Esdras 9




Esdras 9 – El pecado de Israel y la confesión de Esdras

A. El problema es expuesto.

1. (1-2) Los líderes informan a Esdras.

Acabadas estas cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones. Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos, y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado.

a. El pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos de las tierras: Después de su llegada y la contabilidad adecuada de todos los regalos traídos de Babilonia, a Esdras se le presentaron malas noticias. La condición espiritual de la comunidad posterior al exilio era mala, y esto era evidente en su incapacidad para separarse de los pueblos paganos que aún poblaban la región.

i. “Débiles y aislados, los judíos fueron bastante incapaces de resistir los ataques de sus celosos vecinos. ¿No sería mejor llegar a un acuerdo con ellos y convertirlos de enemigos en aliados? Además la política de exclusividad implicaba la ruina comercial; y los hombres que sabían cómo sus hermanos en Caldea se estaban enriqueciendo mediante el comercio con los paganos fueron irritados por un yugo que los impedía tener relaciones con el extranjero”. (Adeney)

b. Porque han tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos: Su fracaso en separarse resultó en matrimonios mixtos con las comunidades paganas circundantes.

i. No era que este matrimonio mixto fuera el único problema; pero como estas comunidades se casaron entre sí, no habría áreas que no fueran tocadas por asociaciones paganas negocios, gobierno, vida social. Permitir matrimonios mixtos con idólatras era permitir todas estas otras áreas de transigencia.

c. Las tierras, de los cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos, y hacen conforme a sus abominaciones: Esto muestra que el problema no era principalmente étnico. El problema era que no se separaron de estas abominaciones, específicamente de la idolatría de estas personas.

i. “Todo esto daba testimonio del aborrecimiento, no solo por el hecho de haber tomado esposas extrañas, sino también por haberse unido a ellas en sus abominaciones idolátricas”. (Clarke)

ii. Con este abandono de la identidad judía y la adopción, al menos parcial, de la idolatría (o su tolerancia en la comunidad judía), en unas pocas generaciones dejaría de existir comunidad judía distintiva en la Tierra Prometida.

iii. Esdras 9:1-2 parece recordar pasajes de la Ley de Moisés contra los matrimonios mixtos con las tribus cananeas circundantes, en particular, Éxodo 34:11-16 y Deuteronomio 7:1-4. Podemos ver esta convicción de pecado por parte del pueblo y sus líderes, y la forma en que se expresó la convicción de pecado, para indicar (espiritualmente hablando) que la llegada de Esdras para llevar el ministerio de enseñar la palabra de Dios estaba dando frutos. La gente escuchó la palabra, miró sus vidas y vio que las dos no coincidían.

iv. “Durante el oscuro período que siguió a la dedicación del templo –período del que no tenemos restos históricos– el riguroso exclusivismo que había marcado la conducta de los exiliados que regresaron cuando rechazaron toscamente la propuesta de sus vecinos gentiles de ayudarlos en la reconstrucción el templo fue abandonado, y la libertad de las relaciones llegó tan lejos que permitió el matrimonio mixto con los descendientes de los cananeos”. (Adeney)

d. La mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en cometer este pecado: Lo peor de todo, los príncipes de la comunidad fueron los líderes (la primera) en este pecado. Fueron líderes, pero en la dirección equivocada.

i. Las principales familias aristocráticas fueron las principales en la contratación de alianzas extranjeras. Ya que son los que más se beneficiarían, serían más tentados a considerar motivos mundanos y a renunciar a la austeridad de sus padres”. (Adeney)

2. (3) La completa angustia de Esdras.

Cuando oí esto, rasgué mi vestido y mi manto, y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba, y me senté angustiado en extremo.

a. Cuando oí esto: Esdras acababa de terminar un peligroso viaje de cuatro meses desde Babilonia a Jerusalén. Quizás había idealizado demasiado el compromiso espiritual de los pioneros que regresaron del exilio y esperaba encontrar algo completamente diferente a la cultura de transigencia que encontró.

b. Y me senté angustiado en extremo: Ciertamente, una de las razones de su duelo (expresado en el rasgar de sus ropas y el arrancarse la barba) fue que Esdras recordaba que fueron estos pecados de idolatría y transigencia los que causaron que las tribus de Israel fueran exiliadas antes. Sin duda se preguntaba cómo la gente podría ponerse en peligro así de nuevo.

i. Angustiado: “Significa ‘estar horrorizado o estupefacto’… rara es el alma que se escandaliza tanto por la desobediencia, que queda horrorizada. (La palabra inglesa originalmente significaba ‘hacer palidecer’)”. (Yamauchi)

ii. Tanto Esdras como Nehemías fueron confrontados con el pecado del matrimonio mixto pagano. Nehemías respondió arrancando el cabello de los culpables (Nehemías 13:25); Esdras respondió arrancándose él el cabello.

iii. “Con verdad se ha dicho que la comunión con el Señor seca muchas lágrimas, pero engendra muchas más”. (Meyer)

4. (4) Esdras se une a otros que también estaban afligidos por el pecado de Israel.

Y se me juntaron todos los que temían las palabras del Dios de Israel, a causa de la prevaricación de los del cautiverio; mas yo estuve muy angustiado hasta la hora del sacrificio de la tarde.

a. Se me juntaron todos los que temían las palabras del Dios de Israel: Había algunos en la comunidad que también estaban horrorizados por el pecado de su comunidad. Estos (que estaban marcados por su respeto por la palabra de Dios) se juntaron con Esdras.

b. A causa de la prevaricación de los del cautiverio: Este era un título interesante para dar a aquellos que habían pecado. En un sentido histórico, estaban entre los cautivos que regresaron de Babilonia (aunque muchos o la mayoría de ellos en realidad nacieron en Judea). Sin embargo, en un sentido espiritual real, eran los del cautiverio por su pecado de asociación con los idólatras y la idolatría.

i. Yo estuve muy angustiado: “En parte por el dolor y la vergüenza por el pecado; y en parte por temor a algún juicio grande y terrible que esperaba y temía por ello”. (Poole)

B. La oración de Esdras.

1. (5-6) El sentido de vergüenza de Esdras.

Y a la hora del sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas, y extendí mis manos a Jehová mi Dios, y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.

a. Y a la hora del sacrificio de la tarde me levanté de mi aflicción: Esdras sabía que había un tiempo para llorar y lo hizo por mucho tiempo. También sabía que había un tiempo para orar, y ahora comenzaría su oración.

i. “La ‘hora del sacrificio’ tenía lugar alrededor de las tres de la tarde (cf. Éxodo 12:6; Hechos 3:1). Los informantes probablemente habían visitado a Esdras por la mañana, por lo que debe haber estado sentado en esta posición durante muchas horas. El tiempo del sacrificio vespertino era también el tiempo señalado para la oración y la confesión”. (Yamauchi)

ii. Cuando Esdras oró, oró él solo sin embargo, debido a que se paró frente a una asamblea del pueblo de Dios, hubo un sentido en el que los guio en oración. “El ministro oficiante no debe simplemente orar ante la congregación, mientras la gente se arrodilla como oyentes silenciosos. Su oración está diseñada para guiar y ayudar en sus oraciones, para que pueda haber una ‘oración común’ en toda la asamblea”. (Adeney)

b. Me postré de rodillas, y extendí mis manos a Jehová mi Dios: Esdras fue uno de los muchos de la biblia que oró de rodillas.

i. Salomón oró de rodillas (1 Reyes 8:54), el salmista nos llamó a arrodillarnos (Salmo 95:6), Daniel oró de rodillas (Daniel 6:10), la gente se acercó a Jesús de rodillas (Mateo 17:14; Mateo 20:20; Marcos 1:40), Esteban oró de rodillas (Hechos 7:60), Pedro oró de rodillas (Hechos 9:40), Pablo oró de rodillas (Hechos 20:36; Efesios 3:14), y otros cristianos primitivos oraron de rodillas (Hechos 21:5). Lo más importante, Jesús oró de rodillas (Lucas 22:41). La biblia tiene suficiente oración no de rodillas como para mostrarnos que no se requiere, pero también tiene suficiente oración de rodillas para mostrarnos que es bueno.

ii. Esdras también extendió sus manos a Jehová. Esta era la postura de oración más común en el Antiguo Testamento. Muchas personas modernas cierran los ojos, inclinan la cabeza y cruzan las manos mientras oran, pero la tradición del Antiguo Testamento era extender las manos hacia el cielo en un gesto de entrega, apertura y pronta recepción. “Con las palmas abiertas hacia el cielo, a manera de tener, de anhelar, como mendigos. Esta era la manera judía de orar, y era muy apropiada”. (Trapp)

c. Confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti: Aunque las manos de Esdras estaban levantadas, su rostro estaba inclinado en vergüenza y humillación delante de Jehová. Sentía que los pecados del pueblo de Israel le habían dado tanto peso a su cabeza que no podía levantarla (nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza).

i. Confuso y avergonzado: Según Yamauchi, hay una diferencia en estas dos antiguas palabras hebreas. La primera habla de estar confuso; la segunda de “el dolor que acompaña a la confusión”.

ii. “Dios había sido tantas veces provocado, y tantas veces los había perdonado y ellos habían continuado transgrediendo, que se él avergonzaba de volver al trono de la gracia para pedir misericordia en favor de ellos. Este es el sentimiento genuino de todo reincidente que se despierta”. (Clarke)

d. Nuestros delitos han crecido hasta el cielo: Significativamente, Esdras oró diciendo “nuestros delitos” en vez de “sus delitos”. Esdras acababa de llegar a esta comunidad y no había compartido ningún tipo de vida o conducta con ellos. Sin embargo, sabía que debido a que estaban unidos en el mismo pacto ante Dios, sus iniquidades eran de hecho también suyas.

2. (7-9) Esdras recuerda la pasada bondad de Dios hacia Israel a pesar de sus pecados.

Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día. Y ahora por un breve momento ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos un lugar seguro en su santuario, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre. Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén.

a. Hemos vivido en gran pecado: Esdras reconoció el pasado generalmente pecaminoso de las tribus de Israel, y cómo su exilio fue una obra justa de Dios contra su pueblo pecador.

b. Y ahora por un breve momento ha habido misericordia: Esdras luego reflexionó sobre la notable bondad de Dios al traer un remanente de su pueblo de regreso del exilio y permitirles vivir en la Tierra Prometida nuevamente.

c. Para darnos un lugar seguro en su santuario: La idea es que Israel una vez más tenía una posición segura, una posición en el favor de Dios y en su templo. En aquellos días, las casas realmente no tenían armarios o closets de almacenamiento como ahora los conocemos. Las cosas se almacenaban en clavijas colocadas por toda la habitación. Si algo estaba en su clavija (lugar seguro), estaba seguro y protegido, almacenado correctamente y listo para ser usado en el momento apropiado.

i. Solo unos días antes de esto, Esdras había visto el templo por primera vez en su vida. Estaba impresionado de que Dios le hubiera dado a su pueblo un lugar seguro en su santuario una vez más y, por lo tanto, temía que su casual desprecio por esta bendición despertara una vez más la justa ira de Dios.

d. Y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre: Esdras se regocijó al ver incluso un poco de vida, y sabía que este era un emblema de la misericordia y el favor de Dios que no debe ser despreciado con desobediencia y transgresión.

e. Para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección: Esdras estaba impresionado por todas estas señales de la misericordia y el favor de Dios para con su pueblo, señales que solo había visto unos días antes por primera vez. Le hizo apreciar cuán bueno había sido Dios con su pueblo y cuán peligroso era para ellos pecar y transigir en respuesta a su bondad.

i. “Algunos críticos toman esta referencia a un muro como un argumento a favor de la prioridad de Nehemías sobre Esdras, asumiendo una alusión al muro que Nehemías había reparado en su tiempo. Pero la mayoría de los eruditos están de acuerdo en que la referencia aquí no debe tomarse literalmente”. (Yamauchi)

ii. Darnos protección: “Tenían el cerco del favor del rey de Persia. Tenían también la providencia de Dios, como un cerco o muro de fuego alrededor de ellos”. (Trapp)

iii. “El comentarista judío Slotki (pág. 166) observa conmovedoramente: ‘Dios había concedido un poco de gracia a su pueblo; un pequeño remanente había encontrado el camino cansado de regreso a su hogar y clavado una sola estaca en su suelo; brillaba un rayo de luz solitario; un leve soplo de libertad aligeraba su esclavitud. ¡Qué gráficamente personifica Esdras la experiencia judía en estas pocas palabras!”. (Yamauchi)

3. (10-14) Esdras teme que el pueblo de Dios esté poniendo a prueba su misericordia.

Pero ahora, ¿qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Porque nosotros hemos dejado tus mandamientos, que prescribiste por medio de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de aquellas regiones, por las abominaciones de que la han llenado de uno a otro extremo con su inmundicia. Ahora, pues, no daréis vuestras hijas a los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis jamás su paz ni su prosperidad; para que seáis fuertes y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos para siempre. Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de nuestro gran pecado, ya que tú, Dios nuestro, no nos has castigado de acuerdo con nuestras iniquidades, y nos diste un remanente como este, ¿hemos de volver a infringir tus mandamientos, y a emparentar con pueblos que cometen estas abominaciones? ¿No te indignarías contra nosotros hasta consumirnos, sin que quedara remanente ni quién escape?

a. ¿Qué diremos, oh Dios nuestro, después de esto? Esdras no ofreció excusas, ni siquiera una explicación. Su conducta era indefendible y una desobediencia directa a lo que Dios prescribió por medio de sus siervos los profetas.

i. Para que seáis fuertes: “Aunque os imaginéis que esta forma de hacer alianzas y matrimonios con ellos es la única manera de estableceros y afirmaros, sin embargo os aseguro que os debilitará y arruinará, y el curso contrario os hará más fuerte”. (Poole)

b. Dios nuestro, no nos has castigado de acuerdo con nuestras iniquidades: A pesar de lo severo que fue el exilio, Esdras reconoció que no los había castigado de acuerdo con sus iniquidades. Al mirar su desobediencia actual, entendió que era una forma de despreciar la gran misericordia que Dios había mostrado en el pasado y les hacía merecedores de un juicio completo y final.

i. Mientras las tribus de Israel amontonaban pecado sobre pecado antes de la caída de los reinos del norte y del sur, Dios aun así les mostró una misericordia notable. Él no tenía que preservarlos en el exilio; podría haber habido genocidio en su lugar. Además, Él no tuvo por qué que traerlos de vuelta del exilio a la Tierra Prometida una vez más. Cada uno de estos era un maravilloso ejemplo de la misericordia de Dios en medio del juicio.

ii. “Es una hermosa revelación de la única actitud en la que cualquier hombre puede convertirse en mediador. Primero hay un sentimiento abrumador de pecado. Esto va acompañado, y tal vez causado por, ese sentido más profundo de la justicia y la gracia de Dios. Encuentra expresión en la confesión agonizante e implacable. La pasión de todo el movimiento es evidencia de su realidad”. (Morgan)

4. (15) Esdras invoca la misericordia de Dios.

Oh Jehová Dios de Israel, tú eres justo, puesto que hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día. Henos aquí delante de ti en nuestros delitos; porque no es posible estar en tu presencia a causa de esto.

a. Oh Jehová Dios de Israel: Aquí Esdras apeló sabiamente a Jehová como Dios de Israel. Aunque le habían sido infieles, Esdras todavía esperaba las misericordias del pacto del Señor porque Él era su Dios.

b. Tú eres justo: Esdras también apeló sabiamente a la justicia de Dios, especialmente al dejar un remanente en cumplimiento de sus promesas anteriores (2 Crónicas 30:6; Isaías 10:20-22).

i. “Esdras es demasiado serio para simplemente desear ayudar a su pueblo a escapar de las consecuencias de su conducta. Esto no sería la salvación. Sería un naufragio moral. La gran necesidad es ser salvados de la mala conducta misma”. (Adeney)

c. Henos aquí delante de ti en nuestros delitos: Esdras sabiamente no afirmó una excusa o una razón por su pecado. Israel había pecado y eran culpables. La apelación debe hacerse por misericordia para el culpable, no como favor al merecedor (o semi-merecedor).

i. Notamos aquí que Esdras tampoco alegó circunstancias especiales ni le dijo a Dios que su entorno difícil hacía comprensible su actual transigencia, ni que todas sus otras buenas obras o fidelidad de alguna manera excusaban su idolatría. ¡Simplemente tomó conciencia de que no es posible estar en tu presencia a causa de esto.

ii. “Esdras ni siquiera tuvo el corazón para suplicar, como lo hizo Moisés, que el nombre de Dios sufriría en tal caso. Su oración fue una confesión desnuda, sin excusas, sin la presión siquiera de una petición”. (Kidner)

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com  

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