Eclesiastés 1




Eclesiastés 1 – La vanidad de la vida

A. Introducción: El Predicador, el autor de Eclesiastés.

1. (1a) El Predicador.

Palabras del Predicador,

a. Palabras del Predicador: El Libro de Eclesiastés es uno de los libros más inusuales y quizás más difíciles de entender de la biblia. Tiene un espíritu de desesperación sin esperanza; no tiene alabanza ni paz; parece promover una conducta cuestionable. Sin embargo, estas palabras del Predicador nos muestran la futilidad y la locura de una vida vivida sin una perspectiva eterna.

i. La pregunta en Eclesiastés no es sobre la existencia de Dios; el autor no es ateo, y Dios siempre está ahí. La pregunta es si Dios importa o no. La respuesta a esa pregunta está vitalmente conectada con una responsabilidad hacia Dios que va más allá de esta vida terrenal.

ii. “Él sí cree en ‘Dios’, pero, muy significativamente, nunca usa el nombre sagrado ‘Jehová’. Se ha liberado, o desea representar a un personaje que se ha liberado de la Revelación, y está luchando contra el problema de la vida, su significado y valor, sin ninguna ayuda de la Ley, ni del Profeta, ni del Salmo”. (Maclaren)

iii. En la búsqueda de esta respuesta, el Predicador indagó en las profundidades de la experiencia humana, incluida la desesperanza. Examinó a fondo el vacío y la futilidad de la vida vivida sin eternidad antes de llegar a la conclusión de la necesidad de la eternidad.

iv. “Nos enfrentamos a la terrible inferencia de que nada tiene sentido, nada importa debajo del sol. Es entonces cuando podemos escuchar, como las buenas noticias que son, que todo importa – ‘porque Dios traerá cada acción a juicio, con cada cosa secreta, ya sea buena o mala”. (Kidner)

v. “¿Cuál, entonces, es el propósito de Eclesiastés? Es un ensayo de apologética. Defiende la vida de fe en un Dios generoso señalando la severidad de la alternativa”. (Eaton)

vi. “Él no viene como un filósofo formal; es una palabra de Dios que tiene que compartir, a pesar de su enfoque reflexivo y discreto. No presenta media docena de argumentos a favor de la existencia de Dios. En su lugar, recoge nuestras propias preguntas. ¿Puedes hacer frente a la vida sin tener idea de a dónde vas? No tienes todas las respuestas a los enigmas de la vida, ¿verdad? Tu visión neopagana de la vida no te da ninguna esperanza de lograr mucho, ¿verdad? La naturaleza no responderá a tus preguntas, y de todos modos te aburre. La historia desconcierta tus intentos de comprenderla. No te gusta pensar en tu propia muerte; sin embargo, es el hecho más cierto acerca de tu existencia”. (Eaton)

vii. “Eclesiastés no pretende predicar el Evangelio. Más bien, alienta al lector a una cosmovisión centrada en Dios en lugar de ser víctima de frustraciones y preguntas sin respuesta. Ninguno de sus contenidos debe ser rechazado a la luz del Nuevo Testamento”. (Wright)

b. El Predicador: En hebreo, esto traduce la palabra Koheleth (o Kobellet). La idea es de alguien que podría reunir, dirigir o hablar a un grupo de personas: una congregación.

i. “La palabra está conectada con el hebreo para asamblea, y su forma sugiere algún tipo de funcionario… Los muchos intentos de traducir este título incluyen: ‘Eclesiastés’, ‘El Predicador’, ‘El Orador’, ‘El Presidente’, ‘El Portavoz’, ‘El Filósofo’. ¡Casi podríamos agregar, ‘El Profesor’!”. (Kidner)

ii. Estas son definitivamente las palabras del Predicador, pero en este sermón orientado apologéticamente, su enfoque en Dios es indirecto. “No hace mención de Yahveh, Jehová, el nombre del Dios de la fe del pacto de Israel. Apenas se refiere a la ley de Dios, siendo la única referencia posible en el 12:13. Apenas se refiere a la nación de Israel (sólo en el 1:12). ¿Por qué estas omisiones? La respuesta parece ser que el argumento del Predicador se sostiene por sí mismo y no depende del pacto de fe de Israel para ser válido. Está apelando a hechos universalmente observables”. (Eaton)

2. (1b) La identidad del Predicador.

Hijo de David, rey de Jerusalén.

a. Hijo de David: Esto identifica al Predicador como el hijo de David, Salomón. Algunos creen que otro lo escribió en nombre de Salomón, pero no hay ninguna razón de peso para decir que fue otra persona y no Salomón quien escribió esto”.

i. “En vista de las tradiciones concernientes a Salomón (1 Reyes 2-12; 2 Crónicas 1-9), sin ninguna definición adicional, el título ciertamente llevaría a cualquier lector a suponer que la alusión es a él. También el relato en el 2:1-11 recuerda mucho a Salomón; casi todas las frases tienen su paralelo en las narraciones sobre Salomón”. (Eaton)

ii. “Llegará otra nota enigmática en el versículo 16, con su pretensión de una sabiduría que ‘superó a todos los que antes de mí estuvieron sobre Jerusalén’. Esto descarta cualquier sucesor del incomparable Salomón”. (Kidner)

b. Rey de Jerusalén: Desde su posición real, Salomón tuvo la sabiduría, la libertad, los recursos y la posición para escribir esta obra.

i. En cierto sentido, solo Salomón pudo escribir este libro. Tenía tanto la sabiduría como los recursos para resolver estos problemas. “Con Qohéleth nos ponemos el manto de un Salomón, el más brillante y menos limitado de los hombres, para emprender la búsqueda. Con todos los dones y poderes a nuestro alcance, sería extraño que volviéramos con las manos vacías”. (Kidner)

ii. Cuando Salomón escribió esto, lo hizo en un estilo entendido y apreciado en su época. “La marca particular de sabiduría que caracteriza a Eclesiastés está bien atestiguada en el mundo antiguo. Podemos llamarlo “literatura del pesimismo”. Eclesiastés es el único ejemplo bíblico de esta antigua tradición literaria”. (Eaton)

iii. “En una obra egipcia, El hombre que se cansó de vivir, escrita entre el 2300 y el 2100 a.C., un hombre disputa con su alma si vale la pena vivir o si el suicidio era el único acto lógico. ‘La vida es un estado transitorio’, se queja para sí mismo; ‘estás vivo, pero ¿qué beneficio obtienes? Sin embargo, anhelas la vida como un hombre rico’. La muerte es ‘una portadora de llanto’; nunca más un hombre ‘verá el sol’. Poco se puede hacer. ‘Sigue el día feliz y olvídate de la preocupación’”. (Eaton)

iv. El comentarista puritano John Trapp escribió lo que otros también creen, que Eclesiastés fue la declaración de error y penitencia de Salomón, y evidencia de que se volvió a Dios al final de su vida a pesar de la ausencia de tal seguridad en 1 Reyes 11. “Él escribió este sermón penitencial. Envejecido, había experimentado todo lo que aquí afirma, para que pudiera comenzar mejor su discurso a sus eruditos”. (Trapp)

B. El problema presentado: el sinsentido de la vida.

1. (2) Resumen del Predicador: La vida es vanidad, sin sentido.

Vanidad de vanidades, dijo el Predicador;
vanidad de vanidades, todo es vanidad.

a. Vanidad de vanidades: El Predicador comienza su sermón con su primera conclusión (aunque no su última conclusión). Mirando la vida a su alrededor, juzga que es vanidad nada, inútil, sin sentido.

i. “Una voluta de vapor, una ráfaga de viento, un simple soplo nada que puedas tener en tus manos; lo más cercano a cero. Esa es la ‘vanidad’ de la que trata este libro”. (Kidner)

ii. “Vanidad (hebel) incluye (i) brevedad e insustancialidad, vacuidad… (ii) falta de fiabilidad, fragilidad… (iii) futilidad, como en Job 9:29 (hebreo), donde ‘en vanidad’ significa ‘sin efecto’; (iv) engaño (cf. Jeremías 16:19; Zacarías 10:2)”. (Eaton)

b. Vanidad de vanidades: Para reforzar su punto, el Predicador juzgó la vida como la máxima vanidad, la vanidad de vanidades. Esta frase hebrea se usa para expresar intensidad o lo máximo de algo, como en la frase santo de los santos.

i. Esta frase (o algo parecido) se usará unas 30 veces en este breve libro. Es uno de los temas principales de Eclesiastés.

c. Todo es vanidad: Para fortalecer aún más el punto, Salomón señaló que no solo la vida es vanidad, sino que todo es vanidad. Parecía que cada parte de la vida sufría de este vacío.

i. Vemos en los primeros dos versículos que Salomón escribió esto desde cierta perspectiva, una perspectiva que a través del libro expondrá como inadecuada y errónea. La mayor parte de Eclesiastés está escrita desde esta perspectiva, a través de los ojos de un hombre que piensa y vive como si Dios no importara.

ii. “Es una declaración absolutamente precisa de la vida cuando se vive bajo ciertas condiciones; pero no es cierto como una afirmación de lo que necesariamente debe ser la vida” (Morgan). Si dices, “Mi vida no es vanidad; no carece de sentido. Mi vida está llena de significado y propósito”. Eso es maravilloso; pero no puedes ignorar la premisa del Predicador la premisa de la vida debajo del sol.

iii. Por lo tanto, Eclesiastés está lleno de lo que podríamos llamar mentiras verdaderas. Ante la perspectiva “Dios no importa”, es cierto que todo es vanidad. Dado que esa perspectiva es incorrecta, no es cierto que todo es vanidad. Salomón nos hace pensar minuciosamente a través de esta perspectiva equivocada a lo largo de Eclesiastés.

iv. Salomón piensa desde esta perspectiva, pero no fue el primero ni el último en ver la vida de esta manera. Muchos modernos juzgan que la vida es igualmente fútil.

·“Todos vivimos en una casa en llamas, sin departamento de bomberos al cual llamar; no hay salida, solo la ventana de arriba para mirar mientras el fuego quema la casa con nosotros atrapados, encerrados en ella”. (Dramaturgo Tennessee Williams)

·“La mayoría de las personas se divierten bastante en sus vidas, pero, en general, la vida es sufrimiento y solo los muy jóvenes o los muy tontos imaginan lo contrario”. (Autor George Orwell)

·“La vida es como una lata de sardinas, todos buscamos la llave”. (Dramaturgo Alan Bennett)

2. (3) Vida y trabajo debajo del sol.

¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo
con que se afana debajo del sol?

a. ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo? Usando el lenguaje del mundo de los negocios, el Predicador hizo una pregunta valiosa. Sabía que la vida estaba llena de trabajo pero ¿de qué vale? ¿qué provecho tiene?

i. Provecho: “Término comercial; la vida ‘no paga dividendos’”. (Eaton)

ii. Jesús expresó un pensamiento similar en Marcos 8:36: ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?

iii. “Todas las cosas son más dulces en la ambición que en la realización. Hay una singular vanidad en esta espléndida miseria”. (Trapp)

b. Con que se afana debajo del sol: Esta es la primera declaración de un tema esencial a lo largo de Eclesiastés. Esta frase se repetirá más de 25 veces a lo largo del libro. La idea no es “en un día soleado” o algo que tenga que ver con el clima. La idea es “en este mundo que podemos ver; el mundo material”. Es la vida considerada sin una perspectiva eterna

i. “Si nuestra visión de la vida no va más allá de ‘debajo del sol’, todos nuestros esfuerzos tendrán un trasfondo de miseria”. (Eaton)

ii. El uso de la frase debajo del sol “muestra que el interés del escritor era universal y no se limitaba solo a su propio pueblo y tierra”. (Wright)

3. (4-7) El ciclo sin fin de la creación.

Generación va, y generación viene;
mas la tierra siempre permanece.
Sale el sol, y se pone el sol,
y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
El viento tira hacia el sur,
y rodea al norte;
va girando de continuo,
y a sus giros vuelve el viento de nuevo.
Los ríos todos van al mar,
y el mar no se llena;
al lugar de donde los ríos vinieron,
allí vuelven para correr de nuevo.

a. Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece: Usando varios ejemplos, el Predicador observa que nada parece cambiar mucho en el aparentemente interminable ciclo de la naturaleza.

i. “Él mira a la humanidad y ve que en un aspecto el mundo está lleno de nacimientos y en otro lleno de muertes. Los ataúdes y las cunas parecen el mobiliario principal, y oye el traqueteo, el traqueteo, el traqueteo de las generaciones que pasan sobre un suelo plagado de tumbas”. (Maclaren)

b. Sale el sol… El viento tira hacia el sur… los ríos todos van al mar: Por lo que Salomón podía observar debajo del sol, estos ciclos inmutables expresaban la monotonía inmutable de la vida, lo que lleva a su vanidad y falta de sentido.

i. “Para la ortodoxia del Antiguo Testamento, la creación resuena con las alabanzas del Señor. La creación es suya… Pero, dice el Predicador, quiten a su Dios, y la creación ya no refleja su gloria; ilustra el cansancio de la humanidad”. (Eaton)

ii. “Todos los ríos de alegría terrenal pueden estar fluyendo hacia tu corazón, pero nunca lo llenarán. Pueden retroceder, secarse o menguar; pero incluso si no, nunca satisfarán… Pero en Cristo hay interés perenne… No necesitamos salir de Él en busca de nuevos deleites; y conocerlo es poseer un secreto que hace nuevas todas las cosas”. (Meyer)

4. (8-11) El ciclo sin fin del trabajo del hombre.

Todas las cosas son fatigosas
más de lo que el hombre puede expresar;
nunca se sacia el ojo de ver,
ni el oído de oír.
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será.
¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará;
y nada hay nuevo debajo del sol.
¿Hay algo de que se puede decir:
He aquí esto es nuevo?
Ya fue en los siglos que nos han precedido.
No hay memoria de lo que precedió,
ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria
en los que serán después.

a. Todas las cosas son fatigosas más de lo que el hombre puede expresar: Salomón luego observó que la falta de sentido de la vida no solo se reflejaba en la naturaleza. Esta frustración también es evidente en el esfuerzo y empeño humano. A pesar de todo el trabajo (fatigosas), el ver, y el oír del hombre, aun así nunca se sacia.

i. “Es imposible calcular cuánta ansiedad, dolor, trabajo y fatiga son necesarios para llevar a cabo las operaciones comunes de la vida. Pero un incesante deseo de ganancia y una incesante curiosidad por presenciar una variedad de resultados hacen que los hombres sigan trabajando”. (Clarke)

ii. “¿Cuál es la diferencia entre una ardilla enjaulada que sólo hace que su prisión gire más rápido con su veloz carrera, y el hombre que vive días arduos por objetivos transitorios que tal vez nunca alcance?”. (Maclaren)

b. ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol: A pesar de todo el trabajo y progreso del hombre, la vida parece monótonamente igual. Las cosas que parecen nuevas envejecen muy rápido, por lo que se podría decir que “nada hay nuevo debajo del sol”.

i. Cuanto más cambian las cosas, más permanecen igual. Conoce al nuevo jefe, igual que el antiguo jefe. “En su nueva apariencia, las viejas costumbres continúan. Como raza, nunca aprendemos”. (Kidner)

ii. Puede que no haya nada… nuevo debajo del sol; pero afortunadamente los seguidores de Jesús los nacidos de nuevo por el Espíritu de Dios no viven debajo del sol en ese sentido. Su vida está llena de cosas nuevas.

·Un nombre nuevo (Isaías 62:2; Apocalipsis 2:17).

·Una nueva comunidad (Efesios 2:14).

·Una nueva ayuda de los ángeles (Salmos 91:11).

·Un nuevo mandamiento (Juan 13:34).

·Un nuevo pacto (Jeremías 31:33; Mateo 26:28).

·Un nuevo y vivo camino hacia el cielo (Hebreos 10:20).

·Una nueva pureza (1 Corintios 5:7).

·Una nueva naturaleza (Efesios 4:24).

·Una nueva creación en Cristo Jesús (2 Corintios 5:17).

·¡Todas las cosas serán hechas nuevas! (2 Corintios 5:17; Apocalipsis 21:5).

c. No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria: La futilidad de la vida parece extenderse en ambas direcciones, tanto en el pasado como en el futuro. El hombre trabaja duro, pero nunca parece hacer una diferencia duradera y todo es simplemente olvidado.

i. “¡Cuántos asuntos memorables nunca fueron registrados! ¡Cuántos registros antiguos perecieron hace mucho tiempo!”. (Trapp)

C. El fracaso de la sabiduría para satisfacer.

1. (12-15) Buscar con sabiduría.

Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.

Lo torcido no se puede enderezar,
y lo incompleto no puede contarse.

a. Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén: Salomón fue internacionalmente famoso por su gran sabiduría. Si la sabiduría podía encontrar las respuestas al aparente vacío de la vida, Salomón sería quien las encontraría.

i. La gran sabiduría de Salomón fue un regalo de Dios. Cuando Dios le ofreció lo que quisiera, él le pidió sabiduría, especialmente la sabiduría para guiar al pueblo de Dios (1 Reyes 3:5-28). Por lo tanto, Dios hizo tan sabio a Salomón que escribió miles de proverbios, y fue considerado más sabio que todos los hombres de su época (1 Reyes 4:29-34).

b. Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo: Con la habilidad única de hacer tal búsqueda, Salomón buscó las respuestas en la sabiduría – con lo cual se refería a la sabiduría humana que excluía las respuestas a la luz de la eternidad.

i. Di mi corazón a inquirir y a buscar: “Las dos palabras no son sinónimas. El primer verbo implica penetrar en la profundidad de un objeto delante de uno; la otra palabra toma un extenso estudio de las cuestiones más allá; de manera que se significan dos métodos y ámbitos de investigación”. (Deane)

ii. Esta es la sabiduría de quienes nos guían a una vida mejor en el aquí y ahora; cómo vivir una vida más saludable, más feliz y próspera. Esta sabiduría ciertamente tiene valor, y muchas vidas serían mejores si la siguieran. Sin embargo, si excluye una verdadera apreciación de la eternidad y nuestras responsabilidades en el mundo venidero, esta sabiduría no tiene una verdadera respuesta al sinsentido de la vida. Solo nos muestra cómo vivir mejor nuestras insignificantes vidas.

iii. En otros lugares de Eclesiastés, se piensa en la sabiduría como una bendición tal como es; incluso la sabiduría que excluye la eternidad (Eclesiastés 7:11-12, 7:19). Sin embargo, este tipo de sabiduría debajo del sol no puede arrojar luz sobre el problema de la vanidad y la falta de sentido de la vida.

c. Todo lo que se hace debajo del cielo: El cielo de Dios y la eternidad no están a la vista aquí, solo el cielo diurno y nocturno. Esta es otra forma de decir: “debajo del sol”. Todo el trabajo, los logros y la búsqueda de sabiduría del hombre parecen no ser nada.

i. “Todo lo que se hace debajo del cielo muestra que los recursos totales de una cosmovisión limitada son el objeto de estudio; el aspecto vertical aún no está a la vista”. (Eaton)

d. Este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él: La aparente futilidad de la vida viene de Dios, Él la dio al hombre. Dios ha construido deliberadamente un sistema donde la vida parece sin sentido y vacía sin la comprensión de un Dios vivo y activo a quien debemos rendir cuentas.

i. Puede parecer cruel por parte de Dios idear tal sistema, pero en realidad es una evidencia de su gran amor y misericordia. Él construyó dentro de nosotros el deseo y la necesidad de aquello que da significado y satisfacción a la vida. Como escribió Agustín: El Creador hizo un espacio en forma de Dios en cada uno de nosotros, que solo Él puede llenar.

ii. Este deseo se encuentra no solo en nosotros como personas, sino también en la creación misma. Dios también sometió la creación a esta futilidad hasta que un día traiga el cumplimiento prometido. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza (Romanos 8:20).

iii. Al mismo tiempo, este es un penoso trabajo. No siempre es fácil encontrar estas respuestas porque nuestro orgullo, autosuficiencia y amor propio trabajan en contra de encontrarlas.

e. Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse: La búsqueda inicial del Predicador de las respuestas en sabiduría (debajo del sol) solo le trajo desesperación.

i. “Con su habitual franqueza devastadora, Qohéleth se apresura a contarnos lo peor. La búsqueda ha llegado a nada”. (Kidner)

ii. “La tercera conclusión explica por qué el pensador ‘debajo del sol’ está tan frustrado. Es porque hay giros (lo torcido) y lagunas (lo incompleto) en todo pensamiento. No importa cómo reflexione el pensador, no puede enderezar las anomalías de la vida, ni reducir todo lo que ve a un sistema ordenado”. (Eaton)

2. (16-18) Se confirma el fracaso de la sabiduría.

Hablé yo en mi corazón, diciendo: He aquí yo me he engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia. Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.

Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia;
y quien añade ciencia, añade dolor.

a. Hablé yo en mi corazón: Este enfoque es natural para cualquier persona que busca las respuestas debajo del sol, aparte de una perspectiva eterna. Miran hacia adentro en busca de sabiduría y respuestas, en lugar de buscar al Dios que gobierna la eternidad.

b. Dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu: La búsqueda repetida e intensificada de la sabiduría no trajo ningún significado final. La solución no fue pensar más y buscar mejor; todo era aflicción de espíritu.

c. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor: Cuanto más comprendía el Predicador la vida debajo del sol, mayor era su desesperación. Cuanto más aprendía, más se daba cuenta de lo que no sabía. Cuanto más sabía, más conocía las penas de la vida.

i. “Mientras la sabiduría se restringe al reino ‘debajo del sol’, ve el tumulto palpitante de la creación, la vida corriendo alrededor de sus circuitos siempre repetitivos, y nada más. ‘Cuanto más entiendes, más te duele’ (Moffatt)”. (Eaton)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com  

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