Génesis 44




Génesis 44 — José prueba a sus hermanos

A. José los envía de regreso.

1. (1-3) José pone el dinero en las bolsas de sus hermanos nuevamente.

Mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de alimento los costales de estos hombres, de todo cuanto puedan llevar, y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. También pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. El mayordomo hizo como había dicho José. Al amanecer, los hombres fueron despedidos con sus asnos.

a. Al amanecer los hombres fueron despedidos con sus asnos: Los hermanos salieron de Egipto con la moral alta. Se les trató bien, tenían sus sacos llenos de granos y Simeón estaba fuera de la cárcel. El miedo de su padre de que ocurriera algo horrible no se cumpliría.

b. También pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de du trigo: Como antes, los sacos de grano de los hermanos fueron rematados el dinero que pagaron por el grano; pero esta vez, José manda a poner su copa especial de plata en el saco de Benjamín. Al amanecer, los hombres fueron despedidos, comenzando el viaje de regreso a Canaán.

2. (4-5) El mayordomo de José confronta a los hermanos en su viaje de regreso a Canaán.

Ya ellos habían salido de la ciudad, pero todavía no se habían alejado, cuando José dijo a su mayordomo: Levántate y sigue a esos hombres. Cuando los alcances, diles: ¿Por qué habéis pagado mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata? ¿No es ésta en la que bebe mi señor, y la que usa para adivinar? ¡Habéis hecho mal al hacer esto!

a. ¿Por qué habéis pagado mal por bien?: Los hermanos fueron agarrados en la trampa de José. ¿Por qué hizo esto José? Algunos podrían pensar que hizo esto, simplemente, para usar su posición de poder para atormentar a sus hermanos en venganza por su crueldad hacia él; pero, conociendo el carácter de José, este no es el caso. Él es guiado por la mano de Dios, poniendo a prueba los corazones de sus hermanos para llevarlos al completo arrepentimiento.

b. La que usa para adivinar: ¿Por qué José usa la copa para la adivinación? Sabemos por otras fuentes que los antiguos usaban vasos sagrados como dispositivos de adivinación. Es posible que José lo hiciera también, porque todavía no había una revelación específica de Dios acerca de que esa práctica estaba prohibida. El punto era que los hermanos fueran concientes de que esto era una copa especial, y era un terrible crimen tomarla.

3. (6-10) Los hermanos afirman que son inocentes del robo.

Cuando él los alcanzó, les dijo estas palabras. Y ellos le respondieron: ¿Por qué dice nuestro señor tales cosas? Nunca tal hagan tus siervos. Si el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán, ¿cómo íbamos a hurtar de casa de tu señor plata ni oro? Aquel de tus siervos a quien se le encuentre la copa, que muera, y aun nosotros seremos siervos de mi señor. Entonces el mayordomo dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras: aquel a quien se le encuentre será mi siervo; los demás quedaréis sin culpa.

a. Nunca tal cosa hagan tus siervos: Los hermanos con seguridad dijeron que no tenían la copa. Esto demuestra que tenían una confianza sana entre ellos. Si no hubieran tenido confianza unos en otros, hubieran preguntado de inmediato qué hermano había robado la copa.

b. Aquel de tus siervos al que le encuentres la copa que muera y aun nosotros seremos siervos de mi Señor: Estaban tan seguros de que no tenían la copa (y confiaban mucho entre sí), que declararon que el ladrón debía ser asesinado y todos los demás tomados como esclavos.

c. También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquél a quien se le encuentre será mi siervo: José no quería repetir la oferta de una sentencia de muerte, porque no quería derramamiento de sangre. Pero tenía un plan, y aceptó la sugerencia de los hermanos de tomar como esclavo al que resultara culpable.

4. (11-13) La copa se encuentra en el costal de Benjamín.

Ellos entonces se dieron prisa, bajó cada uno su costal a tierra y cada cual abrió el suyo. El mayordomo buscó, comenzando por el mayor y terminando por el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín. Entonces ellos rasgaron sus vestidos, cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.

a. Ellos entonces se dieron prisa, bajó cada uno su costal a tierra: Lo hicieron rápidamente, porque estaban seguros de que eran inocentes. Estaban tan seguros de su inocencia que acababan de prometer que si la copa robada se encontraba entre ellos el culpable se quedaría en Egipto como esclavo.

b. La copa fue hallada en el costal de Benjamín: La evidencia plantada fue encontrada. De acuerdo con su juramento, ahora se desharían del otro hijo favorecido. Si ellos odiaban a Benjamín tanto como odiaron a José, estarían contentos con esto.

c. Entonces ellos rasgaron sus vestidos: Esto era una expresión extrema de horror, justamente como si alguien hubiera muerto. No estaban felices con la idea de librarse de Benjamín; estaban horrorizados. Todos rasgaron sus vestidos y todos regresaron a la ciudad.

i. La reacción de los hermanos demuestra que esta era la peor cosa imaginable. No solo la copa fue hallada entre ellos, sino que estaba en el saco de Benjamín—el hijo favorito de su padre, el que le preocupaba más. Ahora Benjamín había sido condenado a una vida de esclavitud en Egipto —o hasta a la muerte.

ii. Esto era un cambio radical en los hermanos. Antes, ellos no tuvieron cuidado de su padre ni de su hijo favorecido. Ahora, la idea de lastimar al padre o al hijo los hizo sentir tan mal como si alguien hubiera muerto.

d. Cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad: Cuando José fue llevado como esclavo a los hermanos no les importo y lo dejaron ir. Ahora, ellos están dispuestos a defender a Benjamín cuando se enfrenta a la esclavitud o a la muerte. Esto demuestra un cambio significativo en el corazón y la actitud de los hermanos de José.

5. (14-15) Los hermanos regresan humildemente ante el oficial egipcio enojado (José).

Entró Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron en tierra delante de él.Y les dijo José: ¿Qué acción es ésta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?

a. Se postraron en tierra: Ellos regresaron ante el oficial egipcio humildemente. Ellos habían sido perjudicados; la evidencia había sido plantada. Pero no demandaron justicia, sino que suplicaron misericordia humildemente.

i. Cuando se postraron en tierra, una vez más —por tercera vez— cumplieron el sueño que José había tenido más de 20 años atrás (Génesis 37:5-11).

ii. Cuando se postraron en tierra delante de él demostraron que estaban desesperados por ganarse el favor del funcionario egipcio para obtener la liberación de Benjamín. Sabían que era un verdadero desastre perder a Benjamín y que defraudarían a su padre.

b. ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar?: José habló de esta manera porque era importante, por un tiempo más, jugar el papel de un egipcio y no permitir que supieran que era un hebreo a quien Dios le hablaba.

6. (16-17) Judá y todos sus hermanos se comprometen a seguir con Benjamín, aun como esclavos en Egipto.

Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos. Nosotros somos siervos de mi señor, nosotros y también aquel en cuyo poder se halló la copa. José respondió: Nunca haga yo tal cosa. El hombre en cuyo poder se halló la copa, ése será mi siervo; vosotros id en paz junto a vuestro padre.

a. Dios ha hallado la maldad de tus siervos: Con estas palabras, Judá, reveló la obra de Dios entre los hermanos. En la mente de Judá ahora estaban destinados a vivir el resto de sus vidas como esclavos en Egipto, ya que vendieron a José como esclavo 20 años atrás.

i. Los hermanos eran inocentes del pecado de robar la copa, pero eran culpables de pecados mucho mayores. De la misma manera, podemos sentirnos orgullosos porque somos inocentes de algún pecado o de otro; sin embargo, somos culpables de algo mucho mayor. No puedes esconderte de tu pecado. El tiempo no borra la culpa de tu pecado. Solo la sangre de Jesús puede.

ii. Unos veinte años atrás, cuando los hermanos pensaron matar a José, pero lo tiraron en una cisterna, él les gritó, suplicando con angustia (Génesis 42:21). Donald Barnhouse dijo: «Un físico podría calcular el tiempo exacto requerido para que sus gritos a 25 yardas llegaran a los oídos de los hermanos. Pero tomó unos 20 años para que ese grito llegara a sus corazones».

c. Nosotros somos siervos de mi señor, nosotros y también aquel en cuyo poder se halló la copa: Con estas palabras, Judá, insistió en que los hermanos pagaran por Benjamín, aunque él era el hijo predilecto y más grandemente bendecido. Si dejaba rápidamente a Benjamín sería una muestra de que desde que abandonó a José, unos 20 años atrás, su corazón no había cambiado mucho.

i. Esta resignación a la esclavitud en Egipto es aún más significativa, teniendo en cuenta que estos eran hombres de mediana edad que venían de una vida de privilegios y estatus.

B. Judá intercede por Benjamín.

1. (18-23) Judá le cuenta a José toda la historia desde el principio.

Entonces Judá se acercó a él y le dijo: ¡Ay, señor mío!, te ruego que permitas a tu siervo decir una palabra a oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como el faraón. Mi señor preguntó a sus siervos: ¿Tenéis padre o hermano? Y nosotros respondimos a mi señor: Sí, tenemos un padre anciano y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; un hermano suyo murió, y sólo él quedó de los hijos de su madre, y su padre lo ama. Tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, pues quiero verlo. Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si lo deja, su padre morirá. Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no viene con vosotros, no veréis más mi rostro.

a. Entonces Judá se acercó a él y le dijo: Judá no tomó esto fatalísticamente. Él hizo una apelación al oficial egipcio. Todo parecía estar mal; la evidencia plantada contra ellos parecía sellar su destino. A pesar de todo, hizo una apelación.

i. El discurso apasionado de Judá a José es un modelo de una sentida y desesperada apelación.Del discurso de Judá, F.B. Meyer escribió: «En toda la literatura, no hay nada más dramático que esta apelación». H.C. Leupold escribió: «Este es uno de los discursos más viriles y más directos que un hombre haya pronunciado. La profundidad de sentimiento y sinceridad del propósito es insuperable. Barnhouse lo llamó «la apelación más emotiva de toda la Palabra de Dios».

b. Mi señor preguntó a sus siervos: Judá le recordó al oficial egipcio que todo esto había comenzado con sus preguntas. Todo lo que ellos querían era comprar algún grano. Esto es enfatizado una y otra vez: «Tú dijiste a tus siervos […] tú dijiste».

c. Sí, tenemos un padre anciano y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; un hermano suyo murió: Judá, naturalmente, presentó el asunto de la manera más compasiva. José debe haber sonreído interiormente cuando dijo: «Un hermano suyo murió».

2. (24-29) Judá relata la conversación previa con su padre Jacob.

Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi señor. Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de alimento. Pero nosotros respondimos: No podemos ir. Si nuestro hermano va con nosotros, iremos, porque no podremos presentarnos ante aquel hombre, si no está con nosotros nuestro hermano menor. Entonces tu siervo, mi padre, nos dijo: Vosotros sabéis que dos hijos me dio a luz mi mujer; uno de ellos se fue de mi lado, y pienso de cierto que fue despedazado. Hasta ahora no lo he vuelto a ver. Si ahora os lleváis también a éste y le acontece algún desastre, haréis que con dolor desciendan mis canas al seol.

a. Volved a comprarnos un poco de alimento: Judá le contó al oficial egipcio los sucesos de Génesis 43:1-10.

b. Y pienso de cierto que fue despedazado […]. Hasta ahora no lo he vuelto a ver: Con estas palabras cuidadosamente escogidas, Judá no dice que el hermano de Benjamín está muerto, solo que su padre respondió: «Ciertamente él ha sido despedazado» y que no lo había visto desde entonces. Judá recordó la cruel mentira que los hermanos permitieron que su padre creyera en relación con la muerte de José (Génesis 37:31-35).

3. (30-32) Judá explica el motivo por el que es importante que Benjamín regrese a Canaán.

Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo, mi padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él, sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor al Seol. Como tu siervo salió fiador del joven ante mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces yo seré culpable ante mi padre para siempre.

a. Si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él, sucederá que cuando no vea al joven, morirá: Veinte años atrás, los hermanos de José mostraron una total indiferencia ante el dolor de su padre cuando se le informa de la «muerte» de José (Génesis 37:31-33). Judá, muestra que ahora estaban muy preocupados por los sentimientos y el bienestar de su padre. Esto es más evidencia de un cambio de corazón.

i. Esto es especialmente significativo cuando pensamos lo profundamente que Jacob, padre de Judá, debe haberlos lastimado a él y a los demás hermanos a través de los años con su constante favoritismo hacia José y Benjamín. Esto era una herida profunda; aunque la herida de Judá fue cambiada, de modo que, incluso, tuvo cuidado del padre que lo hirió tan profundamente.

b. Tu siervo salió fiador del joven ante mi padre: Judá también hizo su solicitud personal. La vida de Judá y su posición ante su padre serían destruidas si Benjamín nunca regresaba.

4. (33-34) Judá ofrece su vida por Benjamín y su padre.

Por eso te ruego que se quede ahora tu siervo en lugar del joven como siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos, pues ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.

a. Por favor, deja que tu siervo se quede en lugar del muchacho como esclavo de mi señor: Judá drásticamente ofrece dar su vida por el bien de Benjamín. Este es un cambio radical si nos remontamos 20 años atrás, cuando los hermanos no se preocupan por José, ni por Benjamín, ni por su padre Jacob.

i. Judá brilla, al estar dispuesto a ser un sacrificio sustituto por amor a su padre y a sus hermanos.

b. ¿Cómo volveré yo a mi Padre sin el joven?: Judá fue el que propuso la venta de José 20 años atrás. (Génesis 37:26-27). Aquí, con un amor heroico, está su sensible oferta a dar su vida por el hermano favorito. Esta muestra de amor sacrificial es otro ejemplo de la transformación de los hermanos.

i. Moisés estaba dispuesto a entregarse por la salvación de Israel (Éxodo 32:31-32), y así fue Pablo (Romanos 9:1-4). El amor sacrificado es evidencia de nuestra transformación (Juan 13:34).

ii. A través de este capítulo hay evidencia notable de los corazones cambiados de los hermanos de José:

·No se resienten cuando a Benjamín se le dio la parte favorecida (Génesis 43:34).

·Confían entre sí, no se culpan mutuamente de la injusticia cuando se les acusa de haber robado la copa (Génesis 44:9).

·Se mantuvieron juntos cuando la copa de plata fue encontrada. No abandonaron al hijo favorito ni permitieron que fuera llevado de regreso a Egipto solo (Génesis 44:13).

·Se humillan completamente por el bien del hijo favorito (Génesis 44:14).

·Sabían que su situación era el resultado de su pecado en contra de José (Génesis 44:16).

·Se ofrecieron como esclavos, no abandonaron a su hermano Benjamín, el hijo favorito (Génesis 44:16).

·Mostraron preocupación debido a como esto podría afectar a su padre (Génesis 44:29-31).

·Judá estaba dispuesto a sacrificarse y sustituir a su hermano por amor a su padre y a sus hermanos (Génesis 44:33).

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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