Hebreos 9




Hebreos 9 – Comparación del antiguo pacto y el nuevo pacto

A. Características del antiguo pacto descritas.

1. (1-5) El tabernáculo del antiguo pacto y su mobiliario.

Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.

a. Un santuario terrenal: El tabernáculo ordenado por el antiguo pacto fue planeado por Dios, pero planeado para un servicio terrenal.

b. Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: El tabernáculo era una carpa de 15 metros de largo, 5 metros de ancho y 5 metros de alto, dividida en dos habitaciones. La parte más grande (la primera parte) era el “lugar santo” de 5 por 10 metros. Tras el segundo velo estaba la habitación más pequeña, de 5 por 5 metros, llamada El Lugar Santísimo.

c. El candelabro: Esta montura para las lámparas del tabernáculo tenía un vástago central y seis brazos estaban en la primera parte. No tenía una medida específica, fue hecha de oro puro y proporcionaba la única luz en el tabernáculo (Éxodo 25:31-40).

d. La mesa: Esta estaba en la primera parte y estaba hecha de madera de acacia cubierta de oro, de 3 pies de largo, 1½ pies de ancho y 2 pies 3 pulgadas de alto. Sostenía los doce panes de la proposición, cada uno representando la comunión de Dios con las doce tribus de Israel (Éxodo 25:23-30).

e. El Lugar Santo: Esto se refiere a la primera parte. Un velo (una cortina gruesa) separaba la primera parte del Lugar Santísimo (Éxodo 26:31-33).

f. Un incensario de oro: Este fue hecho de madera de acacia cubierta de oro, medía ½ metro cuadrado y 1 metro de altura. Estaba delante del velo en el “lugar santísimo” y era usado para quemar incienso (Éxodo 30:1-8).

g. El arca del pacto: Esta estaba dentro del Lugar Santísimo y era un cofre hecho de madera de acacia cubierto de oro, de 3¾ pies de largo, 2¼ pies de ancho, y 2¼ pies de alto, con cuatro anillos, dos de cada lado, donde iban las varas que sería utilizadas para cargarla (Éxodo 25:10-22).

i. Dentro del arca estaban la urna de oro que contenía el maná (Éxodo 16:33), la vara de Aarón que reverdeció (Números 17:6-11), y las tablas del pacto (Éxodo 25:16).

·El maná le recordaba a Israel la provisión de Dios y su ingratitud.

·La vara de Aarón le recordaba a Israel de su rebelión contra la autoridad de Dios.

·Las tablas del pacto le recordaban a Israel de su fracaso al tratar cumplir con los Diez Mandamientos y el resto de la ley.

h. El propiciatorio: Esta era la “tapa” ornamentada del arca del pacto, hecha con diseños de querubines sobre ella. La sangre del sacrificio era rociada sobre él para el perdón de los pecados de Israel en el día de la expiación (Éxodo 25:17-22).

i. Cuando Dios miraba dentro del arca, Él veía los símbolos del pecado, la rebelión y el fracaso de Israel. Pero cuando se aplicaba la sangre del sacrificio sobre el propiciatorio, su visión del pecado de Israel era cubierta con la sangre del sacrificio.

2. (6-7) El servicio sacerdotal en el tabernáculo bajo el antiguo pacto.

Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;

a. En la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto: Los sacerdotes, según se les había designado, entraban diariamente al Lugar Santo para realizar funciones sacerdotales, tales como cuidar el candelero y remplazar los panes de la proposición.

b. Pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año: Al “Lugar Santísimo” (la segunda parte) se entraba solamente una vez al año, lo hacía sólo el sumo sacerdote, en el Día de la Expiación.

c. El sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre: Su entrada a la segunda parte no era para tener comunión, sino solo por expiación. La sangre expiatoria era primero por sus propios pecados y luego por los pecados de su pueblo.

i. Por tanto, el acceso al Lugar Santísimo estaba severamente restringido, incluso cuando alguien podía entrar, no era para tener una verdadera comunión con Dios.

ii. Los antiguos rabinos judíos escribieron acerca de cómo el sumo sacerdote no hacía muy prolongada su oración dentro del Lugar Santísimo en el Día de Expiación, porque podría hacer que el pueblo pensara que había muerto. Cuando él salía, ofrecía una fiesta para todos sus amigos, porque había salido sin peligro de la presencia de Dios.

d. Los pecados de ignorancia del pueblo: Los pecados de la ignorancia eran el objetivo principal del Día de la Expiación. Se asumía que ya se habían ocupado del pecado conocido a través de las ofrendas regulares por el pecado y los sacrificios diarios.

i. En este sentido, la obra de Jesús es mucho mayor que la obra realizada en el Día de la Expiación. La obra de Jesús en la cruz es suficiente para expiar tanto los pecados que cometemos por ignorancia como aquellos que conocemos.

3. (8-10) El Espíritu Santo da entendimiento sobre el servicio sacerdotal bajo el antiguo pacto.

Dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

a. Aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie: Lo viejo tuvo que desaparecer antes de que se pudiera revelar el nuevo camino de Dios.

b. Lo cual es símbolo para el tiempo presente: Símbolo es la palabra griega antigua parabole. El tabernáculo mismo y todo lo que el Antiguo Pacto representaba sugerían verdades más profundas, parábolas del nuevo pacto.

c. No pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto: El servicio sacerdotal realizado bajo el antiguo pacto no podía hacer que los sacerdotes que ofrecían esos sacrificios fueran perfectos y limpios en cuanto a la conciencia.

i. Si la purificación es incompleta para el sacerdote, ¡qué tanto más para la persona, en cuyo beneficio trabajaba el sacerdote!

d. Ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas: La debilidad del servicio sacerdotal bajo el antiguo pacto era su incapacidad para hacer frente a la necesidad de transformación interna en el hombre. Por lo tanto, solo fue impuesta hasta el tiempo de reformar las cosas.

B. Las características del nuevo pacto son descritas.

1. (11) El santuario superior del nuevo pacto.

Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,

a. Por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos: Jesús, como nuestro sumo sacerdote, ministra en un santuario superior: en el trono mismo de Dios. Este es un lugar más grandioso que cualquier cosa que puedan hacer las manos humanas.

2. (12-15) El sacrificio superior del nuevo pacto.

Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

a. Sangre de machos cabríos ni de becerros:El sacrificio de animales era suficiente para cubrir temporalmente el pecado, pero solo un sacrificio perfecto podía obtener eterna redención.

i. El sacrificio de Jesús fue superior en que era perfecto, voluntario, racional, y motivado por el amor.

b. Por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo: En el tabernáculo, el sacrificio se hacia fuera del velo, en el altar; pero la sangre expiatoria fue llevada al lugar santísimo, que representaba el trono de Dios. De la misma manera, Jesús tuvo que morir aquí, fuera del cielo y entre hombres pecadores, pero el pago que hizo su muerto tuvo que ser satisfecho en el cielo mismo.

i. Entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo: El sumo sacerdote entraba una vez al año, atravesaba el velo, dejándolo caer detrás de él cuando se iba; la barrera siempre permanecía. Jesús rasgó el velo y se queda en el lugar santísimo, el cielo mismo, dándonos la bienvenida. Esto es lo que hace que el cristianismo se trate de acceso, no de barreras.

ii. Por su propia sangre: “En las Escrituras, la sangre siempre incluye los dos pensamientos de una muerte sufrida y una vida ofrecida”. (Thomas)

iii. “El Señor Jesucristo no vino a la tierra para hacer una reconciliación por la santidad de su vida, o por la seriedad de su enseñanza, sino por su muerte”. (Spurgeon)

iv. “El Señor Jesús no presentó ante Dios los sufrimientos de otros o los méritos de los demás, sino su propia vida y muerte”. (Spurgeon)

c. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos… santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo?: Si estos sacrificios imperfectos fueron considerados como suficientes por Israel, entonces deberían considerar mucho más la suficiencia suprema del sacrificio perfecto.

i. Las cenizas de la becerra se refiere a los restos de una ofrenda de holocausto que eran preservados y rociados en la fuente de bronce para lavar, para proveer agua adecuada para la ceremonia de purificación. (Números 19:1-10)

ii. Esto era una sombra, que fue cumplida y terminada cuando Jesús ofreció una purificación perfecta. Por lo tanto, no hay ningún valor en el “agua bendita” usada por la iglesia católica romana.

iii. Supuestamente, hay una búsqueda de una “vaca roja” que puede ser sacrificada, y sus cenizas utilizadas como parte para la restauración de las funciones sacerdotales para un templo reconstruido en Jerusalén.

d. ¿Cuánto más la sangre de Cristo… limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? El sacrificio de Jesús es suficiente para restaurar incluso a nuestra conciencia dañada.

i. Nuestra conciencia es una herramienta maravillosa de Dios. Pero no es perfecta. Nuestra conciencia puede ser cauterizada (1 Timoteo 4:2). Nuestra conciencia puede ser corrompida (Tito 1:15). Nuestra conciencia puede ser mala (Hebreos 10:22).

e. Limpiará vuestras conciencias de obras muertas: Obras muertas probablemente lleva la idea del pecado en general, en el sentido de “obras que traen la muerte”. Pero también debe hablar de la vana continuación del sacrificio del antiguo pacto, lo que ciertamente es una obra muerta, y el mismo tipo de cosas a las que estos cristianos desanimados estaban tentados a regresar.

f. Para que sirváis al Dios vivo: El creyente es limpiado, de consciencia y todo, no para que viva para sí mismo sino para que sirváis al Dios vivo. La palabra griega antigua para sirváis aquí es latreuo, que se refiere al servicio sacerdotal religioso o ceremonial.

i. “Y, queridos amigos, tengan en cuenta que de ahora en adelante deben ‘servir al Dios vivo’. Ustedes que conocen el griego encontrarán que el tipo de servicio mencionado aquí no es el que un siervo o esclavo ofrece a su amo, pero un servicio de adoración como el que los sacerdotes rinden a Dios. Los que hemos sido purificados por Cristo debemos rendir a Dios la adoración de un sacerdocio real. Es nuestro para presentar oraciones, acciones de gracias y sacrificios; es nuestro para ofrecer el incienso de intercesión; es nuestro para encender la lámpara de testimonio y preparar la mesa de los panes de la proposición”. (Spurgeon)

g. Es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte: El trabajo de Jesús como mediador fue realizado fundamentalmente con su muerte. Su obra celestial como mediador se basa en ese sacrificio perfecto.

h. Para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto: El pago de Jesús en la cruz logró la remisión para aquellos que estaban bajo el primer pacto. Cada sacrificio por el pecado hecho por fe bajo el mandato Mosaico fue un pagaré pagado en la cruz.

3. (16-22) La necesidad de la muerte de Jesús.

Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador. Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre. Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado. Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.

a. Porque el testamento con la muerte se confirma: Un testamento (en el sentido de “última voluntad y testamento”) solo entra en vigor cuando la persona que lo hizo muere. Por lo tanto Jesús tenía que morir para que el testamento – el pacto – entrara en vigor.

i. “La misma palabra en griego se usa para ‘pacto’ y ‘testamento’, y aunque el doble uso es difícil, parece no haber duda de que en el versículo 15 la palabra significa ‘pacto’ y en los versículos 16 y 17 ‘testamento’, luego en versículo 18 ‘pacto’ nuevamente”. (Thomas)

ii. “Si hay una duda de que si un hombre está vivo o no, no puedes administrar su patrimonio, pero cuando tienes cierta evidencia de que el testador ha muerto, entonces el testamento se mantiene. Lo mismo ocurre con el bendito evangelio: si Jesús no murió, entonces el evangelio es nulo y sin valor”. (Spurgeon)

b. De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre: Evidentemente, la muerte era necesaria para el antiguo pacto. Prácticamente cada parte del sistema de sacrificios bajo la Ley de Moisés era tocada por sangre de una u otra forma.

c. Sin derramamiento de sangre no se hace remisión: Este es un principio fundamental del trato de Dios con los hombres. La gente moderna piensa que el pecado es remitido (perdonado) por el tiempo, por nuestras buenas obras, por nuestras vidas decentes o simplemente por la muerte. Pero no hay perdón sin derramamiento de sangre, y no hay perdón perfecto sin sacrificio perfecto.

i. El derramamiento de la sangre de Jesús es la respuesta de Dios para el problema del pecado del hombre. En su sermón, El derramamiento de Sangre, Spurgeon empezó con enseñándonos a tres tontos. El primero es un soldado herido en el campo de batalla. El médico se acerca al soldado, y de inmediato el soldado quiere saber todo acerca del rifle y el soldado que le disparó. El segundo tonto es capitán de barco, cuyo barco está a punto de hundirse en una tormenta terrible. El capitán no está al timón del barco tratando de guiarlo a través de las olas; está en su habitación estudiando gráficos, tratando de determinar de dónde vino la tormenta. El tercer tonto es un hombre que está enfermo y muriéndose de pecado, a punto de caer bajo las olas de la justicia de Dios, pero está profundamente preocupado por el origen del mal. Deberíamos buscar la solución más que el problema.

4. (23-28) El santuario perfecto recibe el sacrificio perfecto.

Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

a. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así: Era aceptable que las figuras de las cosas celestiales en el santuario terrenal fueran “purificadas” con sacrificios imperfectos. Pero las cosas celestiales mismas solo podían ser purificadas con una ofrenda perfecta.

i. “La purificación implica no solo la limpieza de la corrupción, pero también la dedicación o consagración. Todos los utensilios usados en el servicio del tabernáculo fueron así purificados, aunque incapaces de ninguna contaminación moral”. (Clarke)

b. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano… sino en el cielo mismo: El sacrificio de Jesús fue hecho en la tierra, pero es la base de su trabajo continuo como nuestro mediador y sumo sacerdote en el cielo. El autor de los Hebreos lo proclama: para presentarse ahora por nosotros ante Dios. No es difícil creer que Jesús se presenta ahora por nosotros ante Dios. ¡Pero creer que Él se presenta ahí por nosotros es glorioso!

c. Y no para ofrecerse muchas veces: El ministerio de Jesús por nosotros continúa en el cielo, pero no en el sentido de continuar con la expiación por nuestros pecados. Su ministerio continúa por nosotros en intercesión y defendiéndonos contra el acusador del pueblo de Dios (Apocalipsis 12:10). Pero no continúa en el sentido de que tenga que ofrecerse muchas veces. Su sacrificio fue de una vez por todas y satisfizo perfectamente la santa justicia de Dios.

i. Este pasaje y principio es una reprimenda directa para la práctica y teología de la misa católica romana. En la misa, la iglesia católica romana desea repetir – no recordar, sino repetir – el sacrificio expiatorio de Jesús innumerables veces. Esto es absolutamente indefendible bíblicamente y niega el trabajo terminado de Jesucristo en la cruz. Las Escrituras lo han dejado muy claro: no para ofrecerse muchas veces.

d. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo: Si el sacrificio de Jesús no hubiera sido perfecto, entonces hubiera tenido que ser algo continuo y constante, incluso desde el principio del mundo. Los sacrificios imperfectos deben ser repetidos continuamente, pero un sacrificio perfecto puede hacerse de una vez para siempre y genuinamente quitar de en medio el pecado (no solo cubrir el pecado, como con el sacrificio bajo el antiguo pacto). El mensaje es claro: se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.

i. Este principio del sacrificio explica por qué el sufrimiento del infierno debe ser eterno para aquellos que rechazan el sacrificio expiatorio de Jesús. Ellos están en el infierno para pagar la pena por su pecado, pero como seres imperfectos son incapaces de hacer un pago perfecto. Si el pago no es perfecto, entonces tiene que ser continuo y constante, ciertamente, por toda la eternidad. Un alma podría ser liberada del infierno en el momento en que su deuda de pecado sea pagada por completo, lo cual es otra forma de decir nunca.

e. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos: Tan cierto como que morimos una sola vez y luego enfrentamos el juicio, así Jesús solo tuvo que morir una sola vez (no repetidamente, no continuamente) para llevar nuestros pecados.

i. No es la intención del autor de Hebreos discutir sobre el asunto de la reencarnación. Ese es un tema secundario; él simplemente da a notar el punto obvio: está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. Así como eso es obvio, también es claro que Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos. Para el autor de Hebreos, la verdad de que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio es un principio indisputable.

ii. “El hombre muere una sola vez y después de eso todo es fijo y decidido, y él responde por sus hechos en el juicio. Una vida, una muerte, entonces todo se pesa y se declara el resultado: “después de esto el juicio”. Así Cristo viene y muere una sola vez; y después de esto, también para él el resultado de lo que ha hecho, es decir, la salvación de quienes lo buscan. Muere una vez, y luego cosecha el resultado fijo, según la analogía de la raza humana, de la que se convirtió en miembro y representante”. (Spurgeon)

iii. A pesar de que no era realmente el objetivo del autor de Hebreos discutir la reencarnación, sin duda la niega por completo aquí. Nosotros no morimos y vivimos y morimos y vivimos, enfrentando una cuenta eterna después de un número de vidas a lo largo del camino. Solo tenemos esta vida, y luego enfrentamos el juicio. Esto significa que no hay segundas oportunidades más allá de la tumba. Ahora es el momento de elegir a Jesucristo, porque cuando morimos viene después el juicio.

iv. Es importante notar que el principio de: está establecido para los hombres que mueran una sola vez no es un principio absoluto. Hay algunas excepciones únicas y extraordinarias. Enoc (Génesis 5:24) y Elías (2 Reyes 2:11) nunca murieron una sola vez. Varias personas en la Biblia fueron levantadas de los muertos (1 Reyes 17:22, 2 Reyes 13:20-21, Mateo 9:25, Juan 11:43-44, Hechos 20:9-11), y por lo tanto murieron dos veces. Aquellos que sean arrebatados en el rapto (1 Tesalonicenses 4:17) nunca experimentarán la muerte. Sin embargo estas excepciones extraordinarias y únicas no niegan el principio: está establecido para los hombres que mueran una sola vez; sino que son excepciones que prueban la regla.

f. Y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar: El enfoque de la primera venida de Jesús fue hacer frente al problema del pecado a través de su sacrificio expiatorio. Pero ahora, habiendo solucionado a la perfección el problema del pecado, viene otra vez sin relación con el pecado, para salvar a su pueblo.

i. Para salvar a los que le esperan: Se asume que todos los creyentes le esperan. Es un caso triste que esta suposición no siempre resulta verdad.

ii. “Debería ser una desilusión diaria cuando nuestro Señor no viene; en lugar de ser, como me temo que es, una especie de conclusión inevitable de que todavía no vendrá”. (Spurgeon)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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