Jeremías 24




Jeremías 24 – Lecciones de dos cestas de higos

A. Dos cestas de higos.

1. (1) Tiempo y lugar de la lección.

Después de haber transportado Nabucodonosor rey de Babilonia a Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, a los príncipes de Judá y los artesanos y herreros de Jerusalén, y haberlos llevado a Babilonia, me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová.

a. Me mostró Jehová dos cestas de higos puestas delante del templo de Jehová: Lo que sigue en este breve capítulo no parece ser una visión o un sueño. Lo que Jeremías describe no es tan inusual; simplemente había dos cestas de higos en algún lugar cerca del templo. Quizás estaban allí como una especie de ofrenda de grano, o quizás alguien simplemente las dejó allí después de hacer compras.

i. Algunos comentaristas (como Thompson y Feinberg) creen que la redacción apunta a que se trata de una visión sobrenatural.

b. Después de haber transportado Nabucodonosor rey de Babilonia a Jeconías: El rey Jeconías de Judá reinó solo unos pocos meses. Fue depuesto y exiliado (2 Reyes 24:8-15) cuando Nabucodonosor vino por segunda vez a Jerusalén en el 597 a.C. Dado que esto fue después de su breve reinado, reinaba el rey Sedequías. Su reinado de 11 años fue el último de los reyes de Judá antes de una conquista babilónica completa.

i. Cuando Nabucodonosor dejó a Judá con Sedequías como rey títere, fue fácil para ellos pensar que lo peor había pasado y que tuvieron la suerte de sobrevivir y escapar del exilio. Los que se quedaron pensaban que estaban mejor que los llevados al exilio.

ii. “Después del exilio de Joaquín y los principales ciudadanos de Judá (2 Reyes 24:10-17), los que se quedaron parecen estar llenos de optimismo para el futuro”. (Thompson) 

c. A los príncipes de Judá y los artesanos y herreros de Jerusalén: El rey Jeconías no fue el único que fue llevado a Babilonia en esta segunda invasión de Judá. También se llevaron a otros de la nobleza de Judá y a artesanos hábiles.

2. (2-3) Lo que vio Jeremías – las dos cestas de higos.

Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer. Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.

a. Una cesta tenía higos muy buenosla otra cesta tenía higos muy malos: Jeremías notó que las dos cestas de higos no eran iguales. Una tenía muy buenos higos, y la otra tenía higos que estaban lejos de ser buenos estaban tan estropeados que no se podían comer.

b. ¿Qué ves tú, Jeremías?: Dios estaba a punto de hablarle al profeta a través de estas dos diferentes cestas de higos.

B. Lección de las cestas de higos. 

1. (4-7) La cesta de higos buenos.

Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien. Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré. Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón.

a. Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien: El juicio vino (y había de venir) sobre Judá en su conjunto; la nación entera sentiría su dolor. Sin embargo, eso no significaba que todos en Judá fueran iguales a los ojos de Dios. Algunos eran como los higos buenos – y serían esencialmente echados de Judá a Babilonia para bien.

i. El juicio sobre una nación o comunidad significa que todos sufren, incluso aquellos que pueden ser individualmente inocentes de los pecados que trajeron el juicio de Dios. Lo que Dios le dice a Jeremías a través de las dos cestas de higos significa que incluso cuando todos sufren bajo un juicio nacional, Dios todavía conoce la diferencia entre los atrapados en el juicio y los que trajeron el juicio.

b. Los transportados de Judá: Podríamos haber esperado que los primeros echados de este lugar a la tierra de los caldeos fueran los peores a los ojos de Dios y que Él permitió que fueran exiliados primero como una demostración de su disgusto. Jeremías entrega el sorprendente mensaje: los primeros que se tomaron fueron los higos buenos, no los higos malos.

i. “Era una comparación sorprendente. Es muy natural suponer que los que quedaban pondrían la unción halagadora en sus almas de que los que fueron llevados eran los más corruptos. Este mensaje estaba en directa contradicción con la falsa suposición”. (Morgan) 

c. Pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra: Los representados por los higos buenos serían bendecidos incluso en el cautiverio. Dios también promete traerlos de regreso a esta tierra, y estarían entre los que regresaron a Judá con Esdras y Nehemías a partir del 538 a.C.

i. Hubo una bendición para los primeros que fueron llevados al exilio y que no se quedaron en Jerusalén para el final catastrófico. “Los cautivos, aumentados por más deportaciones en el 587 y 582 a.C. (Jeremías 52:29 y sig.), se volvieron al Señor en arrepentimiento y bajo el liderazgo de Ezequiel, se forjó un nuevo tipo de fe, leal a la relación de pacto con Dios”. (Cundall)

d. Y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré: Cuando regresaran a la tierra, Dios los restablecería con seguridad de nuevo.

e. Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová: Esto suena a algo como las muchas promesas del Nuevo Pacto en Jeremías y Ezequiel (Jeremías 23:1-8, 31:31-34, 32:37-41; Ezequiel 11:16-20, 36:16-28, 37:11-14, 37:21-28). Sin embargo, es mejor considerarlo como usar la reunificación del exilio como una prefiguración del cumplimiento final de la promesa en los últimos días.

i. Desde una perspectiva cristiana, sabemos que el Nuevo Pacto no fue instituido en el regreso del exilio porque Jesucristo lo instituyó específicamente con su obra en la cruz (Lucas 22:20).

ii. Sin embargo, el regreso del exilio presagió el Nuevo Pacto de algunas formas importantes. El pueblo de Dios se reunió de nuevo en la tierra, y fueron un pueblo cambiado (corazón para que me conozcan… me serán por pueblo… se volverán a mí de todo su corazón). El gran cambio después del exilio fue que el pueblo de Israel ya no persiguió a los ídolos de las naciones (como Baal y Astarté) como antes. Fueron separados y dedicados a Yahveh de una manera en que no lo habían sido antes.

2. (8-10) La cesta de los higos malos.

Y como los higos malos, que de malos no se pueden comer, así ha dicho Jehová, pondré a Sedequías rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén que quedó en esta tierra, y a los que moran en la tierra de Egipto. Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra; por infamia, por ejemplo, por refrán y por maldición a todos los lugares a donde yo los arroje. Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres.

a. Y como los higos malos, que de malos no se pueden comer pondré a Sedequías rey de Judá: No todos en Judá eran higos buenos. También los había podridos, incluido el rey. Habían pasado su fecha de vencimiento y no servían para nada.

i. Sedequías y sus asociados eran en realidad los higos malos: “Sedequías y sus súbditos, que eran considerados los más felices, porque estaban en casa; y ridiculizaban, probablemente, a Jeconías y los otros cautivos como cobardes”. (Trapp)

b. Y los daré por escarnio y por mal a todos los reinos de la tierra: Prácticamente todo Judá sería llevado cautivo, pero Dios sabía cómo asignar a los higos malos entre ellos para escarnio y mal particulares. Ellos serían un escarnio y mal, un refrán y maldición en el exilio. En cierto sentido, Dios envió fuera al pueblo representado por los higos buenos (Jeremías 24:5), pero a los higos malos Él los exterminaría.

c. Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia: Dios completaría su juicio contra los representados por los higos malos.

©2021 The Enduring Word Comentario bíblico en español de David Guzik – ewm@enduringword.com 

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