Esdras 2




Esdras 2 – Lista de los exiliados que regresaron

A. Los que regresaron del exilio.

1. (1-2) Aquellos inmediatamente asociados con Zorobabel.

Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, de aquellos que Nabucodonosor rey de Babilonia había llevado cautivos a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad; los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. El número de los varones del pueblo de Israel:

a. Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio: Aquí comienza la lista de las familias y los individuos que regresaron a Judá y Jerusalén ahora que era una provincia del Imperio Persa.

i. “Los exiliados que regresaron fueron descritos como ‘hijos de la provincia’ (Esdras 2:1) – es decir, de la provincia persa de Judea – y su líder llevaba el título de gobernador persa (Tirshatha, Esdras 2:63). Zorobabel no fue un nuevo Moisés”. (Adeney)

ii. La palabra provincia es medina. “Esa Medina, una ciudad en Arabia, tiene a esta Medina en dura sujeción; haciendo que sus hijos paguen por las mismas cabezas que usan; y tan gravemente afectándolos, que tienen motivo suficiente para retomar la elegía de Jeremías sobre su doloroso cautiverio”. (Trapp)

b. Los cuales vinieron con Zorobabel: Aquí se mencionan once nombres, pero la lista probablemente debería contener doce nombres (comparando con Nehemías 7:7 y notando los doce toros de sacrificio de Esdras 8:35).

i. “Hay once nombres aquí, pero la copia de la lista de Nehemías conserva uno más, el de Nahamani (Nehemías 7:7), que evidentemente se ha eliminado de este versículo en el curso de la copia. La elección de los doce, como la de los doce apóstoles, fue una declaración tácita de que la comunidad que dirigían no era mera grupa o fragmento de la encarnación del pueblo de Israel”. (Kidner)

ii. Nehemías…Mardoqueo: “No el famoso Nehemías ni el renombrado Mardoqueo del que tanto se habla en el Libro de Ester, sino otros del mismo nombre”. (Trapp)

c. Zorobabel: Zorobabel fue el gobernador designado sobre la provincia de Judá. También era descendiente del último rey reinante de Judea.

i. “Él era el descendiente directo de la casa real, el heredero al trono de David. Este es un hecho muy significativo. Muestra que los exiliados habían conservado algún carácter nacional latente al regreso, aunque, como ya hemos observado, el objeto principal del mismo era religioso”. (Adeney)

ii. Probablemente sea la misma persona mencionada en Esdras 1:8 como Sesbasar. Esdras 5:16 dice que Sesbasar puso los cimientos del templo; Esdras 3:8 parece atribuir esa obra a Zorobabel. Esto fortalece la idea de que en realidad eran la misma persona.

d. Jesúa: Hageo 2:1-5 y varios otros pasajes entre los profetas posteriores al exilio mencionan a este notable colaborador con Zorobabel.

i. “Jesúa el Sumo Sacerdote (Zacarías 3:1), cuyo nombre (en griego, ‘Jesús’) se escribe Josué en Hageo y Zacarías, era líder compañero de Zorobabel.

2. (3-35) Una lista de las familias que regresaron a Judá y Jerusalén.

Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos. Los hijos de Sefatías, trescientos setenta y dos. Los hijos de Ara, setecientos setenta y cinco. Los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jesúa y de Joab, dos mil ochocientos doce. Los hijos de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. Los hijos de Zatu, novecientos cuarenta y cinco. Los hijos de Zacai, setecientos sesenta. Los hijos de Bani, seiscientos cuarenta y dos. Los hijos de Bebai, seiscientos veintitrés. Los hijos de Azgad, mil doscientos veintidós. Los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y seis. Los hijos de Bigvai, dos mil cincuenta y seis. Los hijos de Adín, cuatrocientos cincuenta y cuatro. Los hijos de Ater, de Ezequías, noventa y ocho. Los hijos de Bezai, trescientos veintitrés. Los hijos de Jora, ciento doce. Los hijos de Hasum, doscientos veintitrés. Los hijos de Gibar, noventa y cinco. Los hijos de Belén, ciento veintitrés. Los varones de Netofa, cincuenta y seis. Los varones de Anatot, ciento veintiocho. Los hijos de Azmavet, cuarenta y dos. Los hijos de Quiriat-jearim, Cafira y Beerot, setecientos cuarenta y tres. Los hijos de Ramá y Geba, seiscientos veintiuno. Los varones de Micmas, ciento veintidós. Los varones de Bet-el y Hai, doscientos veintitrés. Los hijos de Nebo, cincuenta y dos. Los hijos de Magbis, ciento cincuenta y seis. Los hijos del otro Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. Los hijos de Harim, trescientos veinte. Los hijos de Lod, Hadid y Ono, setecientos veinticinco. Los hijos de Jericó, trescientos cuarenta y cinco. Los hijos de Senaa, tres mil seiscientos treinta.

a. Los hijos de: Esta lista nombra a los cabezas de familia, con los números de los hombres de esas familias. Quiere decir que el número total de personas sería más, porque están listados y contados por jefes de familia.

i. Los miles de recién llegados no están agrupados, sino que (de la manera bíblica característica) son relacionados con esos círculos locales y familiares que humanizan una sociedad y orientan a un individuo. Tal es el camino de Dios, que ‘pone en familias a los solitarios’ (Salmo 68:6)”. (Kinder)

b. Los hijos de Ara, setecientos setenta y cinco: Esto difiere con el registro en Nehemías 7:10, y apunta a la correlación a menudo difícil de números entre los dos pasajes. Parece que tal vez el error del copista sea la falla, pero otros han sugerido soluciones alternativas.

i. “En Nehemías 7:10, eran solo seiscientos cincuenta y dos. Parece que setecientos setenta y cinco salieron de Babilonia, o dieron sus nombres para ir; pero algunos de ellos murieron, otros cambiaron de opinión, otros se vieron obstaculizados por enfermedades u otras bajas que les sucedieron a ellos mismos o a sus parientes cercanos; y así llegaron sólo seiscientos cincuenta y dos a Jerusalén… Y lo mismo se puede decir en las diferencias similares; que es suficiente con insinuar una vez y ya”. (Poole)

ii. “Hay muchas dificultades en esta tabla de nombres; pero como tenemos no menos de tres copias: la que contiene aquí Esdras 2:1-67, una segunda en Nehemías 7:6-69, y una tercera en 1 Esdras 5:7-43, en un examen cuidadoso se encontrará que se corrigen unas a otras”. (Clarke)

c. Paros…Sefatías… Ara: Estos nombres reflejan la variedad de influencias que entraron y se encontraban entre los hijos de Israel durante el exilio. Muchos de los nombres están conectados con ideas bíblicas y otros tienen conexiones con su cultura en el exilio.

i. “La práctica de dar nombres babilónicos o persas a los judíos en cautiverio (Ester 2:7; Daniel 1:7) está ricamente ilustrada por los archivos de Murashu”. (Yamauchi)

ii. Los nombres en sí dan un sabor personal.

·Paros significa pulga.

·Sefatias significa Yahveh ha juzgado.

·Ara significa búfalo.

·Zacai significa puro o es una forma abreviada de Zacarías.

·Bani es una forma abreviada de Benaía que significa Yahveh ha edificado.

·Bebai significa pupila del ojo.

·Azgad significa Gad es fuerte.

·Adonicam significa mi Dios se ha levantado.

·Adin significa voluptuoso.

·Ater significa zurdo.

·Bezai es una forma abreviada de Bezaleel y significa a la sombra de Dios.

·Jora significa lluvia de otoño.

·Hasum significa nariz ancha.

·Gibar significa hombre fuerte.

3. (36-57) Una lista de los sacerdotes, levitas y trabajadores del templo que regresaron del exilio.

Los sacerdotes: los hijos de Jedaías, de la casa de Jesúa, novecientos setenta y tres. Los hijos de Imer, mil cincuenta y dos. Los hijos de Pasur, mil doscientos cuarenta y siete. Los hijos de Harim, mil diecisiete. Los levitas: los hijos de Jesúa y de Cadmiel, de los hijos de Hodavías, setenta y cuatro. Los cantores: los hijos de Asaf, ciento veintiocho. Los hijos de los porteros: los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón, los hijos de Acub, los hijos de Hatita, los hijos de Sobai; por todos, ciento treinta y nueve. Los sirvientes del templo: los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos de Padón,los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Acub, los hijos de Hagab, los hijos de Salmai, los hijos de Hanán, los hijos de Gidel, los hijos de Gahar, los hijos de Reaía,los hijos de Rezín, los hijos de Necoda, los hijos de Gazam, los hijos de Uza, los hijos de Paseah, los hijos de Besai, los hijos de Asena, los hijos de Meunim, los hijos de Nefusim,los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harhur, los hijos de Bazlut, los hijos de Mehída, los hijos de Harsa,los hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Tema,los hijos de Nezía, los hijos de Hatifa.Los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Peruda,los hijos de Jaala, los hijos de Darcón, los hijos de Gidel,los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret-hazebaim, los hijos de Ami.

a. Jedaías… Imer… Pasur… Harim: Estas familias representan sólo cuatro de las veinticuatro divisiones del sacerdocio establecidas por el Rey David en 1 Crónicas 24:3. La mayoría de los sacerdotes se quedaron en Babilonia.

b. Los hijos de Hanán: “’Hanán’ (‘[Dios] es clemente’) se deriva del verbo hanan (‘ser clemente’), y sus derivados son los componentes de numerosos nombres llevados por cincuenta y una personas en el Antiguo Testamento. Estos incluyen Baal-hanán, Elhanán, Hananel, Hanani, Hananías, Ana, Hanún, Henadad, Johanán y Tehina. ‘Johanán’ (‘Yahveh es misericordioso’) nos ha dado el nombre de Juan. El nombre de mujer Hanna nos da Ana, Ann, Nan y Nancy”. (Yamauchi)

i. Babcuc significa “botella”, refiriéndose a un recipiente de barro con cuello y cuerpo abombado. El Sr. Babcuc puede haberse ganado su apodo por su gran barriga; o porque su parloteo constante sonaba como el sonido burbujeante del agua que sale de una botella.

c. Los Levitas: El número total de levitas curiosamente fue menor que el número de sacerdotes que regresaron. Esto significa que un porcentaje notablemente pequeño de los levitas regresó de Babilonia.

i. “Un examen de esta lista es notable principalmente por el pequeño número de levitas que regresaron. Casi diez veces más sacerdotes que levitas regresaron a la tierra. Esto, por supuesto, fue una inversión del orden original”. (Morgan)

ii. Algunos especulan que los levitas estaban particularmente involucrados en la adoración en los lugares altos, dispersos en las colinas alrededor de Israel y Judá antes del exilio. Los fuegos purificadores del exilio quemaron efectivamente este impulso idólatra y, por lo tanto, pocos levitas quisieron regresar a la Tierra Prometida.

4. (58) Dos grupos especiales que regresaron del exilio.

Todos los sirvientes del templo, e hijos de los siervos de Salomón, trescientos noventa y dos.

a. Todos los sirvientes del templo: Estos parecen ser los descendientes de los gabaonitas, quienes fueron hechos sirvientes especiales de los levitas y los sacerdotes en el templo.

i. “Estos eran aquellos gabaonitas que, habiendo salvado sus vidas con una mentira, fueron hechos acarreadores de agua para el templo como castigo… Su ocupación era ministrar a los levitas”. (Trapp)

ii. “Parece probable que las tareas más humildes recayeran en estos hombres; y la presencia de algunos nombres que parecen extranjeros en la lista puede indicar que algunos de estos grupos llegaron a Israel de las conquistas de David, ya sea como inmigrantes o tal vez como prisioneros de guerra”. (Kidner)

b. Los hijos de los siervos de Salomón: La mayoría cree que estos eran los empleados por Salomón que vinieron de otros grupos de personas. Llegaron a Israel como prosélitos extranjeros.

i. “Estos también eran extranjeros, que habían sido empleados por Salomón, y convirtiéndose en prosélitos, fueron incorporados a la comunidad de Israel. Dios no hace acepción de personas”. (Trapp)

5. (59-63) Aquellos entre los sacerdotes con genealogías inciertas que regresaron del exilio.

Estos fueron los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Addán e Imer que no pudieron demostrar la casa de sus padres, ni su linaje, si eran de Israel: los hijos de Delaía, los hijos de Tobías, los hijos de Necoda, seiscientos cincuenta y dos, y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los hijos de Cos, los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de Barzilai galaadita, y fue llamado por el nombre de ellas. Estos buscaron su registro de genealogías, y no fue hallado; y fueron excluidos del sacerdocio, y el gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim.

a. Estos buscaron su registro de genealogías, y no fue hallado: Esto muestra un admirable respeto por la ley de Dios con respecto al sacerdocio de Israel. Estos fueron aquellos que tenían algún derecho a un linaje sacerdotal pero no pudieron probar su genealogía. Por lo tanto, fueron excluidos del sacerdocio.

i. “Así será en el último día para todos los que no están inscritos entre los que viven en Jerusalén, los que no están inscritos en el libro de la vida del Cordero”. (Trapp)

ii. “Barzilai era un nombre que tenía un peso considerable; su portador había sido un firme partidario de David y un hombre rico (2 Samuel 19:32). Puede ser que al adoptar el nombre de esta familia (¿y convertirse en su heredero?) el antepasado de estos reclamantes se expuso a la acusación de haber renunciado a su propio derecho de nacimiento, el sacerdocio”. (Kidner)

b. Y el gobernador les dijo que no comiesen de las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote para consultar con Urim y Tumim: Aquellos con genealogías cuestionables no fueron excluidos permanentemente; cada caso requería más investigación y consultar con Dios

i. “El Urim y Tumim, junto con el Arca y la Shekiná, son nombrados por los rabinos entre las cosas preciosas que nunca fueron recuperadas”. (Adeney)

6. (64-67) El resumen de los exiliados que regresaron.

Toda la congregación, unida como un solo hombre, era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta, sin contar sus siervos y siervas, los cuales eran siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras. Sus caballos eran setecientos treinta y seis; sus mulas, doscientas cuarenta y cinco; sus camellos, cuatrocientos treinta y cinco; asnos, seis mil setecientos veinte.

a. Toda la congregación, unida como un solo hombre: El tamaño de todo este grupo se declara aquí como de unos 50,000. Sin embargo, esta fue solo la primera ola de repatriación a Israel del cautiverio babilónico e incluye solo a los cabezas de familia. El total aproximado de los exiliados que regresaron fue probablemente entre 100,000 y 150,000. Este era solo un pequeño porcentaje de los que habían sido exiliados y sus descendientes; la gran mayoría se quedó en Babilonia.

i. En general, los israelitas tuvieron algunas razones para sentirse cómodos en Babilonia. Las tablillas de Murashu se descubrieron en 1873 y son registros de Murashu y sus hijos, banqueros y corredores adinerados del último período del exilio, que parecían prestar casi cualquier cosa a cambio de un precio. “Entre sus clientes figuran unos sesenta nombres judíos de la época de Artajerjes I y cuarenta de la época de Darío II. Estos aparecen como partes contratantes, agentes, testigos, recaudadores de impuestos y funcionarios reales. Parece que no hubo barreras sociales o comerciales entre los judíos y los babilonios. Su próspera situación puede explicar por qué algunos optaron por permanecer en Mesopotamia”. (Yamauchi)

ii. De hecho, Josefo escribió, “muchos se quedaron en Babilonia, sin querer dejar sus posesiones” (Antigüedades XI, 8).

iii. No se debe pensar que no había vida espiritual entre los judíos exiliados; Ezequiel (quien fue al exilio después del 597 o 586 a.C.) describe lo que podríamos llamar un “estudio bíblico en casa” en su casa con los ancianos de Judá (Ezequiel 8:1). “Privados del templo, los exiliados pusieron gran énfasis en la observancia del día de reposo, en las leyes de pureza y en la oración y el ayuno. A menudo se ha sugerido que el desarrollo de las sinagogas comenzó en Mesopotamia durante el Exilio” (Yamauchi). De hecho, “En el Talmud se dice que solo volvió la paja, mientras que el trigo se quedó atrás”. (Adeney)

iv. Cuando los exiliados regresaron a Judá, encontraron un estado mucho más pequeño que el que tenían sus antepasados antes de que los babilonios conquistaran Judá. Una estimación citada en Yamauchi dice que la provincia post-exílica de Judá tenía unas 25 millas de norte a sur y unas 32 millas de este a oeste. El área total era de unas 800 millas cuadradas, de las cuales aproximadamente un tercio era desierto no cultivable.

v. “Dependiendo de la estimación de los números de deportados y el número de exiliados que regresaron, tenemos estimaciones muy variables para la población de la Judá postexílica: 20,000 a 50,000 por W.F. Albright, 60,000 de H. Kreissig, 50,000 a 80,000 de J. de Fraine, 85,000 de R. Kittel, 100,000 de S. Mowinckel, 150,000 de J. Weinberg y 235,000 de A. Schultz. Una estimación de 150,000 es probablemente más correcta que la estimación de Albright”. (Yamauchi)

vi. “La cifra de 42,360 aparece como el total también en Nehemías 7:66 y 1 Esdras 5:41, sin embargo, los elementos individuales suman tres totales diferentes, como sigue: Esdras, 29,818; Nehemías, 31,089; 1 Esdras, 30,143. Ha habido intentos de explicar los miles desaparecidos: como miembros de las tribus del norte, como mujeres o como adolescentes. Pero la narración guarda silencio sobre tales puntos”. (Kidner)

b. Sus caballos… sus mulas… sus camellos… sus asnos: Este grupo no volvió con mucho, pero tampoco volvieron sin nada.

i. “Fueron al cautiverio, despojados de todo; ahora vuelven de él, abundando en las más sustanciales riquezas… Así encontramos que Dios, en medio del juicio, se acordó de la misericordia, y les dio favor en la tierra de su cautiverio”. (Clarke)

B. Los exiliados que regresaron hacen su hogar en la Tierra Prometida.

1. (68-69) Las ofrendas hechas para la reconstrucción del templo.

Y algunos de los jefes de casas paternas, cuando vinieron a la casa de Jehová que estaba en Jerusalén, hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios, para reedificarla en su sitio. Según sus fuerzas dieron al tesorero de la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil libras de plata, y cien túnicas sacerdotales.

a. Hicieron ofrendas voluntarias para la casa de Dios: Debido a la prominencia de aquellos que hicieron esta ofrenda (los jefes de casas paternas) y la prioridad en este registro, vemos cuán importante fue para los líderes y el pueblo dar sacrificialmente a lo obra de reconstrucción del templo.

b. Según sus fuerzas: Estas personas dieron generosamente, tan generosamente como pudieron según sus fuerzas. Esto mostró cuán altamente valorada era la casa de Dios a sus ojos.

i. “La frase, según sus fuerzas, da crédito a estos donantes, y Pablo puede haberla tenido en mente cuando les encomendó a los corintios que dieran en proporción a sus ganancias (1 Corintios 16:2)” (Kidner). Sin embargo, Pablo también se refirió a aquellos que daban incluso más allá de su capacidad (2 Corintios 8:3).

2. (70) La restauración de una presencia israelita sustancial en la Tierra Prometida.

Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los del pueblo, los cantores, los porteros y los sirvientes del templo en sus ciudades; y todo Israel en sus ciudades.

a. Y habitaron… en sus ciudades… los sacerdotes, los levitas: Esto muestra que Jerusalén fue poblada una vez más, aunque fue un comienzo humilde.

i. “Pronto habría sacrificios diarios que ofrecer, muchos adoradores que atender y mucho trabajo que supervisar”. (Kidner)

ii. “Más tarde, Nehemías se vería obligado a mover a la gente por sorteo para reforzar la población de Jerusalén, ya que la ciudad capital había sufrido la mayor pérdida de vidas en el momento de los ataques de Babilonia”. (Yamauchi)

b. En sus ciudades; y todo Israel en sus ciudades: Después de dos generaciones en el exilio, había nuevamente una presencia sustancial del pueblo judío en la tierra que le fue prometida a Abraham, Isaac y Jacob. Este fue un maravilloso cumplimiento de la promesa de Dios de traer a Israel de regreso del exilio.

i. “Porque durante su estancia en Babilonia, Judea quedó totalmente desolada y deshabitada. La tierra guardó sus días de reposo, descansando de la labranza, y Dios, por una maravillosa providencia, mantuvo la habitación vacía hasta el regreso de los nativos”. (Trapp)

ii. “Casi toda la comunidad de exiliados babilónicos que se quedaron cuando Babilonia fue destruida vino a este país hace años, y su número era casi el triple del número de los que regresaron a Sion en los días de Esdras y Nehemías”. (David Ben-Gurion, citado en Yamauchi que describe la emigración moderna de judíos de Irak a Israel)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com  

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