Deuteronomio 18




Deuteronomio 18 – Sacerdotes y profetas

A. La provisión para sacerdotes y levitas

1. (1-2) La heredad de los levitas

Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel; de las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán. No tendrán, pues, heredad entre sus hermanos; Jehová es su heredad, como él les ha dicho.

a. Los sacerdotes levitas, es decir, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad en Israel: Los levitas, de la tribu de Leví, quienes eran los ministros pagados de la nación de Israel, no tendrán, pues, heredad entre sus hermanos. En otras palabras, no se les asignarían porciones de tierra para su posesión, sino que se les distribuirían ciudades en toda la tierra de Israel (Josué 21).

b. De las ofrendas quemadas a Jehová y de la heredad de él comerán: Los levitas se mantenían con los donativos y las ofrendas del pueblo de Dios. Se les permitía recibir al menos una porción de la mayoría de los animales sacrificados a Jehová, lo cual les proveía de carne para su alimentación (Números 18:8-9).

c. Jehová es su heredad: Dios llama a algunos a enfocarse más en Él, en su servicio y en servir a su pueblo. Estos pueden tener menos en términos de bienes tangibles y seguridad material, pero aun así son provistos porque Jehová es su heredad.

2. (3-5) Las porciones específicas del animal de sacrificio apartadas para los levitas

Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero: darán al sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás; porque le ha escogido Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.

a. Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio: De un sacrificio típico, los sacerdotes recibían la espaldilla, las quijadas y el cuajar. El resto del animal se quemaba delante de Jehová o se devolvía a quien ofrecía el sacrificio, para que pudiera disfrutar de una comida de comunión con su familia delante de Jehová.

b. Las primicias de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas: Los sacerdotes también recibían estas ofrendas de primicias del pueblo.

i. La lana de tus ovejas: «Las prescripciones del versículo 4 son similares a las de otros lugares del Antiguo Testamento (cf. Números 18:12; 2 Crónicas 31:5). Sin embargo, la mención específica de la “lana” solo aparece aquí». (Thompson)

3. (6-8) Todos los levitas tenían los mismos derechos a las ofrendas

Porque le ha escogido Jehová tu Dios de entre todas tus tribus, para que esté para administrar en el nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre. Y cuando saliere un levita de alguna de tus ciudades de entre todo Israel, donde hubiere vivido, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere, ministrará en el nombre de Jehová su Dios como todos sus hermanos los levitas que estuvieren allí delante de Jehová. Igual ración a la de los otros comerá, además de sus patrimonios.

a. Donde hubiere vivido: Los levitas no tenían su propia provincia o estado en Israel, como las otras tribus. Por instrucción de Dios, fueron distribuidos por toda la tierra de Israel (Josué 21), para servir al pueblo y enseñar la Palabra de Dios.

b. Y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere: Si un levita que vivía en una de las ciudades designadas deseaba vivir y servir en el tabernáculo (y más tarde, en el templo), tenía el derecho de hacerlo (ministrará). No todos los levitas sentían el llamado o la pasión de servir en la casa del Señor, pero a aquellos que sí la tenían, se les permitía hacerlo.

i. «Se proveía algo especial para cualquier sacerdote cuyo corazón le impulsara hacia un servicio especial». (Morgan)

ii. «Es una bendición sentir un impulso como este. Puede llevarte a misiones nacionales o extranjeras, a emprender ministerios abnegados en favor de los necesitados y afligidos, al servicio de Dios o del prójimo. Puede llegar como una poderosa corriente, recién salida del océano, que barre un tranquilo río o puerto y levanta pesadas barcazas. Pero cuando llegue, sé fiel a ella; cuídala, reverénciala, agradece a Dios por ella, confía en ella y síguela hacia donde te lleve». (Meyer)

c. Igual ración a la de los otros comerá: Lo ideal era que el levita que viviera lejos del tabernáculo o del templo recibiera la misma cantidad de los diezmos y ofrendas del pueblo de Dios que aquellos que vivían más cerca del tabernáculo (que estuvieren allí delante de Jehová).

i. Además de sus patrimonios: «Encontramos que, aunque a los levitas no se les asignaban porciones de tierra por sorteo, se les permitía adquirir casas, propiedades, ganado e, incluso, campos. Esto se puede ver en casos como el de Abiatar (1 Reyes 2:26) y el de Jeremías (Jeremías 32:7, 8)». (Clarke)

B. Prescripciones para los profetas

1. (9-11) El mandato de rechazar todas las prácticas ocultistas de los cananeos

Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.

a. No aprenderás: Dios sabe que muchas personas tienen una curiosidad natural respecto a lo oculto, y esta curiosidad a menudo los lleva a buscar experiencias espiritualmente peligrosas. Sabiamente, Dios le ordenó a su pueblo que evitara completamente los poderes y experiencias espirituales oscuros, que no los buscara.

b. Quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego: Se refiere al degradante culto al dios cananeo Moloc, en el que se quemaban niños en sacrificio. A continuación, se enumeran ocho roles u oficios desempeñados por aquellos dedicados a prácticas demoníacas y oscuras.

i. «De los ocho términos empleados, los tres primeros se refieren a diferentes métodos para predecir el futuro; los dos siguientes, a diversos métodos para influir en los acontecimientos; y los tres últimos, a distintas formas de consultar a los muertos». (Maclaren)

c. Ni quien practique adivinación: La frase «quien practique adivinación» parece ser un término amplio que describe una variedad de actividades ocultistas, esencialmente cualquier cosa que establezca contacto con el mundo espiritual demoníaco u oscuro.

i. Thompson dice con respecto a la frase «quien practique adivinación»: «Se empleaban diversos dispositivos en varios países, todos diseñados para discernir la voluntad de los dioses. En Ezequiel 21:21, la misma palabra se refiere a la práctica de hacer girar flechas en una aljaba para decidir la respuesta a una pregunta según la primera flecha lanzada».

ii. Hay un resurgimiento moderno de la brujería y muchas personas afirman que la brujería «blanca» (en contraste con la brujería «negra») utiliza poderes espirituales para el bien y promueve una comprensión más feminista y respetuosa con la ecología de la divinidad y espiritualidad. Sin embargo, tanto si una bruja se identifica como «blanca» o como «negra», sigue utilizando prácticas ocultistas. Esto debería ser completamente rechazado por el pueblo de Dios.

d. Ni agorero: Esto se refiere a la adivinación de tipo astrológica, que consiste en predecir el futuro o buscar guía a través de las estrellas, los planetas, las nubes o el clima.

i. Kalland dice que el agorero «está prediciendo el futuro por medio de signos físicos (astrología)». Thompson señala que «parece aludir a la adivinación mediante la lectura de nubes; o que puede referirse a la raíz árabe croon, hum, que significa hacer ruidos inusuales, en cuyo caso podría referirse a algún tipo de encantamiento».

ii. Aunque la astrología no es científica, ya que se basa en la suposición de que el Sol gira alrededor de la Tierra y de que las posiciones de los planetas y las estrellas son cambiantes y nunca uniformes y, por lo tanto, las casas del Zodíaco han cambiado, millones de personas todavía creen en la astrología hasta cierto punto.

iii. La Biblia prohíbe claramente la participación en la astrología, que incluye la lectura de horóscopos, el estudio de los signos y el cálculo de cartas natales. La astrología es un arte ocultista que busca conocimiento espiritual aparte de la revelación de Dios y es fundamental para muchos practicantes del ocultismo, como las brujas y los magos. Todo cristiano debe renunciar a cualquier relación que haya tenido con la astrología.

e. Ni sortílego: La palabra «sortílego» proviene de la raíz «silbar» o «susurrar» y se refiere a los psíquicos y adivinos que utilizan «ayudas» distintas de las creaciones naturales para obtener conocimientos, predecir el futuro y lanzar hechizos.

i. Hoy día, aquellos que interpretan presagios pueden ser lectores de cartas del tarot, videntes de bolas de cristal, lectores de hojas de té, lectores de manos, usuarios de la tabla güija y similares. Un cristiano no tiene nada que hacer participando o aprobando estas prácticas, porque pueden ser fraudes codiciosos (en el mejor de los casos) o, peor aún, pueden obtener conocimientos de fuentes espirituales satánicas y demoníacas. Los padres deben prevenir a sus hijos de cualquier tipo de participación en estas actividades, incluso, si parecen inocentes o simplemente un juego.

ii. Es importante señalar que ni Satanás ni sus demonios pueden conocer absolutamente el futuro, pero pueden predecirlo razonablemente. Esto se basa en su conocimiento superior de las personas y las circunstancias. Alternativamente, pueden predecir eventos en los que han estado involucrados a través de su influencia demoníaca.

f. Ni hechicero: Esto se refiere a aquellos que utilizan drogas o pociones para lanzar hechizos, obtener conocimiento espiritual o inducir estados alterados de conciencia. El abuso moderno de drogas frecuentemente cae dentro de esta categoría, y el uso de drogas tiene una conexión ocultista definida de la que el consumidor puede no ser consciente pero a la que, no obstante, está expuesto.

i. Clarke dice acerca de la palabra hechicero: «Son aquellos que por medio de drogas, hierbas, perfumes, etc., pretenden atraer ciertas influencias celestiales en su ayuda». Thompson agrega: «derivado de la raíz “cortar”, puede denotar a alguien que corta hierbas y las elabora con propósitos mágicos (cf. LXX pharmaka, ‘droga’). El término se usa en Miqueas 5:12 para hacer referencia a algunas sustancias como drogas o hierbas usadas supersticiosamente para producir efectos mágicos».

g. Ni encantador: Esto literalmente significa un lanzador de hechizos y se refiere a aquellos que utilizan hechizos o encantamientos, ya sea para bien o para mal, empleando poderes espirituales que no provienen de Dios ni están guiados por su Palabra.

i. Es algo gloriosa bendecir a otro en el nombre de Jehová o, incluso, orar a Dios en contra del mal que afecta a otra persona. Sin embargo, siempre es incorrecto y completamente inaceptable usar poderes demoníacos, oscuros, paganos u ocultos para lanzar hechizos o encantamientos.

h. Ni adivino: La idea es que alguien actúa como intermediario entre el mundo físico y el mundo psíquico, y canaliza el conocimiento del mundo psíquico hacia el mundo físico. Estos médiums y psíquicos deben ser rechazados por los cristianos, ya que causan un gran daño con sus conexiones con espíritus demoníacos.

i. Thompson menciona que el adivino «hablaba desde el interior de una persona (Levítico 20:27) con voz de gorjeo (Isaías 29:4). Aquellos que practicaban este arte pretendían invocar a los difuntos del reino de los muertos o, al menos, afirmaban poder hacerlo».

i. Ni mago: Literalmente, esta palabra se refiere a los «sabios», aquellos que afirman poseer conocimientos y poderes ocultos o psíquicos únicos, como los que se encuentran en las numerosas líneas directas psíquicas a las que uno puede pagar para llamar. Una vez más, un cristiano no tiene por qué participar o aprobar ninguna de estas prácticas, porque o bien son fraudes para robar dinero (¡en el mejor de los casos!); o, peor aún, obtienen su conocimiento de fuentes espirituales satánicas y demoníacas.

j. Ni quien consulte a los muertos: Esto se refiere a la práctica de la nigromancia, que consiste en la conjuración o el contacto con los muertos.

i. Se hace referencia a «aquel que investiga y busca información de los muertos» (Kalland). Esta es otra práctica que debe ser rechazada y evitada por los cristianos.

2. (12-14) ¿Por qué se ordena el rechazo de todas estas acciones ocultistas?

Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.

a. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas: Dios no tomó a la ligera estas acciones ocultistas entonces, ni las toma a la ligera ahora. Las prácticas mencionadas en los versículos 9-11 implican participación con los poderes de las tinieblas y siempre deben ser rechazadas por los cristianos. El pueblo de Dios tiene motivos para preocuparse cuando estas abominaciones son tratadas superficialmente por la cultura en general y son aceptadas y promovidas.

i. «El mensaje del pasaje es que el pueblo de Dios debe evitar cualquier método pagano para buscar revelación y en su lugar utilizar los instrumentos proféticos que Él mismo designa, a través de los cuales se revela exclusivamente». (Merrill)

ii. «Puede ser pertinente señalar que en nuestros días, cuando el espiritismo, la astrología, la lectura de tazas de té y prácticas similares están ampliamente extendidas, los mandatos dados al antiguo Israel tienen una relevancia particular. No solo es imposible descubrir el futuro mediante tales prácticas, sino que Dios prohíbe explícitamente estas prácticas a aquellos que se consideran miembros de su familia del pacto». (Thompson)

b. Por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti: El juicio de Dios estaba sobre los cananeos debido a estas prácticas ocultistas, y si Israel adoptaba las mismas prácticas, también podían esperar el juicio de Dios.

i. Sí, los cananeos eran adoradores del sexo (en su servicio a la diosa Astoret) y eran adoradores del dinero y el éxito (en su servicio al dios Baal). Además, lo que los hacía especialmente merecedores de juicio eran sus prácticas ocultistas, las cuales el pueblo de Dios tenía estrictamente prohibido imitar.

c. Perfecto serás: Esto no era, simplemente, un llamado general a una vida santa. Era una solemne advertencia para evitar cualquier participación en estas detestables prácticas del ocultismo. Tales prácticas ocultas son cosas que no te ha permitido […] Jehová tu Dios.

i. Los creyentes deben ser perfectos en cuanto a estas cosas, siguiendo el ejemplo de los cristianos en Éfeso que destruyeron todo vínculo con el ocultismo en sus vidas (Hechos 19:19-20). Es peligroso que las personas busquen o aprueben el ocultismo, incluso, si no creen realmente en él o si se considera divertido o aceptable en la cultura en general.

3. (15-19) La promesa de un verdadero Profeta por venir

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis; conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho. Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.

a. Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios: En contraste con las prácticas espirituales oscuras, falsas y peligrosas descritas en los versículos anteriores, Dios prometió un Profeta venidero. Por inspiración del Espíritu Santo, Moisés prometió que vendría un profeta similar a él («como yo»).

i. Como yo: «Sería una tarea muy interesante para los jóvenes explorar todos los puntos en los cuales Moisés es un tipo personal del Señor Jesús. Los puntos de similitud son numerosos, ya que casi cada incidente en la vida del gran legislador tiene un significado simbólico del Salvador prometido». (Spurgeon)

ii. «La expresión “un profeta como tú de entre sus hermanos” (Deuteronomio 18:18) se consideraba una predicción mesiánica, un profeta supremo. Esta interpretación era ampliamente aceptada en tiempos del Nuevo Testamento, mencionada tanto en el Nuevo Testamento como entre los esenios, judíos, gnósticos y otros (cf. Juan 1:21, 6:14, 7:40; Hechos 3:22-23)». (Kalland)

b. De en medio de ti, de tus hermanos: Al igual que Moisés, este Profeta saldría de en medio de Israel. Esto no solo significaba que sería israelita, sino que también sería uno del pueblo, es decir, uno de ellos.

c. A él oiréis: Al igual que Moisés, este Profeta llamaría la atención de la nación. Esto significa que Israel debía escuchar a este Profeta.

i. «Hombres y hermanos, si nuestros corazones fueran rectos, en el momento en que se anunciara que Dios nos hablaría a través de Jesucristo, correríamos a escucharlo. Si el pecado no hubiera enloquecido a los hombres, escucharían ansiosamente cada palabra de Dios a través de un Mediador como Jesús lo es». (Spurgeon)

d. Conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb: En el monte Sinaí (Horeb), Israel suplicó por un mediador (Éxodo 20:19-21). Al igual que Moisés, este Profeta venidero sería un mediador, representando a Dios ante el pueblo y al pueblo ante Dios.

e. Pondré mis palabras en su boca: Al igual que Moisés, este profeta hablaría la Palabra de Dios.

f. Yo le mandare: Al igual que Moisés, el mensaje de este Profeta sería rechazado y aquellos que lo rechazaran enfrentarían un severo castigo. Dios exigiría cuentas (mandare) a todos los que rechazaran a este Profeta.

i. «El día vendrá cuando Él lo requiera de vosotros en un sentido mucho más violento que hoy. Cuando hayáis pasado más allá de la región de la misericordia, dirá: “Yo os llamé y vosotros rehusasteis, ¿por qué es esto?”». (Spurgeon)

g. Profeta les levantaré: La gente buscaba a este Profeta en los días de Jesús, y hay muchas referencias en el Nuevo Testamento a este Profeta y a las palabras de Moisés:

·Juan el Bautista dijo que él no era ese Profeta que Moisés había prometido (Juan 1:21, 25).

·Felipe comprendió que Jesús era aquel de quien escribió Moisés (Juan 1:45).

·Muchas personas en los días de Jesús lo reconocieron como este Profeta (Juan 6:14, 7:40).

·Jesús afirmó explícitamente que Moisés había escrito acerca de Él (Juan 5:46).

·Pedro declaró, específicamente, que esta promesa se cumplió en Jesús (Hechos 3:22-23).

·Esteban afirmó que esta promesa se cumplió en Jesús (Hechos 7:37).

i. «Este Profeta es el Señor Jesús, quien estuvo en el seno del Padre y vino a declararlo a la humanidad. Cada palabra pronunciada por Él es un oráculo viviente e infalible de Dios mismo, y debe ser recibida y obedecida como tal, bajo pena del eterno desagrado del Todopoderoso si no se obedece». (Clarke)

ii. Al describir el oficio de este Profeta, Moisés completó una sección que también trató sobre el oficio de rey (Deuteronomio 17:14-20), el oficio de sacerdote (Deuteronomio 18:1-8) y el oficio de profeta (Deuteronomio 18:15-22). Todos estos oficios se cumplen perfectamente en Jesucristo: «Él es el verdadero Rey, designado por Dios entre sus hermanos, conocedor, cumplidor y administrador de la Ley. Él es el verdadero Sacerdote, sin herencia en su propia tierra, sirviendo a Dios en la ministración a su pueblo. Él es el verdadero Profeta, pronunciando la Palabra de Dios con pureza y plenitud entre sus hermanos». (Morgan)

iii. Jesús no solo es Profeta como Moisés, también es superior a Moisés (Hebreos 3:1-6).

4. (20) El castigo para un falso profeta

El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá.

a. El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre: Puede haber quienes pretendan hablar palabra en nombre de Dios, afirmándolo sin ser así. Por esta razón, los creyentes deben ser siempre cautelosos ante cualquier pretensión de hablar en nombre de Dios y deben evitar la presunción si creen que están hablando en su nombre.

i. «La diferencia radica en que el verdadero profeta hablaba en nombre de Dios, mientras que el falso profeta hablaba con presunción, es decir, expresaba opiniones personales que no contaban con el respaldo de Yahveh». (Thompson)

ii. «De las tres instituciones principales en la vida social y religiosa del antiguo Israel —el reino, el sacerdocio y la profecía— solo este último era carismático y no hereditario. Los profetas eran hombres y mujeres que Dios elegía individualmente, llamados y facultados por Él para comunicar sus propósitos a la comunidad teocrática». (Merrill)

b. A quien yo no le haya mandado hablar: Era posible que un profeta escuchara a Dios, pero no siempre significaba que Dios le haya mandado hablar ese mensaje. A veces, Dios podía comunicarse con un individuo, sin necesariamente tener la intención de que transmita ese mensaje a otros.

c. O que hablare en nombre de dioses ajenos: Obviamente, aquellos que se atrevían a «profetizar» en el nombre de Baal, Astoret u otros dioses falsos de los cananeos, eran falsos profetas y debían ser rechazados.

d. El tal profeta morirá: En resumen, el castigo para los falsos profetas era la muerte. El hablar con presunción en el nombre del Señor, la desobediencia al hablar en su nombre, y el profetizar en nombre de dioses falsos, simplemente, nunca se toleraría en Israel.

5. (21-22) La prueba de un falso profeta

Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado? Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

a. Cómo conoceremos: Es sencillo discernir si un profeta habla en nombre de Baal o Astoret, pero ¿cómo podemos saber si un profeta que habla en nombre del Señor lo hace con presunción o desobediencia? La clave está en la precisión de sus palabras.

b. Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado: Si un profeta dice: «Así dice Jehová», afirmando que algo ocurrirá, y después no sucede, entonces ese profeta será responsable de esa falsa profecía, y no deberíamos considerar a esa persona como un verdadero profeta.

i. Este principio no contradice el principio establecido en Deuteronomio 13:1-5. En ese pasaje, Dios ordena que, incluso, si un supuesto profeta autentica su mensaje con señales y maravillas, si ese mensajero conduce al pueblo a seguir y servir a otros dioses, debe ser rechazado y, en el antiguo Israel, era ejecutado. La veracidad de las predicciones no era la única prueba de la autenticidad de una profecía, sino solo la primera prueba.

ii. «Esta respuesta no es exhaustiva; solo menciona una de las formas de determinar la validez de un profeta y de una profecía. No cubre todas las circunstancias». (Kalland)

c. Con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él: Los profetas auténticos merecían respeto por transmitir el verdadero mensaje de Dios. En contraste, los falsos profetas podían ser menospreciados. En el mejor de los casos, estos hablaban por su cuenta (con presunción); en el peor, eran instrumentos del engaño demoníaco (versículos 9-11).

i. En ciertos círculos cristianos, se sigue enfatizando en el papel de los «profetas». Muchos de estos presuntos profetas hacen afirmaciones sobre eventos que, supuestamente, ocurrirán, pero luego no se cumplen. Algunos justifican estas profecías falsas argumentando que los profetas estaban «aprendiendo», «experimentando» o estaban «bajo la gracia» y que, por lo tanto, no deberían ser considerados falsos profetas.

ii. Aunque la experiencia puede ser útil en el uso de los dones espirituales, nadie debe afirmar que un mensaje proviene de Dios si no está seguro de su origen divino. Si alguien se equivoca, es natural cuestionar su discernimiento y su capacidad para escuchar a Dios de manera adecuada.

iii. Además, si los profetas tenían este estándar bajo el Antiguo Pacto, no es correcto tener un estándar menor bajo el Nuevo Pacto. Bajo el Nuevo Pacto, hay un mayor derramamiento del Espíritu Santo. La pena por falsa profecía ha cambiado, pues ya no se aplican ejecuciones Sin embargo, los falsos profetas entre los cristianos de hoy no deben ser respetados ni reconocidos con el título o la posición de «profeta».

iv. En cambio, el Nuevo Testamento enseña que toda profecía debe ser juzgada: «Hablen dos o tres profetas, y que los demás juzguen» (1 Corintios 14:29; también, 1 Juan 4:1). Aunque Dios puede comunicarse hoy a través del don de la profecía, es esencial que aquellos a través de quienes Dios se comunica sean humildes en su percepción de oír a Dios, y que sus supuestas profecías sean evaluadas adecuadamente.

v. El pastor Tom Stipe, en el prólogo de Counterfeit Revival (Avivamiento Falso), habló poderosamente sobre el problema de los falsos profetas en la iglesia:

Después de apenas un par de años, los profetas parecían estar dirigiéndose a casi todos sobre casi todo. Cientos de miembros recibieron el «don» de la profecía y comenzaron a ejercer entre líderes y feligreses. La gente empezó a llevar consigo pequeños cuadernos llenos de predicciones que habían recibido de los profetas y videntes. Acudían en masa a las conferencias proféticas que surgían por todas partes. La multitud de portadores de cuadernos se apresuraba, con la esperanza de ser seleccionada para recibir más profecías que añadirían a sus diarios proféticos.

No mucho después de que la «profecía del día» se convirtiera en la principal fuente de orientación, comenzó a formarse una fila de creyentes devastados frente a nuestras oficinas de asesoramiento pastoral. Jóvenes a quienes se les había prometido éxito y fama a través de la profecía se vieron obligados a recoger los pedazos de sus esperanzas destrozadas porque Dios, aparentemente, había retractado sus promesas. Los líderes locales fueron inundados por miembros enojados de la iglesia que habían recibido profecías sobre los grandes ministerios que tendrían; pero fueron frustrados, porque no se les reconoció, ni se les «facilitó», su «nueva unción».

Después de una dieta constante de lo profético, algunas personas estaban convirtiéndose rápidamente en analfabetos bíblicos, al optar por un estilo de vida cristiana que consistía en «llamar a un profeta», en lugar de estudiar la Palabra de Dios. Muchos vivían continuamente de un «anuncio» profético en otro; siempre con la esperanza en peligro de fracasar, porque la voz de Dios era muy específica en su declaración, pero muy esquiva en su cumplimiento. Poseer el número de teléfono de un profeta era como tener un tesoro guardado. Los pequeños cuadernos de notas reemplazaron a las Biblias como material de lectura preferido durante los servicios religiosos.

vi. Siempre debemos cuidarnos para no permitir que el énfasis en lo «profético» eclipse el énfasis en la Palabra de Dios: «El profeta que tuviere un sueño, cuente el sueño; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová» (Jeremías 23:28).

© 1996-presente The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik

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