2 de Samuel 22




2 Samuel 22 – El salmo de alabanza de David

A. Parte uno: alabanza, liberación, y la razón de la liberación.

1. (1) Introducción al salmo.

Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl.

a. Habló David a Jehová las palabras de este cántico: Por muchas razones, la mayoría de los comentaristas asumen que este fue un salmo que David escribió y cantó muchos años antes y fue insertado al final de 2 de Samuel fuera de su orden cronológico. Esto es posible, pero no necesariamente.

i. “El salmo aparece casi como las últimas palabras de David. Por tanto, es un resumen de agradecimiento por todas las veces que Dios lo libró a lo largo de su larga vida de servicio”. (Boice)

b. Las palabras de este cántico: Con pequeñas variaciones, este Salmo es el mismo que el Salmo 18. Es posible que David haya compuesto este cántico cuando era joven – tal vez cuando murió Saúl y recién tomó el trono, como se describe en 2 de Samuel 8:14, cuando David había sometido a todos sus enemigos y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue. Sin embargo, en su vejez, David podía mirar atrás con gran gratitud y cantar este cántico otra vez, contemplando su vida completa.

i. Este salmo es un gran resumen de todo el carácter de David y su actitud a lo largo de su vida. “Semejantes convicciones – de la absoluta soberanía de Jehová, de su omnipotente poder para salvar, de la necesidad de obediencia de Su ley y de la promesa de que si hay tal obediencia Él actuará por su pueblo – constituían la subyacente fuerza del carácter de David”. (Morgan)

ii. “Tenemos otra forma de este salmo con significantes variaciones. . . y esto sugiere la idea de que fue cantado por David en diferentes ocasiones cuando analizaba su propia increíble historia y observaba la mano bondadosa de Dios en todo. (Spurgeon)

2. (2-4) David alaba al Dios de su salvación.

Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio;
Salvador mío; de violencia me libraste.
 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos.

a. Mi roca y mi fortaleza, y mi libertador: David apiló título sobre título al alabar a Dios. La obra de Dios sobre David era tan grande y amplia que no podía ser contenida en un título.

i. “En la oración inicial, que hemos enfatizado, el sentido de la verdad se ve reforzado por las palabras, mi’. Con ellas el cantante revela el hecho de que todo lo que celebró en cánticos era más que teoría, era experiencia”. (Morgan)

ii. David experimentó la liberación de Dios:

· Dios libró a David de Goliat.

· Dios libró a David de Saúl.

· Dios libró a David de desviarse.

· Dios libró a David de los enemigos de Israel.

· Dios libró a David de Absalón.

· Dios libró a David de sus propias pasiones pecaminosas.

b. En él confiaré: Cuando vemos a Dios por quién Él es, es fácil confiar en Él. Cuando sabemos que Él es nuestra roca, fortaleza, libertador, escudo, fuerte y Salvador, es natural que entonces confiemos en Él completamente.

i. La fe no depende totalmente del conocimiento, pero el correcto conocimiento de Dios da gran fortaleza a la fe.

c. Salvador mío; de violencia me libraste: Cada título fue significativo para David porque Dios cumplió el significado de cada título en la experiencia de David. Esta no es una lista de los nombres de Dios que uno podría encontrar en una teología sistemática; este es el conocimiento de Dios combinado con la experiencia correcta de Dios.

d. Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado: “Es bueno orar a Dios como a alguien que merece ser alabado, porque entonces suplicamos con alegría y confianza. Si siento que puedo bendecir al Señor y lo hago por todas sus bondades pasadas, me atrevo a pedirle grandes cosas”. (Spurgeon)

3. (5-20) La liberación de David viene de Dios.

Me rodearon ondas de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron.
Ligaduras del Seol me rodearon;
Tendieron sobre mí lazos de muerte.
En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios;
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó a sus oídos.
La tierra fue conmovida, y tembló,
Y se conmovieron los cimientos de los cielos;
Se estremecieron, porque se indignó él.
Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.
E inclinó los cielos, y descendió;
Y había tinieblas debajo de sus pies.
Y cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.
Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí;
Oscuridad de aguas y densas nubes.
Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes.
Y tronó desde los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz;
Envió sus saetas, y los dispersó;
Y lanzó relámpagos, y los destruyó.
Entonces aparecieron los torrentes de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo;
A la reprensión de Jehová,
Por el soplo del aliento de su nariz.
Envió desde lo alto y me tomó;
Me sacó de las muchas aguas.
Me libró de poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo.
Me asaltaron en el día de mi quebranto;
Mas Jehová fue mi apoyo,
Y me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí.

a. Ondas. . . torrentes. . . ligaduras. . . lazos: El peligro rodeó a David por todos lados – física, espiritual, emocional y socialmente – David estaba al borde de la ruina cuando clamó a Dios.

b. En mi angustia invoqué a Jehová: El enemigo de nuestra alma quiere que creamos que no podemos clamar a Jehová en nuestra angustia – como si tuviéramos que estar bien con Dios y sentarnos pacíficamente en una capilla de oración para orar correctamente. David sabía que Dios escucha nuestras señales de angustia.

c. El oyó mi voz: Para David era así de simple. El clamaba a Dios y Dios escuchaba. David también sabía que Dios no podía escuchar la angustia de su pueblo sin actuar a favor de ellos.

d. La tierra fue conmovida: Dios estaba tan interesado por el problema de David que a David le parecía como si Dios conmoviera la tierra para satisfacer su necesidad.

i. “Lo que es más impresionante … es la manera magnífica en que el salmista describe a Dios levantándose de su trono en el cielo en respuesta al clamor de su siervo, separando las nubes y descendiendo para pelear las batallas del rey acompañado de terremotos, truenos, tormentas y relámpagos”. (Boice)

e. Y cabalgó sobre un querubín, y voló: David se imaginó al Señor viniendo a satisfacer su necesidad, viniendo con gloria y velocidad. Venía tan rápido a David que parecía que volaba sobre las alas del viento.

i. “En el original de este sublime pasaje, el sentido y el sonido están asombrosamente bien conectados. . . El estruendo del ala, la agitación y la velocidad por el aire son expresados aquí de una manera extraordinaria”. (Clarke)

f. Y el Altísimo dio su voz: Cuando Dios vino, habló por amor a David, ordenándole a toda la creación que respondiera a su apasionado deseo de liberar a su hijo.

i. Todo esto es un reflejo de la confianza de David en el amor de Dios. David ve a un Dios muy amoroso que no tolerará la angustia de su amado. Cuando las cosas no estén bien para Su amado, toda la creación verá Su pasión y urgencia por satisfacer la necesidad de Su amado.

g. Me tomó. . . me sacó. . . me libró: David vio a Dios ejercer toda su majestad y fuerza para suplir su necesidad.

h. Eran más fuertes que yo. . . Jehová fue mi apoyo: David sabía que la victoria se debía a la mano de Dios, no a su propio ingenio ni habilidad. Sin Jehová como su apoyo, David caería.

i. Me libró, porque se agradó de mí: David tenía un sentido del deleite de Dios en él. Su súplica de liberación se basaba en su relación, no simplemente en un deseo de sobrevivir.

4. (21-25) Por qué Dios libró a David.

Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
Porque yo he guardado los caminos de Jehová,
Y no me aparté impíamente de mi Dios.

Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos.
Fui recto para con él,
Y me he guardado de mi maldad;
Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;
Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.

a. Conforme a la limpieza de mis manos: Estas palabras son la razón por la que muchos creen que David solo pudo cantar este salmo antes de su pecado con Betsabé. Sin embargo, el texto parece indicar que David cantó esto hacia el final de sus días (2 Samuel 22:1).

i. Podríamos decir que David simplemente creyó lo que el profeta Natán le dijo en 2 de Samuel 12:13: Jehová ha remitido tu pecado. David sabía que era un hombre perdonado y que la limpieza de sus manos se debía a que Dios las limpió, no a que nunca se hubieran ensuciado.

ii. “Si fuéramos a recordarle a David de su pecado con Betsabé, el diría que esuna ilustración y una prueba de este principio, ya que sufrió de diversas formas como consecuencia de ese gran pecado. Pero aunque eso sucedió, así como todos cometemos transgresiones similares, en general él fue un hombre conforme al corazón de Dios y fue grandemente bendecido por Él. (Boice)

b. He guardado los caminos de Jehová. . . Fui recto para con él: David no está afirmando perfección sin pecado. El hablaba de su rectitud en general y de su rectitud en comparación con la perversidad de sus enemigos.

i. “Ante Dios, el hombre conforme al corazón de Dios era un pecador humilde, pero ante sus calumniadores podía, sin pena, hablar de la ‘limpieza de sus manos‘ y de la rectitud de su vida”. (Spurgeon)

ii. Podemos venir a Dios en oración con la misma afirmación, pero no sobre la base de nuestra propia justicia, sino de la justicia que hemos recibido en Jesús (1 de Corintios 1:30 y 2 de Corintios 5:21).

c. Me he guardado de mi maldad: Algunos piensan que esto es arrogancia u orgullo por parte de David. Spurgeon cita a un comentarista que escribió: “¡Que se guardó! ¿Quién hizo a este hombre su propio guarda?” Sin embargo sabemos que hay un sentido en el que debemos guardarnos del pecado, incluso como Pablo habló de un hombre que se limpia a sí mismo para la gloria de Dios y para un mayor servicio (2 de Timoteo 2:21).

B. Parte dos: La razón de la liberación, liberación, y alabanza.

1. (26-30) Por qué Dios liberó a David.

Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,
Y recto para con el hombre íntegro.
Limpio te mostrarás para con el limpio,
Y rígido serás para con el perverso.
Porque tú salvas al pueblo afligido,
Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos.
Tú eres mi lámpara, oh Jehová;
Mi Dios alumbrará mis tinieblas.
Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros.

a. Con el misericordioso te mostrarás misericordioso: Jesús discutió este principio en el sermón del monte, pero desde la perspectiva del hombre en vez de la de Dios: Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido (Mateo 7:2).

i. “En estas palabras se nos revelan los principios de la relación entre Dios y el hombre. Dios es al hombre lo que el hombre es a Dios”. (Morgan)

ii. David no solamente cantó sobre este principio; también lo vivió y se benefició de él. Dios le mostró a David gran misericordia porque él le mostró gran misericordia a otros, como Saúl (1 de Samuel 24:10-13) y Simei (2 de Samuel 16:7-12).

iii. “Tengan en cuenta que incluso los misericordiosos necesitan misericordia; ninguna cantidad de generosidad hacia los pobres o perdón hacia los enemigos puede ponernos más allá de la necesidad de misericordia”. (Spurgeon)

b. Y rígido serás para con el perverso: Los traductores tienen problemas con esta oración porque comunica un concepto difícil. Es fácil decir que si un hombre es puro para con Dios entonces Dios será puro para con él. Pero no se puede decir que si un hombre es perverso para con Dios entonces Dios será perverso para con él, porque Dios no puede hacer nada perverso.

i. “David expresa la segunda mitad del paralelismo con una palabra un poco ambigua, cuyo significado fundamental es retorcido. El versículo realmente dice, ‘A los retorcidos (o tortuosos) tú te mostrarás retorcido (o tortuoso)’. . . La idea parece ser que si una persona insiste en seguir caminos tortuosos en su trato con Dios, Dios lo burlará, como ese hombre se merece”. (Boice)

c. Porque tú salvas al pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos: David proclama su confianza en el principio que se repite en Proverbios 3:34, Santiago 4:6 y 1 de Pedro 5:5: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

i. Hay algo en la verdadera humildad que provoca la gracia y la misericordia de Dios y hay algo en el orgullo y en la altivez que provoca su resistencia y su desagrado.

ii. La humildad no es necesariamente una baja opinión de uno mismo; es una combinación de una apropiada opinión de uno mismo y de dejar de pensar solo en uno mismo. La humildad se centra en otros, no en uno mismo.

d. Mi Dios alumbrará mis tinieblas: Cuando Dios suplió la necesidad de David, primero le llevó luz. Una gran fortaleza y habilidad no ayudan para nada si no podemos ver en medio de la lucha.

e. Contigo desbarataré ejércitos, y con mi Dios asaltaré muros: Cuando Dios suplió las necesidades de David le trajo fuerza. Un hombre no debería ser capaz de luchar contra ejércitos, ni debería ser capaz de asaltar muros que protegen una ciudad.

i. David conocía el principio de Efesios 6:10 mucho antes de que Pablo escribiera las palabras: fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Dios tiene una fuente de poder (su fuerza) que pone a nuestra disposición a través de la fe. No tenemos que ser fuertes en nuestra fuerza, pues podemos ser fuertes en su fuerza.

2. (31-46) La liberación de David viene de Dios.

En cuanto a Dios, perfecto es su camino,
Y acrisolada la palabra de Jehová.
Escudo es a todos los que en él esperan.
Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová?
¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Dios es el que me ciñe de fuerza,
Y quien despeja mi camino;
Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas;
Quien adiestra mis manos para la batalla,
De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos.
Me diste asimismo el escudo de tu salvación,
Y tu benignidad me ha engrandecido.
Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí,
Y mis pies no han resbalado.
Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré,
Y no volveré hasta acabarlos.
Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten;
Caerán debajo de mis pies.
Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;
Has humillado a mis enemigos debajo de mí,
Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruyese a los que me aborrecen.
Clamaron, y no hubo quien los salvase;
Aun a Jehová, mas no les oyó.
Como polvo de la tierra los molí;
Como lodo de las calles los pisé y los trituré.
Me has librado de las contiendas del pueblo;
Me guardaste para que fuese cabeza de naciones;
Pueblo que yo no conocía me servirá.
Los hijos de extraños se someterán a mí;
Al oir de mí, me obedecerán.
Los extraños se debilitarán,
Y saldrán temblando de sus encierros.

a. Escudo es a todos los que en él esperan: Cuando Dios suplió las necesidades de David le llevó protección. David podía ver con luz y sostenerse en la fuerza de Dios, pero aún necesitaba protección sobrenatural. La confianza de David fue el vínculo vital para recibir la protección de Dios.

b. Quien hace mis pies como de ciervas: David pensaba en cómo las ciervas parecen saltar de un lugar a otro y nunca perder el equilibrio. Dios le dio el mismo tipo de habilidad para superar los desafíos que le presentaban sus enemigos.

c. De manera que se doble el arco de bronce: David pensaba en la fuerza necesaria para doblar un arco hecho de bronce. Dios le dio el mismo tipo de fuerza para superar los desafíos que le presentaban sus enemigos.

d. Y tu benignidad me ha engrandecido: Para David, no solo se trataba de poder y habilidad. Era también sobre recibir la misericordia de Dios y disfrutar una relación con el Dios de la gran benignidad. Ésta también era una fuente de fortaleza para David.

i. “Tal vez podamos enfrentar al león; pero somos vencidos por el Cordero. Podríamos soportar la mordaz mirada del desprecio; pero cuando el dulce Señor nos ofrece su mirada de ternura inefable, salimos a llorar amargamente”. (Meyer)

e. Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré: David disfrutaba del lugar de victoria que tenía en Jehová. No era renuente en proclamarlo, ni por falsa humildad ni por la incertidumbre de poseer la victoria.Él sabía que los enemigos podrían volver a levantarse, pero miró hacia el campo de batalla y dijo, “Caerán debajo de mis pies, y cuando estuvieron bajo mis pies, como lodo de las calles los pisé y los trituré.

f. Me has librado de las contiendas del pueblo: David no solo tuvo que luchar con problemas de enemigos, sino también con las contiendas de su propio pueblo. En medio de la batalla tuvo que soportar la contienda de su propio pueblo, pero Dios también lo sostuvo a través de eso.

g. Me guardaste para que fuese cabeza de naciones: David sabía que el trono le pertenecía a Dios. David sabía, “El trono no es mío. No para tenerlo, no para tomarlo, no para protegerlo y no para quedármelo. El trono es de Jehová”. Por lo tanto, cuando David tuvo el trono, sabía que era Dios quien se lo había dado.

8. (47-51) David alaba al Dios de su liberación.

Viva Jehová, y bendita sea mi roca,
Y engrandecido sea el Dios de mi salvación.
El Dios que venga mis agravios,
Y sujeta pueblos debajo de mí;
El que me libra de enemigos,
Y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí;
Me libraste del varón violento.
Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre.
El salva gloriosamente a su rey,
Y usa de misericordia para con su ungido,
A David y a su descendencia para siempre.

a. Viva Jehová, y bendita sea mi roca: Cuando David pensaba en la gran victoria de Dios para él, no podía mas que adorar.

b. El Dios que venga mis agravios, y sujeta pueblos debajo de mí: David hizo hincapié en la idea, “Esta es la victoria de Jehová. El la ganó por mí. La gloria es para Él”.

c. El que me libra de enemigos, y aun me exalta: Vemos en este Salmo que David constantemente iba y venía de hablar acerca deDios (el que me libra) a hablarle directamente a Dios (Me libraste). David no parecía tener ningún problema en moverse entre los dos aspectos, lo que indica que hay lugar para ambos en la alabanza.

d. Y cantaré a tu nombre: “Ser salvo cantando es ser salvo en verdad. Muchos se salvan lamentando y dudando; pero David tenía tanta fe que podía pelear cantando y ganar la batalla con un cántico aún en sus labios”. (Spurgeon)

i. Pablo cita 2 de Samuel 22:50 (Salmo 18:49) en Romanos 15:9.

e. Y usa de misericordia para con su ungido: David terminó el salmo entendiendo su posición en misericordia. Aunque anteriormente en el salmo proclamó su propia justicia, regresó al fundamento de la misericordia de Dios. La relación de David con Dios estaba basada en la gran misericordia de Dios, no sobre la propia justicia de David.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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