Éxodo 14




Éxodo 14 – El cruce del mar rojo

A. La persecución de los ejércitos de Faraón.

1. (1-4) Dios mueve a Faraón a salir contra Israel.

Habló Jehová a Moisés, diciendo: Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Mig-dol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.

a. Delante de él acamparéis junto al mar: Podríamos decir que Dios preparó una emboscada para Faraón. Aún después del horror de la muerte de los primogénitos, el cambio en el corazón de Faraón fue solo temporal (para que los siga). Fue presto para atacar a Israel cuando tuvo la oportunidad.

b. Encerrados están en la tierra: Esto era exactamente lo que Dios quería que el Faraón creyera. Dios le dijo a Moisés que guiara a Israel de una manera que parecía confusa. Dios le dijo a Moisés e Israel que hicieran algo que parecía confuso porque Dios sería glorificado en Faraón a través de ello.

2. (5-9) Faraón decide forzar a Israel a regresar a Egipto.

Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.

a. ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? Esta fue una pregunta extraña para Faraón. No era difícil pensar en al menos diez buenas razones – podemos nombrar diez poderosas plagas – por las que el Faraón dejó ir a Israel. Esto demuestra cómo a menudo olvidamos rápidamente lo que Dios ha hecho y demostrado.

i. Quizás Faraón pensó que las plagas eran el límite del poder de Dios; y que ahora era el momento para atacar a Israel.

ii. Hay una analogía en esto con la vida espiritual. A veces pensamos que Satanás nos dejará ir fácilmente, o pensamos que una vez que dejamos su reino se olvida de nosotros. Sin embargo, tal cómo Faraón siguió a Israel, Satanás nos persigue, intentando atraparnos como mínimo en la frontera de sus dominios con la esperanza de destruirnos.

iii. Y unció su carro: “Este no es simplemente su carro personal. El significado es probablemente ‘su carrocería, un colectivo. (Cole)

b. Seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto: Faraón tenía los mejores recursos militares. En aquellos tiempos los carros eran la tecnología militar más sofisticada. Israel no tenía nada excepto que los hijos de Israel habían salido con mano poderosa.

i. La idea detrás de las palabras hebreas con mano poderosa (ruwn yad) incluye la idea de rebelión contra la autoridad (1 Reyes 11:26-27). La naturaleza rebelde de Israel era buena cuando estaba en contra de Faraón y contra todo lo que él representaba; pero era mala cuando estaba en contra de Jehová, de Moisés, y de todo lo que ellos representaban. El problema de la mayoría de los rebeldes es que ellos se rebelan en contra de las cosas equivocadas.

3. (10-12) La respuesta de los hijos de Israel.

Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.

a. Temieron en gran manera: Tenía sentido que Israel tuviera miedo. Podían ver a los ejércitos de Faraón por un lado y al Mar Rojo por el otro. Parecían no tener ninguna posibilidad de escapar.

i. Dios dirigió a Israel a lo que parecía ser una trampa. No había forma de escapar excepto por el camino por el que habían entrado, y el ejército egipcio tenía ese camino bloqueado.

ii. “Humanamente hablando, ellos podrían vencer fácilmente a los israelitas desarmados y cansados, quienes supuestamente no podrían poner resistencia contra la caballería y los carros de guerra. (Clarke)

iii. “No había dos caminos a elegir; ellos no podían evitar el camino, pues necesitaban marchar a través del mar. No había cabida para la duda: su camino estaba amurallado y ellos no podían evitarlo. (Spurgeon)

b. Los hijos de Israel … clamaron a Jehová: Israel hizo lo correcto. Cuando nos encontramos en lugares peligrosos sin fácil escape, debemos clamar a Dios, porque Dios es nuestro amparo y fortaleza. Nuestro pronto auxilio en la tribulación (Salmos 46:1).

i. “El pánico de la gente no es de extrañar cuando pensamos en sus circunstancias”. (Morgan)

c. ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? Su temor, y su clamor a Jehová tenían sentido. Sin embargo, sus palabras a Moisés mostraban poca fe y una pérdida de confianza en Dios. Ninguna mente razonable podría pensar realmente que Moisés planeó todo esto para llevar al pueblo de Israel a la muerte en el desierto.

i. Moisés no dijo ni hizo nada que respaldara tal acusación, pero los hijos de Israel aún así pensaban de esta manera.

ii. “Ellos se burlaron en el tono más satírico posible (ya que Egipto se especializaba en sepulcros y tenía alrededor de tres cuartos de su tierra disponible para cementerios)”. (Kaiser)

d. Porque mejor nos fuera servir a los egipcios: Israel no tenía ni una semana fuera de Egipto y ya habían comenzado a distorsionar el pasado, pensando que era mejor para ellos estar en Egipto de lo que realmente era.

4. (13-14) Moisés responde con gran valor.

Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

a. No temáis: En este punto, Moisés no tenía idea de cómo Dios los ayudaría en la situación. Lo único que sabía era que Dios ciertamente los ayudaría. En cierto sentido, Moisés sabía que estaba en una situación tan mala que Dios tendría que manifestarse.

i. Cuando vemos que nuestra única ayuda es Dios, es más probable que confiemos en Él. A veces son las pequeñas cosas – las cosas que pensamos que podemos hacer con nuestras propias fuerzas – las que nos desaniman, no las cosas grandes que sabemos que solo Dios puede hacer.

b. Estad firmes: Esta es a menudo la dirección del Señor para el creyente en tiempos de crisis. La desesperación te derribará, impidiendo que te pongas de pie. El miedo te dirá que te retires. La impaciencia te dirá que hagas algo ahora. La presunción te dirá que saltes al Mar Rojo antes de que sea abierto. Sin embargo, así como Dios se lo dijo a Israel, a menudo nos dice que simplemente estemos firmes y tranquilos mientras Él revela Su plan.

c. Ved la salvación que Jehová hará: Moisés no sabía lo que Dios haría. Pero sabía cuál sería el resultado. Él sabía que Dios salvaría a Su pueblo y que los enemigos de Jehová serían destruidos. Él podía decir a Israel, “Jehová peleará por vosotros.

i. “Salvación se usa aquí en su sentido literal de salvar vidas, o de victoria en lugar de derrota en la guerra. A medida que avanza el Antiguo Testamento, la ‘salvación’ adquirirá un sentido más espiritual y menos material (Salmo 51:12), aunque el hebreo no era consciente de ningún contraste agudo entre los dos”. (Cole)

d. Nunca más para siempre los veréis: La idea detrás de esto implica mucho más que lo que se ve a primera vista. Moisés quizás habló en términos de la eternidad y también de su tiempo presente.

B. Dios dirige a Israel a cruzar el Mar Rojo.

1. (15-18) Las instrucciones de Dios para Moisés: deja de orar y empieza a hacer.

Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

a. ¿Por qué clamas a mí? Ante el pueblo, Moisés estaba lleno de fe; pero ante Dios clamó en oración desesperada . Esto era bueno porque Moisés debía de mostrar confianza ante la nación para alentar su fe.

b. ¿Por qué clamas a mí? Hay un tiempo para orar, y hay tiempo para actuar. De hecho, puede ser contra la voluntad de Dios el dejar de hacer y solo orar en en una situación particular. Este era un momento para la acción, y Moisés podía orar en el camino.

i. “Hay un tiempo para orar, pero también hay un tiempo para la actividad santa. La oración se adapta para casi todas las estaciones, pero no solo oración, porque de vez en cuando llega un momento en el que incluso la oración debe tomar un lugar secundario”. (Spurgeon)

ii. “Siempre hay algo más por hacer que solamente orar. No solo debemos anhelar la ayuda de Dios, sino también avanzar en el camino a través del cual daremos paso a la ayuda de Dios”. (Trapp)

iii. “Hay un pecado favorito, del cual él  es culpable desde hace mucho tiempo; no se rinde, pero dice que orará por ello. Dios le dice a un hombre así: “¿Por qué clamas a mí?” Renuncia a tu pecado; Este no es un asunto por el que debas orar, sino del que debes arrepentirte “. El hombre dice:” Estaba pidiendo arrepentimiento “. Pide, si quieres, el arrepentimiento, pero ejercítalo también”. (Spurgeon)

c. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano: Estas eran instrucciones sencillas conectadas a un poderoso milagro. De la misma manera, el más grande milagro de salvación ocurre con sencillos actos de nuestra parte. Así como la vara de Moisés no ejecutó el milagro, así nosotros no nos salvamos por lo que hacemos, sino que nos conectamos con el milagro salvador de Dios.

i. “Ni Moisés ni su vara podrían ser un instrumento eficaz en una obra que sólo podría lograrse mediante la omnipotencia de Dios; pero era necesario que pareciera así, a fin de que pudiera tener crédito ante los ojos de los israelitas, y que pudieran ver que Dios lo había elegido para ser el instrumento de su liberación”. (Clarke)

d. Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová: Dios no había terminado de responder la pregunta de Faraón de Éxodo 5:2, cuando el Faraón preguntó, ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?. Dios usó el milagro de la división del Mar Rojo para hablarle a Egipto tanto como lo usó para hablarle a Israel.

i. Este es un aspecto de la vida espiritual sobre el que rara vez se reflexiona, sin embargo, Efesios 3:10-11 nos dice que Dios usa a su pueblo para enseñar a los seres angelicales. Cuando Dios nos libera de una tentación o crisis, es un testimonio tanto para nuestros adversarios invisibles como para nosotros. Dios usa cada victoria en nuestra vida para hablarle a nuestros enemigos invisibles de Su poder y habilidad para trabajar en y a través de la frágil humanidad.

2. (19-20) Dios neutraliza al ejército egipcio con fuego.

Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

a. Y el ángel de Dios… se apartó e iba en pos de ellos: Dios envió a un Ángel especialmente comisionado y a la columna de nube (Éxodo 13:21-22) como barrera entre Israel y el ejército egipcio que los perseguía. Dios protegió a Israel del ataque egipcio hasta que se abrió un camino a través del Mar Rojo.

i. A menudo tenemos poca idea de cuánto hace Dios para protegernos de los ataques de nuestros enemigos invisibles. A veces sentimos que estamos abrumados en una lucha espiritual presente, pero es posible que no sepamos cómo sería si el Señor retirara Su protección.

b. E iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel: Los egipcios no lo sabían, pero la misma columna que les impedía perseguir a Israel también protegía sus propias vidas, al menos por un tiempo. Si se hubieran sometido al Señor que bloqueó su camino con Su presencia, se habrían librado de la destrucción venidera.

c. Y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche: La columna era una fuente de tinieblas para los egipcios y una fuente de luz para Israel. Esta es una imagen vívida de cómo la gloria de Dios o la obra de Dios puede ser luz para una persona y ser tinieblas para otra.

i. “Así, la doble naturaleza de la gloria de Dios en la salvación y el juicio, que luego aparece con tanta frecuencia en las Escrituras, no podría haber sido descrita de manera más gráfica”. (Kaiser)

ii. La palabra de Dios tiene un lado oscuro para los pecadores; como también el evangelio e incluso el mismo Jesús.

3. (21-22) Las aguas del Mar Rojo se separan, y los hijos de Israel cruzan sin peligro en tierra seca.

Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.

a. Y extendió Moisés su mano sobre el mar: Otros pasajes (como Éxodo 13:18, 15:14) identifican a este cuerpo de aguas como el Mar Rojo. La frase hebrea para Mar Rojo es yam suph, que claramente significa “Mar de Juncos”. Los estudiosos y arqueólogos han intentado durante años identificar positivamente este cuerpo de agua.

i. “El término describe acertadamente la región de los lagos al norte del Golfo de Suez que comprende los Lagos Amargos y el lago Timsah. Es posible que los israelitas fueran a lo largo de la estrecha lengua de tierra en la que se encontraba Baal-zefón y que el Mar de Juncos bíblico fuera el actual lago Sirbonis. Estamos seguros de que el cruce fue en esta área porque los israelitas se encontraron en el desierto de Shur después de cruzar el mar”. (Pfeiffer)

ii. No sabemos exactamente donde estaba el lugar, ni cuál era su ubicación geográfica exacta. Esto es especialmente cierto porque un área como esta cambiará la geografía cada temporada de inundaciones o sequías. Sabemos que había suficiente agua allí para atrapar a los israelitas y luego ahogar a los egipcios. Podemos suponer que esto tenía quizás 10 pies de agua más o menos. También podemos suponer que había suficiente ancho en el cruce para que el gran grupo de israelitas lo cruzara en una noche.

iii. Muchas investigaciones recientes han propuesto una ruta alternativa para el Éxodo de Israel desde Egipto, una sitúa al Monte Sinaí en la Península Arábiga en lugar de en la Península del Sinaí. Esta ruta alternativa coloca el cruce en el Golfo de Aqaba del Mar Rojo, en lugar de en los Lagos Amargos, el Puerto de Suez o el Golfo de Suez. En el Golfo de Aqaba, se han sugerido cruces en el extremo norte (en Ezion Geber), en el medio (en la playa de Nuweiba) o en el extremo sur (en el Estrecho de Tirán).

b. E hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas: Algunos creen que esto es simplemente una leyenda antigua y que en realidad no sucedió. Sin embargo, la investigación moderna ha demostrado que era completamente plausible, según un artículo de Thomas H. Maugh en Los Angeles Times titulado “La investigación respalda el relato bíblico de la separación del Mar Rojo” (3/14/92):

i. “Cálculos sofisticados por computadora indican que la división bíblica del Mar Rojo, que se dice que permitió a Moisés y a los israelitas escapar de la esclavitud en Egipto, podría haber ocurrido precisamente como la biblia lo describe. Debido a la peculiar geografía del extremo norte del Mar Rojo, los investigadores informan el domingo en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Estadounidense, un viento moderado que sople constantemente durante aproximadamente 10 horas podría haber causado que el mar retrocediera aproximadamente una milla y el nivel del agua cayera 10 pies, dejando tierra seca en el área donde muchos eruditos bíblicos creen que ocurrió el cruce”.

ii. Es importante señalar que esta investigación no prueba que el cruce del Mar Rojo haya ocurrido en ningún lugar en particular especulado en la investigación; sólo que existe ese fenómeno natural, que Dios pudo haber usado para dividir las aguas y permitirle a Israel una salida del ejército egipcio. Incluso si Dios usó el fenómeno natural, sigue siendo un gran milagro.

iii. “Un infiel puede negar la revelación en su totalidad, y de ellos no esperamos nada mejor; pero escuchar a aquellos que profesan creer que esto es una revelación divina esforzándose por probar que el paso del Mar Rojo no tuvo nada de milagroso, es realmente intolerable. Tal modo de interpretación requiere un milagro para hacerse creíble. ¡Pobre infidelidad! ¡Cuán miserables y despreciables son tus cambios!”. (Clarke)

c. Teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda: Salmos 77:16-20 nos da más detalle en la descripción del curso de los eventos durante el cruce del Mar Rojo. Poéticamente describe cómo llovió, tronó, y cayeron relámpagos durante el cruce del Mar Rojo.

4. (23-28) Dios trastorna al ejército egipcio y se ahogan.

Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

a. Quitó las ruedas de sus carros: Dios obró milagrosamente del lado de los Israelitas en contra de los egipcios. Él trastornó el campamento de los Egipcios hasta que Israel hubo cruzado por el Mar Rojo. Hasta entonces permitió que el ejército egipcio continuara con su persecución a través de las aguas partidas.

b. Y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar: Aunque algunos también consideran esto simplemente como una leyenda antigua, la investigación moderna nuevamente muestra que es completamente posible.

i. Thomas H. Maugh continua con su artículo en Los Angeles Times: “Un cambio abrupto en el viento habría permitido que las aguas volvieran a estrellarse contra el área en unos momentos, un fenómeno que, según la biblia, inundó a los perseguidores de los israelitas”.

c. Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios: Dios le dijo a Moisés que hiciera algo con su mano relacionado con el movimiento del mar. Sabemos que no fue realmente el poder de la mano de Moisés lo que detuvo el mar o permitió que se estrellara contra el ejército egipcio. Fue el poder de Dios en acción.

i. Dios podría haber realizado este milagro con la misma facilidad sin la cooperación de Moisés. Sin embargo, Dios a menudo usa a personas para que participen en sus obras milagrosas. Podemos decir que muchas obras milagrosas de Dios aún están por realizarse porque ninguna persona ha dado un paso adelante para ser quien extienda la mano.

ii. Además, esta fue la reivindicación de Dios de Moisés. Israel lo acusó previamente de las motivaciones más bajas y del estado de corazón más malvado (Éxodo 14:10-12). Con esta obra a través de Moisés, Dios le mostró a toda la nación que Moisés era su líder escogido.

d. No quedó de ellos ni uno: La liberación en el Mar Rojo se convirtió en un punto de inflexión en la historia de Israel. En esta era de la historia de Israel, tuvieron muchos problemas por delante, pero el Faraón y los egipcios nunca los volvieron a molestar.

5. (29-31) Resumen: otro acto de redención a favor de Israel.

Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.

a. E Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar: Esta fue la confirmación para Israel de que su liberación de Egipto era real y completa. Un pueblo oprimido tarda en creer que es libre mientras sus tiranos aún vivan. Dios quería que Israel supiera que sus opresores estaban muertos.

i. “Este es un toque muy gráfico, un relato de un testigo ocular. Los soldados egipcios ahogados representan una antigua forma de vida en la esclavitud, ahora desaparecida para siempre. De alguna manera, la visión de esos cadáveres fue la señal concreta de que la salvación y una nueva vida para Israel estaban ahora aseguradas”. (Cole)

ii. Este principio se aplica a las luchas cotidianas de la vida. “Aunque la presión de tu prueba sea casi insoportable, algún día verás a tu egipcio muerto”. (Meyer)

iii. Este principio también se aplica a nuestra victoria final. “Pero al romper la mañana de la eternidad, se despertarán con cánticos de alegría para ver la muerte y la tumba y todos los males que temían, como los egipcios, esparcidos en las orillas del mar de cristal”. (Meyer)

iv. Clarke especula que los Israelitas despojaron a los soldados egipcios muertos y por lo tanto obtuvieron armas que luego usarían en batallas contra los amalecitas, amorreos y otros.

b. Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios: Dios libró a Israel de una circunstancia aparentemente imposible. Él demostró Su fidelidad hacia Israel y todo Su pueblo.

i. Spurgeon contó la historia de una vieja santa que yacía en su lecho de muerte y declaró que Jesús nunca la abandonaría, porque Él lo había prometido. Alguien le preguntó: “Pero supongamos que él no cumpla su promesa y tú te perdieras“. Ella respondió: “Entonces él sería mayor perdedor que yo. Es cierto que yo perdería mi alma, pero Dios perdería todo su honor y gloria si no fuera veraz”. El motivo de Dios para librarnos no es solo su amor por nosotros, sino también el deseo de proteger su propia gloria y honor.

ii. “Hermanos, si hubiésemos confiado en Dios, y hubiésemos salido del Egipto del mundo por su gracia, y hubiésemos dejado todos sus pecados atrás, si fuésemos dejados para morir en el desierto, el Señor Jesucristo perdería su gloria como Salvador, el Padre divino perdería su nombre de fidelidad inmutable, y el Espíritu Santo perdería su honor de perseverancia en completar toda obra que emprende. (Spurgeon).

c. Y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo: Este fue precisamente el resultado que Dios pretendía. Lamentablemente para Israel, no se quedaron en este lugar de respeto y fe hacia el Señor. Esta fue probablemente más una circunstancia de sentimientos que de verdadera fe porque rápidamente dejaron este lugar de respeto por el Señor y Moisés.

i. Podríamos decir que la liberación de la Pascua y el milagro del Mar Rojo van de la mano. Si no fuera por la victoria ganada en el Mar Rojo, la redención de la Pascua no hubiera significado nada. Pero ellos jamás hubieran llegado al Mar Rojo sin el milagro de redención por parte de Dios en la Pascua. Del mismo modo, la redención que ofrece la cruz no significaría nada sin el milagro de la resurrección. Las dos obras de liberación deben de ir de la mano.

ii. “La nueva nación caminó a través de una amenaza de muerte hacia una nueva vida con conciencia de la presencia y el poder de Jehová, de los cuales ellos no podían escapar”. (Morgan)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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