Éxodo 8




Éxodo 8 – Plagas sobre Egipto

A. La segunda plaga: Ranas.

1. (1-4) La advertencia de la segunda plaga

Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios. Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas. Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.

a. Entra a la presencia de Faraón: Esta serie de plagas terminaría con la muerte sobre casi cada hogar en Egipto. Dios pudo traer esta terrible última plaga primero, pero no lo hizo – y no lo hizo por un propósito determinado. Dios usó esta serie de plagas para glorificarse (especialmente sobre los dioses egipcios), y para darle a Faraón una oportunidad de arrepentirse.

i. Debemos de ver la bondadosa misericordia de Dios al hacer esto. Él pudo haber ido directamente al juicio más severo, pero en lugar de eso le dio a Faraón muchas oportunidades de arrepentirse y de cambiar.

b. Yo castigaré con ranas todos tus territorios: Dios amenazó con una plaga de ranas por una razón específica. La diosa egipcia Heqet (o Heket) siempre era mostrada con la cabeza de una rana. Entre los antiguos egipcios, las ranas eran consideradas sagradas y no se podían matar.

i. Los egipcios adoraban a las ranas como una diosa porque era común ver ranas alrededor del Nilo, porque se reproducían rápidamente, y porque al ser anfibios pertenecían a dos mundos, criaturas tanto de la tierra como del agua.

2. (5-7) Dios trae ranas a la tierra a través de Moisés y de Aarón y los hechiceros de Egipto hacen lo mismo.

Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques, para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto. Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto. Y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto.

a. Y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto: Ya que los egipcios adoraban a las ranas, Dios les dio una plaga de ranas. Vemos el determinado plan de Dios y su sentido del humor.

i. “Aunque él es el Señor de los ejércitos, no necesita ejércitos poderosos, al ministerio de ángeles, ni a los relámpagos de juicio para castigar al pecador o a la nación pecadora; la rana o la mosca en sus manos son un instrumento suficientede venganza”. (Clarke)

ii. “Así la primera y esta segunda plaga son sobre el agua; la tercera y la cuarta sobre la tierra; las cinco siguientes sobre el aire; y la última sobre el hombre”. (Trapp)

b. Y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas: La habilidad de los hechiceros para hacer lo mismo con sus encantamientos apunta a un poder sobrenatural presente; esto no era el trabajo de un ilusionista habilidoso, esto era poder oculto en acción.

i. A pesar desus poderes ocultos, ¡todo lo que los hechiceros pudieron hacer fue traer más ranas! Solo podían empeorar el problema; aún así, su obra le dio a Faraón una excusa para endurecer más su corazón.

3. (8-15) Faraón pide ayuda a Moisés.

Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Orad a Jehová para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová. Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río. Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios. Y las ranas se irán de ti, y de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo, y solamente quedarán en el río. Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón. Y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas que había mandado a Faraón. E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos y de los campos. Y las juntaron en montones, y apestaba la tierra. Pero viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.

a. Orad a Jehová para que quite las ranas: Aquí se cumplió la promesa anterior de Dios (Éxodo 7:1). Como profeta de Dios, Moisés ocupó el lugar de Dios ante el Faraón, y el Faraón hizo su petición a Dios a través de Moisés.

i. Orad: “Una palabra inusual, que significa ‘interceder’, la primera ocasión en la que el Faraón se conmovió realmente y en la que hace una promesa de dejar ir a Israel, una promesa que no cumple.” (Cole)

ii. “No se podía matar a las ranas debido a su carácter sagrado, y sin embargo, un número tan grande de ellas sería repulsivo debido a su repugnancia, especialmente porque la limpieza era una marca particular de los egipcios”. (Thomas)

b. E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés: Cuando Moisés oró, Dios contestó – y todas las ranas murieron. La sencilla descripción de “y apestaba la tierra” nos da una pista de lo nauseabundo que era.

c. Endureció su corazón: Aún cuando la petición de Faraón fue concedida, su corazón no cambió – él endureció su corazónsin embargo, Faraón actuó justo como Dios dijo que lo haría.

i. “Esto se convierte en un patrón familiar: cuando no cumplió la primera vez, sin duda se volvió más y más fácil volver a hacer lo mismo.” (Cole)

ii. “Faraón incrementó su culpa. Sus votos acumularon sus transgresiones. Olvidó sus promesas; pero Dios no lo hizo. Fueron acumuladas en su contra”. (Spurgeon)

iii. “En cuanto a Faraón, es la historia de una voluntad fuerte, volviéndose estúpida, mientras todo el camino, hasta que la condición estuvo completamente más allá de toda esperanza de remedio, Dios le dio la oportunidad de usar esa voluntad fuerte en rendición”. (Morgan)

B. La tercera plaga: piojos.

1. (16-17) Dios le dice a Moisés que inicie la plaga de los piojos.

Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto. Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto.

a. Extiende tu vara: Esta plaga vino sin previo aviso. Esta vez Dios no le mostró a Faraón la misericordia de una advertencia ni una invitación al arrepentimiento.

i. Nunca debemos de pensar que Dios es injusto cuando no muestra misericordia. Si alguien fuera totalmente justo, nunca mostraría misericordia.

b. Y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias: Esta plaga golpeó el corazón de todo el culto egipcio, especialmente a sus sacerdotes. El sacerdocio egipcio era extremadamente cuidadoso con la higiene y la limpieza ritual; una infestación de piojos les impediría adorar a sus dioses.

i. La plaga de piojos también cayó sobre cada bestia. Los dioses de Egipto no recibirían el sacrificio de animales infestados con piojos, así que esto detuvo su sistema de sacrificios.

2. (18-19) Los hechiceros de Egipto no pueden duplicar esta plaga.

Y los hechiceros hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; pero no pudieron. Y hubo piojos tanto en los hombres como en las bestias. Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.

a. Y los hechiceros hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; pero no pudieron: Estos hechiceros pudieron usar poderes ocultos para convertir una vara en una serpiente, convertir el agua en sangre y convocar ranas; sin embargo, no pudieron producir piojos. Esto muestra que, por muy grande que sea el poder de Satanás es limitado y llega a su límite bastante pronto.

b. Dedo de Dios es éste: Cuando los hechiceros dijeron esto a Faraón, mostró que sabían que había un poder mayor que el de ellos, sin embargo, era un poder al que no honraban ni servían.

c. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó: El endurecimiento del corazón de Faraón se muestra cuando ni siquiera estuvo dispuesto a escuchar el análisis de sus propios consejeros. No había ninguna razón racional por la que insistiera en resistir y rechazar al Señor Dios.

C. La cuarta plaga: Moscas.

1. (20-23) Moisés advierte a Faraón de una plaga de moscas.

Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón, he aquí él sale al río; y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.

a. Deja ir a mi pueblo, para que me sirva: No hay ningún registro de la respuesta de Faraón a esta petición, pero como la plaga llegó, evidentemente no ablandó su corazón hacia Jehová Dios nihacia Israel. Quizás la reacción no fue descrita debido a que no hubo ninguna reacción; quizás él ignoró el mensaje de Moisés.

b. Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén: Esta es la primera vez que se menciona la idea de que la tierra de Gosén (donde la mayoría de los Israelitas vivían) se salvó de las plagas. Posiblemente, el pueblo de Israel sufrió algo con las plagas anteriores. Pero en esta cuarta plaga ellos serían librados.

c. A fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra: Ignorar a alguien demuestra tanto odio como atacarlo. Si Faraón pensó que podía ignorar a Dios y a Su mensajero, estaba equivocado, y las plagas continuarían.

d. Y yo pondré redención entre mi pueblo y el tuyo: Dios quería que Faraón supiera que había algo especial sobre el pueblo de Israel. Faraón se rehusó a reconocer esto, así que las plagas continuaron.

i. “Si permitimos que el Espíritu de Dios trabaje sin obstáculos, Él efectuauna división interior. Nuestros gustos y deseos, nuestras esperanzas y objetivos, serán diferentes, y seremos conscientes de una creciente disimilitud entre nosotros y el mundo. (Meyer)

2. (24) Llega la plaga de las moscas.

Y Jehová lo hizo así, y vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fue corrompida a causa de ellas.

a. Y vino toda clase de moscas: Literalmente dice que Dios envió un enjambre (Hebreo, awrob) sobre Egipto; no especifica de qué era el enjambre. Pudo haber sido una variedad de insectos. Salmos 78:45 dice que estos enjambres los devoraban, y esto indica que habían insectos que mordían en el enjambre.

i. Toda clase de moscas: “La palabra aparece solo aquí y en pasajes basados en este contexto, y su significado exacto es conjetural. ‘Pulgas’ o ‘flebótomos’ son otras sugerencias: pero la mejor traducción es ‘mosquitos’”. (Cole)

b. Sobre la casa de Faraón, sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto: Ninguno se libró de esta terrible plaga – excepto el pueblo de Israel, que vivía en gran parte en la tierra de Gosén (Éxodo 8:22).

c. Y la tierra fue corrompida a causa de ellas: Esto muestra que el punto de esta plaga probablemente fue el mismo que el de la plaga de piojos. Los dioses egipcios no podrían ser adorados en medio de esta inmundicia.

3. (25-27) Faraón intenta llegar a un punto medio con Moisés.

Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra. Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así, porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios la abominación de los egipcios. He aquí, si sacrificáramos la abominación de los egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían? Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá.

a. Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra: Con esto, Faraón sugirió ceder a medias, al permitir a Israel tener un día apartado para su Dios, pero exigiendo que permanezcan dentro de la tierra de Egipto para adorar. Faraón quería negociar con Moisés (y con Jehová), para encontrar un acuerdo en común.

i. “Esa es la verdadera actitud de un hombre de fe. La maldad siempre sugerirá una transigencia. Escucharla, significa permanecer esclavo. El único camino hacia la libertad es dejar la tierra del mal; ir acompañado por las mujeres y los niños; y llevarse todas las pertenencias también. Es cuando se asume esta actitud, que los hombres dejan toda servidumbre, y encuentran la libertad que está en el propósito de Dios para ellos”. (Morgan)

b. Si sacrificáramos la abominación de los egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían? Moisés le recordó a Faraón el alboroto social que esto causaría, y mantuvo la petición original, negándose a transigir. El carácter de Moisés se ha fortalecido ante el Faraón.

i. “Moisés se niega con el argumento de que sacrificar en Egipto sería como matar un cerdo en una mezquita musulmana o sacrificar una vaca en un templo hindú … En el sentido de que los egipcios considerarían el sacrificio de un animal sagrado como una blasfemia”. (Cole)

4. (28-32) El falso arrepentimiento de Faraón.

Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí. Y respondió Moisés: He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo a dar sacrificio a Jehová. Entonces Moisés salió de la presencia de Faraón, y oró a Jehová. Y Jehová hizo conforme a la palabra de Moisés, y quitó todas aquellas moscas de Faraón, de sus siervos y de su pueblo, sin que quedara una. Mas Faraón endureció aun esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.

a. Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto: Esta fue una promesa clara, y una que Faraón no cumplió. No podemos saber si el Faraón le mintió deliberadamente a Moisés o si simplemente cambió de opinión una vez que la plaga de moscas desapareció.

i. Muchas personas se vuelven a Dios en tiempos de calamidad, y cuando las cosas mejoran, casi de inmediato vuelven a endurecer sus corazones hacia Dios. El Faraón no fue un ejemplo inusual de humanidad; fue como muchos o la mayoría de nosotros, antiguo o moderno.

ii. Yo os dejaré ir lleva el tono de que Faraón creía que poseía o controlaba a Israel. “No eran el pueblo de Faraón; El Faraón nunca los eligió, nunca los había llevado a donde estaban. No había luchado con ellos ni los había vencido. No eran cautivos de guerra, ni vivían en un territorio que fuera el botín de un conflicto justo”. (Spurgeon)

b. Orad por mí: Esto muestra que Faraón sabía perfectamente de donde venían las plagas, y cómo se podían detener (apelando humildemente a Jehová Dios).

c. Faraón endureció aun esta vez su corazón: A pesar de la bondad de Dios hacia él y Egipto, Faraón continuó endureciendo su corazón. Esta es una demostración de que tan profundo y severo puede llegar a ser el endurecimiento gradual de un corazón.

i. A medida que continuamos en pecado y rechazamos las oportunidades de Dios para que nos arrepintamos y nos volvamos, el endurecimiento continúa. Esto se ve comúnmente. Un hombre no comienza apostando su paga semanal; comienza al empezar una apuesta amistosa y continuarla, y su corazón empieza a endurecerse. Un hombre no empieza con una perversión vergonzosa; comienza con unas pocas revistas, un par de vídeos, y su corazón empieza a endurecerse. Una mujer no empieza adicta al alcohol; comienza a beber dentro de sus círculos sociales, y su corazón empieza a endurecerse.

ii. “El borracho, el asesino mismo, es un hombre que al principio hizo el mal hasta donde se atrevió, y que luego se atrevió a hacer el mal que alguna vez le habría estremecido”. (Chadwick)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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