2 Reyes 25 – La caída de Jerusalén y la cautividad de Judá
A. Jerusalén es conquistada.
1. (1-3) Jerusalén bajo sitio.
Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor. Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías. A los nueve días del cuarto mes prevaleció el hambre en la ciudad, hasta que no hubo pan para el pueblo de la tierra.
a. Y la sitió, y levantó torres contra ella alrededor: Nabucodonosor usó un método común de ataque en aquellos días contra las ciudades amuralladas: la sitió, y levantó torres. Un sitio, tenía la intención de rodear una ciudad e impedir todo negocio e intercambio al dificultar la entrada y la salida y, eventualmente, matar de hambre a la población hasta que se rindiera.
i. «Los babilonios inicialmente dependían de un estricto control y usaron “torres de vigilancia” en vez de “obras de sitio”; permitieron irse a los que lo deseaban (cf. 2 Reyes 25:11; Jeremías 38:19; 39:9), pero privaron de comida a la ciudad (Jeremías 38:2-9)». (Wiseman)
ii. A los nueve años de su reinado: «Esta es la primera vez en Reyes que se data un evento de la historia de Israel por una era extranjera». (Dilday)
b. Prevaleció el hambre en la ciudad: Este era el objetivo del sitio. Esto indica que Nabucodonosor y los babilonios estaban a punto de lograr la victoria sobre Jerusalén.
i. «El año y medio de sitio puede ser debido a: (i) la ausencia de Nabucodonosor en Ribla y su preocupación por contener los puertos fenicios; (ii) su alerta contra la potencial intervención de Egipto para ayudar a Sedequías (Jeremías 37:5, 11)». (Wiseman)
2. (4-7) Sedequías es capturado y ejecutado.
Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra por el camino de la puerta que estaba entre los dos muros, junto a los huertos del rey, estando los caldeos alrededor de la ciudad; y el rey se fue por el camino del Arabá. Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó, habiendo sido dispersado todo su ejército. Preso, pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y pronunciaron contra él sentencia. Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia.
a. Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad: En este punto desesperado para Judá en el sitio de Jerusalén, Sedequías hizo un último intento por escapar de la sujeción del sitio total que estaba por tener éxito. Planearon abrir secretamente una brecha a través de los muros de la ciudad y las líneas de sitio de los babilonios, usando una táctica de distracción.
i. «Parece que el ejército se dispersó para evitar la captura; algunos relacionan la profecía de Abdías 1:2-14 sobre Edom con este tiempo». (Wiseman)
b. Y el ejército de los caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó: Esta era una distancia considerable desde Jerusalén. Sedequías probablemente pensó que esta estrategia había sido exitosa, y que había escapado al juicio que los profetas como Jeremías le habían prometido. Sin embargo, la palabra de Dios demostró ser verdadera cuando fue capturado en las llanuras de Jericó.
i. «Parece irónico que aquí, en el mismo lugar donde Israel tocó por primera vez la Tierra Prometida, el último de los reyes davídicos fue capturado y su monarquía destruida. Aquí, donde Israel experimentó su primera victoria cuando los muros Jericó cayeron ante el desarmado ejército que confió en Dios, fue la escena de su última derrota». (Dilday)
c. Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos: Los babilonios no eran conocidos por ser crueles como los asirios que conquistaron el reino de Israel unos 150 años antes, pero aun así eran expertos en crueldad por derecho propio. Ellos se aseguraron de que la última imagen del rey Sedequías fuera el asesinato de sus propios hijos, y que luego pasara el resto de su vida en oscuridad.
i. Esto cumplió la misteriosa promesa de Dios hecha a través de Ezequiel sobre Sedequías poco antes de la caída de Jerusalén: «Mas yo extenderé mi red sobre él, y caerá preso en mi trampa, y haré llevarlo a Babilonia, a tierra de caldeos, pero no la verá, y allá morirá» (Ezequiel 12:13).
ii. «Esto también cumplió la profecía de Ezequiel de que Sedequías sería llevado a Babilonia, pero no la vería (Ezequiel 12:13). Los prisioneros ciegos eran algo poco común, pues la mayoría eran puestos a trabajar (cf. Jueces 16:21). Si Sedequías hubiera prestado atención a la palabra del profeta se hubiera salvado a sí mismo y a Jerusalén (Jeremías 38:14-28), pues él iba morir en Babilonia (Ezequiel 12:13)». (Wiseman)
iii. «Sin ojos, y atado en cadenas, fue llevado a la corte del conquistador. El símbolo de las personas que se habían rebelado contra Dios, había sido roto en pedazos». (Morgan)
iv. «Los ojos de aquella mente habían sido sacados mucho tiempo atrás; de otra forma hubiera previsto y evitado este mal —si hubiera tomado la advertencia de lo que le fue predicho». (Trapp)
v. «Josefo (Antigüedades gx.8.8) dice que Nabucodonosor “mantuvo a Sedequías en prisión hasta que murió; y luego lo enterró magníficamente”. Esto concuerda con Jeremías 34:5». (Knapp)
3. (8-10) La destrucción de Jerusalén.
En el mes quinto, a los siete días del mes, siendo el año diecinueve de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y todas las casas de los príncipes quemó a fuego. Y todo el ejército de los caldeos que estaba con el capitán de la guardia, derribó los muros alrededor de Jerusalén.
a. Y quemó la casa de Jehová: El gran templo de Salomón ahora estaba convertido en ruinas. Y permanecería en ruinas por muchos años, hasta que fuera humildemente reconstruido por los exiliados que regresaron en los días de Esdras.
i. «El Talmud declara que cuando los babilonios entraron al templo, tuvieron ahí un festejo de dos días para profanarlo; luego, en el tercer día, prendieron fuego al edificio. El Talmud agrega que el fuego ardió todo ese día y el siguiente». (Dilday)
ii. «Así el templo fue destruido en el undécimo año de Sedequías, el decimonoveno de Nabucodonosor, el primero de la XLVIII Olimpiada, en el año ciento sesenta de la era de Nabonasar, cuatrocientos veinticuatro años tres meses y ocho días después de que Salomón puso su primera piedra». (Clarke)
b. Derribó los muros alrededor de Jerusalén: Los muros de Jerusalén —la seguridad física de la ciudad— ahora estaban destruidos. Jerusalén ya no era un lugar de seguridad y confianza. Los muros permanecerían en ruinas hasta que fueron reconstruidos por los exiliados que regresaron en los días de Nehemías.
i. Nabuzaradán, capitán de la guardia: «El título en hebreo es, literalmente, “el verdugo principal” o “el asesino”. Metódicamente, comenzó a demoler la hermosa ciudad, quemando el palacio y los edificios principales, rompiendo las murallas, y destruyendo el templo». (Dilday)
4. (11-17) El remanente es tomado cautivo y saqueado.
Y a los del pueblo que habían quedado en la ciudad, a los que se habían pasado al rey de Babilonia, y a los que habían quedado de la gente común, los llevó cautivos Nabuzaradán, capitán de la guardia. Mas de los pobres de la tierra dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, para que labrasen las viñas y la tierra. Y quebraron los caldeos las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas, y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron el bronce a Babilonia. Llevaron también los calderos, las paletas, las despabiladeras, los cucharones, y todos los utensilios de bronce con que ministraban; incensarios, cuencos, los que de oro, en oro, y los que de plata, en plata; todo lo llevó el capitán de la guardia. Las dos columnas, un mar, y las basas que Salomón había hecho para la casa de Jehová; no fue posible pesar todo esto. La altura de una columna era de dieciocho codos, y tenía encima un capitel de bronce; la altura del capitel era de tres codos, y sobre el capitel había una red y granadas alrededor, todo de bronce; e igual labor había en la otra columna con su red.
a. A los que habían quedado de la gente común, los llevó cautivos: Esta era la tercera ola principal de cautiverio; todo el pueblo que quedaba, excepto los pobres de la tierra.
i. «De los hombres prominentes de Jerusalén, solo fueron dejados atrás Jeremías y Gedalías (2 Reyes 2; cf. Jeremías 39:11-14). La posición de Jeremías sobre la situación con Babilonia era, sin duda, bien conocida». (Dilday)
ii. «En hebreo, los primeros doce versículos del capítulo son una sola y larga oración, cada verso inicia con “y”. Oración es apilada sobre oración en una especie de ritmo, como si cada una fuera otra marca del reloj contando las últimas horas de Jerusalén». (Dilday)
b. Y llevaron el bronce a Babilonia […] y todos los utensilios […] los que de oro, en oro, y los que de plata, en plata; todo lo llevó el capitán de la guardia: Cuando el pueblo que quedaba estaba siendo llevado cautivo a Babilonia, también lo fueron los artículos valiosos que quedaban en el templo. Jerusalén fue desolada, completamente saqueada bajo el juicio de Dios.
i. Jeremías 52:17-23 es un inventario detallado de todo lo que los babilonios tomaron del templo.
5. (18-21) La autoridad de Nabucodonosor sobre Jerusalén y Judá.
Tomó entonces el capitán de la guardia al primer sacerdote Seraías, al segundo sacerdote Sofonías, y tres guardas de la vajilla; y de la ciudad tomó un oficial que tenía a su cargo los hombres de guerra, y cinco varones de los consejeros del rey, que estaban en la ciudad, el principal escriba del ejército, que llevaba el registro de la gente del país, y sesenta varones del pueblo de la tierra, que estaban en la ciudad. Éstos tomó Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó a Ribla al rey de Babilonia. Y el rey de Babilonia los hirió y mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra.
a. Y el rey de Babilonia los hirió y mató: Estos últimos líderes de Jerusalén y Judá también fueron capturados y asesinados. El rey de Babilonia tenía lo que parecía ser el gobierno total sobre el antiguo reino de Judá.
b. Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra: Esta era la tierra que Dios le había dado a su pueblo, a las tribus de Israel. Ellos habían poseído esta tierra por alrededor de 860 años; la tomaron por fe y obediencia, pero la perdieron por la idolatría y el pecado.
i. «El lector no puede evitar ser golpeado por el tono desapasionado de la narrativa de este capítulo. En ninguna ocasión el autor muestra sus sentimientos, a pesar de que está describiendo la trágica caída de su país. Tenemos que irnos al libro de Lamentaciones para encontrar lamentos y gemidos». (Dilday)
ii. «Así la nación llamada a una peculiar posición de honor, se convirtió en un pueblo disperso y despojado, que perdió todos sus privilegios debido a su fracaso en cumplir su responsabilidad». (Morgan)
iii. «Israel quería ser como otras naciones que la rodeaban, imitar su organización, y aliarse con uno, y luego con otro; en consecuencia, fue llevada en cautiverio a la misma nación cuyas modas había estudiado con más detalle (Isaías 39)». (Meyer)
iv. «Y así Judá fue llevada lejos de su propia tierra cuatrocientos sesenta y ocho años después de que David comenzara a reinar sobre ella; desde la división de las diez tribus trescientos ochenta y ocho años; y desde la destrucción del reino de Israel, ciento treinta y cuatro años; y antes de Cristo, quinientos noventa años». (Clarke)
B. Judá y Jerusalén bajo Babilonia.
1. (22-24) Gedalías es hecho gobernador.
Y al pueblo que Nabucodonosor rey de Babilonia dejó en tierra de Judá, puso por gobernador a Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Safán. Y oyendo todos los príncipes del ejército, ellos y su gente, que el rey de Babilonia había puesto por gobernador a Gedalías, vinieron a él en Mizpa; Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de Carea, Seraías hijo de Tanhumet netofatita, y Jaazanías hijo de un maacateo, ellos con los suyos. Entonces Gedalías les hizo juramento a ellos y a los suyos, y les dijo: No temáis de ser siervos de los caldeos; habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien.
a. Nabucodonosor rey de Babilonia […] puso por gobernador a Gedalías: Parece que Gedalías era un hombre bueno y piadoso, que era amigo del profeta Jeremías (Jeremías 26:24 y 39:14).
i. «Gedalías tenía la reputación de ser gentil y generoso (Josefo, Antigüedades x.9.1) y sus enemigos se aprovecharon de esto». (Wiseman)
b. Habitad en la tierra, y servid al rey de Babilonia, y os irá bien: Parecía poco patriótico y hasta impío hacer esto, pero era lo correcto. Lo mejor que podían hacer en esta situación de juicio merecido e inevitable era, simplemente, aceptarlo de la mano de Dios y hacer lo correcto bajo los babilonios.
i. Era lo correcto porque, aunque era difícil de aceptar, era verdad que los babilonios estaban haciendo la obra de Dios al traer este juicio sobre el reino de Judá. En esta situación, resistir a Babilonia era resistir a Dios. Era mejor humillarse a sí mismos y someterse al juicio de Dios a manos de los babilonios.
ii. Esta era la pregunta que molestaba tanto al profeta Habacuc: A pesar de que Judá era perverso y merecía juicio, ¿cómo pudo Dios utilizar a un reino aún más perverso como Babilonia para traer juicio? Habacuc lidió con estas difíciles preguntas (Habacuc 1:5-2:8).
2. (25-26) El asesinato de Gedalías.
Mas en el mes séptimo vino Ismael hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la estirpe real, y con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió; y también a los de Judá y a los caldeos que estaban con él en Mizpa. Y levantándose todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor, con los capitanes del ejército, se fueron a Egipto, por temor de los caldeos.
a. Con él diez varones, e hirieron a Gedalías, y murió: Como Gedalías guio a lo que quedaba de Judá a someterse a los babilonios (también llamados aquí los caldeos), fue asesinado como traidor por el movimiento de resistencia contra los babilonios.
b. Y levantándose todo el pueblo […] se fueron a Egipto: Ellos hicieron esto porque tenían miedo de lo que los babilonios les harían a la luz del asesinato del gobernador Gedalías. En este caso, irse a Egipto era peor que someterse al juicio de Dios traído por los babilonios.
i. «La existencia de los judíos en Egipto en el siglo V es ahora ilustrada en los Papiros de Elefantina». (Dilday)
3. (27-30) La situación de Joaquín en Babilonia mejora.
Aconteció a los treinta y siete años del cautiverio de Joaquín rey de Judá, en el mes duodécimo, a los veintisiete días del mes, que Evil-merodac rey de Babilonia, en el primer año de su reinado, libertó a Joaquín rey de Judá, sacándolo de la cárcel; y le habló con benevolencia, y puso su trono más alto que los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia. Y le cambió los vestidos de prisionero, y comió siempre delante de él todos los días de su vida. Y diariamente le fue dada su comida de parte del rey, de continuo, todos los días de su vida.
a. Aconteció a los treinta y siete años del cautiverio de Joaquín rey de Judá: Este rey Joaquín no fue el último rey de Judá; Sedequías estuvo después de él. Pero él fue llevado a Babilonia (2 Reyes 24:10-12). Estos últimos eventos del libro de 2 Reyes llegaron cuando Joaquín había estado cautivo por muchos años.
i. «Como al parecer él fue considerado por los judíos como el último rey legítimo, noticias de su condición posterior serían de gran significado». (Dilday)
b. Libertó a Joaquín rey de Judá, sacándolo de la cárcel […] y le habló con benevolencia, y puso su trono más alto que los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia: Las palabras finales del libro de 2 Reyes describen pequeños actos de bondad y bendiciones dadas en las peores circunstancias. Judá aún seguía despoblada; el pueblo de Dios aún seguía exiliado; y el rey de Judá seguía prisionero en Babilonia. Sin embargo, viendo hasta las pequeñas evidencias de gracia y misericordia como muestras del favor de Dios que regresaba, el historiador divino anota que Joaquín comenzó a recibir mejor trato en Babilonia.
i. «Que un solo general haya hablado amablemente con él (“habló con benevolencia [cosas] con él”) fue resultado de un acuerdo». (Wiseman)
ii. «Los rabinos nos dicen que, su padre, recuperando la razón después de que había sido convertido por un espacio de siete años en alguien que se alimentó de pasto entre las bestias del campo, arrojó a Evil-merodac en la misma prisión que a Joaquín, quien le contó su caso y, por lo tanto, se ganó su favor». (Trapp)
iii. «Este segundo apéndice es agregado para recordar al lector que mientras Joaquín estaba en Babilonia como representante de la dinastía de David, Dios aún preservaba a su pueblo. Algunos ven esto como la intención de terminar la historia con una nota de esperanza; tal vez, incluso, de un “avivamiento mesiánico”». (Wiseman)
iv. Esta fue una pequeña, pero aun así una evidencia, de que Dios no había terminado de bendecir y restaurar a su pueblo, lo que presagiaba una bendición y restauración aún más grandes que estaban por venir.
v. «¿Se debería suponer que el rey de Babilonia tuvo más cuidado de Joaquín que el que Dios tendrá de nosotros?». (Meyer)
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com