Éxodo 33




Éxodo 33 – El camino de Israel hacia una relación restaurada

A. El arrepentimiento y la restauración de Israel.

1. (1-3) El pueblo se entera del corazón de Dios hacia su pecado.

Jehová dijo a Moisés: Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: A tu descendencia la daré; y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo y al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo (a la tierra que fluye leche y miel); pero yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, no sea que te consuma en el camino.

a. Anda, sube de aquí….a la tierra… A tu descendencia la daré: Después del pecado del becerro de oro, Dios no negó a los hijos de Israel la Tierra Prometida. Dijo que podían continuar a poseer lo que les había prometido a ellos y a Abraham, Isaac y Jacob.

b. Y yo enviaré delante de ti el ángel, y echaré fuera al cananeo: Después del pecado del becerro de oro, Dios no negó a Israel Su protección. Él prometió estar con ellos de alguna manera (yo enviaré delante de ti el ángel), y pelear por ellos en la Tierra Prometida.

i. Isaías 63:9 mira hacia atrás al Éxodo y dice: En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó. El Ángel de Su Presencia describe la presencia de Dios con Israel en Éxodo 23:20-23, el ángel que tenía el nombre de Dios en Él. El ángel descrito en Éxodo 33:2 era simplemente un ser angelical, y no Jehová mismo.

c. Yo no subiré en medio de ti: Dios sí dijo que negaría Su presencia a Israel, o al menos, la cercanía de Su presencia. Podríamos decir que Dios dijo, “No estaré muy cerca de ti, porque podría juzgarte mientras voy contigo en el camino – pero ve y toma la Tierra Prometida”.

i. Este fue un desafío para Moisés y la nación en general. Dios les dijo que podían tener la Tierra Prometida, pero no permanecería con ellos de una manera personal y cercana. Si quedaban satisfechos con ese arreglo, demostraría que solo amaban las bendiciones de Dios y no a Dios mismo. Si desafiaban a Dios – pidiendo Su presencia y no solamente Sus bendiciones – mostrarían un corazón genuino por Dios mismo. Este era el primer paso hacia la restauración espiritual y el avivamiento en Israel.

ii. “Recibir cualquier otra bendición no tiene valor si Dios no está contigo. ¿Cuál es el valor de Canaán? ¿Cuál es el valor de la leche y la miel? ¿Cuál es el valor de tener posesiones, si Dios no estaba con ellos? Vieron que la conciencia de la presencia de Dios, tener esta comunión y compañía, era infinitamente más importante que todo lo demás”. (Lloyd-Jones)

2. (4-6) El pueblo se arrepiente y se viste de luto.

Y oyendo el pueblo esta mala noticia, vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos. Porque Jehová había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré. Quítate, pues, ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer. Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb.

a. Vistieron luto, y ninguno se puso sus atavíos: Esta fue una buena respuesta por parte de Israel. Para ellos esta era una mala noticia. Lamentaban la posible pérdida de la presencia cercana de Dios. Les importaba por su relación con Jehová, no solo por lo que Él podía darles.

i. “Esta claro que el pueblo sintió que la promesa de que se les enviaría un ángel significaba que se les restaba un privilegio. (Morgan)

ii. Este era un asunto significativo para Israel debido a que ellos podían ver la presencia de Jehová en la columna de nube durante el día y el fuego durante la noche. Si Dios retiraba Su presencia, podría verse claramente.

iii. Vistieron de luto aquí debido a que con el becerro de oro ellos no pudieron divertirse de manera obediente y responsable. Fue bueno para ellos estar tristes por un tiempo.

b. Vosotros sois pueblo de dura cerviz: Esta frase se vuelve a repetir. La idea no es solamente que son testarudos, sino que fueron testarudos al resistirse a Dios. La imagen es la de un buey o burro que se resiste al granjero haciendo dura su cerviz.

c. Entonces los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos desde el monte Horeb: El pueblo demostró su arrepentimiento y su luto al no utilizar sus atavíos. Ellos sabían que este no era el tiempo para decorar lo externo, sino que era el tiempo para tener un corazón correcto delante de Dios. Este era el segundo paso hacia una restauración y avivamiento espiritual en Israel.

i. “Las personas que están preocupadas por el avivamiento, en un sentido verdadero, no solo buscan un poco de emoción, o interés, o algo de felicidad, o fenómenos, ni vienen con una actitud de ‘algo maravilloso va a suceder y nos la vamos a pasar muy bien. ”Eso es ahora lo que piensan al respecto. Y si ustedes, mis queridos amigos, simplemente están pensando en reuniones, en la emoción y en algo maravilloso, no han comenzado a comprender este asunto”. (Lloyd-Jones)

ii. Éxodo 35:22 describe como estos atavíos fueron a dar a la construcción del tabernáculo. “Los mismos atavíos que en el pasado pudieron hacer un ídolo de oro ahora podían dedicarse a Dios para el uso de Su santuario.” (Cole)

3. (7) Moisés levanta el Tabernáculo de Reunión.

Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento.

a. Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión: Después de que el corazón de Israel se volvió hacia Dios y después de que se humillaron quitando sus atavíos, Moisés tomó el siguiente paso hacia un avivamiento y hacia una relación restaurada. Él inició un esfuerzo decidido por buscar a Dios e hizo de su propia tienda el tabernáculo de reunión.

i. Dios le dijo a Moisés que hiciera un tabernáculo de reunión cuando Moisés estaba en el monte Sinaí (Éxodo 25-28). Pero el tabernáculo aún no estaba construido. Esto no evitaría que Moisés tomara medidas extraordinarias para buscar a Dios. Él decidió hacer de su propia tienda un tabernáculo de reunión.

ii. Esto no fue algo que Moisés organizó, planeó o ideó. Buscó a Dios de manera radical y espontánea. Cuando Moisés hizo eso, Dios tocó el corazón del pueblo.

iii. Lejos, fuera del campamento: “Por lo general, los santuarios se construían a poca distancia de las ciudades en el mundo antiguo: Israel, por lo tanto, había perdido su singularidad, como la nación en la cual Dios habitaba en medio de ellos”. (Cole)

b. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento: Al mover el lugar de adoración fuera del campamento, Moisés claramente trazó una línea para ver quién realmente quería acercarse a Jehová.

i. Cuando Moisés colocó el tabernáculo de reunión temporal… fuera del campamento, significó que todos los que querían buscar al Señor tendrían que separarse en algún sentido. Podemos suponer que no todos querían hacer esto.

ii. “Cuando el Espíritu Santo de Dios comience a tratar con cualquiera de nosotros, habrá esta separación. No se exhibirá, no será la actitud farisaica de “soy más santo que tú”. No, una vez que un hombre comienza a sentirse agobiado por la gloria de Dios y el estado de la Iglesia, inmediatamente siente el llamado a la consagración, ‘sale fuera‘ por así decirlo.” (Lloyd-Jones)

4. (8-10) La presencia de Dios se manifiesta en la tienda de Moisés.

Y sucedía que cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo. Cuando Moisés entraba en el tabernáculo, la columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo, y Jehová hablaba con Moisés. Y viendo todo el pueblo la columna de nube que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba.

a. Cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba: El pueblo observaba y notaba cuando Moisés adoraba. Cuando Moisés adoraba, ellos también adoraban. Moisés incitó al pueblo a acercarse a Dios con su propio ejemplo.

b. La columna de nube descendía y se ponía a la puerta del tabernáculo: : La tienda de Moisés no se convirtió en el tabernáculo de reunión simplemente porque él la nombró así. Se convirtió en eso porque Dios realmente venía a encontrarse con Moisés, lo cual se manifestaba por la columna de nube.

i. La columna de nube se volvió como la bandera de la realeza o de un almirante que indica que están presentes, por lo que el pilar de nube (que Cole describe literalmente como una “cosa de pie”) indicaba la presencia de Dios.

ii. Todos veían la columna de nube llegar a la tienda de Moisés, y sabían que Moisés adoraba y se encontraba con Dios allí. Esto era un gran consuelo para el pueblo, saber que su líder realmente se reunía con Dios y lo escuchaba.

c. Y Jehová hablaba con Moisés: Leemos mucho sobre Dios hablando con Moisés, pero no sabemos mucho acerca de lo que Dios decía. Probablemente hubo mucho más de lo que se dice en Éxodo 33, y probablemente gran parte fue de naturaleza personal y fortalecedora para Moisés.

d. Se levantaba cada uno a la puerta de su tienda y adoraba: Esta fue su respuesta natural. Algo acerca de Moisés y su relación con Dios hacía que otros también quisieran adorar a Dios.

5. (11) Dios habla a Moisés en su tienda, el tabernáculo.

Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

a. Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero: Números 12:8 aclara lo que esto significa. Allí Dios contrastó cómo habló a Moisés con cómo le habló a otros profetas; Moisés escuchó clara y plenamente, y los otros profetas escucharon en sueños y visiones.

i. También es posible que esto signifique que Dios se aparecía a Moisés en forma humana, como lo hizo con Abraham en Génesis 18. Lo más probable es que la frase cara a cara sea simplemente una expresión figurativa, que significa comunión libre y abierta.

ii. Moisés no había visto ni podía ver el rostro real de Dios el Padre en Su gloria. Nadie ha visto el rostro de Dios el Padre en gloria, y por eso Juan escribió, Nadie ha visto jamás a Dios (1 Juan 4:12).

b. Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo: El avivamiento personal en la vida de Moisés fue un ejemplo para toda la nación, pero fue un ejemplo especial para su siervo Josué. Cuando Moisés se acercó a Dios, también acercó a Josué a Dios, tanto que Josué nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.

B. Moisés ora y se acerca a Dios.

1. (12-13) Moisés ora por el pueblo.

Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.

a. Y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo: Para Moisés, no era suficiente saber que él e Israel llegarían a la Tierra Prometida. En su opinión, la Tierra Prometida no era nada especial sin la presencia especial del Señor. Dios prometió previamente enviar un ángel con Israel (Éxodo 33:2). Moisés presionó a Dios en este punto pues quería saber exactamente a quién enviaría Dios.

i. “”Moisés ahora está interesado en obtener una garantía de esa presencia para su pueblo y el gozo de una experiencia más cercana para él”. (Cole)

ii. Esto fue un audaz – casi grosero – acercamiento a Dios. Moisés estaba decidido a tener la presencia de Dios con Israel lo más cerca posible. Este era el siguiente paso hacia el avivamiento y la restauración de la relación de Israel con Dios.

b. Si he hallado gracia en tus ojos: Moisés fue valiente al acercarse a Dios, pero basó su valentía en la gracia que Dios ya le había mostrado. Esta era una buena base para acercarse.

c. Tus ojos… tu camino, para que te conozca…gracia en tus ojos…pueblo tuyo: Moisés estaba casi obsesionado con Dios. Todavía estaba en la tierra, pero conectaba todo con Dios en el cielo.

i. Otro tema fuerte en esta sección es conocer. De alguna forma, la palabra se usa repetidamente en estos versículos. En el sentido de relación, Dios conocía a Israel y a Moisés, y Moisés quería conocer a Dios.

2. (14-17) Dios responde la oración de Moisés, y da la promesa de Su presencia.

Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre.

a. Mi presencia irá contigo: Dios pareció responder a la oración de Moisés, pero Moisés no descansó ahí. Continuó presionando a Dios para que afirmara la promesa. Esto muestra cuán audazmente buscó Moisés a Dios por el bien de su propia relación con Dios y por el beneficio de la nación.

i. Mi presencia irá contigo es literalmente “Mi rostro irá contigo.” Esto nos ayuda a entender lo que significa cuando dice que Moisés vio a Dios cara a cara (Éxodo 32:11). Tiene el sentido de “en la presencia inmediata de Dios”.

ii. “Esto significa que el ‘mensajero’ celestial enviado con ellos ahora será ‘el ángel de su presencia’ (Isaías 63:9), es decir, una manifestación completa de Dios como en Éxodo 23:20”. (Cole)

iii. Y te daré descanso: La Presencia de Dios significa descanso y paz en la vida. Este era un regalo importante y necesario de Dios para Moisés e Israel.

b. Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí: Moisés continuó con su manera atrevida de hablar con Dios. Dios acababa de prometer Su presencia; Moisés respondió advirtiendo o previniendo a Dios de las consecuencias de no cumplir su promesa.

c. ¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros? Moisés sabía que nada de lo que Jehová pudiera darles los haría verdaderamente diferentes de las naciones. Solo la fuerte presencia de Jehová mismo podía hacer eso.

i. Moisés quería algo para Israel que mostrara que no eran como todas las demás naciones, y eso solo podía ser la presencia única y poderosa de su Dios. La relación de Israel con Yahvé – un ejemplo único de monoteísmo ético en el mundo antiguo – los hizo diferentes de todos los pueblos antiguos. Dios entre ellos los hizo diferentes. Era importante de que Israel supiera esto por sí mismo; y también era importante que las otras naciones supieran esto.

ii. “ ‘Ahora’, le dijo Moisés a Dios, ‘estoy pidiendo este algo extra, porque estoy preocupado. Aquí estamos tu pueblo. ¿Cómo van a saber todas las demás naciones que realmente somos tu pueblo? Nos miran, se ríen de nosotros, se burlan de nosotros y se mofan de nosotros, están listos para abrumarnos. Ahora, estoy pidiendo algo ‘, dijo Moisés,’ que dejará absolutamente claro que no somos solo una de las naciones del mundo, sino que somos tu pueblo, que somos apartados, únicos, completamente separados’”. (Lloyd-Jones)

d. También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre: Dios honró la audaz intercesión de Moisés, y prometió restaurar su relación con Israel.

3. (18) El deseo de Moisés de acercarse más.

Él entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

a. Te ruego que me muestres tu gloria: Moisés obtuvo un “sí” como respuesta de Dios cuando pidió que la presencia especial de Dios permaneciera con Israel en el camino a la Tierra Prometida (Éxodo 33:12-17). También ganó una confirmación de la promesa de Dios y una afirmación de relación cercana. Sin embargo, todavía no estaba satisfecho. Quería más en su relación personal con Dios.

i. Spurgeon pensaba que quizás Moisés, cuando pidió esto, fue algo así como Pedro en el Monte de la Transfiguración cuando pidió algo, sin entender realmente lo que pedía. Esta fue una petición tan audaz y valiente que podría haber estado más allá de la posibilidad de que Moisés  pudiera experimentarla realmente; sin embargo, Dios aun asíse sintió complacido con Moisés y su anhelo de conocer a Jehová de maneras más grandes y profundas.

ii. Esta hambre de más de Dios – de una mayor experiencia con Dios – es una señal de un verdadero avivamiento y restauración de la relación. Lo que sea que Moisés había experimentado con Dios, ahora quería más. Cuanto más conoce un hombre de Dios, más deseo tiene de conocerlo. (Trapp)

iii. “Es posible que hayamos sido cristianos durante muchos años, pero ¿alguna vez hemos anhelado realmente algún conocimiento y experiencia directa y personal de Dios? Oh, lo sé, oramos por causas, oramos por la Iglesia, oramos por los misioneros, oramos por nuestros propios esfuerzos que organizamos, sí, pero eso no es lo que me preocupa. Todos pedimos bendiciones personales, pero ¿cuánto sabemos de este deseo por Dios mismo? Eso es lo que pidió Moisés: “Muéstrame tu gloria. Llévame un paso más cerca’”. (Lloyd-Jones)

b. Me muestres tu gloria: Esta era una petición interesante. Moisés ya había visto algo de la gloria de Dios (Éxodo 16:10, 24:16-17), pero él deseaba más. Él sentía que aún no había visto nada.

i. “Ahora la oración de Moisés era ver el kabod, la gloria manifestada (literalmente ‘peso’) de YHWH”. (Cole)

ii. “En otras palabras, por avivamiento no queremos decir que la Iglesia sea bendecida por Dios, sea consciente de su presencia y esté capacitada para hacer su obra. Moisés, en cierto sentido, ya estaba consciente de todo eso. . . Pero Moisés no estaba satisfecho. Y el avivamiento, repito, no es que la Iglesia sea bendecida y sea consciente de la presencia de Dios, y esté capacitada para hacer su trabajo. El avivamiento va más allá de todo eso”. (Lloyd-Jones)

4. (19-20) Dios le dice a Moisés lo que le mostrará.

Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.

a. Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro: Moisés pidió ver la gloria de Dios (Éxodo 33:18), y Dios prometió mostrarle a Moisés Su bien. La gloria de Dios radica en Su bien. Cuando Moisés vio la gloria de Dios, su primer entendimiento fue que Dios era bueno. Si no sabemos que Dios es bueno, no sabemos mucho acerca de Él.

i. Dios no reveló su justicia a Moisés, ni Su poder, ni Su ira en contra del pecado. Todos esos son ciertamente aspectos de la naturaleza de Dios, pero cuando Él se mostró a Si mismo a Moisés, Él mostró Su bien.

ii. A veces las personas piensan que deben “equilibrar” a Dios, suponiendo que hay algo así como un Yin y un Yang en el universo, en el sentido de luz y oscuridad, bien y mal, ley y gracia. Pero Dios mismo está “desequilibrado” en este sentido. Él es completamente bueno. Incluso su justicia, poder e ira deben entenderse como aspectos de Su bien.

b. Proclamaré el nombre de Jehová delante de ti: En la forma de pensar de los antiguos Hebreos (y también en otras culturas antiguas), el nombre representaba el carácter y naturaleza de una persona. Dios prometió revelar Su carácter a Moisés, y no solamente un título.

i. Lloyd-Jones nos da una idea de lo que Dios le dijo a Moisés: “Me rebajaré ante tu debilidad. Te dejaré ver algo. Pero, mucho más importante que eso, haré pasar toda mi bondad delante de ti. Te daré una visión y una comprensión más profundas de mí mismo, de mi carácter, de lo que soy. Eso es lo que realmente necesitas saber”.

c. No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá: Dios no quería – y no podía – mostrar literalmente a Moisés Su rostro. Esto nos ayuda a comprender lo que quería decir Éxodo 33:11 donde dice, Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero.

i. Pero al mismo tiempo le asegura que no podía ver su rostro, la plenitud de sus perfecciones ni la grandeza de sus designios, y vivir, pues ningún ser humano podría soportar, en el estado actual, este descubrimiento pleno. Pero agrega, y verás mis espaldas.” (Clarke)

5. (21-23) Cómo protegerá Dios a Moisés cuando Dios pase delante de él.

Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.

a. He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña: Dios estaba a punto de revelarse a Moisés de una manera única. Dios preparó el evento cuidadosamente, dándole a Moisés un lugar específico para permanecer ahí.

i. Más tarde, Elías se encontró con Dios en lo que pudo haber sido el mismo lugar (1 Reyes 19:8-18).

b. Y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña: La gloria de Dios no podría permanecer frente a Moisés, esta debía de pasar por delante él. Aún así, Moisés tuvo que ser protegido con la mano de Dios y la hendidura de la peña cuando la gloria de Dios pasó frente a él.

i. Esta es una imagen vívida y entrañable: protegido por la mano de Dios y escondido en la peña de refugio que Él le proveyó. El refugio en la hendidura de la peña dio la imagen para Augustus Toplady en su famoso himno Roca de los Siglos:

Roca de los siglos, hendidura para mi;

Deja refugiarme en Ti.

ii. Protegido por Dios, Moisés pudo soportar que la gloria de Dios pasara frente a él. Isaías tuvo un atisbo de la gloria de Dios y lo movió a lamentar su propio pecado e indignidad (Isaías 6). Juan experimentó algo de la gloria de Dios y cayó a los pies de Jesús como un hombre muerto (Apocalipsis 1:17). Pablo experimentó la gloria de Dios en el camino a Damasco, pero también en la experiencia descrita en 2 Corintios 12. Esta fue una experiencia tan asombrosa que apenas pudo describirla.

iii. Otros, más allá de los tiempos de la biblia, también han experimentado destellos de esta gloria. Lloyd-Jones mencionó algunos:

· Jonathan Edwards describió un tiempo de oración en el bosque, arrodillado durante una hora que pareció pasar en solo unos momentos debido al poderoso sentido de la gloria y la presencia de Dios.

· David Brainerd, un gran misionero de la era colonial para los nativos americanos, se arrodilló en la nieve y oró durante horas – literalmente sudando en su cuerpo a pesar de que hacía mucho frío en el aire. El sudor fue una reacción física a la intensidad de la experiencia espiritual.

· D.L. Moody le pidió a Dios tal experiencia, y cuando Dios se la dio, tuvo que pedirle a Dios que retirara Su mano, porque sentía que lo estaba matando.

iv. Lo que muchas personas hablan hoy como la presencia y la gloria de Dios parece tan trivial comparado con lo que Moisés y otros experimentaron. No hay un kabod – no hay peso en sus experiencias de gloria.

v. Nosotros debemos tener un ferviente deseo de experimentar a Dios profundamente. Pablo dejó en claro que no podemos ver completamente la gloria de Dios – la vemos como en una pieza de metal pulido, tenuemente (1 Corintios 13:12) – perosí podemos ver algo de ella. Pablo no dijo que no vemos nada de la gloria de Dios, solo que no podemos verla o comprenderla completamente.

c. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro: Moisés solo pudo ver las espaldas de Dios (un término único que a menudo no se usa para la anatomía). La idea es que Moisés solo pudo ver detrás de Dios, no a Dios mismo.

i. “La palabra … podría traducirse igualmente y con mayor precisión como ‘las secuelas’ de su radiante gloria, que acababa de pasar”. (Kaiser)

ii. Poole lo expresa así: “Verás una sombra o una delineación oscura de mi gloria, tanto como puedas soportar, aunque no tanto como deseas.

iii. “Estas cuatro cosas suceden al mismo tiempo, siempre que Dios se acerca a su pueblo – se revela y se encubre, bendice y protege, todo esto sucediendo al mismo tiempo. No puedes separar estas cosas”. (Lloyd-Jones)

iv. Con estas protecciones especiales, Dios recompensó el deseo de Moisés de ver Su gloria tanto como fuera humanamente posible. Esto demuestra que Dios recompensa al corazón que busca. Y a pesar de lo maravillosa que fue esta experiencia para Moisés, todavía no se puede comparar con la revelación de Dios que nos fue dada en Jesucristo.

· Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14).

· Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor (2 Corintios 3:18).

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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