Jeremías 20




Jeremías 20 – Jeremías en el cepo

A. Jeremías azotado y arrojado al cepo.

1. (1-2) Jeremías – El mensajero de Dios en el cepo.

El sacerdote Pasur hijo de Imer, que presidía como príncipe en la casa de Jehová, oyó a Jeremías que profetizaba estas palabras. Y azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo que estaba en la puerta superior de Benjamín, la cual conducía a la casa de Jehová.

a. Pasur hijo de Imer: Este sacerdote principal aparentemente no asistió al dramático sermón de Jeremías sobre la vasija rota en el valle de Hinom. Él oyó acerca del mensaje y no lo recibió. 

i. Que presidía como príncipe: “Aparentemente era el subordinado inmediato del sumo sacerdote y mantenía el orden en el área del Templo”. (Harrison)

ii. “Pasur en este capítulo era un nombre bastante común; así que no podemos estar seguros de que el Pasur de este capítulo fuera el padre de Gedalías (Jeremías 38:1)”. (Feinberg)

iii. Hubo descendientes de un sacerdote Pasur que regresaron del exilio babilónico con el primer regreso bajo el liderazgo de Zorobabel (Esdras 2:38).

b. Y azotó Pasur al profeta Jeremías, y lo puso en el cepo: Jeremías fue golpeado y tuvo que soportar una dolorosa deshonra pública. No solo fue considerado un falso profeta, sino seguramente también un traidor que desalentaba a la gente que todavía confiaba en la ayuda de Dios o de Egipto contra Babilonia.

i. “La expresión ‘azotó a Jeremías’ es técnica, y con toda probabilidad significa que se administró la flagelación oficial de ‘cuarenta azotes menos uno’. (Morgan)

ii. “El cepo (TM mahpeket, de la raíz ‘distorsionar’) era una forma de andamio en el que los prisioneros eran detenidos en una posición torcida o confinada que producía calambres en los músculos”. (Harrison)

iii. “La palabra hebrea se forma a partir del verbo torcer, lo que implica que este ‘marco torcido’ sujetaba a la víctima en una posición que se volvía cada vez más angustiosa”. (Kidner)

c. La cual conducía a la casa de Jehová: Irónicamente, todo esto se hizo cerca del templo, el centro del poder de Pasur, y un lugar muy público.

i. “Jeremías fue puesto en el cepo de la puerta superior de Benjamín, la puerta norte del patio superior del templo. Era uno de los lugares más conspicuos de la ciudad”. (Feinberg)

2. (3-6) El mensaje de Jeremías a Pasur después de su liberación.

Y el día siguiente Pasur sacó a Jeremías del cepo. Le dijo entonces Jeremías: Jehová no ha llamado tu nombre Pasur, sino Magor-misabib. Porque así ha dicho Jehová: He aquí, haré que seas un terror a ti mismo y a todos los que bien te quieren, y caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán; y a todo Judá entregaré en manos del rey de Babilonia, y los llevará cautivos a Babilonia, y los matará a espada. Entregaré asimismo toda la riqueza de esta ciudad, todo su trabajo y todas sus cosas preciosas; y daré todos los tesoros de los reyes de Judá en manos de sus enemigos, y los saquearán, y los tomarán y los llevarán a Babilonia. Y tú, Pasur, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos; entrarás en Babilonia, y allí morirás, y allí serás enterrado tú, y todos los que bien te quieren, a los cuales has profetizado con mentira.

a. Y el día siguiente Pasur sacó a Jeremías del cepo: Pasur, el sacerdote y príncipe, probablemente pensó que se trataba de un acto bondadoso y humanitario. No quería ser demasiado cruel con Jeremías y pensó que probablemente había aprendido la lección.

b. Jehová no ha llamado tu nombre Pasur, sino Magor-misabib: El significado del nombre Pasur a veces se interpreta como libertad, a veces como tranquilidad o paz. El nombre Magor-Misabib significa terror por todos lados. Había un sorprendente contraste entre los dos nombres.

i. “La traducción que se da con más frecuencia para ‘Pasur’ es ‘alivio’, ‘tranquilidad’”. (Feinberg)

c. He aquí, haré que seas un terror a ti mismo y a todos los que bien te quieren: Jeremías muestra que no tenía la intención de moderar su mensaje. Con valentía y claridad le dice al sacerdote y príncipe que la destrucción ciertamente vendría y que él, en cierto sentido, estaría en el centro de ella.

d. Y a todo Judá entregaré en manos del rey de Babilonia: El mensaje de Jeremías no cambió. Ni Yahveh, ni Egipto, ni nadie más libraría a Judá. Los babilonios los conquistarían por completo.

e. Y tú, Pasur entrarás en Babilonia, y allí morirás: La posición de Pasur como sacerdote y príncipe no lo ayudaría. Él era uno de los que profetizó con mentiras, y él y sus amigos que lo escuchaban morirían en Babilonia. 

B. La carga del profeta perseguido.

1. (7-8) Jeremías le habla a Dios de su propia fidelidad.

Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.

a. Más fuerte fuiste que yo, y me venciste: Jeremías le explica a Dios que se sentía compelido a su obra profética. Él no la había deseado ni perseguido, sin embargo, Dios lo venció para que asumiera esta obra profética. 

i. Me sedujiste: “El verbo seducir (pata) aparece en Éxodo 22:16 (cf. Jueces 16:5) en una ley sobre la seducción sexual. Jeremías parecía estar diciendo que había entendido que su relación con Yahveh era algo así como un vínculo matrimonial, pero ahora se afirmaba que había sido engañado, atraído por Yahveh, quien lo había usado y lo había abandonado”. (Thompson)

b. Cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí: Quizás Jeremías hablaba a la luz de su reciente experiencia de ser puesto en el cepo público (Jeremías 20:1-2). Atrapado en el cepo, fue objeto de burlas y escarnio, incluso como Jesús más tarde sufriría una humillación similar.

c. Porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día: Como un fiel mensajero del Señor, era difícil para Jeremías resistir la afrenta y el escarnio que sobreviene al que profetizaba el juicio venidero y el mal a Judá.

i. “Debido a que las palabras de Jeremías no se cumplirían en mucho tiempo, la gente simplemente lo ridiculizaba cada vez que hablaba sobre el futuro”. (Harrison)

2. (9-10) Jeremías decide detener su ministerio profético.

Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza.

a. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre: Jeremías tuvo que pagar un precio doloroso por seguir siendo un fiel mensajero de Dios. En muchas ocasiones, contempló renunciar o cambiar el mensaje. 

i. “Esta, dijo Latimer en un caso similar, era una mala, muy mala resolución”. (Trapp)

ii. “A menudo se ha observado que las dudas de Jeremías nunca se expresaban en público. Exteriormente era el profeta firme e inflexible del Señor, que transmitía fielmente la voluntad divina a su pueblo. Pero cuando estaba a solas con Dios, se revelaban las tensiones de su posición”. (Cundall)

b. No obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos: Muchas veces Jeremías quiso darse por vencido, pero no podía.

·Él no podía porque se trataba de la palabra de Jehová.

·Él no podía porque la palabra vivía en su corazón.

·Él no podía porque la palabra ardía en su corazón como un fuego.

·Él no podía porque la palabra oprimía su mismo ser, como si fuera un fuego ardiente metido en sus huesos que requería una gran energía para contenerlo (traté de sufrirlo, y no pude).

i. “Descubrió la imposibilidad de negar su llamado. Aprendió que era irreversible y que la palabra de Dios era incontenible”. (Feinberg)

ii. “Bajo el estrés y la tensión de sus sufrimientos, se sintió tentado a abandonar la obra, a negarse a hablar más en el nombre de Jehová. Pero cuando intentó así encontrar la liberación del sufrimiento en silencio, fue imposible; porque tal silencio se volvió más intolerable que el sufrimiento”. (Morgan)

c. Y yo no pude: Aunque le costaba mucho dolor y humillación, Jeremías no pudo no predicar la palabra de Dios, y predicarla fielmente. No era solo que Jeremías era compelido a predicar había muchos predicadores y profetas infieles en su tiempo. Jeremías era compelido a predicar un mensaje fiel a Dios.

i. “En ocasiones nos hemos cansado del servicio a Dios; pero, oh, sería un cansancio mayor si nos despidieran de él. Hablar es una responsabilidad y un peso espantoso; pero no hablar sería imposible”. (Meyer) 

ii. “Esta es la carga de la Palabra de Jehová. Quizás solo aquellos que la han experimentado puedan entenderlo. Publicar esa palabra a veces trae sufrimiento; pero abstenerse trae un sufrimiento mucho más terrible. Pablo entendió esto cuando dijo: ‘¡Ay de mí si no predico el Evangelio’”. (Morgan)

d. Porque oí la murmuración de muchos: Se burlaban del mensaje de miedo y mal venidero de Jeremías. Esperaban que claudicara, con la esperanza de que una vida infiel invalidaría el mensaje, y luego podrían tomar venganza.

i. Temor en todas partes “La murmuración eran conspiraciones contra su vida o el uso sarcástico de Magormissabib como apodo para Jeremías”. (Harrison)

ii. “Ellos llamaron a Jeremías Magor-misabib, ‘temor en todas partes’. En otras palabras, tomaron su reprimenda a Pasur y la usaron en su contra”. (Ryken) 

3. (11-12) La confianza de Jeremías en Dios.

Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he encomendado mi causa. 

a. Mas Jehová está conmigo como poderoso gigante: A pesar del dolor y la dificultad de su trabajo y de sus muchos enemigos, Jeremías encontraba confianza en Yahveh como un poderoso gigante. El poder y el asombro de Dios era un hecho mayor que su dolor, humillación, rechazo y golpizas. Dios se hacía más grande y su miseria se hacía más pequeña.

b. Los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán: El Dios poderoso obraría a favor de su fiel mensajero y lo protegería. Jeremías se daría cuenta de que Dios era su escudo y su gran recompensa (Génesis 15:1).

c. Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón: Jeremías se contentó con dejar el asunto a Dios, su sabiduría y su fuerza. El Juez de toda la tierra haría lo correcto.

4. (13) Alabanza al poder de Dios.

Cantad a Jehová, load a Jehová; porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos. 

a. Cantad a Jehová, load a Jehová: El corazón del profeta rebosaba de alabanza. Recibió la dulce fuerza que se encuentra en la verdadera comunión con Dios. 

b. Porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos: No era como si el dolor o los problemas de Jeremías hubieran terminado. Aún quedaba mucho por venir. Aun así, confiaba en la victoria y liberación del Señor. 

5. (14-18) Dolor y depresión de nuevo.

Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho. Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se arrepintió; oiga gritos de mañana, y voces a mediodía, porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?

a. Maldito el día en que nací: Con asombrosa rapidez, Jeremías vuelve a caer en el dolor y la depresión, deseando no haber nacido nunca. 

i. “Todo el poema en su configuración final proviene extrañamente de los labios de alguien que se había tomado tan en serio su llamado divino. Rara vez se ha formulado la pregunta ‘¿Por qué nací?’ De manera tan reveladora. A su grito de angustia y a su conmovedora pregunta, Yahveh no respondió. Pero, ¿qué respuesta podía dar?”. (Thompson)

ii. “Estos versículos van juntos. Puede que no se correspondan por lógica, pero ¿quién dice que la vida del alma es siempre lógica? Las maldiciones de Jeremías siguen a sus alabanzas porque así era durante la noche oscura del alma”. (Ryken)

iii. Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová: “Las ciudades son Sodoma, Gomorra y las demás ciudades de la llanura (cf. Génesis 19:24-28)”. (Harrison) 

b. ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor?: Había un propósito de Dios al establecer esta sección de dolor inmediatamente después de la sección de fe y triunfo mostrar que confiar en Dios no hacía que todo fuera fácil ni triunfante para Jeremías. La batalla permanecía y la confianza en Dios tenía que ser constante.

i. Jeremías pensaba que sus problemas terminarían si nunca nacía. El problema era que Dios lo llamó antes de que naciera o incluso de que fuera concebido: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones (Jeremías 1:5). “Jeremías rastreó sus problemas hasta el útero. ¡Pero no retrocedió lo suficiente! Dios podía rastrear sus promesas antes del útero”. (Ryken)

ii. Que mis días se gastasen en afrenta: “La vergüenza a la que se refiere es la de su incapacidad para evitar la catástrofe que amenaza a su pueblo”. (Feinberg)

iii. “Esta sección muestra a un hombre que se queja en voz alta de su suerte en la vida, pero muestra que todavía es sometido, leal y obediente a la voluntad de Dios”. (Harrison)

iv. “Si alguna vez la moral de uno como siervo de Dios toca fondo, podemos pensar que Jeremías ha estado allí antes y ha sobrevivido”. (Kidner)

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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