Génesis 35




Génesis 35 — Avivamiento en la vida de Jacob

A. Jacob regresa a Betel.

1. (1) Dios le habla a Jacob y lo llama a regresar a Betel.

Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.

a. Levántate, sube a Betel y quédate allí: El gran incidente de Siquem fue porque Jacob fue a Siquem, en lugar de ir a Betel, donde se suponía que debía estar. Ahora, por lo menos, fue donde Dios le dijo que fuera (Génesis 31:13).

i. «La única cura para la mundanalidad es separarse de ella» (Barnhouse). Jacob tuvo que salir de Siquem e ir a Betel. Tenía que haber una salida y una nueva dirección y destinos establecidos. Había un Nuevo lugar para que Jacob y su familia habitaran.

ii. Génesis 34 no menciona a Dios una vez, y es uno de los capítulos más sórdidos en la historia de Israel. Génesis 35 menciona a Dios una y otra vez, más de 10 veces, más 11 veces más en nombres como Betel e Israel.

b. Haz allí un altar a Dios: A Jacob se le dijo que regresara a Betel y reanudara una vida de adoración allí. Esto de regresar al Señor tendrá un buen efecto en los hijos de Jacob, y nos recuerda que lo mejor que pueden hacer los padres por sus hijos es que estén en la voluntad de Dios.

i. Como Jacob recordó su caminar con Dios, el primer encuentro con Dios en Bet-el debió haberle parecido como el punto máximo (Génesis 28:10-22); pero Jacob se negó a pensar que detrás habían quedado los mejores años de su vida con Dios. Volvió a su primer amor, regresó a Bet-el, y Dios lo bendijo.

ii. «El resurgimiento de viejos recuerdos es con frecuencia útil para nosotros, especialmente cuando revivimos el recuerdo de nuestra conversión. El recuerdo del amor de nuestra adopción, cuando fuimos ante el Señor en el desierto, y estábamos bastante satisfechos de ser negados y repudiados por todos, siempre que pudiéramos vivir cerca de Él —este recuerdo es verdaderamente bueno para nosotros». (Spurgeon)

2. (2-4) La purificación dela familia de Jacob.

Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado. Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.

a. Quitad los dioses ajenos que están entre vosotros y limpiaos: La familia de Jacob solamente estaba bien con Dios después de que Jacob lo estaba. Esto nos muestra nuevamente la importancia que tiene el rol de liderazgo de los hombres en la familia. Un hombre que resiste a Dios verá el mismo efecto en sus hijos. Un hombre que anda bien con Dios también verá el efecto en su familia.

i. Los hijos de Jacob conservaron dioses extraños porque su madre lo hizo. Raquel se aferró a los ídolos del hogar de su padre (Génesis 31:19). No importa cuánto nos esforcemos por enseñar a nuestros hijos una conducta piadosa, ellos continuarán haciendo lo que hacemos.

ii. «En familia, es bueno con frecuencia, cuando ves que las cosas están mal, reunir a la casa y decir: Debemos acercarnos a Dios con un fervor especial, porque andamos por mal camino. No hemos renunciado a la oración familiar, pero ahora debemos hacerlo especialmente, y con doble entusiasmo acercarnos a Dios. Temo que algunos de ustedes estén descuidando la oración familiar. Si lo haces, estoy seguro de que obrará para mal en tu casa». (Spurgeon)

b. Y mudad vuestros vestidos: Esto era un paso importante, literalmente y como símbolo de algo espiritual. Jacob quería que se limpiaran y se dispusieran a presentarse ante el Dios que habían descuidado.

i. «A través de la Biblia, las vestiduras simbolizan el carácter. La vida interior de los no regenerados se compara con una prenda contaminada. (Barnhouse)

ii. Judas 23 transmite esta idea: «A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne». Efesios 4:22-24 da una exhortación similar: «En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad».

c. Y los zarcillos que estaban en sus orejas: Al parecer, estos pendientes también tenían una conexión pagana. Aunque uno puede encontrar alguna razón para mantener los pendientes, se deshicieron de ellos de todos modos.

i. Es importante para todo el mundo hacer un balance de lo que puede tener en su casa que es impío y rápidamente deshacerse de esas cosas.

ii. «Él no tenía nada que decir acerca de sus pendientes. ¿Había algún daño en sus pendientes? Para las mujeres, usar un arete no es algo tan terrible, ¿verdad? Quizás no, pero yo supongo que estos aretes tenían algún encanto, y que eran usados en ciertos encantamientos, y costumbres paganas. Debe haber sido un descubrimiento muy triste para Jacob, quien no debía haber soportado, encontrar que esa malvada superstición había entrado en sus tiendas». (Spurgeon)

3. (5-7)La protección de Dios a Jacob cuando viene a Betel.

Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob. Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (esta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba. Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.

a. El terror de Dios fue sobre las ciudades que estaban a su alrededor, y no persiguieron a los hijos de Jacob: Esta era la protección de Dios sobre Jacob y su familia. Obviamente, sería justo que Dios dejara a Jacob sufrir las consecuencias pecaminosas por su falta de liderazgo en la familia. Sin embargo, la gracia de Dios cubrió a Jacob, aun cuando su pecado los hizo vulnerables a él y su familia.

i. Jacob y su familia necesitaron esta protección, porque la masacre en Siquem los hizo odiados entre los canaanitas, como Jacob temió en Génesis 34:30.

b. Él edificó allí un altar, y llamó al lugar El Betel: Aunque Jacob había pecado, ahora estaba haciendo lo recto delante de Dios. Hizo esto a pesar del peligro y confió en la protección de Dios. Podría haber justificado la falta de obediencia por miedo, pero en lugar de eso confió en Dios.

i. «Ellos vinieron a Betel, y casi puedo imaginar el agradecido deleite de Jacob al contemplar esas grandes piedras entre las cuales se había acostado a dormir un hombre solitario. Quizás, buscó la piedra que había sido su almohada; probablemente, aún estuviera en pie como parte del pilar que había levantado en memoria de la bondad de Dios, y la visión que había tenido. Hubo muchos arrepentimientos, muchas confesiones, muchos agradecimientos en Betel». (Spurgeon)

ii. Es peligroso para Jacob dirigirse a Bet-el, pero más peligroso es para él, desobedecer a Dios. Lo único que podía salvarlo era una obediencia radical al Señor. No importa cuáles sean las circunstancias, el lugar más seguro es hacer la voluntad de Dios.

4. (8) La muerte de Débora, la nodriza amada de Rebeca.

Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut.

a. Murió Débora, ama de Rebeca: No sabemos nada de esta mujer antes de este acontecimiento; al parecer, Rebeca la trajo con ella de Harán cuando vino a casarse con Isaac. Obviamente, era un miembro muy querido de la familia, porque el nombre del lugar donde fue enterrada es Alón-bacut, que significa «roble del llanto».

b. Débora, ama de Rebeca: Muchos historiadores asumen, por alguna razón, que la nodriza llegó a estar en la casa de Jacob; pero no sabemos a ciencia cierta si este es el caso.

5. (9-15) Dios habla nuevamente con Jacob en Bet-el.

Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel. También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos. La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra. Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él. Y Jacob erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el.

a. Apareció otra vez Dios a Jacob […] y le bendijo: Cuando Jacob llegó finalmente al lugar que Dios le dijo que fuera, inmediatamente encontró una gran bendición. Dios se le apareció, Dios lo bendijo y Dios le dio un nuevo nombre (Israel).

i. El recordatorio de su nuevo nombre era importante, porque Jacob había estado actuando como Jacob y no como Israel. Sin embargo, Dios quiere que fije su mente en el nuevo hombre que Dios le hizo ser. Dios hace lo mismo con nosotros, recordándonos quiénes somos en Él. Dios quiere que recordemos y vivamos en los grandes nombres que nos da.

ii. Israel será tu nombre: «Lo próximo que vino fue una confirmación a Jacob de su título de príncipe, el cual confirió una dignidad sobre toda la familia. Al un padre ser príncipe se ennoblece toda la familia. Dios ahora pone sobre ellos una dignidad y nobleza que ellos antes no conocieron, porque un pueblo santo es un pueblo noble». (Spurgeon)

b. Dios se apareció a Jacob una vez más: La relación se restablece. Este es un excelente ejemplo de lo que significa volver al primer amor (Apocalipsis 2:4-5). Jacob recuerda volver a Bet-el. Se arrepiente y se deshace de todos los ídolos, vuelve a las primeras obras, construye un altar y adora a Dios como antes.

c. La tierra que di a Abraham y a Isaac, te la daré a ti y a tu descendencia después de ti les daré esta tierra: Dios le concedió a Jacob un recordatorio precioso de cuál era su lugar en el gran pacto de Dios, que comenzó con su abuelo Abraham. En este sentido, Jacob no necesitaba escuchar algo nuevo de Dios. Solo necesitaba que se le recordara lo que era cierto y se le animara a aferrarse a todo esto.

d. Entonces Dios se fue del lugar donde había hablado con él: Al parecer, Dios se presentó a Jacob aquí en forma corporal. Dios bendijo a Jacob notablemente después de su regreso a su primer amor. Muchas bendiciones esperan por nosotros hasta que hagamos lo que Dios nos dice que debemos hacer.

e. Derramó una libación y derramó aceite sobre ella: Jacob, apropiadamente, realiza actos de sacrificio de adoración al Dios que lo ha bendecido tanto.

i. La idea de una libación se encuentra a menudo en la Biblia. Éxodo 29:40-41, Levítico 23:13 y Números 15:5-7, muestran la libación que fue hecha con el vino derramado en un sacrificio ante el Señor en su altar. Pablo consideró el derramamiento de su vida delante de Dios, como si fuera el derramamiento de una libación en el altar de Dios (Filipenses 2:17, 2 Timoteo 4:6).

ii. El corazón de Jacob muestra gratitud hacia Dios. Cuando miramos hacia atrás en la vida, no debemos tener la actitud de: «Me han robado». En lugar de eso, nuestro corazón debe decir: «Dios me ha bendecido». Esto, probablemente, determinará si vamos a ser perfectamente miserables o perfectamente agradecidos en la medida en que envejecemos.

B. El nacimiento de Benjamín y la muerte de Raquel

1. (16-17) El nacimiento de otro hijo.

Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.

a. Raquel trabajó en el parto: No parece haber nada de contienda y competitividad rodeando el nacimiento de este último hijo, posiblemente, debido a que los otros son mayores en este momento; pero, más aún, porque ahora están en la tierra prometida y eso no es tan importante ya.

b. En el parto: No sabemos cuánto tiempo permaneció Jacob en Bet-el, pero es posible que este último hijo haya sido concebido en este lugar donde Jacob volvió a su primer amor por el Señor.

2. (18) El nombramiento del último hijo.

Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.

a. Ella llamó su nombre Benoni: Raquel nombró a este último hijo Benoni, que significa «hijo de mi dolor» —quien antes habría sido visto como un motivo de alegría y de victoria en la competencia con su hermana.

i. En última instancia, esto demuestra la futilidad de la competencia de Raquel con su hermana Lea. Ahora, en el momento de su última «victoria», todo lo que encuentra es sufrimiento.

b. Mas su padre lo llamó Benjamín: Jacob, sabiamente, nombra al niño Benjamín, que significa «hijo de mi mano derecha». Probablemente, sintió que Dios tenía un lugar especial para este niño; o tal vez, simplemente, apreciaba a Benjamín tan grandemente porque era el vínculo final entre él y la mujer que más amaba.

c. Benjamín: El lado derecho se asocia con una mayor fortaleza y honor, porque la mayoría de las personas son diestras. Benjamín («hijo de mi mano derecha»), por lo tanto, transmite la idea de «hijo de mi fuerza» o «hijo de mi honor».

i. La idease expresa en pasajes como Éxodo 15:6: «Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo».

ii. El Señores nuestra fuerza y honor, como dice el Salmo 16:8: «A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no seré conmovido».

iii. La fuerza de Dios y el honor son para nosotros: «Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido» (Salmo 63:8). «Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré» (Salmo 138:7).

iv. Jesús se sienta a la diestra del Padre, la posición de fuerza y honor, ¡y nosotros nos sentamos allí con Él! «Si pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios» (Colosenses 3:1).

3. (19-20) La muerte y la sepultura de Raquel.

Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén. Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy.

a. Raquel murió y fue enterrada: La muerte de Raquel fue un cumplimiento trágico de la maldición que Jacob pronunció sobre el que robó los ídolos de Labán (Génesis 31:32).

i. En Génesis 30:1, Raquel le rogó a Jacob: «¡Dame hijos, o si no, me muero!». Ambas cosas se convirtieron en realidad: tuvo hijos y murió como consecuencia de ello.

b. Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura: Esto también muestra que, estar bien con Dios y volvernos a nuestro primer amor, no significa que la vida se convierte en un lecho de rosas. Hay constantes desafíos para que nosotros confiemos en Dios.

i. No debemos apreciar las comodidades más que estar bien con Dios. Para algunos, la comodidad es su ídolo, un falso dios que adoran al buscarlo constantemente y prestarle su atención. Algunos, solo quieren una vida cómoda, no una vida piadosa. El símbolo para algunos cristianos es un sillón, no una cruz.

4. (21-22a) Rubén pecó con la concubina de su padre.

Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal-edar. Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel.

a. Fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre: Rubén era el primogénito. Podríamos esperar la más alta conducta de él y que seriamente recibiera el pacto de sus padres. Sin embargo, aquí pecó de la manera más ofensiva en contra de su padre y de toda su familia.

i. No obstante, no tenemos que preguntar acerca de dónde fue desarrollada esta conducta pecaminosa. En esta casa tan llena de conflictos, contención, competencia y búsqueda de la carne, era casi de esperarse.

b. Israel se enteró de esto: Por sus pecados, Rubén, Simeón y Leví se descalificaron a sí mismos del supremo llamamiento de la bendición de Abraham. Sería el cuarto hijo, Judá, el que traería al futuro Mesías.

5. (22b-26) Los 12 hijos de Jacob.

Lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce: los hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. Los hijos de Raquel: José y Benjamín. Los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí. Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.

a. Los hijos de Israel fueron doce: Por lo que hemos visto en los últimos capítulos, esto no es una colección de increíbles hombres espirituales.

i. «Estamos muy sorprendidos al reflexionar sobre el evento en su conjunto y notar que los descendientes del digno patriarca Abraham, casi inmediatamente después de su tiempo, ya se han hundido hasta el nivel en el que los hijos de Jacob se encuentran en este capítulo». (Leupold)

b. Estos fueron los hijos de Jacob: En realidad, es una familia bastante disfuncional. Dios va a usar a esta familia; pero no porque sean grandes candidatos, sino porque Él los ha elegido por su gracia solamente.

C. La muerte de Isaac.

1. (27) Jacob visita a su padre Isaac por última vez.

Después vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac.

a. Vino Jacob a Isaac su padre: Veinte años atrás, Jacob salió de su casa pensando que la muerte de su padre estaba cerca. Ahora, inesperadamente, él tiene la oportunidad de ver a su padre por última vez antes de su muerte.

i. Hay que recordar que nuestros tiempos están en las manos de Dios. Podemos esperar una vida larga o corta para los demás o para nosotros mismos, pero estar muy equivocados. Solo Dios sabe el tiempo que tendremos cada uno.

b. A Isaac su padre: No parecía haber nada dramático entre Isaac y Jacob en esta reunión. No se registran más palabras ni bendiciones. Es posible que Isaac estuviera incapacitado por la edad.

2. (28-29) Jacob y Esaú entierran a su padre juntos.

Y fueron los días de Isaac ciento ochenta años. Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.

a. Sus hijos, Esaú y Jacob lo sepultaron: Los hijos ya habían sido reunidos por la mano de Dios. Ahora, trabajan juntos de nuevo, unidos por la muerte de su padre.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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