Deuteronomio 12




Deuteronomio 12 – La adoración que Dios ordena

A. El lugar de adoración.

1. (1-4) La orden de destruir los lugares de adoración cananeos.

Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra. Destruiréis enteramente todos los lugares donde las naciones que vosotros heredaréis sirvieron a sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar. No haréis así a Jehová vuestro Dios.

a. Destruiréis enteramente todos los lugares: Antes de que alguien pueda adorar a Dios, debe haber algunos lugares donde ya no adorará. Debe haber una destrucción de los lugares donde adoran los impíos.

i. La práctica en el mundo antiguo, que siempre carecía de construcciones, era tomar una construcción agradable, como un templo que se usaba anteriormente para adorar a un dios anterior, y simplemente convertirlo en un lugar para adorar a su propio dios. Jehová Dios no quería nada de eso en su propia adoración. Él mandó que los lugares de adoración pagana fueran completamente destruidos, y que no haréis así a Jehová vuestro Dios.

ii. Aquí es donde se corrompe la adoración de muchos. No es que adoren muy poco; adoran demasiado. Adoran a Jehová y a las cosas del mundo. Dios no quiere tal adoración. Es una abominación para Él.

iii. Muchos realmente podrían comenzar a adorar a Dios en Espíritu y en verdad (Juan 4:24), si tan solo “destruyeran” en sus corazones sus lugares paganos de adoración. Debido a que dan su corazón a tantas otras cosas, hay poco que dar al Señor.

b. Sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol frondoso: Dado que gran parte de la adoración pagana de los cananeos era una adoración sexualizada de la fertilidad y la naturaleza, sus santuarios y templos a menudo se encontraban en hermosos escenarios al aire libre. Dios no quería que Israel adoptara este enfoque de adorar a la criatura en lugar de al Creador (Romanos 1:25).

2. (5-9) El mandato de adorar en el lugar señalado por Dios.

Sino que el lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis. Y allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras ovejas; y comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual Jehová tu Dios te hubiere bendecido. No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece, porque hasta ahora no habéis entrado al reposo y a la heredad que os da Jehová vuestro Dios.

a. Y allá iréis: La adoración no fue dejada a la opinión o capricho del israelita individual. Tenían que adorar a Dios en su lugar prescrito, y entre otros adoradores de Dios. La adoración no es una actividad de “haz lo que te plazca” o de “Llanero Solitario”.

b. Buscaréis: Puede que no sea fácil encontrar el lugar donde Dios quiere que adores, pero está ahí fuera. Hay un lugar donde Él quiere que adores. Él no te ha llamado a seguirlo en forma aislada.

c. Allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios: El lugar de adoración debía ser un lugar de expiación, confesión (que se hacía cuando se ponían las manos sobre la cabeza de la víctima del sacrificio), y purificación.

d. Llevaréis… vuestros diezmos: El lugar de adoración debía ser un lugar para dar. Por supuesto, había otros lugares donde un israelita podía dar y ser generoso, pero el dar tenía que comenzar en el lugar de adoración que Dios había designado.

i. Algunos han pensado que debido a que Deuteronomio 12:6 menciona vuestros diezmos, este es un diezmo adicional que fue ordenado a Israel, además del diezmo ordenado en Números 18. Algunos incluso llaman a esto el “diezmo festivo”. Pero en contexto, este pasaje solo habla de dónde llevar el diezmo, no ordena que se traiga uno adicional.

e. Comeréis allí delante de Jehová vuestro Dios: El lugar de adoración debe ser un lugar de gozosa comunión con Dios y con los demás.

f. No haréis como todo lo que hacemos nosotros aquí ahora, cada uno lo que bien le parece: Antes de que Israel cruzara el Jordán, durante la peregrinación por el desierto, cada israelita prácticamente conducía su propia adoración como le placía. Pero Dios no estaba realmente complacido con esto; la adoración no era un asunto que se dejara en manos de lo que agradara al individuo. La verdadera adoración tiene que ver con lo que agrada a Dios.

i. Mucho de lo que se llama adoración en la iglesia de hoy realmente no es adoración. Está centrada en uno mismo, centrada en el hombre y centrada en la experiencia personal en lugar de estar centrada en Dios. Gran parte de la adoración de hoy se mide por cómo me siento en lugar de medirse por cómo Dios es honrado y adorado.

ii. “El canto debe ser congregacional, pero nunca debe realizarse para el crédito de la congregación. ‘¡Qué canto tan notable! ¡El lugar es bastante famoso por sus actuaciones musicales!’ Este es un logro pobre. Nuestro canto debe ser tal que Dios lo escuche con placer, un canto en el que no haya tanto arte como corazón, no tanto sonido musical como emoción espiritual”. (Spurgeon)

3. (10-14) El gozo de la verdadera adoración en el lugar señalado por Dios.

Mas pasaréis el Jordán, y habitaréis en la tierra que Jehová vuestro Dios os hace heredar; y él os dará reposo de todos vuestros enemigos alrededor, y habitaréis seguros. Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos, las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos que hubiereis prometido a Jehová. Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios, vosotros, vuestros hijos, vuestras hijas, vuestros siervos y vuestras siervas, y el levita que habite en vuestras poblaciones; por cuanto no tiene parte ni heredad con vosotros. Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres; sino que en el lugar que Jehová escogiere, en una de tus tribus, allí ofrecerás tus holocaustos, y allí harás todo lo que yo te mando.

a. El lugar que Jehová vuestro Dios escogiere: Un lugar en particular es importante para adorar. El hombre que se dice a sí mismo: “Puedo adorar a Dios igual de bien en el campo de golf” es un hombre que hace lo que es correcto a sus propios ojos. Está bien para él adorar a Dios en el campo de golf; pero también debe haber un lugar específico donde él venga a adorar con el pueblo de Dios.

i. Esto va en contra de la tendencia de nuestros tiempos. Los estudios encuentran que entre los baby-boomers, el 70% dice que debe asistir a los servicios de adoración no por un sentido del deber, sino solo si “satisface sus necesidades”. El 80% dice que se puede ser un buen cristiano sin asistir a la iglesia.

b. Y os alegraréis delante de Jehová vuestro Dios: La adoración en el lugar señalado por Dios debe estar marcada por gozo. Bueno es venir y honrar a nuestro Dios y debe hacerse con gusto y alegría.

i. “Todos los deberes cristianos deben cumplirse con alegría; pero sobre todo la obra de alabar al Señor. He estado en congregaciones donde la melodía era dolorosa hasta el último grado; donde el tiempo era tan terriblemente lento que uno se preguntaba si alguna vez serían capaces de cantar el Salmo 119; si, para usar la expresión de Watt, la eternidad no sería demasiado corta para ellos como para atravesarla; y en conjunto, el espíritu de la gente ha parecido estar tan húmedo, tan pesado, tan muerto, que podríamos haber supuesto que se reunieron para preparar sus mentes para un ahorcamiento en lugar de bendecir al siempre misericordioso Dios (Charles Spurgeon, Alabado sea tu Dios, oh Sion).

ii. “No debemos adorar a Dios a medias; como si ahora fuera nuestro deber bendecir a Dios, pero sintiéramos que es un asunto agotador, y que lo hagamos tan rápido como podamos, y terminemos con ello; Y cuanto antes mejor. No, no; ‘Todo lo que está dentro de mí, bendiga su santo nombre’. ¡Ven, corazón mío, despierta y convoca a todos los poderes que esperan en ti! La adoración mecánica es fácil, pero inútil. ¡Ven a despertarte, hermano mío! ¡Despiértate, oh alma mía!”. (Spurgeon)

c. Y os alegraréis: El énfasis en el alegraréis demuestra que el regocijarse es mandatorio. También se ordena en el Nuevo Testamento: Estad siempre gozosos (1 Tesalonicenses 5:16); Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Filipenses 4:4). Si no puedes regocijarte por tener ganas, entonces regocíjate por recibir órdenes.

i. “Ningún deber es más apremiante en ambos Testamentos que el de regocijarse en el Señor siempre, pero especialmente en sus servicios inmediatos”. (Trapp)

B. La práctica de adoración.

1. (15-28) Cosas permitidas y prohibidas con respecto a matar animales, sacrificar animales y respetar la santidad de la sangre.

Con todo, podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones conforme a tu deseo, según la bendición que Jehová tu Dios te haya dado; el inmundo y el limpio la podrá comer, como la de gacela o de ciervo. Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua. Ni comerás en tus poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las primicias de tus vacas, ni de tus ovejas, ni los votos que prometieres, ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos; sino que delante de Jehová tu Dios las comerás, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te alegrarás delante de Jehová tu Dios de toda la obra de tus manos. Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra. Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu territorio, como él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseaste comerla, conforme a lo que deseaste podrás comer. Si estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios escogiere para poner allí su nombre, podrás matar de tus vacas y de tus ovejas que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseares. Lo mismo que se come la gacela y el ciervo, así las podrás comer; el inmundo y el limpio podrán comer también de ellas. Solamente que te mantengas firme en no comer sangre; porque la sangre es la vida, y no comerás la vida juntamente con su carne. No la comerás; en tierra la derramarás como agua. No comerás de ella, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto ante los ojos de Jehová. Pero las cosas que hubieres consagrado, y tus votos, las tomarás, y vendrás con ellas al lugar que Jehová hubiere escogido; y ofrecerás tus holocaustos, la carne y la sangre, sobre el altar de Jehová tu Dios; y la sangre de tus sacrificios será derramada sobre el altar de Jehová tu Dios, y podrás comer la carne. Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.

a. Podrás matar y comer carne en todas tus poblaciones: En el mundo antiguo, casi cada vez que se sacrificaba un animal, se sacrificaba a un dios. Aquí, el Señor dejó en claro que no todo animal sacrificado se consideraba un sacrificio para Él.

b. Ni comerás en tus poblaciones el diezmo… ni las primicias de tus vacas… ni las ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos: Esto muestra que los animales que eran ofrecidos en sacrificio, incluso si la única ofrenda era para comer una porción, solo podían ser sacrificados en el lugar de adoración designado por Dios.

c. Solamente que te mantengas firme en no comer sangre: Ya que la sangre era la imagen de la vida en cualquier animal u hombre (porque la sangre es la vida), Dios no permitiría que Israel comiera carne que no había sido desangrada apropiadamente. En cambio, debía ser dada a Dios derramándose sobre la tierra.

2. (29-32) La adoración a Dios debe ser pura.

Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.

a. No preguntes acerca de sus dioses: Se le ordenó a Israel que se guardara de una curiosidad pecaminosa (De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses). Hay un viejo proverbio que dice que la curiosidad mató al gato, pero la curiosidad impía también ha matado muchas vidas espirituales.

b. No harás así a Jehová tu Dios: Dios no aceptaría cualquier ofrenda de adoración. Debía ser adorado en Espíritu y en verdad (Juan 4:24).

c. Aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses: Esto se refiere a la práctica de la adoración a Moloc, donde los cananeos ofrecían a sus hijos colocándolos vivos sobre una estatua de metal ardiente de Moloc, mientras los tambores ahogaban los gritos de los infantes torturados.

i. Israel tenía una trágica historia de seguir a este horrible dios Moloc.

·Por lo menos, Salomón permitió la adoración de Moloc, construyendo un templo a este ídolo (1 Reyes 11:7).

·El rey Acaz de Judá le dio su propio hijo a Moloc (2 Reyes 16:3).

·Uno de los grandes crímenes de las tribus del norte de Israel fue su adoración a Moloc, lo que llevó al cautiverio asirio (2 Reyes 17:17).

·El rey Manasés de Judá le entregó su hijo a Moloc (2 Reyes 21:6).

·Hasta los días del rey Josías de Judá, continuó la adoración a Moloc, porque él destruyó un lugar de adoración a ese ídolo (2 Reyes 23:10).

d. Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando: El estándar para la adoración se reflejaba en la Palabra de Dios – no en la preferencia u opinión humana.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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