Deuteronomio 9




Deuteronomio 9 – Las batallas por delante y los fracasos atrás.

A. Tener en cuenta las batallas por delante.

1. (1-2) La dificultad de las batallas por delante.

Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se sostendrá delante de los hijos de Anac?

a. Para entrar a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que tú: Dios estaba guiando a Israel hacia algo demasiado grande para ellos. Era un desafío que solo podrían enfrentar si confiaban en Dios.

b. Ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo: Las ciudades contra las que pelearían eran poderosas y las personas contra las que pelearían eran grandes. Sin embargo, Dios los había llamado a entrar en esta batalla aparentemente imposible.

i. No había forma de que Israel pudiera hacer esto en la carne o en su propia fuerza. Dios les ordenó que hicieran algo que estaba más allá de su capacidad de hacer por sí mismos.

ii. Obviamente, Dios no inspiraba a Israel con un falso sentido de confianza o exageración. Quería que supieran de manera realista cómo sería la batalla que se avecinaba.

iii. De la misma manera, Jesús nunca nos llama con exageraciones o falsas promesas que llevarían a una falsa confianza. Él dice claramente: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame (Mateo 16:24). Jesús nos hizo saber desde el principio que seguirlo a Él requeriría darle todo a Dios.

2. (3) Por qué la victoria es posible con las difíciles batallas por delante.

Entiende, pues, hoy, que es Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás en seguida, como Jehová te ha dicho.

a. Entiende, pues, hoy: Así como Israel tenía que entender la imposibilidad de la batalla por sí mismos, también deben entender la certeza de la victoria en el Señor.

b. Jehová tu Dios el que pasa delante de ti como fuego consumidor, que los destruirá: Era una batalla demasiado grande para Israel, pero no demasiado grande para Jehová. Israel podía conocer ambos hechos: Que en sí mismos la obra era imposible (Sin mi nada podéis hacer, Juan 15:5), pero que en Dios la batalla no se podía perder (Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, Filipenses 4:13).

c. Los destruirá: Dios también estaba llamando a Israel a una colaboración para ganar las batallas. Los destruirá no contradicea tú los echarás, y los destruirás en seguida. ¿Lo iba a hacer Dios o lo iba a hacer Israel? Ambos, en realidad – Dios estaba llamando a Israel a ser colaboradores suyos (2 Corintios 6:1).

d. Los destruirás en seguida: Dios no quería que los israelitas mostraran misericordia a los cananeos. Quería que Israel fuera un ejército único de juicio contra los cananeos y su cultura, que era tan depravada que merecía este tipo de juicio.

i. El arqueólogo William F. Albright, en su libro De la edad de piedra al cristianismo, describe cuál era el enfoque principal de la religión cananea: el sexo. Los ídolos destacados recuperados por los arqueólogos son cientos de formas femeninas desnudas en formas sexualmente sugerentes, así como ídolos masculinos asociados con cultos homosexuales (De la Edad de Piedra al cristianismo, páginas 232-235).

ii. “Así, los cananeos, con su adoración orgiástica de la naturaleza, su culto a la fertilidad en forma de símbolos de serpientes y desnudez sensual, y su mitología burda, fueron reemplazados por Israel”. (Albright, página 281).

3. (4-6) El peligro del orgullo cuando el Señor les da la victoria.

No pienses en tu corazón cuando Jehová tu Dios los haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti. No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. Por tanto, sabe que no es por tu justicia que Jehová tu Dios te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres tú.

a. No pienses en tu corazón: La tentación de orgullo de Israel no vendría en algo que realmente dirían. Mucho antes de que digamos palabras orgullosas, tenemos pensamientos orgullosos en nuestro corazón. Por lo tanto, Israel no debía pensar en su corazón que era a causa de su justicia que el Señor les ha dado la tierra.

i. Este es un anticipo de la salvación por gracia por medio de la fe, en la que no podemos pensar que es nuestra justicia la que la ha obtenido. En cambio, es la justicia que hemos recibido en Jesucristo.

ii. Cuando recibimos cualquier regalo de Dios, somos tentados a tomarlo y usarlo para glorificarnos a nosotros mismos. Israel no debe hacer esto con respecto al regalo de la Tierra Prometida, y no debemos hacerlo con respecto a ningún regalo que el Señor nos dé.

iii. Dichos o proverbios del mundo antiguo reflejan el deseo del hombre de ganar su propia justicia y justificación ante Dios. “No quiero el cielo a cambio nada”, decía uno, y otro decía: “Dame el cielo, porque me lo debes”. La misma idea se expresa en una antigua enseñanza católica romana de que los hombres moribundos deben orar: “Señor, une mi justicia con la justicia de Cristo”, como si las dos juntas pudieran lograr algo. En cambio, miramos solo a la justicia de Jesús.

b. Porque pueblo duro de cerviz eres tú: La idea es que Israel, como un animal doméstico rebelde, endurecería su cerviz contra el yugo que Dios pondría sobre él. No se someterían a la dirección de Dios en su vida.

i. Duro de cerviz “es una expresión figurativa para obstinado, intratable, terco y testarudo”. (Kalland)

B. El carácter de dura cerviz de Israel se demuestra en sus fracasos pasados.

1. (7) Un llamado a recordar sus rebeliones pasadas.

Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová.

a. Acuérdate, no olvides: El propósito de Dios al recordar a Israel de sus rebeliones contra Él no era para desanimarlos o hacerlos sentir derrotados. El propósito era que ellos reconocieran su propia debilidad y confiaran en Él.

b. Habéis sido rebeldes a Jehová: La misma idea se comunica en el Nuevo Testamento en 1 Corintios 10:12: Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. Cuando recordamos nuestra naturaleza pecaminosa, caminamos en la pobreza de espíritu que Jesús dijo que era esencial para una vida de bendición (Mateo 5:3).

2. (8-21) Moisés les recuerda de la rebelión en el Monte Horeb.

En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua; y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. Y me dijo Jehová: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición. Y me habló Jehová, diciendo: He observado a ese pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz. Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos. Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos. Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos pronto del camino que Jehová os había mandado. Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos. Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. Pero Jehová me escuchó aun esta vez. Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón en aquel entonces. Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él en el arroyo que descendía del monte.

a. En Horeb provocasteis a ira a Jehová: Esto recuerda los eventos en el Monte Sinaí, donde Israel adoró un becerro de oro cuando Moisés estuvo fuera por mucho tiempo en el Monte Sinaí, recibiendo la ley de Jehová (Éxodo 19-32).

b. Escritas con el dedo de Dios: Las tablas originales de la ley que Moisés recibió en el monte Sinaí en realidad fueron escritas por Dios mismo y contenían los Diez Mandamientos (y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea, que se encuentran en Éxodo 20).

c. Yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más numerosa que ellos: Dios le dijo a Moisés de su deseo de acabar con Israel en el juicio, y comenzar de nuevo con una nueva nación, descendiente del mismo Moisés.

d. Descendí del monte, el cual ardía en fuego: Los fuegos ardientes en el Monte Sinaí eran representaciones físicas de la gloria de Dios y su santa presencia. La montaña comenzó a arder cuando Israel llegó por primera vez al Monte Sinaí (Éxodo 19:18). Esos fuegos habían ardido durante 40 días seguidos, y ardían en el mismo momento en que Israel hizo un becerro de oro y comenzó a adorarlo.

e. Tomé las dos tablas y las arrojé de mis dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos: Moisés quebró las tablas, “No con una pasión desenfrenada, sino con celo por la honra de Dios, y por la dirección del Espíritu de Dios, para dar significado al pueblo, que el pacto entre Dios y ellos contenido en esas tablas fue quebrantado y anulado, y ahora estaban completamente apartados del favor de Dios, y no podían esperar nada de él sino una indignación ardiente y justicia severa”. (Poole)

f. Porque temí: La palabra hebrea aquí es una palabra rara, traducida en la Septuaginta por la palabra fuerte ekphobos, que significa “muy asustado” o “lleno de terror”. Cuando vio el pecado de Israel y habiendo conocido la santidad de Dios, Moisés tuvo mucho temor por el pueblo de Israel.

g. También oré por Aarón: El pecado de Aarón, detallado en Éxodo 32, fue tan malo, que seguramente habría sido destruido por el Señor – excepto que Moisés oró por él. Esto muestra tanto el poder prevaleciente de la oración de Moisés como el gran amor en el corazón de Moisés.

h. Lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo muy bien, hasta que fue reducido a polvo: Moisés quemó el ídolo, lo trituró y lo roció en el agua que el pueblo tomaría por tres razones.

·Mostrar que este dios no era nada y podía ser destruido fácilmente.

·Destruir completamente este ídolo.

·Hacer que el pueblo pague una consecuencia inmediata de su pecado.

3. (22-24) Paréntesis: Moisés recuerda la rebelión de Tabera, Masah, Kibrot-hataava, y Cades-barnea.

También en Tabera, en Masah y en Kibrot-hataava provocasteis a ira a Jehová. Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado, también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz.Rebeldes habéis sido a Jehová desde el día que yo os conozco.

a. También en Tabera: El nombre Tabera significa “quemar”, y en Números 11, cuando el pueblo de Israel salió por primera vez del Monte Sinaí para dirigirse hacia Cades-barnea y la Tierra Prometida, de inmediato se quejaron, y Dios envió fuegos de juicio contra ellos en un lugar que llamaron Tabera a causa de los fuegos ardientes del juicio de Dios.

b. Y Masah: Éxodo 17:7 describe el nombramiento de un lugar llamado Masah, que significa “tentado”, porque allí Israel provocó al Señor al dudar de su amoroso cuidado e interés por ellos en el desierto.

c. Kibrot-hataava: El nombre significa “tumbas del deseo” y era el lugar donde Israel anheló carne en lugar de maná, y Dios les dio carne. Sin embargo, se volvió plaga en la boca de aquellos con corazones codiciosos y descontentos (se describe en Números 11).

d. Cuando Jehová os envió desde Cades-barnea: Moisés recordó brevemente la rebelión en Cades-barnea, donde Israel dudó del amor de Dios por ellos y rehusó entrar a la Tierra Prometida por fe – rebelándose contra el Señor (Números 13-14).

e. No le creísteis, ni obedecisteis a su voz: La desobediencia de Israel a Dios comenzó con su incredulidad. No creían que Dios los amaba ni que era lo suficientemente poderoso para llevarlos a la Tierra Prometida.

4. (25-29) La oración de intercesión de Moisés por Israel cuando se rebelaron en el Monte Horeb.

Me postré, pues, delante de Jehová; cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado, porque Jehová dijo que os había de destruir. Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano poderosa. Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado, no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová introducirlos en la tierra que les había prometido, o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto. Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.

a. Me postré, pues, delante de Jehová: Esta gran oración de intercesión de Moisés se describe con más detalle en Éxodo 32. Moisés pidió misericordia sobre Israel debido a la fidelidad pasada de Dios hacia ellos (tu heredad que has redimido).

b. Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob: Moisés pidió misericordia sobre Israel debido a la fidelidad pasada de Dios hacia los patriarcas.

c. No sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto no pudo Jehová: Moisés pidió misericordia sobre Israel debido a su preocupación por la gloria del propio nombre de Dios y su reputación entre las naciones.

d. Tu heredad, que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido: Moisés pidió misericordia sobre Israel porque ellos eran el pueblo de Dios.

i. Podemos buscar la misericordia y el poder de Dios a través de la oración orando con el mismo corazón y alegando las mismas razones ante el Señor. La oración por razones sólidas como estas es mucho más efectiva que simplemente lanzar deseos hacia el cielo.

·Por la fidelidad pasada de Dios hacia nosotros.

·Por su fidelidad pasada a nuestros antepasados.

·Por su propia gloria y reputación entre las naciones.

·Porque somos su pueblo.

ii. Tener estas cosas en mente también es una forma de refinar nuestras oraciones. Cuando oramos solo por las cosas consistentes con la gloria de Dios, tenemos nuestros corazones puestos en las cosas correctas.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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