Hechos 1




Hechos 1 – Jesús asciende al cielo, un nuevo apóstol es elegido

A. Prólogo.

1. (1) Una referencia a los escritos antiguos.

En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar

a. En el primer tratado: El primer tratado es el evangelio de Lucas. En un tiempo el evangelio de Lucas y el libro de Hechos estuvieron unidos como un libro con dos volúmenes.

i. Imagina como sería si el libro de Hechos no fuera parte de la Biblia. Agarras tu Biblia y ves el ministerio de Jesús terminándose en el evangelio de Juan; después lees acerca de un hombre llamado Pablo escribiendo a los seguidores de Jesús que están en Roma. ¿Quién era Pablo? ¿Cómo es que llegó el evangelio de Jerusalén a Roma? El libro de Hechos contesta estas preguntas. “Un gran erudito del Nuevo Testamento ha dicho que el título de Hechos puede ser: Como trajeron las Buenas Nuevas de Jerusalén a Roma”. (Barclay)

ii. La expansión de Jerusalén a Roma es una historia notable. “Humanamente hablando, [el cristianismo] no tenía nada a su favor. No tenía dinero, ni líderes probados, ni herramientas tecnológicas para propagar el evangelio. Y enfrentaba enormes obstáculos. Era absolutamente nuevo. Enseñaba verdades que eran increíbles para el mundo no regenerado. Fue objeto de los más intensos odios y persecuciones”. (Boice)

iii. Hechos está escrito en el estilo literario de la traducción griega del Antiguo Testamento, conocido como la Septuaginta. “Como Lucas puede escribir en un estilo diferente (Lucas 1:1-4), esto es algo deliberado. Probablemente se consideraba a sí mismo como registrando la historia sagrada”. (Marshall)

iv. Realmente el Nuevo Testamento no nos dice mucho acerca de Lucas.

·Sabemos que era un médico (Colosenses 4:14).

·Sabemos que era un gentil (por su nombre).

·Sabemos que era el compañero devoto de Pablo (por el texto de Hechos, y Colosenses 4:14, Filemón 24 y 2 Timoteo 4:11).

v. Hubo un tiempo en donde muchos eruditos y críticos pensaban que Hechos era como una novela romántica de la iglesia primitiva, escrita más de 100 años después de los eventos que supuestamente ocurrieron. Pero William Ramsay, un arqueólogo notable y erudito bíblico, comprobó que el registro histórico de Hechos es asombrosamente preciso en cuanto a las prácticas, leyes y costumbres del período que dice registrar. Definitivamente es la obra de testigos contemporáneos.

vi. A mediados de la década de 1960, A.N. Sherwin-White, un experto de la historia grecorromana de Oxford, escribió esto sobre Hechos: “La estructura histórica es exacta. En términos de tiempo y lugar, los detalles son precisos y correctos … Como documentos, estos narrativos pertenecen a la misma serie histórica que el registro de juicios provinciales e imperiales de fuentes epigráficas y literarias del primer siglo y del principio del siglo II d.C. … Para Hechos, la confirmación de la historicidad es abrumadora … Cualquier intento de rechazar su historicidad básica, incluso de sus detalles, ahora debe parecer absurdo. Los historiadores romanos lo han dado por sentado desde hace mucho”.

vii. Juan Calvino escribió que el libro de Hechos era: “Un tipo de tesoro extenso”. D. Martyn Lloyd-Jones llamó a Hechos: “El más lírico de los libros … Vive en aquel libro, te exhorto: Es un tónico, el mejor tónico que conozco en el reino del Espíritu”. (Citado de Stott)

b. Teófilo: Éste podría haber sido un cristiano deseando instrucción. Él podría haber sido un oficial romano siendo enseñado por Lucas de la historia del movimiento cristiano. O, el nombre podría ser simbólico, porque el nombre Teófilo significa “amante de Dios”.

i. En la introducción al primer volumen (Lucas 1:3), Lucas se dirige a Teófilo con el título excelentísimo, el cual era una manera de dirigirse a personas de oficio alto.

ii. Como Hechos acaba con Pablo esperando juicio de Cesar, algunos se han preguntado si Lucas-Hechos no son “resúmenes de defensa” para dar trasfondo del caso de Pablo a un oficial romano. Lucas llegó a Jerusalén con Pablo en Hechos 21:17; se fue con él, otra vez, en el viaje a Roma en Hechos 27:1. Durante esos dos años, Lucas tuvo mucho tiempo para estudiar y escribir su evangelio y el libro de Hechos.

iii. “Los libros antiguos generalmente se escribían en rollos de papiro. Era práctico tener un rollo de aproximadamente 25 pies de largo. Si era más largo era demasiado grande para cargar. Esta limitación física ha determinado el tamaño de muchos de los libros de la biblia”. (Boice) Lucas usó dos rollos para contar su historia, y a uno llamamos “el evangelio de Lucas” y al otro llamamos “el libro de Hechos”.

iv. Lucas quería mostrar a Teófilo y a los romanos:

·Que el cristianismo no es peligroso (algunos oficiales romanos lo habían creído).

·Que el cristianismo es inocente (los jueces romanos no pudieron encontrar base para el enjuiciamiento).

·Que el cristianismo es legal (como el verdadero cumplimiento del judaísmo, que era una religión aprobada en el imperio romano)

c. Acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar: Notemos que el primer tratado tenía que ver con todo lo que Jesús comenzó a hacer y a enseñar. El evangelio de Lucas describe solo el comienzo de la obra de Jesús; Hechos describe su continuación; y la obra de Jesús continúa hasta el día de hoy.

i. Debemos recordar que Hechos no nos da una historia completa de la iglesia de aquel período. Por ejemplo, las iglesias en Galilea y Samaria apenas se mencionan (Hechos 9:31), y el establecimiento de una iglesia fuerte en Egipto durante este tiempo no se menciona en absoluto.

ii. Hechos contiene un período de aproximadamente 30 años, y nos lleva hasta el año 60 o 61 d. C., con Pablo en Roma esperando aparecer ante César Nero. Este mismo Nero empezó sus infames persecuciones de cristianos en el año 64 d. C.

iii. Maravillosamente, lo que Jesús empezó todavía continúa. Hay un sentido real en el que el libro de Hechos continúa siendo escrito hoy en día. No en un sentido bíblico autoritario; sino en el sentido de la obra de Dios que continúa por su Espíritu, a través de su iglesia.

iv. “Por lo tanto, los Hechos de los apóstoles deben estudiarse principalmente para este doble propósito: primero, para rastrear la continuación no vista pero real de las enseñanzas y obras divinas de nuestro Señor; y segundo, para rastrear el ministerio activo del Espíritu Santo como la presencia que mora en la iglesia”. (Pierson)

2. (2-3) La última obra de Jesús antes de su ascensión al cielo.

Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.

a. Hasta el día en que fue recibido arriba: Jesús, por el Espíritu Santo, dio instrucción a los apóstoles sobre qué hacer en su ausencia. Después de haber dado mandamientos a los apóstoles.

i. Significativamente, Jesús hizo esto por el Espíritu Santo. Este fue el Señor Jesucristo glorificado, y resucitado, con toda autoridad y soberanía. Aun así, eligió no depender de sus propios recursos (por así decirlo), sino que confió en el poder y la presencia del Espíritu Santo que mora en Él.

ii. El Espíritu Santo –la tercera persona de la santa trinidad– es el aspecto de Dios que vive y da poder e inspiración al hombre. El Espíritu Santo tiene un trabajo entre aquellos que aún no son creyentes, pero también un trabajo grande e importante en aquellos que creen.

iii. Si el Jesús resucitado y glorificado necesitaba y dependía del Espíritu Santo, también debemos de hacerlo nosotros. Este es un patrón para el resto del libro de Hechos, que nos muestra lo que hace el Espíritu Santo operando a través de la iglesia. “El discípulo no está sobre su amo, ni el siervo sobre su Señor. Si incluso Él estaba en deuda con el Espíritu Santo por el poder de su ministerio, seguramente no podemos permitirnos intentar el trabajo que nos designó sin la misma unción”. (Pierson)

b. A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables: Jesús también estableció el hecho de su resurrección con muchas pruebas indubitables durante los cuarenta días después de su resurrección, pero antes de su ascensión. Él no dejó ninguna duda posible de que había resucitado, exactamente como lo había prometido.

i. En 1 Corintios 15:6 Pablo describe una de estas muchas pruebas indubitables: Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún. Más de 500 personas vieron al Jesús resucitado, y la mayoría de ellas todavía estaban vivos unos 25 años después en los días del ministerio de Pablo.

c. Hablándoles acerca del reino de Dios: Las enseñanzas que Jesús dio durante aquel período después de su resurrección y antes de su ascensión no están registradas, pero se nos dice que usó ese tiempo para hablar acerca del reino de Dios.

i. A algunos maestros gnósticos y de la nueva era les gustaría pensar que Jesús usó aquellos 40 días para enseñar a sus seguidores doctrinas extrañas y misteriosas que deben redescubrirse con nuevas revelaciones hoy. Pero Lucas nos dijo que Jesús simplemente les enseñó las mismas cosas que les había enseñado durante su ministerio en la tierra: acerca del reino de Dios.

B. La ascensión de Jesús.

1. (4-5) Las instrucciones finales de Jesús para sus discípulos.

Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

a. Les mandó que no se fueran de Jerusalén: Jesús no tenía nada más para que los discípulos hicieran, solo que esperasen la venida del Espíritu Santo (la promesa del Padre). Jesús sabía que ellos realmente no podían hacer nada efectivo para el Reino de Dios hasta que viniera el Espíritu.

·Que esperasen significa que la espera valía la pena.

·Que esperasen significa que ellos tenían la promesa de que vendría.

·Que esperasen significa que ellos debían recibirlo; no podían crearlo ellos mismos.

·Que esperasen significa que serían probados al esperar, al menos un poco.

b. Mandó … la promesa del Padre … bautizados con el Espíritu Santo: Este es otro ejemplo de cómo el hecho de la trinidad –que hay un Dios en tres personas– está entretejido en la estructura del Nuevo Testamento. Aquí vemos que Jesús habló de la promesa del Padre, que es el advenimiento del Espíritu Santo.

i. Es significante que este advenimiento, llenura y empoderamiento del Espíritu Santo es llamado “la promesa del Padre”.

·Muestra que debemos esperarlo con una ansiosa anticipación; una “promesa del Padre” solo puede ser algo bueno.

·Muestra que es confiable; el Padre nunca promete algo que no puede cumplir.

·Muestra que la promesa pertenece a todos sus hijos, porque viene de Dios como nuestro Padre.

·Muestra que debe ser recibida por fe, como es el patrón con las promesas de Dios a través de la Biblia.

ii. “’La promesa del Padre ahora vino a ser también la promesa del Hijo”. (Pierson)

c. Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo: La idea de ser bautizados es ser sumergidos o cubiertos completamente en algo; aún como Juan bautizó en agua, así estos discípulos serían sumergidos en el Espíritu Santo.

i. Quizá sea más útil describir el bautismo del Espíritu Santo como una condición en vez de como una experiencia. Tal vez debemos preguntar: ¿Estás tú bautizado en el Espíritu Santo? En vez de preguntar: ¿Has sido bautizado en el Espíritu Santo?

d. Dentro de no muchos días: Ellos sabían que la promesa del Padre vendría, pero no inmediatamente. Sería en unos días, pero no muchos días. Jesús tenía un propósito en no decirles exactamente cuando vendría.

2. (6) Los discípulos le hacen una última pregunta a Jesús antes de su ascensión.

Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?

a. Entonces los que se habían reunido: Esta sería la última vez que verían a Jesús en su cuerpo físico, hasta que fueran al cielo para estar con Él para siempre. No hay nada específico en el texto que nos muestre que ellos sabían que esta sería su última vez viéndolo aquí en la tierra, aparte del peso de la pregunta que estaban a punto de hacer.

b. Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Está era una pregunta que se había hecho muchas veces antes, pero ahora tenía una relevancia especial. Sabían que Jesús había instituido el nuevo pacto (Lucas 22:20). También sabían que la restauración del reino de Israel formaba parte del nuevo pacto (como es visto en Jeremías 23:1-8, Ezequiel 36:16-30, Ezequiel 37:21-28).

i. De hecho, era razonable que se preguntaran cuándo se cumpliría el resto del nuevo pacto. La respuesta de Jesús en los siguientes versículos también indica que no los regaño ni los corrigió por haber hecho la pregunta. Simplemente les dijo que no era para ellos saber la respuesta.

ii. “El verbo restaurar muestra que esperaban un reino político y territorial; el sustantivo Israel que esperaban un reino nacional; y la frase adverbial en este tiempo que esperaban su establecimiento inmediato”. (Stott)

iii. Los discípulos seguramente sabían las muchas profecías del Antiguo Testamento describiendo el renacimiento espiritual y nacional de Israel. Los discípulos probablemente pensaron que el renacimiento espiritual parecía seguro, así que el nacional también vendría.

3. (7-8) La enseñanza final de Jesús y su última promesa antes de su ascensión.

Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

a. No os toca a vosotros saber: Jesús advirtió a los discípulos contra inquirir de los aspectos de la hora del reino de Dios, porque esas cosas pertenecen solamente a Dios el Padre (que el Padre puso en su sola potestad).

i. Fue sabio que Jesús no esbozara su plan para los siguientes 2,000 años. Era bueno que los discípulos no supieran que la restauración completa del reino de Israel que esperaban que ocurriera pronto no sucedería por unos 2,000 años. Podría desanimarlos en el trabajo que tenían que hacer en ese momento, y podría hacerlos menospreciar el aspecto del reino de Dios que estaba presente con ellos.

ii. Al mismo tiempo, Jesús no dijo que no habría restauración para el reino a Israel; simplemente dijo que la especulación acerca de la hora y fecha de esta restauración no era apropiada para los discípulos.

iii. En su sola potestad: El Jesús resucitado y ascendido nuevamente mostró su sumisión al Padre. Su sumisión al Padre no era algo temporal, sino eterno.

b. Pero recibiréis poder: Si el reino nacional que querían sería retrasado, el poder que necesitaban no lo sería. Pronto recibirían poder con la venida del Espíritu Santo.

i. Con su pregunta sobre la restauración del reino de Israel, es posible que los discípulos todavía veían el poder en términos del tipo de poder que tenía César, y no tanto en términos del tipo de poder de Dios.

c. Y me seréis testigos: El resultado natural de recibir este poder prometido sería que ellos se volverían testigos de Jesús, por toda la tierra.

i. Nota que esto realmente no fue un mandato; fue una sencilla declaración de hecho: Cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo… me seréis testigos. La palabra seréis está en el tiempo indicativo, no el imperativo. Jesús no recomendó que se convirtieran en testigos; dijo que serán testigos.

ii. Si queremos ser testigos, necesitamos ser llenados del Espíritu Santo. El mejor programa de entrenamiento para el evangelismo logra poco sin la llenura del Espíritu Santo.

iii. En Isaías 43:10 el Señor proclama a su pueblo: Vosotros sois mis testigos. Un grupo cultico hoy dice que esto es su mandato para ser “testigos de Jehová”. Desafortunadamente, fallan de ver Isaías 43:10 en el contexto de Hechos 1:8; somos verdaderamente los testigos de Jehová cuando somos testigos de Jesús.

d. En Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra: El progreso del esparcimiento del mensaje del evangelio de Jerusalén, a Judea y Samaria, y después hasta lo último de la tierra se convierte en el bosquejo del libro de Hechos.

·Hechos 1-7 describe el evangelio en Jerusalén.

·Hechos 8-12 habla del evangelio en Judea y Samaria.

·Hechos 13-28 cuenta del evangelio yendo hasta lo último de la tierra.

i. Podemos imaginar las objeciones que los discípulos quizá hayan pensado contra los lugares de ministerio que Jesús describió.

·Jerusalén era donde Jesús fue ejecutado por la palabra de una multitud enojada.

·Judea rechazó su ministerio.

·Samaria era considerada un basurero de mestizos impuros.

·En lo último de la tierra, los gentiles eran vistos por algunos judíos de aquel día como nada más que leña para los fuegos del infierno.

ii. Aun así, Dios quiso que se enviaran testigos a todos estos lugares, y el Espíritu Santo los empoderaría para hacer este trabajo.

4. (9-11) Jesús asciende al cielo.

Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

a. Fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos: Jesús fue llevado mientras los bendecía (Lucas 24:50). Mientras lentamente desaparecía en el cielo, rodeado por una nube, ellos seguían viendo hacia arriba.

i. La nube que le recibió sugiere la nube de gloria (llamada Shekinah) que es asociada con la presencia de Dios en el Antiguo y el Nuevo Testamento.

b. Viéndolo ellos, fue alzado: Era importante para Jesús dejar a sus discípulos de esta manera. En teoría, seguramente podría haberse desvanecido al cielo y a la presencia del Padre en una manera secreta. Pero por ascender de esta manera, Jesús quiso que sus seguidores supieran que se había ido para no regresar ya, en contraste a la manera en que apareció y reapareció durante los 40 días después de su resurrección.

i. Recuerda las palabras de Jesús a sus discípulos en Juan 16:7: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Ahora los discípulos podían saber que aquella promesa sería cumplida. El Espíritu Santo venía porque Jesús prometió enviar al Espíritu cuando Él se fuera.

c. ¿Por qué estáis mirando al cielo? Los dos varones (aparentemente ángeles) les dijeron a los discípulos que pusieran su atención en el lugar correcto (obediencia al mandato de Jesús de regresar a Jerusalén), no en preguntarse a dónde y cómo se fue Jesús. Jesús les mandó que fueran hasta lo último de la tierra, y ellos se quedaron mirando al cielo.

i. Morgan especuló que los dos varones eran posiblemente Moisés y Elías. Parece mejor decir que eran ángeles.

d. Este mismo Jesús: Ésta es una frase gloriosa. Nos recuerda que el Jesús que ascendió a los cielos y se sentó a la diestra de Dios el Padre es el mismo Jesús de los evangelios. Él es el mismo Jesús de amor, gracia, bondad, sabiduría y cuidado.

e. Así vendrá como le habéis visto ir al cielo: Jesús regresará de igual manera en que se fue.

·Se fue físicamente y así vendrá.

·Se fue visiblemente y así vendrá.

·Se fue desde el Monte de Olivos y desde ahí vendrá.

·Se fue en presencia de sus discípulos y así vendrá.

·Se fue bendiciendo a su iglesia y así vendrá.

C. Matías puesto para reemplazar a Judas.

1. (12-14) Los seguidores de Jesús regresan a Jerusalén.

Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

a. Volvieron a Jerusalén: Esto era una obediencia notable. Jesús les dijo que regresaran a Jerusalén y esperaran la venida del Espíritu Santo (Hechos 1:4), y eso es exactamente lo que hicieron. No se olvidaron del sermón justo después de escucharlo, y de hecho hicieron lo que Jesús les mandó hacer, aunque Él ya no estaba físicamente presente con ellos.

b. Camino de un día de reposo: El Monte de Olivo estaba justo afuera del antiguo Jerusalén. Esto describe una distancia corta, el único tipo de viaje permitido en un día de reposo.

c. Y entrados, subieron al aposento alto: Hechos 1:15 nos dice que había aproximadamente 120 personas presentes. Esto incluía a los once discípulos (los doce menos Judas); juntos con María, la madre de Jesús, los hermanos de Jesús (como Santiago y Judas), las mujeres que seguían a Jesús y otros.

i. Los hermanos de Jesús nunca parecieron apoyar a su ministerio antes de su muerte y resurrección (Juan 7:5, Marcos 3:21). Después de encontrarse con el Jesús resucitado, se convirtieron en verdaderos seguidores de Jesús.

ii. Calvin traduce con las mujeres como con sus esposas, una referencia a las esposas de los apóstoles.

d. Todos éstos perseveraban unánimes: Esto es unidad notable. Cuando vimos a los discípulos en los Evangelios, parecía que siempre peleaban y discutían. ¿Qué había cambiado? Pedro todavía tenía la historia de negar al Señor; Mateo todavía era un cobrador de impuestos; Simón todavía era un zelote. Sus diferencias todavía estaban presentes, pero el Jesús resucitado en sus corazones era mayor que cualquier diferencia.

e. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego: Esto era una oración notable. Todos oraban, y perseveraban en oración y ruego. La idea del ruego es un sentido de desesperación y seriedad en la oración.

i. Vemos tres pasos importantes en hacer decisiones piadosas: Los discípulos estaban en obediencia, estaban en convivencia y estaban en oración.

2. (15-20) Pedro sugiere seleccionar un reemplazo para Judas.

En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron. Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que quiere decir, Campo de sangre. Porque está escrito en el libro de los Salmos:

Sea hecha desierta su habitación,
Y no haya quien more en ella;

y:

Tome otro su oficio.

a. Pedro se levantó en medio de los hermanos: Aquí, Pedro tomó un rol natural de liderazgo entre los discípulos. No hay nada malo con ver a Pedro como el líder del primer grupo de apóstoles, aun como muchas veces fue el portavoz entre los discípulos durante el ministerio terrenal de Jesús.

i. Sin embargo, la idea de que la autoridad de Pedro era suprema y que la pasó en una sucesión ininterrumpida y no es bíblica y está incorrecta.

b. Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura: Las palabras de Pedro muestran sabiduría que no veíamos en él antes. Empezó por notar que Judas no arruinó el plan de Dios, sino que lo cumplió (era necesario que se cumpliese la Escritura). Esto es algo que solo los discípulos sabios y maduros pueden ver después de una maldad.

c. Cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron: La nota histórica de Lucas llama la atención a cómo murió Judas. Mateo 27:5 dice que Judas se ahorcó, pero aparentemente falló en el intento, se cayó y lo mató el impacto de su caída desde el árbol en el Campo de sangre.

i. Era un campo de sangre no solo porque Judas derramó su sangre allí, sino también porque el campo fue comprado con el “dinero de sangre” dado al traidor de Jesús.

d. Porque está escrito: Pedro, citando dos diferentes Salmos, mostró por qué Dios quería que eligieran a otro discípulo para reemplazar oficialmente a Judas.

i. Esto fue una notable dependencia dela palabra de Dios. Esto no era la sabiduría del hombre trabajando, sino un principio revelado en las Escrituras. Además, esta es la primera vez en el Nuevo Testamento que leemos que Pedro citó las Escrituras.

ii. Sea hecha desierta su habitación: David, el escritor de estos Salmos citados, sabía lo que era ser traicionado por otro. Cuando David era un fugitivo de Saúl, un hombre llamado Doeg lo traicionó (1 Samuel 21-22), y como resultado muchas personas inocentes murieron. David pudo haber escrito estas mismas palabras en referencia a este traidor.

iii. Tome otro su oficio: Cuando David fue traicionado, deseó que el traidor fuera desolado y que otro tomara el oficio del traidor. No era difícil entender que el Hijo de David –Jesús, a quien David muchas veces prefiguro– desearía lo mismo.

iv. Esto fue un deseo notable de la voluntad de Dios. Por razón del principio de la Escritura citada, decidieron reemplazar a Judas porque creían que era lo que Jesús quería, no porque era lo que ellos querían.

3. (21-23) Se establecen los requisitos y dos hombres son nominados.

Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.

a. Uno sea hecho testigo con nosotros: Los discípulos fueron valientes para hacer una decisión porque sabían por la palabra de Dios que eso era lo que el Señor quería. Los apóstoles no sintieron un derrame del Espíritu Santo sobre ellos; eso todavía estaba por venir. Pero Dios no los dejó sin dirección. Ellos sabían que hacer por la Palabra.

i. Por supuesto, aun si sentimos una dirección especial del Espíritu Santo, aun así, tenemos la voz de Dios permanentemente establecida en su Palabra. Cualquier dirección percibida del Espíritu Santo nunca irá en contra de la palabra de Dios escrita para nosotros.

b. Han estado juntos con nosotros todo el tiempo: Él que reemplazará a Judas debía ser uno que también había estado con ellos desde que Juan los bautizó, que se quedó con ellos durante los días del ministerio terrenal de Jesús y que vio al Jesús resucitado.

i. No encontramos ninguna evidencia que estos requisitos los habían encontrado en las Escrituras o por dirección del Espíritu Santo. Podríamos decir que simplemente usaron su sentido común santificado. Éstos parecían ser requisitos lógicos de sentido común para el sucesor al oficio de Judas como discípulo.

ii. Su sentido común fue santificado porque vino mientras estaban en obediencia, en convivencia, en oración, en las Escrituras y deseando la voluntad de Dios.

iii. Esto fue un notable sentido común santificado. No contestaba todo, pero sí redujo las opciones a dos hombres.

c. Uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección: Esto era el trabajo principal del discípulo que reemplazaría a Judas. Ahora que Jesús había ascendido al cielo, era más importante que nunca tener un testigo … de su resurrección.

i. Nosotros también podemos ser testigos de su resurrección, por confiar y proclamar el testimonio apostólico, y nuestro propio testimonio que el Jesús resucitado vive en nosotros y a través de nosotros.

4. (24-26) Los discípulos oran y echan suertes para seleccionar un reemplazo para Judas.

Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.

a. Y orando: Primero oraron, y fue fácil orar porque ya habían estado orando (Hechos 1:14).

i. Esto fue una manera notable de hacer lo que Jesús haría. Recordamos que cuando Jesús eligió a sus discípulos, oró (Lucas 6:12-13). Los discípulos, siguiendo a Jesús, oraron por sabiduría para saber a quién agregaría el Señor al numero de los apóstoles.

b. Y les echaron suertes: Esto era esencialmente lanzar dados para obtener una respuesta. Muchas personas han cuestionado el método para elegir uno de los dos hombres; Parece que a pesar de tantos maravillosos pasos espirituales, ellos terminaron lanzando dados para elegir al ganador. Es justo preguntar: ¿Es esta la forma de elegir a un apóstol?

i. Sin embargo, esto era una notable dependencia en Dios. Aunque todavía no estaban llenos del Espíritu Santo como pronto lo estarían, escogieron un método que los forzaría a depender en Dios. Quizá recordaron Proverbios 16:33: La suerte se echa en el regazo; Mas de Jehová es la decisión de ella.

ii. Puede que el echar la suerte es una manera imperfecta para discernir la voluntad de Dios, pero es mucho mejor que los métodos que usan muchos cristianos hoy en día, eso es, depender de las emociones, depender de las circunstancias, los sentimientos o los deseos carnales, etc.

c. Y la suerte cayó sobre Matías: Algunos insisten que Matías fue la elección equivocada y que el uso de la suerte para hacer la decisión no estaba correcto. La idea es que Dios eventualmente habría escogido a Pablo si el oficio hubiera estado vacante. Pero debemos respetar el testimonio de las Escrituras; Dios no quiso dejar el oficio vacante. Si se dejara sin llenar, podría verse como una victoria de Satanás; como si Jesús eligió a 12, pero salió fallándole uno y, por lo tanto, Satanás destruyó el deseo de Jesús de tener 12 apóstoles.

i. Aunque no leemos nada más acerca de Matías, no debemos asumir que fracasó como apóstol. Aparte de Pedro y Juan, ninguno de los doce originales se vuelve a mencionar después de Hechos 1. Matías no fue un fracaso más que Mateo o Andrés o Tomás o cualquiera de los otros.

ii. En cuanto a Pablo, claramente se consideraba a sí mismo un apóstol, pero uno nacido a su debido tiempo (1 Corintios 15:8). No parece que se haya opuesto a la selección de Matías.

iii. Apocalipsis 21:14 trae una pregunta interesante. Nos dice que cada uno de los doce cimientos de la Nueva Jerusalén lleva el nombre de uno de los doce apóstoles del Cordero. Cuando lleguemos al cielo, será interesante ver si el duodécimo apóstol del Cordero es Pablo o Matías.

d. Y fue contado con los once apóstoles: Nadie puede criticar las cosas que hicieron antes de echar suertes. Debemos creer que todas estas cosas los pusieron en un lugar donde Dios verdaderamente guiaría su decisión.

i. No tomaríamos muchas decisiones equivocadas si hiciéramos todas las cosas que hicieron los discípulos antes de tomar grandes decisiones.

·Los discípulos obedecieron.

·Los discípulos estaban en unidad y convivencia.

·Los discípulos estaban en oración.

·Los discípulos estaban en las Escrituras.

·Los discípulos querían hacer la voluntad de Dios.

·Los discípulos usaron el sentido común santificado.

·Los discípulos hicieron lo que Jesús hizo.

·Los discípulos hicieron lo que podían hacer para confiar en Dios.

© 2024 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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