Isaías 26




Isaías 26 – Cántico del Reino de Dios de Judá

A. La ciudad de Dios y la ciudad del hombre.

1. (1-2) La fuerza de la ciudad de Dios.

En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades.

a. En aquel día: El contexto de Isaías 24 y 25 apunta al día del triunfo final del Mesías, el día en que el Mesías reine sobre Israel y sobre todo el mundo. En aquel día, habrá mucho canto lleno de gozo, tal y como este cántico que cantarán en tierra de Judá.

b. Fuerte ciudad tenemos: Desde que surgieron ciudades después de la caída del hombre en Génesis 3, la humanidad nunca ha conocido una ciudad verdaderamente piadosa, la Ciudad de Dios en la tierra. En aquel día, todos conocerán la fuerza y gloria de la ciudad de Dios.

i. En el siglo V, la ciudad de Roma fue conquistada por tribus menos civilizadas del norte de Europa. En el oeste, el poderoso Imperio Romano ya no existía, por lo que muchos culparon de la caída de Roma al cristianismo, la nueva religión que ella había abrazado oficialmente en los últimos 100 años. En este tiempo de confusión, el más grande teólogo cristiano de la época escribió un libro titulado La ciudad de Dios. En él, trató de explicar cómo la caída del Imperio Romano Occidental se relacionaba con el reino de Dios, e hizo el contraste entre la ciudad del hombre (representada por Roma y el poderoso Imperio Romano) y la Ciudad de Dios (el reino de Dios). Agustín señaló que aunque la caída de Roma fue trágica para la ciudad del hombre, en realidad solo adelantó la llegada de la Ciudad de Dios. Hablando en los términos de Agustín, Isaías escribió sobre la Ciudad de Dios cuando dijo, fuerte ciudad tenemos. La fuerte ciudad es el reino de Dios, la ciudad del hombre es el sistema mundial.

ii. Ésta es una idea importante y a menudo olvidada. A menudo desaprobamos la idea de la ciudad e idealizamos la idea del hombre aislado, en un entorno rural o primitivo. Pero en el Reino de Jesucristo en esta tierra, habrá ciudades pero ciudades redimidas, comunidades gloriosas organizadas bajo la fuerza, la salvación, la justicia y la verdad del Señor. El ideal supremo de Dios no es un escape de toda comunidad y una comunión privada con la naturaleza; el Reino de Dios se realizará en una fuerte ciudad.

c. Salvación puso Dios por muros y antemuros: La ciudad de Dios, de principio a fin, se trata de la salvación. ¡Incluso los muros y los antemuros de la ciudad son salvación!

d. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades: La ciudad de Dios, con toda su fuerza y salvación, es solo para la gente justa, guardadora de verdades. En el mismo principio, la Nueva Jerusalén es una ciudad llena de gloria, que excluye a los injustos (Apocalipsis 21:22-27).

i. Debemos hacer una distinción entre el Reino del Mesías, el reinado milenial de Jesús (descrito aquí en Isaías 26) y la venida de la Nueva Jerusalén (que llega cuando esta tierra pasa, Apocalipsis 21:1-2). Las ciudades son similares, porque ambas son del Señor, pero vienen en diferentes momentos en el plan de Dios para las edades.

2. (3-4) El Señor es nuestra fuente de fortaleza.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.

a. Tú guardarás en completa paz: Esta es una maravillosa promesa: Perfecta paz. Dios promete que podemos tener perfecta paz, e incluso ser guardados en un lugar de perfecta paz.

i. En hebreo, el término perfecta paz es en realidad shalom shalom. Esto muestra cómo en hebreo, la repetición comunica intensidad. No es solo shalom; es shalom shalom, perfecta paz.

ii. “Entiende, querida alma, que es tu privilegio vivir dentro de las puertas dobles del amoroso cuidado de Dios. Él te dice: Paz, paz. Si una garantía no es suficiente, la seguirá con una segunda y una tercera. (Meyer)

iii. Algunos pueden tener esta perfecta paz, pero es fugaz y nunca se mantiene allí. Otros pueden mantenerse en paz, pero no es una perfecta paz, es la paz de los impíos, la paz del sueño espiritual y la destrucción final. Pero hay una perfecta paz donde El Señor nos guardará en ella.

b. Aquel cuyo pensamiento en ti persevera: Este es el lugar de perfecta paz, y la fuente de ella. Cuando nuestra mente persevera en se establece en, se fija sobre el Señor mismo, entonces podemos ser guardados en esta perfecta paz.

i. Mantenernos en esta perfecta paz, es una cuestión de nuestro pensamiento. No se trata tanto de nuestro espíritu ni de nuestra alma ni de nuestro corazón. Es una cuestión de nuestro pensamiento. Debemos amar al Señor nuestro Dios con toda nuestra mente (Mateo 22:37). Somos transformados por medio de la renovación de nuestras mentes (Romanos 12:2). Podemos tener la mente de Cristo (1 Corintios 2:16, Filipenses 2:5). No debemos enfocar nuestras mentes en cosas terrenales (Filipenses 3:19), sino enfocar nuestra mente en las cosas de arriba (Colosenses 3:2). La vida cristiana no es una vida irreflexiva de simplemente hacer o experimentar, sino que también se trata de pensar.Y dónde ponemos nuestro pensamiento es esencial en nuestro caminar con Dios.

ii. Para ser guardados en esta perfecta paz, nuestra mente debe perseverar. Según el Diccionario Strong, la palabra hebrea sawmak proviene de la raíz “sostener” y tiene la idea de “apoyarse en o asirse de … sostener, establecer, mantener, recostar, apoyarse, yacer, poner, descansar, mantenerse firme, permanecer, sustentar”. En otros lugares la misma palabra se traduce como sustentar (Génesis 27:37, Salmo 3:5), o cuando el sacerdote ponía sus manos sobre la cabeza de un animal sacrificado (Éxodo 29:10, 15, 19), o de la imposición de manos en otras circunstancias (Números 27:18), de ser sostenido (Salmo 71:6), de permanecer firme (Salmo 111:8), de estar asegurado (Salmo 112:8), de apoyarse (Isaías 36:6, 48:2). Es justo preguntar a los discípulos de Jesucristo: ¿Qué sostiene tu mente? ¿En qué pones tu mente? ¿Qué mantiene tu mente? ¿En qué se mantiene firme tu mente? ¿En qué está establecida tu mente? ¿En qué se apoya tu mente? Para tener esta perfecta paz, tu mente no puede acercarse al Señor y apoyarse en él ocasionalmente; tiene que perseverar en Él.

iii. Para ser guardados en esta perfecta paz, nuestros pensamientos deben perseveraren El Señor. Si nuestra mente persevera en nosotros mismos, o en nuestros problemas, o en los problemas de las personas en nuestras vidas, o en cualquier otra cosa, no podemos tener esta perfecta paz. Este es el corazón que dice con el apóstol Pablo, a fin de conocer a Cristo (Filipenses 3:10). En sus ataques espirituales contra nosotros, a Satanás le encanta poner nuestras mentes en cualquier cosa excepto en el Señor.

c. Porque en ti ha confiado: Esta es otra forma de expresar la idea de que nuestros pensamientos perseveren en Él. Casi siempre, mantienes tus pensamientos perseverando en aquello en lo que estás confiando. Cuando confiamos en el Señor, perseveramos en Él.

i. Proverbios 3:5 expresa la misma idea: Fíate de Jehová con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. La palabra para fíate en Proverbios 3:5 viene de la misma raíz de la palabra persevera en Isaías 26:3. Cuando confiamos en El Señor, no nos apoyamos en nuestra propia prudencia. Fiarse del Señor es confiar en Él. Ser sostenido por El Señor es confiar en Él. Ser establecidos por El Señor es confiar en Él. Ser sustentados por el Señor es confiar en Él.

ii. La batalla por la confianza en nuestras vidas comienza en nuestros pensamientos. Si confiamos en el Señor, se mostrará en nuestras acciones, pero comenzará en nuestros pensamientos.

d. Confiad en Jehová perpetuamente: Debido a la promesa de Isaías 26:3, se nos anima a confiar en Jehová perpetuamente y, por lo tanto, a recibir la bendición de la promesa:perfecta paz:

e. Porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos: Si el Señor nos llama a confiar completamente en Él con nuestros pensamientos, Él apela a nuestros pensamientos con una razón racional por la que debemos confiar en el Él – porque Él es la fortaleza de los siglos. No es que El Señor tiene fortaleza, Él es la fortaleza de los siglos.

3. (5-6) El destino de la ciudad del hombre.

Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada, la humilló hasta la tierra, la derribó hasta el polvo. La hollará pie, los pies del afligido, los pasos de los menesterosos.

a. Porque derribó a los que moraban en lugar sublime; humilló a la ciudad exaltada: La ciudad del hombre es exaltada y sus exaltados moraban en lugar sublime. Pero el Señor los derribará de todos modos. La ciudad del hombre, el sistema mundial, no es nada para el Señor; Él la derribará.

b. La derribó hasta el polvo: La ciudad del hombre, el sistema mundial, tiene que ver con el poder y el prestigio, construido sobre las espaldas de los débiles y los menesterosos. Pero cuando Dios derribe la ciudad del hombre hasta el polvo, Él cambiará todo eso, y los pies del afligido la hollarán.

i. Jesús expresa el mismo principio en Mateo 5:5: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Jesús nos dijo que nos opongamos al pensamiento de poder y prestigio de este mundo y que vivamos con el pensamiento de Su Reino hoy (Mateo 20:25-28).

4. (7-9) El camino de los rectos.

El camino del justo es rectitud; tú, que eres recto, pesas el camino del justo. También en el camino de tus juicios, oh Jehová, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma. Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia.

a. El camino del justo es rectitud: En el Reino de Dios, Su pueblo justo camina por un camino el camino de la rectitud. Isaías da con precisión el sentido de orden en esto; el Señor hace a su pueblo justo a través de una relación de fe y confianza en él, entonces ellos caminan por el camino… de rectitud.

i. Andan en rectitud porque sirven al Señor Dios, quien es el más recto. A medida que confían en el Señor y son declarados justos por el Señor, caminan en Su camino.

ii. Pesas el camino del justo: El Señor mira a sus justos (el justo) y evalúa su camino. El Señor se preocupa por el caminar de sus justos.

b. Tu nombre y tu memoria son el deseo de nuestra alma: En el Reino de Dios, Su pueblo justo lo ama y lo desea.

i. El deseo se manifiesta en la espera: Oh Jehová, te hemos esperado. Cuando deseas algo, o a alguien, lo esperarás y lo harás con gusto debido a tu deseo.

ii. El deseo se manifiesta en la búsqueda: Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte. Cuando deseas algo, o alguien, lo buscas todo el tiempo, tanto de madrugada como de noche.

c. Los habitantes del mundo aprenderán justicia: El camino de los justos será un día vindicado.

5. (10-11) El camino del malvado.

Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová. Jehová, tu mano está alzada, pero ellos no ven; verán al fin, y se avergonzarán los que envidian a tu pueblo; y a tus enemigos fuego los consumirá.

a. Se mostrará piedad al malvado, y no aprenderá justicia: Los malvados son ingratos ante la bondad de Dios.

b. Y no mirará a la majestad de Jehová… verán al fin, y se avergonzarán… a tus enemigos fuego los consumirá: Los impíos terminan en desastre.

B. Promesas hechas a un corazón humilde.

1. (12-18) La oración de un corazón humilde.

Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras. Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre. Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán; porque los castigaste, y destruiste y deshiciste todo su recuerdo. Aumentaste el pueblo, oh Jehová, aumentaste el pueblo; te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra. Jehová, en la tribulación te buscaron; derramaron oración cuando los castigaste. Como la mujer encinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová. Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento; ninguna liberación hicimos en la tierra, ni cayeron los moradores del mundo.

a. Porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras: Aunque el Espíritu Santo habló a través del apóstol Pablo más de 500 años después de la época de Isaías, uno podría pensar que Isaías deb haber leído Efesios 2:8-10: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios no por obras, para que nadie se gloríe Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Incluso nuestras buenas obras son obras que Él ha hecho en nosotros.

b. Otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre: El corazón humilde se arrepiente de la idolatría pasada y se regocija en la libertad presente en el Señor.

i. El corazón humilde ve la locura de su idolatría pasada: Muertos son, no vivirán. El corazón humilde ve la victoria del Señor sobre todos los ídolos: los castigaste y destruiste. “Obviamente, este versículo no sugiere que los otros señores’ realmente existieran como deidades, sino que simplemente se creía que existían y que su gobierno era pecaminosamente reconocido por la gente en tiempos pasados. (Grogan)

ii. La palabra hebrea para enseñoreado es baal, que puede significar amo o esposo. Por supuesto, Baal también era el dios principal de los cananeos nativos y un ídolo seductor para Israel. En esta oración, Judá básicamente dijo, oh Señor nuestro Dios, otros señores aparte de ti  se han enseñoreado sobre nosotros.

c. Concebimos, tuvimos dolores de parto, dimos a luz viento: El corazón humilde conoce la futilidad de trabajar sin la dirección y la bendición de Dios.

i. “Hemos tenido el tormento de una mujer que está dando a luz, pero no el consuelo de un hijo vivo … porque no hemos producido nada más que viento; todos nuestros trabajos y esperanzas fueron vanos y sin éxito. (Poole)

d. Aumentaste el pueblo: El corazón humilde sabe que El Señor es el responsable por el incremento y las bendiciones.

e. Jehová, en la tribulación te buscaron: El corazón humilde confía en el Señor en tiempos de angustia y vanidad.

2. (19) La promesa de resurrección.

Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.

a. Tus muertos vivirán: El Antiguo Testamento dio una comprensión vaga de la vida venidera, porque los secretos de la vida venidera han sido revelados por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio (2 Timoteo 1:10). Pero aquí hay un ejemplo del Antiguo Testamento de una confiada expectativa de resurrección y gloria para los justos del Señor.

3. (20-21) La promesa de refugio en tiempos de gran indignación.

Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.

a. Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos: Isaías, hablando por el Señor, profetiza un tiempo en que el pueblo de Dios está invitado a ir y encontrar refugio en tanto que pasa la indignación.

i. El refugio es seguro. El pueblo de Dios está seguro en sus aposentos, mientras cierra tras de ti tus puertas. Están escondidos a salvo (escóndete).

b. Jehová sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad: La indignación de la que está escondido el pueblo de Dios proviene del Señor mismo. Esta persecución, no es de los impíos, sino que es juicio del Señor. Este no es un juicio local, sino algo que el Señor trae sobre el morador de la tierra en general.

i. La devastación de la indignación del Señor es vista en toda la tierra: y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.

c. Escóndete un poquito: ¿Cuándo es este tiempo en que el pueblo de Dios es llevado, ocultos de forma segura, de un tiempo de gran indignación que traeel Señor sobre la tierra? Podría referirse a la liberación del pueblo judío de la furia del Anticristo descrita en Apocalipsis 12:6 y 12:13-16. Pero es más probable que hable del refugio, la seguridad del pueblo de Dios cuando son arrebatados junto con el Señor en el aire (1 Tesalonicenses 4:16-17) y escapan de la terrible indignación del Señor que Él se derrama sobre el mundo en la Gran Tribulación (Mateo 24:21-22, Apocalipsis 9:15-21), que inmediatamente precederá a la segunda venida de Jesucristo (Mateo 24:29-30).

i. Visto de esta manera, este es un pasaje poderoso que apoya la enseñanza del Rapto Pre-Tribulación, que dice que Jesucristo sacará a Su pueblo de esta tierra antes del tiempo de la Gran Tribulación que vendrá sobre la tierra inmediatamente antes de Su regreso final.

©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com

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