Hebreos 12




Hebreos 12 – Motivos para resistir en tiempos difíciles

A. Pon tu mirada en Jesús.

1. (1) Aplicación de los ejemplos encontrados en Hebreos 11 sobre cómo mantenerse firmes en la fe.

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,

a. Teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos: El autor visualiza a estos antiguos campeones de la fe como espectadores desde el cielo, que nos animan mientras nos esforzamos para superar el desánimo presente, como en una competencia atlética.

i. El autor pensó en muchos más que los 18 mencionados en Hebreos 11. La palabra griega antigua traducida nube era una manera de hablar que indicaba un grupo grande, tan grande nube de testigos. Esa nube probablemente incluye a hombres y mujeres piadosos que han venido desde aquellos santos de Hebreos 11, conocidos y desconocidos en la historia. También estamos bajo observación angelical (Efesios 3:10-11) y el mundo observa nuestra fe y conducta. Estamos rodeados de ellos, así como los espectadores en un estadio rodean y observan a los jugadores.

ii. La idea de que los héroes de la fe del pasado son espectadores mientras nosotros vivimos vidas de fe ha hecho que algunos piensen que en el cielo, la gente puede observar lo que sucede en la tierra. Este pasaje puede sugerir esto, pero no es concluyente para probarlo.

iii. A menudo pensamos que el cielo es un lugar donde la gente siempre está feliz y no tiene preocupaciones. Es difícil pensar que las personas en el cielo pudieran ser felices si vieran lo que está pasando en la tierra. Así que, es difícil creer que la gente en el cielo en verdad nos está observando.

iv. Otros consideran que estos testigos no son testigos de cómo nosotros conducimos nuestras vidas. Sino que son testigos (testimonio) para nosotros de fe y perseverancia. Tienen el espíritu de mártires, la raíz de la antigua palabra griega traducida como testigos.

v. “Tanto los griegos como los latinos a menudo usan el término nube, para expresar un gran número de personas o cosas”. (Clarke)

b. Despojémonos de todo peso y del pecado: El pecado puede evitar que avancemos. Pero también hay otras cosas que no son pecado (todo peso) sino simples estorbos que pueden impedir que sigamos corriendo efectivamente la carrera que Dios tiene para nosotros.

i. Nuestras decisiones no siempre son entre lo correcto y lo incorrecto, sino entre algo que puede estorbarnos y otra cosa que no. ¿Hay algún peso en su vida del que necesite despojarse?

c. Del pecado que nos asedia: Asedia es la traducción de una palabra griega antigua difícil (euperistaton), la cual puede ser traducida de cuatro maneras diferentes: “fácil de evitar”, “admirado”, “asediar” o “peligroso”.

i. ¡Despojémonos de todos ellos!

·Algunos pecados pueden ser fácilmente evitados, pero no lo son.

·Algunos pecados son admirados, pero deben ser evadidos.

·Algunos pecados nos asedian yson especialmente dañinos.

·Algunos pecados son más peligrosos que otros.

ii. Si estos pecados que nos asedian en verdad fueran el resultado de posesión demoniaca o influencia demoniaca en el cristiano ¿no sería éste el mejor momento para que el Espíritu Santo tratara este tema? Sin embargo nunca se nos da una razón por la cual podamos culpar a los demonios de nuestro pecado; el llamado es simplemente para que, en el poder del Espíritu Santo, nos despojemos de todo peso y del pecado que nos asedia.

d. Corramos con paciencia: Lo que necesitamos es paciencia, para terminar lo que hemos empezado en Cristo Jesús: la carrera que tenemos por delante.

i. “Él está con nosotros en el punto de partida, y nos dice de todo corazón, no ‘corran’, sino ‘corramos’. El apóstol mismo está a nuestro lado como corredor”. (Spurgeon)

ii. Dios ha puesto ante ti, y cada uno de nosotros, una carrera. Debes correrla, y esto requerirá esfuerzo y compromiso. Ser pasivo nunca gana una carrera. Dios quiere que corramos la carrera, ¡y que la terminemos bien!

iii. La paciencia es necesaria para correr esa carrera. Pacienca traduce la palabra del griego antiguo hupomone, “la cual no habla de la paciencia que se sienta y acepta las cosas, sino de la paciencia que domina las cosas… Es una determinación, que no apresura, sin embargo no retrasa, la cual avanza firmemente y se niega a ser desviada”. (Barclay)

iv. En Hechos 20:24, Pablo se ve a sí mismo como un corredor que tiene una carrera por terminar, y nada podría impedir que Pablo terminara la carrera con gozo. En este pasaje, Pablo habla de mi carrera – él tenía su carrera para correr y nosotros la nuestra – y Dios nos llama a terminarla con gozo, y eso solo sucederá si tenemos paciencia.

e. La carrera que tenemos por delante: Carrera es la palabra del griego antiguo agona, una palabra usada para conflictos o luchas de muchos tipos, y es una de las palabras favoritas de Pablo (Filipenses 1:30, Colosenses 2:1, 1 Tesalonicenses 2:2, 1 Timoteo 6:12, 2 Timoteo 4:7).

2. (2) El ejemplo máximo: Jesucristo.

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

a. Puestos los ojos en Jesús: Esta versión de la Biblia lo traduce de una forma hermosa: puestos los ojos en Jesús. Solo podremos correr esta carrera mientras veamos a Jesús y tengamos nuestra mirada fija en Él. Él es nuestro enfoque, nuestra inspiración y nuestro ejemplo.

i. En el griego antiguo, puestos los ojos en Jesús usa un verbo que implica desviar la mirada de otras cosas y poner los ojos en Jesús.

ii. “La palabra griega para ‘mirando’ es una palabra mucho más completa de la que encontramos en el idioma inglés. Tiene una preposición en ella que aparta la mirada de todo lo demás. Debes de apartar la mirada de todo excepto Jesús. No fijes tu mirada en la nube de testigos; te estorbarán si te apartan la mirada de Jesús. No fijes tu miranda en el peso ni en el pecado que te asedia; estos ya has dejado a un lado, aparta la mirada de ellos. Ni siquiera fijes tu mirada en el curso de la carrera, ni en los competidores, sino mira a Jesús y así comienza la carrera”. (Spurgeon)

iii. Debemos cuidarnos de ver a Jesús como solo un ejemplo; Él fue y es mucho más. Pero también sigue siendo el máximo ejemplo de perseverancia cristiana. “Mirar a Jesús significa vida, luz, guía, aliento, alegría: nunca dejes de mirar a Él que siempre te mira”. (Spurgeon)

b. El autor y consumador de la fe: Jesús no solamente es el autor de nuestra fe; Él también es el consumador de ella. La idea de que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6) en verdad era reconfortante para estos cristianos desanimados.

i. Se puede decir que Jesús está con nosotros en la línea de salida y en la línea de llegada y durante todo el camino de la carrera que nos ha dado por correr.

c. El cual por el gozo puesto delante de él: Jesús no consideró a la cruz como un gozo. Pero Él podía ver más allá del horror de la cruz para disfrutar del gozo más allá de ella. La misma mentalidad permitiría a estos judíos cristianos (y a nosotros mismos) resistir.

d. Sufrió la cruz: Jesús puedo soportar la prueba de la cruz porque entendió el bien que vendría de ella: el bien de un pueblo redimido y rescatado que honra a Dios por toda la eternidad.

i. Sabiendo todo el bien que vendría de esta experiencia tan agonizante, Jesús pudo hacerlo y soportarlo con triunfo. A través de la prueba de la cruz:

·Jesús controló su lengua.

·Jesús mantuvo su curso.

·Jesús mantuvo su progreso.

·Jesús mantuvo su gozo.

·Jesús mantuvo su amor.

e. Menospreciando el oprobio: Uno de los elementos más notables de la tortura de la cruz fue su extremo oprobio. Jesús no le dio la bienvenida a este oprobio – ¡Él lo menospreció! – sin embargo, lo resistió hasta la victoria.

i. La vergüenza y el oprobio son pruebas significantes. Daniel 12:2 dice que la vergüenza será un aspecto de los terrores del infierno: Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Jesús soportó esta vergüenza infernal para lograr nuestra redención.

·Jesús soportó una acusación vergonzosa: blasfemia.

·Jesús soportó burlas vergonzosas.

·Jesús soportó una paliza vergonzosa.

·Jesús usó una corona vergonzosa.

·Jesús vistió con una túnica vergonzosa.

·Jesús soportó una burla vergonzosa incluso mientras oraba en la cruz.

ii. Este es un obstáculo para muchos. Harán casi cualquier cosa por Jesús, excepto soportar el oprobio o la vergüenza. Spurgeon habló osadamente a los cristianos que no podían soportar el oprobio que viene del mundo por seguir a Jesús: “Sin embargo eres un cobarde. Sí, anótelo en inglés: es un cobarde. Si alguien le llamara así, se pondría rojo en la cara; y tal vez usted no sea cobarde en ningún otro aspecto. Qué cosa tan vergonzosa es que mientras usted es audaz en todo lo demás, es cobarde respecto a Jesucristo. ¡Valiente para el mundo y cobarde para las cosas de Cristo!”

iii. “Escuché de una oración el otro día que al principio no me gustó, pero hay algo en ella después de todo. El buen hombre dijo: ‘Señor, si nuestro corazón está duro, quebrántalo; pero si nuestro corazón está quebrantado, endurécelo’. Sé lo que quiso decir el hombre, y pienso que puedo orar esa última oración por algunos de mis amigos que son tan delicados que una sola burla los mataría. ¡Que el Señor los endurezca hasta que puedan despreciar la vergüenza!” (Spurgeon)

f. Y se sentó a la diestra del trono de Dios: Esto habla de la glorificación de Jesús. La misma promesa de ser glorificado después de haber padecido oprobio (aunque en un sentido diferente) es verdadera para un cristiano.

3. (3-4) Considere a Jesús.

Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;

a. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo: Incluso en su dificultad, si consideraran a Jesús, podrían ser animados, no desanimados, sabiendo que estaban siguiendo los pasos de Jesús. Como lo escribió Pablo: si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados (Romanos 8:17).

i. Piensa en toda la hostilidad que Jesús soportó por parte de los pecadores:

·En su propia sinagoga en Nazaret querían matarlo.

·Los líderes religiosos constantemente intentaron atraparlo y avergonzarlo.

·Mintieron acerca de Jesús, diciendo que era un borracho y un glotón.

·Fue traicionado por uno de sus propios discípulos.

·Muchos se burlaron de Él y lo golpearon.

·Su propia gente clamó contra Él: ‘¡Crucifícale!’

ii. “Si en la escuela dominical una clase parece ingobernable; si no se puede enseñar a los niños; si las niñas parecen tan alegres; si en la pequeña estación del pueblo los oyentes parecen tan aburridos, tan distraídos, tan descuidados y tan olvidadizos; si en cualquier otra esfera del trabajo no pareces ser apreciado, pero rechazado, no importa. Estas no son nada comparadas con las contradicciones que el Salvador soportó y, sin embargo, nunca se desvió y, por lo tanto, no te desvíes”. (Spurgeon)

b. Para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar: Saber que Jesús no nos pide más de lo que Él mismo experimentó, y que Él conoce exactamente por lo que estamos pasando permite que nuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

c. Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado: Estos cristianos judíos estaban tan desanimados porque estaban empezando a padecer una persecución social y económica significativa (aunque todavía no hasta la sangre).

B. Por qué Dios permite tiempos difíciles: la disciplina de Dios.

1. (5-6) Recuerden la exhortación sobre la disciplina del Señor.

Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:

Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.

a. Y habéis ya olvidado: Un gran motivo para el desánimo entre estos judíos cristianos era que ellos no veían por qué razón Dios permitiría que se presentaran tiempos difíciles. Habían olvidado los principios acerca de la disciplina del Señor.

i. Muchas de las dificultades en la vida cristiana pueden remontarse a estas tres palabras: habéis ya olvidado. Tal vez sea un principio que recordamos en la mente, pero que hemos olvidado en el corazón, y debemos recordarlo nuevamente.

ii. En tiempos de prueba o estrés, muchos cristianos olvidan algunos conceptos básicos. Se preguntan si Dios todavía tiene el control o si todavía los ama. Debemos admitir que Dios sí permite todo lo que sucede; así que Él debe al menos aprobarlo pasivamente, porque definitivamente tiene el poder de detener las cosas malas que suceden.

iii. Por supuesto, Dios nunca puede ser el autor de la maldad. Pero sí permite que otros elijan el mal, y puede usar esa mala decisión que otro hace para lograr sus buenos propósitos, aunque solo sea para demostrar Su justicia y rectitud en contraste con el mal.

b. Que como a hijos se os dirige: La cita de Proverbios 3:11-12 nos recuerda que la disciplina de Dios nunca debe tomarse como una señal de rechazo. Es más bien una señal de que nos trata como sus hijos.

i. Solo el cristiano más orgulloso afirmaría que nunca tiene necesidad de la disciplina de Dios. Nadie está por encima de este tipo de entrenamiento.

c. No menosprecies la disciplina del Señor: Cuando viene la disciplina, es una ofensa para Dios cuando la despreciamos. La disciplina es su amorosa herramienta de corrección y debemos recibirla con gratitud. Este es el entrenamiento que necesitamos para correr la carrera que debemos correr con paciencia (Hebreos 12:1-2).

i. “A menudo he escuchado a un padre decir: ‘Muchacho, si lloras por eso, tendrás algo por lo que llorar pronto’. Entonces, si murmuramos por poco, Dios nos da algo que nos hará llorar. Si gemimos por nada, Él nos dará algo nos hará gemir”. (Spurgeon)

ii. La disciplinano debe ser tomada como la única razón por la que Dios permite tiempos difíciles, pero si es una razón importante. Por ejemplo, sabemos que Dios permite tiempos difíciles para que podamos, más adelante, ser de apoyo para alguien más así como Dios nos confortó a nosotros en momentos de crisis (2 Corintios 1:3-7).

iii. Es por eso que Santiago nos recomienda que hagamos una oración por sabiduría en el contexto de soportar las pruebas (Santiago 1:2-5). Necesitamos saber cómo reaccionar de diferentes formas cuando Dios hace diferentes cosas.

2. (7-8) La disciplina es una señal que somos hijos de Dios.

Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

a. Dios os trata como a hijos: Un hecho fundamental de la relación del creyente con Dios es que Él es para su pueblo como un buen padre amoroso es para su hijo o hija. A muchas personas se les hace difícil relacionar a Dios como un Padre amoroso porque nunca conocieron a un padre humano bueno y amoroso en su propia experiencia. Sin embargo, incluso ellos pueden recibir el amor de Dios el Padre.

i. No todos hemos conocido por experiencia lo que es un padre modelo, pero todos sabemos por intuición lo que es un buen padre. Dios es ese Padre perfecto, y nos ha dado esa intuición. Uno se siente defraudado o decepcionado por un mal padre porque intuitivamente los compara con nuestro buen Padre en el cielo.

b. Dios os trata como a hijos: La corrección de Dios nunca es para castigarnos o hacernos pagar por nuestros pecados. Eso se hizo de una vez por todas en la cruz. Su corrección está motivada solamente por su amor, no por su justicia; Él nos disciplina sin ira.

i. “Aunque nunca será procesado ante el tribunal de Dios como criminal y castigado por su culpa, sin embargo, ahora se encuentra en una nueva relación, la de un hijo con su padre, y como hijo puede ser castigado a causa del pecado”. (Spurgeon)

c. Pero si se os deja sin disciplina… entonces sois bastardos, y no hijos: Aquellos que creen estar “más allá” de la disciplina de Dios no aprecian que esta es una marca de un verdadero hijo, y sin saberlo, se asocian con bastardos, y no hijos de Dios.

i. “Cuando esta actitud es realizada, entendemos la conexión directa y bendecida entre ‘discipulado’ y ‘disciplina’”. (Thomas)

d. Bastardos, y no hijos: Dios demuestra su ira cuando ignora nuestro pecado, dejándolo pasar sin corrección. Su inactividad nunca es por ignorancia o por falta de iniciativa, como puede ser el caso con un padre humano.

3. (9-10) La disciplina de Dios es superior a la de los padres humanos.

Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

a. Tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos: Deberíamos ser más sumisos y respetuosos con la corrección de nuestro Padre celestial que con la corrección de nuestro padre terrenal.

b. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Por lo tanto, nunca debemos despreciar a Dios por su disciplina, aunque sea desagradable por un momento. Cuando nos resentimos, nos consideramos virtualmente iguales a Dios en vez de vernos como Sus hijos.

i. Puede ser humillante y causar amargura ser disciplinado por un igual, pero no es igual ser disciplinado por alguien que es legítimamente nuestro superior. El resentimiento contra la disciplina muestra cómo vemos a Dios y cómo nos vemos a nosotros.

c. Pero éste para lo que nos es provechoso: Los padres humanos, incluso con la mejor intención, sólo pueden disciplinar imperfectamente porque carecen de un conocimiento perfecto. El Dios que todo lo sabe puede disciplinarnos perfectamente, con resultados mejores y más duraderos que los que pueda lograr incluso el mejor padre terrenal.

i. “La fe ve que en su peor dolor no hay nada penal; no hay ni una gota de la ira de Dios en él; todo es enviado con amor”. (Spurgeon)

4. (11) Vea el resultado de la disciplina más que el proceso de disciplina.

Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

a. Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo: Las pruebas son pruebas y la disciplina es disciplina. Si no nos duele o nos pesan, entonces no sirven su propósito. A menudo queremos pruebas que no son pruebas y disciplina que no es disciplina.

i. Spurgeon observó que en el ámbito natural podemos ser desviados por lo que parece ser. La tierra no parece moverse ni parece ser redonda; el sol parece ser más grande al atardecer, y así sucesivamente. “Ahora bien, si hasta en las cosas naturales lo que parece ser no es la verdad, y la apariencia es muy a menudo falsa, podemos estar seguros de que aunque la aflicción parece ser una cosa, en realidad no es lo que parecer ser”. (Spurgeon)

ii. “Si la aflicción pareciera ser gozosa, ¿sería disciplina en absoluto? Te pregunto, ¿no sería ridículo si un padre disciplinara a un niño y el niño bajara las escaleras riéndo y sonriendo y regocijándose por la disciplina? ¿Jubiloso? En lugar de ser útil en absoluto, ¿no sería completamente inútil? ¿Qué bien podría haber hecho un castigo si no se hubiera sentido? ¡Seguramente ningún beneficio!” (Spurgeon)

b. Fruto apacible de justicia: Este fruto debe ser evidente en la vida del cristiano. La razón por la que muchos viven una vida de crisis tras crisis es porque se ciegan a la disciplina de Dios o porque la resisten. No han sido ejercitados, por lo que el fruto apacible de justicia no es evidente.

i. Ejercitados en el idioma griego antiguo es una palabra del mundo del atletismo. Así como el atleta es ejercitado por algo de agonía, también lo somos nosotros como “atletas espirituales” de Dios.

ii. Dios tiene un propósito para ejercitarlo a usted. Piense en David después de haber sido atacado por un león cuando solo era un joven que apacentaba ovejas. Él se pudo haber desesperado y preguntado: “¿Por qué permitió Dios que me sucediera algo tan terrible? ¡Apenas escapé!” Pero si tan solo David pudiera ver más adelante, vería que Dios tenía un gigante llamado Goliat al que estaba destinado a enfrentarse y que la batalla con el león lo preparó con anticipación. Dios siempre tiene un propósito. Podemos confiar en Él.

c. Después da fruto apacible de justicia: La corrección de Dios es inteligente, pero debemos mirar más allá del proceso hacia el resultado. El resultado no llega inmediatamente, sino después.

i. “Muchos creyentes son afligidos porque no sienten de inmediato que se han beneficiado de sus aflicciones. Bueno, no espera ver manzanas o ciruelas en un árbol que ha plantado hace una semana. Solo los niños pequeños ponen sus semillas en el jardín de flores y esperan verlas crecer y convertirse en plantas en una hora”. (Spurgeon)

ii. Notamos que en esta sección sobre la disciplina, el autor no mencionó a Jesús como ejemplo. Esto es porque Jesús nunca tuvo que ser disciplinado por su Padre. Jesús sufrió, pero no porque fue disciplinado.

C. Aplicación: Levántese, arréglese, sea valiente y tenga cuidado.

1. (12-13) Levántese, sea fuerte.

Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.

a. Por lo cual, levantad las manos caídas: Casi como un entrenador o un oficial militar, el autor les dice a sus compañeros seguidores de Jesús que se animen y se mantengan activos. Les había dado muchas razones para ser fortalecidos en el Señor y deshacerse del desánimo, había llegado el tiempo de hacerlo.

b. Sino que sea sanado:Las imágenes aquí (manos y rodillas levantadas, pies “hacia adelante”) hablan de la disposición para trabajar y moverse por Jesús y su reino. Esta disposición es la primera en irse cuando uno se rinde ante el desánimo.

2. (14-17) Use la fuerza de Dios para arreglar las cosas en su forma de vivir.

Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.

a. Seguid la paz con todos, y la santidad: Esto significa arreglarse tanto con los hombres (seguid la paz con todos) como con Dios (y la santidad). El desánimo nos hace descuidados y despreocupados por la santidad y las relaciones personales.

i. En cuanto a la santidad, se nos dice que sin la cual nadie verá al Señor. La falta de santidad es un obstáculo crítico para una relación íntima con Dios.

ii. “Los cristianos impíos son la plaga de la iglesia. Son manchas en nuestras fiestas de caridad. Como piedras escondidas, son el terror de los navegantes. Es difícil mantenerse alejado de ellos: y no se sabe qué accidentes pueden causar”. (Spurgeon)

iii. Al mismo tiempo, “Esta santidad es cosa de crecimiento. Puede estar en el alma como un grano de mostaza, no desarrollado; puede estar en el corazón como un deseo, en lugar de algo que se haya realizado plenamente, un gemido, un jadeo, un anhelo, un esfuerzo”. (Spurgeon)

iv. Spurgeon describió cuatro tipos de personas que tratan de vivir sin santidad:

·El fariseo: Confiado en ceremonias externas en vez de verdadera santidad.

·El moralista: No siente necesidad de santidad porque su vida es muy buena.

·El experimentador: Toda su vida cristiana se vive hacia adentro, nunca mirando hacia la conducta externa, sino solo hacia los sentimientos.

·El opinionista: Su vida cristiana se trata de creer en las doctrinas correctas y no se preocupa por la forma en que uno vive.

b. No sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios: Debemos vivir correctamente con respecto a la gracia de Dios. Esto significa buscar diligentemente el cuidarnos tanto a nosotros mismos como a los demás de regresar al legalismo, ya sea en una forma externa o en una actitud interna que nos impida alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe.

i. “Una raíz de amargura es una raíz que da fruto amargo… Así que es posible que una semilla de amargura sea sembrada en una comunidad y, aunque no haya fruto inmediato aparente, con el tiempo aparece el fruto inevitable”. (Morris)

ii. La amargura corrompe a muchos, arraigada en un sentido de dolor personal, y muchos se aferran a esa amargura con una increíble terquedad. Lo que deben hacer es recordar la gracia que Dios les extendió y empezar a extender esa gracia a otros: amando a los que no lo merecen.

iii. William Barclay escribió que la frase deje de alcanzar la gracia de Dios también puede traducirse como quedarse atrás de la gracia de Dios. La idea es que la gracia de Dios sigue adelante, más allá del dolor y el sufrir del pasado. Nosotros también debemos seguir adelante.

c. No sea que haya algún fornicario, o profano: Debemos hacer lo correcto con respecto a nuestra conducta moral. Recuerda que hay bendiciones reservadas solo para los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios (Mateo 5:8).

i. Thomas acerca de la palabra profano: “Proviene de las palabras latinas pro-fanum. Fuera de cada templo (‘fanum’) había una área de tierra abierta a todos, donde la gente se reunía, un lugar abierto sin cercado. En contraste con esto estaba el recinto sagrado del templo. Esaú no tuvo un recinto sagrado en su vida, y en este sentido era un hombre puramente secular”.

d. Como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura: Muchos cristianos hoy en día venden su derecho a la intimidad con Dios tan barata como Esaú vendió su primogenitura. (Génesis 25:29-34 y 27:30-40).

i. Y no hubo oportunidad para el arrepentimiento: “No es cuestión de perdón. El perdón de Dios siempre existe para el penitente. Esaú pudo haber regresado a Dios. Pero no pudo deshacer su acción”. (Morris)

ii. Aunque la procuró con lágrimas: Luego cuando Esaú buscó la bendición, fue desechado por su padre Isaac. La primogenitura de Esaú no fue restaurada solo porque deseó recuperarla. Nunca podría ser recuperada porque la menospreció.

3. (18-21) Se valiente, porque no os habéis acercado al monte Sinaí.

Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;

a. Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego: Éxodo 19:10-25 explica cómo fue cuando Israel llegó al monte Sinaí.

·La montaña estaba cercada; no se podía pasar bajo pena de muerte.

·Se les ordenaba lavar sus ropas y abstenerse de tener relaciones sexuales.

·Hubo truenos, relámpagos y una densa nube.

·Hubo un sonido de trompeta, que llamaba a la nación a encontrarse con Dios.

·Había más humo, como un horno, y terremotos.

·Entonces la trompeta hacía un sonido prolongado hasta que Moisés habló y Dios mismo respondió.

·Dios habló a Israel desde Sinaí, pero les advertía de todas las formas posibles que se mantuvieran lejos.

b. La cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más: La reacción de Israel fue comprensible; ellos estaban aterrorizados (Éxodo 20:18-21). Ellos querían que la experiencia terminara, no que continuara.

i. Aun Moisés estaba asustado: Moisés dijo: Estoy espantado y temblando (Deuteronomio 9:19).

ii. Todo este temor no logró promover la santidad entre el pueblo de Israel. No logró cambiar el corazón de Israel. 40 días después, adoraron a un becerro de oro diciendo que había sido él quien los sacó de Egipto.

4. (22-24) Se valiente, porque os habéis acercado al monte de Sion.

Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

a. Sino que os habéis acercado al monte de Sion: Estamos en un lugar diferente. Nuestra relación con Dios no se basa en la experiencia de Israel en el monte Sinaí. Nosotros llegamos al otro monte de Dios: Sion, el nombre de la colina donde se encuentra Jerusalén. La ley llegó al Sinaí; la cruz estaba en Sion.

b. La ciudad del Dios vivo: No había ciudad en el monte Sinaí; estaba en el desierto.

c. Jerusalén la celestial: Sinaí esta asociada con Egipto; Sion se asocia con lo celestial.

d. A la compañía de muchos millares de ángeles: Varios ángeles entregaron la ley a Moisés en el monte Sinaí; pero el monte de Sion tiene la compañía de muchos millares de ángeles.

e. A la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos: Lo que Dios dio en el monte Sinaí fue principalmente para Israel; lo que Dios dio en el monte de Sion es para todos y cubre a todos los redimidos.

f. A Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos: El monte de Sion no elimina a Dios como el Juez de todos, para nada. Más bien, la obra que hizo Jesús en el monte Sion satisface la justicia de Dios, resultando en los espíritus de los justos hechos perfectos.

g. A Jesús el Mediador del nuevo pacto: El monte Sinaí se trataba de un antiguo pacto basado en ganar y merecer. El monte de Sion se basa en un nuevo pacto con Jesús el Mediador basado en creer y recibir.

h. A la sangre rociada que habla mejor que la de Abel: La sangre… de Abel no se refiere a la sangre que derramó cuando fue martirizado. Más bien habla de la sangre del sacrificio que hizo, el primer sacrificio del hombre para Dios registrado en la Biblia. La sangre de Jesús habla mejor que la sangre de los sacrificios animales, la sangre de Abel.

i. Sin embargo, es cierto que la sangre de Jesús el Mesías habla mejor que la sangre de Abel el mártir. La sangre de Abel proclamó: la justicia debe ser satisfecha, trae venganza. La sangre de Jesús proclamó: la justicia ha sido satisfecha, trae misericordia.

i. Sino que os habéis acercado al monte de Sion: La lección es clara. No deberíamos venir al monte Sion como si fuéramos al monte Sinaí. Así que ya no dude, anímese y sea valiente al acércarse a Dios.

i. Considere los contrastes entre el monte Sinaí y el monte de Sion.

·El monte Sinaí fue marcado por el miedo y el terror. El monte de Sion es un lugar de amor y perdón.

·El monte Sinaí está en el desierto. El monte de Sion es la ciudad del Dios viviente.

·El monte Sinaí habló de cosas terrenales. El monte de Sion habla de cosas celestiales.

·En el monte Sinaí, sólo a Moisés le era permitido acercarse a Dios. En el monte de Sion, una compañía de muchos millares, una congregación, es invitada a acercarse.

·El monte Sinaí fue caracterizado por hombres culpables con miedo. El monte de Sion cuenta con justos hechos perfectos.

·En el monte Sinaí, Moisés era el mediador. En el monte de Sion, Jesús es el mediador.

·El monte Sinaí trajo el Antiguo Pacto, el cual era ratificado con sangre de animales. El monte de Sion trae un Nuevo Pacto, el cual es ratificado con la sangre del precioso Hijo de Dios.

·En el monte Sinaí se trataba de exclusión, manteniendo a la gente alejada de la montaña. En el monte de Sion se trata de invitación.

·En el monte Sinaí todo es sobre la ley. En el monte de Sion todo es sobre la gracia.

ii. Por supuesto, la idea de la superioridad del Nuevo Pacto se repite. Muestra que estos cristianos judíos ni siquiera deberían considerar regresar y preferir la religión del monte Sinaí sobre la relación del monte de Sion.

5. (25-26) Tenga cuidado; un gran privilegio viene con una gran advertencia y peligro.

Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.

a. Mirad que no desechéis al que habla: Como fue descrito en los versículos anteriores, Dios tiene ante nosotros la bondad y la gloria del monte de Sion: la obra perfecta y completa de Jesús y el Nuevo Pacto a través de Él. Si rechazamos esto de Dios, no podemos ignorar las consecuencias.

b. No escaparon aquellos: Hubo consecuencias por rebelarse en el monte Sinaí. Hay y debería haber consecuencias aún mayores por resistir la obra superior de Dios en Sion.

c. La voz del cual conmovió entonces la tierra… y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo: Dios conmovió la tierra con su voz en el monte Sinaí. El Nuevo Pacto conmueve aún más (y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo).

i. Es fácil, y peligroso, pensar que Dios era un Dios malo y severo en el Antiguo Testamento y de alguna manera se hizo bueno en el Nuevo Testamento. Esto es tan engañoso, hay más misericordia en el Antiguo Testamento de lo que muchos imaginan. Al igual, hay más juicio en el Nuevo Testamento de lo que muchos imaginan.

ii. Cuando todo es conmovido, la pregunta será: ¿dónde estás parado? ¿Estás sobre algo seguro? ¿Estás protegido?

6. (27) Por qué Dios conmueve el orden presente.

Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

a. Indica la remoción de las cosas movibles: Dios promete conmover las cosas nuevamente para quitar (la remoción) la dependencia en lo material, como en las cosas materiales, el materialismo.

b. Para que queden las inconmovibles: Dios conmueve las cosas para probarlas, y luego para remover las cosas que no pueden soportar la prueba.

7. (28-29) El reino inconmovible.

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor.

a. Recibiendo nosotros un reino inconmovible: En contraste con la inestabilidad del mundo que nos rodea, el reino de Jesús es inconmovible, y lo estamos recibiendo.

i. Esta es nuestra estabilidad en un mundo tan inestable. Aún no tenemos este reino por completo; sino está por venir. Sin embargo, lo estamos recibiendo. Griffith Thomas notó que la gramática y el fraseo antiguo indican que “Estamos recibiendo constante y perpetuamente (griego) un Reino que es incapaz de ser movible”.

ii. Las maneras en las que ya hemos recibido el reino:

·Lo hemos recibido como promesa; una promesa de un hombre de confianza es igual de segura como tener la cosa en sí.

·Lo tenemos en principio y vemos los principios del reino de Dios obrando en el mundo.

·Lo hemos recibido en poder, y vemos el poder milagroso y transformador de Dios obrando en el mundo de hoy.

·Hemos recibido parte de la provisión y protección del reino, porque nuestro Rey nos provee y protege.

·Lo hemos recibido en comunidad, pues nuestras reuniones congregacionales son comunidades del reino.

b. Tengamos gratitud: El reino nunca será movible. Así que debemos aprovechar la aprobación inmerecida de Dios en Jesús, ayudándonos a servir a Dios agradándole con temor y reverencia.

i. “¡Gloria a Dios, nuestro reino es inconmovible! Ni siquiera la dinamita puede tocar nuestro dominio: ningún poder del mundo, y ningún poder en el infierno, puede sacudir el reino que el Señor ha dado a sus santos. Con Jesús como nuestro monarca no tememos ninguna revolución ni anarquía: pues el Señor ha establecido este reino sobre una roca, y no puede ser movido ni removido”. (Spurgeon)

ii. Sirvamos a Dios agradándole: Estas palabras describen cómo se puede hacer esto.

·Nuestro servicio agradable comienza con nuestro ser recibidores (recibiendo nosotros un reino).

·Nuestro servicio agradable es ofrecido por la obra de la gracia de Dios en nosotros (tengamos gratitud).

·Nuestro servicio agradable está marcado por la reverencia (con temor y reverencia).

·Nuestro servicio agradable está marcado por un sentido profundo de santidad divina (porque nuestro Dios es fuego consumidor).

iii. Muchos sostienen erróneamente la idea que “demasiada” gracia nos da permiso y provoca falta de respeto hacia Dios. En realidad, la gracia nos da temor y reverencia. Tal vez aquellos que piensan que la gracia les da permiso para pecar en realidad no viven en gracia.

c. Nuestro Dios es fuego consumidor: Puesto que Dios es de hecho un fuego consumidor, lo mejor es que nos acerquemos a Él en sus términos. Estos son los términos de la aprobación inmerecida en Jesús. Él consumirá todo lo que esté fuera de este ámbito.

i. Elías sabía que Dios era fuego consumidor; Consumió el sacrifico en el altar del monte Carmelo. Salomón sabía que Dios era fuego consumidor; Consumió el sacrificio en el altar en la dedicación del templo.

ii. El hecho de que Dios es fuego consumidor es un consuelo para el creyente. Se dan cuenta de que el Padre derramó Su fuego consumidor de juicio sobre el Hijo en nuestro lugar. Cuando lo hizo, consumió por completo la culpa del pecado en todos los que creen. La pena del pecado fue consumida en Jesús en la cruz.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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