Hebreos 4




Hebreos 4 – Entrando a Su reposo

A. Cómo entrar en el reposo de Dios.

1. (1-2) Se repite la advertencia: No se pierdan el reposo de Dios.

Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

a. Temamos, pues: La idea continúa sin pausa de Hebreos 3: La incredulidad impidió que la generación que escapó de Egipto entrara a Canaán. Permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo y nosotros podemos entrar a ese reposo por fe. La incredulidad provocará que no alcancemos el reposo que Dios tiene para nosotros.

i. El antiguo comentarista puritano John Owen describió cinco características de este reposo para el creyente:

·El reposo significa paz con Dios.

·El reposo significa libertad de un espíritu servil, semejante a la esclavitud, en la adoración y el servicio a Dios.

·El reposo significa liberación de la carga de la observancia mosaica.

·El reposo significa libertad de adoración de acuerdo con el evangelio.

·El reposo significa el reposo que Dios mismo disfruta.

b. Temamos, pues, no sea que… alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado: Este lugar de reposo es tan maravilloso que nos debe preocupar cuando otros – o nosotros mismos – parecemos no haberlo alcanzado. No es suficiente casi entrar en su reposo; no queremos quedarnos corto de ello.

i. Adam Clarke comenta acerca de parezca no haberlo alcanzado: “Es una ilusión, de la que hay muchas en esta epístola, a las carreras en los juegos griegos: el que se quedaba corto era el que estaba a cualquier distancia, sin importar que pequeña, detrás del ganador”.

c. Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos: Escuchar la palabra de Dios no era suficiente. El antiguo Israel escuchó la palabra pero no les aprovechó porque no la recibieron con fe. Escuchándola les dio la oportunidad, pero no les aprovechaba si no era acompañada de fe.

d. Acompañada de fe: Uno puede escuchar la palabra de Dios y tener experiencias espirituales, pero al menos que la obra de Dios sea acompañada de fe no servirá de nada. Esto explica por qué dos personas pueden escuchar el mismo mensaje y una se beneficia mientras que la otra no. También muestra que cuando hay más fe – más de la anticipación de la bendición y el favor de Dios – de verdad hay más bendición.

i. Clarke acerca de acompañada de: “Es una metáfora tomada de la nutrición del cuerpo humano al mezclar el alimento que llega al estómago con la saliva y el jugo gástrico… para que de este proceso, correctamente realizado, dependa (bajo Dios) la fuerza, la salud y la vida misma”.

ii. Piensa en la alegría que tuvo Israel al salir de Egipto y alcanzar la tierra prometida, y luego piensa en cuantas tumbas fueron excavadas en el desierto. Una promesa maravillosa fue disponible pero no alcanzada. Se quedaron cortos porque aunque escucharon la palabra de Dios, no fue acompañada de fe.

2. (3-5) El reposo para el pueblo de Dios es como el propio reposo de Dios.

Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo:

Por tanto, juré en mi ira,
No entrarán en mi reposo;

aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.

a. Los que hemos creído entramos en el reposo: Esto contrasta con aquellos mencionados anteriormente que no entraron en el reposo de Dios. La incredulidad mantiene a muchos fuera del reposo de Dios; la fe (los que hemos creído) guía al pueblo de Dios a este reposo.

b. Mi reposo: Esta cita de Salmos 95:11 demuestra que este reposo es de Dios; es Su reposo. Dios terminó su trabajo de creación mucho antes de que Israel entrara en Egipto o antes de que David escribiera el Salmo 95 (Génesis 2:2). Pero, aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo, todavía habló de “mi reposo”, demostrando que Dios todavía tiene este reposo.

i. Este reposo es según el patrón del propio reposo de Dios cuando reposó de todas sus obras en el séptimo día, como se describe en la cita de Génesis 2:2.

ii. En cierto lugar: Nos recuerda que los pergaminos antiguos eran algo difíciles de manejar, y pasajes específicos no fueron citados con precisión de acuerdo con nuestras herramientas más modernas de capítulos y versículos.

3. (6-9) El reposo que queda para el pueblo de Dios.

Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo:

Si oyereis hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones.

Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

a. Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él: Dios no creó este lugar de reposo en vano. Si los de Israel (a quienes primero se les anunció la buena nueva) no entraron por causa de desobediencia, entonces alguien más entrará en ese reposo.

b. Si oyereis hoy su voz: El llamado que se hace en Salmos 95:7-8 prueba que aún queda un reposo para que entre el pueblo de Dios, más allá del cumplimiento bajo el liderazgo de Josué. Si Josué hubiera cumplido por completo la promesa del reposo, el llamado que Dios hace a través de David, diciendo “hoy no tendría sentido.

c. Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios: Todo esto junto prueba que hay un reposo para el pueblo de Dios. Este es un reposo que es espiritual, pero que está diseñado a semejanza del reposo provisto para Israel a través de Josué.

i. Le mención de Josué nos recuerda que el nombre Jesús es igual a “Josué”. El segundo Josué terminará lo que el primer Josué dejó sin terminar. Jesús es mayor que Moisés y el primer Josué.

ii. El reposo está en una persona – en Cristo Jesús – más que en doctrinas e ideas. Si te encuentras con un niño preocupado y llorando y tratas de consolarlo al darle reposo usando ideas y lógica, no te servirá de mucho. Pero cuando viene mamá, el niño vuelve a estar feliz.

iii. Aquellos que predican de este reposo deben poseerlo ellos mismos. “No hace mucho tiempo, uno de nuestros ministros estaba predicando sobre la salvación y la obra del Espíritu en el corazón, cuando uno de la congregación se puso de pie y le preguntó respetuosamente: ‘Señor, ¿conoces de esto por informes de otros, o lo has experimentado en tu propia vida?’ El predicador no se preocupo por la pregunta, más bien se regocijó; porque podía responder honestamente: ‘He confiado en Cristo. Soy salvo, y conozco y siento la paz que resulta de eso’. Si él no hubiera podido hacer esa declaración solemne, no hubiera tenido ninguna influencia sobre la persona que había hecho la pregunta”. (Spurgeon)

4. (10) El reposo significa no continuar en las obras.

Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.

a. El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras: Entrar a este reposo significa ya no tener que trabajar. La idea no es que ya no hay lugar para hacer buenas obras. La idea es que ya no hay lugar para las obras como base para nuestra propia justificación.

i. “Hay un sentido en el que entrar en la salvación cristiana significa dejar las obras de uno y reposar con seguridad en lo que Cristo ha hecho”. (Morris)

b. Reposado de sus obras, como Dios de las suyas: Esta cesación de las obras como base de la justificación cumple nuestro “descanso sabático”. Dios descansó de sus obras en el día de reposo original en Génesis 2:2 porque el trabajo había sido terminado. Nosotros dejamos de hacer obras auto-justificadoras porque Jesús ha terminado el trabajo en la cruz.

5. (11) La aplicación de la invitación a entrar en el reposo de Dios a través de la fe.

Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

a. Procuremos, pues: Esta frase, o idea, aparece repetidamente en Hebreos. Se presenta una verdad doctrinal – en este caso, la verdad de que hay un reposo disponible por la fe – y luego la verdad es aplicada.

b. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo: El reposo está ahí, pero Dios no nos lo impone. Nosotros tenemos que entrar en aquel reposo. Está claro que se entra al reposo por fe; pero se necesita fe diligente. Esto nos muestra que la fe no es pasiva; se necesita diligencia para confiar, para depender y para aferrarnos a Jesús y su obra en nosotros.

c. Para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia: Si nosotros no procuramos entrar en aquel reposo, los resultados pueden ser desastrosos.Podemos caer en semejante ejemplo de desobediencia. Podemos caer, así como lo hicieron los hijos de Israel en el desierto.

6. (12-13) Descubierto por la palabra de Dios.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

a. Porque la palabra de Dios: La palabra de Dios diagnostica la condición del hombre con la precisión de un cirujano. Ha visto el corazón y discierne con precisión la salud espiritual. En el caso de aquellos a quienes el autor de Hebreos se dirigió primero, estaban demasiado propensos a seguir en el fracaso de los hijos de Israel y renunciar una fe viva y fuerte.

b. Viva y eficaz: Cuando la palabra de Dios expone nuestras debilidades y nuestra incredulidad de esta manera, muestra su poder inherente, intensidad y precisión. Nos recuerda constantemente que a medida que nos sometemos a la palabra de Dios, lo hacemos por mucho más que el conocimiento intelectual o para aprender hechos bíblicos. Lo hacemos por el ministerio de la Palabra, porque Dios se encuentra con nosotros en su palabra, y el Espíritu Santo obra poderosamente a través de la palabra de Dios. Esta obra espiritual de la Palabra de Dios va mucho más allá del valor educativo básico de aprender la Biblia.

i. La palabra de Dios trae verdadera salud, fruto, prosperidad y éxito en las cosas que hacemos. (Salmos 1:3)

ii. La palabra de Dios tiene poder sanador, y tiene poder para liberarnos de la opresión. (Salmos 107:20, Mateo 8:8 y Mateo 8:16)

iii. La palabra de Dios nos purifica. Si cuidamos de guardar la palabra de Dios, nuestro camino será purificado. (Salmos 119:9, Juan 15:3 y Efesios 5:26)

iv. La palabra de Dios, guardada en nuestro corazón, nos mantiene lejos del pecado. (Salmos 119:11)

v. La palabra de Dios es nuestra consejera. Cuando nos deleitamos en la palabra de Dios, se convierte en una rica fuente de guía y consejo para nosotros. (Salmos 119:24)

vi. La palabra de Dios es una fuente de fortaleza. (Salmos 119:28)

vii. La palabra de Dios nos da vida. Es una fuente continua de vida. (Salmos 119:93, Mateo 4:4)

viii. La palabra de Dios es fuente de iluminación y guía. Cuando entra la palabra de Dios, entra la luz. Hace que el simple sea sabio y comprensivo. (Salmos 119:105 y Salmos 119:130)

ix. La palabra de Dios da paz a aquellos que la aman. Ellos encuentran paz en un lugar seguro. (Salmos 119:165)

x. Cuando la palabra de Dios es escuchada y entendida, produce fruto. (Mateo 13:23)

xi. La palabra de Dios tiene poder y autoridad sobre los poderes demoniacos. (Lucas 4:36)

xii. El mismo Jesús – su persona eterna – es descrito como el Verbo. Cuando estamos en la palabra de Dios, estamos en Jesús. (Juan 1:1)

xiii. Escuchar la palabra de Dios es esencial para la vida eterna. Uno no puede pasar de la muerte a la vida a menos que escuche la palabra de Dios. (Juan 5:24, Santiago 1:21 y 1 Pedro 1:23)

xiv. Permanecer – vivir – en la palabra de Dios es la evidencia de un verdadero discipulado. (Juan 8:31)

xv. La palabra de Dios es el medio para la santificación. (Juan 17:17)

xvi. El Espíritu Santo puede obrar con gran poder mientras se predica la palabra de Dios. (Hechos 10:44)

xvii. Escuchar la palabra de Dios edifica la fe. (Romanos 10:17)

xviii. Aferrarse a la palabra de Dios da certeza de salvación. (1 Corintios 15:2)

xix. El fiel manejo de la palabra de Dios da a los ministros de la palabra una conciencia limpia. Ellos saben que han hecho todo lo que pueden ante Dios. (2 Corintios 4:2, Filipenses 2:16)

xx. La palabra de Dios es la espada del Espíritu. Es una herramienta para la batalla espiritual, especialmente en la idea de un arma ofensiva. (Efesios 6:17)

xxi. La palabra de Dios viene con el poder del Espíritu Santo, con “plena certidumbre”. (1 Tesalonicenses 1:5)

xxii. La palabra de Dios obra eficazmente en aquellos que creen. (1 Tesalonicenses 2:13)

xxiii. ¡La palabra de Dios santifica los alimentos que comemos! (1 Timoteo 4:5)

xxiv. La palabra de Dios no está muerta; es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos. La palabra de Dios nos puede operar como el bisturí experto de un cirujano, removiendo todo aquello que necesita ser extirpado y dejando todo aquello que se debe guardar. (Hebreos 4:12)

xxv. La palabra de Dios es la fuente de crecimiento espiritual del cristiano. (1 Pedro 2:2, 1 Corintios 2:1-5)

c. Es viva y eficaz: Entendiendo esta naturaleza espiritual de la Biblia, el escritor de Hebreos podía decir esto con seguridad. La Biblia no es una colección de historias viejas y mitos. Ella tiene vida y poder inherentes. El predicador no hace que la Biblia cobre vida. La Biblia está viva, y le da vida al predicador y a cualquier otro que la reciba con fe.

i. Eficaz nos recuerda que algo puede estar vivo, pero al mismo tiempo inactivo. Pero la palabra de Dios es viva y eficaz, en el sentido de estar activa.

d. Más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos: La palabra de Dios nos alcanza con sorprendente precisión, y el Espíritu Santo le da poder al ministerio de la palabra para que obre profundamente en nuestros corazones.

i. A menudo la gente se pregunta cómo es que el mensaje del predicador puede ser tan relevante para sus vidas. A veces sinceramente se preguntan si el predicador no tendrá “información confidencial” de sus vidas. Pero no es necesariamente el predicador, sino más bien el filo de la Palabra de Dios, entregando el mensaje justo en el lugar correcto.

ii. “Una espada de dos filos no tiene lado desafilado: corta por aquí y por allá. La revelación de Dios que se nos da en las Sagradas Escrituras tiene filo por todas partes. Está viva por todas partes, y en todas partes lista para cortar la conciencia y herir el corazón. Puedes estar seguro de que no existe un versículo superfluo en la Biblia, ni un capítulo que sea inservible”. (Spurgeon)

iii. “Si bien tiene un filo como una espada, también tiene una punto como un estoque, ‘penetrando hasta partir el alma y el espíritu’. La dificultad con los corazones de algunos hombres es llegar a ellos. De hecho, no se puede penetrar espiritualmente el corazón de ningún hombre natural excepto por este instrumento afilado, la Palabra de Dios. Pero el estoque de la revelación atravesará cualquier cosa”. (Spurgeon)

e. Hasta partir el alma y el espíritu: El autor de Hebreos hace una distinción entre alma y espíritu, indicando que se puede hacer una división entre ellos.

i. Es verdad, hay cierta distinción entre alma y espíritu. “El uso de la palabra pneuma en el Nuevo Testamento para referirse al espíritu humano se enfoca en el aspecto espiritual del hombre, es decir, su vida en relación con Dios, mientras que la palabra psyche se refiere a la vida del hombre independientemente de su experiencia espiritual, es decir, su vida en relación con él mismo, sus emociones y pensamiento. Hay una fuerte antítesis entre los dos en la teología de Pablo”. (Guthrie)

ii. Pero el énfasis en este pasaje no es poner de manifiesto una teología sobre la diferencia entre alma y espíritu. “Intentar explicar [estos términos] en cualquier base sicológica sería inútil. La forma de expresión es poética y significa que la palabra penetra hasta lo más intimo de nuestro ser espiritual como una espada que corta a través de las coyunturas y los tuétanos del cuerpo”. (Vincent)

iii. Sin embargo, es importante entender lo que la Biblia trata de decir con los términos alma y espíritu. La Biblia nos dice que las personas tienen una naturaleza “interior” y una “exterior” (Génesis 2:7, 2 Corintios 4:16). El hombre interior es descrito por ambos términos: espíritu (Hechos 7:59, Mateo 26:41, Juan 4:23-24) y alma (1 Pedro 2:11, Hebreos 6:19, Hebreos 10:39). Estos dos términos son usados con frecuencia como si fueran sinónimos, como referencia general al hombre interior. Pero este no es siempre el caso. A veces se hace una distinción entre el alma y el espíritu. Podemos decir que alma parece enfocarse más en la individualidad con respecto a la vida interior (a menudo definida como la mente, la voluntad y las emociones). El espíritu parece enfocarse más en el contacto y el poder sobrenatural en la vida interior.

iv. Se hace evidente que hay alguna distinción entre el alma y el espíritu en pasajes como 1 Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12. A veces estos términos son usados para referirse generalmente al hombre interior, en pasajes como Job 7:11 e Isaías 26:9.

v. Como ambos, alma y espíritu, tienen referencia al “hombre interior”, son fácilmente confundidos. A menudo, una experiencia destinada a fortalecer el espíritu sólo “bendice” el alma. No hay nada de malo con la bendición y la emoción del alma, pero no hay nada en ellas que nos edifique espiritualmente. Por eso muchos cristianos pasan de una experiencia emocionante a otra sin realmente crecer espiritualmente: el ministerio que reciben es solo del alma. Por eso la Palabra de Dios es tan poderosa y precisa; puede penetrar hasta partir el alma y el espíritu, lo cual no es fácil de hacer.

vi. “Cuando el alma se distingue del espíritu, de la primera se entiende la facultad inferior por la que pensamos y deseamos lo que concierna a nuestro ser y bienestar presentes. Por espíritu se entiende un poder superior mediante el cual preferimos las cosas futuras a las presentes”. (Clarke)

vii. Los términos carne (Colosenses 2:5, Mateo 26:41, Gálatas 5:16-17) y cuerpo (Romanos 6:6, Romanos 8:13, 1 Corintios 6:13 y 6:19-20) describen al hombre exterior. Los términos carne y cuerpo también parecen incluir aspectos de nuestra persona tales como los sentidos y los hábitos. Cuando permitimos que nuestra carne controle nuestros pensamientos y acciones, terminamos en ruina espiritual. Dios no quiere que seamos dirigidos por el espíritu, ni por la carne, ni siquiera por el alma.

f. Antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta: No hay nadie escondido ante Dios. Él ve nuestro corazón y sabe cómo tocarlo, y debemos dar cuenta por cómo respondemos a su toque.

i. Desnudas nos recuerda a la forma en que Dios vio a través del débil escondite de Adán. De la misma manera, Dios ve a través de nuestro escondite.

ii. Abiertas es la palabra griega antigua trachelizo, usada solo aquí en el Nuevo Testamento. Era usada para hablar de luchadores que tenían una técnica especial que involucraba sujetar fuertemente el cuello, y era tan poderosa que les resultaba en victoria. Así la palabra puede significar “postrar” o “derribar”; pero muchos estudiosos aceptan el simple significado de “abierto”, en el sentido de dejar al oponente abierto y vencido.

iii. Recuerde el contexto. El escritor de Hebreos confía en que ha tocado el corazón de su audiencia, quienes contemplaban “rendirse” en su andar con Jesús. En este pasaje, él ha dejado claro que no se puede renunciar a Jesús o mantener algo “oculto” a Dios. La palabra de Dios descubre y expone su condición.

B. Jesús nuestro sumo sacerdote.

1. (14) Viendo a Jesús, nuestro sumo sacerdote.

Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.

a. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote: La idea de que Jesús es nuestro sumo sacerdote ha sido mencionada antes (Hebreos 2:17 y Hebreos 3:1). Pero ahora el escritor de Hebreos desarrollará la idea más ampliamente.

b. Teniendo: El escritor de Hebreos quiere llama atención al carácter específico y único de Jesús como nuestro sumo sacerdote.

·Ningún otro sumo sacerdote fue llamado gran.

·Ningún otro sumo sacerdote… traspasó los cielos.

·Ningún otro sumo sacerdote es el Hijo de Dios.

c. Retengamos nuestra profesión: Saber que tenemos un sumo sacerdote, y que es único y glorioso, es maravilloso. Es aún más increíble saber que Él traspasó los cielos, que ha ascendido al cielo, y que ahora ministra ahí para nuestro bien. Estás cosas deberían alentarnos a retener nuestra profesión.

2. (15) Nuestro sumo sacerdote puede compadecerse de nosotros.

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

a. No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse: Hasta ahora, el escritor de Hebreos ha tenido cuidado de documentar tanto la deidad de Jesús (Hebreos 1:4-14) como de recordad también su humanidad compasiva (Hebreos 2:5-18). Significa que Jesús, Dios el Hijo, con su trono en el cielo, nuestro sumo sacerdote, puede compadecerse de nuestras debilidades.

i. Para los antiguos griegos, el atributo principal de Dios era apatheia, la incapacidad esencial de sentir nada en absoluto. Jesús no es así. Él sabe y siente aquello por lo que pasamos. La palabra griega antigua para compadecerse significa literalmente “sufrir junto con”.

ii. Lo que hace la diferencia es que Jesús agregó humanidad a su deidad y vivió entre nosotros. Cuando uno ha estado en un cierto lugar, hace toda la diferencia. Podemos escuchar de alguna tragedia que ha pasado en una escuela preparatoria y sentir dolor en cierta medida. Pero no es nada en comparación con el dolor que sentiríamos si fuera la escuela a la que asistimos.

b. Sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado: Jesús sabe lo que es ser tentado y luchar contra el pecado, a pesar de que nunca fue manchado por él. “Su falta de pecado fue, por lo menos en parte, una falta de pecado merecida al ganar victoria tras victoria en una batalla constante con la tentación que la vida en este mundo conlleva”. (Morris)

i. A veces pensamos que como Jesús es Dios, nunca podría conocer la tentación de la misma manera que nosotros. En parte esto es cierto: Jesús enfrentó la tentación de una forma mucho más difícil de lo que nosotros lo hemos hecho o lo haremos. Aquel Sin-Pecado conoce la tentación de una manera que nosotros no, porque solo aquel que nunca cede a la tentación conoce toda la fuerza de la tentación. Es verdad que Jesús nunca enfrentó la tentación en un sentido interno como nosotros lo hacemos, porque nunca hubo una naturaleza pecaminosa empujándolo hacia el pecado desde su interior. Pero conocía la fuerza y la furia de la tentación externa de una forma y en un grado que nosotros nunca podremos conocer. Él sabe por lo que pasamos y ha enfrentado cosas peores.

ii. “Sin embargo, soportó triunfalmente toda forma de prueba que el hombre pudiera soportar, sin debilitar su fe en Dios ni relajar su obediencia a él. Tal resistencia implica más, no menos, que el sufrimiento humano ordinario”. (Bruce)

b. Compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo: Jesús puede compadecerse de nuestras debilidades y tentaciones, pero no puede compadecerse de nuestro pecado. No debemos pensar que esto hace que Jesús se compadezca menos de nosotros, y que Él podría entendernos mejor si Él mismo hubiera pecado.

i. “Pero escúchame; no imagines que si el Señor Jesús hubiera pecado, hubiera sido mas tierno contigo; porque el pecado es siempre de naturaleza endurecedora. Si el Cristo de Dios hubiera podido pecar, hubiera perdido la perfección de su naturaleza compasiva”. (Spurgeon)

3. (16) Una invitación: acerquémonos al trono de la gracia.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

a. Acerquémonos, pues, confiadamente: Debido a que tenemos un sumo sacerdote que es omnipotente y misericordioso, podemos acercarnos confiadamente a su trono. Hacernos creer que no tenemos acceso a esto es una estrategia de Satanás. Algunas veces el diablo quiere hacernos pensar que Jesús es inaccesible, tal vez alentándonos a acercarnos a María o a los santos en vez de a Jesús. Algunas veces el diablo quiere que pensemos en Jesús como alguien que no puede ayudar, y no como alguien que se sienta en un trono en el cielo.

i. Confiadamente no significa con orgullo, arrogancia o presunción.

·Confiadamente significa que podemos venir constantemente.

·Confiadamente significa que podemos venir sin reserva.

·Confiadamente significa que podemos venir libremente, sin palabras elegantes.

·Confiadamente significa que podemos venir con confianza.

·Confiadamente significa que debemos venir con perseverancia.

b. Trono de la gracia: El trono de Dios es el trono de la gracia. Cuando nos acercamos, podemos alcanzar misericordia (esto es no obtener lo que merecemos)y hallar gracia (esto es obtener lo que no merecemos) cuando necesitamos oportuno socorro.

i. Los rabinos antiguos enseñaban que Dios tenía dos tronos, uno de misericordia y uno de juicio. Ellos decían esto porque sabían que Dios era ambas cosas: misericordioso y justo, pero no podían conciliarse estos dos atributos de Dios. Pensaban que tal vez Dios tiene dos tronos para mostrar los dos aspectos de su carácter. En un trono mostraba su juicio y en el otro su misericordia. Pero aquí, a la luz de la obra terminada de Jesús, vemos a la misericordia y al juicio reconciliados en un solo trono de gracia.

ii. Recuerde que la gracia no ignora la justicia de Dios; opera en cumplimiento de la justicia de Dios, a la luz de la cruz.

c. Y hallar gracia para el oportuno socorro: Afortunadamente, Dios provee socorro en nuestros tiempos de necesidad. No hay petición demasiado pequeña, porque Él quiere que por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones… (Filipenses 4:6)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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