Hechos 15




Hechos 15 – El concilio de Jerusalén

A. La disputa entre los hombres de Judea y Pablo y Bernabé.

1. (1) Los hombres de Judea exponen su caso.

Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.

a. Entonces algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos. Estos judíos cristianos (a menudo llamados “judaizantes”) vinieron a la congregación de Antioquía y enseñaban que los gentiles podían convertirse en cristianos, pero solo después de convertirse en judíos y sometiéndose a todos los rituales judíos, incluyendo la circuncisión.

i. Era muy difícil para algunos cristianos judíos el aceptar que los gentiles pudieran ser traídos a la iglesia como miembros iguales sin antes someterse a la ley de Moisés. “Una cosa era aceptar a algún temeroso de Dios ocasional en la iglesia, alguien que ya simpatizaba con las tradiciones judías; y otra muy diferente darle la bienvenida a un gran número de gentiles que no tenían ningún respeto por la ley y ninguna intención de guardarla”. (Williams)

b. Algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Estos cristianos eran de Judea, y no estaban satisfechos con guardar sus creencias para sí mismos, sino que se sintieron obligados a persuadir a otros cristianos. Enseñaban a los hermanos, viniendo hasta Antioquía para predicar este mensaje.

i. Por sus enseñanzas, estos ciertos hombres que venían de Judea causaron un impacto negativo en los esfuerzos misioneros de Pablo y Bernabé. En su más reciente viaje misionero, fundaron iglesias entre los gentiles sin someterlos a la Ley de Moisés. Estos que venían de Judea dijeron que Pablo y Bernabé estaban equivocados al hacer esto.

ii. Cuando estaba en la ciudad de Antioquía de Pisidia, Pablo predicó este mensaje: y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él (Jesús) es justificado todo aquel que cree (Hechos 13:39). Estos que venían de Judea se hubieran opuesto, diciendo: “Jesús nos salva, pero solo después de que hayamos hecho todo lo que podamos para guardar la Ley de Moisés”. Pero Pablo enseñó que un hombre solo podía estar bien con Dios en el fundamento de lo que Jesús ha hecho.

c. No podéis ser salvos: Este no era un problema secundario, tenía que ver con la salvación misma: cómo uno se hace justo delante de Dios. Esta no era una cuestión donde pudiera haber desacuerdo entre creyentes, con algunos creyendo que deben estar bajo la ley, y algunos creyendo que no era importante. Este era un problema que iba hasta el núcleo del cristianismo, y tenía que ser resuelto.

i. Solo podemos imaginar cómo Satanás quería tomar ventaja de esta situación. Primero, quería que la falsa doctrina de la justificación por obras tuviera éxito. Pero incluso si no lo tuviera, Satanás quería una guerra doctrinal costosa y amarga para dividir y agriar a la iglesia por completo. Esta puede ser la mayor amenaza para la obra del evangelio vista en el libro de Hechos.

2. (2-4) Pablo y Bernabé responden a las enseñanzas de los hombres de Judea.

Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y Samaria, contando la conversión de los gentiles; y causaban gran gozo a todos los hermanos. Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.

a. Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos: Su primera respuesta fue persuadir. Podemos imaginar que en verdad tuvieron una discusión y contienda no pequeña con ellos. Estos dos que vieron a Dios trabajar de una forma tan poderosa entre los gentiles no abandonarían ese trabajo fácilmente.

i. En esto, Pablo y Bernabé mostraron los corazones de verdaderos pastores: confrontar y discutir con aquellos que insisten en promover falsas doctrinas en la iglesia.

b. Se dispuso que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos: Cuando la persuasión no resolvió el asunto, Pablo y Bernabé fueron a Jerusalén para que los apóstoles y los ancianos resolvieran el asunto. Ellos no podían simplemente estar de acuerdo en estar en desacuerdo sobre este tema, porque era el fundamento de lo que significaba ser un seguidor de Jesús.

i. ¿Quiénes fueron los que determinaron que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén para resolver esta cuestión? Parece hablar de la iglesia colectiva en Antioquía, donde estaba siendo promovida esta falsa enseñanza. La afirmación de que fueron encaminados por la iglesia lo sugiere.

c. Y causaban gran gozo a todos los hermanos: Cuando Pablo y Bernabé fueron a Jerusalén, encontraron muchos otros cristianos que se regocijaron en lo que Dios hizo entre los gentiles. Esto estaba en contraste con ciertos hombres de Judea.

3. (5) Los hombres de Judea reafirman sus enseñanzas.

Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.

a. Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron: Muchos de los que se opusieron a Pablo y a Bernabé eran cristianos que habían sido fariseos. Los fariseos eran bien conocidos por su gran respeto por la ley y su deseo de obedecer la ley hasta en los más pequeños detalles.

i. Si los fariseos creían algo, creían que uno podía ser justificado ante Dios al guardar la ley. Para que un fariseo sea verdaderamente cristiano, se necesitaba más que un reconocimiento de que Jesús era el Mesías; Tendría que renunciar sus intentos de justificarse a sí mismo mediante el cumplimiento de la ley y aceptar la obra de Jesús como base de su justificación.

ii. En Listra, Pablo y Bernabé no permitieron que los paganos simplemente agregaran a Jesús a su panteón de dioses Romanos. Ellos les ordenaron que tenían que dejar a sus dioses vanos por el Dios verdadero (Hechos 14:14-15). Estos fariseos que se habían convertido en cristianos tenían que hacer lo mismo: dejar sus esfuerzos para ganar su camino a Dios por la observancia de la ley, y mirar a Jesús. No puedes simplemente agregar a Jesús y ahora decir “Jesús me ayuda a justificarme a mí mismo a través la observancia de la ley’’.

iii. Pablo mismo había sido un fariseo (Filipenses 3:5) que se convirtió en cristiano. Pero llegó a saber que Jesús no le ayudaba a hacer lo que hacía un fariseo, solo que mejor. Sabía que Jesús era su salvación, no el camino a su salvación. Pablo escribió: Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado (Gálatas 2:16).

b. Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés: Estos ex fariseos enseñaron dos cosas. Primero, que los conversos gentiles debían ser iniciados al judaísmo a través de la circuncisión. Segundo, que los conversos gentiles debían vivir bajo la ley de Moisés si querían estar bien con Dios y ser aceptados en la comunidad cristiana.

i. Básicamente, su enseñanza era: “Los gentiles son libres de venir a Jesús. Les damos la bienvenida y queremos que vengan a Jesús. Pero tienen que pasar por la ley de Moisés para llegar a Jesús. Pablo y Bernabé, entre otros, han permitido que los gentiles vengan a Jesús sin primero pasar por la Ley de Moisés”.

c. Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés: Podemos imaginar cómo pudieron haber armado un caso para esta enseñanza basándose en el Antiguo Testamento. Pudieron haber dicho que Israel siempre había sido el pueblo escogido por Dios y que los gentiles deben convertirse en parte del pueblo de Israel si quieren ser parte del pueblo de Dios.

i. Los pasajes que los fariseos, que habían creído, pudieron haber citado en defensa son Éxodo 12:48-49 e Isaías 56:6. Estos pasajes pudieron haber sido citados para decir que el pacto al que se invitó a los gentiles a unirse era un pacto de circuncisión.

B. El concilio de Jerusalén.

1. (6-11) En medio de una gran disputa, el apóstol Pedro habla sobre el tema.

Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Y después de mucha discusión, Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros; y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

a. Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto. Estos líderes se reunieron para resolver el asunto. No dejaron que solo pasara el problema, ni lo dejaron a la conciencia de cada creyente. El asunto era demasiado importante para eso.

i. La cuestión planteada por el concilio de Jerusalén era inmensa: ¿son los cristianos justificados ante Dios solo por fe o por una combinación de fe y obediencia a la Ley de Moisés? ¿Es suficiente la obra de Jesús por sí misma para salvar a aquel que cree en Jesús, o debemos agregar nuestras obras al trabajo de Jesús para poder ser justificados ante Dios?

ii. Con problemas doctrinales importantes hoy en día, tal vez este tipo de “juicio” público de doctrina sería beneficioso.

b. Y después de mucha discusión: Esto hubiera sido increíble de ver. Cristianos que se tomaban lo suficientemente en serio la verdad ¡como para discutirla! En medio de todo esto, Pedro, como uno de los líderes entre los apóstoles, se levantó para dar a conocer su opinión sobre el asunto.

c. Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo: Pedro empezó con una lección de historia, recordando la obra que Dios ya había hecho. Entonces señaló que Dios había recibido completamente a los gentiles, sin que hubieran sido circuncidados (Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo lo mismo que a nosotros). Si Dios había reconocido a estos gentiles como socios plenos en Su obra ¿por qué no debería hacerlo la iglesia? Si Dios los recibió, ¡también debería hacerlo la iglesia!

i. Al decir: “Ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos”, Pedro hizo una observación importante. Vino directamente de su visión de los animales limpios e inmundos, de donde Dios le enseñó este principio: Pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo (Hechos 10:28). Aquellos de la secta de los Fariseos que habían creído pensaban que los gentiles eran por naturaleza “comunes” o “inmundos” (en el sentido de impío) y tenían que ser hechos santos y limpios sometiéndose a la Ley de Moisés.

d. Purificando por la fe sus corazones. Pedro mostró cómo es purificado el corazón: por la fe, no por la observancia de la ley. Si eran purificados por fe, entonces no había necesidad de ser purificados sometiéndose a las ceremonias que se encuentran en la ley de Moisés. Los cristianos no solo son salvados por la fe; también son purificados por la fe.

e. ¿Por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Pedro contestó sabiamente otra objeción. Uno podría preguntarse: “¿Qué hay de malo en traer a los gentiles bajo la Ley de Moisés?” Pedro tenía razón cuando observó que la ley era un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar.

i. Esto se demuestra mediante un estudio de la historia de Israel. En el nacimiento de la nación en el Monte Sinaí, violaron la ley al adorar al becerro de oro. Al final de la historia del Antiguo Testamento, volvieron a violar la ley al ignorar el día de reposo y al casarse con mujeres paganas (Nehemías 13). De principio a fin, Israel no pudo llevar el yugo de la ley.

ii. Aquellos de la secta de fariseos que habían creído cometieron un grave error. Veían la historia de Israel bajo la ley con ojos de nostalgia, no de verdad. Si hubieran considerado cuidadosa y sinceramente el fracaso de Israel bajo la ley, no se habrían precipitado en poner también a los gentiles bajo la ley.

iii. Pablo hizo el mismo argumento en Gálatas 3:2-3. Si la ley no nos salva, ¿por qué habríamos de regresar a ella como el principio bajo el cual vivimos? A la luz de la obra terminada de Jesús, ofende a Dios volver a la ley. Por eso Pedro preguntó: “¿Por qué tentáis a Dios?

f. Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos: Pedro concluyó con la observación de que es por la gracia que todos son salvos –judíos y gentiles– y no por obediencia a la ley. Si somos justificados ante Dios por gracia, entonces no somos salvados por gracia y obediencia a la ley.

i. Pedro también insistió que solo hay un camino a la salvación: Seremos salvos [nosotros los judíos], de igual modo que ellos [los gentiles]. Los cristianos judíos no fueron salvados, ni siquiera en parte, por su obediencia a la ley; si no que fueron justificados ante Dios de la misma manera que los gentiles: por la gracia del Señor Jesús.

ii. “Pedro, el judío, normalmente lo habría dicho al revés. Él habría dicho: “Creemos que pueden ser salvos por gracia, tal como nosotros’. Es decir, pueden ser como nosotros”. (Boice) Sin embargo, Pedro lo volteó y conoció que todos son salvos solo por la gracia mediante la fe, ambos gentiles y judíos.

2. (12) Pablo y Bernabé cuentan de su trabajo entre los gentiles, respaldando la afirmación de Pedro de que Dios está trabajando entre ellos.

Entonces toda la multitud calló, y oyeron a Bernabé y a Pablo, que contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles.

a. Entonces toda la multitud calló, y oyeron: Esto muestra que a pesar de que había habido mucha discusión, todos estos hombres eran de corazón honorable. Estaban dispuestos a escuchar y ser persuadidos si estaban equivocados.

b. Contaban cuán grandes señales y maravillas había hecho Dios por medio de ellos entre los gentiles: Bernabé y Pablo confirmaron el punto anterior de Pedro. Esencialmente dijeron: “Dios ha aceptado a los gentiles, ¿no deberíamos hacerlo también nosotros?”

3. (13-21) Jacobo, el hermano de Jesús, habla del problema, respaldando lo que Pedro y Pablo habían dicho.

Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:

Después de esto volveré
Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y repararé sus ruinas,
Y lo volveré a levantar,
Para que el resto de los hombres busque al Señor,
Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,
Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.

Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.

a. Y cuando ellos callaron: Aquí tenemos más evidencia de los corazones honorables de los hombres que se habían opuesto a Pablo y Bernabé. Estaban dispuestos a ser convencidos. No discutieron interminablemente el problema y estuvieron dispuestos a admitir que estaban equivocados.

b. Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Este Jacobo no era el apóstol Jacobo, cuyo martirio se registra en Hechos 12:2. Este era el cual era tradicionalmente conocido como Jacobo el justo: el medio hermano de Jesús (Mateo 13:55), el hermano de Judas (Judas 1) y el autor del libro de Santiago (Santiago 1:1).

i. Bruce comenta sobre el liderazgo de Santiago: “La disposición de la iglesia para reconocer su liderazgo se debió más a su carácter como persona y su testimonio que a su relación de sangre con el Señor”.

ii. “Curiosamente, Jacobo era el presidente del consejo, no Pedro”. (Boice)

c. Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre: Jacobo comenzó enfatizando que Dios tenía un pueblo entre los gentiles. Esto sorprendería a la mayoría de los judíos religiosos de la época.

i. La palabra griega antigua para gentiles (también puede traducirse como naciones) es ethne. La palabra griega antigua para pueblo en este pasaje es laos. Los judíos se consideraban a sí mismos un laos de Dios, y nunca entre los ethne. Para ellos ethne y laos eran palabras contrastantes. Así que era un desafío para ellos escuchar que Dios visitó por primera vez a los gentiles (ethne) para tomar de ellos pueblo (laos).

ii. “La paradoja inherente en el contraste entre gentiles (o naciones) y pueblo es sorprendente, ya que este último término a menudo se usaba para los judíos como el pueblo de Dios en contraste con los gentiles. Ahora se está instando a que el pueblo de Dios incluya a los gentiles”. (Marshall)

d. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Jacobo evaluó esta nueva obra de Dios en la forma en que toda obra de Dios debe ser evaluada. Jacobo se enfocó en lo que estaba escrito, en la Biblia.

i. Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre: En el pasaje que citó Jacobo (Amós 9:11-12), realmente dice que la salvación vendrá a los gentiles. Esto demuestra que lo que Dios hizo entre los gentiles tenía un fundamento bíblico.

ii. Hoy en día, muchas cosas son consideradas bíblicas con el simple hecho de que no contradigan algo en la Biblia, a pesar de que puedan no tener fundamento en las Escrituras. Para Jacobo y el resto, una autoridad externa podía resolver este debate. La autoridad externa era la Palabra de Dios.

iii. “Los concilios no tienen ninguna autoridad en la iglesia a menos de que pueda ser demostrado que sus conclusiones están de acuerdo con las Escrituras”. (Stott)

e. Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído: Cuando Jacobo citó la profecía en Amós 9:11-12 acerca de reconstruir el tabernáculo caído de David, él recordó que el judaísmo de su tiempo había caído en el sentido de que había rechazado a su Mesías. Ahora Dios quería reedificar ese trabajo, enfocándose en una iglesia formada por ambos, judíos y gentiles.

i. Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre: Cuando Dios dijo que había gentiles sobre los cuales era invocado su nombre, Él dijo que se mantenían gentiles. No eran gentiles que se habían convertido en judíos. Por lo tanto, los gentiles no necesitan convertirse en judíos ni estar bajo la ley para ser justificados delante de Dios.

f. Por lo cual yo juzgo: Este modo de expresarse insinúa que Jacobo tenía una posición de gran autoridad en la iglesia. Probablemente él era respetado como líder o como pastor principal de la iglesia de Jerusalén.

i. El griego antiguo lo expresa de una manera todavía más fuerte como “yo determino” o “yo resuelvo que” (del expositor). Además, cuando la decisión de Jacobo fue publicada, fue presentada como la decisión mutua de todos los presentes (Hechos 15:25: nos ha parecido bien). Claramente, el liderazgo de Jacobo era apoyado por todos los presentes.

ii. “El resto discutió el problema o dio su opinión; Pero Jacobo solo pronunció el veredicto definitivo”. (Clarke)

g. Que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios: En esencia, Jacobo dijo: “Déjenlos en paz. Se están convirtiendo a Dios, y no debemos inquietarlos”. En resumen, Jacobo decidió que Pedro, Bernabé y Pablo estaban correctos, y que aquellos de la secta de los fariseos que habían creído estaban mal.

i. “Los reformadores protestantes sabia e insistentemente señalaron que los concilios habían errado y si erran. Habían errado a través de la historia, y continúan errando hoy en día… Sin embargo, Dios los bendijo, y lo ha hecho con frecuencia a las reuniones formales de humanos pecadores que, a pesar de todo, se juntan para buscar la voluntad de Dios en un asunto”. (Boice)

h. Sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre: La decisión de Jacobo de que los creyentes gentiles no deberían estar bajo la ley Mosaica venía también con una instrucción práctica. La idea era que era importante que los creyentes gentiles no actuaran de una manera que ofendiera a la comunidad judía en cada ciudad y destruyera el testimonio de la iglesia entre los judíos.

i. Si la decisión era que uno no tenía que ser judío para ser cristiano, también debe ser dicho claramente que uno no tiene que abandonar la ley de Moisés para ser cristiano.

i. Que se aparten de las contaminaciones de los ídolos… de ahogado y de sangre: Estos tres mandamientos tenían que ver con los hábitos alimenticios de los cristianos gentiles. A pesar de que no estaban sujetos a la Ley de Moisés, sí estaban sujetos a la Ley de Amor. La Ley de Amor les decía: “No antagonicen innecesariamente a sus vecinos judíos, tanto dentro como fuera de la iglesia”.

j. Que se aparten de… fornicación: Cuando Jacobo dijo que los cristianos gentiles deben apartarse de fornicación no debemos pensar que solo se refería al sexo fuera del matrimonio, lo cual todos los cristianos (judíos o gentiles) reconocían que estaba mal. En cambio, Jacobo les dijo a estos gentiles que vivían en una comunión muy cercana con los creyentes judíos que observaran las normas específicas de matrimonio, requeridas en Levítico 18, las cuales prohibían matrimonios entre casi todas las relaciones familiares. Esto era algo que ofendería a los judíos, pero que la mayoría de los gentiles le darían poca importancia.

k. Que se aparten de: Los cristianos gentiles tenían el “derecho” a comer carne sacrificada a los ídolos, a continuar sus prácticas matrimoniales y a comer comida sin sangrado kosher, porque estos eran aspectos de la Ley Mosaica bajo los que definitivamente no estaban sujetos. Sin embargo, fueron exhortados (¿requeridos?) a ceder sus derechos en estas cosas como muestra de amor a sus hermanos judíos.

i. “Las cuatro abstenciones solicitadas relacionadas con las leyes ceremoniales estaban establecidas en Levítico 17-18, y tres de ellas se referían a cuestiones alimenticias que podían limitar las comidas típicas de los judíos y gentiles”. (Stott)

4. (22) Enviando a Pablo, Bernabé, Judas y Silas con las noticias de la decisión del concilio.

Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos…

a. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia: Una buena parte del crédito es para los ciertos hombres de Hechos 15:1, que se permitieron ser convencidos por la evidencia de las Escrituras y de la confirmación del Espíritu Santo. ¡Todos estuvieron de acuerdo!

i. Casi podemos admirar a los ciertos hombres de Hechos 15:1, porque valientemente defendieron sus convicciones, a pesar de que sus convicciones eran incorrectas. Pero aún más admirable es la manera en la que estaban dispuestos a que se les enseñara y mostrara que estaban equivocados. Un espíritu enseñable es algo precioso.

b. Elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía: El concilio de Jerusalén envió sabiamente a dos miembros de su propia comunidad (probablemente cristianos judíos) con Pablo y Bernabé de regreso a Antioquía, el lugar donde surgió toda la disputa.

5. (23-29) Una carta de decisión es redactada.

Y escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia, salud. Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo, hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.

a. Y escribir por conducto de ellos: La carta da la decisión expresa del concilio de Jerusalén, que los gentiles no deben considerarse bajo la obligación de seguir los rituales del judaísmo, excepto la sensibilidad que el amor demanda, a fin de preservar la comunión de los creyentes judíos y gentiles.

b. A los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia: Esta carta fue escrita específicamente para estas iglesias donde judíos y gentiles estaban mezclados con posibilidades de tensión y conflicto. No fue dirigida para todas las congregaciones gentiles.

c. Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros: Jacobo expresó la decisión del concilio (Hechos 15:19), pero la unidad tras la decisión fue una de muchas evidencias de que era obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo habló a través de Jacobo y lo confirmó a través de otros.

i. Tanto es así que realmente podían decir que la decisión se tomó en cooperación con el Espíritu Santo –Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros–. “Audazmente tratan al Espíritu Santo como uno de los suyos: un compañero consejero, que se une con ellos en el anuncio de una conclusión colectiva; como si él, el Espíritu Santo, se hubiera sentado con ellos en sus deliberaciones”. (Pierson)

d. Pasadlo bien: Por lo tanto, el problema es resuelto aquí en la infancia del cristianismo, y para siempre: Somos salvos por gracia, a través de la fe en Cristo Jesús, no por ninguna conformidad a la ley, tal obediencia viene como resultado de la fe verdadera, después de que el tema de la salvación ha sido resuelto.

i. “Aquí hay una lección para todas las edades sobre el verdadero carácter de los concilios de la iglesia. Lo que nosotros llamamos una “corte de Jesucristo” ha sido muchas veces más como una asamblea de no creyentes, si no como una “sinagoga de Satanás””. (Pierson)

C. Pablo y Bernabé regresan a Antioquía.

1. (30-31) Una gozosa recepción entre los cristianos gentiles en la iglesia de Antioquía.

Así, pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta; habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación.

a. Y reuniendo a la congregación, entregaron la carta: Podemos imaginar cómo se sintieron estos cristianos gentiles, preguntándose cuál decisión se tomaría. ¿Decidiría el concilio de Jerusalén que ellos en realidad no eran salvos porque no se habían sometido a la circuncisión ni a la Ley de Moisés?

b. Habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación. ¡Cuán aliviados estaban al ver que el principio de gracia había sido preservado! Escucharon que, después de todo, habían sido salvos y justificados ante Dios.

2. (32-35) La obra del evangelio continúa en Antioquía.

Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras. Y pasando algún tiempo allí, fueron despedidos en paz por los hermanos, para volver a aquellos que los habían enviado. Más a Silas le pareció bien el quedarse allí. Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.

a. Judas y Silas: Estos dos sirvieron bien en Antioquía como ministros visitantes de Jerusalén. Entonces Judas se regresó, dejando a Silas en Antioquía para un futuro ministerio.

b. Enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos: Los ciertos hombres que habían venido de Judea a Antioquía (Hechos 15:1) tenían el potencial de arruinar la obra de Dios en Antioquía y más allá. Pero como la situación había sido manejada correctamente, los hermanos fueron fortalecidos y la palabra de Dios continuó avanzando.

D. La disputa sobre Juan Marcos.

1. (36) Pablo sugiere que él y Bernabé regresen a todas las ciudades donde habían plantado iglesias en el primer viaje misionero.

Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.

a. Volvamos a visitar a los hermanos: Pablo hizo mucho evangelismo pionero, donde predicó en lugares donde todavía no había comunidad cristiana. Sin embargo, también entendió la importancia de fortalecer y animar a aquellos que ya eran cristianos. Esa era la motivación inicial para esta segunda aventura misionera.

i. Pablo tenía el corazón tanto de un obstetra (trayendo a personas al cuerpo de Cristo) como de un pediatra (haciendo madurar a las personas en el cuerpo de Cristo).

b. Para ver cómo están: Esto muestra que Pablo tenía el corazón de un verdadero pastor. Él no estaba contento con simplemente plantar iglesias sin verlas cuidadosamente nutridas y creciendo en la fe.

2. (37-41) Pablo y Bernabé se dividen por el asunto de llevar a Juan Marcos con ellos.

Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor, y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias.

a. Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos: Juan Marcos había dejado previamente al equipo misionero, bajo circunstancias que parecían ser poco honorables (Hechos 13:13). Probablemente esto hizo que Pablo no quisiera confiar en él para futuros proyectos.

b. Bernabé quería… pero a Pablo no le parecía: Lucas no nos dio una pista sobre quién tenía razón y quién estaba mal en la disputa entre Pablo y Bernabé. Pero nunca es bueno cuando surgen disputas personales entre aquellos que sirven en el ministerio.

i. Y hubo tal desacuerdo entre ellos: Dondequiera que haya un tal desacuerdo, alguien está equivocado, y generalmente hay error en ambos lados. No había forma de que tanto Pablo como Bernabé estuvieran caminando en el Espíritu sobre este tema.

ii. Anteriormente en este capítulo había una discusión y contienda no pequeña (Hechos 15:2) y mucha discusión (Hechos 15:7) sobre un importante asunto doctrinal. Aquí el tal desacuerdo parecía menos importante y más personal.

iii. La relación entre Pablo y Bernabé probablemente se había tensado cuando Bernabé estuvo de lado de los judaizantes en Antioquía cuando Pedro vino de visita (Gálatas 2:13).

c. Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre: Como Bernabé era primo de Juan Marcos (Colosenses 4:10), y debido a que Bernabé tenía un carácter alentador y aceptador (Hechos 4:36, 9:26-27), es fácil ver por qué sería más comprensivo con Juan Marcos.

d. Se separaron el uno del otro: Entonces, Pablo (acompañado por Silas) y Bernabé (acompañado por Marcos) se separaron, cada uno yendo a diferentes campos del ministerio.

i. Es difícil saber si su relación personal estuvo tensa por un periodo prolongado. Como cristianos, estamos obligados a resolver problemas en nuestras relaciones con otros antes de ministrar para Dios (Mateo 5:23-24). Siempre es malo pasar por encima de la gente en nombre del ministerio, y cuando sucede, se debe corregir.

ii. No hay duda de que Dios utilizó esta división; pero esto nunca debe usarse casualmente como una excusa para la división carnal. Dios puede redimir el bien del mal, sin embargo, todos somos responsables por el mal que hacemos, incluso cuando Dios termina trayendo algo bueno de lo malo. Tanto Pablo como Bernabé –probablemente ambos– tenían que arreglar esto con Dios y entre ellos.

iii. “Pero este ejemplo de la providencia de Dios no debe usarse como una excusa para peleas entre cristianos”. (Stott)

iv. Después, Pablo llegó a ministrar con Juan Marcos y a valorar sus contribuciones para la obra de Dios (Colosenses 4:10; Filemón 4:24; 2 Timoteo 4:11). No sabemos si fue Marcos el que cambió o Pablo el que cambió. ¡Probablemente Dios tuvo un trabajo que hacer en ambos!

e. Y Pablo, escogiendo a Silas: Silas (también llamado Silvano en varios pasajes) se convirtió en una parte importante del equipo de Pablo en hacer la obra del ministerio.

·Silas fue reconocido como uno de los varones principales entre los hermanos (Hechos 15:22)

·Silas era un profeta (Hechos 15:32).

·Silas era un ciudadano Romano (Hechos 16:37).

·Silas probablemente hablaba griego (comparando Hechos 15:22 y 15:32).

·Silas escribió una de las cartas de Pedro (1 Pedro 5:12) y tal vez algunas de Pablo (1 Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 2:1).

f. Confirmando a las iglesias: Este era el trabajo de Pablo, además del evangelismo. Los nuevos cristianos necesitan iglesias fuertes para crecer y madurar.

© 2024 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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