Filemón: La súplica de Pablo hacia un amigo, en nombre de un esclavo
«Esta es una notable epístola, y llena de valor; cada palabra tiene su peso; cada sílaba, su substancia. De un asunto abyecto, el recibimiento de un sirviente fugitivo, san Pablo se eleva como un águila y vuela alto en un discurso celestial». (John Trapp)
A. Saludo e introducción.
1. (1) El escritor y el destinatario.
Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro.
a. Pablo, prisionero: Esta es una breve carta escrita por Pablo durante su encarcelamiento romano descrito en Hechos 28:30-31. Algunos creen que lo escribió durante su tiempo de encarcelamiento en Éfeso, pero es poco probable.
b. Prisionero de Jesucristo: Como siempre, Pablo no se consideraba como un prisionero de Roma, ni de las circunstancias, ni de los líderes religiosos que empezaron sus problemas legales (Hechos 23-24). Pablo era un prisionero de Jesucristo.
i. «No eran grilletes puestos por él mismo, sino una cadena con la cual Cristo lo había investido, por lo que era su insignia de oficio». (Lightfoot, citado por Oesterley)
c. Al amado Filemón: Pablo le escribió a Filemón, un hermano cristiano que vivía en Coloso. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde Filemón es mencionado por nombre, pero sabemos que era un amado amigo de Pablo.
i. La amistad de Pablo con Filemón es demostrada por algo significativo que falta en su saludo. De las 13 cartas que Pablo escribió a las iglesias o a individuos, en 9 de ellas se llamó a sí mismo apóstol en el primer versículo. En esta carta (así como en Filipenses y en I y II de Tesalonicenses), Pablo apela a su lector más como un amigo y menos como un apóstol.
2. (2-3) Saludos a la casa de Filemón.
Y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
a. A la amada Apia: Apia era probablemente la esposa de Filemón; y Arquipo, su hijo. Este saludo dirigido a los miembros de la familia es único entre las cartas de Pablo, pero tiene sentido considerando el contenido de la carta a Filemón. En esta carta, Pablo apela a Filemón respecto a un esclavo fugitivo que ha conocido a Jesús y ha encontrado refugio con Pablo. Según las costumbres de esa época, la esposa de Filemón, Apia, era la supervisora de los esclavos de la casa, así que la carta le concernía a ella también.
i. Con respecto al esclavo fugitivo, «ella está tan involucrada en la decisión como su esposo, porque de acuerdo con las costumbres de su tiempo, ella tenía la responsabilidad del día a día de los esclavos». (Rupprecht)
b. A la iglesia que está en tu casa: Esto significa que la iglesia —o una porción de la iglesia— en Coloso se reunía en la casa de Filemón. Los primeros cristianos no tenían sus propias propiedades para construir iglesias. Los judíos tenían sus sinagogas, pero los cristianos se congregaban en las casas de sus miembros. Los cristianos de una ciudad se reunían en diferentes «casas-iglesia» con un «obispo» de la ciudad que supervisaba estas casas-iglesia. Las casas-iglesia también son mencionadas en Romanos 16:5 y Colosenses 4:15.
i. «Hasta el siglo III, no tenemos evidencia segura de la existencia de edificios para iglesias con el propósito de adorar; todas las referencias apuntan a las casas particulares para esto. En Roma, muchas de las viejas iglesias parecen haber sido construidas en los sitios de casas particulares utilizadas para la adoración cristiana». (Oesterley)
ii. Spurgeon señala que, aparentemente, Filemón tenía una iglesia que se congregaba en su casa. Esto les sugiere a los creyentes que sus casas también deberían ser una iglesia, y que cada hogar debe tener las características de una iglesia saludable:
·Estar conformada por personas convertidas y salvas.
·Adorar juntos.
·Tener un vínculo de unidad.
·Ser suministrada con supervisión.
·Tener siempre presente la enseñanza.
·Tener un corazón para ministrar a los de afuera.
c. Gracia y paz a vosotros: Pablo da su saludo acostumbrado de gracia y paz, encontrado en cada una de sus cartas. Sin embargo, este saludo no está dirigido a toda una congregación, sino a Filemón como individuo. Esto hace que la carta sea única entre los escritos de Pablo.
i. Las otras epístolas pastorales (I y II de Timoteo y Tito) también fueron primero escritas hacia individuos, pero el carácter del contenido sugiere que eran destinadas a ser compartidas con toda la congregación. Filemón es una nota personal escrita de Pablo a un hombre.
ii. «Es solamente una muestra de un sinnúmero de cartas que debieron de haber sido escritas a muchos amigos y discípulos por el temperamento ansioso y cálido afecto de Pablo, en el curso de una larga vida llena de altibajos». (Lightfoot)
3. (4-7) Pablo agradece a Dios por Filemón.
Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos.
a. Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones: Pablo oraba a menudo por Filemón, y oraba con acción de gracias a Dios. Filemón había sido de tan gran bendición para Pablo que oraba a menudo y agradecidamente por él.
i. En las cartas de Pablo, cuatro veces dice que «hace memoria de las personas»: en Romanos (Romanos 1:9), Efesios (Efesios 1:16), Tesalonicenses (1 Tesalonicenses 1:2) y aquí, en Filemón 4.
ii. Hacer memoria significa que Pablo no siempre hacía oraciones largas e intricadas por Filemón, pero que a menudo hacía mención de Filemón en sus oraciones.
b. Oigo del amor y de la fe: Pablo agradece a Dios por Filemón, por todo su amor y fe —primero hacia Jesús y después hacia los santos. La palabra «santos» en el Nuevo Testamento describe a todos los verdaderos cristianos, no solo a unos cuantos cristianos excepcionales.
c. La participación de tu fe: Pablo oraba por Filemón, deseando que la participación de su fe fuera eficaz en la medida en que Filemón entendiera la obra que Dios hacía él (el bien que está en vosotros).
i. El fundamento para todo evangelismo eficaz es el desbordamiento de una vida tocada y cambiada por Dios. Dios ha hecho todo el bien en la vida de Filemón. Ahora, solo era cuestión de que fuera reconocido tanto por Filemón como por aquellos con los que compartía la fe. Cuando todas estas cosas buenas fueran entendidas, otros vendrían a Jesús. La razón por la que a veces no somos eficaces al compartir la fe es porque no sabemos o no podemos comunicar cada cosa buena que Dios ha hecho por nosotros.
ii. La participación de tu fe: Es posible que Pablo quiera aludir a compartir las cosas materiales motivados por la fe. La antigua palabra griega utilizada para «compartir» es koinonia, y a veces Pablo utilizaba koinonia, que significa «comunión, compartir», para referirse a «dar» (2 Corintios 8:4; 9:13; Romanos 15:6).
iii. «El apóstol habla aquí de los trabajos de caridad, en los cuales Filemón abundaba hacia los pobres cristianos». (Clarke)
d. Porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos: Pablo recuerda cuán maravillosamente Filemón ha suplido las necesidades de otros cristianos. Él eficazmente confortó los corazones de otros.
B. La súplica de Pablo en nombre de Onésimo.
1. (8-11) Pablo le habla a Filemón sobre Onésimo.
Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora además, prisionero de Jesucristo; te ruego por mi hijo Onésimo, a quién engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil pero ahora a ti y a mí nos es útil.
a. Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor: Claramente, Pablo está pidiéndole un favor a Filemón. Antes de pedírselo, apela al amor en lugar de hacerlo en forma autoritaria. Por supuesto, debajo de la superficie, Pablo hace manifiesto que tenía el derecho de ordenar lo que convenía —mas apela al amor.
i. Una apelación con amor es a menudo mejor que una orden. Pablo no dudaba en ordenar cuando la situación lo demandaba (1 Corintios 5:4-5), pero su sabiduría le permitía saber cuándo hacer un llamado al amor.
b. Siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora además, prisionero de Jesucristo: Era claro que Pablo le pediría un favor a Filemón. Antes de pedírselo, apeló a las simpatías de Filemón por la manera como se describe a sí mismo (Pablo ya anciano) y sus circunstancias (prisionero).
i. Ya que Pablo hizo su apelación basada en el amor, hace lo que puede para mover la simpatía de Filemón: «Filemón, antes de que te diga lo que necesito de ti, recuerda que soy un anciano y además un prisionero».
ii. Algunas traducciones tienen «embajador» en lugar de anciano. Hay una diferencia de una letra entre las dos palabras griegas.
c. Te ruego por mi hijo Onésimo: Onésimo era un esclavo fugitivo que escapó de su amo Filemón. Al parecer cuando Onésimo escapó, huyó a Roma y —ya sea intencionalmente o no— se encontró con Pablo. Pablo, aunque estaba en arresto domiciliario bajo los romanos, guio a Onésimo a la fe en Jesucristo (a quien engendré en mis prisiones).
i. Era lógico que Onésimo escapara a Roma, la más grande ciudad del imperio romano. Lightfoot dice: «Roma era la cloaca natural para esas escorias de la humanidad». Pero en su afortunado encuentro con Pablo en Roma, Onésimo conoce al hombre que ha llevado a su amo Filemón a Jesús (Filemón 19).
ii. Cuando Pablo hizo su ruego en nombre de Onésimo, siguió las arraigadas tradiciones de la cultura romana. Había una antigua ley griega (heredada por los romanos) que permitía que cualquier esclavo fugitivo tuviera derecho de asilo en un altar. El altar podía ser el hogar de la casa particular de una familia; entonces el cabeza de la familia estaba obligado a darle protección a su esclavo mientras trataba de persuadirlo de regresar con su amo. Si el esclavo se negaba, el cabeza de la familia ponía al esclavo en una subasta y le daba el monto por el esclavo a su antiguo amo. Pablo le ofreció protección a Onésimo y ahora estaba resolviendo el problema con Filemón.
d. Mi hijo Onésimo: Pablo a menudo hablaba de sus convertidos como sus «hijos». Timoteo (1 Corintios 4:17), Tito (Tito 1:4), los cristianos de Corinto (1 Corintios 4:14) y los cristianos de Galasia (Gálatas 4:19) eran llamados los «hijos» de Pablo.
e. El cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil: De alguna manera, Onésimo se hizo útil para Pablo. Tal vez le sirvió de asistente a Pablo durante su arresto domiciliario. Así que el esclavo fugitivo de Filemón, Onésimo, era inútil para Filemón; pero se había vuelto útil para Pablo —y por extensión, también para Filemón (a ti y a mí nos es útil). Filemón amaba a Pablo, si Onésimo ayudaba a Pablo, también estaba ayudando a Filemón.
i. Cuando Pablo habló de Onésimo como inútil y útil, usó un juego de palabras. El nombre Onésimo significa «útil». Ahora que era un cristiano, Onésimo podía hacerle honor a su nombre.
ii. «Es significativo notar que Pablo proclama que en Cristo la persona inútil se hace útil». (Barclay)
iii. Al decirle esto a Filemón, Pablo sugiere sutilmente que le gustaría retener los servicios de su esclavo fugitivo, aunque no le estaba ordenando a Filemón que aceptara.
2. (12-14) Pablo envía a Onésimo de vuelta con la esperanza de que Filemón le permita regresar de nuevo a él.
El cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio; pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.
a. El cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo: Onésimo ha hecho algo malo al escapar de su amo. Era tiempo de corregirlo, así que Pablo estaba dispuesto a enviarlo de vuelta. Aun así, Pablo obviamente quería que Filemón tratara gentilmente a Onésimo. Bajo la ley romana, el amo del esclavo tenía completo y total control sobre su esclavo. No era inusual que un esclavo fuera crucificado por ofensas menores que escaparse.
i. Un antiguo escritor describe como un esclavo llevaba una bandeja de copas de cristal, se le cayeron y quebró una. El amo inmediatamente demandó que el esclavo fuera tirado en un estanque lleno de lampreas que lo desgarraron en pedazos. «La ley romana […] prácticamente no imponía límites al poder de un amo sobre su esclavo. La alternativa de la vida o la muerte caía solo en Filemón, y los esclavos eran constantemente crucificados por ofensas menores que esta». (Lightfoot)
ii. Considerando la enorme cantidad de esclavos que había en el imperio romano, ellos pensaron que los castigos severos en contra de los esclavos fugitivos o rebeldes eran necesarios. En un imperio con al menos 60 millones de esclavos, había un constante miedo de una rebelión de esclavos. Por lo tanto, las leyes en contra de los fugitivos eran estrictas. Al ser capturado, el esclavo podía ser crucificado, o marcado con un hierro caliente en la frente con una letra «F» por «fugitivo».
iii. Considerando esto, entendemos a Pablo cuando dice: «recíbele como a mí mismo». Es como si dijera: «Filemón, sé que este hombre te ha hecho mal y merece ser castigado. Pero considéralo como a mí mismo y sé misericordioso con él».
b. Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio: Claramente, Pablo quería que Onésimo se quedara, porque se había convertido en una gran ayuda. Pablo endulzó su ruego en tres maneras:
i. Primero, si Onésimo se quedara en lugar tuyo: «Filemón, si Onésimo se queda conmigo, es como si tú me sirvieras porque Onésimo es tu siervo».
ii. Segundo, si Onésimo se quedara ayudaría a un hombre en prisiones: «Filemón, sé que Onésimo podría serte útil a ti. Pero yo estoy en prisión y necesito toda la ayuda que pueda obtener».
iii. Tercero, si Onésimo se quedara ayudaría a un hombre en prisiones por el evangelio: «Filemón, por favor, no olvides que estoy en prisiones. Recuerda que es por el nombre del evangelio».
c. Pero nada quise hacer sin tu consentimiento: Pablo hace su súplica y lo hace fuerte y hábilmente. Al mismo tiempo, le ha dejado la decisión a Filemón. Él hace la súplica en amor, pues no iba a pisotear los derechos de Filemón.
d. Para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario: Esto explica por qué Pablo no iba a forzar la decisión de Filemón. Si Pablo lo demandaba, entonces la buena acción de Filemón sería forzada y no voluntaria. Esto haría la situación desagradable y le quitaría a Filemón cualquier recompensa que pudiera tener.
i. Esencialmente, Pablo le dio a Filemón la libertad de hacer lo correcto en amor ante el Señor, y le dio libertad para hacerlo por su propia voluntad y no obligado por Pablo.
3. (15-16) Pablo explica la mano providencial de Dios en el escape de Onésimo.
Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses siempre; no ya como esclavo, sino más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en carne como en el Señor.
a. Se apartó […] algún tiempo: Es cierto que Onésimo se apartó, pero Pablo lo envió de vuelta. De alguna manera, apartarse por algún tiempo no suena tan malo como ser un esclavo fugitivo.
i. Al escribir: «se apartó por algún tiempo», Pablo habló suavemente del escape de un esclavo. Clarke dijo de esta frase: «Es otra delicada pincelada».
b. Porque quizás para esto se apartó de ti por algún tiempo: En parte, el escape de Onésimo fue un problema, pues privó a Filemón de un trabajador y de un bien. Esto hacía que Onésimo fuera considerado un criminal, posiblemente sujeto a la pena de muerte. Aun así, Pablo podía ver el propósito de Dios y quería que Filemón también lo viera.
i. La frase «porque quizás» es importante. Demuestra que Pablo no vino a Filemón de esta manera: «Filemón, Dios me ha enseñado su mano oculta trabajando y tú debes de aceptar lo que yo también veo». En su lugar, la expresión «porque quizás», significa que el corazón de Pablo decía: «Filemón, me parece que Dios está trabajando de maneras inusuales aquí. Déjame decirte lo que veo y tal vez tenga sentido para ti».
c. Para que le recibieses siempre: Esto es un aspecto del propósito de Dios que Pablo vio en la fuga de Onésimo. Filemón, el amo, perdió un esclavo; pero Filemón, el cristiano, obtuvo un hermano y obtuvo ese hermano para siempre.
i. «Aquí el apóstol saca lo mejor de una mala situación. Los convertidos deben ser tratados gentilmente, y sus antiguas prácticas malas no deben de ser agravadas». (Trapp)
d. Que le recibieses siempre; no ya como esclavo, sino más que esclavo, como hermano amado: Pablo le presenta a Onésimo a Filemón no como un esclavo, sino como un hermano. En esta relación como hermanos y no esclavos, Pablo, efectivamente, deroga la aflicción de la relación «amo-esclavo» y sienta las bases para la eventual abolición legal de la esclavitud. Si un hombre es un extraño, puedo hacerlo mi esclavo. ¿Pero cómo puede mi hermano ser mi esclavo?
i. Esta clara distinción entre amo y esclavo era un progreso absolutamente revolucionario. Cambió más a la sociedad que la aprobación de la ley que prohíbe la esclavitud.
ii. «Lo que la carta de Filemón hace es traer la institución a una atmósfera donde puede marchitarse y morir. Donde el amo y el esclavo pueden unirse en afección como hermanos en Cristo, la emancipación formal era cuestión de interés, la confirmación legal de una nueva relación». (Bruce)
iii. La transformación de un individuo es clave para la transformación de una sociedad y del ambiente moral. «Pero marquen estas palabras: la verdadera reforma del borracho consiste en darle un nuevo corazón; la verdadera recuperación de la ramera es encontrada en una naturaleza renovada […]. Puedo ver a algunos de mis hermanos jugando en las ramas del árbol del vicio con sus sierras de madera, pero el evangelio pone el hacha en la raíz de todo el bosque del mal, y si es bien recibida en el corazón derriba todos los malos árboles al mismo tiempo y en su lugar, brota el árbol de abeto, el pino y boj juntos, para decorar la casa de la gloria de nuestro Señor». (Spurgeon)
4. (17-19) La promesa personal de restitución de Pablo hacia Filemón.
Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. Yo Pablo escribo de mi mano, yo lo pagaré por no decirte que aún tú mismo te me debes también.
a. Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo: Otra vez, Pablo se para a lado de Onésimo, pidiendo misericordia: «Si yo soy tu compañero en el evangelio, entonces trata a Onésimo como me tratarías a mí».
i. La súplica de Pablo es poderosa, porque apoyó a un hombre culpable y le dijo al dueño del esclavo: «Yo sé que este hombre es un criminal y que merece castigo. Pero este esclavo es mi amigo, así que si lo castigas a él también me castigas a mí. Yo me paro a su lado para tomar su castigo». Esto es lo que Jesús hizo por nosotros ante nuestro amo, Dios Padre.
b. Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta: Aparentemente, cuando Onésimo escapó, le robó algo a Filemón. Esto en sí mismo, es un crimen capital. Pablo pide que el valor de lo que ha sido robado le sea «cobrado» a él: «Ponlo en mii cuenta, Filemón».
c. Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré: Pablo era tan serio que le dio a Filemón una nota personal escrita por su propia mano. Cuando Pablo le dice a Filemón: «Pon las deudas de Onésimo en mi cuenta», él esencialmente hacía por Onésimo lo que Jesús hizo por nosotros al poner nuestros pecados en su cuenta.
i. «Aquí vemos como Pablo hace cuanto puede por el pobre Onésimo, y con todos sus medios ruega por su causa con su amo, y se pone a sí mismo como si fuera Onésimo y fuera él quien le ha hecho mal a Filemón. Así como Cristo lo hizo por nosotros con Dios Padre, así también Pablo lo hace por Onésimo con Filemón. Todos somos su Onésimos, según mi manera de pensar». (Luther)
d. Por no decirte que aún tú mismo te me debes también: Mientras estudiaban las «cuentas», Pablo menciona algo más: «Filemón, recuerda que yo tengo muchos créditos tuyos en mi cuenta, porque aún tú mismo me debes también». Pablo podía permitirse el lujo de pagar los gastos de Onésimo porque, en un sentido, ¡Filemón le debía a Pablo su salvación!
5. (20-22) La confianza de Pablo en la respuesta de Filemón.
Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor. Te he escrito confiado en tu obediencia, sabiendo que harás aún más de lo que digo. Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido.
a. Tenga yo algún provecho de ti en el Señor: «Provecho» se traduce de la antigua palabra griega oninemi, la raíz de la palabra «Onésimo». Pablo utiliza otro juego de palabras y el nombre de Onésimo para comunicar una no tan sutil solicitud: «Déjame tener a Onésimo de regreso en el Señor».
b. Conforta mi corazón en el Señor: Previamente en la carta, Pablo dice que Filemón era un hombre que confortaba los corazones de los santos (Filemón 7). Ahora, Pablo le dice a Filemón cómo puede confortar su corazón: dejando que Onésimo se quede con él.
c. Sabiendo que harás aún más de lo que te digo: La carta de Pablo, llena de súplicas, también está llena de esperanza. Filemón no era un hombre malo ni severo. Pablo tenía toda la razón al esperar que él fuera a cumplir su deber cristiano y a hacer aún más de lo que Pablo pidió.
d. Prepárame también alojamiento: Esto muestra la cercana relación entre Pablo y Filemón. Pablo conocía la hospitalidad que siempre lo esperaba en la casa de Filemón.
e. Espero que por vuestras oraciones os seré concedido: Pablo quería que Filemón orara, y no pensaba que las oraciones eran una mera formalidad. Pablo creía que por las oraciones de Filemón podrían estar juntos una vez más.
C. Conclusión.
1. (23-24) Pablo envía saludos a Filemón de amigos en común en Roma.
Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.
a. Epafras […] Marcos, Aristarco […] mis colaboradores: Cada uno de sus nombres son mencionados en la conclusión de la carta a los colosenses (Colosenses 4:10-17). Esto confirma que las dos cartas fueron al mismo lugar. Filemón vivía en Coloso.
i. Colaborares: «Literalmente, “un prisionero de guerra”, usado metafóricamente». (Oesterley)
b. Demas: «Demas es, supuestamente, el mismo que continuó con Pablo hasta su último encarcelamiento en Roma, después del cual él se fue por lo que se supone ha sido el amor al mundo (2 Timoteo 4:10)». (Clarke)
2. (25) Conclusión a la carta.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
a. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu: Vemos algunos principios perdurables en la carta de Pablo a Filemón.
i. Pablo nunca pidió una caída del sistema de esclavitud; sin embargo, los principios en la carta de Filemón destruyen la esclavitud. Los cambios sociales más grandes vienen cuando el corazón de las personas es cambiado. En nuestra sociedad, el racismo y nuestra baja consideración por los niños no nacidos, no pueden ser eliminados por ley; un cambio de corazón debe ocurrir.
ii. Onésimo estaba obligado a regresar a su amo. Cuando hacemos algo malo, debemos de hacer lo posible por corregirlo. Ser hechos nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17) no elimina nuestra responsabilidad de hacer restitución; aumenta nuestra obligación, aun cuando la restitución sea difícil.
iii. Onésimo era moralmente responsable por sus errores. La carta a Filemón demuestra que nosotros no somos guiados principalmente por la economía, a pesar de las ideas de los marxistas y los liberales modernos. Seamos ricos o pobres, debemos ser guiados por el espíritu de Dios, no por nuestro estado económico.
iv. «En ninguna parte del Nuevo Testamento se demuestra más claramente la integración del pensamiento y la vida del cristiano. Ofrece una mezcla, completamente característica de Pablo, de amor, sabiduría, humor, delicadeza, tacto y, sobre todo, madurez cristiana y humana». (Wright)
b. Amén: La conclusión de la carta puede guiarnos a preguntarnos: «¿Por qué Filemón está en nuestra Biblia?». En 110 d.C., el obispo de Éfeso se llamaba Onésimo y pudo haber sido el mismo hombre. Si Onésimo estaba al final de su adolescencia o a inicios de sus veinte cuando Pablo escribió esta carta, pudo haber tenido 70 años en 110 d.C., y esa no era una edad poco razonable para ser un obispo en esos días.
i. «Ignacio, en sus epístolas a Éfeso hizo mención de Onésimo, como pastor de Éfeso, después de Timoteo. El martirologio romano dice que fue apedreado a muerte en Roma, bajo el emperador Trajano». (Trapp)
ii. También hay evidencia histórica de que las cartas de Pablo fueron reunidas como un grupo en la ciudad de Éfeso. Tal vez Onésimo primero compiló las cartas y quería estar seguro de que su carta —la carta de libertad— fuera incluida.
©2024 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com