenerse fieles a la corona asiria y los que aspiraban a unir la fortuna de Judá con la estrella en potencia de Psamético I (664-609) de la vigésima sexta dinastía de Egipto». (Patterson y Austel)

b. Entonces el pueblo de la tierra mató a todos los que habían conspirado contra el rey Amón: Esta fue una señal esperanzadora. Hasta este punto, el pueblo de Judá había tolerado en su gran mayoría unos 57 años de reyes totalmente perversos que guiaron a la nación al mal. Ahora parecía que querían justicia y rectitud en vez del mal con el que habían convivido por tanto tiempo.

i. De alguna manera, se pudiera decir que el pueblo de Judá tuvo a estos reyes perversos por más de 50 años porque eso era lo que querían. Dios les dio los líderes que deseaban y merecían. Ahora, cuando el pueblo del reino se volvió hacia el temor de Dios, Dios le dio un mejor rey.

c. Y puso el pueblo de la tierra por rey en su lugar a Josías su hijo: Aunque el rey Amón fue asesinado, Dios no le permitió a Judá que se metiera en el mismo hoyo de anarquía en el que Israel se había hundido. Debido a la acción justa del pueblo de la tierra, no hubo cambio de dinastía, y el legítimo heredero al trono de David recibió el trono.

i. «La única contribución positiva que hizo Amón a la historia de Judá fue producir uno de los mejores reyes en el trono de Jerusalén». (Dilday)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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