Deuteronomio 24 – La ley del divorcio y otras leyes diversas
A. Divorcio, nuevo matrimonio y matrimonio.
1. (1) La ley del divorcio en el antiguo Israel.
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
a. Carta de divorcio: De acuerdo con estas leyes, el divorcio estaba permitido en Israel, pero cuidadosamente regulado. Bajo la ley de Dios, el contrato de matrimonio no puede disolverse simplemente tan pronto como uno de los cónyuges quiera salirse; debe haber causa para una carta de divorcio.
i. Incluso con causa, el divorcio nunca era visto como una opción preferida o fácil. La palabra hebrea traducida como divorcio tiene como raíz la idea de “talar, cortar” – es la amputación de aquello que es una sola carne.
ii. “(Los cristianos) todos consideran el divorcio como algo así como cortar un cuerpo vivo, como una especie de operación quirúrgica. Algunos piensan que la operación es tan violenta que no se puede hacer en absoluto; otros admiten que es un remedio desesperado en casos extremos. Todos están de acuerdo en que se parece más a que te corten las piernas que a disolver una sociedad comercial o incluso a desertar de un regimiento”. (C.S. Lewis)
b. Le escribirá carta de divorcio: Dios ordena aquí que cualquier divorcio sea sellado con una carta de divorcio. En otras palabras, no era suficiente que un hombre simplemente declarara “estamos divorciados” a su esposa. El divorcio tenía que ser reconocido legalmente tal como lo había sido el matrimonio, por lo que se debe emitir una carta de divorcio – un documento legal – y notificarlo adecuadamente (se la entregará en su mano).
c. Si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente: Esto describe las bases del divorcio e indica que una carta de divorcio no podía ser escrita por cualquier razón. Tenía que basarse en estas dos cláusulas importantes.
i. Tiene que haber en ella alguna cosa indecente. Algunos rabinos posteriores definieron indecente como cualquier cosa en la esposa que pudiera desagradar al marido. En la época de Jesús, algunos rabinos enseñaban que si una esposa quemaba el desayuno de su esposo, él podía divorciarse de ella.
ii. Pero Jesús definió cuidadosa y apropiadamente qué es indecente en Deuteronomio 24:1. Él dijo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera (Mateo 19:9). Jesús entendía correctamente que cosa indecente se refiere a la inmoralidad sexual, un término amplio que se refiere al pecado sexual, que incluye, pero no se limita a, las relaciones sexuales con alguien que no es su cónyuge. La palabra hebrea traducida como cosa indecente en sí implica el significado de inmoralidad sexual; es literalmente, “desnudez de una cosa”.
iii. Así que, si un marido encuentra en ella alguna cosa indecente, tiene derecho a dar a su mujer una carta de divorcio. Pero no está obligado a hacerlo. También debe ser que si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente. En otras palabras, debe ser que el esposo esté tan turbado por la inmoralidad sexual de su esposa que simplemente ya no pueda mirarla con buenos ojos. La falta de gracia a sus ojos debe ser por haber hallado en ella alguna cosa indecente.
iv. Esto nos ayuda a entender lo que Jesús dijo en Mateo 19:8: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Si una mujer no tuviera un corazón duro, nunca cometería inmoralidad sexual contra su esposo, y no habría necesidad de divorcio. Si un marido no tuviera ninguna dureza en su corazón, podría perdonar y todavía mirar a su esposa con favor en sus ojos, aunque ella fuera culpable de inmoralidad sexual. Pero como Dios sabe que hay dureza en nuestros corazones, tanto en la parte ofensora como en la ofendida – concede permiso para el divorcio.
v. En los días de Jesús, los rabinos enseñaban que era el deber de un hombre piadoso divorciarse de su esposa si ella no le agradaba. Tanto Moisés como Jesús aclaran que Dios permite el divorcio en ciertas circunstancias, pero nunca lo ordena.
vi. Sin embargo, si alguien tiene motivos bíblicos para divorciarse (que, según 1 Corintios 7:15, incluye el abandono por parte de un cónyuge incrédulo), ciertamente tiene permiso para divorciarse, y Dios no “se lo tiene en cuenta”, a menos que, por supuesto, Él les haya dicho específicamente que no se divorcien y estén desobedeciendo su palabra específica para sus vidas.
d. Le escribirá carta de divorcio: La mayoría de la gente piensa que en el antiguo Israel, solo los maridos tenían derecho a divorciarse de sus mujeres, y que las mujeres no tenían derecho a divorciarse. Pero lo que se dice aquí puede tener la intención de aplicarse tanto al esposo como a la esposa. Jesús, en Marcos 10:12 dice y si la mujer repudia a su marido y se casa con otro, lo que claramente dice que en su tiempo, la mujer tenía derecho a divorciarse.
2. (2-4) La ley del nuevo casamiento en el antiguo Israel.
Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre. Pero si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer, no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
a. No podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer: Esta es una ley fuerte, que dice que si una mujer divorciada se vuelve a casar, no puede volver con su primer marido, en caso de que su segundo matrimonio termine por divorcio o muerte. Quebrantar esta ley era abominación delante de Jehová.
b. Una abominación delante de Jehová: Parece que podría ser algo bueno para el primer esposo y esposa volver a estar juntos. Pero este mandato se hace porque Dios quería que tanto el matrimonio como el divorcio se vieran como cosas serias y permanentes. Uno no podía estar casado o divorciado de manera casual; tenía que ser cuidadosamente pensado porque era permanente.
i. Esta ley también fortalecería el segundo matrimonio; desalentaría a un cónyuge de pensar que también podría dejar su segundo matrimonio y volver con su primera pareja.
3. (5) La ley que honra el matrimonio.
Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
a. Libre estará en su casa por un año: Esta era la manera de Dios de honrar y bendecir el pacto del matrimonio. Permitía que los hombres recién casados estuvieran exentos del servicio militar u otro servicio del estado durante un año.
b. Para alegrar a la mujer que tomó: Este es un trabajo importante para todo esposo. Así como delante del Señor, encontramos nuestras vidas perdiéndolas (Mateo 10:39), así un esposo encontrará la mayor felicidad si alegra a la mujer que tomó.
i. A medida que se describe el papel del esposo en Efesios 5, vemos que Dios enfatiza la unidad esencial entre el esposo y la esposa. El esposo no puede hacer feliz a su esposa sin traer también felicidad a su propia vida. A la inversa, no puede traer miseria a la vida de su cónyuge sin traer también miseria a su propia vida.
ii. Una esposa feliz es la base de un hogar feliz; una esposa amargada o contenciosa crea un hogar miserable: Gotera continua en tiempo de lluvia y la mujer rencillosa, son semejantes (Proverbios 27:15). Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa (Proverbios 21:19).
B. Otras leyes diversas.
1. (6) No tomes el sustento de alguien como prenda.
No tomarás en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque sería tomar en prenda la vida del hombre.
a. No tomarás en prenda la muela del molino: Una muela del molino era algo esencial para el sustento de una familia, por lo tanto, estaba prohibido tomarla como garantía para un préstamo.
i. Esto advierte a Israel en contra de aprovecharse unos de otros en tiempos de gran necesidad. Debemos cuidar que nunca nos beneficiemos injustamente de la pobreza o dificultad de los demás.
b. Porque sería tomar en prenda la vida del hombre: Los artículos no esenciales podrían tomarse en prenda. Aunque no se podía cobrar interés sobre un préstamo a un israelita necesitado, se podía tomar una prenda – una garantía para garantizar el pago del préstamo. Este mandato prohíbe la toma de garantías que le quitarían la capacidad a un hombre para mantener a su familia y salir de la deuda.
2. (7) El castigo por secuestro.
Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá el tal ladrón, y quitarás el mal de en medio de ti.
a. Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel: El secuestro generalmente se hacía en el mundo antiguo no tanto para recibir dinero a cambio, sino para vender al secuestrado como esclavo, tal como hicieron con José sus hermanos (Génesis 37:28).
b. Y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morirá: Este crimen era lo suficientemente serio ante Dios, como para ordenar la pena de muerte.
3. (8-9) El mandato de actuar rápidamente cuando brota la lepra.
En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer. Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María en el camino, después que salisteis de Egipto.
a. En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado: Levítico 13-14 describe en gran detalle cómo Dios quería que los leprosos fueran examinados y puestos en cuarentena. Debido a que la lepra era una enfermedad tan temible, Dios ordena aquí que tengan cuidado con un brote de lepra, para que no se convierta en una plaga en todo Israel.
b. Acuérdate de lo que hizo Jehová tu Dios a María: En Números 12, María llevó a su hermano Aarón a rebelarse contra Moisés, y por ello Dios la hirió de lepra. Aunque Moisés oró para que se curara, Dios la dejó leprosa durante siete días antes de curarla, y fue echada fuera del campamento por siete días (Numero 12:14). Si alguien tan prominente como María fue puesta en cuarentena como leprosa, esto demostró que todos los demás leprosos en Israel también debían ser puestos en cuarentena.
4. (10-13) Manejar una prenda correctamente.
Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda. Y si el hombre fuere pobre, no te acostarás reteniendo aún su prenda. Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te será justicia delante de Jehová tu Dios.
a. Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda: Cuando se tomaba una prenda para un préstamo, tenía que ser recibida de una manera que mantuviera la dignidad del hombre pobre.
i. Dios no condena el principio de tomar una prenda, solo ordena que se reciba humanamente. La idea de tomar garantías para un préstamo es válida porque fomenta la responsabilidad personal en el que recibe el préstamo.
b. No te acostarás reteniendo aún su prenda: Asumiendo que la prenda era algo para mantener caliente al hombre (como una túnica o un manto, que a menudo sería la única prenda que un hombre pobre podía dar), la prenda tenía que ser devuelta para que el hombre pudiera usarla para mantener el calor durante la noche.
i. “Los judíos en varios casos actuaron en contra de esta regla, y los encontramos reprendidos severamente por ello por el profeta Amós, cap. ii. 8”. (Clarke)
5. (14-15) El mandato de pagarle a tus obreros.
No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti pecado.
a. No oprimirás al jornalero: Un siervo puede ser oprimido al no recibir su paga o por condiciones de trabajo brutales o inseguras. Dios ordenó a los empleadores que trataran a sus empleados con justicia y amabilidad.
b. Para que no clame contra ti a Jehová: Jehová oye el clamor de los oprimidos. Santiago 5:4 advierte al rico que oprime a sus trabajadores: Oigan las protestas de los obreros del campo a quienes estafaron con el salario. Los reclamos de quienes les cosechan sus campos han llegado a los oídos del Señor de los Ejércitos Celestiales.
6. (16) Cada uno llevará su propio pecado.
Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.
a. Cada uno morirá por su pecado: Dios ordenó que cada individuo sea responsable por su propio pecado. Un padre no puede ser culpado ni responsable por el pecado de sus hijos (crecidos), y los hijos no pueden ser culpados ni responsables por el pecado de sus padres.
i. Está mal que un padre se culpe automáticamente por sus hijos descarriados; aunque pueden tener una parte en el problema, no siempre es así.
b. Por su pecado: Hay casos en los que Dios ordena que toda una familia sea castigada por el pecado, como con la familia de Acán en Josué 7:16-26. Cuando Dios trata con toda una familia, muestra que debe haber habido alguna conspiración entre los miembros de la familia, porque cada uno es responsable por su pecado.
7. (17-18) Un mandato de ser compasivos y justos.
No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda, sino que te acordarás que fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.
a. Te acordarás: Si Israel seguía recordando cuánto había hecho Dios por ellos, los haría más compasivos y justos en el trato con los demás. Siempre debemos tratar con los demás recordando cuánto Dios nos ha bendecido y perdonado.
8. (19-22) Deja algo de la cosecha para los pobres.
Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volverás para recogerla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos. Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda. Cuando vendimies tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda. Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.
a. Será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda: Este era uno de los programas de bienestar de Dios para Israel, estableciendo el derecho del espigador. Se instruyó a los agricultores para que no cosecharan completamente sus campos, de modo que quedara algo para que los trabajadores pobres los recogieran por sí mismos.
b. Yo te mando que hagas esto: Esta era una forma maravillosa de ayudar a los pobres. Ordenaba a los agricultores tener un corazón generoso y hacía que los pobres fueran activos y trabajaran por su comida. Abría un camino para que pudieran satisfacer sus propias necesidades con dignidad.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com