Génesis 41




Génesis 41 — José interpreta el sueño del faraón y llega al poder

A. Los sueños del faraón y su dilema.

1. (1) Dos años después de la liberación del copero y la ejecución del panadero.

Aconteció, pasados dos años, que el faraón tuvo un sueño. Le parecía que estaba junto al río.

a. Al final de dos años completos: José estaba en la cárcel —olvidado por el mayordomo real— desde hacía dos años. Pero Dios tenía un propósito en esa demora y ahora el propósito se explica. Después de todo, si Dios lo hubiera querido, el mayordomo podía haber recordado a José en un año o mucho antes. Pero Dios se movió en su tiempo perfecto. Muchas lecciones se aprenden de esto:

·A veces lo bueno que hacemos parece no tener recompensa.

·La espera es un tema común en la vida cristiana.

·Dios a menudo nos llama a esperar mucho más tiempo del que nos gustaría.

·Dios a menudo designa nuestros comienzos y nuestras paradas.

·La mano de Dios estaba en esto, pues cuando fue el tiempo correcto, el mayordomo supo exactamente dónde encontrar a José. Si él hubiera sido liberado antes, cómo lo habría encontrado.

b. Faraón tuvo un sueño: Los siguientes versos describen el extraño sueño que tuvo el faraón.

2. (2-7) Los sueños perturbadores del faraón.

Y que del río subían siete vacas hermosas a la vista, muy gordas, y que pacían en el prado. Tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, que se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. El faraón se despertó, pero se durmió de nuevo, y soñó la segunda vez: Siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña, y después de ellas salían otras siete espigas menudas y quemadas por el viento del este; y las siete espigas menudas devoraban a las siete espigas gruesas y llenas. El faraón se despertó y vio que era un sueño.

a. Y que del río subían siete vacas: En el sueño del faraón, siete vacas gordas salían del Nilo y eran consumidas por vacas de feo aspecto y enjutas. Este extraño sueño lo despertó, pero se volvió a dormir.

b. Siete espigas llenas y hermosas crecían de una sola caña: En un segundo sueño, sietes espigas menudas de grano devoraban siete espigas gruesas y llenas de grano.

c. El faraón se despertó y vio que era un sueño: Esto era un sueño loco y real a la vez, pero era un mensaje de Dios.

i. Dios nos habla hoy. Él puede usar medios sobrenaturales y cosas extrañas, incluso cosas locas. Más normalmente, Dios nos habla a través de su Palabra. Recordemos Hebreos 1:1-2: «Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo».

3. (8) El espíritu atormentado del faraón.

Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu, y envió llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios. Les contó sus sueños, pero no había quien se los pudiera interpretar al faraón.

a. Sucedió que por la mañana estaba agitado su espíritu: Faraón no tomó esto meramente como un sueño loco. En su espíritu, él sabía que había algo importante en esto.

b. Les contó sus sueños, pero no había quien se los pudiera interpretar al faraón: José les dijo al copero y al panadero en prisión: «¿No son de Dios las interpretaciones?» (Génesis 40:8). La interpretación pertenecía a Dios, y Él no les dio este conocimiento a los magos de Egipto.

4. (9-14) José es llamado para interpretar los sueños del faraón.

Entonces el jefe de los coperos dijo al faraón: Me acuerdo hoy de mis faltas. Cuando el faraón se enojó contra sus siervos, nos echó a la prisión de la casa del capitán de la guardia a mí y al jefe de los panaderos. Él y yo tuvimos un sueño en la misma noche, y cada sueño tenía su propio significado. Estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de la guardia. Se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños y declaró a cada uno conforme a su sueño. Y aconteció que como él nos los interpretó, así ocurrió: yo fui restablecido en mi puesto y el otro fue colgado. Entonces el faraón envió a llamar a José; lo sacaron apresuradamente de la cárcel, se afeitó, mudó sus vestidos y vino ante el faraón.

a. Me acuerdo hoy de mis faltas: El mayordomo, finalmente se acordó de José y confesó el mal que hizo contra él. Recomendó a José con el faraón como un hombre que interpreta los sueños.

b. Entonces el faraón envió a llamar a José; lo sacaron apresuradamente de la cárcel: Cuando era la hora de Dios para sacar a José de la cárcel, todo sucedió apresuradamente. A menudo, sentimos que hay largos períodos de tiempo en que Dios no hace nada, pero cuando es su tiempo, todo puede suceder en un instante.

i. Durante el tiempo que pensamos que Dios no está obrando, está haciendo el trabajo más importante para Él: desarrollando nuestro carácter y transformándonos a la imagen de Jesucristo.

ii. Amamos las palabras de Romanos 8:28: «Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados». Pero no olvidemos el siguiente verso (Romanos 8:29): «Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos». El trabajo de Dios en nuestras vidas es para conformarnos a la imagen de Jesucristo, y esto toma tiempo.

iii. Aquí vemos otro modo en que José mostró a Jesús, quien también fue llevado de la oscuridad a la gran prominencia rápidamente.

5. (15-16) José viene ante el faraón.

El faraón dijo a José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete; pero he oído decir de ti que oyes sueños para interpretarlos. Respondió José al faraón: No está en mí; Dios será el que dé respuesta propicia al faraón.

a. Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo interprete: Los magos de Egipto eran impresionantes, pero no podían interpretar los sueños. Faraón sabía que sus sueños eran importantes, pero nadie pudo darle una explicación adecuada de su significado.

b. No está en mí: El faraón le dio a José una oportunidad magnífica para glorificarse a sí mismo, pero José la rehúsa. No utiliza esto como una oportunidad para glorificarse a sí mismo ante el faraón, sino solo para glorificar a Dios.

c. Dios será el que dé respuesta propicia al faraón: José parece mucho más sabio y, quizás, más humilde que años atrás, teniendo en cuenta la forma en que les contó sus sueños anteriores a sus hermanos de una manera autoglorificante.

i. La obra de Dios de desarrollar el carácter de José se estaba cumpliendo, aun cuando, tal vez, él pensaba que nada estaba pasando.

6. (17-24) Faraón cuenta su sueño a José.

Entonces el faraón dijo a José: En mi sueño me parecía que estaba a la orilla del río, y que del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que pacían en el prado. Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy feo aspecto; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en fealdad en toda la tierra de Egipto. Las vacas flacas y feas devoraban a las siete primeras vacas gordas; pero, aunque las tenían en sus entrañas, no se conocía que hubieran entrado, pues la apariencia de las flacas seguía tan mala como al principio. Entonces me desperté. Luego, de nuevo en sueños, vi que siete espigas crecían en una misma caña, llenas y hermosas. Y que otras siete espigas, menudas, marchitas y quemadas por el viento solano, crecían después de ellas; y las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas. Esto lo he contado a los magos, pero no hay quien me lo interprete.

a. Faraón dijo a José: El líder de Egipto le explicó el sueño a José, de la misma manera que lo leemos en Génesis 41:2-7.

b. La apariencia de las flacas seguía tan mala como al principio: Salieron más detalles del sueño en el segundo relato. Cuando las vacas flacas se comieron las vacas gordas, ellas no se convirtieron en gordas.

B. José interpreta el sueño del faraón.

1. (25-32) José interpreta el sueño.

Entonces respondió José al faraón: El sueño del faraón es uno y el mismo. Dios ha mostrado al faraón lo que va a hacer. Las siete vacas hermosas siete años son, y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno y el mismo. También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas son siete años, y las siete espigas menudas y quemadas por el viento solano siete años serán de hambre. Esto es lo que respondo al faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado al faraón. Vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. Tras ellos seguirán siete años de hambre: toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre que la seguirá, la cual será gravísima. Y que el faraón haya tenido el sueño dos veces significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.

a. El sueño de faraón es uno y el mismo. Dios ha mostrado al faraón lo que va a hacer: Las siete vacas y las siete espigas de trigo representan cada uno siete años. Habrá siete años de abundancia y luego siete años de escasez y hambre. Los años de hambre serán tan malos que los buenos años serán olvidados.

b. Que el faraón haya tenido el sueño dos veces significa que la cosa es firme de parte de Dios: José vio la confirmación de Dios en la repetición del sueño. Sabía del principio de que: «Solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación» (Deuteronomio 19:15), aunque él no tenía la Palabra escrita todavía. La repetición también le dio a José un sentido de urgencia: «Dios se apresura a hacerla».

i. Podemos decir del gran mensaje de Dios para nosotros —la Biblia— que es lo establecido por Dios. Es pasado de moda decirlo hoy, pero sigue siendo un hecho: la Palabra de Dios es verdad. La Biblia habla en muchos estilos diferentes, pero en cada uno es verdad. Es una historia verdadera, mandamientos verdaderos, poesía verdadera, verdadera sabiduría, y verdadera profecía.

c. Dios se apresura a hacerla: La confirmación del sueño también indicó la urgencia del mensaje. Todo sucedería pronto, en breve.

i. Dios habló todo esto a través de José, usando a José como un guía para el faraón. Algunos de nosotros desearíamos que Dios nos guiara de esta manera sobrenatural.

ii. Muchos de nosotros quiere la guía de Dios en forma de un mapa que muestre a dónde ir y qué hacer. En lugar de eso, con frecuencia Jesús viene a nosotros como un guía, diciendo: «Quédate cerca de mí, y te guiaré en el camino». En lugar de buscar un mapa, busca una guía: El Guía, el Mensajero de Dios, Jesucristo.

2. (33-36) José da su consejo a faraón.

Por tanto, es necesario que el faraón se provea de un hombre prudente y sabio, y que lo ponga sobre la tierra de Egipto. Haga esto el faraón: ponga gobernadores sobre el país, que recojan la quinta parte de las cosechas de Egipto en los siete años de la abundancia. Junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, recojan el trigo bajo la mano del faraón para mantenimiento de las ciudades y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre.

a. Por tanto, es necesario que el faraón se provea de un hombre prudente y sabio: En este punto, José le dio a faraón conocimiento, diciéndole lo que sucedería, como se reveló en los sueños que eran un mensaje de Dios. Ahora, José comenzó a aplicar sabiduría al conocimiento.

i. Es bueno recordar la diferencia entre sabiduría y conocimiento. El conocimiento nos dice lo que está pasando; la sabiduría, qué hacer al respecto, la sabiduría está dirigida a la cura. El conocimiento es bueno y necesario; pero, simplemente, no es suficiente.

ii. Nuestro mundo tiene mucho más conocimiento que sabiduría. Nuestros científicos, poetas, políticos, y todos los demás pueden con frecuencia ver los problemas. La verdadera sabiduría ve que Jesús es la respuesta.

b. Ponga gobernadores sobre el país, que recojan la quinta parte de las cosechas de Egipto en los siete años de la abundancia: En su sabiduría dada por Dios, José vio que esta gran crisis que venía requería una administración adecuada:

·El problema tenía que ser entendido.

·El objetivo y la visión para encontrar la meta tenían que ser formulados.

·La gente correcta tenía que ser puesta en el lugar correcto (gobernadores sobre el país).

·Ellos tenían que entender la gran visión y su rol en ella.

·Alguien tenía que asegurarse de que todo estuviera funcionando de acuerdo al plan.

·El trabajo tenía que medirse.

·Dios usaría un hombre para poner todo esto en su lugar —no pasaría por lo que normalmente consideramos un milagro.

i. La quinta parte significa un 20% de impuesto. Algunas fuentes antiguas sugieren que faraón normalmente tomaba el 10% de los granos en Egipto como impuesto. Si esto era cierto, entonces José dobló los impuestos los próximos siete años.

c. El país no perecerá de hambre: José sintió que había una razón por la que Dios le dio esta palabra a faraón. Era para que él pudiera prepararse para la crisis venidera. Esto no fue, simplemente, un chisme desde el cielo hacia la tierra. Fue un llamado urgente a la acción.

i. Dios satisfaría la necesidad a través de un hombre. «Dios siempre trabaja a través de hombres que realizan tareas sobre la tierra». (Barnhouse)

3. (37-38) La promoción de José a una posición de gran autoridad.

El asunto pareció bien al faraón y a sus siervos, y dijo el faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?

a. El asunto pareció bien al faraón: Faraón entendió que José no solamente tenía la verdadera interpretación del sueño, sino también el verdadero consejo para responder al mensaje del cielo.

b. ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios?: Faraón tenía muchos sacerdotes, magos, y hombres santos. Lo que no tenía (hasta llegar José) era un hombre con el espíritu de Dios. Esto hace a José sobresalir entre los demás (¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste?).

i. Esta es la primera mención en la Biblia del Espíritu Santo sobre un hombre. Es interesante notar que esto es en lo que respecta a cosas más prácticas. José no tuvo que predicar un sermón o dirigir una oración para que faraón viera el Espíritu de Dios sobre él. Él pudo verlo en su carácter, en su mensaje, en su conocimiento, en su sabiduría, y en su humildad.

ii. La presencia y el poder del Espíritu Santo pueden ser vistos en muchas maneras prácticas, por ejemplo, en nuestro carácter, en nuestra humildad.

4. (39-41) La promoción de José como segundo en el reino de Egipto.

Y dijo el faraón a José: Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además el faraón a José: Yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.

a. Después de haberte dado a conocer Dios todo esto, no hay entendido ni sabio como tú: Esta fue la primera indicación firme de que faraón quería a José para que fuera el que salvara a Egipto a través de su sabia planificación y preparación.

b. Tú estarás sobre mi casa: José tenía el conocimiento y la sabiduría, pero faraón tenía la elección. Él eligió darle a José la autoridad sobre todo. Él no dijo: «Gracias por el consejo. Lo manejaré yo mismo». Faraón sabiamente se rindió al conocimiento, la sabiduría y la autoridad de José:

·José estaría sobre la casa del faraón, sobre sus negocios personales.

·José gobernaría sobre todo el pueblo de Egipto de acuerdo a su palabra.

·José sería el segundo en el reino después del faraón.

·José tendría autoridad sobre toda la tierra de Egipto.

i. José parecía ser un éxito de la noche a la mañana. En verdad, su viaje desde la cisterna hasta la cima tomó 13 duros años. Esta parte de la historia de José nos recuerda algunos importantes principios con respecto a la promoción y al avance:

·La promoción y el avance son del Señor (Salmos 75:6-7). Esto no es decir que el trabajo duro, la preparación, los buenos hábitos, y otros aspectos humanos no contribuyen al éxito —claramente lo hacen. Pero aun estas cosas son regalos y habilidades de parte de Dios y deben ser consideradas con humildad y gratitud hacia Él.

·La promoción y el avance nunca son suficientes sin el Señor. No puedes ser promovido o avanzar a donde dejes de necesitar a Jesús. Con frecuencia, la promoción y el éxito nos hacen ver nuestra necesidad de Jesús más que nunca.

·Jesús recibió la última promoción o avance. El camino de José de humilde siervo y prisionero a poderos gobernador se convierte en una profecía de Jesús mismo. Filipenses 2:5-11 describe esta última promoción.

5. (42-44) Las señales del alto estatus de José.

Entonces el faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José; lo hizo vestir de ropas de lino finísimo y puso un collar de oro en su cuello. Lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaban delante de él: ¡Doblad la rodilla! Así quedó José sobre toda la tierra de Egipto. Luego dijo el faraón a José: Yo soy el faraón; pero sin ti nadie alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.

a. Entonces el faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José: El anillo era la expresión de la autoridad del faraón. Ahora José tenía esa autoridad. Una vez usó los grilletes de un prisionero; ahora tenía el anillo del faraón.

b. Lo hizo vestir de ropas de lino finísimo: Una vez tenía los harapos de la mazmorra; ahora tenía un maravilloso vestido, ropas de lino fino.

c. Y puso un collar de oro en su cuello: José tuvo las cadenas de un esclavo; ahora estaba adornado con un collar de oro.

d. Lo hizo subir en su segundo carro: José una vez caminó como esclavo; ahora viajaba con estilo. Él disfrutó gran riqueza.

e. Sin ti nadie alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto: Esto expresa nuevamente la idea de autoridad. José antes solamente podía obedecer órdenes; ahora él también podía dar órdenes.

i. En estas maneras, José ilustró al Hijo de Dios. En Jesús se nos ha dado autoridad, vestido, ornamentos, y riquezas.

ii. Sin embargo, de una manera aún mayor, José es una imagen de Jesús en quien Él es, en lo que ha hecho, y en el lugar que debería tener en nuestra vida:

·Jesús es un mensajero de Dios.

·Jesús habla verdad acerca del futuro.

·El plan de Jesús proporciona pan para la vida.

·La autoridad es dada a Jesús por elección.

6. (45) A José es dado un nombre y una esposa.

El faraón puso a José el nombre de Zafnat-panea, y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Así quedó José al frente de toda la tierra de Egipto.

a. El faraón puso a José el nombre de Zafnat-panea: Algunas leyendas judías dicen que cada letra del nombre egipcio de José significa algo. Poniéndolos juntos, el nombre significa: «vidente – redentor – profeta – apoyador – intérprete de los sueños – inteligente – discreto – sabio».

i. Lo más probable es que el significado del nombre sea:«Dios habla y vive», refiriéndose a la palabra de Dios que vino a través de José, a su propia preservación, y a la manera en que preserva al país.

b. Y le dio por mujer a Asenat: Las leyendas judías (cuentos o mitos, en realidad) dicen que Asenat era realmente la hija de Dina y Siquem, que fue abandonada muchos años atrás en la frontera de Egipto y fue adoptada por la familia de un sacerdote egipcio.

C. La vida de José como primer ministro.

1. (46-49) Los siete años de abundancia vinieron.

Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante del faraón, el rey de Egipto; y salió José de delante del faraón y recorrió toda la tierra de Egipto. En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo en gran cantidad. Y él recogió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y almacenó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento de los campos de alrededor. Recogió José trigo como si fuera arena del mar; tanto que no se podía contar, porque era incalculable.

a. Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante del faraón: José era un hombre joven para tener tal autoridad; pero ya había estado en la escuela de Dios de profundización de confianza y desarrollo del carácter por un largo tiempo. Fue vendido como esclavo a los 17 años de edad (Génesis 37:2).

b. Él recogió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto: José hizo lo correcto. Él realmente almacenó el grano durante los siete años de abundancia.Esto era un importante desafío logístico y contable.

c. Recogió José trigo: Parece que era costumbre que el faraón tomara el 10% del trigo en Egipto, como un impuesto. En esencia, José duplicó el impuesto en los siguientes siete años (Génesis 41:34 menciona «una quinta parte», es decir, 20%).

2. (50-52) Los dos higos de José, y el estado de su corazón.

Antes que llegara el primer año de hambre, le nacieron a José dos hijos, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Llamó José al primogénito Manasés, porque dijo: Dios me hizo olvidar todos mis sufrimientos, y a toda la casa de mi padre. Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.

a. Llamó José al primogénito Manasés: Con su esposa egipcia, José engendró a Manasés, cuyo nombre significa «olvido». Esto se debió a que Dios hizo que José olvidara todo el dolor y las pruebas anteriores de su vida. Su segundo hijo es Efraín, que significa «la fecundidad», porque Dios hizo fecundo a José en Egipto.

i. No podemos ser doblemente fructíferos hasta que también olvidemos. En su libro El gran divorcio, C.S. Lewis describe el infierno como un lugar donde nadie se olvida de nada, donde se recuerda cada momento, cada intercambio de palabras crueles, cada mal, y nadie perdona nada. Pero en el cielo todas estas cosas son olvidadas, porque todas las cosas son hechas nuevas.

b. Dios me hizo olvidar [] Dios me hizo fructificar: José no se olvidó de la fe de sus padres a pesar de que él obtuvo la prosperidad y la gloria en Egipto y tenía una esposa egipcia. Como muestra de esto, a sus hijos se les dieron nombres hebreos, no egipcios.

3. (53-57) Los siete años de hambre comienzan.

Se cumplieron así los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y comenzaron a llegar los siete años de hambre, como José había predicho. Hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había pan. Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó por pan al faraón. Y dijo el faraón a todos los egipcios: Id a José, y haced lo que él os diga. Cuando el hambre se extendió por todo el país, abrió José todos los graneros donde estaba el trigo, y lo vendía a los egipcios, porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.

a. Hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había pan: Debido a la sabia preparación de José, Egipto se convirtió en una fuente de abastecimiento para toda la región que experimenta esta hambre severa.

b. De todos los países venían a Egipto para comprar grano a José: La gente de Canaán, incluyendo la familia de José, también sufría por esta hambruna. Pero Dios hizo una sabia, aunque inesperada, provisión para ellos al enviar a José por delante de la familia.

i. «Y sabemos que todas las cosas obran para bien para aquellos que aman a Dios, a aquellos que son llamados conforme a su propósito» (Romanos 8:28). José no tuvo Romanos 8:28 en una hoja, pero sí lo tenía en su corazón. Un cristiano de hoy bien puede tenerlo en una hoja, pero no en el corazón.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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