Amos 8




Amós 8 – Como una cesta de fruto maduro

A. Podredumbre y corrupción en Israel.

1. (1-3) La canasta de frutas de verano.

Así me ha mostrado Jehová el Señor: He aquí un canastillo de fruta de verano. Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y respondí: Un canastillo de fruta de verano. Y me dijo Jehová: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Y los cantores del templo gemirán en aquel día, dice Jehová el Señor; muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar los echarán fuera en silencio.

a. Canastillo de fruta de verano: Esta era fruta que estaba madura y no duraría mucho. Así como el tiempo es corto para la fruta de verano, el tiempo era corto para Israel.

i. En el hebreo original, el punto del profeta era mucho más enfático porque usó un juego de palabras que es difícil de comunicar en inglés. “La conexión abierta entre la visión y el destino de Israel estaba en el juego de palabras basado en los sonidos similares [entre verano y fin]… El punto de esta visión, entonces, es la finalidad del juicio”. (Hubbard)

ii. “Entonces, cuando Amós le responde al Señor que ve una canasta de qayis maduros, Dios responde “¡Qes!”. Un fin ha de venir sobre Israel”. (Boice)

b. Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel… muchos serán los cuerpos muertos; en todo lugar los echarán fuera en silencio: El fruto maduro está cerca de ser echado fuera, y un juicio similar vendrá sobre el podrido Israel.

2. (4-6) Deshonestidad y engaño a los pobres en Israel.

Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan, y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con engaño la balanza, para comprar los pobres por dinero, y los necesitados por un par de zapatos, y venderemos los desechos del trigo?

a. Los que explotáis a los menesterosos, y arruináis a los pobres de la tierra: Amós volvió a su tema familiar de justicia, condenando a aquellos en Israel que ganaban su dinero con el trato injusto de los pobres y vulnerables.

b. ¿Cuándo pasará el mes, y venderemos el trigo?: Israel guardaba el mes y la semana, pero solo exteriormente. Por dentro, rechazaban estos días especiales señalados por Dios y no podían esperar hasta que terminaran.

c. Achicaremos la medida, y subiremos el precio: Había corrupción crónica y engaño en el mundo de los negocios, y Dios lo vio y se enojó. Cuando vendían trigo (a veces desechos del trigo), usaban una medida pequeña. Cuando compraban o daban cambio, usaban una medida grande para el siclo.

i. El engaño y la deshonestidad en los negocios no es un pecado menor, ni es un pecado excusable por necesidad. Dios lo ve y lo toma en cuenta.

B. Cómo juzgará Dios a Israel.

1. (7-8) La certeza del juicio.

Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras. ¿No se estremecerá la tierra sobre esto? ¿No llorará todo habitante de ella? Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto.

a. No me olvidaré jamás de todas sus obras: Esto nos recuerda que el tiempo nunca puede borrar el pecado. A menudo sentimos que si nosotros o si otros olvidan los pecados de nuestra juventud, entonces Dios también debe olvidarse de ellos, pero ese no es el caso. Solo la obra expiatoria de Jesús puede cubrir el pecado, no el tiempo.

i. Podemos hacer un contraste entre Amós 8:7 y hebreos 6:10: Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Dios no olvida las buenas obras de su pueblo, y no olvida las malas obras de aquellos que lo rechazan.

b. Subirá toda, como un río, y crecerá y mermará como el río de Egipto: Amós sabía que el río Nilo subía y bajaba regularmente. Representó a la tierra y al pueblo de Israel tan sacudidos por el juicio que crecen y merman como el río Nilo que sube y baja.

2. (9-10) La extensión del juicio.

Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor, que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro. Y cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones; y haré poner cilicio sobre todo lomo, y que se rape toda cabeza; y la volveré como en llanto de unigénito, y su postrimería como día amargo.

a. Que haré que se ponga el sol a mediodía, y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro: Debido a la referencia a la catástrofe celestial, muchos piensan que Amós ahora se refería a las circunstancias que rodean el día final del Señor.

i. Sin embargo, algunos piensan que Amós solo se refirió a un eclipse. “Se ha calculado que dos de estos eclipses ocurrieron durante la vida de Amós: uno en el 784 a.C., el otro en el 763 a.C.”. (Hubbard)

b. La volveré como en llanto de unigénito: Amós trató de capturar la profundidad del llanto con esta metáfora. También recordamos la conexión con Zacarías 12:10, que describe el regreso humilde del Israel arrepentido al Mesías en los últimos días: Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.

3. (11-14) El hambre de escuchar la Palabra de Dios.

He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán. En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed. Los que juran por el pecado de Samaria, y dicen: Por tu Dios, oh Dan, y: Por el camino de Beerseba, caerán, y nunca más se levantarán.

a. Enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová: La mayoría de la gente piensa que la peor clase de hambre es el hambre de pan, pero Amós le recordó a Israel que el peor tipo de hambre es el hambrede oír la palabra de Jehová.

i. Observa cuidadosamente la naturaleza de esta hambruna. No es la falta de la Palabra de Dios, sino hambre… hambrede oír la palabra de Jehová. “La condición descrita es la de estar sordo a las palabras de Jehová, sin poder oírlas. No es un caso de Dios reteniendo su revelación; sino de personas que están en tal estado que no la ven, no escuchan las palabras”. (Morgan)

ii. Es cierto que puede haber momentos en los que haya hambre de la Palabra de Dios, ya sea por negligencia o por infidelidad. Pero eso no es lo que Amós quiso decir aquí. Este era un problema con el oyente, no con el predicador. El predicador puede tener sus propios problemas y el oyente también puede tener los suyos.

iii. 1 Tesalonicenses 2:13 describe la manera correcta de escuchar la Palabra de Dios: Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.

iv. “Podemos cuestionarnos a nosotros mismos si nos alimentamos lo suficiente de la Palabra de Dios. Si queremos crecer fuertes, debemos alimentarnos, no de condimentos y dulces, no de golosinas y migajas, no de versículos y frases piadosas; sino en la carne fuerte de la Palabra, en las doctrinas, historias, tipos de Escritura. ¡Oh, por más hambre y sed de estos!”. (Meyer)

v. Dado que es cierto que No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4), entonces es cierto que un hambre de escuchar la Palabra de Dios es peor que un hambre de pan.

b. Irán errantes… buscando palabra de Jehová, y no la hallarán: Cuando rechazamos la Palabra de Dios por mucho tiempo, podemos encontrarnos en una posición donde no la encontraremos aunque quisiéramos.

i. Recordamos que la capacidad de escuchar la Palabra de Dios y beneficiarse de ella es un don de Dios y un don que no debe despreciarse.

ii. Jesús aludió a este principio en la parábola de la tierra y el sembrador: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará (Marcos 4:24-25). Cuando buscamos a Dios, generalmente se vuelve más fácil encontrarlo. Cuando alejamos a Dios, generalmente se vuelve más difícil escuchar y recibir su Palabra.

c. Los que juran por el pecado de Samaria… caerán, y nunca más se levantarán: Dios prometió que los idólatras de Israel enfrentarían juicio, y sería un juicio duradero.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

© Copyright 2018 - Enduring Word       |      Site Hosted & Maintained by Local View Marketing    |    Privacy Policy