Deuteronomio 5




Deuteronomio 5 – Moisés le recuerda a Israel su pacto con Dios en el Sinaí

A. Los requisitos del pacto de Dios con Israel.

1. (1-5) El establecimiento del pacto.

Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego. Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo:

a. Oye, Israel: Israel estaba obligado al pacto que acordaron en Éxodo 24:1-8, sin embargo, el pacto se hizo con la generación anterior que pereció en el desierto. La generación actual tenía que entender y adoptar el pacto si iban a disfrutar de las bendiciones de este.

b. Hizo pacto: Literalmente, esto es “cortar un pacto”. La idea de “cortar” está asociada con el pacto porque los pactos siempre se sellaban con sacrificio – el corte de una víctima sacrificial.

c. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros: De hecho, el pacto fue hecho originalmente con la generación anterior, y Moisés no lo negaba. Pero él hizo hincapié en el punto: este era pacto de ellos; es un pacto de vivos, no de muertos.

d. Cara a cara habló Jehová con vosotros: Esto demuestra que el término cara a cara no significa “cara a cara literal”, sino que es una figura retórica hebraica que significa “comunicación íntima y libre”.

i. Deuteronomio 4:12 dice específicamente que Israel mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Sin embargo, tenían una comunicación notablemente transparente con Dios, por lo que aplica la figura del discurso cara a cara.

ii. Es por esto que Éxodo 33:11 dice: Hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero, y en Éxodo 33:20 dice Jehová: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. El uso de cara a cara en Éxodo 33:11 es una figura retórica, lo que significa que Moisés tenía una comunicación libre y sin obstáculos con el Señor.

iii. “Cara a cara parece significar ‘en persona’, es decir, en la inmediatez del contacto personal”. (Thompson)

e. Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros: Israel no podía soportar una comunicación tan libre y sin obstáculos con Jehová, así que le pidieron a Moisés que hablara con Dios en nombre de ellos.

2. (6-7) El primer mandamiento: no tendrás dioses ajenos delante de mí.

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí.

a. Yo soy Jehová tu Dios: Antes que Dios ordenara algo del hombre, Él declaró quién era Él y lo que hizo por Israel (que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre). El fundamento era claro: debido a quién era Dios y lo que hizo por su pueblo, Él tiene el derecho de decirnos qué hacer, y nosotros tenemos la obligación de obedecerle.

b. No tendrás dioses ajenos delante de mí: El primer mandamiento lógicamente fluye de entender quién es Dios y lo que ha hecho por nosotros. Nada debe venir por delante de Dios y Él es el único Dios al que adoramos y servimos.

i. En los días del antiguo Israel, había una gran tentación de adorar a los dioses del materialismo (Baal, el dios del clima y el éxito financiero) y del sexo (Astoret, la diosa del sexo, el romance y la reproducción), o cualquier otra deidad local. Estamos tentados a adorar a los mismos dioses, pero sin los antiguos nombres e imágenes.

c. No tendrás dioses ajenos delante de mí: Esto no implicaba que estaba permitido tener otros dioses, siempre y cuando se alinearan detrás del Dios verdadero. En cambio, la idea es que no debe haber otros dioses delante de la vista del verdadero Dios en nuestra vida. Delante de mí es literalmente, “frente a mi cara”.

i. Esto significa que Dios demanda ser más que “añadido” a nuestras vidas. No solo agregamos a Jesús a la vida que ya tenemos. Debemos darle toda nuestra vida.

ii. La falta de obediencia a este mandamiento es llamada idolatría. Debemos huir de la idolatría (1 Corintios 10:14). Aquellas vidas marcadas por la idolatría habitual no heredarán el reino de Dios (1 Corintios 6:9-10, Efesios 5:5, Apocalipsis 21:8, 22:15). La idolatría es una obra de la carne (Gálatas 5:19-20), que es señal de nuestra vieja vida en lugar de la nueva (1 Pedro 4:3), y no debemos asociarnos con los que son idólatras pero se hacen llamar cristianos (1 Corintios 5:11).

3. (8-10) El segundo mandamiento: No harás para ti escultura, ni imagen… no te inclinarás a ellas.

No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

a. No harás para ti escultura: El segundo mandamiento prohibía no solo la idolatría con respecto a los dioses falsos, sino que también trataba con el hecho de hacer una imagen de cualquier cosa creada que pudiéramos adorar.

b. Ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra: En ese tiempo, así como en el nuestro, la adoración estaba ligada estrechamente con imágenes – imágenes idealizadas, o incluso imágenes en la mente del hombre. Dios no permitirá que lo representemos con ninguna de esas imágenes, ni que lo reemplacemos con otra imagen.

i. El segundo mandamiento no prohibía hacer una imagen de algo con fines artísticos. Dios mismo ordenó a Israel hacer imágenes de querubines (Éxodo 25:18, 26:31). Prohibía hacer imágenes como una “ayuda” para la adoración.

ii. “Para apoyar su adoración de imágenes, la Iglesia Católica Romana ha dejado la totalidad de este segundo mandamiento fuera del decálogo, y así perdió un mandamiento completo de los diez; pero para mantener el número han dividido el décimo en dos”. (Clarke)

iii. Juan 4:24 explica el fundamento del segundo mandamiento: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. El uso de imágenes y otras cosas materiales como enfoque o “ayuda” para adorar niega quién es Dios (Espíritu) y cómo debemos adorarlo (en espíritu y en verdad).

iv. Pablo nos recuerda la vanidad de tratar de hacer a Dios a nuestra propia imagen: Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles (Romanos 1:22-23).

c. Porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso: ¿Cómo puede decirse que Dios es un Dios celoso? “El celo de Dios es amor en acción. Él se niega a compartir el corazón humano con cualquier rival, no porque sea egoísta y nos quiera a todos solo para Él, sino porque sabe que de esa lealtad a Él depende nuestra misma vida moral… Dios no tiene celos de nosotros: Él es celoso por nosotros”. (Redpath)

d. Visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen: Esto no significa que Dios nos castiga directamente por los pecados de nuestros antepasados. Las palabras importantes son de los que me aborrecen – si la descendencia ama a Dios, la iniquidad de los padres no la visitará.

i. “Esto implica necesariamente: SI los hijos siguen los pasos de sus padres; porque ningún hombre puede ser condenado por la justicia divina por un crimen del que nunca fue culpable”. (Clarke)

ii. Sin embargo, el enfoque aquí está en la idolatría, y esto se refiere al juicio a escala nacional – las naciones que abandonan al Señor serán juzgadas, y ese juicio tendrá efectos a lo largo de las generaciones.

4. (11) El tercer mandamiento: No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

a. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano: Podemos quebrantar el tercer mandamiento a través de la blasfemia (usando el nombre de Dios en blasfemias y maldiciones), frivolidad (usando el nombre de Dios de una manera superficial y estúpida), e hipocresía (afirmar el nombre de Dios pero actuar de una manera que lo deshonra).

i. Jesús comunicó la idea de este mandato en la oración del discípulo, cuando nos enseñó a tener en cuenta la santidad del nombre de Dios (santificado sea tu nombre, Mateo 6:9).

b. Porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano: La fuerza de este mandato ha llevado a extrañas tradiciones entre el pueblo judío. Algunos hacen todo lo posible para intentar cumplir este mandato, negándose incluso a escribir el nombre de Dios, por temor a que el papel sea destruido y el nombre de Dios sea escrito en vano.

5. (12-15) El cuarto mandamiento: Recuerda el día de reposo.

Guardarás el día de reposo para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.

a. Guardarás el día de reposo para santificarlo: Se ordenó que el séptimo día (sábado) fuera respetado como un día de descanso. Este descanso era para todo Israel – siervos y esclavos, así como para visitantes.

i. Este es un principio importante que podría pasarse por alto con demasiada facilidad. Aquí Dios declaró la humanidad esencial y la dignidad de las mujeres, los esclavos y los extranjeros, y dijo que tenían el mismo derecho a un día de descanso que el hombre libre de Israel. Este fue ciertamente un concepto radical en el mundo antiguo.

ii. De hecho, en la exposición de Moisés de la Ley aquí en Deuteronomio, hace especial énfasis en el hecho de que el día de reposo es para los esclavos nacidos en el extranjero entre Israel. Deuteronomio 5:15 (Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto) no se cita en Éxodo 20.

b. Para santificarlo: En sus tradiciones, el pueblo judío llegó a cuantificar cuidadosamente lo que pensaban que se podía y no se podía hacer en el día de reposo, para santificarlo.

i. Por ejemplo, en Lucas 6:1-2, en la mente de los líderes judíos, los discípulos eran culpables de cuatro violaciones del día de reposo cada vez que tomaban un bocado de grano en el campo, porque segaban, trillaban, separaban la paja del trigo, y preparaban comida.

ii. Los antiguos rabinos enseñaban que en día de reposo, un hombre no podía llevar algo en su mano derecha o en su mano izquierda, sobre su pecho o sobre su hombro. Pero podía llevar algo con el dorso de la mano, el pie, el codo, o en la oreja, el pelo, o en el dobladillo de la camisa, o en el zapato o la sandalia. O también, en día de reposo, a los israelitas se les prohibía hacer un nudo, excepto que una mujer podía hacer un nudo en su cinturón. Entonces, si un balde de agua tenía que sacarse de un pozo, un israelita no podía atar una cuerda al balde, pero una mujer podía atar su cinturón al balde y sacarlo del pozo.

iii. En los hogares judíos practicantes de hoy, uno no puede encender una luz, una estufa o un interruptor en sábado. Está prohibido conducir una cierta distancia o hacer una llamada telefónica – todo cuidadosamente regulado por tradiciones que buscan cumplir la ley a la perfección.

c. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo: Dios estableció el patrón para el día de reposo en el momento de la creación. Cuando Él descansó de sus obras en el séptimo día, Dios hizo del séptimo día un día de descanso de todas nuestras obras (Génesis 2:3). Pero el propósito más importante del día de reposo era servir como sombra del descanso que tenemos en Jesús.

i. Algunos afirman que los cristianos están obligados a guardar el día de reposo en la actualidad. Pero el Nuevo Testamento aclara que los cristianos no están obligados a observar un día de reposo (Colosenses 2:16-17 y Gálatas 4:9-11), porque Jesús cumplió el propósito y el plan del día de reposo para nosotros y en nosotros (Hebreos 4:9-11).

ii. Gálatas 4:10 nos dice que los cristianos no están obligados a observar los días, los meses los tiempos y los años. El reposo en el que entramos como cristianos es algo para experimentar todos los días, no solo un día a la semana; el descanso de saber que no tenemos que trabajar para salvarnos a nosotros mismos, sino que nuestra salvación se logra en Jesús (Hebreos 4:9-10).

iii. El día de reposo ordenado aquí y observado por Israel era una sombra de lo que va a venir; pero el cuerpo es de Cristo (Colosenses 2:16-17). Tenemos un descanso en Jesús que es nuestro para vivir todos los días. Por lo tanto, dado que la sombra del día de reposo se cumple en Jesús, somos libres de guardar cualquier día, o ningún día – como día de reposo según la costumbre del antiguo Israel.

iv. Sin embargo, aunque estamos libres de la obligación legal del día de reposo, no podemos ignorar la importancia de un día de descanso: Dios nos ha diseñado para que lo necesitemos. Al igual que un automóvil que necesita un mantenimiento regular, necesitamos un descanso regular – o no nos “desgastaremos” bien. Algunas personas son como autos de alto kilometraje que no se han mantenido bien, y eso se nota.

v. Algunos cristianos también son dogmáticos acerca de observar el sábado como día de reposo en lugar del domingo. Pero debido a que somos libres de considerar todos los días como dados a Dios, no hay diferencia. Pero de alguna manera, el domingo es más apropiado; siendo el día en que Jesús resucitó de entre los muertos (Marcos 16:9), y se reunió por primera vez con sus discípulos (Juan 20:19), y un día en que los cristianos se reunieron para tener compañerismo (Hechos 20:7 y 1 Corintios 16:2). Bajo la Ley, los hombres trabajaron para el descanso de Dios; pero después de que Jesús terminó la obra en la cruz, el creyente entra en reposo y de ese reposo sale al trabajo.

vi. Pero también se nos ordena trabajar seis días. “El que desperdicia su tiempo en los seis días es igualmente culpable a la vista de Dios como el que trabaja en el séptimo” (Clarke). Muchos cristianos deberían dar más “tiempo libre” a la obra del Señor. Todo cristiano debe tener una manera deliberada de servir a Dios y avanzar el Reino de Jesucristo.

6. (16) El quinto mandamiento: Honra a tu padre y a tu madre.

Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.

a. Honra a tu padre y a tu madre: El honor para los padres y las madres es un componente esencial para la estabilidad y la salud de toda la sociedad. Si las generaciones más jóvenes están constantemente en guerra con las generaciones mayores, los cimientos de la sociedad serán destruidos.

i. Jesús usó la forma en que los fariseos interpretaron este mandamiento como un ejemplo de cómo uno puede guardar la ley con una interpretación limitada y, sin embargo, violar el espíritu del mandamiento (Mateo 15:3-6).

b. Para que sean prolongados tus días: En Efesios 6:2 Pablo repitió este mandato, enfatizando la promesa declarada aquí: para que sean prolongados tus días. La rebelión es costosa y muchos han pagado un alto precio personalmente por su rebelión contra sus padres.

7. (17) El sexto mandamiento: No matarás.

a. No matarás: Algunos se preguntan cómo Dios puede aprobar la pena capital (Éxodo 19:12) y al mismo tiempo esta prohibición de matar. La respuesta simple es que tanto en hebreo como en nuestro idioma, hay una distinción entre matar y asesinar. A diferencia de matar, el asesinato es quitar la vida sin justificación legal (ejecución después del debido proceso) o justificación moral (matar en defensa propia).

b. No matarás: Jesús explicó cuidadosamente el corazón de este mandamiento. Mostró que también nos prohíbe odiar a otra persona (Mateo 5:21-26), porque podemos desear que alguien muera en nuestro corazón, pero nunca tener el “coraje” de cometer el acto. Alguien puede no matar por falta de coraje o de iniciativa, aunque su corazón esté lleno de odio.

8. (18) El séptimo mandamiento: No cometerás adulterio.

No cometerás adulterio.

a. No cometerás adulterio: Reconozcan que el acto mismo es condenado. Dios no permite ninguna justificación para las formas en que muchas personas a menudo buscan justificar el sexo fuera del matrimonio, como decir “mi pareja no me entiende” o “estamos enamorados” o “Dios nos llevó a estar juntos” o cualquier otra excusa.

i. Michael English, quien perdió su contrato discográfico y su matrimonio por adulterio con otra cantante de música cristiana, dice sobre su adulterio y sus consecuencias: “Tal vez Dios permitió que esto sucediera para hacerme ver que necesitaba algo de libertad”. ¡No!

b. No cometerás adulterio: El Nuevo Testamento claramente condena el adulterio: Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia… (Gálatas 5:19). Pero más que el acto en sí mismo, Jesús explicó cuidadosamente el corazón de este mandamiento. Nos prohíbe mirar a una mujer para codiciarla, donde cometemos adulterio en nuestro corazón o mente, pero no tenemos el coraje o la oportunidad de cometer el acto (Mateo 5:27-30). No somos inocentes solo porque no tuvimos la oportunidad de pecar como realmente queríamos.

9. (19) El octavo mandamiento: No hurtarás.

No hurtarás.

a. No hurtarás: Este mandamiento es otro fundamento importante para la sociedad humana, estableciendo el derecho a la propiedad personal. Dios claramente ha confiado ciertas posesiones a ciertos individuos, y otras personas o estados no pueden tomar esa propiedad sin el debido proceso legal.

b. No hurtarás: También podemos robarle a Dios. Por supuesto, esto exige que honremos a Dios con nuestros recursos financieros, para que no seamos culpables de robarle (Malaquías 3:8-10). Pero también podemos robar a Dios al rehusar a entregarnos a Él en obediencia y servicio suyo, porque Él nos compró y le pertenecemos: sabiendo que fuisteis rescatados no con cosas corruptibles, como oro o plata… No con la sangre preciosa de Cristo (1 Pedro 1:18-19); Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios (1 Corintios 6:20).

c. No hurtarás: Efesios 4:28 da la solución al robo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

10. (20) El noveno mandamiento: No dirás falso testimonio contra tu prójimo.

No dirás falso testimonio contra tu prójimo.

a. No dirás falso testimonio contra tu prójimo: Podemos quebrantar el noveno mandamiento a través de la calumnia, el chismorreo, la creación de falsas impresiones, el silencio, el cuestionamiento de los motivos detrás de las acciones de alguien, o incluso la adulación.

i. “La calumnia… es una mentira inventada y difundida con la intención de hacer daño. Esa es la peor forma de daño que una persona puede hacerle a otra. Comparado con quien hace esto, un gánster es un caballero, y un asesino es amable, porque acaba con la vida en un momento, de un golpe y con poco dolor. Pero el hombre culpable de calumnias arruina una reputación que quizás nunca se recupere, y causa sufrimiento de por vida”. (Redpath)

ii. “Esparcir rumores… es repetir un informe sobre una persona sin una investigación cuidadosa. Muchas, muchas veces he sabido lo que es sufrir con eso. Repetir una historia que trae descrédito y deshonra a otra persona sin asegurarse de los hechos, es quebrantar este mandamiento… Cuánta gente, especialmente cristianos, se regodean en esto, y se deleitan en hacer estragos contando historias de otros. Excusar la acción diciendo que creían que el informe era cierto, o que no había intención de calumniar, no es justificación”. (Redpath)

iii. ¿Qué pasa con el silencio inapropiado? “Cuando alguien dice una falsedad sobre otro y está presente un tercero que sabe que esa afirmación es falsa pero, por temor o por disgusto, se queda callado, ese tercero es tan culpable de violar esta ley como si le hubiera dicho una mentira”. (Redpath)

b. No dirás falso testimonio de tu prójimo: El Nuevo Testamento lo expresa de manera simple. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos (Colosenses 3:9). “¡Qué extraño que hayamos llegado a pensar que la madurez cristiana se demuestra por la capacidad de decir lo que pensamos, mientras que en realidad se expresa en el control de nuestras lenguas”. (Redpath)

i. “¡Qué sorprendente revelación sería si se pudiera reproducir una grabación de todo lo que cada miembro de la iglesia ha dicho acerca de sus hermanos miembros en una semana!”. (Redpath)

ii. Satanás siempre está ahí para alentar una mentira (Juan 8:44; Hechos 5:3); y Jesús mismo fue víctima de falso testimonio (Marcos 14:57); de alguna manera, podríamos decir que este fue el pecado que envió a Jesús a la cruz.

11. (21) El décimo mandamiento: No codiciarás.

No codiciarás a la mujer de tu prójimo, ni desearas la casa de tu prójimo, no su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, un cosa alguna de tu prójimo.

a. No codiciarás: Los primeros nueve mandamientos se enfocan más en las cosas que hacemos; el décimo trata directamente con el corazón y sus deseos.

i. Literalmente, la palabra para “codicia” aquí significa “anhelar”. La codicia funciona así: los ojos miran un objeto, la mente lo admira, la voluntad se acerca a él y el cuerpo se mueve para poseerlo. El hecho de que no hayas dado el paso final no significa que no estés en el proceso de codiciar en este momento.

b. La casa… mujer… buey… asno, de tu prójimo: La codicia se puede expresar hacia todo tipo de cosas; es el prurito de tener y poseer lo que otro tiene. Habla de una insatisfacción con lo que tenemos, y un celo hacia aquellos que tienen algo “mejor”.

i. Hebreos 13:5 lo expresa bien: Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”.

ii. Este último mandamiento está íntimamente relacionado con el primer mandamiento contra la idolatría: Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios (Efesios 5:5).

iii. Jesús dio una advertencia especial sobre la avaricia, que explicaba la filosofía central del corazón codicioso: Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15).

B. La respuesta de Israel y la respuesta de Dios en el Monte Sinaí.

1. (22-27) La respuesta de Israel: miedo que hace retroceder.

Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive. Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.

a. En el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz: Toda la escena fue verdaderamente asombrosa: Habló Jehová; hubo fuego, una nube, oscuridad, y una gran voz; todo impresionó tanto a Israel que le pidieron a Moisés que Dios no les hablara más directamente.

i. ¿Por qué pues vamos a morir?… Si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos lo deja claro. La experiencia del Monte Sinaí no fue una de dulce comunión con Dios. El mensaje del monte Sinaí no fue “vengan a mí”, sino “aléjense porque yo soy santo y ustedes no”.

ii. Este es exactamente el mensaje del escritor a los hebreos en Hebreos 12:18-24: Nosotros, bajo el Nuevo Pacto, no hemos venido al Monte Sinaí no recibimos el mensaje “aléjate”; nosotros hemos venido al monte Sion, donde el mensaje de Dios es “vengan a mí”.

b. Tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos: Israel estaba demasiado confiado en su habilidad para guardar la ley de Dios. Su experiencia en el Monte Sinaí los convenció de la gloria de Dios, pero no de su propia corrupción e incapacidad.

2. (28-33) Dios responde con placer lleno de esperanza en Israel.

Oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho. ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por posesión. Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.

a. Bien está todo lo que han dicho: Dios estaba complacido con la respuesta de Israel. Su respuesta fue evidencia de que lo tomaron en serio.

b. Quien diera que tuviesen tal corazón: El sentimiento es que a Dios le gustó lo que vio en Israel, pero “esperaba” (por usar una forma de hablar, porque Dios no “espera” las cosas como nosotros) que ellos mantuvieran la misma actitud de corazón. De hecho, Israel no guardó este corazón; no habían pasado ni 40 días cuando danzaron en adoración alrededor de un becerro de oro.

c. Para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!: Este es el motivo de Dios al pedir nuestra obediencia – para que nos vaya bien. Cada mandato de Dios tiene sus raíces en el amor por nosotros, no en un deseo obsesivo de control ni una actitud mezquina hacia nosotros.

d. Mirad, pues que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado: Conocer la gloria de Dios (como se reveló en el monte Sinaí) y el amor de Dios (como se reveló en su anhelo de que les fuese bien), les dio razón de más para obedecer a Dios.

i. Cuando tenemos problemas para obedecer a Dios, claramente nos falta una o ambas de estas áreas. O nos olvidamos de su gloria, o nos olvidamos de su amor por nosotros, o nos olvidamos de ambos.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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