Hechos 23




Hechos 23 – Pablo en custodia protectora, de Jerusalén a Cesarea

A. La defensa de Pablo ante el sanedrín.

1. (1-2) Pablo comienza su discurso ante el concilio.

Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy. El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca.

a. Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio: El día anterior, Pablo vio como una gran oportunidad de dar el mensaje en el templo no se cumplió por la multitud que no le permitió terminar su mensaje, pues empezaron a alborotarse. Ahora Pablo tenía otra oportunidad de ganar a Israel para Jesús, y quizás una mejor oportunidad. Aquí habló ante el concilio, con la oportunidad de predicar a Jesús a estos hombres influyentes.

b. Varones hermanos: Según William Barclay, esta forma de dirigirse hace ver a Pablo audaz, dándose un lugar equivalente a los del concilio. La manera normal de dirigirse a ellos era: “Gobernantes del pueblo y ancianos de Israel”.

c. Yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy: Pablo probablemente pensó que esta era una manera suficientemente inocente de comenzar su predicación. Él no insinuaba que era alguien perfecto, sin pecado, y que su conciencia nunca le había dicho que estaba mal. Por el contrario, él quiso decir que había respondido a la conciencia cuando había hecho mal y había arreglado las cosas.

i. Pablo tampoco consideraría una conciencia limpia como una manera de justificarse ante Dios. “Pablo bien podría apelar al testimonio de la conciencia al estar delante de la corte suprema de Israel; pero no fue por su propia justicia que él confió para justificación en la corte celestial. La conciencia más pura era una base insegura de confianza bajo el escrutinio de Dios”. (Bruce)

ii. La declaración de Pablo en 1 Corintios 4:4 es relevante: Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

d. El sumo sacerdote Ananías ordenó entonces a los que estaban junto a él, que le golpeasen en la boca: La proclamación de Pablo de una buena conciencia ofendió al sumo sacerdote. Él pensó que alguien acusado de crímenes tan graves no debería decir que tiene una conciencia limpia.

i. O, quizás, él fue convicto en su corazón por la integridad inherente de la afirmación de Pablo. Era un hombre con buena conciencia, y era evidente en su forma de hablar y actuar.

ii. No importa cuál era su motivo: “Esta orden era ilegal, porque la ley judía decía: “El que golpea la mejilla de un israelita, golpea como si fuera la gloria de Dios” y “El que golpea a un hombre golpea al Santo de Israel””. (Hughes)

iii. Ananías, quien era sumo sacerdote en ese tiempo, no honró su puesto. Era bien conocido por su avaricia; El antiguo historiador judío Josefo cuenta cómo Ananías robaba los diezmos que pertenecían a los sacerdotes comunes.

iv. “No tuvo escrúpulo en usar violencia y asesinar para promover sus intereses” (Bruce). Después, debido a su política pro-romana, Ananías fue brutalmente asesinado por los nacionalistas judíos.

2. (3-5) La respuesta de Pablo al golpe en su cara.

Entonces Pablo le dijo: ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear? Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias? Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo.

a. ¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada!: Desearíamos saber cómo dijo Pablo estas palabras. Habría ayudado escuchar el tono de voz de Pablo; ¿Fue una reacción de enojo, o fue una reprensión calmada y serena más pesada?

i. Cualquiera que sea el tono, la reprensión fue totalmente justificada y precisa. El hombre que mandó que un hombre indefenso fuera golpeado era en si una pared blanqueada; era la corrupción cubierta por una capa blanca de pureza.

b. ¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear? Pablo expuso la hipocresía del hombre que dio la orden.

i. Se suponía que los hombres del concilio eran ejemplo de la Ley de Moisés. La orden de golpear a Pablo era, de hecho, contraria al espíritu y la letra de la ley. Deuteronomio 25:1-2 dice que solo el culpable debe ser golpeado, y Pablo aún no había sido declarado culpable de nada.

ii. Dios te golpeará a ti: “Las palabras de Pablo eran más proféticas de lo que se dio cuenta. Los últimos días de Ananías, a pesar de sus tretas y sobornos, fueron vividos como un animal perseguido y terminaron a manos de su propia gente”. (Longenecker)

c. Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias? Pablo se dio cuenta al instante que había actuado mal en su reacción, sin importar la manera en que lo dijo. Estuvo de acuerdo que era mal el maldecir a un príncipe de su pueblo (Éxodo 22:28). Aún así, Pablo se excusó, diciendo que no sabía que el hombre que había ordenado el golpe era Ananías, el sumo sacerdote.

i. Esto no es irrazonable, ya que Pablo había estado fuera del concilio y de los círculos íntimos de la autoridad judía en Jerusalén por más de 20 años. Probablemente, simplemente no reconoció que el hombre que dio la orden de golpearlo era el sumo sacerdote. Sin embargo, algunos piensan que no sabía porque la vista de Pablo estaba deteriorada. Esto se infiere de Gálatas 4:14-15, 6:11, y también de tradiciones escritas de la iglesia primitiva.

ii. Otros piensan que Pablo fue sarcástico, con la idea: “No pensé que alguien que actuara de esa manera pudiera ser el sumo sacerdote”.

3. (6) La táctica astuta de Pablo.

Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó voz en el concilio: Varones hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga.

a. Entonces Pablo, notando: Al parecer Pablo observó que la audiencia no recibiría el evangelio: la orden del sumo sacerdote y la actitud de los presentes dejaron esto en claro. Así que Pablo dejó de predicar el evangelio e hizo lo que pudo para preservar su libertad ante un concilio que quería matarlo.

b. Que una parte era de saduceos y otra de fariseos: La idea de Pablo era dividir al sanedrín entre sus líneas partidarias, para hacer que un lado (los fariseos) simpatizaran con él, en lugar de tenerlos unidos contra él.

c. Yo soy fariseo, hijo de fariseo: Conociendo a su audiencia, Pablo se refirió a su herencia como fariseo, y declaró: acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga. El sabía que este era un tema de gran controversia entre los dos partidos.

i. Por supuesto, este era un reclamo esencialmente verdadero. El centro del evangelio de Pablo era la resurrección de Jesús. Él estaba siendo juzgado sobre el asunto de la resurrección de los muertos.

4. (7-9) El concilio es dividido.

Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y saduceos, y la asamblea se dividió. Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos afirman estas cosas. Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de la parte de los fariseos, contendían, diciendo: Ningún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.

a. Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y saduceos, y la asamblea se dividió: Pablo eligió el asunto correcto. Enmarcado en dichos términos, él obtuvo la alianza inmediata de los fariseos, y dejó que ellos discutieran con los saduceos.

i. Los saduceos eran los teólogos liberales de su tiempo y negaban la realidad de la vida después de la muerte y el concepto de la resurrección. Lucas correctamente escribió sobre ellos: los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu.

ii. Los fariseos tenían más probabilidad de encontrar algún acuerdo con Pablo, ya que eran los creyentes más apegados a la Biblia en el mundo judío de aquel tiempo. Ellos tomaban la Biblia en serio, aún cuando erraron mucho al agregar las tradiciones de hombres a lo que recibieron en la Biblia.

iii. Usualmente, los saduceos y fariseos eran enemigos, pero lograron unirse en oposición contra Jesús (Mateo 16:1, Juan 11:47-53) y Pablo. Es extraño cómo la gente sin nada en común se une como amigos para oponerse a Dios y a Su trabajo.

b. No resistamos a Dios: Al decir esto, los fariseos recomendaron el consejo de su gran líder Gamaliel como es escrito en Hechos 5:38-39.

5. (10) Pablo es rescatado por el tribuno romano.

Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos y le llevasen a la fortaleza.

a. Y habiendo grande disensión: El tribuno tenía que estar seguro de que estos judíos estaban locos con su violencia y disputas sin fin. Previamente, se enfurecieron por la palabra “gentiles”, y ahora los hombres distinguidos del concilio discutían por la palabra “resurrección”.

b. El tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos: El tribuno sacó a Pablo por su propia seguridad y lo dejó bajo custodia en la fortaleza.

i. La astucia de Pablo lo rescató del concilio, pero él no pudo estar contento con el resultado. Tuvo la oportunidad de predicar a una gran multitud de judíos atentos en el monte del templo y terminó en un fracaso. Luego tuvo la oportunidad de predicar al influyente concilio judío, y también terminó en una pelea.

ii. Después, Pablo parece sugerir que la táctica de traer la controversia de la resurrección de la manera que él lo hizo no fue buena. Él sugiere que fue “mal hecha” de su parte (Hechos 24:20-21).

6. (11) Jesús consuela a Pablo en la noche.

A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma.

a. A la noche siguiente: Esta debe haber sido una noche difícil para Pablo. Su corazón anhelaba la salvación de sus compañeros judíos (Romanos 9:1-4), y dos grandes oportunidades resultaron en nada. No sería sorpresa si Pablo se culpara por perder la oportunidad ante el sanedrín. Se podría decir que su reacción al golpe que el sumo sacerdote ordenó arruinó todo.

i. Quizás con lágrimas, Pablo estuvo en duelo por esas oportunidades perdidas para Dios. En momentos como este, uno por lo regular es atormentado con un sentido profundo de indignidad, de no ser de buen uso ante Dios. Quizá este era el final de su ministerio.

ii. “Audaz, valiente, sin miedo durante el día, en la soledad de la noche encuentra su fuerza gastada, y el enemigo nunca tarda en tomar ventaja de ese hecho”. (Morgan)

iii. Fue en la oscuridad de esa noche cuando los temores vinieron sobre Pablo; cuando su confianza en Dios parecía fallar; cuando se preocupó de lo que Dios iba a hacer y de lo que le pasaría a él. Fue en la oscuridad de esa noche que Jesús se le presentó a Pablo.

b. Se le presentó el Señor: La presencia física de Jesús (como parece ser el caso) con Pablo fue una manifestación única. Pero Jesús prometió a cada creyente estar siempre con ellos (Mateo 28:20).

i. Jesús sabía donde estaba Pablo; No había perdido de vista a Pablo porque estaba en la cárcel. Cuando John Bunyan, autor de El Progreso del Peregrino, estaba en prisión, un hombre le visitó y dijo: “Amigo, el Señor me envió a ti y te he estado buscando en la mitad de las cárceles de Inglaterra”. John Bunyan respondió: “No creó que el Señor te haya enviado a mí, por que si lo hubiera hecho, hubieras llegado aquí primero. Dios sabe que llevo aquí años”. Dios sabe donde estas hoy; aún cuando lo estés escondiendo de todos los demás, Dios sabe donde estás.

ii. Pablo estaba solo, pero no estaba solo; si todos los demás lo olvidaron, Jesús era suficiente. Es mejor estar en la cárcel con el Señor que estar en el cielo sin Él.

iii. Pablo había salido milagrosamente de las prisiones antes; pero esta vez, el Señor se encontró con él en la celda. A menudo exigimos que Jesús nos libere de nuestras circunstancias, cuando Él quiere encontrarse con nosotros en ellas. A veces pensamos que nos estamos rindiendo a Jesús cuando en realidad solo estamos exigiendo un escape. Dios quiere encontrarse con nosotros en lo que sea que estemos enfrentando en este momento.

c. Ten ánimo, Pablo: Jesús no solo estaba con Pablo; Él le dio palabras de consuelo. Las palabras ten ánimo nos dicen que la noche trajo consigo una oscuridad emocional y quizá espiritual sobre Pablo. Jesús estaba allí para animar a Su fiel siervo después de haberse dedicado totalmente por el bien de Jesús.

i. Jesús no le hubiera dicho ten ánimo a menos que Pablo necesitara escuchar esas palabras. Pablo sabía que su situación era mala, ¡pero no sabía ni la mitad! Al día siguiente, cuarenta asesinos judíos se reunirían y harían juramento para no comer ni beber hasta no haber asesinado a Pablo. Pablo no sabía que esto sucedería, pero Jesús sí. Sin embargo, Él le pudo decir a Pablo: Ten ánimo.

ii. Puedes pensar que las cosas marchan mal ahora mismo, pero es posible que ni siquiera conozcas la mitad. Pero Jesús lo sabe, y todavía te dice ten ánimo. ¿Por qué? No porque todo esté marchando bien; pero porque Dios todavía está en Su trono, y todavía cumple Su promesa:A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados (Romanos 8:28).

iii. Cualquiera puede tener ánimo cuando todo va bien; pero el cristiano puede tener ánimo cuando todo esta mal, sabiendo que Dios es poderoso y maravilloso sin importar la crisis del momento.

iv. Ten ánimo es solo una sola palabra en el griego antiguo y es usada cinco veces en el Nuevo Testamento, cada una por Jesús.

·Jesús le dijo al paralítico en su lecho: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados (Mateo 9:2).

·Jesús la dijo a la mujer con 12 años de flujo de sangre: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado (Mateo 9:22).

·Jesús les dijo a Sus discípulos asustados en el mar de Galilea: ¡Tened ánimo, yo soy, no temáis! (Mateo 14:27).

·Jesús les dijo a sus discípulos la noche antes de su crucifixión: En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16:33).

·Y aquí, en Hechos 23:11, Jesús le dijo a Pablo: Ten ánimo.

d. Pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma: Jesús recordó lo que Pablo había hecho en Jerusalén y le dice a Pablo que hay más trabajo por hacer en Roma.

i. Pablo se pudo haber desanimado por la falta de buenos resultados del sermón en Jerusalén. Pero los resultados no eran su responsabilidad. Su responsabilidad era traer la Palabra de Dios y testificar de Jesús; Los resultados eran la responsabilidad de Dios. Como has testificado de mí en Jerusalén significa que Jesús complemento a Pablo por un trabajo bien hecho.

ii. Pero, aunque Pablo había hecho un buen trabajo, había más por hacer. Así es necesario que testifiques también en Roma era la siguiente tarea de Pablo. Las mejores palabras que un hijo fiel de Dios puede escuchar son: “Aún hay cosas que hacer”. Esas palabras entristecen al siervo flojo, pero le dan alegría a un siervo fiel.

iii. Se le puede decir a cada hijo de Dios: Aún hay cosas que hacer. Más personas para traer a Cristo, más maneras para que le glorifiques, más personas con las que puedes orar, más formas humildes de servir a Su gente, más gente hambrienta por alimentar, mas gente sin ropa por vestir, más santos desanimados para animar.

iv. “Un decreto divino te ordena para un servicio mayor de lo que has visto. Un futuro te espera, y ningún poder en la tierra o debajo de la tierra que te lo pueda robar; por lo tanto, ten ánimo”. (Spurgeon)

e. Así es necesario que testifiques también en Roma: La promesa de más trabajo por hacer también era una promesa de protección continua. Pablo debía vivir hasta que terminara el curso que Dios le había asignado.

i. Pablo realmente quería ir a Roma (Hechos 19:21 y Romanos 1:9-12). A veces pensamos que solo porque queremos algo, no podría ser la voluntad de Dios para nosotros. Pero Dios a menudo nos da los deseos de nuestro corazón (Salmo 37:4).

ii. El tiempo de esta promesa fue especialmente precioso. Parecía que Pablo no saldría vivo de Jerusalén; mucho menos llegar a Roma. Dios no solo sabe lo que necesitamos oír; Él sabe cuándo necesitamos escucharlo.

iii. ¡Pablo se enfrentó a sus enemigos al día siguiente con una sonrisa, sabiendo que ellos no tenían poder contra él, porque Dios tenía más cosas que hacer por medio de él!

iv. “Esta seguridad significó mucho para Pablo durante los retardos y ansiedades de los siguientes dos años y va más allá para dar cuenta de el porte tranquilo y digno que a partir de ahora lo marca como alguien en control de los eventos en lugar de su víctima”. (Bruce)

B. Pablo es librado de la conspiración de los asesinos.

1. (12-15) Cuarenta hombres hacen juramento para acorralar y matar a Pablo.

Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo. Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración, los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo. Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar cosa más cierta acerca de él; y nosotros estaremos listos para matarle antes que llegue.

a. Diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo: En los tiempos de Pablo y Jesús, había un grupo secreto de asesinos judíos los cuales acechaban a los romanos y a sus seguidores. Ellos utilizaban dagas y apuñalaban a los soldados Romanos mientras pasaban. Al parecer este mismo tipo de asesinos ahora querían matar a Pablo.

i. Eran tan celosos que hicieron un juramento de no comer o beber hasta que Pablo muriera. Este era un compromiso de alto nivel.

ii. A estos hombres no les faltaba compromiso o celo. Pero su celo no conforme a ciencia (Romanos 10:2). El celo y la devoción por sí mismos nunca prueban que alguien está bien ante Dios.

b. Requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar cosa más cierta acerca de él: Los asesinos querían que los principales sacerdotes y los ancianos mintieran al tribuno romano, pretendiendo querer encontrarse con Pablo otra vez.

i. Su mentira era un pecado; y los hombres que debían estar comprometidos con la ley de Dios parecían estar contentos al pecar contra Él. Ellos tenían celo, pero aún estaban dispuestos a mentir y pecar para cumplir sus supuestas metas piadosas.

2. (16-22) El sobrino de Pablo se entera del complot y advierte al tribuno romano.

Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo. Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle. Él entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte. El tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme? Él le dijo: Los judíos han convenido en rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él. Pero tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldición, a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están listos esperando tu promesa. Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto.

a. Mas el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada: Esto no pasó por casualidad. Dios tuvo que proteger a Pablo porque Jesús prometió que él iría a Roma a testificar de Él (Hechos 23:11).

b. El preso Pablo: Pablo no había cometido ningún crimen; aún así estaba preso. Debido a que el tribuno romano sospechaba que Pablo podría ser un tipo de revolucionario, Pablo tuvo que permanecer bajo custodia hasta que los hechos del caso fueran descubiertos.

3. (23-24) Pablo escapa a Cesarea, con una escolta militar y una carta refiriendo su caso al gobernador provincial.

Y llamando a dos centuriones, mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fueren hasta Cesarea; y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador.

a. Mandó que preparasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros: 470 soldados romanos entrenados escoltarían a Pablo fuera de Jerusalén. Era como si Dios quisiera exagerar Su fidelidad a Pablo y mostrarle sin ninguna duda de que la promesa de Jesús era cierta.

b. Y que preparasen cabalgaduras en que poniendo a Pablo, le llevasen en salvo a Félix el gobernador: Pablo no solo escapó de Jerusalén vivo, lo hizo cabalgando, de hecho, varias cabalgaduras estaban disponibles para Pablo.

4. (25-30) La carta de Lisias a Félix.

Y escribió una carta en estos términos: Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix, salud. A este hombre, aprehendido por los judíos, y que iban ellos a matar, lo libré yo acudiendo con la tropa, habiendo sabido que era ciudadano romano. Y queriendo saber la causa por qué le acusaban, le llevé al concilio de ellos; y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión. Pero al ser avisado de asechanzas que los judíos habían tenido contra este hombre, al punto le he enviado a ti, intimando también a los acusadores que traten delante de ti lo que tengan contra él. Pásalo bien.

a. Lo libré… habiendo sabido que era ciudadano romano: En su carta, Lisias implica que se enteró de la ciudadanía de Pablo de inmediato, y no mencionó sobre como Pablo había sido atado dos veces y casi azotado a causa de interrogación.

b. Pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión: Para Lucas, esta era la línea principal de la carta. Es posible que los oficiales romanos revisaron el libro de los Hechos antes del juicio de Pablo ante César. Aquí, Lucas mostró que otros oficiales romanos habían juzgado a Pablo como “no culpable”.

i. “Uno de los motivos principales de Lucas al escribir sus historias es para mostrar que no hay sustancia en este cargo de subversión presentado no solo contra Pablo sino contra los cristianos en general: que jueces competentes e imparciales han confirmado repetidamente la inocencia del movimiento cristiano y de los misioneros cristianos con respecto a la ley romana”. (Bruce)

5. (31-33) Pablo llega a Cesarea.

Y los soldados, tomando a Pablo como se les ordenó, le llevaron de noche a Antípatris. Y al día siguiente, dejando a los jinetes que fuesen con él, volvieron a la fortaleza. Cuando aquéllos llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador, presentaron también a Pablo delante de él.

a. Tomando a Pablo… le llevaron de noche a Antípatris: Los 200 soldados llegaron hasta Antípatris porque la parte más peligrosa del camino llegaba hasta ese punto.

i. “Hasta Antípatris [aproximadamente 25 millas] el país era peligroso y poblado por judíos; después de allí, el país estaba abierto y plano, poco adecuado para una emboscada y en gran parte poblado por gentiles”. (Barclay)

b. Presentaron también a Pablo delante de él. Pablo logró salir de Jerusalén a Cesarea en la costa. El complot de los 40 asesinos falló.

i. Algunos se preguntan si los hombres que hicieron el juramento de ayuno murieron porque fallaron en su misión de matar a Pablo. Probablemente este no fue el caso. Los rabinos de la antigüedad permitían quebrantar cuatro tipos de juramentos: “Juramentos de incitación, juramentos de exageración, juramentos hechos en error y juramentos que no se podían cumplir por razones de restricción”, exclusiones que permitían casi cualquier contingencia. (Longenecker)

6. (34-35) Pablo espera el juicio en Cesarea.

Y el gobernador, leída la carta, preguntó de qué provincia era; y habiendo entendido que era de Cilicia, le dijo: Te oiré cuando vengan tus acusadores. Y mandó que le custodiasen en el pretorio de Herodes.

a. Y habiendo entendido que era de Cilicia: Quizá Félix esperaba que Pablo viniera de algún otro lugar que requiriera que alguien más escuchara su caso. Aparentemente, al saber que era de Cilicia significaba que Félix era el responsable de escuchar y decidir su caso.

b. Te oiré cuando vengan tus acusadores: Esta sería la primera oportunidad de Pablo para hablar a alguien de este nivel de autoridad (el gobernador). Este fue el inicio del cumplimiento de la promesa hecha a Pablo unos 20 años antes: que él llevaría el nombre de Jesús ante reyes (Hechos 9:15).

c. Y mandó que le custodiasen en el pretorio de Herodes: Esto dio comienzo a dos años de confinamiento para Pablo en Cesarea. Después de eso, él paso al menos dos años en Roma. Al juntar el tiempo de los viajes, los siguientes cinco años de la vida de Pablo los vivió bajo la custodia romana. Este fue un contraste sorprendente a los años previos de viajes espontáneos y largos.

i. Pablo vivió muchos años con gran libertad, y tuvo que confiar en las promesas de Dios a través de esos años. Pero también tenía que confiar en las promesas de Jesús en sus años de poca libertad, y saber que Dios podría trabajar de una manera poderosa a pesar de esas circunstancias más difíciles.

ii. Pablo necesitaba recibir las promesas de Jesús –las promesas de hace 20 años y las promesas hechas recientementerecibirlas con fe, dejando que esas promesas hicieran una diferencia en lo que sentía y pensaba. Todo creyente debe hacer lo mismo.

© 2024 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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