Éxodo 1




Éxodo 1 – Israel se multiplica en Egipto

A. La aflicción de Israel en Egipto.

1. (1-6) Los doce hijos de Jacob que entraron a Egipto.

Éstos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad y Aser. Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en Egipto. Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.

a. Éstos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto: Los primeros versículos de Éxodo se remontan a unos 430 años. La historia de Éxodo comienza donde la historia de Génesis termina: en una gran familia con una posición crucial en el plan eterno de Dios y su migración a Egipto.

i. El título Hebreo para el Libro de Éxodo fue tomado de las primeras palabras: Éstos son los nombres de. En el lenguaje original, la primera palabra de Éxodo es ‘y’, lo cual marca su continuidad con el relato del Génesis.

b. Y murió José: José fue el notable bisnieto de Abraham que salvó a Egipto – y al mundo – de una terrible hambruna puesto que escuchó la voz de Dios hablando a través del sueño de Faraón. Debido a su sabiduría y a su buena administración fue elevado a un cargo alto y honorable en Egipto. Pero, eventualmente, José murió, y el estatus que su familia disfrutaba murió con él.

2. (7) La rápida multiplicación de los hijos de Israel en Egipto.

Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra.

a. Y se llenó de ellos la tierra: Génesis 47:27 dice: Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y tomaron posesión de ella, y se aumentaron, y se multiplicaron en gran manera. Ellos ciertamente se multiplicaron en gran manera a lo largo de las generaciones – de modo que se llenó de ellos la tierra.

i. En Éxodo 1:7: “El hebreo repite deliberadamente tres verbos usados en Génesis 1:21-22 que pueden traducirse como ‘se fructificaron … se multiplicaron … se hicieron numerosos”. (Cole)

b. Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron: Ésta familia comenzó con cinco miembros en Harán: Jacob, Raquel, Lea, Zilpa y Bilha. Bendecidos por Dios, la familia de Israel creció rápidamente en los años que estuvieron en Egipto.

3. (8-11) Temiendo a la creciente presencia de los Israelitas, los egipcios les oprimen.

Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramesés.

a. He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él: Los antiguos egipcios eran famosos – o infames – por su orgulloso sentido de superioridad racial hacia todas las demás personas. No es sorprendente verlos atemorizados y discriminando a este fuerte grupo minoritario que habitaba entre ellos, que parecía que no sería una minoría por mucho tiempo.

b. Y acontezca que viniendo la guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros: En ese momento, los egipcios temían la invasión de los hititas del norte. Si los hebreos que se encontraban entre ellos se unían a los hititas, esto representaba una amenaza significativa para su seguridad.

c. Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributo … edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje: Cuando los hijos de Israel fueron puestos a trabajar como esclavos, construyeron muchas de las grandes ciudades y monumentos de Egipto – excepto las pirámides, las cuales se construyeron mucho antes. Como no sabemos exactamente cuándo comenzó este trabajo forzoso, no sabemos cuánto duró. Algunos estiman que la esclavitud duró 284 años, otros dicen que duró 134 años.

i. Hay una famosa pintura mural en una tumba antigua de Tebas, Egipto (Luxor moderno): la tumba del supervisor de los esclavos que fabricaban ladrillos durante el reinado de Tutmosis III. “La pintura muestra a estos capataces armados con pesados látigos. Su rango se denota por el largo bastón que sostienen en sus manos y el jeroglífico egipcio determinante de la cabeza y el cuello de una jirafa”. (Kaiser)

4. (12-14) Israel prospera y crece a pesar de la mano dura de los egipcios.

Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel. Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza, y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.

a. Pero cuanto más los oprimían, tanto más de multiplicaban y crecían: Este era el propósito de Dios para el tiempo de Israel en Egipto. Egipto sirvió como vientre materno para Israel, un lugar donde rápidamente crecieron de ser un gran clan a ser una nación poderosa.

i. La nación no podría crecer de esta manera en Canaán, ya que era prácticamente imposible evitar matrimonios mixtos con los habitantes paganos y malvados de Canaán. Egipto estaba tan sesgado racialmente y tenía un sistema de separación racial tan arraigado, que Israel pudo crecer allí durante varios siglos sin ser asimilado.

ii. Este crecimiento frente a la aflicción ha sido siempre la historia del pueblo de Dios, a lo largo de todas las edades cuanto más afligidos, más crecen. Como dijo el antiguo escritor cristiano Tertuliano: “La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia”.

iii. El sufrimiento y la persecución son como una gran ola que viene sobre un barco y parece que lo destruirá; pero el barco atrapa la ola y la usa para acelerar.

b. Y amargaron su vida con dura servidumbre: Debido a que el propósito de Dios era bendecir a Israel y cumplir Su rol hacia ellos dentro de Su plan eterno, ninguna aflicción podría frustrar Su propósito. Los egipcios intentaron su mejor esfuerzo a través de una cruel esclavitud; pero no funcionó. El principio de Isaías 54:17 resultó cierto: Ninguna arma forjada contra ti prosperará. La maldad de los egipcios podría herir a los hijos de Israel, pero nunca podrían derrotar el plan de Dios para ellos.

i. El Faraón pensó que era mejor no matarlos; pero sí quiso que fueran esclavos.

ii. En medio de su cruel y difícil servicio, la vida debe haber parecido desesperanzadora para los hijos de Israel, y la idea de que Dios estaba llevando a cabo Su plan debió parecerles muy lejana; sin embargo, era verdad.

B. Las parteras Hebreas obedecen a Dios.

1. (15-16) El rey de Egipto trata de destruir a Israel ordenando la muerte de todos los bebés varones

Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.

a. Una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa: No debiéramos de esperar que estas dos mujeres fueran las únicas parteras de todos los hijos de Israel. Ellas quizás eran las líderes de una asociación de parteras.

i. “Sifra y Fúa son dos nombres semíticos, de algún tipo arcaico … que tienen un significado como ‘belleza’ y ‘esplendor’ respectivamente”. (Cole)

b. Si es hijo, matadlo: El rey de Egipto les ordenó que mataran a todos los niños recién nacidos, para debilitar por completo y prácticamente destruir al pueblo de Israel dentro de una generación.

i. Podemos ver el mandato de Faraón como consistente con el plan de Satanás de odio hacia los judíos a través de los siglos, como un ataque en contra del Mesías Dios y el máximo plan para Israel en Su plan de redención. Satanás sabía que el Mesías – la Simiente de la Mujer, el que le heriría en la cabeza (Génesis 3:15) – vendría de los hijos de Israel. Por lo tanto intentó destruir a la nación entera en una generación al ordenar la muerte de todos los niños varones.

2. (17) Las parteras obedecen con valentía a Dios antes que a los hombres.

Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.

a. Pero las parteras temieron a Dios: Ellas probablemente temían a Faraón y su poder, pero ellas temieron a Dios más. Para ellas la decisión era clara. El gobierno civil demandaba algo que estaba claramente en contra de los mandatos de Dios. Las parteras hicieron lo correcto: obedecieron a Dios en lugar de a los hombres.

b. Preservaron la vida a los niños: Ellas actuaron en el mismo principio que los apóstoles en Hechos 4:19, cuando Pedro le preguntó a las autoridades civiles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios.

i. A pesar de que generalmente somos llamados a obedecer al gobierno y a las autoridades civiles (Romanos 13:1-5), nunca somos llamados a poner al gobierno en el lugar de Dios. Por lo tanto, si el gobierno nos dice que hagamos algo en contra de la voluntad de Dios, nosotros debemos de obedecer a Dios primeramente.

3. (18-22) Dios bendice los esfuerzos de las parteras.

Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera. Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.

a. Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias: Mucha gente asume que las parteras hebreas le mintieron al Faraón cuando dijeron esto. Sin embargo, puede que éste no sea el caso. Las parteras bien pudieron decir la verdad – quizás era cierto de que las mujeres hebreas eran más robustas que las mujeres egipcias, aún así las parteras no explicaron todas las razones por las que se salvaron los bebés.

i. “Esto podría no ser una mentira, como muchos suponen, sino una verdad concerniente a muchas de ellas, y no afirman que sea así con todas … Así que aquí no había nada más que la verdad, aunque no dijeron toda la verdad, que no estaban obligadas a hacerlo”. (Poole)

ii. “No se nos dice si las parteras estaban mintiendo, tampoco si los rápidos partos de los bebés ‘Hebreos’ eran un hecho biológico .. Incluso si mintieron, no es por su engaño por lo que son elogiadas, sino por su negativa a quitar las vidas de los infantes. (Cole)

b. Y Dios hizo bien a las parteras: Aún si las parteras engañaron a Faraón, eso no fue por lo que Dios las bendijo; Él bendijo su valentía piadosa al obedecer a Dios antes que a los hombres.

c. Y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera: Mientras mayor era la persecución en contra del plan de Dios de multiplicar a los hijos de Israel en Egipto, más se aseguró Dios de que el plan tuviera éxito. Éste es un maravilloso ejemplo de la bondad y el poder de Dios. Faraón dijo, “menos”, y Dios dijo, “más.” Faraón dijo, “detengan”, y Dios dijo, “vayan.”

i. Si la batalla fuera únicamente entre Faraón y el pueblo de Israel, el Faraón claramente habría ganado. Pero la batalla real incluía a Dios en la ecuación, y eso cambiaba todo.

ii. Dios evidentemente ganó esta batalla; pero ganó su victoria a través de algunas personas valientes que estuvieron dispuestas a enfrentarse al poder del Faraón y hacer lo correcto.

d. Él prosperó sus familias: Esta fue la bendición de Dios para las parteras – les concedió que tuvieran hijos propios. Usualmente las parteras elegían ese oficio porque no podían tener hijos propios.

e. Echad al río a todo hijo que nazca: Al ver que su plan no había funcionado, Faraón dio una orden más radical, que todos los niños varones debían ser asesinados – aparentemente los niños egipcios también (Faraón mandó a todo su pueblo).

i. El método que el Faraón ordenó para la muerte de los hijos varones de Israel se convirtió en la provisión divina para entrenar al libertador de Israel.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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