Génesis 20




Génesis 20 — Abraham miente acerca de Sara otra vez

A. La mentira de Abraham en contraste con la protección de Dios.

1. (1-2) Abraham miente de una manera semejante a la vez anterior.

De allí partió Abraham a la tierra del Neguev, y acampó entre Cades y Shur, y habitó como forastero en Gerar. Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara.

a. De allí partió Abraham a la tierra del Neguev: Después de la destrucción de Sodoma y Gomorra, Abraham se mudó. Quizás, ya no quiso vivir en las montañas viendo la región destruida, ni estar recordando a las personas y el juicio hecho sobre ellas.

b. Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana: La preocupación de Abraham, probablemente, no era porque Sara parecía una hermosa joven a los 90 años de edad. Podemos suponer que lucía bonita a esa edad, pero lo más importante era que estaba conectada a uno de los hombres más ricos y con más influencia de aquella región. En aquel entonces, un harén era más bien un estado político que algo romántico.

i. No debemos ignorar la idea de la belleza de Sara, aún en su edad avanzada. «Ella, hasta cierto punto, había sido rejuvenecida físicamente, para concebir, dar a luz, y dar de mamar a Isaac, y es posible que esto también se haya manifestado en una renovación de su hermosura». (Morris)

c. Es mi hermana: Esta es la misma mentira que Abraham usó en Génesis 12:10-13. Él muestra que es bastante fácil deslizarnos, regresando a hábitos pecaminosos. Abraham tropieza en algo en que había tropezado antes. En vez de confiar en que Dios mantendría a su familia unida, inventó su propio plan; pero su plan fallaría completamente.

i. La edad no nos hace santos automáticamente. Si no estamos sometidos al Espíritu de Dios, se repetirán en nuestra vejez los mismos patrones de pecado que tuvimos en nuestra juventud.

2. (3-7) Dios amenaza a Abimelec con juicio por haber tomado a Sara.

Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente? ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto. Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases. Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos.

a. He aquí, muerto eres: Escuchar esto de Dios fue aterrador, aun en un sueño. Pero esto tenía que estar claro para Abimelec, aun si podía decir: «Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto».

i. Puede ser que esto parezca drástico, pero había mucho en riesgo. «Supongamos que Abimelec hubiera tomado a Sara y Dios no hubiera intervenido. La simiente de dos personas diferentes hubiera estado en el vientre de Sara, y hasta el día de hoy habría una sombra de duda acerca del linaje de nuestro Señor». (Barnhouse)

b. Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto: Porque el corazón de Abimelec estaba limpio en cuanto a esto, Dios lo guardó de cometer peores pecados. El poder de Dios para proteger puede guiar aun a un rey pagano.

i. A pesar de la falla de Abraham al no confiar realmente en Dios en esta situación, Dios no lo iba a abandonar. Él no dejaría que Abimelec tocara a Sara. De aquel vientre saldría el hijo de la promesa, de quien eventualmente vendría el Mesías. Dios no iba a dejar esto en las manos del hombre.

c. Porque es profeta, y orará por ti: Aunque Abraham está en pecado, sigue siendo un profeta y un poderoso hombre de oración. La misericordia de Dios no dejó a Abraham, a pesar de que Abraham no confió en Dios como debía.

B. Abraham es reprendido otra vez.

1. (8-10) Abraham (igual que la última vez) sufre un regaño de un rey pagano.

Entonces Abimelec se levantó de mañana y llamó a todos sus siervos, y dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres en gran manera. Después llamó Abimelec a Abraham, y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿En qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan grande pecado? Lo que no debiste hacer has hecho conmigo. Dijo también Abimelec a Abraham: ¿Qué pensabas, para que hicieses esto?

a. Lo que no debiste hacer has hecho conmigo: Es triste ver que Abimelec (el rey pagano) está haciendo lo correcto, y que Abraham (el hombre de Dios) está haciendo lo incorrecto; y Abimelec se lo dijo a Abraham.

b. ¿Qué pensabas, para que hicieses esto?: No era lógico que Abimelec le hiciera a Abraham esta pregunta. Seguramente, Abraham no estaba mirando a Jehová cuando mintió y no confió en Dios.

2. (11-13) La excusa de Abraham.

Y Abraham respondió: Porque dije para mí: Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar, y me matarán por causa de mi mujer. Y a la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi madre, y la tomé por mujer. Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo le dije: Esta es la merced que tú harás conmigo, que en todos los lugares adonde lleguemos, digas de mí: Mi hermano es.

a. Ciertamente no hay temor de Dios en este lugar: Esta fue la excusa de Abraham por su engaño pecaminoso; pero el verdadero problema era que no había temor de Dios en Abraham. Si realmente hubiera respetado a Jehová, sus mandamientos, sus promesas, y su protección, entonces Abraham nunca hubiera confiado en sus propias fuerzas para mantener unida a su familia.

b. Y a la verdad también es mi hermana: Esto es otro intento de Abraham de justificar su mentira, diciendo que realmente era la verdad; pero era una verdad a medias, dicha con el propósito de engañar, lo que la hace una mentira completa.

c. Y cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre: Esto es una manera indirecta de culpar a Dios por el problema. Abraham dice que Dios lo envió en este viaje peligroso en el cual se tenía que proteger.

i. «Hay un significado terrible en el verbo “errar”que Abraham usa. La palabra hebrea se usa exactamente cincuenta veces en las Escrituras y nunca con un buen sentido. Se usa para hacer referencia a animales apartándose, a un borracho tambaleando, a la seducción pecaminosa, a las mentiras de un profeta que hacen errar a la gente, al camino de un corazón mentiroso. Otras seis palabras se traducen como errar, y Abraham podía haber usado cualquiera de ellas, pero escogió la peor palabra disponible». (Barnhouse)

ii. Abraham hubiera podido decir: «Perdóname Abimelec, por haberlos deshonrado a ti y a mi Dios. Mi cobardía egoísta me sobrecogió, y negué a mi Dios por temer que el que me llamó no me podía cuidar. Él no es como tus dioses de madera y piedra. Él es el Dios de gloria. Él es el Dios viviente, el Creador, el Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra. Él me dijo que sería mi escudo y mi galardón sobremanera grande, y el que supliría todas mis necesidades […] pecando contra Él, he pecado contra ti. Perdóname, Abimelec». (Barnhouse)

3. (14-18) El regalo de Abimelec recompensa a Sara y Abraham ora por él.

Entonces Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham, y le devolvió a Sara su mujer. Y dijo Abimelec: He aquí mi tierra está delante de ti; habita donde bien te parezca. Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada. Entonces Abraham oró a Dios; y Dios sanó a Abimelec y a su mujer, y a sus siervas, y tuvieron hijos. Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimelec, a causa de Sara mujer de Abraham.

a. Abimelec tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y se los dio a Abraham: Por mostrar generosidad a Abraham, Abimelec esencialmente está amontonando ascuas de fuego sobre la cabeza de Abraham (Romanos 12:20). Abraham debía haber dado regalos a Abimelec, porque él era el que había actuado mal.

i. También, es interesante ver que Abraham acepta estos regalos, cuando antes había rechazado regalos de un rey pagano (Génesis 14:21-24), porque no quiso que nadie pensara que un hombre le había hecho rico. Aquí, debido al compromiso de Abraham, le resultó difícil reclamar un estándar moral elevado.

b. He dado mil monedas de plata a tu hermano: Podemos imaginarnos la ironía en la voz de Abimelec cuando se refiere a Abraham como el hermano de Sara.

c. Así fue vindicada: La palabra antigua del hebreo traducida como vindicada es «yakach». Transmite la idea de «corregir», así que es posible que Sara fuera «corregida» por la reprensión de Abimelec, o que ella haya sido encontrada «justa» por su sumisión humilde en esta ocasión. De cierta manera, los dos significados son correctos.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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