Ezequiel 20




Ezequiel 20 – La historia del pecado de Israel, la historia de la misericordia de Dios

A. La misericordia de Dios para con Israel en Egipto y el desierto.

1. (1-4) Los ancianos de Israel visitan a Ezequiel para consultar al Señor.

Aconteció en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿A consultarme venís vosotros? Vivo yo, que no os responderé, dice Jehová el Señor. ¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres.

a. Aconteció en el año séptimo: Esto sucedió unos dos años después de las profecías de Ezequiel 1-3 (Ezequiel 1:2) y un año después de las profecías de Ezequiel 8 (Ezequiel 8:1).

b. Vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí: Como sucedió previamente en Ezequiel 14:1, los ancianos de Israel en el exilio vinieron a Ezequiel como un profeta reconocido, para consultar a Jehová a través de él.

c. Vivo yo, que no os responderé: Esta fue la respuesta inicial de Dios a los ancianos de Israel, muy similar a lo que les dijo la última vez que consultaron a Dios (Ezequiel 14:3). Lo dijo fuertemente con un juramento (Vivo yo).

i. “Por alguna razón inexplicable, la consulta es impertinente y solo necesita un repaso de los pecados pasados de Israel para mostrar que la historia ha respondido la pregunta por ellos”. (Taylor)

ii. “No, pues actúas con una profunda hipocresía, estando ya resuelto en tu propio camino, y sin embargo ahora finges que conoces mi consejo. Es una dura reprensión de su maldad, y Dios rehúsa por completo ser consultado por tales”. (Poole)

d. Hazles conocer las abominaciones de sus padres: A continuación en Ezequiel 20 hay una fuerte descripción y denuncia de las abominaciones de Israel a través de su historia, junto con notables promesas de restauración y misericordia.

2. (5-7) El juramento de Dios a Israel.

Y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios; aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios.

a. El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob: Dios se refirió a un juramento que hizo a Israel en la tierra de Egipto. No tenemos registro de este juramento específico, pero es simplemente una reafirmación de los aspectos del pacto que Dios hizo con Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 12:1-3).

i. Algo de ese juramento se muestra en Éxodo 6:8: “Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ”.

b. Aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provistola más hermosa de todas las tierras: Dios repitió la promesa originalmente dada a Abraham y sus descendientes del pacto, renovándola para la generación que aún estaba en Egipto. Dios prometió sacarlos de Egipto y llevarlos a Canaán, a la que llamó la más hermosa de todas las tierras.

i. Alcé mi mano, jurando así: “Me comprometí en un pacto con ellos a continuar siendo su Dios, si eran fieles, y continuaban siendo mi pueblo. Entre los judíos, el jurador levantó su mano derecha al cielo; lo que explica el Salmo 144:8: ‘Su diestra es diestra de mentira’. Esta es una forma que se usa en Inglaterra, Escocia e Irlanda”. (Clarke)

ii. La tierra que les había provisto: “Según la manera del hombre Dios habla, como si él hubiera sido el espía que fue de un lugar a otro para buscar lo mejor, y señalarlo para ellos; fue su sabia y buena providencia la que les asignó esta tierra”. (Poole)

iii. La más hermosa de todas las tierras: “Era así entonces, no es así ahora, pues los judíos estaban desfavorecidos y abatidos; pero como en el paraíso terrenal, después de la caída del hombre, la rosa se cayó, quedando la zarza sobre la que crecía; así aquí”. (Trapp)

c. Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos: Dios no solo le dio a Israel un juramento; mientras el pueblo de Dios aún estaba en Egipto, Dios les dio una orden. La orden era echar de sí los ídolos de Egipto. No debían tener nada que ver con los dioses de Egipto.

i. “El hecho de que se convirtieran tan fácilmente a nuevos ídolos como el becerro de oro, indica que muchos, como dice Ezequiel, deben haber sido atraídos también por las prácticas religiosas egipcias”. (Wright)

3. (8-9) La misericordia de Dios hacia la desobediencia temprana de Israel hacia Él mientras seguían en Egipto.

Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto. Con todo, a causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actué para sacarlos de la tierra de Egipto.

a. Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme: Incluso mientras estaba en Egipto, Israel no escuchó a Dios y no dejaron los ídolos de Egipto. En respuesta, Dios dijo que los juzgaría (derramaría mi ira sobre ellos).

i. “Continuaron apegados a la idolatría de Egipto; de modo que, si hubiera consultado solamente mi justicia, los habría consumido incluso en el mismo Egipto”. (Clarke)

ii. “No abandonaron los ídolos de Egipto; es probable que algunos de ellos llevaran consigo (como hizo Raquel con su padre) los ídolos de Egipto”. (Poole)

iii. Hubo varias evidencias de la idolatría de Israel en Egipto:

·La adoración del becerro de oro en el Monte Sinaí (Éxodo 32:1-6).

·La idolatría practicada en Egipto: Quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová (Josué 24:4).

·La elección de los becerros de oro como objetos de adoración por parte de Jeroboam (1 Reyes 12:26-33).

b. A causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones: A pesar del pecado de Israel, Dios extendió su gracia y misericordia a Israel mientras aún estaba en Egipto. Hizo esto para preservar su reputación entre los gentiles, y cumplió su promesa de sacarlos de la tierra de Egipto.

i. “Cuando Dios no pudo encontrar base en ellos para extenderles su misericordia y gracia, lo hizo únicamente por su nombre, es decir, para su propia gloria”. (Feinberg)

ii. “La reputación divina depende del destino y el bienestar de su pueblo. Todos los tratos de Dios con Israel fueron públicos, ante los ojos de las naciones. Israel iba a ser el agente a través del cual las naciones llegarían a saber que él es Yahveh”. (Block)

4. (10-17) La misericordia de Dios para un Israel desobediente en el desierto.

Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico. Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, vivirá; y mis días de reposo profanaron en gran manera; dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos. Pero actué a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado. También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras; porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en mis estatutos, y mis días de reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazón. Con todo, los perdonó mi ojo, pues no los maté, ni los exterminé en el desierto.

a. Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto: A pesar de los pecados descritos en Ezequiel 20:8, Dios hizo lo que describe en Ezequiel 20:9. Dios los liberó de la esclavitud y de Egipto y los puso en el camino a Canaán, la Tierra Prometida.

i. Los saqué “Aunque estaban muy oprimidos y degradados, no estaban dispuestos a salir de su casa de servidumbre. Me vi obligado a forzarlos a marcharse”. (Clarke)

b. Les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos: Dios hizo mucho más que sacar a Israel de Egipto. Los llevó al Monte Sinaí donde les dio su ley. Él les dio sus días de reposo para que fuesen por señal entre ellos y Él mismo. Dios lo hizo todo para apartar a Israel para sí mismo.

i. “Si hubieran prestado atención a estas cosas, si las hubieran cumplido. Habrían sido santos, saludables y felices”. (Clarke)

ii. “El día de reposo era la señal central del antiguo pacto (cf. Isaías 56:2, 4). Repetidamente se muestra que la ley del día de reposo no era una legislación por la cual ellos pudieran ganar vida sino más bien la señal del pacto entre Dios e Israel”. (Feinberg)

iii. “La frase ‘el hombre que los cumpliere vivirá’ (v.13) refleja Levítico 18:5. No es una referencia a la salvación eterna por obras”. (Alexander)

c. Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto: Hubo muchas veces en que Israel hizo esto. Una de las más notables fue su pecado con el becerro de oro (Éxodo 32:1-8). Incluso en el desierto, profanaron los días de reposo de Dios.

i. Tras sus ídolos iba su corazón: “Heb., Sus deidades estercoleras; esos sucios deleites los alejaron por completo de Dios y de la bondad. Cualquier pecado amado lo hará”. (Trapp)

d. Dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto: Como lo hizo en Egipto (Ezequiel 20:8), Dios dijo que juzgaría a Israel en el desierto. Sin embargo, como lo hizo antes, Dios detuvo su juicio a causa de su nombre, para preservar su reputación a la vista de las naciones.

e. Ni los exterminé en el desierto: Israel ciertamente merecía el juicio de Dios en el desierto, pero Dios misericordiosamente los llevó a la Tierra Prometida.

5. (18-20) El llamado de Dios a la próxima generación de Israel en el desierto.

Antes dije en el desierto a sus hijos: No andéis en los estatutos de vuestros padres, ni guardéis sus leyes, ni os contaminéis con sus ídolos. Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y ponedlos por obra; y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios.

a. Antes dije en el desierto a sus hijos: La generación que vino de Egipto no confió ni obedeció a Dios como debía. Dios misericordiosamente habló a la próxima generación y les dijo que no repitieran los mismos errores que sus padres.

b. Yo soy Jehová vuestro Dios; andad en mis estatutos, y guardad mis preceptos, y ponedlos por obra: Dios le dio a esa generación, nacida y criada en el desierto, el camino y la oportunidad de andar en sus caminos.

6. (21-24) La misericordia adicional de Dios para Israel en el desierto.

Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto. Mas retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado. También les alcé yo mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras, porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos.

a. Mas los hijos se rebelaron contra mí: Tristemente, la generación nacida y criada en el desierto no obedeció a Dios. Dios dijo: ellos no anduvieron en mis estatutos, ni guardaron mis decretos para ponerlos por obra.

b. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto: Tal como lo hizo con respecto a Israel en Egipto (Ezequiel 20:8) y la generación que salió de Egipto (Ezequiel 20:13), Dios dijo que Él juzgaría a la generación de Israel nacida y criada en el desierto.

c. Mas retraje mi mano a causa de mi nombre: Una vez más, Dios perdonó a Israel y lo hizo teniendo en cuenta su reputación entre las naciones.

d. Alcé yo mi mano en el desierto, jurando, que los esparciría entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras: En el período tardío del desierto, Dios prometió a Israel que si persistían en la desobediencia y la rebelión, Él los dispersaría por las naciones (Deuteronomio 4:27 y 28:64). Ezequiel y los ancianos con los que hablaba habían experimentado el cumplimiento de ese juramento.

i. “Pero ya en la era del desierto, Dios había predicho la dispersión mundial de Israel entre las naciones (Deuteronomio 28:64-68). El cautiverio babilónico fue solo una realización parcial de esta profecía de Moisés”. (Feinberg)

7. (25-26) En su juicio, Dios permite que Israel sufra las consecuencias de su pecado.

Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir. Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová.

a. Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos: Ya que Israel rechazó la ley de Dios (Ezequiel 20:8, 20:13, 20:16), Dios les permitió vivir bajo la ley de otras naciones – estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir.

i. “Ezequiel estaba declarando que, en retribución, el Señor les permitió seguir sus propios caminos para castigarlos de acuerdo con sus obras. El pasaje está hablando en el sentido de una sentencia judicial…. La desobediencia conduce a un pecado mayor. El pecado se convierte en su propio castigo”. (Feinberg)

ii. “Dios los entregó a las costumbres y consecuencias de la religión que habían elegido”. (Wright)

iii. “Cuando se rebelaron contra el Señor, despreciaron sus estatutos y profanaron sus días de reposo; en efecto, lo desecharon y se entregaron por completo a sus ídolos, entonces él los abandonó, y ellos se abandonaron a las costumbres y ordenanzas de los paganos”. (Clarke)

b. Y los contaminé en sus ofrendas: Israel sirvió y honró a los ídolos paganos de las maneras más inmundas y terribles, en última instancia, incluyendo el sacrificio de niños (hacían pasar por el fuego a todo primogénito).

c. Para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová: Estos grandes pecados mientras estuvieron en la tierra finalmente trajeron el juicio de Dios retenido por mucho tiempo.

B. La misericordia de Dios hacia el Israel desobediente en la Tierra Prometida.

1. (27-28) La idolatría de Israel en la Tierra Prometida.

Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron vuestros padres cuando cometieron rebelión contra mí. Porque yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso agradable, y allí derramaron sus libaciones.

a. Aun en esto me afrentaron vuestros padres: Ezequiel aquí repasa parte de la historia de Israel, comenzando con la nación cuando recibieron a Canaán como un regalo de Dios. Incluso entonces fueron infieles a Dios cuando los trajo a la tierra.

b. Miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron ofrendas: En terrible ingratitud, Israel usó los mismos collados y árboles que Dios les dio para ofrecer sus sacrificios a los ídolos paganos. Los sacrificios fueron de todo tipo, incluyendo incienso (incienso agradable) y vino (derramaron sus libaciones).

i. “La rebelión culminante de la historia de Israel fue que cuando finalmente, en la misericordia de Dios, entraron en la tierra prometida, rápidamente tomaron los santuarios paganos cananeos en lo alto de las colinas como sus propios lugares de sacrificio”. (Taylor)

2. (29-32) Dios se niega a hablarle a un Israel que no lo escucha.

Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy. Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres, y fornicáis tras sus abominaciones? Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no os responderé. Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra.

a. ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Israel usó las cimas de las colinas y montañas para altares de ídolos y sacrificios con tanta frecuencia que el término lugar alto se usaba para cualquier lugar de idolatría, sin importar la elevación (como en Ezequiel 16:24-25). El nombre Bama significa lugar alto.

i. Bama: “Un lugar alto; un nombre bastante bueno en sí mismo, pero, tal como lo usan, tan odioso para todos los buenos corazones como una casa de burdel lo es para una matrona casta. Para ella es de lo peor pasar junto a él, y le escupe. Lo mismo deberíamos hacer nosotros en un caso similar”. (Trapp)

b. ¿No os contamináis vosotros a la manera de vuestros padres? Esta fue la pregunta crítica que Ezequiel hizo a los ancianos que vinieron a él como profeta para consultar al Señor (Ezequiel 20:1). Después de detallar una larga historia del pecado y la idolatría de Israel, los ancianos eran aquellos y representaban a aquellos que se habían contaminado con todos sus ídolos hasta hoy. Nada había cambiado.

i. “¿Por qué este repaso de los pecados del pasado de la nación a los compatriotas del profeta en el exilio? La razón es clara: los pecados de sus padres se reflejaban en sus propias vidas, como se demuestra a lo largo del mensaje”. (Feinberg)

ii. Sin embargo, Dios usó el período de exilio para refinar y cambiar a Israel. Cuando salieron de su exilio en Babilonia, ya no tenían el mismo problema con la idolatría que tenían antes. Ciertamente tenían otros pecados y fallas, pero parecían estar “curados” de su idolatría exterior de los dioses paganos.

c. ¿Y he de responderos yo, casa de Israel? Los ancianos originalmente vinieron a buscar una palabra de Dios a través del profeta Ezequiel (Ezequiel 20:1). Dios dejó en claro que Él no debía ninguna revelación especial a un pueblo tan desobediente. Si queremos escuchar la voz de Dios y recibir su guía, siempre es mejor obedecer lo que Él ya ha dicho y caminar en el camino ya revelado.

i. “Es como si expresara su sorpresa de que aquellos que habían continuado en el pecado y emulado la desobediencia de sus antepasados aún esperaran recibir nuevas revelaciones de Dios”. (Feinberg)

ii. “¿Eres digno de venir a pedirme consejo a mí, a quien has abandonado y reprochado tan descaradamente, tan obstinadamente? ¿Puedes esperar que te responda?”. (Poole)

d. Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra: Dios reprendió con fuerza a los ancianos, y a muchos otros entre los exiliados de Israel, por sus pecados ocultos y no expresados. Casi anhelaban la oportunidad de vivir como las demás familias de la tierra y abandonar al Señor, sirviendo al palo y la piedra. Dios tenía que corregir esta mala actitud o Israel se asimilaría completamente a los países donde fueron exiliados.

i. “Queréis naturalizaros entre los idólatras, y formar parte de tales naciones. Pero esto no será así en absoluto; seréis preservados como un pueblo distinto. No se os permitirá mezclaros con la gente de esos países: incluso ellos, idólatras como son, os despreciarán y rechazarán”. (Clarke)

ii. Seamos como las naciones: “Cuanto más placer hayamos tenido en los caminos prohibidos, más aguda será la angustia a través de la cual tendremos que volver sobre nuestros pasos. No podemos ser como las naciones. No podemos servir a palo y piedra. No podemos seguir nuestro propio camino”. (Meyer)

3. (33-36) La fuerte promesa de restauración de Dios.

Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros; y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré de las tierras en que estáis esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado; y os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara. Como litigué con vuestros padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con vosotros, dice Jehová el Señor.

a. Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre vosotros: Dios dijo esto con un voto (Vivo yo), enfatizando el hecho de que aunque Israel lo había abandonado de muchas maneras, Él no los había abandonado. Dios reinaría sobre ellos en sus propios términos.

i. “No se permitirá que suceda la insidiosa actitud de asimilación hacia los caminos idólatras de los paganos”. (Taylor)

ii. “Si uno lee estos versículos desapasionadamente, no ofrecen salvación al Israel existente sino todo lo contrario. La única “misericordia” que Yahveh promete, la única cesación del exilio donde se encuentra Israel, es que pueda ser confrontado por su Amo. El resultado de esta confrontación es que Israel llegará a darse cuenta de la enormidad de su culpa. El pueblo aborrecerá el mal que han hecho”. (Vawter y Hoppe)

b. Y os sacaré de entre los pueblos, y os reuniré: Dios había cumplido su promesa de dispersar al Israel desobediente. Pronto cumpliría su promesa de restaurarlos, y con la misma energía y resolución que su juicio anterior.

c. Os traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con vosotros cara a cara: Dios prometió tratar con Israel en su regreso del exilio tanto como lo hizo con ellos cuando salieron de Egipto. Él les probaría su amor y fidelidad, y así defendería su caso con Israel.

i. Al desierto: “Así que el período final de la historia de Israel, la dispersión en el exilio, se ve como una reversión a la vida en el desierto que había precedido al asentamiento en Canaán”. (Taylor)

ii. Cara a cara: “El énfasis no está en la intimidad de la relación entre la deidad y el ser humano sino en la franqueza del encuentro. Esta vez no habrá nube ni mediador que proteja a Israel de la asombrosa majestad divina”. (Block)

4. (37-38) Dios promete corrección y pacto.

Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto; y apartaré de entre vosotros a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabréis que yo soy Jehová.

a. Os haré pasar bajo la vara, y os haré entrar en los vínculos del pacto: Dios prometió que el tiempo del exilio sería un correctivo necesario y que el pacto que tenía con Israel sería nuevamente restaurado. La corrección comenzaría seleccionando a aquellos que fueran restaurados a la tierra, como un pastor identifica a su rebaño bajo la vara.

i. Bajo la vara: “El modismo se deriva de la costumbre de un pastor parado en la entrada del redil y usando su vara para contar, examinar y clasificar a sus ovejas”. (Block)

ii. “Así como el bastón de un pastor se emplea para contar las ovejas (Jeremías 33:13), así el Señor someterá a todo el rebaño bajo la vara, esta vez con el propósito de separar a los piadosos de los impíos”. (Feinberg)

b. Apartaré de entre vosotros a los rebeldes: Dios prometió que no todos los que estaban en el exilio regresarían. Los rebeldes y los que se rebelaron no entrarían en la tierra de Israel. Esta obra de purga sería otra forma en que Dios se revelaría a sí mismo a Israel (sabréis que yo soy Jehová).

i. Vemos en estas promesas un cumplimiento parcial en el regreso del cautiverio babilónico bajo el liderazgo de Esdras y Zorobabel, y un cumplimiento mayor y más perfecto en la era milenaria.

ii. Smith habló sobre el cumplimiento parcial más temprano: “Siglos antes, en el desierto de Egipto, el Señor había discriminado entre los que estaban destinados a entrar en la tierra prometida y los que no. Así que ahora el exilio babilónico serviría para discriminar entre aquellos a quienes se les permitiría regresar y aquellos a quienes no”.

iii. Wiersbe habló sobre el último cumplimiento final: “Israel será restaurada a su relación de pacto con el Señor y experimentará las bendiciones del Nuevo Pacto (18:31; 36:26-27). ‘Expulsaré a los rebeldes’ (20:38) y no se les permitirá entrar en la tierra de Israel y disfrutar de las bendiciones del reino mesiánico”.

C. Dios se revela a sí mismo en restauración y misericordia.

1. (39) Un desafío de elegir a Jehová o a los ídolos.

Y a vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos.

a. Y a vosotros, oh casa de Israel: Habiendo caminado a través de la historia del pecado de Israel y la historia de la misericordia de Dios hacia Israel, habiendo traído el asunto al día presente, y habiendo hablado del futuro, ahora Yahveh les daba un desafío.

b. Andad cada uno tras sus ídolos: Dios llamó a su pueblo a un punto de decisión. Si querían servir a sus ídolos, entonces también podrían decidirse y hacerlo. Que se conviertan en babilonios en todos los sentidos ahora que estaban en Babilonia.

c. Pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos: Lo que Dios no quería de Israel era un corazón dividido. Cuando trajeron la adoración a Yahveh de corazones también entregados a los ídolos, profanaron a Dios y su nombre. En la redacción del Nuevo Testamento, Dios llamó a Israel a ser caliente o frío, pero ya no tibio (Apocalipsis 3:15-16).

2. (40-41) Reunidos de nuevo para adorar a Dios apropiadamente.

Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. Como incienso agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones.

a. Pero en mi santo monte… allí me servirá toda la casa de Israel: Dios prometió que cuando Israel fuera restaurado a la tierra, el pueblo le serviría una vez más de una manera que Él aceptaría. Esto se cumplió cuando el templo fue reconstruido bajo el liderazgo de Esdras y Zorobabel.

i. Me servirán: “Prestarán servicio sacerdotal a Dios, porque la palabra ‘servir’ es el término técnico para ministerio sacerdotal (cf. para esta comisión Éxodo 19:6)”. (Feinberg)

b. Como incienso agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos: Dios claramente anhelaba la restauración de Israel en la tierra. Cuando Dios los trajera de donde los había esparcido, sería como un sacrificio agradable. También glorificaría a Dios a los ojos de las naciones.

3. (42-44) Dios revelado en su restauración y misericordia.

Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres. Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor.

a. Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os haya traído a la tierra de Israel: La restauración de Dios de Israel a la tierra sería una poderosa revelación de sí mismo, tanto para Israel como para el mundo. Este fue el caso del regreso del exilio babilónico; también fue cierto para el regreso de Israel a la tierra en 1948.

b. Alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres: Dios le prometió la tierra a Abraham (Génesis 12:1-3) y a sus descendientes del pacto. Era su tierra, y siguió siendo su tierra incluso después de que Dios los dispersó de la tierra a causa de su desobediencia.

c. Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis: El Israel restaurado ya no sería entregado a los mismos pecados que antes del exilio. Se aborrecerían a sí mismos por todos los pecados que habían cometido.

i. Y allí os acordaréis de vuestros caminos: “El reconocimiento es lo primero en la reforma” (Trapp). “Como en otros lugares, zakar [acordaréis] no significa simplemente ‘recordar’, sino ‘reconocer, tener en cuenta, aceptar responsabilidad por’ su conducta”. (Block)

ii. “Estas promesas pueden, en cierto sentido limitado, aplicarse a la restauración del cautiverio babilónico; pero deben tener su debido cumplimiento cuando los judíos acepten a Jesús como su Salvador, y en consecuencia sean traídos de vuelta de todas sus dispersiones a su propia tierra”. (Clarke)

d. Cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos: La abrumadora misericordia de Dios hacia Israel sería una poderosa revelación de la existencia y el carácter de Yahveh (Y sabréis que yo soy Jehová).

i. “Israel tendría un nuevo entendimiento de Jehová, y llegaría a saber que la razón perpetua de su operación era la gloria de su nombre, y no simplemente castigarlos por sus malos caminos, es decir, el castigo de Jehová nunca fue simplemente vengativo, sino que siempre es un proceso que avanza hacia la realización de su intención original de bien para las naciones de la tierra”. (Morgan)

D. Juicio como un incendio forestal.

“En el texto hebreo de Ezequiel, el versículo 45 de este capítulo es el comienzo del capítulo 21, donde la conexión es clara y la figura se explica en un discurso profético directo”. (Feinberg)

1. (45-48) Juicio sobre el bosque del sur.

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur, derrama tu palabra hacia la parte austral, profetiza contra el bosque del Neguev. Y dirás al bosque del Neguev: Oye la palabra de Jehová: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos los rostros, desde el sur hasta el norte. Y verá toda carne que yo Jehová lo encendí; no se apagará.

a. Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur: Dios le dijo a Ezequiel que predicara contra el sur, es decir, la tierra de Judá, que se encuentra al sur de donde estaba Ezequiel (Babilonia). Aquí Judá y Jerusalén se representan como un bosque listo para ser quemado. Jerusalén estaba tan llena de gente como el bosque está lleno de árboles.

i. “El hebreo usa tres palabras diferentes [para el sur] (temana, darom y negeb). De estos, los dos primeros son palabras poéticas generales para describir la dirección sur, mientras que el tercero se refiere a un área geográfica nombrada, llamada en el Israel moderno Neguev, que se encuentra al sur de las colinas de Judea”. (Taylor)

ii. “‘Predicar contra el sur’ (RSV) es un pálido equivalente del hebreo, que en realidad es más ‘escupir hacia el sur’; la palabra aparece en Ezequiel solo en este pasaje”. (Vawter y Hoppe)

iii. “El bosque del sur se refería al reino del sur de Judá, un área boscosa en tiempos bíblicos, incluso en el alto Neguev”. (Alexander)

b. He aquí que yo enciendo en ti fuego: El ejército babilónico vendría con un juicio devastador contra Judea y Jerusalén. El juicio sería tan completo que quemaría tanto el árbol verde como el árbol seco aquellos que obviamente estaban listos para quemarse en el juicio venidero y aquellos que eran relativamente justos e inocentes.

i. “Ezequiel caracteriza a Yahveh como un enemigo que enciende el bosque, provocando una conflagración que no cesa hasta que cada ramita se haya consumido”. (Block)

ii. “Ese fuego consumiría todo árbol verde así como todo árbol seco. La idea es que tanto los justos como los malvados sufrirían la devastación causada por los invasores caldeos”. (Smith)

c. Y verá toda carne que yo Jehová lo encendí: El juicio de Dios contra Israel sería tan poderoso y completo que todo el mundo se daría cuenta.

2. (49) La queja del profeta.

Y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?

a. ¡Ah, Señor Jehová!: Esta fue otra de las apasionadas súplicas de Ezequiel a Dios.

b. ¿No profiere éste parábolas? Los ancianos de Israel (Ezequiel 20:1) y otros rechazaron o incluso despreciaron el mensaje de Ezequiel porque afirmaban que era difícil de entender. Su falta de comprensión fue deliberada y sería juzgada.

i. “Los hombres encuentran dificultad para comprender un mensaje que les desagrada… Es bien sabido que para el corazón que no está dispuesto, cualquier mensaje de Dios parece ser difícil de comprender”. (Feinberg)

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