Éxodo 3 – Moisés y la zarza ardiente.
A. Dios habla a Moisés desde la zarza ardiente.
1. (1-3) Moisés y la zarza ardiente en el Monte de Horeb.
Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
a. Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro: Durante 40 años En este punto, su vida era tan humilde que ni siquiera tenía un rebaño de ovejas que pudiera llamar suyo: las ovejas pertenecían a su suegro.
i. Apacentando Moisés las ovejas: “El Hebreo sugiere que esta era su ocupación habitual”. (Cole)
b. A través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios: Moisés llevó las ovejas a este monte, también llamado más tarde Monte Sinaí. Horeb probablemente significa “desierto” o “desolación,” y dicho nombre nos da una idea del terreno.
c. La zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía: No fue solamente que Moisés viera una zarza ardiendo; aparentemente no era poco común que una planta como esta se encendiera de forma instantánea en ese desierto. Sin embargo, dos cosas eran distintivas de esa zarza:
· Se le apareció el Ángel de Jehová…en medio de una zarza.
· A pesar de que la zarza ardía, la zarza no se consumía.
i. “A pesar de que la zarza ardía con fuego, no crujía ni disminuía, no había ni una hoja que se enroscara, ni una rama carbonizada. Ardía, pero no se consumía”. (Meyer)
ii. La zarza ardiente que no se consumía fue una atracción magnética para Moisés – le atrajo para una examen más detallado. Algunos piensan que la zarza ardiente es un símbolo de Israel, o del pueblo de Dios en general, afligido pero no destruido, porque Dios está en medio de ellos.
iii. Sin embargo, también podemos decir que la zarza ardiente era una imagen de la cruz. La palabra hebrea que se usa para describir esta zarza proviene de la palabra “clavar o pinchar”, que significa espino o zarza. Podemos pensar en la cruz – donde Jesús, coronado de espinas, soportó los fuegos del juicio y, sin embargo, no fue consumido por ellos – y recordar la cruz cuando consideramos la zarza ardiente.
iv. Iré yo ahora y veré esta grande visión: Lo que sea que Moisés vio con exactitud, no era nada normal. “Explicar lo que sucedió aquí como un espejismo temporal de luz solar reflejada en algunas hojas rojas o como una fogata de algún beduino o incluso como el fenómeno del fuego de San Telmo, es sustituir nuestra experiencia por los cuarenta años de Moisés en esa área y su apreciación de que eso era ciertamente inusual”. (Kaiser)
v. Clarke sobre Ángel de Jehová: “Ciertamente no es un ángel creado, porque es llamado Jehová, Éxodo 3:4 y tiene los atributos más expresivos de la Deidad aplicados a él… Sin embargo, es un ángel, malaj, un mensajero, en quién estaba el nombre de Dios … ¿Y quién es este sino Jesús, el líder, redentor y salvador de toda la humanidad?”
2. (4-6) Dios habla a Moisés desde la zarza ardiente.
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
a. Viendo Jehová que él iba a ver: Dios no le habló a Moisés hasta que tuvo su atención. A menudo, la Palabra de Dios no toca nuestro corazón de la forma en que podría hacerlo porque no le prestamos nuestra atención.
i. La zarza ardiente fue un fenómeno espectacular que capturó la atención de Moisés; pero no hubo ningún cambio hasta que Moisés recibió la Palabra de Dios que salió de allí.
b. Lo llamó Dios de en medio de la zarza: Moisés no vio a nadie en la zarza ardiente; aún así, Dios, en presencia del Ángel de Jehová (Éxodo 3:2), estaba allí llamando a Moisés desde en medio de la zarza ardiente.
i. Sin duda, esta es otra ocasión donde Jesús se aparece en el Antiguo Testamento antes de Su encarnación como el Ángel de Jehová, como lo hizo muchas veces (Génesis 16:7-13, Jueces 2:1-5, Jueces 6:11-24, Jueces 13:3-22).
ii. Decimos que éste es Dios, en la Persona de Jesucristo, porque de Dios el Padre, se dice quea Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer (Juan 1:18), y que ningún hombre ha visto jamás a Dios en la Persona del Padre (1 Timoteo 6:16).
c. ¡Moisés, Moisés! Las primeras palabras de Dios para Moisés fue llamarlo por su nombre. Esto muestra que aunque Moisés era ahora un pastor olvidado y desconocido en la parte trasera del desierto, Dios sabía quién era, y Moisés era importante para Dios.
i. El doble llamado (¡Moisés, Moisés!) implica importancia y urgencia, como cuando Dios llamó ¡Abraham, Abraham! (Génesis 22:11), ¡Samuel, Samuel! (1 Samuel 3:10), Simón, Simón (Lucas 22:31), Marta, Marta (Lucas 10:41), y Saulo, Saulo (Hechos 9:4).
d. Y Él respondió: Dios le dijo a Moisés que hiciera dos cosas para mostrar un honor especial a este lugar debido a la presencia inmediata de Dios.
· Le dijo a Moisés que guardara su distancia (No te acerques).
· Le ordenó a Moisés mostrar reverencia ante la presencia de Dios (Quita tu calzado de tus pies).
i. No te acerques es una frase que literalmente tiene el sentido de “deja de acercarte.” Moisés estaba en camino a examinar de cerca a la zarza ardiente cuando Dios lo detuvo.
ii. Éste era un lugar santo; y debido a que Dios es santo siempre habrá una distancia entre Dios y el hombre. Aún en la perfección, el hombre nunca será igual a Dios, aunque podremos tener una comunión más estrecha con Él que nunca.
iii. Quita tu calzado de tus pies: Quitarse las sandalias mostraba una humildad apropiada, debido a que los más pobres y necesitados no tienen calzado, y los siervos por lo general iban descalzos. También reconocía la presencia inmediata de Dios. En muchas culturas uno se quita el calzado cuando entra en la casa de alguien, y Moisés ahora estaba en la “casa” de Dios, un lugar de Su presencia inmediata.
iv. “Ya que la suela debe gustar del polvo, la gravilla y la arena sobre el pie cuando se viaja, lo cual era incómodo, de ahí la costumbre de lavarse frecuentemente los pies en en los países donde se usaban estas sandalias. Quitarse los zapatos era, por tanto, un emblema de dejar a un lado las contaminaciones contraídas al andar por el camino del pecado”. (Clarke)
e. Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob: Dios se reveló a sí mismo a Moisés al declarar Su relación con los patriarcas. Esto le recordó a Moisés que Dios es el Dios de pacto, y que Su pacto con Israel aún era válido e importante. Éste no era un “nuevo Dios” que se encontraba con Moisés, sino el mismo Dios que trató con Abraham, Isaac y Jacob.
i. Dios se revelaría a Moisés más íntimamente que a cualquiera de los patriarcas; sin embargo, todo comenzó cuando Dios le recordó a Moisés del pacto que había formado con ellos.
ii. En los días de Moisés, algunos pudieron pensar que Dios olvidó Su pacto durante los 400 años de esclavitud de Israel en Egipto, desde los tiempos de los patriarcas. Sin embargo, Dios estuvo trabajando durante ese tiempo, preservando y multiplicando a la nación.
f. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios: Dios dijo a Moisés que hiciera lo que era apropiado para una criatura frente a su Creador – reverenciar y reconocer Su santidad. Moisés respondió como un hombre que sabía que no sólo era una criatura, sino una criatura pecadora – él cubrió su rostro.
i. Durante sus años en el desierto de Madián, Moisés debió de pensar a menudo cómo asesinó a un egipcio y lo orgulloso que estaba de pensar que podía librar a Israel él mismo. Moisés pudo haber recordado mil pecados, reales e imaginarios – pero ahora, cuando Dios apareció, él respondió de una manera muy diferente a como pudo haber respondido hace 40 años.
B. La comisión de Dios para Moisés.
1. (7-10) Dios explica Su plan general a Moisés y la parte de Moisés en el plan.
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos Israel.
a. He descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha: Dios no decidió en ese momento darle a Israel la tierra de Canaán. Era la misma tierra que Él prometió a los patriarcas hace unos 400 años antes de estos eventos.
b. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que egipcios los oprimen: Dios quería que Moisés e Israel conocieran Su compasión y cuidado por ellos.
i. En éste punto, la experiencia de Moisés hacía hincapié en la separación entre él y Dios. Moisés nunca podría arder sin ser consumido. Moisés no podía mantener sus sandalias puestas en la presencia divina. Moisés no era el Dios eterno de los patriarcas. La separación entre Dios y Moisés era real; sin embargo, Dios pronto mostraría Su cuidado y compasión por Moisés y el pueblo de Israel. Dios es separado, pero no necesariamente distante. Dios es separado; sin embargo, se preocupa y se conecta a sí mismo con nuestras necesidades.
c. Te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo: En Éxodo 3:8 Dios dijo He descendido para librarlos. Luego en Éxodo 3:10 Dios dijo, Ven, por tanto, ahora, y te enviaré. Si Dios dijo que los liberaría, ¿para qué usaría o necesitaría a Moisés? Esto muestra que Dios a menudo usa y elige confiar en instrumentos humanos.
i. Dios lo podría hacer todo Él mismo, pero la mayoría de las veces el plan de Dios es trabajar con las personas y a través de ellas, ya que somos colaboradores juntamente con Él (2 Corintios 6:1).
2. (11-12) La respuesta de Moisés y la respuesta de Dios a esa respuesta.
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
a. ¿Quién soy yo? 40 años antes, Moisés pensó que sabía quién era: era un príncipe de Egipto y un hebreo, el instrumento elegido por Dios para liberar a Israel. Después de cuarenta años de perseguir ovejas en el desierto, Moisés no tenía la misma seguridad en sí mismo que alguna vez tuvo.
b. Yo estaré contigo: la respuesta de Dios tiene la intención de desviar el enfoque de Moisés de sí mismo y hacia dónde debería estar: en Dios. Por lo tanto, Dios nunca respondió a la pregunta “¿Quién soy yo?” En lugar de eso, Él le recuerda a Moisés que “Yo estaré contigo”.
i. Esta era una gran oportunidad para lidiar con el problema de “autoestima” de Moisés, pero Dios ignoró a las soluciones que nosotros usualmente le damos a este tipo de “problema”. Moisés solo tenía un problema de autoestima cuando confiaba demasiado en su propia capacidad para liberar a Israel.
ii. ¿Quién soy yo? Esta no era la pregunta correcta; “¿Quién es Dios?” era la pregunta correcta.La identidad de Dios era más importante que la de Moisés. Cuando conocemos al Dios que esta con nosotros, podemos dar un paso adelante con confianza para hacer Su voluntad.
iii. Yo estaré contigo: Después de esto, Moisés ya no tuvo derecho de protestar más. A partir de aquí, sus objeciones pasan de una piadosa falta de autosuficiencia a una impía falta de fe.
c. Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte: Mientras Moisés cuidaba su rebaño en el desierto, probablemente parecía totalmente improbable que él guiara a los tres millones de su pueblo a este mismo monte – pero Dios prometió que así sería.
i. La señal que Dios realmente envió a Moisés puede que no haya sido la llegada al monte Sinaí (la cual no ocurrió sino después de muchos meses). La señal probablemente fue la anterior, la señal de la zarza ardiente y el encuentro con Dios allí.
3. (13-14) La revelación del nombre de Dios a Moisés.
Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
a. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Con legítima razón, Moisés sintió que necesitaría credenciales ante el pueblo de Israel. Antes, pensaba que tenía las credenciales porque era un príncipe de Egipto. 40 años de cuidar ovejas le quitaron su sentido de autoconfianza.
i. Cuando Dios se revelaba al hombre en los días de los patriarcas, a menudo se asociaba con un nuevo nombre o un nuevo título revelado para Dios.
· Abraham, en el encuentro con Melquisedec, recurrió a Jehová Dios Altísimo (Génesis 14:22).
· Abraham más tarde tuvo un encuentro con Dios Todopoderoso (Génesis 17:1).
· Abraham llegó a conocer al Señor como Jehová Dios Eterno (Génesis 21:33), y como Jehová proveerá (Génesis 22:14).
· Hagar tuvo un encuentro con el Dios que ve (Génesis 16:13).
· Jacob se encontró con El-Elohe-Israel (Génesis 33:20) y con El-bet-el (Génesis 35:7).
ii. Así que si Moisés fuera a los ancianos de Israel como un representante de Dios, sería lógico que ellos le preguntaran, “¿Con qué nombre se te reveló a ti?”.
b. Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY: Puede parecer absurdo referirse a uno mismo con la frase, YO SOY EL QUE SOY, aún así se revela algo importante acerca de Dios – que Él no tiene igual.
i. “No hay equivalente para Dios sino únicamente Dios. Si colocas a Dios en un lado de tu símbolo de la ecuación (=), no hay nada que poner en el otro sino a Él mismo”. (Meyer)
ii. Lo más cercano que llegamos a un equivalente es decir, “Dios es amor” (1 Juan 4:8, 4:16). Sin embargo, eso no es exactamente un equivalente, porque no puedes darle la vuelta y decir: “El amor es Dios”. Dios es amor, pero también es más grande que el amor.
iii. Este nombre YO SOY EL QUE SOY está conectado con el nombre de Yahvé“. Esta oración concisa es claramente una referencia al nombre YHWH. Probablemente ‘Yahvé’ se considera una abreviatura de toda la frase y una combinación de la oración en una sola palabra”. (Cole)
iv. Yahvé no era un nombre nuevo, ni un nombre desconocido – aparece más de 160 veces en el libro de Génesis.El nombre de la madre de Moisés era Jocabed, que significa Yahvé es mi gloria. Moisés e Israel conocían el nombre de Yahvé. Dios no le dio a Moisés un nombre anteriormente desconocido de Dios, sino el nombre que ya antes habían conocido. Dios los llamó de regreso a la fe de los patriarcas, no a algo “nuevo”.
v. En el mundo de habla inglesa, durante un tiempo la gente pronunció Yahvé como Jehová. Los judíos piadosos de años posteriores no querían pronunciar el nombre de Dios por reverencia, así que dejaron las vocales fuera de Su nombre y simplemente decían la palabra Señor (adonaí) en su lugar. Si las vocales de la palabra adonaí se ponen sobre las consonantes de YHWH, puedes obtener el nombre de “Jehová”. Todo esto vino mucho después; en los días de la biblia, el nombre era pronunciado como Yah-wé o Yah-vé.
c. YO SOY me envió a vosotros: Dios le dijo a Moisés que Su nombre era Yo Soy debido a que Dios simplemente es; nunca hubo un tiempo en donde Él no existiera, o un tiempo donde deje de existir.
i. El nombre de Yo Soy contiene la idea de que Dios es completamente independiente; Que no depende de nada para la vida o existencia (Isaías 40:28-29; Juan 5:26). Los teólogos algunas veces llaman a esta cualidad aseidad. Esto significa que Dios no necesita a nadie ni a nada: la vida está en Él mismo.
ii. Está también conectado con la idea de que Dios es eterno e inmutable. “Estrictamente hablando, no hay un tiempo pasado ni futuro en el vocabulario Divino. Cuando Dios parece utilizarlos, es sólo una manera de acomodarse a nuestras limitados horizontes”. (Meyer)
iii. También inherente a la idea detrás del nombre de Yo Soy es el sentido de que Dios es “el que se convierte”; Dios se convierte en lo que sea que carezcamos en nuestro tiempo de necesidad. El nombre de Yo Soy nos invita a llenar el espacio en blanco para satisfacer nuestra necesidad – cuando estamos en oscuridad, Jesús diceYo soy la luz; cuando tenemos hambre, Él dice Yo soy el pan de vida, cuando estamos indefensos, Él dice Yo soy el Buen Pastor. Dios es el que se convierte, se convierte en lo que necesitamos.
iv. Aquí, el nombre de Dios es un anuncio y una introducción. Anuncia la presencia de Diose invita a todos los interesados a conocerlo por experiencia, a gustar y ver que el Señor es bueno.
d. Yo Soy: Este es un título divino que Jesús tomó a menudo para sí mismo, identificándose claramente con la voz de la zarza ardiente.
i. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy [Él], en vuestros pecados moriréis (Juan 8:24).
ii. Les dijo, pues, Jesús: Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que Yo Soy [Él], y que nada hago por mí mismo, sino que según me enseño el Padre, así hablo (Juan 8:28).
iii. Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, Yo Soy (Juan 8:58).
iv. Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que Yo Soy (Juan 13:19).
v. Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy [Él]. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy [Él], retrocedieron, y cayeron a tierra (Juan 18:4-6).
4. (15-18) Dios le dice a Moisés qué decir a los ancianos de Israel.
Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, me apareció diciendo: En verdad os he visitado, y he visto lo que se os hace en Egipto; y he dicho: Yo os sacaré de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel. Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.
a. Así dirás a los hijos de Israel: Después de cuatrocientos años en Egipto, Moisés tenía el trabajo de anunciar que ahora era el tiempo de que los hijos de Israel regresaran a Canaán, y de tomaran la tierra que Dios había prometido a sus padres.
i. Esto era probablemente contrario a lo que el pueblo y los ancianos de Israel deseaban. En cuatrocientos años, echaste raíces. Probablemente no tenían ningún deseo de regresar a la Tierra Prometida; todo lo que querían era sentirse más cómodos en Egipto.
ii. La primera palabra tenía que llegar al pueblo de Dios (Éxodo 3:16) y después al mundo (Éxodo 3:18). A menudo, Dios no hablará al resto del mundo hasta que hable a su pueblo y tenga su atención.
b. Éste es mi nombre para siempre: Aquí Dios se refiere al nombre mencionado previamente en el mismo versículo,Jehová, el Dios (Yahveh Elohim). “Para siempre” enfatiza la eterna fidelidad de Dios a Su pacto.
c. Y oirán tu voz: Esta era una promesa preciosa para Moisés. Cuarenta años antes, cuando parecía que tenía todo a su favor, el pueblo de Israel lo rechazó como libertador de la nación. Seguramente, debía estarse preguntando por qué lo escucharían ahora, cuando parecía que no tenía nada a su favor.
i. Pero Moisés ahora tenía a Dios a su favor; ellos ciertamente escucharían al mensaje de Moisés.
d. Al rey de Egipto, y le diréis: … iremos ahora camino de tres días por el desierto: Dios presentó la solicitud más pequeña al Faraón primero, para que la solicitud fuera lo más atractiva y fácil de aceptar posible. Hizo esto para que el Faraón no tuviera ninguna excusa para rechazar a Dios y endurecer su corazón.
5. (19-22) Dios le dice a Moisés cómo le irá a los egipcios.
Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas que haré en él, y entonces os dejará ir. Y yo daré a este pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que cuando salgáis, no vayáis con las manos vacías; sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.
a. Mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir: Dios sabía esto desde un inicio. Sabía lo que se necesitaría para mover el corazón de Faraón, y las plagas y calamidades que vendrían fueron diseñadas para un propósito específico y no fueron planeadas al azar.
i. Moisés le preguntó a Dios cómo recibirían sus compañeros israelitas la noticia de la liberación de Egipto, pero hacer que el pueblo de Israel respaldara a Moisés era solo una pequeña parte de la lucha que tenían por delante, ¿qué con los egipcios? ¿Cómo iban a estar de acuerdo en dejar que esta fuerza laboral gratuita abandonara el país? Sin que Moisés preguntara, Dios respondió esta pregunta.
ii. Clarke insiste que el sentido de mas yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte es mejor entendido como: Yo estoy seguro de que el Rey de Egipto no los dejará ir, excepto con una mano poderosa – La idea es bastante clara – el Faraón no los soltaría fácilmente, por lo que Dios traería un gran juicio contra Egipto para persuadirlo.
b. Y yo daré a este pueblo gracia … no vayáis con las manos vacías: Dios prometió arreglar las cosas, no solo para conmover el corazón de Faraón, sino también para conmover el corazón del pueblo egipcio para que cuando Israel partiera, ellos fueran bañados con plata y oro y vestidos. No se trataba de un robo ni de una extorsión, era el salario apropiado por los años de trabajo forzoso.
i. En Deuteronomio 15:12-14, Dios dice que si tú tienes un esclavo, y su tiempo de servicio se ha terminado, no le enviarás con las manos vacías. Dios no dejaría que Israel partiera de su esclavitud en Egipto con las manos vacías; en lugar de eso, ellos despojarían a los egipcios.
©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com