Isaías 3 – Los pecados de Judá
A. Perfil de una sociedad bajo juicio.
1. (1-7) Escasez de comida, agua y líderes competentes.
Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y al fuerte, todo sustento de pan y todo socorro de agua; el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador. Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores. Y el pueblo se hará violencia unos a otros, cada cual contra su vecino; el joven se levantara contra el anciano, y el villano contra el noble. Cuando alguno tomare de la mano a su hermano, de la familia de su padre, y le dijere: Tú tienes vestido, tú serás nuestro príncipe, y toma en tus manos esta ruina; él jurará aquel día, diciendo: No tomaré ese cuidado; porque en mi casa ni hay pan, ni que vestir; no me hagáis príncipe del pueblo.
a. Porque he aquí que el Señor Jehová de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y al fuerte: El juicio de Dios sobre Judá, en este punto, incluye quitarles la comida (al sustentador y al fuerte) y el agua.
i. Isaías 3:1 es un buen ejemplo de la forma en que se pueden usar dos palabras hebreas, cada una traducida como Señor en la versión en inglés. En este versículo, la primera vez que se usa Señor, traduce la palabra hebrea adonai, que significa “amo, dueño, soberano”. Es una palabra amplia que se puede aplicar tanto a un maestro humano como al Señor Dios, el Maestro supremo. La segunda vez que se usa Señor (en la versión Reina Valera 1960 se traduce como Jehová), y está impreso en minúsculas, traduce la palabra hebrea Yahvé, que es el nombre sagrado del Dios Triuno. Entonces, puede ser que la biblia hebrea pueda usar la frase adonai Yahvé, que podría traducirse en inglés como Señor Señor, pero en realidad significa “Maestro Yahvé”. Esa frase aparece más de 300 veces en el Antiguo Testamento. La mayoría de las veces, la frase se traduce como Señor Dios en la Nueva Versión King James.
ii. La frase específica aquí – el Señor Jehová de los ejércitos –se usa más de 15 veces en el Antiguo Testamento, y a menudo por Isaías (Isaías 1:24, 3:1, 3:15, 10:23-24, 10:33, 19:4, 22:5, 22:12, 22:14-15 y 28:22). Enfatiza la majestad y el poder de Dios porque la idea detrás deJehová de los ejércitos es que Dios es el “Comandante en Jefe” de los ejércitos celestiales.
iii. Entonces, cuando es “El Señor de todo, Yahvé de los ejércitos celestiales” (el Señor Jehová de los ejércitos) quien ha quitado la comida y el agua de Jerusalén y de Judá, sería prudente que se arrepintieran y se reconciliaran con Él. “Esta es también la razón por la que llama a Dios Señor y Jehová de los ejércitos, para que la majestad de Dios aterrorice sus mentes adormecidas y perezosas; porque Dios no necesita títulos, pero nuestra ignorancia y estupidez deben despertarse al percibir su gloria”. (Calvin)
b. El valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta: El juicio es peor que simplemente quitar comida y agua. Dios también trajo juicio sobre Jerusalén y Judá al privarlos de líderes piadosos y competentes en todos los niveles: el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano; el capitán de cincuenta y el hombre de respeto, el consejero, el artífice excelente y el hábil orador. En lugar de líderes sabios y competentes, Dios les daría jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores.
i. El eventual cumplimiento de esta profecía se encuentra en 2 Reyes 24:14: Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los hombres valientes, hasta diez mil cautivos, y a todos los artesanos y herreros; no quedó nadie, excepto los pobres del pueblo de la tierra.
ii. Pero este principio del juicio de Dios perdura hasta el día de hoy. Una forma en que Dios puede juzgar a una nación es maldecirla con líderes impíos e incompetentes. A menudo, esta es la vía más simple de juicio: dar a las personas lo que desean sus corazones malvados. Esta crisis de liderazgo puede ocurrir incluso en tiempos de prosperidad económica (Isaías 2:7 es parte de esta misma profecía). El terrible efecto de este juicio de Dios, la concesión de líderes incompetentes e impíos, puede que no se vea de inmediato, pero ciertamente se verá, aparte del arrepentimiento de una nación y la misericordia de Dios.
c. El pueblo se hará violencia unos a otros: Esto proviene del liderazgo impío e incompetente, y habrá una ruptura del orden en la sociedad (el joven se levantara contra el anciano, y el villano contra el noble).
i. “Porque difícilmente hay conducta más ofensiva, o más apropiada para perturbar nuestras mentes, que cuando los magistrados exhiben públicamente los peores ejemplos de todo tipo, mientras nadie pronuncia una sílaba contra ellos, pero casi todos dan su aprobación”. (Calvin)
d. Tú tienes vestido, tú serás nuestro príncipe, y toma en tus manos esta ruina: Las cosas se pondrán tan mal, que en la mente de la gente, los logros más pequeños calificarán a un hombre para el liderazgo. Sin embargo, ni siquiera un hombre así querrá liderar: él jurará aquel día, diciendo: No tomaré ese cuidado… no me hagáis príncipe del pueblo.
i. “Es asombroso cuán realista es el profeta para describir aquí las consecuencias de un colapso total del estado. Cualquiera que recuerde los meses que siguieron a mayo de 1945 en Alemania tendrá la sensación al leer este pasaje de ser transportado directamente a estos días” (Kaiser, citado en Grogan)
2. (8-12) Por qué Judá está listo para el juicio.
Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová para irritar los ojos de su majestad. La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! Porque amontonaron mal para sí. Decid al justo que le ira bien, porque comerá de los frutos de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le ira, porque según las obras de sus manos le será pagado. Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.
a. Jerusalén y Judá habían pecado en lo que ellos decían y en lo que ellos hacían: la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová. De hecho, lo que ellos decían y lo que ellos hacían provocaron irritar los ojos de su majestad.
i. Es más fácil pensar que lo que hacemos es ofensivo para Dios que pensar que lo que decimos puede irritar los ojos de su majestad. Pero se nos ordena glorificar a Dios tanto por lo que decimos como por lo que hacemos. Jesús dijo, Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado (Mateo 12:36-37).
b. La apariencia de sus rostros testifica contra ellos: La misma expresión de sus rostros es evidencia de su culpa. O tienen la sonrisa burlona de los réprobos o la mirada abatida de los que están bajo convicción.
i. “Las propensiones impuras son particularmente legibles a los ojos: quien haya visto el rostro de un libertino o de una prostituta lo sabe; de estos, se puede decir, que desean parecer lo que realmente son. Se glorían de su iniquidad. Este es el tono más alto de la impiedad”. (Clarke)
c. Porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan: Su pecado se manifiesta abiertamente y no tienen ningún sentido de la vergüenza. La dinámica cultural en los días de Isaías probablemente era muy parecida a la de nuestro tiempo. En nombre de la “franqueza” y la “honestidad” y “no seamos hipócritas”, se aprueba todo tipo de pecado y a nadie se le “permite” proclamar una norma a menos que la cumpla a la perfección.
i. La decencia exterior es importante. Es importante no hablar de muchos pecados, aunque existen y algunas veces tocan a la iglesia. Es a través de estos medios que el pueblo de Dios declara un estándar, aunque ellos o el mundo no estén perfectamente a la altura del estándar. Efesios 5:12 es importante aquí: porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
ii. Una de las mentiras más destructivas de nuestro tiempo es que está mal o es hipócrita tener un estándar que no cumplimos. Nadie ha dicho la verdad siempre, sin embargo, es bueno y correcto enseñar a nuestros hijos: “No mientas”. Sería incorrecto y destructivo que alguien respondiera: “No puedes decirle a tu hijo que no mienta. Tú has mentido en el pasado. Eres un hipócrita”. Esta actitud en nuestra sociedad se traduce en un resultado certero: una reducción total de los estándares. Además, la acusación de hipocresía es falsa. No es hipócrita promover un estándar que no cumples a la perfección. La hipocresía es cuando pretendes mantener el estándar pero no lo haces o cuando no cumples con el estándar pero piensas que otros deberían hacerlo.
iii. “El mantenimiento de la decencia externa es al menos alguna evidencia de una conciencia no del todo cauterizada”. (Jennings)
d. ¡Ay alma de ellos! Porque amontonaron mal para sí: Dios no tenía que hacer nada único o especial para traer este juicio sobre Jerusalén y Judá. Todo lo que tenía que hacer era dejarlos en paz y permitirles amontonar mal para sí.
i. Cuando el Señor le da a una nación el liderazgo que desea y merece, puede ser una bendición o una maldición. En el caso de Judá en el tiempo de Isaías, fue una maldición.
e. Decid al justo que le ira bien, porque comerá de los frutos de sus manos: Incluso en medio del juicio, Dios sabe cómo bendecir y proteger a su pueblo. A veces, esto solo se ve en la perspectiva de la eternidad, pero Dios nos asegura que los justos nunca compartirán el mismo destino que los malvados. Abraham conocía bien este principio cuando le dijo al Señor: “Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?” (Génesis 18:25).
f. Comerá de los frutos de sus manos… porque según las obras de sus manos le será pagado: Dios dará tanto al justo como al impío la recompensa que merecen. Para los justos, esto es un consuelo, para los malvados, es una maldición.
i. Spurgeon sobre ¡Ay del impío! Mal le ira: “Le irá mal a los impíos, y ninguna apariencia presente os lleve a dudar de ello … Los ojos que nunca lloran por el pecado aquí llorarán de terrible angustia por siempre … Será provechoso para ustedes sentir la ira de Dios pesada en sus espíritus ahora, porque si no, los aplastará, los destrozará y lo hará sin esperanza, un mundo sin fin. Mal les irá.”
g. Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él: Una vez más, el Señor declara y lamenta su juicio sobre Judá, que se les ha dado un liderazgo incompetente e impío. Los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.
i. Mujeres se enseñorearon de él: Esto se veía como una maldición, no como una bendición. Ciertamente, Dios puede levantar a mujeres en particular en momentos particulares para que sean líderes en diferentes esferas. Débora (Jueces 4-5) y Ester son ejemplos de esto. Pero esto es completamente diferente de una sociedad donde, en general, las mujeres se enseñorearon de él. Una sociedad así es maldecida, no bendecida.
B. El caso de Dios en contra de Judá.
1. (13-15) Su maltrato a los pobres.
Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar a los pueblos. Jehová vendrá a juicio en contra de los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas. ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo y moléis las caras de los pobres? Dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
a. Jehová está en pie para litigar, y está para juzgar a los pueblos: Aquí, Jehová está como fiscal (está en pie para litigar) y juez en contra de Judá. Cuando estás en el tribunal y el fiscal y el juez son la misma persona, sabes que te declararán culpable.
b. El despojo del pobre está en vuestras casas. ¿Qué pensáis vosotros que majáis mi pueblo y moléis las caras de los pobres? La acusación de Dios contra los ancianos y los príncipes de Israel no es que hayan fallado en ayudar a los pobres. Eso sería malo en sí mismo. Pero mucho peor que eso, han robado a los pobres y se han aprovechado de su pobreza para enriquecerse.
2. (16-23) Las mujeres pecadoras de Judá y el juicio de Jehová contra ellas.
Asimismo dice Jehová: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y con ojos desvergonzados; cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies; por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová recubrirá sus vergüenzas. Aquel día quitara el Señor el atavío del calzado, las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados.
a. Las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido: Las mujeres de Judá era soberbias. Eran ensimismadas y amaban considerarse mejor que los demás (Se ensoberbecen).
i. Este corazón soberbio era la base para el resto del pecado entre las hijas de Sion. “Para hacer frente a sus infundadas acusaciones, Él deja abierta la enfermedad interior, que se manifiesta en toda su vestimenta exterior”. (Calvin)
ii. En contraste, las mujeres de Dios son llamadas a la humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a [ellas mismas](Filipenses 2:3).
b. Ojos desvergonzados: Las mujeres de Judá eran sexualmente seductoras y promiscuas. Querían mirar lascivamente a los hombres y llevarlos a la inmoralidad sexual con sus coqueteos.
i. “Lo que él agrega acerca de los ojos desvergonzados denota la lujuria desvergonzada, que en su mayor parte es expresada por los ojos; porque los ojos impíos son los heraldos de un corazón impío; pero los ojos de las mujeres castas son tranquilos y no errantes ni vacilantes”. (Calvin)
ii. En contraste, las mujeres de Dios son llamadas a ser prudentes, castas (Tito 2:5).
c. Cuando andan van danzando, y haciendo son con los pies: Las mujeres de Judá estaban obsesionadas con los atavíos, el lujo y los “accesorios”. Dedicaban demasiado de sus vidas a su apariencia e imagen.
i. Para enfatizar, el profeta declaró una lista de los “accesorios” y artículos de lujo que las mujeres de Judá anhelaban y a los que dedicaban demasiado de sus vidas: las redecillas, las lunetas, los collares, los pendientes y los brazaletes, las cofias, los atavíos de las piernas, los partidores del pelo, los pomitos de olor y los zarcillos, los anillos, y los joyeles de las narices, las ropas de gala, los mantoncillos, los velos, las bolsas, los espejos, el lino fino, las gasas y los tocados. Al parecer, había buenos centros comerciales en Jerusalén.
ii. Este amor por los atavíos, el lujo y obtenerlo todo no es único de las mujeres. Muchos hombres tienen un problema con eso también. Pero definitivamente es un problema entre muchas mujeres. Una historia de 1992 en Los Angeles Times habló de Michelle, una exitosa escritora y editora, que temía el día en que su esposo pudiera descubrir su escondite secreto de tarjetas de crédito, su apartado postal secreto o los otros trucos que usaba para ocultar cuánto dinero gastaba comprándose cosas. “Gano tanto dinero como mi esposo … Si quiero un traje de $ 500 de Ann Taylor, me lo merezco y no quiero que me molesten por ello. Entonces, lo más fácil de hacer es mentir”, explicó. El año pasado, cuando su esposo la obligó a destruir una de sus tarjetas de crédito, Michelle salió y obtuvo una nueva sin avisarle. “Vivo con miedo. Si descubre esta nueva VISA, me matará”.
iii. En el mismo artículo, una maestra de escuela explicó más: “Los hombres simplemente no entienden que la compra es nuestra droga preferida”, bromeó, aunque admitió que algunos meses su salario se destina exclusivamente a pagar el saldo mínimo de sus tarjetas de crédito. “Atravesar la puerta de South Coast Plaza es como atravesar las puertas del cielo. Dios hizo las cajuelas de los autos para que las mujeres pudieran esconder sus bolsas de compras”. Una joven profesional llamada Mary explicó: “Ir de compras es mi recreación. Es mi forma de mimarme. Cuando entras [en un centro comercial] y ves todas las tiendas, es como si algo se apoderara de ti y quedaras atrapada”.
iv. “Es digno de mención que el Profeta tenía buenas razones para reprender, con tanta sinceridad y vehemencia, el lujo de las mujeres; porque si bien se les acusa de muchos vicios, están sobre todo exacerbadas por el loco deseo de tener ropas finas. Codiciosas como son por naturaleza, todavía no escatiman gastos para vestirse de manera llamativa, e incluso usan una dieta moderada y se privan de lo que la naturaleza requiere, para que sus ropas sean más costosas y elegantes. Tan gravemente están corrompidas por este vicio, que este va más allá de todos los demás”. (Calvin)
v. “Nada puede exceder la curiosidad que habita en la mujer. De hecho, esos inventos no tienen fin; y no sin razón los antiguos llamaron a la colección de ornamentos de mujer un mundo; porque si se juntaran en un montón, serían casi tan numerosos como las partes del mundo”. (Calvin)
vi. En contraste, a las mujeres de Dios se les ordena: Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios (1 Pedro 3:3-4).
d. Su obsesión por su apariencia, su amor por el lujo y su promiscuidad hicieron a las hijas de Sion merecedoras de juicio: por tanto, el Señor raerá la cabeza de las hijas de Sion, y Jehová recubrirá sus vergüenzas. Su “corona” será una costra, y en lugar de estar bellamente ornamentadas, serán expuestas y humilladas. Además, les quitara el Señor el atavío.
i. En la época de Isaías, estos juicios estaban relacionados con próximas invasiones. Debido a la escasez y las enfermedades, las altivas hijas de Sion estarían enfermas y trastornadas. Serían violadas y humilladas. Y todos sus maravillosos “accesorios” les serán arrebatados.
ii. Debido a su papel en la crianza de los niños, es importante que las mujeres de Dios vivan y piensen como mujeres de Dios. Cuando las mujeres de una cultura se degeneran, la esperanza para la próxima generación se desvanece. Pero cuando las mujeres de una cultura se vuelven hacia el Señor y Sus caminos, hay una gran esperanza para el futuro.
iii. “En resumen, tanto hombres como mujeres son instruidos a hacer un uso sobrio de los dones de Dios, tanto en comida como en ropa, y en toda la conducta de la vida. Porque el Señor no puede soportar la extravagancia y absolutamente debe infligir un castigo severo a causa de ello; porque esto no puede ser reprimido con un castigo más leve”. (Calvin)
3. (24-26) Más del juicio del Señor sobre las hijas pecadoras de Sion.
Y en lugar de los perfumes aromáticos vendrá hediondez; y cuerda en lugar de cinturón, y cabeza rapada en lugar de la compostura del cabello; en lugar de ropa de gala ceñimiento de cilicio, y quemadura en vez de hermosura. Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra. Sus puertas se entristecerán y enlutarán, y ella, desamparada, se sentará en tierra.
a. En lugar de… en lugar de… en lugar de… en lugar de… en lugar de: El Señor reemplazaría sus atavíos con las marcas de la cautividad y la humillación. Ellas vivirían la hediondez, la cabeza rapada, la quemadura y la privación general del cautiverio.
i. ¿Nos damos cuenta de lo rápido que Dios puede quitarlo todo? Cuánta razón más para honrar a Dios con lo que tenemos, en lugar de complacernos a nosotros mismos.
ii. “Ahora bien, no puede sucedernos nada peor que el que seamos endurecidos contra los castigos y no percibamos que Dios nos castiga. Cuando operamos bajo tal estupidez, nuestro caso está casi perdido”. (Calvin)
b. Tus varones caerán a espada, y tu fuerza en la guerra: Sin duda, una de las razones por las que las hijas de Sion amaban todo el lujo y las galas era porque las hacía más atractivas para los hombres. Sentían que podían “conseguir” hombres de esa manera. Pero su amor impío por el lujo y las galas resultó en la pérdida de sus hombres.
c. Y ella, desamparada, se sentará en tierra: Una medalla romana, descubierta después de la caída de Jerusalén, muestra a una mujer judía desamparada, sentada bajo una palmera junto a un soldado romano.
©2022 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com