2 de Samuel 18




2 Samuel 18 – La derrota de Absalón

A. Derrota y muerte de Absalón.

1. (1-4) David pone al ejército bajo tres capitanes.

David, pues, pasó revista al pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos jefes de millares y jefes de centenas. Y envió David al pueblo, una tercera parte bajo el mando de Joab, una tercera parte bajo el mando de Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte al mando de Itai geteo. Y dijo el rey al pueblo: Yo también saldré con vosotros. Mas el pueblo dijo: No saldrás; porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad. Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que bien os parezca. Y se puso el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en mil.

a. David, pues, pasó revista al pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos jefes: David sabía exactamente qué hacer para organizar su ejército. Los puso en tres divisiones bajo el liderazgo de Joab, Abisai e Itai geteo.

b. Yo también saldré con vosotros: David sabía que el comandante debía estar en la batalla. No quería repetir el error anterior de no salir a la batalla cuando debería haberlo hecho (2 de Samuel 11:1).

c. No saldrás: El pueblo alrededor de David no le permitiría ir a la batalla con el resto del ejército. Aquí hay tres razones por las que insistieron en esto:

· Su vida era más valiosa (vales tanto como diez mil de nosotros).

· Podría traer refuerzos si se requería (Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad).

· Ellos entendían que sería difícil para David pelear contra su propio hijo Absalón.

d. Yo haré lo que bien os parezca: David no fue terco. Sabía cómo someterse a los buenos consejos de los demás. No renunció al liderazgo; practicó un buen liderazgo escuchando los sabios consejos de las personas que lo rodeaban.

e. Y se puso el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en mil: Ellos estaban dispuestos a exponerse al peligro y a sacrificarse por el beneficio de su rey. Su devoción a David es un ejemplo de cómo el creyente debe ser devoto al Rey de Reyes, Jesucristo.

2. (5) La orden de David para los tres capitanes.

Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Tratad benignamente por amor de mí al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de Absalón a todos los capitanes.

a. Y el rey mandó: David quería que se supiera claramente que Absalón debía ser capturado vivo y no debía ser maltratado de ninguna manera.

b. Y todo el pueblo oyó: David dio esta orden en presencia de todo el pueblo para que los capitanes sintieran una mayor presión para hacer lo que David ordenó.

3. (6-8) Los ejércitos de Absalón son derrotados.

Salió, pues, el pueblo al campo contra Israel, y se libró la batalla en el bosque de Efraín. Y allí cayó el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y se hizo allí en aquel día una gran matanza de veinte mil hombres. Y la batalla se extendió por todo el país; y fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los que destruyó la espada.

a. Salió, pues, el pueblo al campo contra Israel: Los que eran leales a David pelearon contra Israel, porque Israel no le era leal a David. Israel fue seducido por el carisma y el poder de Absalón.

b. Y allí cayó el pueblo de Israel delante de los siervos de David: El experimentado liderazgo de David y sus capitanes fue probablemente la razón principal de su abrumadora victoria.

i. “David había dispuesto que la batalla tuviera lugar en este terreno, donde la experiencia y el coraje de cada soldado individualmente contaban más que el simple número”. (Baldwin)

c. Fueron más los que destruyó el bosque aquel día, que los que destruyó la espada: Esta frase implica que Dios peleó por David de formas inusuales. Los soldados leales a Absalón parecieron ser “tragados” por el bosque.

i. “Pereciendo no solo a espada, sino entre los robles espesos y los abrojos enmarañados del bosque, que ocultaban precipicios espantosos y grandes cavernas, en las que los rebeldes se sumergieron en su salvaje miedo cuando comenzó la derrota”. (Spurgeon)

ii. “Generalmente se supone que, cuando el ejército se desmanteló, se dirigieron al bosque, cayeron en pozos, pantanos, etc., y al enredarse, fueron talados por los hombres de David; pero el caldeo, el siriaco, y el árabe, afirman que fueron devorados por bestias salvajes en el bosque”. (Clarke)

4. (9-17) Joab mata a Absalón.

Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante. Viéndolo uno, avisó a Joab, diciendo: He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina. Y Joab respondió al hombre que le daba la nueva: Y viéndolo tú, ¿por qué no le mataste luego allí echándole a tierra? Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte. El hombre dijo a Joab: Aunque me pesaras mil siclos de plata, no extendería yo mi mano contra el hijo del rey; porque nosotros oímos cuando el rey te mandó a ti y a Abisai y a Itai, diciendo: Mirad que ninguno toque al joven Absalón. Por otra parte, habría yo hecho traición contra mi vida, pues que al rey nada se le esconde, y tú mismo estarías en contra. Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina. Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle. Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo se volvió de seguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo. Tomando después a Absalón, le echaron en un gran hoyo en el bosque, y levantaron sobre él un montón muy grande de piedras; y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.

a. E iba Absalón sobre un mulo: La vanidad de Absalón lo puso en esta batalla, contra el sabio consejo de Ahitofel (2 Samuel 17:1-14). Absalón no parecía un gran general, montado en un mulo en la batalla.

b. Y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra: Absalón era reconocido por su apariencia y su suntuoso cabello (2 de Samuel 14:25-26). Lo que antes fue su gloria ahora fue su maldición – Absalón fue literalmente atrapado por su propio cabello en los frondosos árboles del bosque.

i. Adam Clarke es cuidadoso al señalar que el texto no dice que Absalón fue atrapado por su cabello – nosotros asumimos eso. Puede ser que haya quedado atrapado del cuello. Sin embargo, permanece la imagen de Absalón colgando del árbol: “Así quedó suspendido entre el cielo y la tierra, pues fue rechazado de ambos”. (Trapp)

ii. “El final de Absalón estuvo plagado de terrores. Cuando quedó atrapado en las ramas del roble, estuvo a punto de cortarse el pelo con el golpe de su espada, pero de repente vio al infierno abierto ante él y prefirió colgar del árbol antes que arrojarse vivo sobre el abismo. El crimen de Absalón fue, de hecho, de una naturaleza que merecía la tortura suprema, por lo que es uno de los pocos judíos que no tiene porción en el mundo por venir”. (Ginzberg, Leyendas de los Judíos)

c. He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina: Cuando se le informó esto a Joab, el general se preguntó por qué el hombre no mató inmediatamente a Absalón. El hombre respondió que no lo hizo por obediencia y fidelidad a David.

i. Joab insistió en que daría dinero y una promoción al que matara a Absalón (Me hubiera placido darte diez siclos de plata, y un talabarte). Sin embargo el hombre se rehusó a hacerlo por lealtad a David.

ii. “El talabarte militar era el ornamento principal de un soldado, y era altamente valorado en todas las naciones antiguas; era también un generoso regalo de un cacique a otro”. (Clarke)

d. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón: Joab no dudó en herir a Absalón, aunque sabía que David le había ordenado que no lo hiciera. Joab estaba convencido de que lo mejor para David y lo mejor para Israel era mostrar justicia a Absalón, no misericordia.

i. Absalón solo recibió lo que merecía. Era un asesino, un traidor y un violador. Joab sabía que David era generalmente indulgente con sus hijos y nunca castigaría a Absalón. “Había visto la acción de David hacia sus hijos caracterizada por la falta de disciplina. En aras de los más altos intereses del reino, levantó la mano para matar a Absalón. (Morgan)

ii. Podríamos decir que Joab estaba en lo correcto pero no estuvo bien. Estaba en lo correcto al entender que era mejor para David y para todo Israel que Absalón muriera. No estuvo bien al desobedecer al rey David, la autoridad designada por Dios sobre él. Por lo que vivió David con el rey Saúl, vemos que Dios puede lidiar con aquellos que están en autoridad y no necesitamos desobedecerles a menos que sea ordenado por las Escrituras o por una conciencia limpia.

iii. “Hace mucho tiempo que debería haber muerto por la mano de la justicia; y ahora todos sus crímenes le recaen en su último acto de rebelión. Sin embargo, en las circunstancias actuales, el acto de Joab fue vil, desleal y un cobarde asesinato.” (Clarke)

iv. Al mismo tiempo, hay un giro irónico en que al rebelde Absalón le quitaron la vida en un acto rebelde de Joab. Absalón obtuvo lo que se merecía y Joab tendría que responder por lo que le hizo a Absalón, ante Dios y eventualmente ante David (1 de Reyes 2:5-6).

e. Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle: Absalón aún no moría después de los tres dardos porque corazón es una referencia general a la parte media del cuerpo en vez de a un órgano interno específico.

i. “Así como había profanado a las diez concubinas de su padre, así por estos diez jóvenes, el poco aliento que le quedaba le fue arrebatado a golpes de su cuerpo”. (Trapp)

f. Tomando después a Absalón, le echaron en un gran hoyo en el bosque, y levantaron sobre él un montón muy grande de piedras: Joab quería asegurarse de que el cuerpo de Absalón no fuera conmemorado como inspiración para otros seguidores o futuros rebeldes.

g. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda: Esto significa que el ejército de Absalón estaba en plena retirada. Las fuerzas de David triunfaron por completo.

5. (18) La columna de Absalón.

Y en vida, Absalón había tomado y erigido una columna, la cual está en el valle del rey; porque había dicho: Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre. Y llamó aquella columna por su nombre, y así se ha llamado Columna de Absalón, hasta hoy.

a. Y en vida, Absalón había tomado y erigido una columna: Esto es lo que esperaríamos de un hombre egocéntrico y que se promueve a sí mismo como Absalón. Joab se aseguró de que Absalón no tuviera un memorial en muerte, pero Absalón se hizo un memorial en vida.

b. Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre: Absalón tuvo tres hijos (2 de Samuel 14:27). De esta declaración inferimos que murieron antes que su padre.

B. David se entera de la muerte de Absalón.

1. (19-27) Se envían dos mensajeros para contarle a David el resultado de la batalla.

Entonces Ahimaas hijo de Sadoc dijo: ¿Correré ahora, y daré al rey las nuevas de que Jehová ha defendido su causa de la mano de sus enemigos? Respondió Joab: Hoy no llevarás las nuevas; las llevarás otro día; no darás hoy la nueva, porque el hijo del rey ha muerto. Y Joab dijo a un etíope: Ve tú, y di al rey lo que has visto. Y el etíope hizo reverencia ante Joab, y corrió. Entonces Ahimaas hijo de Sadoc volvió a decir a Joab: Sea como fuere, yo correré ahora tras el etíope. Y Joab dijo: Hijo mío, ¿para qué has de correr tú, si no recibirás premio por las nuevas? Mas él respondió: Sea como fuere, yo correré. Entonces le dijo: Corre. Corrió, pues, Ahimaas por el camino de la llanura, y pasó delante del etíope. Y David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya había ido al terrado sobre la puerta en el muro, y alzando sus ojos, miró, y vio a uno que corría solo. El atalaya dio luego voces, y lo hizo saber al rey. Y el rey dijo: Si viene solo, buenas nuevas trae. En tanto que él venía acercándose, vio el atalaya a otro que corría; y dio voces el atalaya al portero, diciendo: He aquí otro hombre que corre solo. Y el rey dijo: Este también es mensajero. Y el atalaya volvió a decir: Me parece el correr del primero como el correr de Ahimaas hijo de Sadoc. Y respondió el rey: Ese es hombre de bien, y viene con buenas nuevas.

a. Hoy no llevarás las nuevas: Ahimaas quería llevarle a David las noticias de la victoria de Israel y de la muerte de Absalón. Pero Joab quería evitarle a Ahimaas el hijo de Sadoc la carga de ser el mensajero de malas noticias.

b. Corrió, pues, Ahimaas por el camino de la llanura, y pasó delante del etíope: Ahimaas fue más rápido que el otro mensajero. Como el mensajero era alguien a quien David conocía (Ahimaas), asumió que eran buenas noticias (Ese es hombre de bien, y viene con buenas nuevas.).

2. (28-32) David se entera de la muerte de Absalón por el etíope, quien llega después de Ahimaas.

Entonces Ahimaas dijo en alta voz al rey: Paz. Y se inclinó a tierra delante del rey, y dijo: Bendito sea Jehová Dios tuyo, que ha entregado a los hombres que habían levantado sus manos contra mi señor el rey. Y el rey dijo: ¿El joven Absalón está bien? Y Ahimaas respondió: Vi yo un gran alboroto cuando envió Joab al siervo del rey y a mí tu siervo; mas no sé qué era. Y el rey dijo: Pasa, y ponte allí. Y él pasó, y se quedó de pie. Luego vino el etíope, y dijo: Reciba nuevas mi señor el rey, que hoy Jehová ha defendido tu causa de la mano de todos los que se habían levantado contra ti. El rey entonces dijo al etíope: ¿El joven Absalón está bien? Y el etíope respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal.

a. ¿El joven Absalón está bien? Esta era la única preocupación de David. Debería haberse preocupado más por Israel como nación que por su hijo traidor. Al mismo tiempo, la pregunta de David es un ejemplo del gran vínculo de amor entre padres e hijos.Y entre Dios nuestro Padre y Sus hijos.

i. “Él pudo haber dicho, ‘¿Ha muerto el joven Absalón? Porque si está fuera del camino habrá paz para mi reino y descanso para mi atribulada alma’. Pero no, él es un padre y debe amar a su propio hijo. Es un padre el que habla, y el amor de un padre puede sobrevivir a la enemistad de un hijo”. (Spurgeon)

ii. “Nuestros hijos pueden caer en el peor de los pecados, pero siguen siendo nuestros hijos. Pueden burlarse de nuestro Dios; pueden destrozar nuestro corazón con su maldad; no podemos darnos por satisfechos con ellos, pero al mismo tiempo no podemos deshacernos de ellos, ni borrar su imagen de nuestro corazón”. (Spurgeon)

b. Vi yo un gran alboroto. . . mas no sé qué era: Comparado con el etíope, Ahimaas era un mejor corredor pero un peor mensajero porque no conocía bien su mensaje. Un mensaje puede ser entregado hermosamente, pero la principal responsabilidad del mensajero es tener bien el mensaje.

c. Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal: Sin decirlo directamente, el etíope le dijo a David que Absalón había muerto.

3. (33) El gran lamento de David.

Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!

a. Entonces el rey se turbó: La idea hebrea de se turbó implica un violento temblor del cuerpo. David se sintió completamente deshecho cuando escuchó las noticias de la muerte de Absalón.

i. En parte, David se turbó porque sabía que él proveyó la tierra de la que surgió esta tragedia.

· La tierra vino de la indulgente paternidad de David.

· La tierra vino del pecado de David con Betsabé y el asesinato de Urías, después de los cuales Dios le prometió a David: por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. . . He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa (2 de Samuel 12:10-11).

· La tierra vino de la propia indulgencia pecaminosa de David de sus pasiones y pequeñas rebeliones contra Dios, cuyos pecados y debilidades fueron magnificados en sus hijos.

ii. El dolor de David nos muestra que no es suficiente que los padres eduquen a sus hijos para que sean consagrados; primero deben entrenarse a sí mismos en consagración. “No podemos estar ante la presencia de semejante sufrimiento sin aprender las solemnes lecciones de responsabilidad parental que tiene que enseñarnos, no solamente en instruir a nuestros hijos, sino en la temprana instrucción de nuestras vidas por el bien de ellos”. (Morgan)

b. ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón!: David se lamentó tanto por Absalón porque realmente era su hijo. David vio sus pecados, sus debilidades, su rebelión exagerados en Absalón.

i. “Todo en la historia conduce y culmina en este lamento de angustia por su hijo muerto … Cinco veces repitió las palabras, ‘mi hijo'”. (Morgan)

ii. “Esto seguramente tenía una nota más profunda que solo la repetición medio consciente de palabras ocasionadas por el dolor personal. El padre reconoció la responsabilidad que tenía por su hijo. Es como si dijera: Él ciertamente es mi hijo, sus debilidades son mis debilidades, sus pasiones son mis pasiones, sus pecados son mis pecados”. (Morgan)

c. Quién me diera que muriera yo en lugar de ti: David quería morir en lugar de su rebelde hijo. Lo que David no pudo hacer, Dios lo hizo al morir en lugar de pecadores rebeldes.

i. “Así en el clamor de David, en realidad escuchamos el clamor de Dios por sus hijos perdidos. Su deseo de restaurar, su deseo de perdonar”. (Smith)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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