Hechos 11 – Defendiendo el ministerio a los gentiles
A. Una controversia en Jerusalén en cuanto al ministerio a los gentiles.
1. (1-3) Pedro escucha las objeciones a su asociación con los gentiles.
Oyeron los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro subió a Jerusalén, disputaban con él los que eran de la circuncisión, diciendo: ¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos?
a. Oyeron los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea, que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios: La grandeza de la obra entre los gentiles en Cesarea no podía ser ocultado. No había deseo de ocultarlo, aunque muchos de los cristianos judíos (los que eran de la circuncisión) serían ofendidos.
b. ¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos?: Los cargos contra Pedro eran simples: “Tú, que debes ser un judío fiel, te relacionaste con gentiles e incluso comiste con ellos”. Esto ofendió a los judíos cristianos, así que disputaban con Pedro.
i. Y has comido con ellos: Compartir una comida juntos era una señal especial de compañerismo en aquel tiempo y cultura. Esto se consideraba un compromiso significativo por estos cristianos judíos.
ii. Esta reacción de los judíos cristianos muestra lo grande que fue el cambió que Dios inició en Hechos 10. El cambio decía a los gentiles: “No tienen que convertirse en judíos y someterse primero a la ley de Moisés. Arrepiéntanse y crean, y pueden venir a Jesús”. Pero también les decía a los seguidores judíos de Jesús: “Reciban a sus hermanos y hermanas gentiles como miembros plenos de la familia de Dios. No son inferiores a ustedes en ninguna manera”.
iii. La objeción de los que eran de la circuncisión era por el segundo punto, no el primero. Se quejaron: ¿Por qué has entrado en casa de hombres incircuncisos, y has comido con ellos? Al principio, estaban más preocupados por lo que hizo Pedro que por lo que Dios estaba haciendo con los gentiles.
c. Disputaban con él los que eran de la circuncisión: Cuando vemos cuál fue la reacción de los cristianos judíos en Jerusalén, podemos ver lo sabio que fue Pedro al llevar seis testigos con él a Cesarea y su encuentro con Cornelio (Hechos 10:23, 11:12).
2. (4-15) Pedro explica su ministerio a los gentiles.
Entonces comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido, diciendo: Estaba yo en la ciudad de Jope orando, y vi en éxtasis una visión; algo semejante a un gran lienzo que descendía, que por las cuatro puntas era bajado del cielo y venía hasta mí. Cuando fijé en él los ojos, consideré y vi cuadrúpedos terrestres, y fieras, y reptiles, y aves del cielo. Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come. Y dije: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda entró jamás en mi boca. Entonces la voz me respondió del cielo por segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Y esto se hizo tres veces, y volvió todo a ser llevado arriba al cielo. Y he aquí, luego llegaron tres hombres a la casa donde yo estaba, enviados a mí desde Cesarea. Y el Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón, quien nos contó cómo había visto en su casa un ángel, que se puso en pie y le dijo: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro; él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa. Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.
a. Comenzó Pedro a contarles por orden lo sucedido: Este relato es un obvio resumen de Hechos 10:9-43. Dios enfatizo la importancia de estos eventos al repetir la historia.
i. “Pedro no ostentó su autoridad apostólica. En cambio, empezó con una humilde recitación de lo que sucedió. El griego hace esto particularmente claro. Indica que Pedro comenzó al principio y explicó todo con precisión –una palabra muy fuere– tal como había sucedido”. (Boice)
b. Lo que Dios limpió, no lo llames tú común: Al principio, Pedro pensó que Dios se refería a la comida. Pero Pedro llegó a entender que la visión del lienzo y los animales kosher y no kosher trataba de personas, no comida (Hechos 10:28: A mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo).
i. Hay un sentido en el que el lienzo representa a la iglesia, que tiene tanto a kosher (judíos) como no kosher (gentiles) en ella, sin distinción ni línea divisoria entre los dos (Efesios 2:11-18).
c. Entramos en casa de un varón: Esto quizá haya sorprendido a los interrogadores de Pedro, porque parecía una admisión de culpabilidad: Pedro admitió haber entrado en la casa de un gentil, algo prohibido por la costumbre y tradición judía (aunque no por la ley de Moisés). Sin embargo, Pedro tuvo cuidado de agregar que antes de que entraran en la casa del varón, había estado en su casa un ángel. Si fue permitido que un ángel de Dios entrara en la casa de Cornelio, también debe de ser permisible para Pedro.
d. Cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio: Esta conclusión fue importante. Mostró que el sello de aprobación de Dios estaba en esta obra hacia los gentiles. El punto de Pedro para estos judíos cristianos (los que eran de la circuncisión, Hechos 11:2) fue claro: no podían negarles su aceptación cuando Dios había dado la suya.
3. (16-18) Pedro, recordando las palabras de Jesús, interpreta estos eventos.
Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo. Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios? Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!
a. Si Dios, pues, les concedió también el mismo don que a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?: Si Dios estaba llegando a los gentiles, ¿quién era Pedro para que pudiese estorbar a Dios? Pedro reconoció la importancia de percibir a dónde va Dios y dirigirse en la misma dirección, en vez de intentar persuadir a Dios de que vaya en tu dirección.
i. También es importante notar que estos cristianos verían que todo esto estaba de acuerdo con las Escrituras. Tenían lo dicho por el Señor Jesús registrado en Marcos 1:8, y las promesas del Antiguo Testamento que los gentiles vendrían al Señor a través del Mesías (en pasajes como Isaías 49:6).
ii. Hay muchos hoy que miran a una obra u otra y dicen: “Mira lo que Dios está haciendo”. Pero la actividad por sí sola no es suficiente para validar una obra de Dios. También debe estar de acuerdo con la palabra de Dios. Esta obra entre los gentiles pasó las dos pruebas.
b. Callaron: Los creyentes judíos en Jerusalén (los que eran de la circuncisión, Hechos 11:2) primero reaccionaron con silencio atónito. Pero después glorificaron a Dios, porque vieron que Él ahora estaba trabajando entre los gentiles también.
i. Este es un pasaje poderoso, demostrando que los corazones de los cristianos judíos en Jerusalén eran lo suficientemente tiernos para ser guiados y corregidos por Dios. Es algo glorioso cuando el pueblo de Dios permite que sus prejuicios y tradiciones sean superados por la palabra de Dios y la obra de Dios.
ii. La iglesia en Jerusalén les dio la bienvenida a estos creyentes gentiles al principio, pero pasaría mucho tiempo antes que todas las objeciones de los que eran de la circuncisión fueran contestadas.
B. La iglesia en Antioquía.
1. (19-21) La iglesia en Antioquía crece a medida que los gentiles se vuelven al Señor.
Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos. Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.
a. No hablando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos: Al principio, los cristianos esparcidos sobre todo el Imperio Romano predicaban solamente a los judíos, pero eventualmente empezaron a predicar de Jesucristo a los gentiles también.
b. Entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene … hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús: Estos discípulos no nombrados de Chipre y Cirene son verdaderos héroes. Ellos iniciaron la primera “misión a los gentiles” (aquí llamados griegos) en Antioquía.
i. En Antioquía, tenemos el primer ejemplo de cristianos deliberadamente focalizando en gentiles para evangelismo, y este esfuerzo tuvo excelentes resultados (gran número creyó y se convirtió al Señor).
c. Cuando entraron en Antioquía: Antioquía fue fundada alrededor del año 300 a.C. por Seleuco I, uno de los herederos del imperio de Alejandro Magno. Le gustaba hacer una ciudad y nombrarla por su padre Antíoco, y lo hizo unas quince veces. Esta ciudad de Antioquía se llamaba “Antioquía Siria” o “Antioquía en las Orontes”. En el primer siglo era una ciudad de más de medio millón de personas; hoy es una ciudad turca con un población de aproximadamente 3,500.
i. Antioquía estaba a unas 300 millas (480 kilómetros) norte de Jerusalén y a unas 20 millas (32 kilómetros) tierra adentro desde el mar Mediterráneo. Muchos consideraban a Antioquía Siria como la tercera ciudad más grande del Imperio Romano, tras Roma y Alejandría. Antioquía era conocida por sus negocios y comercio, por su sofisticación y cultura, pero también por su inmoralidad.
ii. “La reputación de la ciudad por flojera moral fue aumentada por el culto de Artemisa y Apolo en Dafne, a cinco millas de distancia, donde la alabanza Siria de Astarte y su consorte, con su prostitución ritual, era practicada”. (Bruce)
iii. Según Hughes, cuando el antiguo senador romano quiso describir la decadencia de Roma, dijo que: “El Orontes ha fluido en el Tíber”, inundando a Roma con maldad.
iv. Se podría decir que Jerusalén era toda sobre religión; Roma de poder; Alejandría de intelecto, y Atenas de filosofía. Agregando a eso, una podría decir que Antioquía era toda de negocios e inmoralidad.
v. Cuando el evangelio vino a Cornelio y él se convirtió en un seguidor de Jesús, vino a un hombre que ya era un temeroso de Dios. Tenía respeto por el Dios de Israel y vivía una vida moral. Cuando vino a Antioquía, vino a una ciudad completamente pagana.
d. Y la mano del Señor estaba con ellos: Porque Dios estaba con ellos, su ministerio fue bendecido y multiplicado, el resultado fue que un gran número creyó y se convirtió al Señor.
i. Un ministerio no puede volver personas al Señor a menos que la mano del Señor esté con ellos.
·Puedes convertir a personas a una personalidad sin la mano del Señor.
·Puedes convertir a personas a un club social sin la mano del Señor.
·Puedes convertir a personas a una iglesia o institución sin la mano del Señor.
·Pero no puedes convertir a personas al Señor sin la mano del Señor.
ii. La frase, “creyó y se convirtió al Señor” es una buena descripción de la obra de fe y arrepentimiento.
2. (22-24) El ministerio de Bernabé en Antioquía.
Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía. Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
a. Enviaron a Bernabé: La iglesia en Jerusalén envió a un hombre capaz en Bernabé, previamente conocido por su generosidad (Hechos 4:36-37) y su amable aceptación de Saulo de Tarso después de su conversión (Hechos 9:26-28).
i. “Las noticias siempre regresaban a Jerusalén, y supongo que siempre es así. Cuando se hace algo, nunca falta alguien que corre a aquellos quienes se supone que son importantes y les dice: ¿Sabes lo que está pasando?” (Boice)
b. Cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó: En la iglesia en Antioquía, cuando Bernabé vio la gracia de Dios, se regocijó. Había algo en el trabajo y la atmósfera entre los seguidores de Jesús en Antioquía que hizo que Bernabé pudiera verla gracia de Dios.
i. En cualquier grupo de cristianos con el que nos asociemos, es importante que otros puedan ver la gracia de Dios entre nosotros. No deberían ver un énfasis en uno mismo, en reglas hechas por el hombre, en el desempeño humano, sino en la gloriosa gracia de Dios. Los alegrará.
c. Exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor: Bernabé se enfocó debidamente en su trabajo principal como líder de la congregación. Fortaleció a la familia de la iglesia en sí, con el resultado de que una gran multitud fue agregada al Señor.
i. Éste es el plan para el crecimiento de la iglesia mencionado en Efesios 4:11-16. Los líderes en la iglesia se dedican a edificar cristianos fuertes y saludables. A medida que los santos son equipados para la obra del ministerio, crecen a madurez y hacen su ministerio, y causa el crecimiento del cuerpo.
3. (25-26) Bernabé y Saulo trabajan juntos en Antioquía.
Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.
a. Fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo: Bernabé recordó al precioso hermano Saulo y cómo fue enviado a Tarso para su propia protección (Hechos 9:28-30). Ahora Bernabé fue y lo encontró.
i. No es difícil imaginar a Bernabé completamente cansado y abrumado por todo el trabajo y oportunidades en Antioquía, y luego recordando a Saulo de Tarso.
ii. Para buscar a Saulo es más literalmente cazarlo; Bernabé tenía que buscar. MacArthur dice que la palabra original “sugiere una búsqueda laboriosa por parte de Bernabé”. Saulo fue tan valioso para Bernabé que valió la pena que dejara la obra en Antioquía por un tiempo y buscara con ansias para encontrarlo.
b. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente: Juntos, Bernabé y Saulo enseñaron a mucha gente, fortaleciendo la iglesia en Antioquía.
i. Saulo había pasado unos doce años en Tarso desde la última vez que lo vimos; Estos años no fueron malgastados ni perdidos, sino pasados en ministerio silencioso y en preparación para el servició futuro.
ii. En todo esto, Antioquía se convirtió en un centro de gran enseñanza y predicación. Antioquía “tenía los mejores predicadores: en el siglo primero Bernabé, Pablo y Pedro; en el segundo Ignacio y Teófilo; en el tercero y cuarto Lucían, Teodoro, Crisóstomo, y Teordoret”. (Hughes)
iii. Pero también tenía gran predicación informal, que a menudo es el mejor tipo. Hechos 11:20 nos recuerda que ellos hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Esta combinación de gran enseñanza formal y gran predicación informal hizo de la comunidad de la iglesia en Antioquía algo especial y e impactante en el mundo.
c. A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía: No fue hasta estos años en la iglesia en Antioquía de Siria que el nombre cristiano se asoció con los seguidores de Jesús.
·Habían sido llamados discípulos (Hechos 1:15).
·Habían sido llamados santos (Hechos 9:13).
·Habían sido llamados creyentes (Hechos 5:14).
·Habían sido llamados hermanos (Hechos 6:3).
·Habían sido llamados testigos (Hechos 5:32).
·Habían sido llamados seguidores del Camino (Hechos 9:2).
·Serían llamados Nazarenos (Hechos 24:5).
·Ahora, serían llamados cristianos.
i. En Latín, la terminación ian significaba “el partido de”. Un Crist-ian-o era “del partido de Jesús”. Decir cristianos era más o menos como decir: “Jesús-itas”, o “Personas de Jesús”, describiendo a las personas asociadas con Jesucristo. Boice piensa que la idea es que fueron llamados: “unos de Cristo”.
ii. También, los soldados bajo ciertos generales en el ejército romano se identificaban por el nombre de su general agregando ian al fin. Un soldado bajo César se llamaría a sí mismo un cesariano. Los soldados bajo Jesucristo podrían ser llamados cristianos.
iii. En Antioquía, probablemente usaron el término cristianos para burlarse de los seguidores de Jesús. “Antioquía era famosa por su prontitud de burlarse e insultar; era conocida por sus epigramas ingeniosas”. (Gaebelein) Pero como las personas de Antioquía llamaron a los seguidores a Jesús las “personas de Jesús”, los creyentes apreciaron tanto el título que se quedó.
iv. “Ironside dice que cuando estaba viajando en la China hace años frecuentemente fue presentado como ‘Yasu-yan‘. Al principio no sabía que significaba la palabra, pero preguntó y aprendió que Yasu era la palabra cantonesa por Jesús, y yan era ‘hombre’. Así estaba siendo presentado como ‘hombre de Jesús’”. (Boice)
v. Se les llamó cristianos por primera vez también puede tener la idea de que se les llamó cristianos antes de que se les llamara cualquier otra cosa. Su primera identidad ahora sería ser llamados cristianos. Hoy, los cristianos deben estar dispuestos a tomar por lo menos la idea del título “personas de Jesús”, y también deben ser dignos de ese nombre. En lugar de reclamar cualquier otro título –católico romano, protestante, carismático, lo que sea– debemos primero ser llamados cristianos.
vi. Eusebio, el famoso historiador de la iglesia primitiva, describió a un creyente llamado Sancto de Lyons, Francia, quien fue torturado por Jesús. Mientras lo torturaban cruelmente, esperaban que dijera algo malo o blasfemo. Le preguntaron su nombre, y el solamente respondió: “Soy cristiano”. “¿A qué nación perteneces?” El contestó: “Soy cristiano”. “¿En que ciudad vives?” “Soy cristiano”. Sus interrogadores comenzaron a enojarse: “¿Eres un hombre libre o un esclavo?” “Soy cristiano” fue su única respuesta. Sin importar lo que le preguntaban, él solamente contestaba: “Soy cristiano”. Esto hizo a sus torturadores más determinados de quebrarlo, pero no pudieron, y él murió con las palabras: “Soy cristiano” en sus labios. (Eusebio, Historia de la iglesia)
4. (27-30) Una palabra profética anuncia una gran hambre.
En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
a. Daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio: No sabemos exactamente cómo Agabo daba a entender por el Espíritu que venía esta gran hambre. Pero los cristianos tomaron la palabra seriamente, y generosamente prepararon a proveer por la necesidad venidera.
i. “Sabemos por otras fuentes que el principio de Claudio fue marcado por una sucesión de malas cosechas y consiguiente escasez en varias partes del imperio, en Roma, Grecia y Egipto, así como en Judea”. (Bruce)
b. Entonces los discípulos: Podemos ver que estos eran realmente discípulos y cristianos, porque dieron generosamente para satisfacer la necesidad. Dieron, cada uno conforme a lo que tenía.
i. Esto significa que dieron conforme a los recursos que tenían; los que tenían más dieron más, probablemente refiriéndose a dádivas relativas a sus recursos. También significa que dieron conforme la fe que tenían, confiando que su regalo a la obra de Dios fue una inversión digna en Su reino, y no una pérdida.
ii. También vemos que determinaron dar. Si una persona no determina dar, a menudo nunca lo hace.
c. Enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo: La alta estima que tenían Bernabé y Saulo entre ellos fue evidente por el hecho de que les fue confiado el dinero de alivio.
i. “Hasta donde yo sé, este es el primer acto de caridad de esta naturaleza en toda la historia registrada: una raza de personas coleccionando dinero para ayudar a otros. Con razón se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”. (Boice)
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